APRENDER A VIVIR EN MANOS DE DIOS
(RETIRO 2021)
Introducción
Este
retiro lo realizo saliendo de la larga pandemia que hemos vivido. Dado que no
pude acudir a los que hacemos los misioneros anualmente en Espinosa de Henares por
coincidir con mi operación acepté la invitación de una hermana que me ha
acompañado durante mi enfermedad. Se desarrolla en la casa fundadora y de
espiritualidad de santa Rafaela María (fundadora de las esclavas del
Sagrado Corazón, Jesuitinas) durante el mes misionero y mariano de octubre. Justo
ahora se celebra en el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y
el año jubilar de San Francisco de Borja. Ellos serán nuestros
compañeros de camino junto con Santa Teresita del Niño Jesús patrona de
las misiones. Precisamente con ella en el día de su fiesta dimos el comienzo. Este
retiro fue dirigido por el P. José Ignacio Vitón S.J. En este sentido, aún
queriendo seguir la metodología propia de lo que se iba dando, lo que recojo es
mi camino interior. Son las pautas, oraciones y anotaciones más personalizadas.
Sin duda el Espíritu de Dios es el que los lleva y sabe hablarnos y darnos a
cada uno lo que necesitamos.
PRIMER
DIA: 1 de octubre. Fiesta de Santa Teresita del Niño
Jesús.
Sta
Teresita del Niño Jesús, patrona de los misioneros junto con
San Francisco Javier, poco antes de morir, prometió que en el cielo prolongaría
su misión de hacer el bien a los hombres. Hoy podemos decir con plena seguridad
que ha mantenido su promesa. Este retiro lo comienzo en el día de su fiesta
pidiéndole la gracia de sabernos mantener en ese caminito del abandono
confiado. Aunque me sintiera oprimida la conciencia por todos los crímenes
imaginables, no disminuiría en un ápice mi confianza en Dios (Historia de un
alma p. 209) Lo que más le ofende a Dios, lo que más lastima el corazón de Jesús
es la falta de confianza (Historia de un alma p. 305) Mi caminito espiritual no
es otro que el de la confianza. (Historia de un alma p. 273) lo que le agrada a
Dios es nuestra pobre alma, ver que me complazco en mi pequeñez y en mi pobreza
(Historia de un alma p. 358).
1.1 DISPONERNOS.
BUSCAR EL LUGAR DE ORACION QUE MAS NOS AYUDE
Todo
tiene su momento y su lugar. Todo está dispuesto
Nos
encontramos en terreno sagrado, en la casa fundacional de las esclavas del
Sagrado Corazón: “La casa de un corazón humilde ardiendo en amor del Sagrado corazón”
Se trata de la casa donde vivió Santa Rafaela María desde
1879 hasta 1890. En 1879 se compra la casa del Paseo del Obelisco donde se
establecerá la primera comunidad. Rafaela nació el 1 de marzo de 1850 en Pedro
Abad, pueblo cordobés. Era hija del alcalde Ildefonso Porras y de
Rafaela Ayllón Castillo, y tenía once hermanos y una hermana. En 1854 murió
su padre en una epidemia de cólera.
En 1869 murió
su madre, y en 1874 ella
y su hermana Dolores se
retiraron al convento de clarisas de Córdoba para meditar sobre su vocación
religiosa.
Al año siguiente ingresó en la congregación de las Hermanas de María Reparadora,
donde tomó el nombre de Rafaela María del Sagrado Corazón. Cuando
la congregación se trasladó a Sevilla,
las dos hermanas se quedaron en Córdoba donde, con la ayuda del obispo Zeferino González y Díaz Tuñón, fundaron el Instituto
de Adoratrices del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada,
origen de la congregación.
Poco tiempo después de la fundación se trasladó con otras
dieciséis religiosas a Andújar y después a Madrid,
donde se les concedió la aprobación diocesana en 1877.
Posteriormente, en 1887 el Papa
León XIII aprobó la Congregación de Esclavas del Sagrado
Corazón de Jesús. Tantas eran las virtudes de que hacía gala la hermana Rafaela
María que fue conocida como «la humildad hecha carne».
