lunes, 18 de octubre de 2021

APRENDER A VIVIR EN MANOS DE DIOS.

 

APRENDER A VIVIR EN MANOS DE DIOS

(RETIRO 2021) 



Introducción

Este retiro lo realizo saliendo de la larga pandemia que hemos vivido. Dado que no pude acudir a los que hacemos los misioneros anualmente en Espinosa de Henares por coincidir con mi operación acepté la invitación de una hermana que me ha acompañado durante mi enfermedad. Se desarrolla en la casa fundadora y de espiritualidad de santa Rafaela María (fundadora de las esclavas del Sagrado Corazón, Jesuitinas) durante el mes misionero y mariano de octubre. Justo ahora se celebra en el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y el año jubilar de San Francisco de Borja. Ellos serán nuestros compañeros de camino junto con Santa Teresita del Niño Jesús patrona de las misiones. Precisamente con ella en el día de su fiesta dimos el comienzo. Este retiro fue dirigido por el P. José Ignacio Vitón S.J. En este sentido, aún queriendo seguir la metodología propia de lo que se iba dando, lo que recojo es mi camino interior. Son las pautas, oraciones y anotaciones más personalizadas. Sin duda el Espíritu de Dios es el que los lleva y sabe hablarnos y darnos a cada uno lo que necesitamos.


 

PRIMER DIA: 1 de octubre. Fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús.

Sta Teresita del Niño Jesús, patrona de los misioneros junto con San Francisco Javier, poco antes de morir, prometió que en el cielo prolongaría su misión de hacer el bien a los hombres. Hoy podemos decir con plena seguridad que ha mantenido su promesa. Este retiro lo comienzo en el día de su fiesta pidiéndole la gracia de sabernos mantener en ese caminito del abandono confiado. Aunque me sintiera oprimida la conciencia por todos los crímenes imaginables, no disminuiría en un ápice mi confianza en Dios (Historia de un alma p. 209) Lo que más le ofende a Dios, lo que más lastima el corazón de Jesús es la falta de confianza (Historia de un alma p. 305) Mi caminito espiritual no es otro que el de la confianza. (Historia de un alma p. 273) lo que le agrada a Dios es nuestra pobre alma, ver que me complazco en mi pequeñez y en mi pobreza (Historia de un alma p. 358). 

 

1.1  DISPONERNOS. BUSCAR EL LUGAR DE ORACION QUE MAS NOS AYUDE

Todo tiene su momento y su lugar. Todo está dispuesto

Nos encontramos en terreno sagrado, en la casa fundacional de las esclavas del Sagrado Corazón: “La casa de un corazón humilde ardiendo en amor del Sagrado corazón”

Se trata de la casa donde vivió Santa Rafaela María desde 1879 hasta 1890. En 1879 se compra la casa del Paseo del Obelisco donde se establecerá la primera comunidad. Rafaela nació el 1 de marzo de 1850 en Pedro Abad, pueblo cordobés. Era hija del alcalde Ildefonso Porras y de Rafaela Ayllón Castillo, y tenía once hermanos y una hermana. En 1854 murió su padre en una epidemia de cólera. En 1869 murió su madre, y en 1874 ella y su hermana Dolores se retiraron al convento de clarisas de Córdoba para meditar sobre su vocación religiosa.

Al año siguiente ingresó en la congregación de las Hermanas de María Reparadora, donde tomó el nombre de Rafaela María del Sagrado Corazón. Cuando la congregación se trasladó a Sevilla, las dos hermanas se quedaron en Córdoba donde, con la ayuda del obispo Zeferino González y Díaz Tuñón, fundaron el Instituto de Adoratrices del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada, origen de la congregación.

Poco tiempo después de la fundación se trasladó con otras dieciséis religiosas a Andújar y después a Madrid, donde se les concedió la aprobación diocesana en 1877. Posteriormente, en 1887 el Papa León XIII aprobó la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Tantas eran las virtudes de que hacía gala la hermana Rafaela María que fue conocida como «la humildad hecha carne».

La congregación empezó a crecer con nuevas fundaciones: Córdoba (1880), Jerez de la Frontera (1883), Zaragoza (1885), Bilbao (1886), Cádiz (1890) y Roma (1892). Nombrada superiora de la congregación en 1887, dejará el cargo en 1893 a causa de disensiones dentro de la institución, siendo nombrada su hermana Dolores. Con 43 años, y relegada de todo cargo, se retiró a Roma, donde pasó los últimos treinta años de su vida en el olvido.

Toda su vida se resumiría en un DEJAR A DIOS bajar hasta lo profundo de nosotros mismos para subirnos y elevarnos con su gran misericordia.




LAS ESCALERAS: SUBIR

Subir es crecer en la fe, donde cada peldaño representa un pequeño logro que nos enseña lo realmente importante de nuestra misión, acercarnos y hallar a Dios en todo.

LAS ESCALERAS: BAJAR

Bajar por ellas es como adentrarse en lo más profundo de nuestro ser, reconocer lo insignificantes que somos en la inmensidad de Dios, es un fundamento de humildad....



BAJAR HASTA LOS CIMIENTOS

El Señor debe ser nuestro cimiento. Hay una capilla bajando por las escaleras y pasando un umbral muy bajo donde uno tiene que agachar la cabeza. En esta estancia honda y oscura están los cimientos que sostienen el edificio, símbolo de que Él es nuestro cimiento. Los cimientos son los que sostienen todo el edificio y cuanto este edificio sea más hermoso, los cimientos deben ser más hondos y más maltratados con el pisón. Nosotros no tenemos otro cimiento que la hondura sin fondo de su amor misericordioso.



BAJAR HASTA EL POZO

La profunda humildad de Santa María Rafaela, le permitía decir con sencillez frases como las que se encuentran en estas paredes. Humildad, generosidad, perdón, agradecimiento y amor verdadero. En la capilla se encuentra la verja donde Santa Rafaela hizo su profesión perpetua. Estas paredes son testigo de sus horas difíciles por la incomprensión, el dolor de la desconfianza y el olvido. En un rincón se encuentra el Pozo de aguas residuales negras. Este humilde lugar fue santificado por la abnegación y fervor de la Madre Fundadora y las primeras religiosas esclavas del Sagrado corazón. En el pozo negro vaciaban a mano en penosas vigilias reclamando para sí la fundadora lo más costoso de la faena. Pero Santa Rafaela con su sabiduría convertía los trabajos diarios y una constante entrega de su corazón humilde y generoso en el crecimiento del Instituto de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Santa Rafaela María pasaba largas horas de oración ante el Santísimo.



 

1.2 PAUTAS DE LA MAÑANA: EL SEÑOR NOS HA INVITADO

“Venid a Mí los que estáis cansados y afligidos, aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón y encontrareis descanso y consuelo” (Mt 11,28)

Nos acogemos a María y José y los santos señalados para que nos enseñen a caminar con ellos la senda del caminito de la infancia espiritual y del abandono confiado.

“Si no os hacéis pequeños como los niños no entrareis en el reino de los cielos” (Mt 18,2)

INVITACION A CONTEMPLARTE EN LA REALIDAD QUE VIVIMOS

Estos días sobre todo sobre todo deben ser días de encuentro con Dios. Dios no está fuera de nosotros ni de nuestra realidad Dios nos habla Dios nos habla desde la realidad que estamos viviendo Por eso venimos a la oración haciendo presente a todas aquellas personas. Que también necesitan de nuestra oración conectamos con la realidad y llevamos en nuestra oración Las tristezas las alegrías las dudas las certezas y miedos e incertidumbres que vivimos la vida no es un impedimento para la oración no podemos rezar al margen de nuestra realidad el contenido de nuestra oración lo hemos de encontrar en el humus de lo que diariamente vivimos

Nuestro deseo no es que hagamos simplemente oración, sino que pasemos a ser personas orantes misioneros contemplativos capaces de reconocer la acción de Dios en la propia vida por eso venimos a Dios con toda la situación de la Iglesia y de nuestro mundo

 

1.2 ORACION DE LA MAÑANA: ACUDIR AL POZO INAGOTABLE DE TU MISERICORDIA

El que tenga sed que venga a Mí y beba, ríos de agua viva saltarán de su seno” (Jn 4, 17; 7, 38)…Yo les daré el agua que calma mi sed” “Bebe de mi agua, de la que yo te dé y no volverás a tener sed. El agua que yo te daré se convertirá en ti en un POZO que salta hasta la vida eterna” (Jn4, 17)

Petición: Espíritu Santo guíanos.

Vengo Señor con sed de ti. Venimos necesitados de Dios con sed de Dios y con sed de oración conscientes de que Dios sabe y no será mucho más allá de lo que le pedimos nos encomendamos al Espíritu que guie nuestra oración

Tenemos sed de Dios de tu presencia queremos que inunde sin papeles de tu presencia toda nuestra realidad personal, familiar, comunitaria. Acoge y abraza Señor toda mi debilidad toda mi flaqueza.

Señor tengo sed de ti, sed de ti tiene mi alma, al amparo de tu presencia me cobijo. Pongo a tu amparo todos los que has puesto en mi camino. Como niño que no sabe si no pones en las manos de su madre así vengo a tu presencia a ponerme Madre bajo tu amparo. 

Mi alma quiere dejarse estrechar por ti con fuerte abrazo. Tú me tomas de la mano y me llevas. Lo sé Señor, pero a veces flaquea mi fe y se enfría el amor y la esperanza. Sé  que tú mi Dios me infundes esa fe de que solo bajo el amparo de Dios se cumplirán nuestros deseos.

Todo lo puedo en aquel que me conforta. Busco el encuentro contigo para abandonarme enteramente en tus manos y hacer tu voluntad.

Hoy quiero ponerlo todo ante tu presencia, todo mi ser tiene ansia de ti, recordamos tantos encuentros con los que nos has enriquecido y bendecido sobre manera.  

Tú has estado y estarás siempre a nuestro lado por eso mi vida entera la pongo en tus manos porque sí que tú la tienes unida a ti y tu diestra me sostiene

 

1.3 PAUTAS DE LA TARDE: DANOS UNA ESCUCUCHA ATENTA A TU PALABRA

Necesitamos ponernos a la escucha con un espíritu de veneración profunda ante tus palabras como lo hacía tu pueblo:

“Todo el pueblo se congregaba como un solo hombre en la plaza ante la puerta del agua y trajeron la palabra de Dios que el señor había dispuesto para guiar a su pueblo para que todos pudieran comprender y vivir.

Desde el amanecer hasta el mediodía todo el pueblo estaba atento al libro de la vida el profeta abrió el libro a la vista de todos y cuando lo abrió todo el pueblo se puso en pie entonces el profeta y el sacerdote pronunció la bendición del Señor.

El pueblo entero se inclinó y se postró rostro entero ante el Señor.

Mientras el sacerdote leía el libro lo hacía con claridad y explicando el sentido de forma que todos pudieran comprender la lectura.

Se produjo un gran silencio todos lloraban al escuchar las palabras del señor porque las sabían salidas de la boca de Dios.

No estéis tristes no temáis pues el gozo en el señor es vuestra fortaleza y todos se marcharon con el corazón contrito y agradecido porque el señor les había hablado y habían comprendido lo que les había enseñado” (Nehemías 8, 1-4; 5-6, 7-12)

 

ORACION DE LA TARDE: HABLAME SEÑOR QUE TU SERVIDOR ESCUCHA (Ex 33,7ss; 1 Sam 3, 1ss)

Petición: Que El Señor vaya ganando terreno hasta ocupar el centro de nuestra vida, sobre el que gravitemos.

Señor vengo a ti con deseos de orar. Todo este tiempo de pandemia de aislamiento y de enfermedad me han dejado ver mi debilidad y mi sed de ti. Ha sido como una especie de destierro. “Durante el destierro en el desierto Moisés plantaba la tienda del encuentro o la tienda de las citas. Al entrar Moisés en la Tienda el Señor en forma de una columna de nube bajaba y se detenía. Yhavé le hablaba a Moisés cara a cara como quien habla un hombre con su amigo”.

Es lo que más deseo Señor entrar en esa intimidad contigo. Introdúceme, Señor, atráeme y entra en lo profundo de mi ser para que puedas transformar y modelar mi vida. Señor déjame ver tu rostro de bondad y pronuncia de nuevo mi nombre: “Te quiero y te conozco por tu nombre”. La peregrinación de la vida es larga y a veces penoso el camino así que necesito que vengas conmigo. “Mi rostro irá contigo y no tendrás que temer”. Si tu me acompañas Señor se que todo es más fácil. Ayúdame a vivir en tu presencia a reconocer tu rostro en mis hermanos y en toda la realidad que me circunda, aunque a veces no resulte fácil.

Dame esta actitud de escucha de Samuel que cuando cansado en su habitación, cuando todo oscurecía y sus ojos iban debilitándose tú le dejaste oír tu voz tenue y casi imperceptible. El se levantó y dijo “Aquí estoy Señor, pues me has llamado”. Aunque al principio no distinguía claramente si era tu voz al final se cercioró: “Yhavé entró en su habitación y se paró y de nuevo le llamó repitiendo su nombre por dos veces: Samuel, Samuel.”

Se que tú Señor lo has preparado todo y me has invitado a través de circunstancias inesperadas. Ahora estoy aquí en esta “lugar sagrado” y quiero oír tu voz, oír pronunciar mi nombre. Yo hoy también quiero abrirme a tu escucha y decir como Samuel “Háblame Señor que tu Siervo escucha”. 

 


DIA SEGUNDO: 2 de octubre, Fiesta de los Ángeles Custodios

 

2.1 PAUTAS MAÑANA: ABRIRNOS A DIOS CON NUESTRA SED

Queremos abrirnos a Dios a su presencia y presentar todo lo que somos y llevamos abrirle mis deseos dejando que el penetré ensanche y dinamice los deseos más profundos y más auténticos.

Muchas veces vivimos periodos de insatisfacción como si nuestros deseos estuvieran encogidos debido a una vida desengañada y cansada.

A veces llevamos ritmos inadecuados o acelerados con muchas cosas qué hacer o llamadas a las que atender con poco tiempo para conectarnos con nosotros mismos y con Dios.

El contexto en el que vivimos se propicia la cultura del hacer ponemos nuestro interés en los hechos en los datos en lo cuantificable y dejamos a un lado los deseos como algo soñador se prescinde del lado misterioso de la vida.

Partimos de cierta desconfianza frente a los anhelos y deseos que muchas veces ponemos bajo sospecha el realismo de desconfiar frente a los sueños o anhelos más profundos.

Para nosotros los anhelos profundos no son algo a menospreciar, sino que parten y tienen su origen en Dios la cultura gnóstica los tacha de evasiones.

Solemos vivir en un ambiente muy narcisista todo gira en torno a mí los demás no cuentan y nos encerramos en nosotros mismos.

Las mismas enfermedades nos debilitan y nos centran en nuestra salud poco a poco nos encerramos y se achica el horizonte de nuestras vidas y de nuestros deseos.

Hoy podemos preguntarnos cómo vivimos cuánto participó de estos condicionamientos estoy deseando profundamente hoy perdido el deseo y el anhelo más profundo cuál es nuestro deseo más profundo

Somos criaturas referidas a Dios y a los demás para abrir nuestra vida a Dios requiere perseverancia poner empeño supone paciencia dar tiempo escucha, comprensión, decisión.

me dejó vivir me dejo llevar o pongo empeño en perseverar y examinar las tendencias que me motivan y las tendencias evasivas no nos hace bien el andar probando de un lado para otro picotear ensayando y abriendo miles de puertas y ventanas

PREGUNTAS

¿De qué tengo sed?, ¿Mi alma tiene sed del Señor mi deseo profundo te anhela a ti mi Dios” ¿porque estáis dormidos o desanimados? “levantaos para no sucumbir en la prueba la tentación” ¿porque estáis dormidos? dormirse es quedarse soñolientos adormecidos sin ilusión? ¿De qué forma o en qué sentido estamos disponibles? ¿Con qué disposición venimos a este retiro estamos disponibles estamos preparados dispuestos a acoger al Señor? ¿Tenemos miedos, qué clase de miedos?

Se trata de un prepararse y disponerse para ello María nos puede ayudar como el mejor ejemplo María estaba dispuesta y aquí la servidora del señor hágase en mí según tú quieres

Abrirnos a Dios es siempre un proceso que se va dando poco a poco un proceso de aceptación de unificación de trabajar aspectos de nuestra consagración

¿Cómo vivo este proceso? estoy estancado o en camino, ¿camino hacia atrás o hacia adelante? La persona disponible tiene a Dios como el que va marcando y guiando el camino de su vida poniéndose por entero disponible a su voluntad.

Para este inicio sería bueno que nos hiciéramos un examen los ejercicios vienen a examinar nuestra vida para enmendar la vida. Hemos de cuidar sobre todo lo que aprisiona pervierte y ahoga nuestro corazón

 

LECTURAS QUE PUEDEN AYUDARNOS

No dejéis endurecer nuestro corazón (Deut 11,16), (Deut 15,7), (Sal 95,8),

Aplica hijo mío tu corazón (1 Cro 22,19)

Dirige vuestro corazón hacia Dios (1 Cro 29,18)

Has quitado los cepos y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios (2 Cro 19,3)

Tu le has otorgado lo que anhelaba tu corazón (Sal 21,3)

Crea en mí un corazón puro (Sal 51,2)

 

2.2 ORACION MAÑANA: EN LA CAPILLA DEL POZO (Sal23, Sal 60)

Señor tengo sed de ti al amparo de tus alas cobíjame si conocieras tu anhelo y deseo más profundo descubrirías que soy yo quien mendiga tu corazón y te dice préstame atención escucha confía en mí yo te daré de mi pozo el agua que colma tu sed

En tu nombre señor levantó mis manos hacia ti y extender mis brazos como redes para coger tus palabras

El poder de tu presencia encierra lo más hondo de esta vida envía señor tu espíritu tu luz y tu verdad para que me guíe en estos ejercicios. Disipa señor mis tentaciones evasiones dispersiones mis miedos mi espíritu abatido y desasosegado.

Verdad es señor que me encuentro cansado y fatigado medico como con cierto grado de insatisfacción de desencanto desengañado como si mis deseos más profundos estuvieran encogidos debilitados adormecidos enfermos por eso vengo a ti desentierra y despierta el anhelo más hondo de mi vida el que tú plantaste un día y el que tú solo colmarás nuestro anhelo más profundo.

Me consumo escudriñando tu palabra y enseñando tu salvación y oigo tu voz por dentro que me dice confía en mí y verás la sanación la salvación.

Sí Señor espero escuchar tus palabras estoy triste y abatido mis ojos soñolientos se consumen anhelando tus promesas y me digo por dentro no me dejes no me abandones en la hora de la prueba no me dejes caer en la tentación en la tentación de la insatisfacción del desánimo del derrotismo.

¿Cuándo me consolarás? Vengo a ti con todos mis contestos personales familiares sociales en estos días he visto tantos hombres y mujeres que en medio de calamidades han perdido todas sus riquezas y seguridades hombres que bien pueden decir: “estoy como un hombre puesto al humo, vestido de cenizas con todos ellos acudimos a ti por tu gran bondad, sananos, fortalécenos, danos vida, devuélvenos la alegría de tu salvación porque tú solo tú Señor eres nuestro refugio nuestro bastión en donde podemos encontrar alivio”.

