lunes, 20 de septiembre de 2021

SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA

 

EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA

 


 

Introducción  

El Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, dedicado a la advocación mariana correspondiente a la Natividad de María bajo la denominación homónima, patrona de Ciudad Rodrigo (Salamanca), está situado en la cima de la Peña de Francia, Sierra de Francia, en el término municipal de El Cabaco (Salamanca). Está regido por los padres dominicos y es el santuario mariano a mayor altitud del mundo. 

La imagen de la Virgen de la Peña de Francia fue descubierta el 19 de mayo de 1434 por un francés, llamado Simón Roland[i]. Se dice que diez años antes había anunciado el descubrimiento una doncella santa de Sequeros.  En una inscripción guardada en la gruta que se accede desde la Capilla Blanca se puede leer: “Debemos a este lugar reverencia y devoción porque en él halló Simón el tesoro singular de la imagen de María que a buscar andaba ansioso siete años por esta tierra y montes hasta que por fin sacó de aquí la que se muestra remedio de todos nuestros daños”. 

La Capilla de la Blanca es el lugar en donde Simón Roland encontró la imagen de la Virgen. La cueva en donde se encontró la Virgen puede ser visitada, un relieve antiguo representa su descubrimiento. Se encuentra al final de los porches. Está construida sobre la cueva donde fue hallada la imagen de la Virgen. En el interior un relieve antiguo representa el descubrimiento de la imagen; otros dos modernos representan un milagro de la Virgen de la Peña y el robo y restitución de su imagen. Junto a la puerta, a la derecha, se desciende a la cripta, con una capillita y la gruta donde estuvo escondida la imagen. 

El presente artículo lo he escrito por el gran influjo que tuvo conocer para mí la devoción de la Virgen de la Peña más allá de nuestras fronteras. Aún a pesar de haber nacido en Salamanca y de conocer de nombre el Santuario, no tuve la ocasión de visitarlo hasta este año durante la pandemia del coronavirus. Fue entonces preparando mi vuelta a Filipinas cuando quise visitarlo en mayo de 2021. 

Como misionero en Filipinas me di cuenta de la gran devoción del pueblo Filipino primero en Manila cundo estuve haciendo fisioterapia en el Hospital General de Traumatología y una enfermera me fue hablando de su gran devoción a Nuestra Señora de “Peñafrancia”, conocida como “Our Lady of Peñafrancia” en Manila y luego cuando fui a dar unos ejercicios a las Siervas de María en Bikol. El primer lugar a donde me llevaron fue a visitar el santuario de Nuestra SeñoraOur Lady of Peñafrancia”. Me quedé impresionado de la fuerte devoción que allí la tenían. Allí me hablaron de la multitudinaria procesión fluvial que hacían de la imagen trasladándola desde el santuario a la catedral en su fiesta en septiembre el día de la Natividad de la Virgen.

Una tradición misteriosa 

Normalmente el color que se asocia a la Virgen es el blanco inmaculado. Las Vírgenes Negras no son tan comunes y han tenido siempre un halo misterioso. El origen de estas imágenes se explica como la adopción por parte del culto popular cristiano en sus primeros siglos de elementos iconográficos y atributos de antiguas deidades femeninas de la fertilidad, cuyos rostros se realizaban en marfil y cuyo culto estaba extendido por todo el Imperio romano tardío, tales como Isis, Cibeles y Artemisa.[i] En efecto Isis siendo una diosa de origen africano es negra en la mayoría de representaciones. 

En los primeros siglos del cristianismo fue generalizado el recelo de las autoridades eclesiales, cuando no el rechazo absoluto, ante la posibilidad de promover el culto a la Virgen María. En el año 431, el Concilio de Éfeso proclamó a María como madre de Dios, lo que conllevó una progresiva incorporación de atributos divinos. Los recelos aumentaron ante la posibilidad de que el culto a la Virgen se entendiera como una continuidad a los cultos de las diosas paganas de la Madre Tierra, de las deidades consideradas reinas del Cielo y de las divinidades femeninas de la Sabiduría. 

Fue en el siglo XI, en los conventos benedictinos de Francia, cuando se evolucionó de forma decisiva en el asentamiento del culto a la Virgen María. La aportación de san Bernardo de Claraval, con unos escritos que combinaban la rigidez teológica y una profunda carga sentimental, fue decisiva. Y en ese contexto, fusionando influencias de religiones precristianas, surgieron las Vírgenes Negras, poseedoras de una carga simbólica riquísima. 

Su representación fue habitual en la España medieval, pudiendo basarse su fundamentación bíblica en el poema bíblico atribuido a Salomón en el Cantar de los Cantares, “Negra soy, pero hermosa, hijas de Jerusalén”. Uno de los grandes difusores de esta iconografía serían los templarios, orden autorizada en 1118 y que tuvo su primera residencia en las ruinas del templo de Salomón. En los recintos templarios se celebrarían romerías en la que los romeros captaban esa energía universal simbolizada en esta curiosa representación de María, muy difundida entre los siglos XI y XIII, que venía a adaptar al culto cristiano a la diosa madre Isis, símbolo de la tierra y la fertilidad en el mundo de la Antigüedad. 

También fueron frecuentes estas imágenes en las vías de peregrinación medievales, donde precisamente estuvo muy extendida la presencia de esta orden hospitalaria. Europa tejió una amplia red de peregrinaciones que podía encaminarse a Roma, pero también a la iglesia de la Magdalena de Vezelay, a San Martín de Tours o, sobre todo, a Santiago de Compostela, unas vías de trasmisión de la devoción, pero también un medio de comunicación de iconografías y hasta de soluciones arquitectónicas para los templos de la época. 

Sobre el origen del color negro para la piel de estas tallas se suelen apuntar varias teorías. Una apuntaría al color de la tierra que, fecundada por el Sol, es fuente de vida, con lo que el paralelismo con la figura de María, fecundada por el Espíritu Santo y fuente de vida para la humanidad, estaría más que servido. Otra teoría apunta a una sustitución del antiguo culto a las piedras negras como anhelo de fertilidad, tanto espiritual como física, culto que se mantiene todavía en algunas religiones como la islámica, siendo la kaaba o piedra santa un claro ejemplo de ello. 