La congregación empezó a crecer con nuevas
fundaciones: Córdoba (1880), Jerez de la Frontera (1883), Zaragoza (1885), Bilbao (1886), Cádiz (1890) y Roma (1892). Nombrada
superiora de la congregación en 1887, dejará el
cargo en 1893 a
causa de disensiones dentro de la institución, siendo nombrada su hermana
Dolores. Con 43 años, y relegada de todo cargo, se retiró a Roma, donde pasó
los últimos treinta años de su vida en el olvido.
Toda su vida se resumiría en un DEJAR A DIOS bajar hasta
lo profundo de nosotros mismos para subirnos y elevarnos con su gran
misericordia.
LAS
ESCALERAS: SUBIR
Subir
es crecer en la fe, donde cada peldaño representa un pequeño logro que nos
enseña lo realmente importante de nuestra misión, acercarnos y hallar a Dios en
todo.
LAS
ESCALERAS: BAJAR
Bajar
por ellas es como adentrarse en lo más profundo de nuestro ser, reconocer lo
insignificantes que somos en la inmensidad de Dios, es un fundamento de
humildad....
BAJAR
HASTA LOS CIMIENTOS
El
Señor debe ser nuestro cimiento. Hay una capilla bajando por las escaleras y
pasando un umbral muy bajo donde uno tiene que agachar la cabeza. En esta
estancia honda y oscura están los cimientos que sostienen el edificio, símbolo
de que Él es nuestro cimiento. Los cimientos son los que sostienen todo el
edificio y cuanto este edificio sea más hermoso, los cimientos deben ser más
hondos y más maltratados con el pisón. Nosotros no tenemos otro cimiento que la
hondura sin fondo de su amor misericordioso.
BAJAR
HASTA EL POZO
La
profunda humildad de Santa María
Rafaela, le permitía decir con sencillez frases como las que se encuentran en
estas paredes. Humildad, generosidad, perdón, agradecimiento y amor verdadero.
En la capilla se encuentra la verja donde Santa Rafaela hizo su profesión
perpetua. Estas paredes son testigo de sus horas difíciles por la
incomprensión, el dolor de la desconfianza y el olvido. En un rincón se
encuentra el Pozo de aguas residuales negras. Este humilde lugar fue
santificado por la abnegación y fervor de la Madre Fundadora y las primeras
religiosas esclavas del Sagrado corazón. En el pozo negro vaciaban a mano en
penosas vigilias reclamando para sí la fundadora lo más costoso de la faena.
Pero Santa Rafaela con su sabiduría convertía los trabajos diarios y una
constante entrega de su corazón humilde y generoso en el crecimiento del
Instituto de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Santa Rafaela María
pasaba largas horas de oración ante el Santísimo.
1.2
PAUTAS DE LA MAÑANA: EL SEÑOR NOS HA INVITADO
“Venid
a Mí los que estáis cansados y afligidos, aprended de Mí que soy manso y
humilde de corazón y encontrareis descanso y consuelo”
(Mt 11,28)
Nos
acogemos a María y José y los santos señalados para que nos enseñen a caminar
con ellos la senda del caminito de la infancia espiritual y del abandono
confiado.
“Si
no os hacéis pequeños como los niños no entrareis en el reino de los cielos”
(Mt 18,2)
INVITACION
A CONTEMPLARTE EN LA REALIDAD QUE VIVIMOS
Estos
días sobre todo sobre todo deben ser días de encuentro con Dios. Dios no está
fuera de nosotros ni de nuestra realidad Dios nos habla Dios nos habla desde la
realidad que estamos viviendo Por eso venimos a la oración haciendo presente a
todas aquellas personas. Que también necesitan de nuestra oración conectamos
con la realidad y llevamos en nuestra oración Las tristezas las alegrías las
dudas las certezas y miedos e incertidumbres que vivimos la vida no es un
impedimento para la oración no podemos rezar al margen de nuestra realidad el
contenido de nuestra oración lo hemos de encontrar en el humus de lo que
diariamente vivimos
Nuestro
deseo no es que hagamos simplemente oración, sino que pasemos a ser personas
orantes misioneros contemplativos capaces de reconocer la acción de Dios en la
propia vida por eso venimos a Dios con toda la situación de la Iglesia y de
nuestro mundo
1.2
ORACION DE LA MAÑANA: ACUDIR AL POZO INAGOTABLE DE TU
MISERICORDIA
“El
que tenga sed que venga a Mí y beba, ríos de agua viva saltarán de su seno” (Jn
4, 17; 7, 38)…Yo les daré el agua que calma mi sed” “Bebe de mi agua,
de la que yo te dé y no volverás a tener sed. El agua que yo te daré se
convertirá en ti en un POZO que salta hasta la vida eterna” (Jn4, 17)
Petición:
Espíritu Santo guíanos.