 

2.3 MOMENTO DE REFLEXION: EL TIEMPO DE DIOS (Anotaciones de San Ignacio en los Ejercicios (n. 1 y 2)

Estamos llamados a encontrarnos dentro del tiempo de Dios como invita a San Ignacio en los Ejercicios

Todo tiene su tiempo, el tiempo de Dios está presente en todo tiempo, nada queda fuera pero nosotros vivimos tiempos de presencia y tiempos de ausencia tiempos de alegría y tiempos de angustia pero todo absolutamente todo está en Dios nada queda fuera.

¿Cómo puedo entrar a concebirme dentro del tiempo de Dios?

Las anotaciones de San Ignacio son clarificaciones para hacer bien los ejercicios.

La primera anotación se centra en que es hacer los ejercicios.

Se trata de ejercicios espirituales hemos de prepararnos y disponernos para quitar las afecciones desordenadas para hacer o disponernos a hacer la voluntad de Dios.

Las anotaciones las pone al principio, pero como todos los ejercicios son todo un proceso. Éstas se elaboran al final del proceso.

¿Quién hace las actividades mociones espirituales? Son actividades de Dios en el corazón.

No se trata solo de ejercitar el pensamiento sino el corazón orar con el corazón.

las meditaciones son reflexiones discernid as que nos llevan a orientar la vida no podemos quedarnos en mera reflexión sino que tiene que ser interiorizado para apropiarlo ligarnos a la afección desordenada tiene que ser des aceptarnos de la falsa para aceptarnos a lo verdadero que nuestro corazón busque lo de Dios lo bueno lo agradable lo perfecto.

Lo importante de estos días no es tanto reflexiones mentales movernos en plan de ideas lo que tenemos que ver es a través del diálogo y la contemplación con Dios como a pegar el corazón para hacer su voluntad.

En la segunda anotación San Ignacio pon el énfasis en él para quitar todas las afecciones desordenadas y ayer así la voluntad de Dios qué quiere Dios de nosotros se trata de movilizar mis afectos para hacer su voluntad es algo que debo de hacer voluntariamente los ejercicios no pueden quedar en una experiencia estanca de forma que salgamos como entramos para vivir lo mismo hemos de salir de los ejercicios para que tengan implicación en mi vida orientando mi vida en el deseo de Dios.

Conviene recordar qué es el señor el maestro y el guía a través del Espíritu Santo. La persona que da los ejercicios solo es un instrumento en manos de Dios.

El ejercitante debe ser quien acabado los puntos entre en oración y acceda a la interioridad a la intimidad con Dios no se trata D dar vueltas a ideas no el mucho saber harta y satisface el alma sino el sentir y gustar las cosas internamente no hemos de quedarnos en la superficie sino alcanzar ese conocimiento interno San Ignacio lo remite a la interioridad se trata de un conocimiento interno dejando que Dios hable al corazón sin conocimiento interno no se da el cambio el cambio surge al trasvasar de la interioridad de Jesús a mi interioridad.

Para entender qué es el conocimiento interno o diríamos de otra manera la oración del corazón nos puede ayudar.

LECTURAS DE APOYO

(Salmo 50) ¿Cuál es el culto que Dios le agrada? El verdadero culto debe ser interiorizado para que el culto refleje lo que es la vida.

(Efesios 1, 15) Doy gracias a Dios y pido que Dios os conceda un espíritu de sabiduría Que os haga conocer internamente tenemos que pedir que Dios lo haga conocer todos los días entender.

(Hebreos 4, 12) La palabra de Dios es viva y eficaz penetra hasta el fondo del alma y discierne hasta lo íntimo del corazón para unificar nuestra vida. Supone un trasvase de sentimientos de interioridad con interioridad.

En los ejercicios se trata de interiorizar en la interioridad de Jesús para tratar de reproducir lo que Jesús vivió es el modo en que Jesús interioriza a Dios lo que hace lo que le hace vivir con la experiencia de hijo

(Salmo 103) Bendice alma mía al señor y todo mi interior nuestra conexión con Dios es desde adentro bendecir es solo desde adentro si Dios es compasivo y clemente él nos adentra en su compasión para ser compasivos

Estamos en el tiempo de Dios dejemos pues actuar a Dios

(Proverbios 23, 26) Dame hijo mío tu corazón.

El corazón es el lugar de los afectos Dios a ti tocar y curar nuestro corazón sanar nuestras afecciones desordenadas lo que no sea interno no va a afectarnos las cosas han de pasar por el corazón y llegar al interior para que Dios deje huella y posó para que toque y transforme toda la persona

 

2.4 PAUTAS TARDE: DEJARNOS ALCANZAR POR DIOS

LO QUE IMPIDE ABRIRME A DIOS

La comodidad: Estancarnos, acomodarnos instalarnos en lo preconcebido, en lo que ya sabemos y controlamos. Incluso bajo la capa de una vida ordenada llena de reglas y disciplina se nos dificulta dejarnos abrir a la novedad con la que irrumpe Dios cada día.

El voluntarismo y el activismo: Tendemos a controlarlo y dirigirlo todo con la impresión de que podemos con todo. En el fondo no necesitamos de nadie. Puedo solucionar las cosas por mí mismo si me lo propongo.

Confundir la tolerancia con el amor: Es fácil caer en la mediocridad viviendo en lo que llamamos políticamente correcto. Perdemos la inclinación a lo mejor “al Magis” (“buscar lo bueno, lo agradable, lo perfecto”). El amor no lo podemos rebajar con componendas y marcando límites.

LO QUE FACILITA ABRIRME A DIOS

Como clave espiritual fundamental diríamos que no se trata tanto de alcanzar yo a Dios sino de dejarme alcanzar por él. Es Él quien que llega a mi si abro las puertas y nos abrimos a Él. Sólo si somos alcanzados por él adquiriremos criterios nuevos, la novedad de su modo de pensar, de sentir, de amar.

Se trata de una forma más pasiva donde dejamos a Dios tomar la iniciativa. Se trata de hacernos moldeables para que sea el Espíritu el que nos vaya trabajando. La oración va más allá de sentirme bien. Nuestra oración debe tener consecuencias y transformar la vida. No todo el que dice Señor, Señor. (“Por los frutos los conoceréis”).

Abrirnos a Dios es, en cierta manera, vivir enajenado, vivir descentrados de nosotros mismos. Hoy puede tener un sentido periorativo relativo a vivir un poco loco, fuera de sí. En sentido bíblico significa vivir en éxodo, saliendo de mí. Nuestra vida la vivimos en camino, en un éxodo constante. Lo contrario es estancarnos y decir ya he llegado, ya lo tengo todo conseguido. Decía Santa Rafaela María: “la vida debe ser toda ella en un continuo tejido de fe y generosidad”.

DE LO QUE SE TRATA, QUE DIOS SEA EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS

Hay una manera de vivir enajenados con la locura de vivirnos enamorados, apasionados por Él. El móvil de la apertura es la confianza. ¿Quién está en el centro de nuestra vida? En el centro de gravedad no caben dos personas: Yo y Dios. (“No podemos tener dos señores, Dios y el mamón”) Debemos dejar a Dios que nos vaya atrayendo y que vaya ganando terreno. Ponerle en el centro es quitar protagonismo y poner la atención fuera de nosotros mismos.

LECTURA DE AYUDA:

La salida de Abraham (Gn 12, 1ss)

Abraham recibe de Dios la llamada a salir. Sal de tu tierra y ve a la tierra que yo te mostraré. Se trata de dejarse guiar para entrar en una tierra desconocida. Necesitamos continuamente estar abiertos. Cuando nos vamos haciendo viejos se hace más difícil. A los 75 años no le era fácil a Abraham salir de su tierra donde lo tenía todo establecido.

Tras el Sal hay una promesa… confía en mí, te bendeciré y multiplicaré, haré de ti un gran pueblo.

Supone confiar dejar atrás el pasado y abrir nuestro presente y nuestro futuro a Dios

Andar en camino supone una constante búsqueda, en el mismo camino Dios nos cambia (El peregrino que llega a Santiago llega distinto de como comenzó). En el camino, como el pueblo de Dios caminando hacia la tierra prometida, el pueblo va conociendo a Dios. Dios va tomando más peso e identidad. Vamos percibiendo su actuar y aprendemos a vivir la realidad bajo los ojos de Dios.

El vivir para Dios, con la confianza puesta en Dios, no es algo lineal, tiene sus avances y retrocesos, supone superar pruebas, crisis, vencer miedos. Dudamos, tenemos la tentación de huir de volver hacia atrás.

La perseverancia y la fidelidad hoy no cotiza. La gente huye de los compromisos y muy pronto se rompen los compromisos. La fidelidad y la confianza se pone a prueba, hemos de superar las crisis y vencer los miedos. La fidelidad supone exigencia, perseverancia en tiempos de crisis. Hemos sido llamados, pero hemos de responder con fidelidad.

Un componente que mide nuestro grado de fidelidad es la disponibilidad y la generosidad. Sin generosidad se va mermando la entrega y no vamos a entregarnos hasta el final

PREGUNTAS

¿Cómo andamos de confianza? ¿Qué supone andar en camino? ¿Cómo nos dejamos guiar dispuestos a aprender? ¿Confiar hasta cuando, hasta dónde? ¿Qué valor tiene para nosotros la fidelidad? ¿Cómo andamos de generosidad?

2.5 ORACION TARDE:

Señor tu me sondeas y conoces, te son familiares todas mis sendas”… (Gen, 12, 1ss; Sal 139)

Tú Señor sabes cuánto hay en mí de entrega, generosidad y fidelidad. Quiero que seas tu mi centro y guía, pero reconozco las tentaciones del camino. ¿a dónde huir lejos de tí?. La enfermedad me ha puesto a prueba como a Job. En este tiempo de enfermedad es fácil encerrase en uno mismo y aislarse. Confieso Señor que pusiste a prueba mi confianza. He sentido la duda y he flaqueado. Siento la incertidumbre. Me cuesta abrirme a lo que está por venir y a veces siento miedo. A veces me he podido sentir defraudado y desengañado. Sondéame, Señor, y déjame ver si mi camino se desvía (v. 23) condúceme por el camino de la confianza, del abandono confiado en tí.

Ahora a pesar de mi enfermedad y mis años se pone a prueba mi fidelidad y siento miedo y resistencias. Oigo tu llamada “sal”. Salir de mí, dejar la tierra, la casa la familia donde me siento seguro e ir a la tierra que me prometes. Abraham salió de su casa paterna, creyó en la promesa y partió a lo desconocido. En el camino se dio cuenta que la tierra prometida eras tú. Tu mi Señor, mi guía y mi destino.

Abraham tuvo que preguntarse cómo rehacer mi vida tenencia no estéril y sin hijos sin saber a dónde ir y en que pararía su vida, ¿adónde iré adonde huiré lejos de ti.

Tume dices: confía en mí, yo te guiaré, yo te mostraré, yo te bendeciré. Me pides abandonarme, salir de mis seguridades. También Abraham duda, intenta por uno y otro medio ser fecundo aún recurriendo al fraude y al engaño usando todas sus habilidades. Se unió a su esclava Agar y concibió a Ismael, al final terminó por rechazarla a ella y a Ismael. Aún de su crecida edad casi al centenar de años concibió con Sara a pesar de su esterilidad y tuvo a Issac. También con su hijo de la promesa fue probada su fidelidad. Aprendió a serte fiel por encima de todo.

El Señor premió su fidelidad, como no me negaste ni a tu propio hijo yo te bendeciré y te multiplicaré. Yo también Señor a pesar de la enfermedad y de los años pongo de nuevo mi confianza en ti, pongo mi vida entera en tus manos. Se tú quien me conduzca y me guie.

También yo soy parte de todo un pueblo peregrino. Pongo en tus manos también toda la realidad familiar, comunitaria y social que vivimos. Cuántas personas hoy emigran en un éxodo forzado teniendo que salir de sus tierras y seguridades dejándolo todo, para empezar de nuevo. Hoy también es la peregrinación a Luján, recuerdo aquellos momentos que vivimos “Argentina, levántate y camina”. Pido por todos ellos en especial por todos los que quedaron atrás.

2.6 EUCARISTIA Éx 23, 20-23; Mt 18, 1-5.10

Si no os convertís y os hacéis pequeños como niños no entrareis” (Mt 18,2)

Hoy celebramos la fiesta de los ángeles custodios. Los ángeles son mensajeros de buenas noticias, son compañeros de camino, protectores. Vienen por delante y por detrás. Se dice de alguien que “tiene un buen ángel” cuando encuentra un buen compañero, un buen guía. También nosotros estamos llamados a reconocer nuestros ángeles y a prestarnos a ser buenos ángeles que se encuentran perdidos por el camino.

En medio de las encrucijadas que vivimos, no estamos solos, Dios nos acompaña y sale a nuestro encuentro a través de mediadores y mensajeros. Se agradece que haya ángeles en nuestra vida, que aparezcan buenos compañeros en medio de las encrucijadas que vivimos.

Jesús pone como modelo a los niños. Normalmente un niño está inclinado a confiar. Nos debíamos preguntar, ¿que nos mueve a confiar? El sentirse querido es motivo de confianza. Cuando nos vamos haciendo mayores nos hacemos calculadores y fríos y pretendemos ser guías en lugar de “dejarnos guiar”. No debemos perder la confianza. El dejarnos querer y alcanzar por Dios nos da confianza.

Dejemos que resuenen sus palabras: “Animo pueblo mío” Confía en el Señor, descansa en el Señor, no temas. Gritad al Señor que él se acordará de vosotros. Volvamos a esa infancia espiritual…Hacernos pequeños como los niños. “Os aseguro que sus ángeles les custodian y guían y ven constantemente el rostro de mi Padre Dios en el cielo” (Mt 18,10)

2.7 ORACIÓN DE LA NOCHE

Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente dile al Señor, mi amparo y mi refugio, mi Dios en quien pongo mi confianza. El te cubrirá con sus plumas y hallarás refugio bajo sus alas”. (Sal 91, 1ss)

Señor creo en ti, confío en ti. Tu nuestro Buen Pastor. Tu Señor de la historia y de nuestras vidas Nos vas guiando en tu tiempo y lugar en toda encrucijada por la que pasamos tu amor y fidelidad inquebrantable no sostiene es ahí donde nos apoyamos firmes en la fe de tus promesas nos diste a conocer tu rostro: Dios clemente y misericordioso bueno con todos cariñoso con todas tus creaturas, Padre de todos

Tú señor nos sostienes en tu cayado a todos los débiles, a los que flaquean. Tú Señor con tu gracia enderezas a los que ya se doblan levantas a los caídos defensor de los pobres cerca estás de todos cuántos te invocan.

Atráeme, Señor, sedúceme enamórame para que no decaiga y se enfríe el amor y seas tú el único tesoro y centro de toda mi vida. Me sedujiste Señor y quiero dejarme seducir y enamorarme de nuevo para vivir complaciéndote y amándote en todo y en todas tus criaturas. Hazme dócil a tu voz para seguir tus pasos silenciosos y mantenerme en tu camino, que no deje de acudir “al pozo” de tu corazón misericordioso con toda mi debilidad y pobreza para que no sucumba en la prueba

Tú que para liberar al hombre te hiciste hombre rodeado de flaqueza ven en nuestra ayuda y danos tu Espíritu. Moldéanos para que nuestra vida dócil se amolde a tu pensar y tu sentir para que nosotros te vean a ti y resplandezca tu amor de misericordia. Hazme dócil a tu voz y a tus insinuaciones, en ti Señor quiero confiar toda mi vida porque solo tú eres digno de confianza como un niño en los brazos de su Padre. Padre me pongo en tus manos.

Dejad que los niños se acerquen a mí sentándolos en su regazo los bendecía y les imponía las manos” (Mc 10,16) 

 


DIA TERCERO: 3 de octubre. San Francisco de Borja.

Francisco de Borja (1510-1572) fue IV duque de Gandía, virrey de Cataluña, bisnieto del papa Alejandro (Rodrigo de Borja) y III General de la Compañía de Jesús. Se acordó su matrimonio con Leonor de Castro Dama de la emperatriz Isabel y llegó a ser primado y regente del emperador Carlos V. La muerte de la emperatriz Isabel de Portugal de sólo 36 años, considerada una de las mujeres más bellas le causó una gran impresión, una de las causas de su conversión. El 18 de mayo de 1539 se descubrió el féretro antes de introducirlo en el sepulcro. Al ver el cuerpo descompuesto de la emperatriz dijo: “No volveré a servir a señor que se me pueda morir”. Después de la muerte de su esposa Leonor decidió entrar en la Compañía renunciando a sus títulos. Inmediatamente se le ofreció el título de cardenal lo que también rechazó. Fue el tercer santo de la compañía, canonizado en 1671 cuando ya lo habían sido, Ignacio y Francisco Javier.

 

3.1 PAUTAS MAÑANA: LOS CIMIENTOS

Nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo” (1 Co 3, 11)

San Ignacio hablará en los Ejercicios (n. 23) del “Principio y fundamento” poniendo las bases y estableciendo la finalidad en la vida: “Hemos sido creados para alabar, hacer reverencia y servir a nuestro Creador y mediante esto salvar nuestra alma”.

Todo ha sido creado para el hombre, puesto a nuestro servicio. Hemos de servirnos de las cosas creadas para que me ayuden al fin para el que he sido creado (“tanto en cuanto” me ayuden al fin) El sentido de la vida está orientada a nuestro creador y Señor. Si no es así, es una vida desorientada.

Charles de Foucauld lo dice de otra manera refiriéndose a su conversión: “tan pronto como creí que había un Dios comprendí que sólo podía vivir para él”

De esta verdad se deriva el núcleo de nuestra confesión de fe:

DIOS ES NUESTRO PADRE, NUESTRO CREADOR

Dios me ha creado por amor. Yo soy creatura, no me doy a mi mismo la vida, la he recibido de Dios como un don. He venido a la vida porque se me ha querido. No soy fruto del azar o de la casualidad. Es el amor de Dios el móvil que le llevó a Dios a traerme a la vida. La creación es obra de las manos de Dios, viene del amor de Dios. La creación viene a decir que Dios ha amado de muchas maneras. Yo soy una manera única e irrepetible expresión del amor de Dios.

El P. Arrupe tenía una imagen muy bonita al respecto: “Cristo nos interpela desde todos los seres humanos”.

Hoy es un día para caer en la cuenta de cómo Dios no es sólo el autor sino dador de la vida, de cómo Dios ha estado presente en mi vida. Quizás haya tramos oscuros que me parece que ha estado ausente. No es cierto. Dios puede amarme de manera que yo no entiendo, porque dios es más grande de lo que yo percibo de él.

Él nos amó primero” (1 Jn 4, 10) Este es el sólido fundamento y cimiento de nuestra vida, su amor inconmovible. Nunca llegaremos entender la profundidad de este misterio. Aquello que se me da gratis siempre tiene algo de misterioso, de inmerecido.

Hemos de dejar a Dios que me siga amando, la obra de la creación no es algo cerrado y acabado. Hemos de dejar a Dios que siga haciendo historia en mi vida (dejarnos hacer) Tengo que convertir en experiencia fundante de mi vida el haber sido amado siempre Por Dios.