Los especialistas han conseguido, en líneas generales, descifrar suficientemente los viejos libros mágicos alquímicos para descubrir las grandes líneas de las operaciones a que se entregaba el alquimista para alcanzar los supremos objetivos. Sabemos que la primera y más larga de las tareas consistía en fabricar la famosa "piedra filosofal", elemento sin el cual ninguna de las operaciones siguientes podría ser ejecutada satisfactoriamente. Como el símbolo de la Diosa-Tierra, la materia primordial del alquimista es, así pues, negro, y los viejos escritos la consideran como la propia naturaleza femenina. 

Múltiples operaciones misteriosas, que exigen del alquimista meses, cuando no años, de trabajo, deben permitir, a través de diversos encantamientos, putrefacciones y sublimaciones, y gracias a la acción de una misteriosa "agua mercurial" y de un no menos misterioso "fuego secreto", transformándola poco a poco en esa materia noble que permitirá todas las transmutaciones, en la piedra filosofal.

Los vestidos de las Vírgenes Negras estaban a veces adornados con motivos dorados, y como ellas llevaban frecuentemente joyas y accesorios de oro, vemos que, con exclusión de los demás, todos los colores principales de la gran obra se encuentran simbólicamente reunidos en la policromía de la estatua. Al representar, sin duda alguna, el color negro asociado a los rasgos de la Madre y del Hijo, la materia primordial, los colores, blanco y rojo serían las tres transformaciones por las que pasa la materia durante la obra, y finalmente el color dorado, el del metal puro obtenido al término de la transmutación de los metales vulgares, sería el símbolo de la perfección iniciadora.  

Las míticas Vírgenes negras repartidas por Europa 

Las Vírgenes Negras fueron veneradas en multitud de catedrales y santurarios de la Europa medieval. La tez oscura de la virgen ha motivado perplejidad y el enigma sobre su significado.[ii] 

Como el conocimiento iniciático, los favores de la Virgen Negra era realmente las "luces de las noche", unas luces misteriosamente dadas y recibidas en el seno mismo de las tinieblas. Esta idea estaba reforzada por la situación particular en que estaba colocada la efigie para la veneración de los fieles: una cripta (Chartres, Clermont, Guincamp, Marsella, Mont-Saint-Michel)... una iglesia "negra" (Manosque, Aurillac), o una capilla "gruta" (Rocamadour). Incluso en los casos en que la estatua no estaba directamente presente en alguno de esos lugares, siempre iría asociada a su santuario o a su leyenda uno de esos elementos oscuros, secretos, ocultos; cuevas, criptas y grutas[iii] 

Las Vírgenes Negras tenían, por tanto, una cierta significación funeraria, según algunos. No obstante, lejos de aparecer como madonas de la buena muerte, las Vírgenes Negras eran ensalzadas como donadoras por excelencia de vida, de fertilidad, de fecundidad y de bienestar.[iv] Estos accesorios pretendidamente "funerarios" no pueden explicarse más que por esta asociación con las catacumbas, las grutas o los subterráneos en los que los iniciados frecuentemente eligieron reunirse y trabajar, y más aún, en sentido figurado, con el sistema de pensamiento, con el método de adquisición del conocimiento del adepto que sufría las pruebas iniciadoras. 

El color negro de las Vírgenes Negras tiene, sin embargo, también otras significaciones mucho más precisas y mucho más claras. Generalmente se admite que las Vírgenes Negras fueron la versión cristianizada de un culto antiguo, anterior al cristianismo, por supuesto céltico pero quizás aún mucho más antiguo. 

Bajo diversas formas, a veces romanizadas, se adoraba en ellas, en nuestro país, a una divinidad femenina, una especie de diosa-madre, de tierra-madre, o, más concretamente, a una Diosa-Tierra. A veces una de las advocaciones que designaba su representación sobrevivió y permaneció asociada a la Vírgen Negra, como en Chartres o en Longpont, Virgo Paritura, la Virgen que debe dar a luz. 

Según lo que sabemos de ello, ese culto céltico y precéltico era posible descubrirlo, con un sentido y unos atributos comparables, en la mayor parte de las grandes religiones y mitologías de la humanidad; el culto de Isis, de Cibeles, de Deméter y de Ceres, pero asimismo advertimos su presencia en las grandes religiones americanas precolombinas o en numerosas mitologías africanas, por ejemplo. 

Su contenido es triple: popular y milagroso, cosmogónico y naturalista, espiritual y religioso. Como la tierra es de un modo natural fecunda, de una fecundidad siempre renovada, la Diosa-Tierra era particularmente invocada por las mujeres estériles que deseaban tener un hijo. Más tarde, las Vírgenes Negras siguieron teniendo esa reputación milagrosa de conceder la fecundidad y, por extensión, de ser protectoras de los niños de corta edad. Las gentes sencillas, muy atadas a esas prácticas, no hacían otra cosa que presentir la grandiosa concepción cosmogónica y naturalista que esta función milagrosa representaba. 

En efecto, en la mayoría de los antiguos relatos sagrados de la humanidad, todo en el universo nacía siempre del encuentro y la síntesis de un principio masculino y un principio femenino. Así, la Tierra, virgen en su origen, fue fecundada por los rayos del sol, y es gracias a esta acción bienhechora que pudo dar vida a todo lo que existe, la Naturaleza y la Humanidad. Desde entonces, sin caer no obstante en un politeísmo primitivo, los antiguos hicieron de la tierra, de la Diosa-Tierra, la representación simbólica del gran principio femenino de todas las cosas, y del Sol, la del principio masculino por excelencia. 

Este es el motivo por el que hemos notado, sin comprender siempre su profundo valor, que en todas las religiones en las que se venera a una Diosa-Tierra, siempre aparece indisolublemente asociado con ello un culto solar. Tanto entre los egipcios, como en el caso de los incas, los griegos o los celtas, no hay Diosa-Tierra sin Dios-Sol, su complemento indispensable. 