Vengo
Señor con sed de ti. Venimos necesitados de Dios con sed de Dios y con sed de
oración conscientes de que Dios sabe y no será mucho más allá de lo que le
pedimos nos encomendamos al Espíritu que guie nuestra oración
Tenemos
sed de Dios de tu presencia queremos que inunde sin papeles de tu presencia
toda nuestra realidad personal, familiar, comunitaria. Acoge y abraza Señor
toda mi debilidad toda mi flaqueza.
Señor
tengo sed de ti, sed de ti tiene mi alma, al amparo de tu presencia me cobijo.
Pongo a tu amparo todos los que has puesto en mi camino. Como niño que no sabe
si no pones en las manos de su madre así vengo a tu presencia a ponerme Madre
bajo tu amparo.
Mi
alma quiere dejarse estrechar por ti con fuerte abrazo. Tú me tomas de la mano
y me llevas. Lo sé Señor, pero a veces flaquea mi fe y se enfría el amor y la
esperanza. Sé que tú mi Dios me infundes
esa fe de que solo bajo el amparo de Dios se cumplirán nuestros deseos.
Todo
lo puedo en aquel que me conforta. Busco el encuentro contigo para abandonarme
enteramente en tus manos y hacer tu voluntad.
Hoy
quiero ponerlo todo ante tu presencia, todo mi ser tiene ansia de ti,
recordamos tantos encuentros con los que nos has enriquecido y bendecido sobre
manera.
Tú
has estado y estarás siempre a nuestro lado por eso mi vida entera la pongo en
tus manos porque sí que tú la tienes unida a ti y tu diestra me sostiene
1.3
PAUTAS DE LA TARDE: DANOS UNA ESCUCUCHA ATENTA A TU PALABRA
Necesitamos
ponernos a la escucha con un espíritu de veneración profunda ante tus palabras
como lo hacía tu pueblo:
“Todo
el pueblo se congregaba como un solo hombre en la plaza ante la puerta del agua
y trajeron la palabra de Dios que el señor había dispuesto para guiar a su
pueblo para que todos pudieran comprender y vivir.
Desde
el amanecer hasta el mediodía todo el pueblo estaba atento al libro de la vida
el profeta abrió el libro a la vista de todos y cuando lo abrió todo el pueblo
se puso en pie entonces el profeta y el sacerdote pronunció la bendición del Señor.
El
pueblo entero se inclinó y se postró rostro entero ante el Señor.
Mientras
el sacerdote leía el libro lo hacía con claridad y explicando el sentido de
forma que todos pudieran comprender la lectura.
Se
produjo un gran silencio todos lloraban al escuchar las palabras del señor
porque las sabían salidas de la boca de Dios.
No
estéis tristes no temáis pues el gozo en el señor es vuestra fortaleza y todos
se marcharon con el corazón contrito y agradecido porque el señor les había
hablado y habían comprendido lo que les había enseñado” (Nehemías 8, 1-4; 5-6,
7-12)
ORACION
DE LA TARDE: HABLAME SEÑOR QUE TU SERVIDOR ESCUCHA (Ex
33,7ss; 1 Sam 3, 1ss)
Petición:
Que El Señor vaya ganando terreno hasta ocupar el centro de nuestra vida, sobre
el que gravitemos.
Señor
vengo a ti con deseos de orar. Todo este tiempo de pandemia de aislamiento y de
enfermedad me han dejado ver mi debilidad y mi sed de ti. Ha sido como una
especie de destierro. “Durante el destierro en el desierto Moisés plantaba la
tienda del encuentro o la tienda de las citas. Al entrar Moisés en la Tienda el
Señor en forma de una columna de nube bajaba y se detenía. Yhavé le hablaba a Moisés
cara a cara como quien habla un hombre con su amigo”.
Es
lo que más deseo Señor entrar en esa intimidad contigo. Introdúceme, Señor, atráeme
y entra en lo profundo de mi ser para que puedas transformar y modelar mi vida.