Antes que amar somos amados. “Él nos ha amado primero”. Somos antes amor recibido que amor entregado o devuelto. Nuestro ofrecimiento es respuesta al amor recibido, viene después, estamos hechos desde la recepción

Hemos de descubrirnos como un don de Dios para el mundo, un don para los demás. Ese es el sentido de mi vida. Se trata de vernos como Dios nos ve, soñarnos como Dios nos sueña. Dios nos ama por lo que somos no por lo que hacemos o tenemos. No soy amado por mis méritos, nuestras capacidades o límites. Somos amados gratuitamente por Dios porque somos sus hijos. Hemos de vernos como un ser amado por Dios.

Otra consecuencia de esta verdad es una visión positiva de todo lo creado:

INOCENCIA ORIGINARIA

Toda la creación es buena “Y vio Dios que todo era bueno” (Gn 1. 10, 13,18, 21, 25, 31). Todo nos puede y nos debe llevar a Dios hemos de amarle y servirle a través de la creación en Dios no existe el aborrecimiento o el rechazo en todo incluso en la negatividad más grande hay una semilla de su amor

NO DEBEMOS SEPARARNOS DE SU CREACION

La llamada indiferencia ignaciana no debe de llevarnos a una indiferencia por la creación. Si tenemos que alabar amar y servir a Dios no lo podemos hacer sin amarle y servirle es en la creación que es obra de Dios. Es precisamente en todo lo creado, en las creaturas, obra de sus manos dónde debo amar a Dios y entregarle mi amor y mi servicio. Amo a Dios amando sus criaturas y amándole en mis hermanos. “El que dice yo amo a Dios y odia a su hermano es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a dios a quien no ve, si no ama a su hermano a quien ve?” (1 Jn 4,20) Si alguien pretende amar a Dios y aborrece al hermano está en la mentira. Quien odia a su hermano está en tinieblas” (1 Jn 2,9). Es más, quien no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un asesino” (1Jn 3,15)

 

TEXTOS DE AYUDA

(Lc 12, 22-32) Se nos describe la confianza en Dios. “La vida vale más que la comida o el vestido, vuestro Padre sabe lo que necesitáis. Buscar su Reino y todo se os dará por añadidura”

Surgimos y vivimos de la Providencia de Dios. Él nos cuida y nos protege, somos más que nuestros genes, nuestra psicología, fruto de la cultura la tradición y la familia.

(Gn 1ss) Somos palabra pronunciada por Dios: “Dijo Dios hágase y se hizo, existimos”

(1 Jn 3, 1-3) “Que amor más grande nos ha mostrado el padre que nos ha llamado hijos de Dios porque lo somos somos”

(Mt 4, 17) Somos “su hijo amado” Esta fue en Cristo y debe ser para nosotros la experiencia fundante de nuestra vida.

(Deut 6,2) “Graba estas palabras que te digo hoy queden en tu corazón estas palabras como un tatuaje”.

(Hech 17,28) “En él vivimos nos movemos y existimos”. Toda nuestra vida está anclada y sostenida en él.

(Sab 11, 24) No hay nada que no se sustente en él amas a todos los seres y no aborreces lo que has creado lo que has hecho subieras aborrecido algo no lo habrías creado

 

3.2 ORACION MAÑANA: DIOS ES NUESTRO PADRE Y NOSOTROS SUS HIJOS (1 Jn 3,1; Mt 3, 17)

PETICION: Pedir a nuestro Padre la gracia de sabernos y vivirnos como hijos suyos. La gracia de vivir en sus manos. Crecer en confianza.

Cuán vivas se hacen las palabras del Salmo 23: Tu mi buen Pastor, Aunque pase por tramos oscuros nada temo, tú estás conmigo. Señor enséñame a verte donde no pareces perceptible, incluso allí donde percibimos que estas ausente o que nos has abandonado.

Ayúdame a anclarme y vivirme con la certeza de que estás, has estado y estarás amándonos siempre. Tu amor no se muda, aunque nosotros mudemos tanto (Sta Teresa). No nos amas por lo que hacemos sino por lo que somos y somos siempre “tus hijos muy amados”.

Cuán fuertes debieron se estas palabras para Jesús “Este es mi hijo amado a quien yo sostengo” (Mt 3, 17): que quiso que se oyeran de lo alto para todos nosotros.

Tú sabes lo que vivo. Sabes que este tramo de la vida y de la enfermedad se me ha hecho especialmente difícil, me cuesta aceptarme en mi fragilidad y debilidad, incluso me cuesta amar la fragilidad y debilidad del otro.

Necesito hacer viva y renovada la experiencia de tu amor, dejarme amar para poderte reconocer y amar en mis hermanos. Necesito entrar en tu forma de amar para poder percibir y amar a los otros como son, como tú les amas.

Siento mis ojos y mi corazón cansado afligido dolido. Padre me pongo en tus manos. Pongo en tus manos todas esas realidades que más me cuestan. He sentido la fuerza del mal y me he sentido impotente para amar.

Tú aborreces el mal, pero no aborreces a nadie ni siquiera al malvado porque lleva la huella de tu amor, porque tú eres bueno y compasivo y clemente. Tú me invitas a amarte y reconocerte en mis hermanos más débiles y me rodeas de debilidad para que también pueda amarlos, así como tú me amas. “Tomaste nuestras debilidades y cargaste con nuestras enfermedades” (Mt 8,17).

Me encuentro abrumado en medio de penalidades y me invitas a confiar no os preocupéis del mañana a cada día le bastan sus problemas yo te daré la fuerza para amar. Estoy aquí junto al “pozo” de esta casa. Tú Señor bajaste hasta “el pozo” de la humillación para abrazar nuestra miseria te inclinas hasta el fondo de nuestras heridas para derramar sobre ellas el bálsamo de tu misericordia. Danos tu Espíritu de sabiduría para saber cómo amarte mejor en los hermanos que pones a nuestro cuidado. Me resulta más fácil amar a “los pobres de afuera” y me resulta tan difícil amarte y reconocerte en “a los de la puerta de al lado” los que llaman a nuestra puerta rodeados de flaquezas. Señor ayúdame a amar.

3.3 MOMENTO DE REFLEXION: FORMAS DE ORAR

Sin duda hay muchas formas de orar. Los modos de orar no son para adoptarlos todos de la misma manera. Diríamos que cada cual tiene que encontrar su propio modo de orar. De todas formas, hay que saber pararse y retirase para que sea él el protagonista. Los ejercicios espirituales los lleva el Espíritu de Dios que es como el “iconógrafo interior”.

Los Ejercicios de San Ignacio es como una escuela de oración. En ellos insiste fundamentalmente en dos aspectos: La contemplación y los coloquios. La palabra contemplación aparece hasta 81 veces con distintas connotaciones. Si es tan repetida en un libro tan pequeño es porque se le da mucho peso. Contemplar los misterios de la vida de Jesús centra toda “la segunda semana” en los ejercicios de San Ignacio. Vamos a tratar de recoger una serie de aspectos que nos ayude a entender que es para San Ignacio la contemplación.

Imagen del empaparse, la suavidad del empapamiento de dejarse empapar. Es una pasividad activa, no es tanto el hacer sino el dejarse hacer, trasvase de sentimientos. Lo que consiste es que yo me quedé en segundo plano, yo absorbo y me empapó de lo que estoy contemplando. La cultura oriental sin duda es más contemplativa nuestra cultura es más activa intelectual reflexiva, nos cuesta quedarnos quietos. La contemplación es para que salgamos transformados con el afecto del corazón. Es la consecuencia de estar ante la presencia de Jesús o la realidad del misterio contemplado.

El empapamiento es poco a poco. Más que un momento de arrobamiento es un proceso suave y lento, “de gota a gota” que me va cambiando poco a poco. Lo que nos parece sencillo no nos es tan fácil. La contemplación requiere una actitud de abrirme, descubrirme y dejarme purificar para estar libre de prejuicios y esquemas. Requiere de una educación de la sensibilidad. Hay un arte de la contemplación que no se consigue a base de puños y esfuerzos.

Fundamentalmente la contemplación es de carácter afectivo. No contemplamos ideas. Santo Tomás habla de “la contemplación intelectual”. No se trata de discurrir sino de deleitarse a través de una visión intelectiva que entronca con el corazón. Se trata de entrar con el corazón en la persona que contempló, “conocimiento interno”. Es un trasvase de sentimientos: del Corazón de Jesús a mi corazón. San Ignacio insiste aplicación de los sentidos: ver, mirar, oír, son los sentidos que más trabajan. Desde esta perspectiva se enriquece la práctica sacramental. Los gestos que aúna la palabra a la imagen refuerzan la dimensión contemplativa del sacramento. Se trata de reposar para dejar que el eco de la palabra resuene. Una palabra que ha de ser proclamada y escuchada con reverencia y atención como salida de la boca de Dios para que produzca eco en mí.

El poeta Miguel Hernández siendo pastor dice: alto soy de mirar a las palmeras. Mirar a lo alto me hace más alto. Lo que miramos transforma al que mira. Me hago bueno mirando la bondad de Jesús. Se trata de una ósmosis, la persona buena contagia bondad.

Gustav Flover dice: Si miramos siempre al cielo acabamos por tener alas nuestro espíritu se eleva y nos hace más parecidos al cielo

San Ignacio añade otra palabra “reflectir” hacerme presente, dejarme tocar para sacar algún provecho. No se trata de reflexionar sino dejarse reflejar como un espejo. Me veo en el espejo que refleja la imagen de lo que hay. Yo no debo poner mi tono para no proyectar lo que yo llevo dentro. No se empiezan con las consideraciones morales. Enseguida nosotros enturbiamos y complicamos las cosas. Se trata de transparencia. La cara transparenta lo que llevamos por dentro. Los ojos te hablan del alma. Uno refleja lo que lleva por dentro. Necesitaríamos dejarnos orientar y afectar por el misterio que contemplamos. Dejar orientar nuestro sentir, nuestro percibir, para captar sus afectos. Estos se hacen palpables porque afectan nuestra sensibilidad.

Gustav Flover describe la contemplación cómo “hacerse presente” no es especular ni sacar conclusiones ni examinar la propia vida. Eso se hará después. Supone cierto desapego, retirarme y olvidarme de mi y establecer una relación de presencia, en pura observación. Así se irá dando poco apoco una comunión de amistad. Diríamos que de lo que se trata es de dejarme atraer, seducir, enamorar.

PALABRAS DE AYUDA:

Isaías: “Como baja la lluvia que empapa la tierra y la hace fecunda así la palabra que sale de mi boca” (Is 55, 10-11)

Sabiduría: “Tu buen Dios reposas en la hondura de cada cosa que tú has creado y en el corazón del hombre quieres hacer resplandecer los tesoros de tu gloria. Yo mismo te engendré como rocío antes de la aurora. Esplendor y belleza son tu obra, reflejo de tus manos bondadosas. Haz que podamos ver a través del mundo tu amor tu poder y tu gloria.”

 

3.4 PAUTAS TARDE: ACERCA DE LA FINALIDAD DE LA VIDA Y LA INDIFERENCIA IGNACIANA

Vamos a pararnos ahora sobre todo en la segunda parte del principio y fundamento: Todo es creado “para” el hombre “en tanto en cuanto” le ayude a su “fin”.

En los ejercicios se insiste entrar en la percepción y mirada de Dios sobre nosotros. Vernos y percibirnos desde la mirada amorosa de Dios. Somos “sus hijos muy amados” creaturas amadas por Dios.

El fin de nuestra vida orienta nuestro vivir. Hemos de desear y elegir lo que más nos ayude y nos conduzca al fin al que fuimos creados (conocer amar y servir a Dios en todo). Es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en tal manera que no queramos más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que vida corta.

Veamos una serie de consideraciones al respecto que quizás nos puedan ayudar.

Lo primero es que al orar “la indiferencia ignaciana” no debe interpretarse como enajenación de la realidad. No se trata de evadirnos sino orar desde la vida y con toda la vida. Incluso las condiciones más adversas pueden llevarnos a Dios. La enfermedad puede ser camino de conocimiento de Dios. Todo es para bien “Todo sucede para bien de los que aman a Dios” (Rm 8). Pero no hemos de quedar atrapados por la realidad. Se trata de ir más allá, de ensanchar el alma para descubrir el amor de Dios en todo y por encima de todo. Toda nuestra vida esta envuelta en ese amor de Dios. Incluso en eso que parece la ausencia y la negación de Dios ahí también está Dios escondido.

Es más importante escuchar que hablar. No es mejor oración la que llenamos de palabras. Se trata más de escucharle a él, de escuchar “la palabra de Dios” porque escuchar a Dios nos permite entender y entablar una relación con él. De ese diálogo con Dios brota el saber elegir lo correcto lo agradable lo perfecto (Rm 12,1) Elegiré bien si escucho bien.

Se me pide esta actitud de escucha. Hoy es un día para tomar conciencia de ese amor de Dios a lo largo de toda mi vida. De este reconocimiento brota la alabanza. Alabar al Señor es reconocer lo que Dios ha hecho en mí y por mí y para mí, para mí bien, para mi alegría. Yo le merezco la pena a Dios, todo lo hizo por amor a mí. 

Hay “zonas oscuras” en nuestra vida que no debemos tener miedo de exponerlas a Dios. Es una invitación para palpar el amor de Dios en esas “zonas oscuras”, en las “heridas”. Las heridas nos pueden hacer crecer y madurar en su amor. Quién ha sentido más el dolor puede hacerse aún más compasivo. Hay zonas que necesitamos aún cicatrizar, donde parece que hemos fracasado, donde hemos palpado nuestra limitación, flaqueza, debilidad, pecado. Dios está ahí siempre, ha estado ahí siempre. Toda nuestra historia es lugar donde Dios derrama su amor. Desde cualquier lugar y situación podemos conocer, alabar y amar a Dios.

Hoy podemos preguntarnos. ¿de verdad tengo a Dios como centro?, ¿a qué doy importancia en mi vida en que me glorío voy buscando éxitos méritos dónde puedo sobresalir? Voy buscando lo que consideró mi gloria, el reconocimiento para mí, o voy buscando la gloria de Dios. Nuestro principio y fundamento ha de ser dar gloria a Dios en todo y por encima de todas las cosas. Hoy podemos preguntarnos que nos puede ayudar a crecer en libertad a vivir orientados atraídos y atrapados por Dios que dinamismos hay positivos o negativos que me influyen cuál es mi tesoro que llena de alegría mi vida podemos orar sobre esas “zonas oscuras y heridas” en donde Dios quiere hacerse también presente.

La forma de vivir que se desprende de poner a Dios en el centro de toda nuestra vida es una voluntad de querer lo que Dios quiere. La voluntad está vinculada a la libertad. La voluntad no es lo mismo que el voluntarismo. El voluntarismo puede restarnos y quitarnos libertad. La libertad propone no impone, no es forzada, parte de esa indiferencia ignaciana.

Dios respeta nuestra libertad, nuestra determinación. Hemos de recobrar la pasión por Dios, vivir apasionados, que Dios nos atraiga de forma que toda nuestra vida quede dependiente de esa atracción amorosa. Que nuestra gloria sea hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace.

Para traducir la indiferencia ignaciana en nuestra vida supone y rompiendo la autoimagen. Ser libre de mi propia imagen es no estar defendiendo siempre nuestra imagen. Siempre tendemos al ombliguismo y nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos, nos damos demasiada importancia.

Se trata pues de ganar libertad interior que supone ir más allá de la autoestima. Hay que destronar un poco el yo, para que no sea el vértice de todo. No hemos de ponernos en el centro sino vertidos, convertidos hacia Dios. Esto se hace porque hay otro tesoro que se descubre más importante que todo. Hemos de pedir tener pasión por Dios vivir apasionados por Dios

TEXTOS DE AYUDA PARA ORAR

(Mt 13,44ss) La parábola del tesoro escondido por la alegría de haber encontrado el tesoro lo vende todo

(Sal 61,1ss) Tú eres mi señor mi bien lo tengo bien fuera de ti

(Job 35,15) Dios salva a miserable por su misma pobreza y la enseña por medio del sufrimiento a librarle de la angustia y colmarle de bienes

(Lc 1, 52) Dios derriba del trono a los poderosos y él salta a los humildes

 

3.5 ORACION DE LA TARDE (Sal 16,1ss) (Lc 1, 52)

Petición. Señor atráeme, enamórame apasióname para que seas tu mi centro y mi tesoro.

Tú mi Dios que me amas con amor de predilección, vengo a ti, déjame experimentar tu amor:

Señor Padre quiero vivir sostenido en tus manos con plena confianza

Señor Jesús, Hijo de Dios que por mí te entregaste, abrázame en tus brazos, sáname

Espíritu Santo guíame atráeme enamórame para vivir apasionado

Comienzo esta oración con esta plegaria y esta certeza: tú Señor mi Dios, mi refugio. En ti me refugio, en tí me abandono. Quiere decir mi corazón: tú eres mi Señor, en ti confío y me confío porque sé que no hay dicha para mí fuera de ti.

Tú Señor el tesoro, la herencia, el lote que me ha tocado. Encuentro magnífica la parte de mi herencia, la heredad donde quiero vivir, en tu presencia, bajo tu mirada. No permitas Señor que viva descentrado, desnorteado. Quiero que seas tú el centro de mi vida, el centro de mis anhelos y deseos. Que mis pensar sea tu pensar y tus deseos muevan mi actuar. Este es mi anhelo, vivir día y noche en tu presencia, bajo tu mirada, día y noche alabándote y proclamando tu misericordia por siempre. Que la desgracia ni el infortunio ni el fracaso ni el propio pecado no enturbie tu mirada de amor y de predilección por mi vida. Presérvame, guíame, guárdame, sáname, abrázame no permitas que ponga nunca en duda tu infinito amor para que sea tu amor lo que me lleve a vivir para ti.

Bendigo al Señor que me aconseja tú me instruyes internamente, ante mí tengo presente siempre al Señor por eso está alegre mi corazón y todo mi ser canta y rebosa de alegría.

María enséñame a vivir en este magníficat constante. Es la oración de los pobres de los humildes. Señor yo sé que tú me amparas tú me guías y abrazas por detrás y por delante y en tí solo descanso seguro. Aunque pase por valles oscuros sé que tú no me dejas abandonado. Aún en el peligro de la muerte tu Jesús te abandonaste en las manos del Padre. “Padre me pongo en tus manos”. Son las que palabras que tu Padre escuchabas recibías y susurrabas a tu Hijo cuando se encontraba atribulado al borde de la muerte: no dejaré que se pudra mi amigo, le enseñaré la senda de la vida verdadera, para vivir con plenitud de gozo en tu presencia y encontrar las delicias por siempre a tu derecha. Quiero alabarte a ti por siempre y por toda la eternidad. Ni el pecado, ni la enfermedad, ni la muerte, podrá nunca separarnos del amor de Dios (Rm 8)

 

3.6 EUCARISTIA: SERES EN RELACIÖN: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE VIVA SOLO. (Mc 10, 2-16)

Nos creaste para Ti Señor, para la relación, para la comunión. Estamos hechos para Dios y a su imagen por eso estamos hechos para la relación. Todos tenemos necesidad de relación no estamos hechos para vivir en soledad no podemos vivir nos y entendernos solos en la relación nos complementamos

Tenemos una vocación de pertenencia. Todos crecemos en un contexto de relación. Esto significa respeto, comprensión, mutua valoración y ayuda. No se trata de una relación de dominio, de abuso o de poder. Hemos de poner todo lo que somos en juego y vincularnos y comprometernos a pesar de los fallos y las dificultades. Tenemos que apuntar a una relación estable, duradera para siempre, donde nosotros nos comprometemos con fidelidad con un compromiso de indisoluble, para siempre. Dios desde siempre hizo una alianza con el hombre. Somo seres de la alianza. Hemos de ser fieles al don de la Alianza.