Las Vírgenes morenas de España 

En España se han llegado a contar hasta 50 vírgenes negras. Entre las imágenes que más destacan son la Virgen del Pilar patrona de la Hispanidad que se remonta a la aparición sobre una columna a Santiago apóstol, la Virgen de la Encina en Ponferrada junto el enclave templario en el Camino de Santiago, la de la Almudena cuya leyenda se remonta a la época romana también de la mano del apóstol Santiago. Fue escondida durante la invasión árabe y se descubrió en el S. XI, la de Montserrat, conocida como “la Moreneta” del S. XII, la Virgen de la Vega también del S. XII patrona de Salamanca tiene mucha similitud. Entre todas merece destacar la Virgen de Guadalupe también considerada como patrona de la Hispanidad y que sirvió de modelo a través de Cristóbal Colón en América. Pronto pasó a ser advocación mariana al otro lado del Atlántico. 

Cuando los españoles conquistaron México llevaron con ellos el culto de una Vírgen Negra, Nuestra Señora de Guadalupe. Vuelto católico México, esta Virgen destronó oficialmente al "dispater" mexicano que era una piedra negra lisa.[v] 

Nosotros vamos a centrarnos ahora en la Virgen Negra de la Peña de Francia en Salamanca, tratando de descubrir su origen y su influencia más allá de nuestras fronteras como es Filipinas. Tanto los países asiáticos como latinoamericanos acogen por su peculiar idiosincrasia la Virgen Negra o Morena con especial veneración. Sus rasgos morenos son familiares a los indios que fácilmente la acogen como una de su propia raza.

La significación de la montaña sagrada

Uno de los rasgos más significativos de un lugar sagrado es su ubicación precisa en un lugar que de por sí es tremendamente significativo. La Peña de Francia está vinculada a la Vía de la Plata que en el tiempo de la cristianización se convirtió en parte importante del Camino de Santiago.

Los enclaves tradicionalmente más sagrados han sido a su vez los más recónditos, los más apartados de las zonas de población. (Esto ocurría ya desde antiguo con la ubicación de las cuevas y cavernas prehistóricas).  Se da el caso que los lugares sagrados importan más como sede mistérica de culto que por los mismos santos que allí se veneran. Pero no cabe dudad que el lugar sagrado se potencia cuando asociado a su ubicación se encuentra el hallazgo de una imagen sagrada (Este es el caso de la Virgen Negra de la Peña de Francia).

Hay determinados enclaves que influyen en el ser humano por sus especiales características mágicas y telúricas debido a su explícita localización geográfica (Este es el caso de la Peña de Francia). La montaña ha sido desde muy antiguo un lugar sagrado y en estos lugares es vital el descubrimiento de una imagen sagrada (Se explica la ansiosa búsqueda durante años de Simó Vela rastreando para encontrar la imagen). El hallazgo de la imagen de la Virgen Negra en la cueva-caverna es como el lugar mágico en cuyo interior se edifica la ermita para el culto cristiano.

La montaña y la caverna, la luz y la oscuridad, el cielo y la tierra representan la unión de los contrarios y se corresponde con la nota cabalística llena de simbolismo hermenéutico. La imagen de la Virgen Negra es portadora de divinidad y transmisora de conocimiento (Está ligado a la práctica mística iniciática de la alquimia).






 

  1. Localización de la Peña de Francia

La Peña de Francia se encuentra situada al sur de la provincia de Salamanca, en el Parque Natural de las Batuecas en la Sierra de Francia sobre la llanura, al sur de la provincia de Salamanca, en el límite con la de Cáceres. Su localización es privilegiada por ser un balcón desde donde se divisa enormes vistas. Los paisajes, por muy bellos que sean, si no son vistos, mirados o contemplados, por alguien, son bellos cuadros pictóricos que pueden causar una magnífica impresión momentánea, que se retienen en la retina del corazón durante un tiempo, pero que después desaparecen sino encuentra uno en ellos un motivo para volver, para recordar o para recomendar. La montaña de la Peña de Francia se eleva a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, y termina en una pequeña meseta. La Peña de Francia se muestra, indudablemente, desde cualquier perspectiva, como la montaña con más personalidad de toda la sierra. 

Este lugar, elevado 1723 metros sobre el nivel del mar, fue el elegido por los monjes dominicos para construir en el siglo XV el Monasterio y el Santuario de la Peña de Francia. La sagrada Peña es un lugar desde el que se puede ver desde casi toda la comarca y que se encuentra rodeado de maravillas como La Alberca, Mogarraz, Miranda del Castañar, San Martín del Castañar, Sequeros o Villanueva del Conde, pueblos serranos. 

La Peña de Francia que se encuentra en el Parque Natural de las Batuecas es como un gran mirador desde el que se puede ver casi toda la comarca. Desde el lugar en que está enclavado, se divisa toda la llanura del Campo Charro hacia el norte, la Sierra de Tamames hacia el este, y el pantano de Gabriel y Galán hacia el sur, aparte del resto del macizo montañoso. 

Prácticamente inaccesible en invierno por la nieve, el conjunto monástico tiene gran afluencia de visitantes durante los meses de verano, muchos de ellos peregrinos. Durante fechas señaladas de la Virgen, son frecuentes las peregrinaciones y romerías a la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. 

El conjunto monumental del santuario lo constituye la iglesia y el convento de frailes, así como las capillas exteriores de la Blanca, San Andrés y el Santo Cristo. Así mismo, forman parte del conjunto la plaza con rollo jurisdiccional, una hospedería independiente del monasterio y una antena repetidora de telecomunicaciones.[ii]

 



2. Los accesos 

La Peña de Francia no tiene fáciles accesos a nivel público. Se tiene que llegar a ella de forma privada a través de carreteras comarcales. Desde Salamanca se llega por la carretera SA-205. También se puede llegar desde alguna de las poblaciones de Extremadura por la SA-225. 

La subida con muchas curvas está bastante bien asfaltada y no hay problema de aparcamiento ya que es muy amplia la esplanada de la meseta donde se sitúa el santuario. Hay una opción que utilizan los amantes del senderismo y los devotos a la Virgen, hacer el camino andando por el sendero GR10, es de dificultad media por la pendiente de la subida. Las vistas por el sendero y desde arriba son impresionantes, se divisa buena parte de la provincia de Salamanca, y el norte de la de Cáceres.