Señor déjame ver tu rostro de bondad y pronuncia de nuevo mi nombre: “Te quiero
y te conozco por tu nombre”. La peregrinación de la vida es larga y a veces
penoso el camino así que necesito que vengas conmigo. “Mi rostro irá contigo y
no tendrás que temer”. Si tu me acompañas Señor se que todo es más fácil.
Ayúdame a vivir en tu presencia a reconocer tu rostro en mis hermanos y en toda
la realidad que me circunda, aunque a veces no resulte fácil.
Dame
esta actitud de escucha de Samuel que cuando cansado en su habitación, cuando
todo oscurecía y sus ojos iban debilitándose tú le dejaste oír tu voz tenue y
casi imperceptible. El se levantó y dijo “Aquí estoy Señor, pues me has
llamado”. Aunque al principio no distinguía claramente si era tu voz al final
se cercioró: “Yhavé entró en su habitación y se paró y de nuevo le llamó
repitiendo su nombre por dos veces: Samuel, Samuel.”
Se que tú Señor lo has preparado todo y me has invitado a través de circunstancias inesperadas. Ahora estoy aquí en esta “lugar sagrado” y quiero oír tu voz, oír pronunciar mi nombre. Yo hoy también quiero abrirme a tu escucha y decir como Samuel “Háblame Señor que tu Siervo escucha”.
DIA SEGUNDO: 2 de octubre, Fiesta de los Ángeles Custodios
2.1 PAUTAS MAÑANA: ABRIRNOS A DIOS CON NUESTRA SED
Queremos abrirnos a Dios a su presencia y
presentar todo lo que somos y llevamos abrirle mis deseos dejando que el
penetré ensanche y dinamice los deseos más profundos y más auténticos.
Muchas veces vivimos periodos de insatisfacción
como si nuestros deseos estuvieran encogidos debido a una vida desengañada y
cansada.
A veces llevamos ritmos inadecuados o acelerados
con muchas cosas qué hacer o llamadas a las que atender con poco tiempo para
conectarnos con nosotros mismos y con Dios.
El contexto en el que vivimos se propicia la cultura
del hacer ponemos nuestro interés en los hechos en los datos en lo
cuantificable y dejamos a un lado los deseos como algo soñador se prescinde del
lado misterioso de la vida.
Partimos de cierta desconfianza frente a los
anhelos y deseos que muchas veces ponemos bajo sospecha el realismo de
desconfiar frente a los sueños o anhelos más profundos.
Para nosotros los anhelos profundos no son algo a
menospreciar, sino que parten y tienen su origen en Dios la cultura gnóstica
los tacha de evasiones.
Solemos vivir en un ambiente muy narcisista todo
gira en torno a mí los demás no cuentan y nos encerramos en nosotros mismos.
Las mismas enfermedades nos debilitan y nos
centran en nuestra salud poco a poco nos encerramos y se achica el horizonte de
nuestras vidas y de nuestros deseos.
Hoy podemos preguntarnos cómo vivimos cuánto
participó de estos condicionamientos estoy deseando profundamente hoy perdido
el deseo y el anhelo más profundo cuál es nuestro deseo más profundo
Somos criaturas referidas a Dios y a los demás
para abrir nuestra vida a Dios requiere perseverancia poner empeño supone
paciencia dar tiempo escucha, comprensión, decisión.
me dejó vivir me dejo llevar o pongo empeño en
perseverar y examinar las tendencias que me motivan y las tendencias evasivas
no nos hace bien el andar probando de un lado para otro picotear ensayando y
abriendo miles de puertas y ventanas
PREGUNTAS
¿De
qué tengo sed?, ¿Mi alma tiene sed del Señor mi deseo profundo te anhela a ti
mi Dios” ¿porque estáis dormidos o desanimados? “levantaos para no sucumbir en
la prueba la tentación” ¿porque estáis dormidos? dormirse es quedarse
soñolientos adormecidos sin ilusión? ¿De qué forma o en qué sentido estamos
disponibles? ¿Con qué disposición venimos a este retiro estamos disponibles
estamos preparados dispuestos a acoger al Señor? ¿Tenemos miedos, qué clase de
miedos?