Estamos hechos para vivir para el otro para hacer feliz al otro acompañándonos en la fragilidad en la vulnerabilidad. No podemos contentamos contarnos en darnos a medias, parcialmente, solo en parte: “corazones partidos yo no los quiero si doy el mío lo doy entero”. Dios ha hecho un compromiso definitivo con el hombre hemos de pedirle a Dios el don de la fidelidad el de una donación total y una entrega sin reservas.

Supone ser fieles al don de la Alianza, supone que el vínculo de amor que Dios ha hecho con el hombre no lo debe romper el propio hombre. “Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” El vínculo que Dios ha sellado con su sangre no lo podemos romper.

 

3.7 ORACION NOCHE: PADRE YO ME PONGO EN TUS MANOS. RECIBENOS

Tú eres mi Padre y yo soy tu hijo muy amado” sí, es eso basta. Hoy de nuevo quieres que esas palabras calen y penetran profundamente en mi alma. “No temas, te he llamado por tu nombre y eres mío yo estaré contigo porque vales más vales mucho a mis ojos yo te amo eres muy muy importante muy preciado para mí” (Is 43, 1-5)

Esto es lo que da respuesta a todos los interrogantes, lo que somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Quisiste es para mí lo que tú eres haciéndome a tu imagen. Me creaste para vivir en relación en comunicación en comunión de amor.

Soy vida de tu misma vida, participó de tú mismo ser que es amor y toda mi vida está en tu seno en profunda gestación como hijo de Dios: “En él vivimos existimos y somos” (Hech 18)

Soy como un feto inmaduro en gestación, a medio camino entre mi origen y mi destino y entre tanto sufro el exilio de un amor donde aún no te veo con claridad pero sé que cuando salga a la luz diré finalmente: Padre traspasando el umbral de lo que aún nos queda invisible

Mientras tanto estoy aquí y debo comprender por qué y para qué cómo puedo comprender a Dios a quien no veo cómo puedo entender y vivir en tu paternidad mi filiación.

Todo me supera y precede, debo fiarme y confiarme. Padre recíbeme, me pongo en tus manos. “Nos hiciste para ti Señor y no descansaremos hasta reposar en tí” (San Agustín, Confesiones)

Estoy hecho de tu pasta, de tu ser, de tu amor, de tu dulzura para vivir y entregarme en el don de mí mismo hacia tí en la misma reciprocidad con la que soy amado por tí.

Si tú eres mi Padre se acabaron los reproches, “los porqués”, solo tú sabes. Se acabaron los miedos, se disipan todas las inseguridades. Podemos descargar en tí todas nuestras inquietudes e incertidumbres porque tú has estado estás y estarás sosteniéndonos siempre.

Aún a pesar de las tormentas y nubarrones que encuentro por medio, tú eres capaz de transformar lo que nosotros llamamos mal y de dirigir los acontecimientos misteriosamente hacia ti. Tú nos has soñado y querido desde el principio y a nosotros nos pides la confianza de niños el abandono de la fe.

Padre recíbenos esta noche como nos recibirás al final de la vida. Recíbenos no con la razón fría y especulativa del que lo sabe todo sino con el corazón de un niño que solo sabe y se fía de su Padre. Déjame escuchar tus palabras: “dame hijo mío tu corazón abatido y descansa en mis brazos” como decía Unamuno: “Vuelvo cansado del duro bregar, acógeme Padre bueno en tu dulce hogar”.


 


DIA CUARTO: 4 de octubre: Fiesta de San Francisco de Asís

Altísimo y omnipotente buen Señor,

tuyas son las alabanzas,

la gloria y el honor y toda bendición. 

A ti solo, Altísimo, te convienen

y ningún hombre es digno de nombrarte. 

Alabado seas, mi Señor,

en todas tus criaturas,

especialmente en el Señor hermano sol,

por quien nos das el día y nos iluminas. 

Y es bello y radiante con gran esplendor,

de ti, Altísimo, lleva significación. 

Alabado seas, mi Señor,

por la hermana luna y las estrellas,

en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas. 

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento

y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,

por todos ellos a tus criaturas das sustento. 

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,

por el cual iluminas la noche,

y es bello y alegre y vigoroso y fuerte. 

Alabado seas, mi Señor,

por la hermana nuestra madre tierra,

la cual nos sostiene y gobierna

y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas. 

Alabado seas, mi Señor,

por aquellos que perdonan por tu amor,

y sufren enfermedad y tribulación;

bienaventurados los que las sufran en paz,

porque de ti, Altísimo, coronados serán.

 

Alabado seas, mi Señor,

por nuestra hermana muerte corporal,

de la cual ningún hombre viviente puede escapar.

Ay de aquellos que mueran

en pecado mortal.

Bienaventurados a los que encontrará

en tu santísima voluntad

porque la muerte segunda no les hará mal.

 

Alaben y bendigan a mi Señor

y denle gracias y sírvanle con gran humildad.

 

4.1 PAUTAS MAÑANA: LA REALIDAD DEL PECADO

PODEMOS VIVIR FUERA DEL PRINCIPIO Y FUNDAMENTO

Podemos vivir fuera de nuestro fundamento podemos vivir fuera de Dios fuera de la realidad del plan de Dios. Dios nos crea en libertad hay deseos de Dios deseos de bien de relacionarnos, pero hay también dinamismos de muerte envidias odios venganzas somos a la vez víctimas y verdugos y esa realidad me hiere a mí ir a mis semejantes el pecado es tóxico y nos conduce a la muerte puede ser mortal el pecado es un dinamismo de transgresión, pero más que todo el pecado es una ruptura de la relación con Dios

En nuestra condición de criaturas Dios nos dio la libertad de abrirme o cerrarme a su gracia y a su amor partimos de la inocencia originaria Dios nos creó bien pero el hombre puede desorientarse y corromperse haciendo el mal y desobedeciendo a Dios. Hemos de entrar en la realidad del pecado desde la fe desde la relación con Dios más que una transgresión a una ley es la ruptura de un pacto a una alianza fundada en el amor.

Mi respuesta es deficiente y distorsionada no está a la altura del amor no responde al amor con el que hemos sido amados

RECUPERAR LA CONCIENCIA DE PECADO

Hoy hablar del pecado no es fácil hemos perdido la fe, la conciencia de Dios y hemos perdido la conciencia del pecado. El pecado va más allá de una mancha de una mera trasgresión u ofensa. El pecado hay que verlo del desde el contexto de Alianza. No es algo que hemos hecho malo, es una ofensa contra “alguien”. Cuando rompemos la condición de alianza se rompe todo. Hemos de pedir este “conocimiento interno del pecado”.

Se trata de un desvelamiento. Hay que pedir la gracia de verlo como le pasó a David ante el profeta Natán “por Yhave que el hombre que hizo eso merece la muerte… ese hombre eres tú” (2 Sam) por encima de todo se trata de una ofensa contra Dios, “Contra tí, contra ti solo pequé” (Sal 51)

el pecado hay que verlo desde dentro desde la fe a la luz de la fe de la revelación Jesús nos enseña a concebir el pecado desde el amor de Dios solo quien se sabe amado entiende la realidad del pecado hemos de aprender a desenmascarar el propio pecado

la conciencia cristiana del pecado es una gracia necesito la revelación de Dios para ver el pecado hemos de pedir vergüenza y confusión ante Dios dolor del pecado

una tentación que San Ignacio expresa es también reducir el pecado a una cuestión meramente personal conviene ver el pecado en estado puro en toda la realidad hablamos del pecado del mundo pecado social pecado estructural el pecado va más allá de nosotros nos hacemos cómplices y víctimas de las estructuras del pecado y participamos del

Lo que le pedimos a Dios no es culpa sino dolor y arrepentimiento lágrimas no de culpa sino por haberle ofendido y por lo que esto ha podido producir.

EL PECADO NO TIENE LA ÚLTIMA PALABRA, VER EL PECADO HA DE LLEVARNOS A DIOS

No se trata de quedarnos atrapados ni encerrados en nuestro pecado. Al final vence el bien sobre el mal nuestra apuesta cristiana es que el mal no triunfa no tiene la última palabra

No se trata de caer o evaluar muchos estados depresivos o caer en el victimismo (reducciones psicológicas) no se pretende quedarnos en el pecado sino de abrirnos al amor de Dios. Dios nos ama por encima de todo. “Dios odia el pecado, pero ama al pecador”

TEXTOS DE AYUDA:

LA ORACIÓN DE LOS DESTERRADOS. (Baruc 1,15) Confesamos que el Señor es justo y a nosotros nos abruma la vergüenza porque pecamos contra el Señor y nos apartamos de él. Hemos rehusado obedecerle por doquier y el resultado es palpable a nuestros ojos: injusticias, corrupción, delitos, etc. Vivimos en el destierro, exiliados dentro de una historia de pecado con un común denominador la desobediencia. No escuchamos a Dios, lo rehuimos y seguimos nuestros derroteros. El pecado nos hace vivir desterrados, fuera de nosotros nos quita la libertad y nos hace experimentar las cadenas del odio y la indiferencia viviendo encarcelados en nuestros egos.

EL DINAMISMO DEL PECADO: 3 MOMENTOS EN LA HISTORIA DEL PECADO

El pecado no hay que verlo sólo de forma puntual sino más bien como un dinamismo progresivo de pecado dentro de toda una historia de pecado en medio de un contexto siempre de Alianza. La ruptura con Dios nos lleva a una ruptura con nosotros mismos y con los demás.

El pecado en los orígenes. (Gn 3, 1ss) Se trata del denominado pecado original. Es la prehistoria del pecado la astucia y el engaño del maligno que se va dejando de nuestra libertad hasta separarnos de Dios. Nos ponemos en su lugar decidiendo lo que está bien o mal.

El pecado fratricida (Gn 4, 1ss) El pecado entre miembros de la propia familia. De la vivencia de hermanos nos convertimos asesinos homicidas se puede matar físicamente y espiritualmente dónde está tu hermano dejamos de reconocerle como mi hermano es vivimos enajenados alienados alejados no queremos saber nada indiferencia enemistad odios racismos

El pecado global. (Gn 11, 1ss) Enfrentamientos de todos contra todos. Se da la confusión, el caos. Vivimos enfrentados los unos con los otros, no podemos entendernos, nos hacemos cómplices de esta maldad. La situación estructural que vivimos tiene que ver con todos nosotros.

Pidamos la gracia de poder ver la realidad del pecado para convertirnos y volver a Dios necesitamos su gracia no podemos volver adiós si él no nos hace volver si él no nos da la gracia de volver.


4.2 ORACION DE LA MAÑANA: IR LA RAIZ DEL PECADO (Sal 51)

Hoy día de san Francisco te pido Señor la gracia por su intercesión de volver a renacer a ti con un corazón como el del, apasionado y enamorado. San Francisco llorando decía: “El amor no es amado”. Creo que esta es la raíz, el entenebrecimiento de no reconocer y amar a Dios sobre todas las cosas.

San Ignacio pedía también la gracia del dolor y lágrimas por nuestros pecados. Con un corazón compungido reconozco que he pecado contra ti por no corresponder como mereces al amor con el que he sido amado. Con las palabras del salmo que atribuyen al rey David: “Contra ti contra ti solo peque” (Sal 51).

Te pido Señor la gracia de volver a ti o mejor de que tú me hagas volver. Dejar atrás los pensamientos, deseos, acciones que me hayan distanciado de ti o cualquier ofensa cometida en falta de correspondencia a tu amor en mis hermanos. Cualquier ofensa a la creatura es una ofensa contra el Creador: “lo que hicisteis al más pequeño y vulnerable de vuestros hermanos me lo hicisteis a mí” (Mt 25, 40)

Quiero en este día hacer un poco de historia. Historia de mi pecado ye historia de tu fidelidad. Quiero confesar mi culpa unida al pecado de alejamiento de Dios que vivimos hoy. A pesar de ser un pueblo con un corazón terco, a pesar de disgustarte más que agradarte, a pesar de nuestras infidelidades y transgresiones, tu no has dejado de amarnos. Nosotros pecamos, no escuchamos tu voz, te dimos la espalda. “Tú tratabas de instruirnos y corregirnos como un Padre que alza a su niño a sus mejillas y cuánto más nos llamabas, más nos alejábamos de ti. Nos rebelamos contra ti, no quisimos aprender la lección, desobedecimos tus órdenes y tus preceptos pecando contra ti” (Os 11)

¿Cuál fue tu reacción frente a nuestro pecado? Mi pueblo me fue infiel, pero yo no los trate como merecían sus iniquidades infidelidades y pecados, yo no les oculté mi rostro. Quisiste mostrar siempre tu amor de compasión tratándonos con infinita misericordia y en el colmo de tu amor mandaste a tu Hijo para revelarnos tu rostro y el hasta donde de tu misericordia.

Con las palabras del profeta nos instruyes: Déjame que te muestre mi historia ininterrumpida de amor.” Cuando nadie tuvo compasión de ti y a nadie interesabas yo me interesé por ti. Cuando te vi envuelta en tu sangre y desnuda yo cubrí con mi manto tu desnudez para que no quedases expuesta e hice una alianza de amor contigo” (Ez 16)

Yo me paré junto a ti. Te bañe con agua limpia, te perfume con aceite, te vestí con ropajes y túnica blanca y bordados, te adorne con los mejores aderezos y espléndida diadema. Sin embargo, tú pusiste tu confianza en tu belleza y te prostituiste, te olvidaste de los días de tu juventud, del amor de tu juventud, (cuando yo te cubrí cuando estabas desnuda y sin ropa y te debatías en tu propia sangre) Me fuiste infiel, rompiste la alianza de la que hiciste juramento.

¿Cuál fue tu reacción frente a nuestro pecado? ¿creen ustedes que me gusta la muerte del pecador? Al contrario, detesto el pecado, pero no al pecador, lo que quiero es que se convierta de corazón y vuelva a mí y viva. Cuando nosotros éramos incapaces de volver a ti, tú hiciste una Alianza nueva. Esta es tu promesa: “les daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo” (Ez 18,23, Ez 36) 

Danos Señor tu Espíritu de amor que limpie, sane, cure, transforme nuestro corazón de piedra. Danos un corazón de carne, danos volver al primer amor para poder decir de corazón como decía San Francisco Como respuesta a su infinito amor “ya no quiero otra cosa que seguir y amar a Cristo pobre y crucificado”. (Ga 6,14)

Francisco quiso hacerse pequeño y pobre dejarse hacer para vivir como verdadero hijo de Dios a semejanza de aquel que siendo rico se hizo pobre por amor para enriquecernos del verdadero tesoro.” El amor a los pobres y la identificación con Cristo pobre son dos caras de la misma moneda” (papá Francisco Francisco)

Francisco contemplando a Jesús y dejándose mirar amar y transformar por él se va haciendo pobre despojándose de sí y revistiéndose de él. “El que es de Cristo es una criatura nueva”. El que se deja amar y mirar por Jesús es recreado y capacitado para pasar a ser una criatura nueva.

Dame Señor entrar en tu forma de ser y de amar. Ser hijos en el Hijo. Transvase de amor. Sentirnos amados indignamente sin méritos aun siendo pecadores nos mueve a vivir en esa plena confianza en él. Danos Francisco poder escuchar la voz del Señor “reconstrúyeme la Iglesia, colabora en la construcción de un nuevo mundo” Esa reconstrucción empieza por nuestra vida. Haznos instrumentos de tu paz. Pasar a ser constructores y artífices de una nueva humanidad donde respetemos a todo ser humano sobre todo aquel que se muestra más débil y vulnerable. Que el odio se da paso al amor, la ofensa al perdón, la discordia a la unión.

“Te doy gracias padre señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños” (Mt 11, 25)

 

4.3 MOMENTO DE REFLEXION. VER EL CAMINO POR EL QUE DIOS ME VA GUIANDO, POR EL QUE SALE AL ENCUENTRO

Lo que buscamos en los ejercicios no debe ser renovarnos en ideas sino dejarnos renovar por dentro. Cuando a veces nos experimentados cansados, estancados, ¿cómo reiniciar de nuevo? No hemos de cansarnos de volver una y otra vez a él. Es lógico que en el camino volvamos una y otra vez a caer, de lo que se trata es no quedar quedarnos en el propio pecado sino levantarnos una y otra vez. Estos son días propicios para repasar lo vivido, para dejar resonar” los ecos”, “las huellas” de Dios para caer más en la cuenta de los detalles que quizás no hemos percibido en una primera lectura de la vida.

¿Cómo salir de la apatía del cansancio y el aburrimiento? Hemos de entrar en la novedad de lo sutil volviendo sobre lo andado y permaneciendo en una actitud de conversión continua. A nosotros nos parece que ya todo lo sabemos, pero tenemos que estar estrenando continuamente el seguimiento. Hemos de sentirnos de nuevo llamados al seguimiento, volviendo una vez y otra vez a lo ya trillado, pero redescubriendo algo nuevo.

¿Cómo volver a estrenar el seguimiento? Dejándonos levantar para iniciar cada día, encontrando la novedad cada día. No se trata de “picotear buscando novedades por fuera”, se trata más bien de encontrar novedad quizás en lo ya sabido, pero redescubriéndolo todo de una forma nueva.

CÓMO DESCUBRIR A DIOS EN LO COTIDIANO

Necesitamos estos tiempos de retiros, tiempos largos de oración para que Dios nos haga redescubrir esa historia de amor. Nada es desechable, descartable, todo es digno de consideración. Como dice San Ignacio “no es mucho saber conforta y satisface el alma, sino saber y gustar internamente”.

No se trata de saber algo nuevo para seguir haciendo lo mismo. Se trata de dejarnos amar y ordenar la vida, dejarnos trabajar la propia vida. Salir de las afecciones desordenadas para integrar mejor nuestra sensibilidad y afectividad. Eso lo logramos no con la razón y la reflexión sino más bien con el sentir y gustar internamente.

Nos hace bien este dejarnos penetrar por el amor de Dios, en el gota a gota. Dejarnos atraer por Dios, solo Dios es capaz de renovar nuestra persona internamente. El corazón es lento, Dios nos va transformando lentamente. Tardamos tiempo en superar los miedos y las resistencias. Dios como un artista nos va modelando cómo arcilla en manos del alfarero. Dios no tiene prisa. Por medio de la contemplación del amor de Dios, el hombre lentamente con detenimiento en aspectos que quizás no son llamativos de momento. Por eso es importante examinar dónde tenemos esas mociones del espíritu porque tanto en la Consolación como en la desolación Dios no nos deja de hablar. Hay un lenguaje de Dios que podemos aprender también de las resistencias y desolaciones. Donde experimentamos a Dios escondido Dios quiere salir a nuestro encuentro.

EDUCAR NUESTA SENSIBILIDAD

¿Cómo gustar internamente, cómo volver a recuperar el gusto espiritual? Hemos de estar atentos a nuestros sentidos nuestros sentidos han de ser educados y evangelizados para no llevar una vida desintegrada, para vivir en consonancia con lo que sabemos de cabeza.