 


 

3.      Los antecedentes 

No deja de ser extraño el nombre de Francia que se da a la Peña donde se descubrió la imagen de la Virgen, y a su sierra. El nombre de la Peña de Francia se debe con toda probabilidad a la presencia de una colonia de franceses que repobló esta comarca en la Edad Media después de ser recuperada a los moros. Parece ser que esta comunidad escondería la imagen de la Virgen para protegerla de las incursiones de los sarracenos del siglo XII, y sería descubierta el 19 de mayo de 1434 por un francés llamado Simón Roland. 

Además, este acontecimiento fue anunciado por Juana Hernández, conocida como la Profetisa o la Moza Santa, nacida en Sequeros. A partir de entonces comienza la peregrinación a la zona para ver la talla de la Virgen a la que se le construye pronto una ermita en la zona. 

El documento más antiguo que se conserva con el nombre de Francia, aplicado a esta comarca, está fechado en 8 de enero de 1289, es decir casi siglo y medio antes de la llegada a estos lugares de Simón Roland. El verdadero origen, como decimos, no se sabe con certeza.  Sabemos que una colonia francesa figura entre los repobladores de Salamanca en el siglo XI, como ocurrió después con otras ciudades arrancadas a la morisma, como por ejemplo: Toledo, Córdoba y Sevilla. 

Muy bien pudo haber ocurrido que una colonia similar se estableciese, entonces o más tarde, en estos lugares, y por ella recibiera la comarca el nombre de la nación de origen de sus repobladores. Viejos apellidos originariamente franceses (Luis, Griñón, Martín, Giral, Bernal, Gascón y Cascón, ...) son frecuentes en familias arraigadas desde tiempo inmemorial en los pueblos de la sierra. El mismo nombre de San Martín del Castañar que lleva uno de los pueblos de la sierra, señala la misma dirección.



 

4.      La figura enseña de Simón Roland 

Cuenta la leyenda, que Simón Roland, como la Chanson de Rolland, era un muchacho francés, algunos dicen que fue un novicio o un donado, un buen hombre acogido a la comunidad franciscana de París; otros que un mendigo de la zona que iba de pueblo en pueblo. Probablemente Simón era estudiante de la Sorbona de París, de familia acomodada, quien al morir sus padres y habiéndole dejado una pequeña fortuna, la repartió entre los pobres. Un gesto de desprendimiento muy propio de la época en quienes deseaban vivir el cristianismo de manera más radical, siguiendo el modelo de San Francisco de Asís, que él conocía bien si damos por buena esa tradición de que vivió acogido a la comunidad franciscana.

Probablemente la versión más acertada sea la que asocia Simón Roland a un peregrino del Camino de Santiago acuciado por visiones marianas y que fue el responsable de hallar a la Virgen de la Peña de Francia en 1434. Llevaba años, según la tradición, pululando por su país y España en busca de una talla. Tras ir a Compostela, decidió desandar la Vía de la Plata y en la Sierra de Francia, Salamanca, halló lo que buscaba. Se trataba de una figura románica, que inmediatamente conformó un gran centro de peregrinación, muy accesible desde el trayecto jacobeo.

 


 

5.      Historia

 

¿Cuál fue el origen del Santuario? Todo surgió el 19 de mayo de 1434, cuando Simón Roland tuvo una aparición mariana. Sucedió tal y como lo había anunciado, años antes, la conocida como “Moza Santa de Sequeros”. Desde entonces, su nombre cambió al de Simón Vela. Por ese mismo motivo, tan solo dos años después y con el apoyo de Juan II de Castilla, decidieron hacerse cargo de la imagen y ermita los dominicos.

 





5.1 Aparición en 1434

 

Después de muchas contrariedades Simón Vela y cinco vecinos de San Martín, quitando una gran peña rota por un rayo y otras muchas piedras, luego vieron todos juntos la gloriosa imagen de Nuestra Señora la Virgen María con su bendito hijo en brazos. Esto sucedió el miércoles 19 de mayo de 1434, memorable día que quedó grabado para la historia.[iii] Muy pronto se levanta una pequeña ermita. El 19 de mayo de 1434, Simón Vela encontró la imagen de la Virgen en lo alto de la Peña de Francia y, a partir de 1436, contando con el apoyo de Juan II de Castilla y la intervención inicial de Lope de Barrientos, se hicieron cargo de la imagen y de su ermita los dominicos.






 

5.2 De ermita a santuario en 1436

 

Después de muchas fatigas el 19 de septiembre de 1436 el obispo de Salamanca cede sus derechos sobre la pequeña ermita a los frailes dominicos y el 8 de octubre de 1437 los frailes fundan el convento. Estando allí para morir Simón Vela exhortó a los frailes que se ocuparon para que el santuario fuera siempre custodiado por la Orden. Les anunció que encontrarían otras imágenes escondidas en la peña.





 5.3 Célula de erección del santuario en 1437

 

El rey Juan II de Castilla ordenó que se levantase un santuario para que se acrecentase la devoción de la gente. Encarga además que se levante un monasterio de la Orden de los frailes predicadores de Santo Domingo para su cuidado. El 8 de octubre de 1437 los frailes tomaron posesión canónica del santuario de la Virgen de la Peña de Francia, pasando a ser sus capellanes.






 

5.4 Muerte de Simón Vela en 1438

Simón Vela muere en la Peña de Francia el 11 de mayo de 1438 a los 53 años de edad y fue enterrado cerca de la Virgen de la Peña de Francia. Después del hallazgo de la imagen durante dos años, la montaña de la Peña comenzó a ser objeto de fuertes disputas entre los señores de Granadilla y Miranda. Ante tales pretensiones el obispo de Salamanca, el 19 de septiembre de 1436, cede al provincial de los dominicos los derechos que pudiera tener sobre la ermita construida en las cumbres. Cuatro meses después, una comunidad de dominicos de cinco miembros asume canónicamente la ermita.