¿Cómo gustar a Dios y dejarme afectar por Dios? Nos relacionamos virtualmente con las cosas y los sentidos se nos van atrofiando poco a poco. Nos podemos ir haciendo poco a poco insensibles al dolor y al sufrimiento. Cuántas veces no supera la realidad, nuestros sentidos a veces no aguantan y soportan la realidad que vivimos y tratamos de evadirnos.

¿cómo nos situamos frente al dolor y el sufrimiento? ¿cómo vemos a Dios en medio del dolor y el sufrimiento? Perdemos el gusto a Dios cuando nos hacemos sordos a su voz a sus insinuaciones. Somos atraídos por aquello que nuestros sentidos nos hacen gustar. Si no sentimos rechazo al pecado pecaremos. Nuestros sentidos internos pueden quedar atrofiados por nuestra mirada invasiva persuasiva posesiva.

UNA NUEVA MISTICA DE VIVIR CON LOS OJOS ABIERTOS

Hay un padre jesuita (Benjamín González Buelta) que nos invita a cómo orar en la vida. “Ver o perecer, la mística de los ojos abiertos” Para ser evangelizadores de nuestro mundo de hoy hace falta desarrollar una sensibilidad y gusto espiritual. Estar cerca de la vida de la gente. “cerrar los ojos a la gente nos convierte en ciegos ante Dios” (papa Benedicto XVI)

Necesitamos de una nueva sensibilidad. Cuando nos acercamos a los demás ¿buscamos su bien, buscamos acercarles más a Dios? El mundo que nos circunda lejos de ser una realidad que nos oprime puede ser visto como lugar de encuentro con Dios y los hermanos.

¿Cuál es la mirada de Jesús? Una mirada llena de respeto valoración cariño y ardor por la gente. Poder ver las semillas del Reino que está surgiendo. Donde parecía que no hay nada confiar. Dios está ahí incluso, asumiendo el dolor y el sufrimiento del mundo

Saber descubrir a Dios presente y no ausente de las realidades que vivimos por duras que parezcan. Aunque parezca que Dios está ausente también está en las situaciones de injusticia y sufrimiento. No podemos vivir una espiritualidad intimista fuera del mundo y de la historia que vivimos.

¿Cuál es la mirada del pobre lo de Asís? Solo un corazón convertido a Dios y centrado en él puede percibir con finura la obra de Dios en todo y en todos sorprendiéndonos en los detalles más pequeños de la vida con un corazón pobre y sencillo.

 

4.4 ORACION DE LA TARDE. LA FORMA QUE TIENE DIOS DE RENOVARLO TODO ES PERDONANDO

Trataremos esta tarde de ver como se sitúa Dios frente a nuestro pecado en el mundo. Pediremos la gracia de ponernos bajo su mirada, ante el Crucificado.

Empezamos viendo como Dios se sitúa ante la infidelidad de su pueblo. Aunque el pueblo es infiel a la Alianza, Dios permanece fiel. El pecado de infidelidad del pueblo lo describe el profeta Ezequiel en el capítulo 16. Se personifica Israel como una joven mujer que desde el inicio fue rechazada, abandonada. Dios la mira con aprecio y se compadece de ella. La historia de la esposa infiel, ya contada por Oseas y Jeremías, se amplía hasta abarcar toda la historia sagrada. Te vi en la edad del amor, me compadecí y me enamoré de ti. Te hice mía y te engalané para que reluciera toda tu belleza…pero tú sintiéndote segura en tu belleza te enorgulleciste. Te prostituiste y te ofreciste a los transeúntes. Tu te acordarás de tu conducta y te sonrojaras de tu pecado. Quebraste mi alianza, pero yo lejos de abandonarte no te abandono. Promete una nueva alianza. La toma de nuevo por esposa y la da futuro.

Esta historia de amor se va repitiendo en la historia de la humanidad hasta nuestros días. Dios es fiel a su promesa, porque Dios no puede no perdonar.

Esta promesa de la nueva alianza la lleva a cabo en Jesús quien encarna ese rostro misericordioso de Dios. En el centro del evangelio de Lucas en el capítulo 15, se nos presentan las tres parábolas de la misericordia de Dios. En las tres hay un denominador común. Dios se alegra de encontrar lo que estaba perdido. Dios Padre se alegra con la vuelta de su hijo que estaba perdido.

Esta tarde se trata de abrirnos al corazón compasivo de Dios para abrirnos a recibir el perdón de Dios. Creo en este Dios de la misericordia y qué consecuencias tiene creer en un Dios así.

En la parábola del pastor que pierde una de sus ovejas, no se nos dice hasta dónde se alejó, ni cuántos días tardó, ni cuánto pasó hasta encontrarla. En la parábola del hijo pródigo nos deja ver que el Padre amó a su hijo aún en la distancia. El Padre sale al encuentro del hijo cuando el hijo aún estaba lejos. El Padre lo recibe y le reconstituye su dignidad perdida y le da futuro. El abrazo del Padre le restituye como verdadero hijo. En la parábola de la mujer que pierde la moneda, presenta a la mujer que no escatima el trabajo que le costó encontrarla. Se remarca de nuevo la alegría de encontrar lo que perdió.

Este camino de Dios al pecador nos descubre que sólo se llega a esta alegría perdonando. El Padre restituye al hijo a través de su misericordia, dándole a conocer el hasta dónde de su misericordia.

Jesús encarna ese rostro de Dios misericordia. La cruz es el mejor símbolo de la misericordia divina. Yo no aguantaría ver mi pecado y sus consecuencias, no lo soportaría. Ante la vergüenza y confusión del pecador Dios no le deja en la desesperación, sino que nos deja ver su corazón compasivo. Como se aclama en el pregón pascual, feliz culpa que nos trajo tal Redentor.

Esta tarde Dios nos invita a recibir su perdón, a vernos recibidos, perdonados. Es de ahí donde brota el agradecimiento.

COLOQUIOS ANTE EL CRUCIFICADO

San Ignacio nos invita a colocarnos frente al Crucificado y establecer tres coloquios:

Primero pidiendo la gracia de reconocer mi propia historia de infidelidad y pecado, lo que yo he hecho. Acercarnos al propio pecado personal, el más propio, el más mío, hasta ponerle nombre.

Segundo viendo lo que Dios ha hecho por mí. Para Dios somos sus hijos muy amados y no dejaremos de serlo nunca. Hemos de hacernos conscientes del tesoro que somos y tenemos, aunque lo llevemos en vasijas de barro. Sí somos de barro, pero Dios no deja de ver siempre el tesoro para Dios.

Tercero viendo las consecuencias de su perdón. Que es lo que ahora puedo hacer por ti. Dios no quiere que nos acerquemos el pecado para culpabilizarnos, sino para que caigamos más en la cuenta de su infinito amor. Su perdón es lo que provoca en nosotros una respuesta agradecida. Nos acercamos a nuestro pecado para amarle más y mejor. Lo que más le duele a dios es la falta de confianza. Dios quiere restaurar la relación filial de amor y confianza.

Los grandes santos e han reconocido grandes pecadores. Recordemos a San Agustín. Si el demonio hubiera sabido las consecuencias que iba a tener el verse tan perdonado, no le habría dejado caer tan bajo. Acercarse a la realidad del pecado no es para hundirnos en el “pozo” se nuestra miseria sino para sabernos misericordiosamente amados y perdonados. Es el mismo Dios que en Jesús quiso bajar hasta el “pozo” de nuestra miseria para perdonarnos (Como dice San Juan Pablo II en Dives in misericordia)

Todos pecamos y todos somos igualmente pecadores pero pecadores perdonados. Como llega a expresar el propio Job te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos (Job 42). Como expresa el profeta Isaías en el cántico del Siervo sufriente: “le teníamos como un despojo despreciado como basura de los hombres como ante el que volvemos la espalda, Sin embargo, eran nuestras dolencias, las que el llevaba, nuestros pecados los que el cargaba. El soportó el castigo que nos trae la paz” (Is 53)

 


4.5 ORACION DE LA TARDE: ORACION FRENTE AL CRUCIFICADO (Is 53)

Te doy gracias mi Señor por esta tarde. Pido de rodillas la gracia de tu perdón

Vengo a ti como el que ha pasado por una oscura noche de sufrimiento y de dolor. Te teníamos como olvidado, como si fueras tú el que te habías olvidado de nosotros, el que nos habías ocultado tu rostro y quisiste en mostrarnos tu rostro no de ira o indignación sino de compasión e infinita misericordia.

Despreciado de los hombres, pero tú no nos mirabas con desprecio. Familiarizado con el dolor y el sufrimiento humano no te revelabas y no lo rechazabas. Eran nuestros dolores y sufrimientos los que tú cargabas. Eran nuestras culpas las que soportabas. Nos creíamos castigados por Dios humillados y eras tú el que te humillabas y te abajabas hasta abrazarnos en nuestro pecado.

Eras eran nuestros pecados los que cargabas. Tú soportabas nuestro castigo, el que te infringimos para conseguirnos el rescate el perdón y la paz. Todos andaban como errantes siguiendo sus caminos y tú el quisiste cargar con la culpa de todos. Maltratado tú en silencio lo soportabas sin decir nada. Fuiste llevado como cordero al degüello permaneciendo callado cuando te injuriábamos. Fuiste herido de muerte por nuestros pecados a pesar de no cometer pecado alguno. Te ofreciste hasta ser destrozado y crucificado para con tus padecimientos, sufrimientos y muerte pagar nuestro rescate. El inocente por el pecador. Ofreciste tu vida por todos

¿Ante esto que diremos? Llevaste sobre tí el pecado de todos para interceder por todos nosotros. Quién podrá separarnos ahora de tu amor, acaso las pruebas, la aflicción, acaso nuestro pecado. ¿Quién estará contra nosotros? El hijo de Dios que se ofreció por todos nosotros. ¿Qué decir ante tal prueba de amor? Si Dios tuvo a bien darnos a su Hijo ¿cómo no nos darás con él todas las cosas? ¿quién acusará a los elegidos de Dios? ¿quién nos condenará? acaso Cristo Jesús el que murió y resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros. (Rm 8,23)

De tu infinito perdón nos brota la confianza y el agradecimiento. Más grande que nuestro pecado es tu infinito amor. Vivir quiero rendido a tu amor, rendido a tus pies Me amó hasta entregarse por mí (Ga 2, 20) ¿A quién temeré? En todo saldremos vencedores gracias aquel que nos ha amado.

 

4.6 EUCARISTIA. NO TENNGAS MIEDO. CONFIA EN MI (Jon 1, 1-2. 11; Lc 10, 25-37)

Hay dos formas de acercarse al pecado. Las personas que se han acercado al pecado desde el amor de Dios lo han hecho para cambiar y convertirse. Las que se han encerrado en su propio pecado ha sido para torturarse y seguir torturando. Decía Víctor Frank (en su obra “el hombre en busca de sentido”) “del ser humano puede salir lo mejor y lo peor el que no se abre al perdón se tortura y se vuelve un torturador”.

Hoy Dios nos invita acercarnos a nuestro pecado desde su amor a convertirnos a su amor. Tenemos distintas formas de relacionarnos con Dios. A veces nos peleamos con Dios, a veces de forma discreta nos encontramos a disgusto con la realidad que vivimos y tratamos de huir de esa realidad.

Era lo que le pasaba Jonás, huye de Dios, le resultaba una tarea y carga difícil lo que él le encomendaba y los acontecimientos se precipitan hasta darse cuenta que estaba huyendo de él. A veces el Señor nos va poniendo señales hasta que nos hace percibir que huímos de Dios. En el fondo cuando tratamos de huir de algo que Dios nos pide nos vemos en una encrucijada. Al final Dios hace prevalecer la vida y el amor aún a pesar de nuestras resistencias e infidelidades. Nada queda fuera de su amor.

Aún tratando de esquivar una responsabilidad, pero sí es de Dios saldrá adelante. Otras veces nos situamos frente a Dios desde preguntas, desde “porqúes” porque no entendemos la forma de actuar de Dios. Perdemos la confianza. Queremos tener todo claro y no damos el paso adelante. Desde fuera no nos comprometemos hasta que nos metemos en el fango.

En el Evangelio el escriba que se sabía la ley pregunta tratando de evadirse ¿quién es mi prójimo? ¿dónde me sitúo frente a los demás y frente a Dios? E1 tiene que experimentar su amor de misericordia para hacerse próximo de todos. Hoy nos invita al Señor a recibir su de misericordia y hacernos misericordiosos, hacernos prójimos de todos, a tener misericordia de todos. Aunque no tengamos todo claro nos pides que confiemos, que demos un paso al frente aún a pesar de las circunstancias y reveses nos pides confiar en que lo prevalece siempre es el amor.

¿Quién es mi prójimo? Tu prójimo es el que tienes más próximo. A veces ese que tenemos más próximo se convierte en nuestro enemigo. Nos cuesta asumir la realidad de lo que tenemos más de cerca y que toca nuestra carne. Tú nos prometes tu amor. Te daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo, infundiré mi espíritu y viviréis. haré con vosotros una alianza nueva y eterna.

 

4.7 ORACION NOCHE: TRANSVASE DE AMOR (Mt 11,28)

Pedir al Señor adentrarnos en su corazón para vivir y tener los mismos sentimientos que Cristo Jesús.

Enséñame Señor a tener y vivir apegado a tu corazón, vivir con un corazón pobre puro y humilde como el tuyo. Tú te hiciste rico para enriquecernos con tu pobreza. Quisiste elegir la hermana y santa pobreza para vivir teniendo a tu Padre Dios como única riqueza. Tú siendo el Señor te hiciste siervo de todos por amor y llegado el momento de tu pasión te abandonaste por entero en las manos del Padre para así ofrecerte a ti mismo como sacrificio víctima en el altar de la Cruz y pagar nuestro rescate con tu propia sangre

Viviste pobre y moriste pobre. Viviste y moriste totalmente en manos del Padre. Te sometiste por entero a su voluntad con una confianza infinita, dándonos un ejemplo para que sigamos tus huellas.

Quiero Señor aprender de tí. a vivir en ese abandono confiado en las manos del Padre. Recíbenos, Señor, y adéntranos en tu corazón para vivir con tus mismos sentimientos en un transvase de amor. Haz que podamos entrar en tu corazón y recibir de ti tú puro corazón. Os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo.

¡Qué dichosos y benditos los que aman al Señor y siguen su ejemplo haciendo vida su Evangelio! Hoy nos pones el ejemplo de San Francisco, el poverello de Asís. “Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación;

bienaventurados los que las sufran en paz, porque de ti, Altísimo, coronados serán…Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad”. 

Dame vivir en esta humilde alabanza en que vivió Francisco. Adorémosle y démosle gracias con puro corazón. El culto verdadero es la adhesión de corazón para someternos por entero a su voluntad. Tengamos la humildad para vivir como tus servidores, para ponernos al servicio de todos extremando en todo la caridad. 

El servidor se debe asemejar a su Maestro, el que se hizo siervo por amor para ganarnos a todos. Haznos sencillos humildes y puros a semejanza de tí Señor para vivir como tus humildes servidores. Sumisos a Ti y a todas las criaturas movidos por tu amor. El espíritu del Señor reposa sobre los que viven en tu presencia y los que se convierten de corazón.

 


QUINTO DIA: 5 de octubre. Témporas. Acción de gracias.

 

5.1 PAUTAS MAÑANA: DAME HIJO MIO TU CORAZON

Pedir al Señor vivir este y todos los días en acción de gracias. Del arrepentimiento y el perdón inmerecido al agradecimiento. El agradecimiento es la fuerza que más nos moviliza. También es verdad lo contrario: el miedo es lo que más nos paraliza.

La oración del corazón que nos lleva a gustar de tu amor, la confianza que brota de sabernos incondicionalmente amados es la fuerza y motor de nuestra vida, lo que nos impulsa a vivir y amar con esa fuerza con la que Jesús quiere que vivamos.

Después de reconocer todo el amor con el que hemos sido amados brota del corazón ¿cómo te pagaré todo el bien que me has hecho? Lo contrario a la confianza es el temor y el miedo. No fuimos creados para vivir en el temor sino el amor. (1 Jn)

Hoy vamos a contemplar dentro de toda esa historia de pecado como Dios la revierte en toda una historia de amor. Nos vamos a parar a contemplar y poner nombre al pecado del pueblo de Israel.

Podemos distinguir en Israel distintas categorías de pecado. Israel fue el pueblo de la Alianza pero poco a poco se fue apartando de esta Alianza. Vamos a contemplar lo que apartó a Israel del Señor.

La idolatría

Israel está tentado a seguir otros dioses porque le resultaban más cómodos. Son dioses que los puedo manipular y controlar a mi gusto. La idolatría es colocarme con un sucedáneo de de dios. Me fabrico un dios a mi medida que me sirva según mis conveniencias.

Podemos preguntarnos ¿Cuáles son los ídolos que reinan hoy? ¿quién es realmente el Dios de mi vida? Puedo ofrecer a Dios sacrificios y cultos vacíos pero mi corazón tenerlo alejado del Señor. Conviene ver los ídolos que poco a poco me van robando la libertad. Hoy día la fama, el prestigio el vivir de cara a la galería. Cuántos “likes” de “face book”. “Los media” nos acaparan buscando halagos. Empezamos poco a poco y caemos rendidos a sus pies. Poco a poco van acaparando mi atención y mi corazón. ¿Qué ídolos tengo que quitan o roban a Dios de mi vida? ¿Me es fácil relacionarme con el Dios vivo o adoró a dioses extranjeros?

TEXTOS DE AYUDA

(Ez 30,10) Haré desaparecer las basuras y pondré fin a los falsos dioses. No dejes que tu corazón sea parte del señor. Se ha pervertido tu corazón y has dado tu corazón a dioses falsos que no pueden salvar.

(Ex 32,1) El conocido becerro de oro el pueblo De Israel se hace un Dios a su medida rechazan al Dios vivo al Dios que le has sacado y liberado

(Deut 29,16) Visteis sus ídolos y os dejasteis deslumbrar por ídolos que acaparan poco a poco vuestro corazón

El adulterio

Dejar de lado a mi verdadero amor, al amor primero. Hay también amores falsos que encandilan que me deleitan de forma momentánea e inmediata pero dejándome amargor. Confundo el amor con amoríos y busco excitaciones momentáneas. Se da una infidelidad al Dios de la Alianza, perdemos lo que realmente somos y queremos. Abandonamos la verdad por la mentira.

Podemos preguntarnos ¿dónde buscamos la felicidad y cómo vivimos la fidelidad en nuestra vida ordinaria? Yo ya me comprometí a Dios, pero dónde está mi corazón, dónde está mi fe, mi fidelidad al Señor. ¿Soy fiel al amor de mi vida o vivo con un corazón doble y adultero?

TEXTOS DE AYUDA

(Os 2-4) La historia del pueblo de Israel está marcada por la fidelidad de Dios y la infidelidad del pueblo. El pueblo se prostituye. Dios le reprocha: Ella no es mi mujer ni yo soy su marido.

(Ez 16,1) Aquella esposa con la que Dios se desposa en fidelidad le es infiel con las cosas que Dios mismo le ha regalado.