 

5.5 La construcción del convento en 1445 

En 1445 se comenzó la construcción del convento y la ampliación de la iglesia, finalizada en 1450. Aunque, la sacristía es del siglo XVI, la portada neoclásica y la escalinata son del siglo XVII, y la torre del siglo XVIII. En este año de 1445 también se llevó acabo la ampliación de la iglesia. Toda esta obra duró unos 5 años. Cabe destacar que la sacristía data del siglo XVI, la portada y escalinata del siglo XVII y, por último, su espectacular torre es del siglo XVIII. La torre tiene su propio reloj solar. El rollo levantado en el centro de la plaza por concesión de Carlos V, da fe de que el monasterio contaba con el privilegio de exención de jurisdicción.[iv]




 

5.6 Colaboradores a partir del 1450

 

Aparecen muchos devotos que iban a la Peña de Francia que a pie descalzo hacen grandes jornadas. Muchos peregrinos suben a pie los ásperos senderos de la Peña de Francia. Era frecuente que los devotos se ofrecieran a trabajar en las obras del santuario por algún tiempo y a servir en la hospedería del monasterio. Entre los peregrinos muchos venían a la Virgen para orar, pero eran aún más los que lo hacían para dar gracias por los favores recibidos. Peregrinos de todas partes acudían a la Peña de Francia a mostrar su amor y gratitud a la Virgen. Su sacrificio era recompensado con toda clase de favores y algunos milagros. Muchos eran los que se ofrecían voluntariamente a trabajar atendiendo a los peregrinos o cuidando a los enfermos.





 

5.7 La Cofradía de 1500

 

El 5 de septiembre de 1501, Alejandro VI confirma la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Peña de Francia creada por los frailes. Su misión era la de procurar atender a la conservación de los edificios y a la sustentación de los pobres peregrinos que acudían al santuario. Todo para acrecentar la devoción a la Virgen de la Peña de Francia.





 

5.8 El convento de abajo: la Casa Baja en 1516

 

En 1516 se comenzó a construir en El Maíllo La Casa Baja, actual como convento de apoyo para la época invernal. La comunidad construye el convento al pie de la montaña y sería una residencia de invierno. Se puso la primera piedra el 18 de agosto de 1516. La imagen de la Virgen permanecería durante el invierno en su santuario custodiada por algunos frailes. El número de religiosos de la comunidad establecida en la Peña creció rápidamente y echó raíces en la zona. Ya en el año 1516 la comunidad contaba con 22 religiosos.


 




5.9 Traslado de los restos de Simón Vela

 

Los restos de simón Vela se trasladaron a la Capilla de Santiago. Su cabeza se conserva en un relicario de la sacristía. En la actualidad sus reliquias se encuentran en la ermita del santuario de Robledo de Sequeros.





 

5.10 Primer traslado en 1797

 

El 19 de septiembre la imagen de la Virgen pasó a ser venerada en la Capilla Blanca porque el convento y el santuario habían sufrido un gran incendio. Pronto se arreglaron los desperfectos y la venerada imagen volvió al lugar de siempre.





 

2.11 El expolio de 1810

 

El 13 de enero de 1810, en pleno invierno, unos sesenta franceses de las tropas napoleónicas saquearon por primera vez el santuario. Atemorizaron a los frailes que custodiaban el convento y se llevaron todos los objetos de valor que encontraron. En días sucesivos se siguieron sucediendo los pillajes.





 

5.12 Segundo traslado en 1811

 

Ante los reiterados expolios de los soldados franceses y el riesgo de profanación de la imagen, la comunidad de frailes traslada la Virgen a la Alberca y la oculta en una casa particular. Allí permanece escondida hasta el 7 de septiembre de 1811, fecha en que la imagen regresa al santuario.






 

5.13 Sucesivos traslados a partir de 1820 

En 1820 se decreta la supresión de las órdenes religiosas. La comunidad desapareció en 1835, por la desamortización de Mendizábal. Los dominicos son exclaustrados en 1835 y la Virgen queda sin sus capellanes.[v] En 1823 por dos meses la imagen de la Virgen se traslada a Mogarraz. La imagen se traslada a Sequeros y el santuario es despojado totalmente.[vi]




 

5.14 Vuelta a la Alberca en 1854

 

En 1854 la imagen de la Virgen es llevada de nuevo a la Alberca. Nacen litigios entre los pueblos y por fin la imagen será devuelta a su casa el 9 de septiembre de 1859.





 

5.15 Robo de la imagen en 1872

 

El 17 de agosto de 1872, entre las 7 y 8 de la tarde, la imagen de la Virgen fue robada.[vii] El 18 de julio de 1889 fue devuelta al prior de los dominicos de San Esteban, pero la imagen se encontraba en un estado lamentable y muy deteriorada por lo que era imposible ya darle culto.





 

5.16 La reparación de la imagen en 1890

 

Siendo imposible venerar la imagen de la Virgen después de su gran deterioro, el obispo de Salamanca ordenó la reparación de la Virgen. Al final se acordó hacer otra nueva y guardar la antigua. La nueva imagen fue colocada en el altar mayor del santuario. La nueva imagen fue entronizada el 6 de septiembre de 1800. En el siglo XIX, con la invasión francesa y luego con la expulsión de las órdenes religiosas, el santuario quedó algún tiempo abandonado y sufrió un expolio completo. La imagen se encontraba sumamente deteriorada; por eso en 1890 se hizo una nueva, que es la que actualmente se venera y guarda en su interior los restos de la primitiva.

 




2.17 Cesión definitiva a la orden de dominicos en 1900

 

El 16 de julio de 1900 el obispo de Salamanca entregaba al convento de San Esteban la posesión y el cuidado del santuario de la Virgen de la Peña de Francia. La cesión definitiva se hará el 29 de diciembre de 1905.[viii] Comienza así la restauración material y espiritual del santuario que se completará con la coronación canónica de la imagen el 4 de junio de 1952 en la Plaza Mayor de Salamanca. 

Personalidades destacadas en la recuperación del santuario han sido el intelectual católico e hispanista francés Maurice Legendre (que organizó en 1934 una peregrinación oficial francesa con motivo del quinto centenario del hallazgo de la imagen1213 y que está enterrado en la nave central de la iglesia) y el fraile dominico Constantino Martínez Uriarte (1911-1991, inhumado en la capilla de la Blanca del santuario). Eclesiásticamente, el santuario pertenece a la diócesis de Salamanca, a pesar de su cercanía a Ciudad Rodrigo, que también cuenta con obispo.

 



 

6.      Los lugares del conjunto monumental del santuario

 

El santuario de la Peña de Francia es un conjunto monumental compuesto por iglesia, convento y hospedería. La construcción de la ermita donde venerar a esta Virgen de la Peña, fue el inicio de este centro de peregrinación mariano. En 1436 se instalaron en la Peña los dominicos y en el siglo XV, se construye el convento, se amplía la iglesia, y se construyen la plaza, los miradores. Tras la invasión francesa, la Desamortización de Mendizábal, y un incendio provocado en 1936, quedó en ruinas. En 1957, gracias a las donaciones de la familia alemana Honigmann-Bayern, se reconstruyó la ermita.




 

6.1 La iglesia santuario

 

La Iglesia de estilo gótico, se encuentra en el punto más elevado de la peña y su interior alberga la imagen de la virgen de la Peña. Esta imagen de la Virgen Negra es de 1890, no es la original, pero en su interior se introdujeron los restos de la primitiva, que quedó destrozada tras un robo.

 

La imagen de la Virgen, descansa así, sobre la roca más alta de la montaña. Contemplando de cerca la imagen negra de Nuestra Señor Peña de Francia infunde una tierna y profunda devoción. Refleja la bondad y misericordia de Dios como Madre de la Gracia.

 

La portada y la escalinata de la iglesia son del siglo XVII.  Interior gótico del siglo XV. El presbiterio es la ermita construida por Simón Vela. Los relieves del presbiterio son modernos y representan a la izquierda, el anuncio del descubrimiento de la imagen, el descubrimiento y aspectos de la proyección espiritual del santuario; a la derecha, el rey don Juan II haciendo entrega del santuario a los dominicos, diversos peregrinos con sus ofrendas, y la solemne coronación de la imagen. Además de todo lo visto completan el conjunto la capilla de San Andrés y la del Santo Cristo. Y la Hospedería Real, del XVI, que lleva este título porque en ella se alojaron, entre otros, Isabel La Católica, Carlos I, y Felipe II.





 

6.2 Convento y plaza

 

La puerta principal del convento, en ojiva, es del siglo XV. En el interior, frente a la puerta, el pozo verde, también del siglo XV, con bóveda del XVIII; el reflejo de la luz le da ese curioso color verde. La plaza en su estructura actual es del siglo XVIII. En el centro está el rollo, del siglo XVI, símbolo de autoridad civil del Prior del santuario sobre los términos de la montaña; tiene grabados el escudo de Castilla y León, el de la orden dominicana, un jarrón con azucenas. símbolo de la Virgen, y un reo con soga al cuello y en los pies, que simboliza el poder judicial del señor de La Peña.

 



6.3 El Rollo de la Peña de Francia 

En la plaza se ubica el convento, y en el centro podemos ver el Rollo, símbolo de la exención de jurisdicción, privilegio que les otorgó el Rey Juan II en 1445 y que fue ratificado más tarde por Carlos V. Tal importancia adquiría este santuario de la Peña de Francia que tenía, en el centro de la plaza, un espectacular rollo concedido por el emperador Carlos V. Esto da pie a que sepamos que este lugar contaba con un espectacular privilegio: Exención de jurisdicción. Eso sí, previamente concedido por el rey Juan II de Castilla en 1445.

 




6.4 La Capilla Blanca

 

La Capilla Blanca fue construida en el S. XVI sobre la cueva donde fue hallada la imagen de la Virgen de la Peña. Sobre ella encontramos un antiguo relieve que representa su descubrimiento con las imágenes de Simón Vela y la moza santa de Sequeros. En otros dos relieves modernos se han representado un milagro de la Virgen de la Peña que motivó que fuera llamada patrona de los “plateros” y el robo y restitución de su imagen bajo secreto de confesión. Su techo es de estilo gótico y conserva restos de policromía. En esta capilla está sepultado el padre Constantino Martínez OP restaurador del santuario y responsable del mismo desde 1947 hasta 1973. Por la escalera de la derecha se desciende a la pequeña cripta donde hay una pequeña capilla y la gruta donde se escondió la Virgen de la Peña de Francia antes de ser hallada por Simón Vela.





 

6.5 Otras capillas

 

Junto a la esquina noroccidental del santuario, la capilla de San Andrés, y más alejada, junto al promontorio que preside la cruz del peregrino, la capilla del Santo Cristo. Señalan los lugares donde se encontraron las respectivas imágenes.

 





6.6 La fuente buitrera

 

Es también estación obligada en la visita a la Peña, por el excelente sabor y frescura de su agua. Se encuentra en la vertiente noroccidental de la montaña, no lejos de la cumbre y muy cerca de la carretera.

 


6.7 Los miradores de la Peña de Francia 

Las vistas desde el cerro donde se encuentra el Santuario de la Peña de Francia son impresionantes. Unas mirillas te ayudan a orientarte y saber que es exactamente lo que estás viendo. Allí hay tres miradores: el Balcón de Santiago, el Balcón del Fraile y el Mirador de Santo Domingo. Da igual por donde te asomes, porque mires desde donde mires, las vistas de la sierra son excepcionales.

Destaca el balcón de Santiago, que tiene una bonita reja. Este fue el lugar donde se encontró una imagen del apóstol.

 


6.8 El Reloj de sol 

Llama también la atención un gran reloj de sol horizontal que hay en la plaza en el promontorio de la torre. Es circular, cóncavo y de varios metros de diámetro. En él se puede leer en latín "tantum nocte sileo", algo así como: "Solo callo de noche".

 


6.9 El Repetidor 

Entre las dependencias religiosas y miradores, también podemos ver un gran repetidor, un emisor estratégico para las telecomunicaciones en España, señal de las principales cadenas, y otras comunicaciones de carácter estatal. También ha servido de "rebote" de la señal de cadenas de otras autonomías, incluso de Portugal. Mediante este dispositivo electrónico se recibe una señal muy débil que la emite a una potencia mayor.