La injusticia

La injusticia no es sólo lo que hacemos sino lo que no hacemos, la indiferencia, cerra los ojos, es mirar y no ver. Mirarnos al prójimo y no vemos en el otro a un hermano. Abusamos del otro cuando prosperamos y dejamos atrás a los otros. Mi prosperidad se asienta sobre la propia pobreza de otros. Nos hacemos individualistas, insolidarios y nos vamos deshumanizando.

Podemos preguntarnos ¿que hay en mi vida que colabora con la injusticia? ¿que guardo para mí y no comparto con los demás? El deseo, el sueño y la voluntad de Dios es que vivamos como hermanos, que florezca la paz y la justicia. La injusticia está en nuestra vida, no es cuestión ideológica.

TEXTOS DE AYUDA

(Amós 2 y 4) Dios le duele la injusticia, se conmueve y se conmociona al ver explotados a los pobres. Ay de los que venden al pobre y al inocente por dinero y abusan del indigente. No os convertisteis a mí, aunque todo lo hice lo hice por vosotros.

El miedo, la desconfianza

Hay un miedo sano que nos previene, pero el miedo puede llegar a ser un pecado. Se trata del miedo que nos inmoviliza, que nos paraliza, que nos aparta de la relación y de la convivencia con Dios y los hermanos.

Podemos preguntarnos ¿tengo algún miedo que me llega apartar de Dios? Tenemos miedo amostrarnos como somos. Hoy es un día de pararnos a descubrir esas partes de nuestra historia y esas zonas oscuras de las que no estamos orgullos.

Tenemos muchos miedos, miedo a manifestarnos como somos y perdemos nuestra verdadera identidad, miedo a la soledad, miedo al futuro, miedo a la vejez, miedo a ir aceptando la flaqueza y la vulnerabilidad. Quizás el miedo más grande es al dolor, a la enfermedad y a la muerte.

TEXTOS DE AYUDA

(1 Sam 15, 24; 28,5) Saúl le dice a Samuel tuve miedo a la tropa y les hice caso al ver su campamento tuve miedo perdió la confianza en Dios y acudió a un adivino.

(Mt 14,30) Al sentir el fuerte viento tuvieron miedo y sintieron que se hundía.

(Lc 19, 11ss) La parábola de los talentos. El siervo que porque tenía miedo al Señor escondía el talento.

 

5.2 ORACION DE LA MAÑANA. Derrama Señor tu amor y fortalece nuestra debilidad.

“Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo” (Ez 36) (Is 43, 1-5)

San Ignacio en los Ejercicios nos invita a pedir intenso dolor y lágrimas. (Lo que se busca no es tanto la conmoción sino la conversión del corazón).

Esta mi corazón frío y debilitada mi voluntad. Enciende Señor de nuevo las brasas de tu amor y hazme arder en el fuego de tu amor. Fortalece mi voluntad y disipa Señor todos mis miedos y temores. Esta última etapa de la vida se me ha hecho particularmente difícil. He palpado mi debilidad, mi flaqueza y mi pobreza y lejos de acercarme a ti me he sentido alejándome de ti. Reconozco Señor mis miedos frente al futuro, frente a lo que vendrá,  frente a la enfermedad y la propia muerte.

Entiendo que es parte de mi naturaleza humana que se va desmoronando, pero tú me dices confía en mí, ten fe, yo te llevo de la mano. Tú me dices acaso no soy yo el que te ha creado y redimido, el que te ha llamado por tu nombre, el que te ha elegido y tomado para sí. Yo soy el Señor tu Dios, tú Salvador y tú eres precioso a mis ojos, eres estimado para mí hasta el punto de rescatar tu vida al precio de mi sangre. Yo te amo, y siempre te amaré, yo te llevo de la mano, he estado, estoy y estaré siempre a tu lado, iré siempre delante de ti y no te soltaré. No temas y estoy a tu lado, estoy contigo. Yo quitaré tus miedos, romperé tus cerrojos y ataduras, destrozaré las cadenas de bronce, sacare los ídolos que te encadenan y te daré gustar los tesoros de mi amor, los tesoros escondidos reservados para ti, para que sepas que yo soy tu Dios, tu salvador y tu redentor

Quiero Señor aprender a vivir confiadamente en tus manos especialmente cuando me veo débil y sin fuerzas y pierdo todo el control. Dame, Señor, reconocerte como ese Dios bueno clemente y misericordioso que no nos trata según nuestras infidelidades y pecados, sino que te abajas y te apiadas del pecador, del pobre y el afligido que no encuentra protector. Tú el verdadero y el único Dios. Tú el verdadero amor clemente y misericordioso. Enséñame Señor tus caminos para que siga tu verdad mantén mi corazón entero fortalece mi voluntad para seguir tus pasos.

Haz Señor, que fruto del amor con el que he sido amado, brote de mí la confianza y el agradecimiento. ¿Cómo te pagaré todo el bien que me has hecho? Alzaré la copa de la salvación, te daré gracias por siempre. Solo tú Señor eres digno de recibir todo mi corazón y todo mi amor.

Me invitas a acabar bebiendo del “pozo” de tu misericordia.

Invoco la oración de Santa Faustina para implorar tu misericordia

Oración de la coronilla a Jesús misericordioso:

Derrama Señor sobre nosotros tu amor y tu misericordia. Padre eterno te ofrezco el cuerpo y la sangre el alma y la divinidad de tu amadísimo hijo nuestro Señor Jesucristo como propiciación de nuestros pecados y del mundo entero. Por su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Derrama Señor tu sangre y tu agua, la que hiciste brotar de tu corazón traspasado, de tu mismo Corazón como una fuente inagotable de misericordia para con todos nosotros.

Jesús en ti creo, en ti confío. Vuelve a nosotros tu mirada bondadosa para que en la prueba y en la dificultad no desesperemos ni desalentemos, sino que con gran confianza nos abandonemos y sometamos a tu Santa voluntad que es vivir en tu amor y tu misericordia.

 

5.3 MOMENTO DE REFLEXION: VIVIR Y ORAR CON EL CORAZON

SANAR EL CORAZON

San Ignacio en el n. 124 de sus ejercicios nos dice “gustar la infinita suavidad y dulzura de la divinidad” ¿Cuál es nuestra forma de tratar al Señor y tratar a los demás? ¿cómo nos relacionamos? ¿Cómo nos encontramos y nos dejamos encontrar? ¿Dónde está nuestro afecto, nuestra afectividad?

El Cantar de los Cantares está lleno de expresiones de afecto donde los amantes no ocultan sus deseos. Solemos dar muchas vueltas a las ideas y a la razón, pero lo más importante es el gustar con el corazón el gozo y la alegría que viene de Dios. El amor de Dios entra poco a poco sin hacer ruido. El Señor quiere tocar y sanar nuestro corazón herido.

Hemos vivido durante todo este confinamiento sin podernos tocar y abrazar. Pero necesitamos tocar y ser tocados, abrazar y ser abrazados. El contacto y el calor es vital para el niño con su madre. No tener contacto provoca aislamiento. Tocar y besar las imágenes es propio de la devoción popular pero también muestra que necesitamos ser tocados acariciados somos seres sensibles que somos. No se trata de vivir reprimidos atrofiando nuestros sentidos sino de curar nuestros sentidos.

El sentido del tacto es de los sentidos más fuertes. En los otros sentidos hay una distancia. Podemos espiar, ver sin ser mirados, oír sin ser oídos. El único sentido en qué no podemos mantener distancias es el del tacto. No puedo tocar sin ser tocado. Se da con reciprocidad y hay una inmediatez total.

Jesús se acerca y toca para sanar las heridas de los corazones enfermos y afligidos. La Magdalena toca acaricia busca tocar y abrazar a Jesús. Si queremos parecernos a Jesús necesitamos ser semejantes a él, tener los mismos sentimientos de Jesús. Mi sensibilidad está llamada a ser connatural con la de Jesús

Hoy podemos examinar cómo está nuestra afectividad y sensibilidad, como tocamos y nos ponemos en relación con los demás. Con el tacto podemos mostrar amor, ternura, cercanía pero también podemos buscar nuestro propio gusto y placer. Una caricia puede estar cargada de afecto y de ternura o ser libidinosa y cargada de lujuria. No se trata de caer en puritanismos sino dejar a Jesús que cure nuestras heridas.

CUIDAR LAS MOCIONES DEL ESPIRITU

San Ignacio invita a examinar para discernir las mociones. Hay un lenguaje de Dios que nos habla a través de mociones o movimientos internos es lo que él denomina consolación y desolación.

La consolación: Sentimos una alegría interna, gozamos de la compañía de Dios. No me irrita ni desespera, al contrario, produce gozo y paz. Este gozo afianza las convicciones y me da ánimo para seguir adelante. El Espíritu del Dios vivo produce en el alma estos efectos y plenifica mi vida, me da fuerzas para seguir adelante, me impulsa a tomar un proyecto, me da paz

La desolación: produce agitación, turbación, oscuridad, confusión. Tendencia a lo bajo, a la autodestrucción. Sentimientos negativos a cosas bajas que crean adicción. Todo se me pone en contra. Negatividad, desánimo. pierdo la esperanza y vivimos como arrastrados y desolados.

Se trata de descifrar y discernir el lenguaje de Dios. Cuando estoy consolado o desolado Dios se me comunica y qué es lo que quiere decirnos. Algo importante a tener en cuenta es que no debemos de alterarnos y sobre todo en tiempos de desolación no debemos hacer mudanzas, al contrario, perseverar y de resistir los momentos de prueba. Estos momentos pueden ser también momentos de purificación interior. Son momentos de gritarle al Señor que aumente mi fe. Aunque parezca estar dormido él está.

Podemos orar en esos momentos de desolación con ese grito que surge en medio de la tempestad y de la noche: “Señor sálvanos que perecemos que las aguas nos llegan hasta el cuello”. El señor nos invita a que no perdamos la confianza. Como bien dice Santa Teresa: “Nada te turbe nada te espante, Dios no se muda, solo Dios basta”. No te turbes, no te impacientes, aunque todo pareciera derrumbarse todo, Dios no se ha olvidado de ti.

ORACION EN LA DESOLACION. ORACION DESDE EL POZO DE LA OSCURIDAD (Sal 87)

Los salmos están cargados de esta súplica en los momentos de dificultad, de desolación y turbación. El Salmo 87 “de profundisdesde lo hondo a ti clamo Señor Se utiliza en el oficio de difuntos. Es una oración que también se aplica a Jesús en la Pasión.

“Señor, Dios mío, de día te pido auxilio de noche grito en tu presencia. Llegue hasta ti mi súplica inclina tu oído a mi clamor porque está mi alma colmada de desdichas y mi vida está al borde del abismo. Ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un inválido, tengo mi cama entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo. Encerrado no puedo salir y los ojos se me nublan de pesar. Todo el día te estoy invocando tendiendo las manos hacia tí, pero yo Señor te pido auxilio y confío en ti. Por la mañana irá a tu encuentro mi súplica porque tú Señor no me rechazas, sé que tú no me esconderás tu rostro”.

Es la oración del pobre y enfermo qué se siente sin fuerzas en medio de la prueba. Mi alma la veo saturada de aflicción, me encuentran y me cuentan entre los que bajan a la fosa. Soy como un hombre acabado que tiene su causa entre los muertos, parecido a los cuerpos tirados a la tumba y que han sustraído de tu mano. Pero dirijo mi plegaria hacia tí. Yo Señor confío en tí, en tí me cobijo, en ti me abandono, en tus manos encomiendo mi alma.

Tú atiendes el clamor de los pobres y afligidos, tú te compadeces del que no tiene protector, tú te inclinas desde lo alto a mirar lo más bajo de la tierra para escuchar el gemido del pobre y el afligido y liberar a los condenados a muerte.

Bendice alma mía al Señor, el colmará de dicha tu existencia y como el águila renueva sus alas así renueva tu juventud. Cómo se alzan los cielos de la tierra tan alto está mi amor para los que a mí se acogen.

 

5.4 PAUTAS DE LA TARDE. LA LLAMADA AL REINO DE DIOS.

San Ignacio en la segunda semana de los ejercicios en el n. 91 sitúa la llamada del Rey a su Reino. San Ignacio en el número 93 de los ejercicios dice el Rey llama al seguimiento para construir su Reino para acercar a los hombres la verdadera vida y acercarles la salvación. (Sin duda hay que contextualizarla con un lenguaje que nos resulte asequible al mudo de hoy).

Después del agradecimiento brota la disponibilidad del agradecimiento al seguimiento. El Señor nos sigue llamando a vivir y extender su Reino. El Señor nos libera de nuestras cadenas y del sentimiento de liberación surge el deseo de liberar a otros.

VIVIR COMO JESUS, APASIONADOS POR EL REINO

¿Cómo vivir como Jesús apasionado por el Reino? ¿cómo vivir y llevar a cabo el sueño de Dios, que reine su amor su paz y su justicia en toda la tierra?

La fuente de la generosidad es el agradecimiento, el agradecimiento es lo que más nos moviliza una generó genuina generosidad a fondo perdido. ¿qué es lo que moviliza mi vida qué es lo que me mueve, lo que me conmueve, lo que me apasiona?

Lo que nos moviliza es una persona, la persona de Jesús. No puede movilizarnos una ideología no puede movilizarnos la indignación no puede movilizarnos los imperativos. Sólo Jesús es capaz de movilizar nuestras vidas y nos invita a responder a la llamada desde este conocimiento íntimo. Cristo conoce íntimamente aquellos que llama. Cristo debe ser el único que movilice.

CONOCERLE PARA SEGUIRLE

La lógica de ese conocimiento no es racional es existencial debe estar enraizado en lo que soy no se trata de programas ideologías o doctrinas. Si doy mi vida y la doy por alguien y para algo. Entregamos muestra vida a Jesús y para el Reino. Gran parte de los problemas es que tenemos doctrinas y programas, pero muchas veces no tenemos a la persona de Jesús en su matriz.

Tener a Jesús y responder a su llamada es tener el porqué y el para qué de nuestra vida. Seguir la persona de Jesús es seguir a alguien que tuvo un sueño una causa, el Reino. Seguir a Cristo no es un espiritualismo es invertirnos en la causa de Jesús. En la práctica significa que mi consagración no es una entrega a actividades o programas. Se trata de entregarme por entero a Cristo y con Cristo por su Reino. Consagrarme es ofrecerme. Es que soy para alguien para servirle y seguirle a él.

DIOS NOS SIGUE LLAMANDO HOY

El tema que subyace es el de la generosidad. ¿cómo estamos de generosidad como estamos en disponibilidad? ¿Cómo vivo mi consagración a él y a su Reino? No somos neutrales ante la llamada del Señor. ¿Cómo respondo a su llamada hoy?

Le pedimos al Señor que no sea sordo a su llamada hoy. Se nota en nuestra disponibilidad, la medida que nos hacemos disponibles para el Señor. La entrega vale por la persona en la causa a la que queremos entregarnos él viene a planificar nuestra vida Jesús no nos fuerza Jesús nos invita si quieres seguirme.

No me llamó yo, soy llamado por él. No me pongo yo en el centro, soy puesto por él. No somos nosotros los protagonistas. No es mi elección, es su elección. Soy invitado, soy llamado. No somos nosotros los artífices del Reino, somos artesanos, colaboradores, servidores. No me impone no me exige cuenta con mi libertad el

DIVERSAS FORMAS DE SEGUIRLE

El es quien me llama y hemos de reconocer cuál es mi llamada Sin duda hay distintas formas de seguirle. El carisma tiene que ver con el subrayado, el rasgo de mi llamada. San Ignacio remarca la misión y la vida apostólica somos elegidos y enviados para una misión. San Ignacio ajustándose al evangelio remarca la dedicación apostólica de los doce. “Llamo a los que él quiso para que estuvieran con él y enviarles a predicar” (Mc 3,13). Pidamos pues conocerle para que sea él quien mueva transforme nuestra vida. Somos de él y para llevar a cabo su misión, su causa, su sueño.

OFRECIMIENTO

Se trata ser recibido y ofrecerme. En el número 98 de los ejercicios San Ignacio remarca el ofrecimiento de toda mi persona: “Hago mi ofrecimiento y ofrezco todo mi ser. Quiero y deseo y es mi determinación deliberada seguirte e invertir me en vivir y extender tu Reino”

Se trata de una opción total y sin reservas. No es un oficio o una mera de dedicación. No se trata de invertirnos a ratos o a medias. Se trata de invertirnos del todo. Ahí invertimos toda nuestra sensibilidad y toda nuestra persona

TEXTOS DE AYUDA

En el AT encontramos distintas llamadas: (Jer1, 4ss); (Is 6, 1ss); (Am 1, 1 ss); (Ez 1,ss)

Igualmente, en el NT encontramos textos de la llamada de Jesús a los primeros seguidores: (Lc 1, 26); (Lc 5, 1ss); (Mc 1,14)

Es la llamada de Jesús a sus primeros discípulos. Jesús empezó a proclamar la buena nueva del Reino y paseando por la orilla vio a unos pescadores y les dijo síganme yo les haré llegar a ser pescadores de hombres. Ellos de inmediato dejaron sus redes y sus barcas, lo dejaron todo y le siguieron. Podemos también elegir otra segunda llamada (Jn 20, 21)

5.5 ORACION DE LA TARDE. RESPONDER A SU LLAMADA (Jn 20, 21)

Pedir al Señor la gracia de ser llamados de nuevo. Del reconocimiento brota el agradecimiento y del agradecimiento el seguimiento. Quiero detenerme Señor en cómo cuando los discípulos se encontraban defraudados y descorazonados, después de tu Pasión y muerte, una vez resucitado tú saliste a su encuentro, tú les llamaste de nuevo.

“Jesús nuevamente se manifestó les llamó de nuevo. Ellos estaban aturdidos, desmoralizados. Pedro dijo me voy a pescar, los otros dijeron, nosotros vamos también contigo. Salieron pues, subieron a la barca y se pusieron a pescar. Pero aquella noche no pescaron nada. Al romper el día, al amanecer, Jesús estaba en pie parado en la orilla vio a los discípulos, pero los discípulos no lo veían no lo reconocía no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les habló y les dijo: muchachos ¿habéis pescado algo, tienen algo que comer? Ellos contestaron: nada. Entonces Jesús se dirigió a ellos y les dijo de nuevo: echen las redes a la derecha. Ellos echaron las redes como Jesús dijo. Cuál sería su sorpresa cuando la vieron cargada de peces, tanto que no tenían fuerza para recogerla por la sobreabundancia de estos. Entonces el discípulo amado dijo a Pedro: es el Señor. Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se lanzó del agua sin nada. Los otros discípulos arrastraron la red a la orilla llena de peces. Apenas llegaron a la orilla encontraron a Jesús que había preparado pescado sobre brasas y pan. Jesús les dijo: vengan a comer. Ninguno se atrevió a preguntarle quién era porque sabían que era Jesús. Jesús se acercó a ellos y tomó el pan lo partió y lo repartió después de comer se acercó a Pedro y le dijo: Simón hijo de Juan ¿me amas? si me amas apacienta”.

Hoy tú de nuevo Señor te acercas a mi vida, a mi barca y la ves llena de agujeros, entrando agua por todas partes, medio vacía y sin nada, también cansado y descorazonado del duro bregar. Se ha hecho larga la noche y no hemos pescado nada.

Te acercas de nuevo sigilosamente, sin hacer ruido, sin reproche alguno, suavemente como la brisa del mar, haciendo surgir un nuevo amanecer, haciendo surgir un nuevo horizonte para mi vida. Me haces recordar la primera llamada. No insistes en el por qué estoy cansado y desalentado, tan solo me vuelves a mirar con amor y me llamas de nuevo, por mi nombre. Quieres que te reconozca. Soy yo, Soy el Señor, no soy un fantasma, no me desvanecido de tu lado.

Como a Pedro tan solo me diriges una pregunta ¿me amas? reconoces mi amor por ti. Sí Señor tú sabes que te quiero. A pesar de mis dudas y de mis miedos, a pesar de mis negaciones, quieres hacer despertar de nuevo el fuego del primer amor. Quieres avivar las brasas de mi amor dormido y me invitas de nuevo a seguirte a poner por entero mi vida en tus manos, a poner toda mi confianza en ti. Señor tú sabes que te quiero.

Sígueme, apacienta, apoyado en mi en mi fidelidad. en la experiencia renovada de mi infinita misericordia

Antes ponías la seguridad en tus fuerzas en tus capacidades y habilidades, hoy debes poner toda tu confianza en mí. Antes tú decidías a dónde ibas y lo que querías ahora yo te guiaré y te llevaré por donde tú no irías. Abrirás tus manos y me dejarás las riendas de tu vida Fíate, tú sígueme, tú déjate llevar. Desde dónde estás y cómo estás vuelves a decirme anuncia mi Reino. En tu nombre Señor échale de nuevo a las redes.

 

5.6 EUCARISTIA DE LA IMPOTENCIA AL ABANDONO CONFIADO (Is 66,13; Jn 3, 4-8)

Me siento como Nicodemo un hombre ya viejo. ¿Acaso puedo nacer de nuevo, acaso volverá el hombre ya viejo al seno de su madre para nacer una segunda vez? Jesús le dijo: en verdad te digo el que no renace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne lo que nace del Espíritu es espiritual y nacido de Dios. No te extrañes que te diga necesitas nacer de nuevo desde lo alto. El viento sopla donde quiere y tú oyes su silbido, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede al que ha nacido del Espíritu

Confía en mí, no confíes en tus fuerzas, no te engrías cuando todo te vaya bien y adquieras riquezas. En la abundancia recuerda que todo te ha sido dado. Recuerda desde donde el Señor te llamo. No os olvidéis que todo ha sido gracia y fruto de su amor. No os olvidéis de vivir con un corazón agradecido dando gracias y gloria a Dios. En los buenos y en los malos días demos gracias a Dios. En la debilidad y en la pobreza darle gloria y amar al Señor. En la debilidad también Dios nos invita a vivir una situación privilegiada de dependencia para qué confiemos siempre en él. En la insuficiencia, en la impotencia podemos acudir confiadamente al Señor.

Pedid y recibiréis. Si vosotros siendo malos no dais una serpiente a vuestros hijos cuando os piden pan, cuánto más vuestro padre os dará el Espíritu Santo si lo pedís y con él aquello que necesitáis.

Señor me siento pobre pequeño impotente dadme vuestro amor y gracias dadme vuestro Espíritu y eso me basta.

5.7 ORACION DE LA NOCHE. CANTARE ETERNAMENTE LAS MISERICORDIAS DE DIOS (Is 66, 13ss); (Lc 1, 46)

En este día de nuevo he sentido tu llamada y tu invitación a vivir en tus manos todo como una respuesta de amor, como una ofrenda de amor. Si dejamos todo en manos de Dios veremos la mano de Dios en todo.

Me invitas a vivir en la confianza de los niños y a vivir con María y como María en continuo magníficat. Me invitas a renacer día tras día de tu misericordia. Sembraré mientras es tiempo, aunque cueste fatigas. Lo bueno y lo noble perdurará eternizado en la dicha. Proclamaré día tras día tu fidelidad porque tú Señor eres bueno y clemente, rico en misericordia.

Quiero estrenar cada día tu llamada y tu seguimiento como una oportunidad para vivir y extender tu Reino desde la novedad y el asombro que da ver que tu Señor estás vivo y estás a nuestro lado. Enséñame a vivir en ese abandono confiando en la Providencia. Dame Señor tu Espíritu y eso me basta. Danos tu manera de sentir y de amar para que con humildad y simplicidad te podamos hacer presente desde los detalles más simples, con la alegría del corazón. Que podamos prodigar tu amor, tu ternura, tu misericordia y tu perdón para con todos.

Sembrar generosamente, amar desde lo oculto, desde lo sencillo, sin esperar recompensa o ver frutos por el solo hecho del amor que hemos recibido. Dar gratis lo que hemos recibido gratis. Prodigar el amor que hemos recibido con el que somos amados y creer que tus promesas un día se harán realidad.

Feliz tu Madre porque creíste en sus promesas. Alcemos la mirada soñemos y volemos alto. Bogar mar adentro en el océano de tu misericordia. Dejémonos de nuevo enamorar apasionar, ilusionar.

Voy a abrir los cielos y los horizontes de nuevo para crear una tierra nueva, una historia nueva. Alegraos y estar contentos por lo que voy a crear. Voy a hacer nuevas todas las cosas, voy a desplegar mi amor y mi poder y ustedes se llenarán de alegría.

¿Puede acaso hacer todo un pueblo o nación de una sola vez? Alegraos todos los que hacíais luto porque voy a hacer correr hacia vosotros torrentes de paz como un hijo a quien su madre consuela así yo os consolaré. Entonces saltará de gozo vuestro corazón y vuestra carne y cuerpo envejecido se rejuvenecerá como la hierba. (Is 66, 13ss)

 


SEXTO DIA. 6 de octubre. LA MISION

 

6.1 PAUTAS DE LA MAÑANA. LA LLAMADA DEL SEÑOR.

Vamos en este día a seguir profundizando en su llamada: “Llamó a los que él quiso para que estuvieran con él y enviarles a predicar” (Mc 3, 13). Fijémonos en quién nos llama y para qué nos llama. El “quién” es primero, luego el “para que”.

QUIEN ES EL QUE NOS LLAMA

El primer aspecto a resaltar es quién es el que nos llama el que llama es Jesús constituido Señor y Cristo. Es el Señor quien dice ven y sígueme. Jesús no es solo un amigo, no nos olvidemos que Jesús es el Hijo de Dios, el Señor. “Que todo el pueblo reconozca que el crucificado Dios lo ha resucitado y nombrado y constituido Señor y Mesías” (Act 2.36) Es preciso remarcar esta nota la soberanía del Señor resucitado sobre todas las cosas. El señor vivo y resucitado vencedor de la muerte es el que nos llama hoy. Jesús es el Maestro y el Señor. Jesús el Señor se hace siervo por amor. Jesús nos enseña con la vida, nos enseña lo que él es. El es el Hijo de Dios y nos enseña a vivir como hijos. ¿Cómo confesamos a Jesús?¿Cómo seguimos y anunciamos a Jesús? ¿Qué rasgos descubrimos que nos identifican con Jesús? Es de nuestra condición de seguidores, servidores, desde el servicio y el amor y no desde el prestigio y el poder.

LLAMO A LOS QUE EL QUISO PARA QUE ESTUVIERAN CON EL

Conviene resaltar es la gratuidad de su llamada. su móvil es su amor porque nos ama. me tengo que entregar libre y totalmente a su designio por amor.

Conviene resaltar el primer rasgo de la llamada. Para que estuvieran con él. La llamada requiere una relación de amistad. Nos llama para estar vivir convivir con él. No podemos seguir y anunciar su reino sin vivir con él. Es imposible ser como Jesús sino vivimos con Jesús. No podemos anunciarle sin estar con él. El seguimiento requiere sintonizar empatizar con la persona de Jesús. Vivir con la libertad de Jesús. Somos sus elegidos, sus colaboradores, no asalariados ni subvencionados.  Nos llama y nos da poder, el poder es su amor, su Espíritu. Quien me llama me da el poder y la gracia para que yo pueda responder a su misión. La misión la debemos de vivir con él y en él.

PARA QUE NOS LLAMA

San Ignacio insiste en el n. 97 dice: “los que más se quieran afectar por mi causa”. Se trata de continuar su misma misión sirviéndole e imitándole. Se junta el servicio y la imitación.

Hoy estamos invitados a profundizar en el sentido y la razón de su llamada. a qué somos sensibles de la misión de Jesús si se trata de liberar curar hacer justicia sirviendo al señor doy libremente mi respuesta a su proyecto 

Quien quiera venir conmigo a de trabajar conmigo en mi mismo proyecto considerar que hemos de poner toda nuestra persona en el empeño de Jesús. Aquí soy más sensible de la misión del señor del señor somos mensajeros y tenemos una buena noticia que anunciar somos destinatarios del Reino de Dios. nos llama para curar el corazón humano para liberar a los cautivos para anunciar la buena nueva a los pobres

Jesús construye historia nos invita a continuar su historia El Reino de Dios está cerca la buena noticia ha llegado Jesús hoy me llama a mí para hacer historia para crear historia una historia de Justicia de libertad y de fraternidad nos llama para hacer visible construir su Reino que ya está presente e incoado.

TEXTOS DE AYUDA

(Lc 4, 16 ss) Jesús toma conciencia de su misión. Presenciemos su discurso inagural, presenciemos la escena y miremos y escuchemos sus palabras de Jesús: “El Espíritu del Señor está sobre mí porque él me ungido para anunciar la buena noticia para poner en libertad a los cautivos para curar y dar la vista a los ciegos para proclamar el año de gracia el tiempo de gracia del Señor. Esto hoy se verifica y se cumple en mí”.

(Fil 2,1ss) Tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús quien siendo el señor se hizo siervo por amor Haz que vivamos la misión en tu modo de ser y de obrar, en esa confianza con el Padre en su mismo apasionamiento por el Reino

ORACION DE LA MAÑANA. (Jn 20.21) (Lc 4, 16ss)

Pedir la gracia que el Señor nos llame de nuevo y nos reciba de nuevo

Recíbenos de nuevo, llámanos de nuevo, úngenos de nuevo, envíanos de nuevo.

En la plenitud de los tiempos y de la historia. Hace 2021 años, de entre más de 200.000 millones de galaxias, más de 7 cuatro millones de estrellas, 20 cuatrillones de planetas, Dios se fijó en un pequeño planeta azul gentilmente bañado de agua. Un pequeño y diminuto planeta ni demasiado lejos, ni demasiado cerca del Sol. Y tuvo lugar un evento único e irrepetible en el vasto océano de nuestro universo: la Encarnación del Hijo de Dios. El hijo de Dios quiso venir a este mundo y hacerse hombre, cercano y visible para el hombre, para vivir entre nosotros y anunciar y proclamar su Reino de amor.

Para llevar a cabo tal designio de amor no quiso hacerlo solo, quiso llamar a hombres como nosotros tomar parte en su misión. También nosotros somas parte de tu designio y plan de salvación. Para esta misión fuimos llamados. Quisiste que fuera yo quien tomase parte en tu designio de amor. Dios con el hombre, Dios con nosotros queriendo hacer juntos una historia nueva, una creación nueva, una tierra nueva y unos cielos nuevos. Lo más grande de todo es saber que él vive hoy entre nosotros y de nuevo nos llama hoy

Esta es nuestra verdadera existencia y el sentido del por qué estamos aquí. Este es el para qué de nuestra existencia. Fuimos creados para responder a su llamada y tomar parte en su misión. No nos creó seres iguales seres repetidos como una fotocopia. A lo largo de la historia después de llamar a tus primeros discípulos quisiste llamar a tantos en una lista interminable de seguidores. Sí, hoy nos llamas a nosotros no porque seamos seres excepcionales, sino porque tu has querido, por tu inmenso amor

Sí podemos soñar, podemos amar, reír, alegrarnos contigo. Alegrémonos y regocijémonos. Para esto fuimos creados, para una misión, ti misma misión la que tu empezaste y llevarás a término. Ahora nosotros somos parte de tu misión, la misión que hoy quieres continuar en nosotros.

Aquí estoy Señor. Dee nuevo recíbeme entre tus elegidos, envíame con el don de tu Espíritu para continuar y eternizar en este mundo tú misma misión

También nosotros como los discípulos nos podemos sentir atemorizados, con miedos paralizados, confusos, aturdidos, con las puertas del corazón bloqueadas por la desconfianza el miedo y la incredulidad

Pero tu Jesús irrumpes te haces presente en medio de ellos. Les muestras tus manos y tus pies heridos. Ellos te reconocen: es el Señor. Tu no les reprendes, ni les echa en cara su incredulidad. Tú les inundas de tu paz. La paz con vosotros. Como el Padre me envió así yo os envio. No les enviaste solos les prometiste que estarías con ellos, que no les dejarías solos y les dijo recibid el Espíritu Santo.

Envíanos Señor tu Espíritu y renueva la faz de tus siervos, la faz de esta tierra.

 

MOMENTO DE REFLEXION. GUIADOS POR SU ESPIRITU. CON EL PODER DE SU ESPIRITU

San Ignacio nos habla en la regla 322 del discernimiento de cómo responder al Señor. Nos podemos sentir desanimados, pero Dios nos llama a confiar. Somos tentados, el tentador actúa, pero no debemos dejar ventaja al tentador que actúa desanimando. Dios también está Dios también actúa. Somos probados y tentados, pero en la prueba podemos salir fortalecidos

Desde la impotencia al abandono confiado. Nos invitas a vivir la misión desde la confianza.

¿Cómo superar la impotencia que nos embarga? Se nos llama a una misión que para el hombre es imposible. ¿Quién puede anunciar buenas nuevas en un mundo decadente?, ¿quién puede recuperar la libertad a los adictos esclavizados por tantos ídolos?, ¿quién puede abrir los ojos de los ciegos?, ¿quién puede romper los cerrojos y las cadenas que paralizan el corazón?, ¿quién puede salvar al hombre de la ruina?, ¿quién puede hacer resucitar a los muertos?

Verdaderamente se trata de una misión imposible para el hombre, pero no para Dios. Antes de enviarnos nos prometes tu Espíritu.

Aún en medio de la desolación, esta puede convertirse en fuente de luz de sentido, oportunidad de sacar de nosotros más amor. Quizás somos tibios y negligentes, quizás nos hemos sentido torpes y lleno de errores, pero no hemos de dejarnos caer en el desánimo la tristeza y la apatía. Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que nos dejamos afectar por lo que nos pasa. La realidad no es el pecado, no somos todo pecado. Somos pecadores, pero amados perdonados. Llevamos este tesoro en vasijas de barro pero hay gracia para nosotros. Todo es gracia de nuestro Señor y no tenemos que caer en el miedo sino en el agradecimiento y en la gratuidad. Somos pobres servidores para servirle en humildad, sin exigencia, sin merecer nada.

A pesar de nuestra impotencia no debemos volver atrás. A pesar de las caídas no debemos desistir. Levántate, vuelve una y otra vez a empezar. Volver a empezar una y otra vez poniendo toda la confianza en él. No importa sentirse pobres y pequeños y pecadores porque es lo que verdaderamente somos y él lo sabe, cuenta con nosotros. Él no vino a llamar a los justos y perfectos sino los pobres pecadores y entre ellos nos encontramos nosotros.

Que no nos paralice el miedo, ni los fallos, ni los errores, incluso nuestros pecados. Él cuenta con nuestra debilidad y la fragilidad. Los límites que experimentamos es el barro. Lejos de sernos desfavorables Dios pueden actuar en favor nuestro. Dios quiere seguir actuando en lo pequeño, a través de lo pobre y lo pequeño. Dios quiere qué proyectos tan grandes se lleven a cabo con instrumentos tan pobres.

Llevamos este tesoro en vasijas de barro. No es malo constatar nuestra pobreza. Es ahí donde Dios viene en nuestra ayuda. La realidad es que somos pobres y pequeños, no somos héroes ni superhombres.

Corremos un error cuando idealizamos el seguimiento. Hemos de trabajar con la conciencia de nuestros límites y errores, pero hemos de apoyarnos en Dios en medio de nuestras flaquezas. No debemos creer que es a base de nuestras fuerzas méritos y capacidades cómo Dios salva. No hemos de esperar pagas y recompensas inmediatas. La generosidad se prueba en la dificultad. Si para hacer algo esperamos que todos nos lo agradezcan no nos moverá Dios. Dios cuenta con nosotros y actúa en nuestra debilidad.

 

PAUTAS TARDE: COMO VIVIR LA MISION DESDE LA CONFIANZA Y LA GRATUIDAD

Seguimos profundizando en el cómo vivir la misión. “Como el Padre me envió así yo os envío”

Petición: Enséñanos Jesús tu modo de ser y de hacer y de vivir la misión.

San Ignacio en los ejercicios del n. 101en adelante hasta el 109 nos introduce en el móvil de la Encarnación del Hijo de Dios. Cristo es invitado por el Padre a hacerse hombre y venir a este mundo. Dios mira el mundo no con desprecio sino con amor. Dio no está afuera o de espaldas al mundo. Salió de sí para entregarse al mundo. Dios sabe de las necesidades del mundo de hoy.

San Ignacio nos invita a entrar en este coloquio. Juntos el Padre, el Hijo y el Espíritu deciden de común acuerdo salvar el mundo. Qué asombroso e impresionante este momento. Hagamos redención del género humano. Dios quiere dar futuro redención, vida, sanación salvación. La redención y la salvación es Jesucristo, nuestra salvación.

DIOS DECIDE HACERSE HOMBRE EN LA POBREZA DESDE LA POBREZA

La Encarnación del hijo de Dios ha sido en la pobreza, en la periferia. Dios quiere salvar al hombre, pero con el hombre, contando con lo humano contando con el sí de una creatura humana. “Quien te creó sin ti no te salvará sin ti”

Dios quiere contar con nuestra humanidad, con nuestra fragilidad y nuestra pobreza. Los que llamó no eran los mejores, los más inteligentes, hombres con grandes talentos y capacidades. Eran sencillamente personas corrientes, gente común, con sus miserias y con sus defectos.

ANUNCIAR QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

Hoy es un día para poder profundizar los lugares donde está Jesús, cómo se encuentra él en nuestro mundo Dios está en todo lugar, en el centro y en las periferias, en los templos y en las calles, donde la gente goza y donde la gente sufre. ¿Dónde el Hijo de Dios nace y el Hijo de Dios muere? La misión de Cristo encaja en todo lugar y tiempo. Jesús nos envía a este mundo. Jesús está en el mundo no se ha olvidado ni dejado a un lado. Jesús nos envía al mundo para salvar el mundo. Dios no es enviado a condenar sino a salvar.

DIOS NOS ENVIA EN COMUNIDAD

La misión se vive también en comunidad. La misión no es para vivirla solos, se vive en comunidad. La misión tiene una dimensión personal y comunitaria. La misión la vivimos en Iglesia. La Iglesia está llamada a ser sacramento de salvación, a llevar una palabra de aliento y esperanza a aquel que se encuentra solo y que más lo necesita. Hoy también mirando el mundo nos dice. ¿A quién enviaré, quién irá de parte nuestra?

PREDICAR CON LA VIDA Y NO SOLO CON PALABRAS

Anunciar la buena nueva del Reino. Para hablar bien de Dios no hacen falta muchas palabras. Dios nos envía para bendecir, para decir bien y no condenar, con poder para expulsar demonios. Todo lo que destruye al ser humano es un demonio, todo lo que opone el Reino es un demonio, la prepotencia, la envidia, los odios, la avaricia. Todos los “ismos” y las “fobias” Hay demonios que están fuera y otros que están dentro.