 


6.10 El Vértice geodésico 

El vértice geodésico de 1727 msnm (máxima altura de la Peña de Francia) está situado en la terraza superior de la torre de la iglesia.[ix] 



                                                


7.      Influencia del Santuario de la Peña de Francia en otras latitudes 

Los religiosos de este convento mostraron una destacada vocación misionera, impulsando la devoción a la Virgen de la Peña de Francia en América y Filipinas.[x] Del convento de San Esteban de Salamanca partieron numerosos misioneros hacia América y Extremo oriente, especialmente Filipinas. Fueron ellos los principales impulsores de la devoción de la Peña en aquellos territorios. De esta manera, muchos son los lugares en América y Filipinas que tienen gran devoción a la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. 

Uno de los principales promotores fue su devoción fue el Padre Fray Miguel. En 1599 el Padre Fray Miguel residía en Valladolid. Después de una epidemia de peste se fue a vivir al convento de la Peña de Francia. El padre Miguel era muy devoto de aquella santísima imagen. Estando allí unos hermanos que en 1601 iban a Filipinas llegaron a tomar la bendición de aquella imagen. Así fue como el Padre Miguel se fue con ellos al a misión de Filipinas y empezó a difundir allí su devoción. Esta se difundió rápidamente primero en Manila y luego en Bikol. 

Una réplica de la imagen de este santuario también es patrona de la región de Bicolandia (Bikol, Filipinas), donde es conocida como Nuestra Señora de Peñafrancia, o bien Our Lady of Peñafrancia.[xi]​Así mismo, es patrona de São Paulo,[xii]​ Itapira y Resende Costa, en Brasil.

 



8.      La devoción popular 

Otro gran promotor de la devoción a la Virgen de la Peña de Francia fue el padre Constantino OP. El padre Constantino, alavés nacido en 1911 en Ulibarri Gambia, forma parte inolvidable del santuario. Fue gran devoto de la Virgen de la Peña de Francia, guía animoso de peregrinos a esta hermosa cumbre y rector de este santuario.[xiii] La obra que emprendió buscaba la restauración espiritual y material del santuario teniendo siempre presente la larga y rica historia de este lugar. Recorrió 530 pueblos de las diócesis de Salamanca, ciudad Rodrigo, Soria, Plasencia, Ávila, Valladolid y Zamora y con la aportación de los fieles pudo realizar la difícil y complicada restauración del conjunto monumental de la Peña. 

Su recuerdo perdura aún en todos estos pueblos de la comarca. La fuerza de sus palabras en el momento de la predicación era el mejor contrapunto al cariño y delicadeza con que siempre pudo acoger a los peregrinos que llegaban. Amor especial manifestó por los hurdanos que desde los barrancos llegaban al santuario para expresar a la Virgen de la Peña su gratitud, su esperanza y su fe. 

Muchas son las manifestaciones y expresiones de piedad popular que encontramos en torno a la Virgen de la Peña de Francia. Durante la Novena era costumbre que al cantar la salve a la Virgen se encendían 12 velas. El día de la fiesta de la Asunción en agosto se llevaba en procesión la imagen hasta la capilla de la Casa Blanca. También se celebraban procesiones el día de la aparición de la Virgen, en la fiesta de la Natividad y en la festividad de Santo Domingo.

 

Las Romerías 

La Hermandad de Nuestra Señora de la Virgen de la Peña de Francia de Ciudad Rodrigo celebra una romería anual coincidiendo con el último fin de semana de junio. Durante la misma, los romeros suben la imagen de la Virgen de la Peña de Francia que se encuentra durante todo el año en la ermita del Alto de Valhondo desde Ciudad Rodrigo hasta el santuario y posteriormente vuelven a bajarla.[xiv]

 

Algunas referencias históricas del pasado

Felix Barroso Gutiérrez: Las Hurdes, tres estampas etnográficas, en Revista de Folclore, nº 162 (Fundación Joaquín Díaz, Valladolid) 

El hecho histórico de la aparición de la Virgen de la Peña se remonta al siglo XV. Por 1434, miércoles de la infraoctava del Espíritu Santo, reinando en Castilla Juan II, el peregrino francés Simón Roland -más conocido por Simón Vela-, tras siete años de búsqueda, encontrará, dentro de una covacha, una de esas tallas negras, que pasará a llamarse la Virgen de la Peña de Francia. Posteriormente, en otros refugios rocosos de esta montaña aparecerán otras imágenes, casi todas ellas de factura románica, que, sin lugar a dudas, fueron escondidas por los cristianos ante el avance musulmán en la Península Ibérica. 

Ángel del Pozo: El Norte de Castilla, 3-12-2008, La montaña mágica. 

Otro día, Simón marcha tras unos carboneros serranos a los que había visto reñir en el mismo mercado y mentar el nombre de la Peña de Francia, aunque no le habían querido dar señas del enclave. Cuando llega se encamina a la cumbre, allí después de pasar tres noches y sin encontrar nada aún, se le aparece la Virgen en una noche de tormenta en medio de una gran luz, indicándole la gruta donde encontrará una imagen que lleva buscando siete años. 

Alberto Colunga: Santuario de la Peña de Francia, Salamanca, 1990, p. 240: Asistió una peregrinación francesa, organizada y presidida por D. Mauricio Legendre, Director de la Casa de Velázquez en Madrid. 

J. Polo Benito (ABC, 2-9-1934): La peregrinación hispano-francesa a tierras de Salamanca.

 «Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia - P. Constantino Martínez Uriarte O.P.». 

Sitio web oficial de la Diócesis de Ciudad Rodrigo: «Como consecuencia del Concordato de 1953, los límites de la Diócesis sufrieron una nueva variación el 20 de julio de 1958, para ajustar la delimitación territorial eclesiástica a la de la provincia de Salamanca.(...) También pasó a Ciudad Rodrigo el Monasterio de Porta Coeli de El Zarzoso. No así el Santuario de la Virgen de la Peña de Francia, a pesar de su proximidad geográfica».[xv] No se trata de la imagen del santuario, que solamente es trasladada en agosto a Las Hurdes. 