Esta tarde nos podemos preguntar a qué obras de justicia me invita Jesús. ¿Qué mensaje que buena nueva debemos anunciar?, ¿qué demonios tenemos que expulsar?

A MANERA DE SINTESIS

Pidamos la gracia de saber reconocer a Dios presente: Se trata de aprender a vivir con una actitud filial, confiada y contemplativa como María. Lo que San Ignacio propone en la última meditación de los Ejercicios: "meditación para alcanzar amor" (Ej n. 230-237) es la gracia de reconocer a Dios en la vida, en la historia tanto personal como comunitaria, reconocer a Dios en cada ser y en cada situación de la vida por dura que esta parezca.

Aprender a vivir en este abandono confiado: El Dios amor que nos ha amado, nos ama y nos amará siempre, nos promete que nunca nos abandonará, que estará siempre con nosotros. 

 

ORACION DE LA TARDE: EL SI DE MARIA (Lc 1, 26-30)

María es la puerta de entrada de la Encarnación. El Hijo de Dios se hace carne en María. Petición: María enséñame hoy a decir tu sí.

Hay algo de asombro sorprendente y maravilloso en el sí de María. El sí de María puede ser la ayuda para que yo también diga sí. Nuestro sí de hoy responde a una cadena de sies que empezaron con el sí de María. Madre ayúdanos hoy a decir sí, que tu modo de vivir y de ser sea nuestro modo de ser y de vivir.

Todo pausaba en silencio como si el tiempo quedarse detenido suspendido y todo el cielo quedase expectante. Nadie podía percibir lo que estaba en juego. El ángel, el mensajero de Dios entró y susurró: Alégrate María el Señor tu Dios te ha mirado, te ha elegido, te ha invitado y convocado para llevar adelante su plan de salvación.

No temas María. Él está a tu favor. Eres la elegida y favorecida.

El Señor ha pensado en tí para traer al mundo la salvación, vas a concebir y a ser madre para dar a luz al hijo de Dios.

Extrañas palabras que apenas podía comprender, pero tu Madre no cuestionaste nada ¿acaso una Virgen puede engendrar? simplemente te dispusiste con un sencillo ¿cómo puede ser esto? ¿cómo puedo ayudar para que esto sea posible?

No temas María el Espíritu vendrá sobre tí. El Espíritu vendrá sobre ti para ser la Madre del Señor.

Madre te estremeciste antes tales palabras. De ti hacía depender Dios la salvación del mundo, la encarnación del Hijo de Dios. Tu creísteis, te fiaste, te confiaste, te abandonaste.

También hoy me invitas a hacer como tú. Todo mi ser se estremece ante el anuncio del Señor. Todo mi ser se llena de júbilo. Madre enséñame hoy a decir tu sí. Hágase en mí como tú quieres. Enséñame a vivir Madre abandonado en las manos de Dios. Todo mi ser se abandona por entero en Dios mi Salvador.

 


  7. ULTIMO DIA. 7 de octubre. A MANERA DE CONCLUSION Y DE SINTESIS

 

7.0 A MANERA DE SINTESIS DE LOS EJERCICIOS

Los ejercicios cada año es una ocasión para experimentar el paso de Dios por la vida. Es el que la va. construyendo día a día, año tras año. Estamos en las manos de Dios , más aún estamos en el seno, en el vientre de Dios en constante gestación y renovación. Nuestra vida, nuestra historia, nuestro mundo lo tiene Dios en constante gestación en la espera de la nueva creación, los cielos nuevos y la tierra nueva Aunque el esquema de los ejercicios no era nuevo sin embargo la palabra siempre es nueva, viva y eficaz. Estos ejercicios han sido un tiempo propicio para mí saliendo de este tiempo de convalecencia y de pandemia.

Este tiempo nos hace recapacitar la caducidad de las cosas y nos remite a lo esencial en lo que permanece y subsistirá para siempre, el amor.

El misterio de la vida solo lo comprendemos a la luz del misterio del Hijo de Dios. Ante la grandeza del amor de Dios uno se siente pobre y pequeño. Este tiempo ha sido tiempo propicio para sentirse pobre y pequeño delante y en manos de Dios.

El primer fruto ha sido la aceptación de la propia pobreza.. aceptar el propio límite, estar a gusto en la propia pequeñez. La pobreza  es la actitud más propia de la oración del pobre, la apertura del que no es hacia el que es, del que no sabe al que sabe, del que no tiene al que tiene, del que no puede hacia el que todo lo puede.

Aceptar nuestra contingencia, necesidad, carencia, enfermedad, limitaciones, contrariedades, nos colocan en una situación de dependencia de Dios. Somos seres necesitados de Dios. Esta actitud de reconocimiento de nuestra nada, de humildad profunda (del humus de nuestra vida) nos hace caminar en verdad y en confianza absoluta en Dios. nuestra pobreza se convierte en impulso y en fuerza para la oración. "Mi gracia se revela con fuerza en la pobreza".

Esta actitud nos hermana, nos hace solidarios de los que se sienten  débiles, pobres y pecadores, de los que son conscientes de su pobreza radical. A la vez nos confirman la fe de los pobres que creen en el Dios de los imposibles, de los que no tienen con qué contar sino con Dios. 

El segundo fruto que deja es la de vivir en el abandono confiado en las manos de Dios. A Dios le cautiva el corazón de los pobres porque le dejan ser Dios con ellos. No temas no tener nada, no poder nada, me tendrás a mi como tu mejor riqueza, compartir mi amor como única ofrenda. Tu deuda de amor te llevará a hacer que mi amor tantas veces olvidado pueda llegar a todos, sobre todo a los más pequeños y vulnerables.

7.1 LOS EJERCICIOS EN CONSTANTE RENOVACION

Los ejercicios ignacianos, según biógrafos no fueron escritos de una sola vez se fueron compilando a lo largo del tiempo. El libro es un libro conciso dirigidos sobre todo a quien los da. Le añade las anotaciones al final para mejorar el método y la pedagogía. Los ejercicios nacen de la experiencia personal de San Ignacio, considerado como todo un peregrino de Dios. El puso por escrito algunas de las cosas que le habían ayudado, para poder así ayudar a otros. Desde hace cinco siglos han sido un modo de ayudar al encuentro con Dios en la propia vida, en el camino único irrepetible de cada persona. En un principio como ejercicios de mes en silencio se hacían una sola vez, para un discernimiento en el estado de vida a adoptar para mejor cumplir la voluntad de Dios y percibir el modo concreto de amar y servir a Dios. Con el tiempo adquirió como una forma de orar que ayudase al encuentro con Dios en la vida. Se realizan también en la vida y en distintas etapas de la vida. Mis primeros ejercicios ignacianos de mes en silencio los realicé al principio de mi vida misionera hace ya 40 años. Ahora diríamos en la etapa final han sido solo de una semana y aunque me era conocido el método y la forma, los quise hacer con la novedad de la apertura a Dios para dejarme de nuevo sorprender y escucharle en este momento de la vida. Es importante mantener esta actitud de escucha y docilidad durante toda la vida.

 


7.2 LOS EJERCICIOS NO ACABAN AQUÍ. INICIAMOS UN CAMINO

Los ejercicios propiamente eran del 1 al 10 de octubre. Yo no los pude realizar completos porque tuve que acudir a una consulta médica en el Hospital Clínico de Salamanca. No es casualidad que el 10 de octubre se inaugura la misa del Sínodo de los Obispos presidida por el papa Francisco: Por una Iglesia sinodal (comunión, participación y misión). Este sínodo se concibe como un caminar juntos todo el pueblo de Dios puesto a la escucha del Espíritu. Se trata de un itinerario que durará tres años, 2 años de preparación desde 2021 al 2023 con distintas fases (diocesana, continental y universal) para concluir con la fase universal conclusiva.

Se trata sobre todo de permanecer abiertos a la escucha del Espíritu que nos invita a reflexionar juntos sobre el modo de ser, vivir y obrar como Iglesia. La Iglesia debe permanecer en una actitud evangelizadora, una Iglesia en salida al mundo que vivimos. Esto supone un espíritu de conversión renovado para aprender a vivir de verdad y humildemente desde el servicio, el perdón, la reconciliación y el encuentro.

Se trata de iniciar juntos un camino de conversión que conlleve no solo la conversión personal sino estructural, a nivel eclesial y pastoral de la Iglesia. Estamos llamados a la unidad, a la comunión y fraternidad sin que nadie quede fuera incluso más allá de los recintos de la propia Iglesia. La iglesia está llamada a establecer un diálogo y encuentro no solo ad intra sino ad extra, con los no creyentes, con los creyentes de otras confesiones o religiones (El espíritu de la carta encíclica Fratelli tutti).

De la pandemia podemos salir fortalecidos. Después de todo este tiempo de pandemia que hemos vivido a nivel global hemos de lograr poder volver a vernos y a encontrarnos con una mirada nueva. Tras una situación de “cambio epocal” donde experimentamos el crecimiento de la violencia, los racismos, las desigualdades, las guerras, los conflictos, el terrorismo, las desigualdades, las migraciones, el cambio climático estamos llamados a cuestionarnos que Iglesia somos, que Iglesia queremos, qué tenemos para ofrecer al mundo contemporáneo de hoy.

 


7.3 LA CONVERSION INICIAL NOS PONE EN CAMINO PARA VIVIR EN CONTINUA CONVERSION

Este año se celebra el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio. La conversión de San Ignacio como la de todos los santos supone un punto de inflexión. Pero más que un momento preciso supone un proceso de conversión que continua toda la vida. A este respecto recojo la audiencia general del Papa Benedicto XVI, del 27 de febrero de 2008, del ciclo de los Padres de la Iglesia, la quinta relativa a San Agustín hablando de las conversiones del santo. Se trata de una reflexión que hace en su peregrinación a Pavía donde está enterrado el santo:

“La conversión de san Agustín no fue repentina ni se realizó plenamente desde el inicio, sino que puede definirse más bien como un auténtico camino, que sigue siendo un modelo para cada uno de nosotros. Ciertamente, este itinerario culminó con la conversión y después con el bautismo, pero no se concluyó en aquella Vigilia pascual del año 387, cuando en Milán el retórico africano fue bautizado por el obispo san Ambrosio. El camino de conversión de san Agustín continuó humildemente hasta el final de su vida.

…habiéndose retirado a un jardín, escuchó de repente una voz infantil que repetía una cantilena que nunca antes había escuchado: «tolle, lege; tolle, lege», «toma, lee; toma, lee» (VIII, 12, 29)… Había comprendido que esas palabras, en aquel momento, se dirigían personalmente a él, procedían de Dios a través del Apóstol y le indicaban qué debía hacer en ese momento. Así sintió cómo se disipaban las tinieblas de la duda y quedaba libre para entregarse totalmente a Cristo: «Habías convertido a ti mi ser», comenta (Confesiones, VIII, 12, 30). Esta fue la conversión primera y decisiva.

La conversión es un camino que hay que recorrer con valentía y al mismo tiempo con humildad, abiertos a una purificación permanente, que todos necesitamos siempre. Pero, como hemos dicho, el camino de san Agustín no había concluido con aquella Vigilia pascual del año 387. Al regresar a África, fundó un pequeño monasterio y se retiró a él, junto a unos pocos amigos, para dedicarse a la vida contemplativa y al estudio. Este era el sueño de su vida. Ahora estaba llamado a vivir totalmente para la verdad, con la verdad, en la amistad de Cristo, que es la verdad. Un hermoso sueño que duró tres años, hasta que, contra su voluntad, fue consagrado sacerdote en Hipona y destinado a servir a los fieles. Ciertamente siguió viviendo con Cristo y por Cristo, pero al servicio de todos. Esto le resultaba muy difícil, pero desde el inicio comprendió que sólo podía realmente vivir con Cristo y por Cristo viviendo para los demás, y no simplemente para su contemplación privada… Su segunda conversión consistió en comprender que se llega a los demás con sencillez y humildad.

Pero hay una última etapa en el camino de san Agustín, una tercera conversión: la que lo llevó a pedir perdón a Dios cada día de su vida. Al inicio, había pensado que una vez bautizado, en la vida de comunión con Cristo, en los sacramentos, en la celebración de la Eucaristía, iba a llegar a la vida propuesta en el Sermón de la montaña: a la perfección donada en el bautismo y reconfirmada en la Eucaristía. En la última parte de su vida comprendió que no era verdad lo que había dicho en sus primeras predicaciones sobre el Sermón de la montaña: es decir, que nosotros, como cristianos, vivimos ahora permanentemente este ideal. Sólo Cristo mismo realiza verdadera y completamente el Sermón de la montaña. Nosotros siempre tenemos necesidad de ser lavados por Cristo, que nos lava los pies, y de ser renovados por él. Tenemos necesidad de una conversión permanente. Hasta el final necesitamos esta humildad que reconoce que somos pecadores en camino, hasta que el Señor nos da la mano definitivamente y nos introduce en la vida eterna. San Agustín murió con esta última actitud de humildad, vivida día tras día.

«He comprendido —escribe precisamente en las Retractaciones (I, 19, 1-3)— que uno sólo es verdaderamente perfecto y que las palabras del Sermón de la montaña sólo se realizan totalmente en uno solo: en Jesucristo mismo. Toda la Iglesia, por el contrario —todos nosotros, incluidos los Apóstoles—, debemos rezar cada día: Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden».

…Pidamos, por tanto, para que en nuestra vida se nos conceda cada día seguir el ejemplo de este gran convertido, encontrando como él en cada momento de nuestra vida al Señor Jesús, el único que nos salva, nos purifica y nos da la verdadera alegría, la verdadera vida.

 


7.4 LA EXPERIENCIA DEL PADRE ARRUPE

La vida de fe supone un vivir como peregrinos en constante búsqueda. Precisamos vivir una constante conversión y renovación. No podemos dar respuestas de ayer a los problemas de mañana. El Padre Arrupe se vive como San Ignacio y tantos santos como peregrino en una radical búsqueda de Dios, en un proceso de conversión continua.

Esta radical orientación causó dificultades, contradicciones, calumnias, alegrías también muertes, pérdida de poder y prestigio ante muchos. No cabe duda que pese a su fe profunda, esta búsqueda sincera de Dios la vivió también con mucha inseguridad.

El P. Arrupe vivió el desastre de la bomba atómica de Hiroshima, pero vivió también otras muchas inseguridades. El P. Arrupe tuvo la libertad del que tiene una pasión que le atraviesa y le trasciende: pasión por Dios y por el hombre. Lo demás es secundario. Incluso el doloroso fracaso que supone tantas veces la evangelización. Así vive durante muchos años su aparente fracaso y sus pobres éxitos en su larga experiencia en Japón.

El P. Arrupe vivió su particular vía crucis en su experiencia personal como en la institucional. El Espíritu le concedió la capacidad de ver en la inseguridad de tantos momentos una especial presencia de Dios. En una de sus afirmaciones más conocidas (Tréveris, 10 de septiembre de 1970), nos invita a profundizar la situación y vivirla en fe:

“En esta inseguridad por parte de las condiciones materiales, pero también por parte de la situación inestable del creyente, hemos vivido la presencia del Señor, hemos vivido una seguridad que Pablo volvería a llamar hoy, locura, necedad. Sigo manteniendo enteramente hoy todavía lo que dije entonces (En una Eucaristía celebrada en un suburbio en Latinoamérica). Tan cerca de nosotros no había estado el Señor, acaso nunca, ya que nunca habíamos estado tan inseguros”.

El P. Arrupe tuvo la libertad del que se abre a la novedad del Espíritu que va haciendo nuevas todas las cosas. Hombre de Dios y hombre de la Iglesia y de la historia. En las encrucijadas más difíciles muchos le cuestionaban:

“¿Adónde va la Compañía, me preguntaban? Mi respuesta fue siempre: a dónde Dios la lleva” vamos seguros, vamos con la Iglesia que va dirigida por el Espíritu Santo. Se que Dios nos lleva a una tierra nueva, la de promisión, la suya” (Homilía del P- Kolvenbach evocando al P. Arrupe en su funeral, 9 de febrero de 1991)

Se trata de seguir al Espíritu que nos encamina a la universalidad superando los límites estrechos en que vivimos, que nos invita a la apertura a los más pobres, que busca caminos nuevos de profecía y testimonio. Todo esto no se hace sin dolor, sin costos y sin equivocaciones.

“La lucha por la justicia lleva consigo la “solidaridad con los pobres”. A pesar de las dificultades que esta solidaridad puede acarrear, es perceptible una creciente toma de postura a favor de los pobres y oprimidos y no son pocos los que desean participar realmente de la vida del pobre experimentando en sí mismos algo de la injusticia y opresión” (P. Arrupe, Discurso inicial a la Congregación de Procuradores n. 9; el 27 de septiembre de 1878)

El P. Arrupe a pesar de las muchas dificultades por las que atraviesa, incluso el progresivo deterioro de su salud, ello le permitió ser audaz para responder a los difíciles retos de su época. Los retos entre la injusticia y la fe, los refugiados, la inculturación y la necesaria renovación de la vida religiosa.

En una conferencia de prensa afirmaba: “No tengo miedo al mundo que surge. Temo más bien la falta de fe y de esperanza, todo lo que nos haga pensar que no tenemos nada que ofrecer a este mundo. (P. Arrupe, conferencia de Prensa, 24 de nov 1996)

No pretendemos defender nuestros errores. Pero tampoco pretendemos caer en un error aún mayor: el de cruzarnos de brazos y no hacer nada por temor a equivocarnos.

¿Cómo mantener esa fe y confianza inquebrantable en Dios? El P. Arrupe al final de su vida cuando por una trombosis cerebral se ve obligado a abandonar su puesto de general imposibilitado y aislado en Roma, dirá: “Mi única ilusión ha sido servir al Señor y a la Iglesia con todo mi corazón, hoy me siento más que nunca en manos de Dios, les aseguro hermanos que no me arrepiento desde muy joven que lo he deseado y ahora mi Señor me lo ha dado. Siempre he querido servir al Señor, esa ha sido mi única ilusión la diferencia que experimento ahora es saberme totalmente en manos del Señor, hoy toda la iniciativa la tiene él. Estar en sus manos, que profunda experiencia, ahora siento que me tiene él. Les aconsejo sirvan al Señor, centren en él todo su corazón mirando siempre a su alrededor las necesidades del mundo de hoy. Mi mensaje hoy es que vivan en sus manos, que estén a la disposición del Señor, que toda la iniciativa la tenga él, sientan que toda la vida la lleva él”

 


7.5 LA ORACION DE CHARLES DE FOUCAULD

Los ejercicios nos ponen en camino en una actitud de peregrino. Durante es como un dinamismo de transformación que se va operando en ti casi sin darte cuenta. Todo parte del amor de Dios. Un dinamismo donde Dios nos lleva, del miedo a la confianza, de sentirnos amados inmerecidamente al agradecimiento, del agradecimiento al seguimiento, del seguimiento a la misión. Si tuviera que sintetizar brevemente este retiro como tiempo de gracia lo resumiría como la llamada e invitación por parte de Dios a vivir en sus manos, en el abandono confiado. Termino así con la oración de Charles de Foucauld:

Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.

No deseo nada más, Padre.

Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.

Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.



 

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