Salamanca RTV al día (2-8-2012), «La romería de la Peña de Francia recuperará en 2015 sus días tradicionales de celebración»: «La Hermandad de Nuestra Señora de la Virgen de la Peña de Francia celebró en la noche del viernes una reunión para empezar a preparar la Romería al Santuario del Risco Mariano del año 2015. Esta cita será especial, ya que se cumplirá el XXV Aniversario de la propia Romería, lo que hará que la Hermandad desarrolle una serie de actos especiales para celebrar tan señalada fecha.(...) Además, la Romería tendrá una importante novedad que se estrenará en la edición del XXV Aniversario, pero que se mantendrá en ediciones sucesivas: se llevará a cabo de viernes a lunes, recuperando sus fechas tradicionales de celebración, según aprobaron por mayoría los romeros reunidos en la noche del viernes». 

Salamanca RTV al día (29-6-2014): «Calurosa bienvenida a los romeros de la Virgen de la Peña». 

Salamanca RTV al día: Noticias sobre la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de la Peña de Francia.[xvi]

 



Bibliografía

Jaques Huyen, El enigma de las vírgenes negras, Colección Otros Horizontes, Editorial Plaza Janes, 2015

Anónimo: Historia y milagros de Nuestra Señora de la Peña de Francia..., impreso en Viuda de Ramírez, Salamanca, 1614.

Castro, Fray Felipe María: Nuestra Señora de Peña de Francia, Salamanca, 1948.

Colunga, Alberto: Santuario de la Peña de Francia, Salamanca, 1990.

Espinel, José Luis: Peña de Francia: Historia, peregrinos y paisajes, Salamanca, 2002.

Legendre, Maurice: Notre Dame de France en Espagne, Madrid, 1945.

Pérez Casado, Ángel y Encinas Martín, Alfredo: Peña de Francia: historia, arte, entorno, Salamanca, 2003.

Soria Heredia, Fernando: El Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Salamanca, 1988.

Vázquez, Jesús María: Peña de Francia. El libro del peregrino, Salamanca, 1995.

Rentero Mateos, Raúl: La Montaña Dorada, autoedición, 2015.






[i] Debido a ello pueden encontrarse ejemplos de estas vírgenes por toda Europa.

[ii] Una dimensión simbólica que relacionará a las vírgenes negras con la ancestral veneración a las diosas de la tierra.

[iii] También pozo sagrado, abismo, tumba o sarcófago...

[iv] Así lo indican suficientemente algunas advocaciones: Nuestra Señora de la Buena Esperanza, de la Liberación, del Alboroto, de la Vida...

[v] En La Meca, el objeto religioso por causa del cual los musulmanes del mundo entero emprenden el famoso peregrinaje, culminación de su vida de creyentes, es una piedra negra que constituye un símbolo de fecundidad y de fertilidad.

[i] El nombre común es de Simón Vela

[ii] «Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia: Plano del Santuario.»

[iii] Así quedó grabado en una placa recordando la fecha en que apareció Nuestra Señora de la Virgen de la Peña al bienaventurado Simón Vela

[iv] Tal privilegio fue concedido originalmente en 1445 por el rey Juan II de Castilla.

[v] Los dominicos regresaron para hacerse cargo del santuario el 16 de julio de 1900.

[vi] El número de religiosos dominicos en la Peña se redujo en los inicios del siglo XIX y la comunidad desapareció en 1835, cuando, incautados todos los bienes del monasterio por la desamortización de Mendizábal, los religiosos fueron dispersados. Los dominicos volvieron a hacerse cargo del santuario el 16 de julio de 1900.

[vii] La imagen robada fue devuelta “bajo secreto de confesión” el 18 de diciembre de 1889

[viii] Por mandato del obispo de Salamanca Padre Cámara

[ix]  Instituto Geográfico Nacional: Peña de Francia - Reseña de Vértice Geodésico

[x] Muchos de los religiosos del convento de San Esteban mostraron una gran vocación misionera. Cf Se puede consultar el artículo que escribí en el blog “Darmarperegino” El convento de San Esteban de Salamanca y la evangelización en Filipinas.

[xi] “Our Lady of Peñafrancia”, es el nombre que se le da en inglés en Filipinas.

[xii] Diócesis de São Miguel Paulista (Brasil): «No dia 07 de junho de 1985 o novo Santuário de Nossa Senhora da Penha foi elevado à condição de Basílica Menor, pelo Papa João Paulo II que na sua Bula Pontifícia lembra a condição de "Nossa Senhora da Penha de França" como padroeira civil da cidade de São Paulo».

[xiii] El Padre Constantino OP estudió Caldas de Besaya (Cantabria), en Corias (Asturias) y en San Esteban (Salamanca). En 1932 hizo su profesión solemne como dominico, siendo ordenado sacerdote el 5 de enero de 1936. El 2 de julio de 1947 fue nombrado rector del santuario. Murió el 24 de mayo de 1991 y fue enterrado en la Capilla Blanca.

[xiv] Salamanca RTV al día (2-8-2012), «La romería de la Peña de Francia recuperará en 2015 sus días tradicionales de celebración»: «La Hermandad de Nuestra Señora de la Virgen de la Peña de Francia celebró en la noche del viernes una reunión para empezar a preparar la Romería al Santuario del Risco Mariano del año 2015. Esta cita será especial, ya que se cumplirá el XXV Aniversario de la propia Romería, lo que hará que la Hermandad desarrolle una serie de actos especiales para celebrar tan señalada fecha.(...) Además, la Romería tendrá una importante novedad que se estrenará en la edición del XXV Aniversario, pero que se mantendrá en ediciones sucesivas: se llevará a cabo de viernes a lunes, recuperando sus fechas tradicionales de celebración, según aprobaron por mayoría los romeros reunidos en la noche del viernes». Salamanca RTV al día (29-6-2014): «Calurosa bienvenida a los romeros de la Virgen de la Peña». Salamanca RTV al día: Noticias sobre la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de la Peña de Francia. Archivado el 22 de diciembre de 2015 en Wayback Machine.

[xv] Archivado el 9 de agosto de 2016 en Wayback Machine.

[xvi] Archivado el 22 de diciembre de 2015 en Wayback Machine.