Se
trata de un prepararse y disponerse para ello María nos puede ayudar como el
mejor ejemplo María estaba dispuesta y aquí la servidora del señor hágase en mí
según tú quieres
Abrirnos
a Dios es siempre un proceso que se va dando poco a poco un proceso de
aceptación de unificación de trabajar aspectos de nuestra consagración
¿Cómo
vivo este proceso? estoy estancado o en camino, ¿camino hacia atrás o hacia
adelante? La persona disponible tiene a Dios como el que va marcando y guiando
el camino de su vida poniéndose por entero disponible a su voluntad.
Para
este inicio sería bueno que nos hiciéramos un examen los ejercicios vienen a
examinar nuestra vida para enmendar la vida. Hemos de cuidar sobre todo lo que
aprisiona pervierte y ahoga nuestro corazón
LECTURAS
QUE PUEDEN AYUDARNOS
No
dejéis endurecer nuestro corazón (Deut 11,16), (Deut
15,7), (Sal 95,8),
Aplica
hijo mío tu corazón (1 Cro 22,19)
Dirige
vuestro corazón hacia Dios (1 Cro 29,18)
Has
quitado los cepos y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios
(2 Cro 19,3)
Tu
le has otorgado lo que anhelaba tu corazón (Sal 21,3)
Crea
en mí un corazón puro (Sal 51,2)
2.2
ORACION MAÑANA: EN LA CAPILLA DEL POZO (Sal23, Sal 60)
Señor
tengo sed de ti al amparo de tus alas cobíjame si conocieras tu anhelo y deseo
más profundo descubrirías que soy yo quien mendiga tu corazón y te dice
préstame atención escucha confía en mí yo te daré de mi pozo el agua que colma
tu sed
En
tu nombre señor levantó mis manos hacia ti y extender mis brazos como redes
para coger tus palabras
El
poder de tu presencia encierra lo más hondo de esta vida envía señor tu
espíritu tu luz y tu verdad para que me guíe en estos ejercicios. Disipa señor
mis tentaciones evasiones dispersiones mis miedos mi espíritu abatido y
desasosegado.
Verdad
es señor que me encuentro cansado y fatigado medico como con cierto grado de
insatisfacción de desencanto desengañado como si mis deseos más profundos estuvieran
encogidos debilitados adormecidos enfermos por eso vengo a ti desentierra y
despierta el anhelo más hondo de mi vida el que tú plantaste un día y el que tú
solo colmarás nuestro anhelo más profundo.
Me
consumo escudriñando tu palabra y enseñando tu salvación y oigo tu voz por
dentro que me dice confía en mí y verás la sanación la salvación.
Sí
Señor espero escuchar tus palabras estoy triste y abatido mis ojos soñolientos
se consumen anhelando tus promesas y me digo por dentro no me dejes no me
abandones en la hora de la prueba no me dejes caer en la tentación en la
tentación de la insatisfacción del desánimo del derrotismo.
¿Cuándo
me consolarás? Vengo a ti con todos mis contestos personales familiares
sociales en estos días he visto tantos hombres y mujeres que en medio de
calamidades han perdido todas sus riquezas y seguridades hombres que bien
pueden decir: “estoy como un hombre puesto al humo, vestido de cenizas con
todos ellos acudimos a ti por tu gran bondad, sananos, fortalécenos, danos vida,
devuélvenos la alegría de tu salvación porque tú solo tú Señor eres nuestro
refugio nuestro bastión en donde podemos encontrar alivio”.
2.3
MOMENTO DE REFLEXION: EL TIEMPO DE DIOS (Anotaciones de San
Ignacio en los Ejercicios (n. 1 y 2)
Estamos
llamados a encontrarnos dentro del tiempo de Dios como invita a San Ignacio en
los Ejercicios
Todo
tiene su tiempo, el tiempo de Dios está presente en todo tiempo, nada queda fuera
pero nosotros vivimos tiempos de presencia y tiempos de ausencia tiempos de
alegría y tiempos de angustia pero todo absolutamente todo está en Dios nada
queda fuera.
¿Cómo
puedo entrar a concebirme dentro del tiempo de Dios?
Las
anotaciones de San Ignacio son clarificaciones para hacer bien los ejercicios.
La
primera anotación se centra en que es hacer los ejercicios.
Se
trata de ejercicios espirituales hemos de prepararnos y disponernos para quitar
las afecciones desordenadas para hacer o disponernos a hacer la voluntad de
Dios.
Las
anotaciones las pone al principio, pero como todos los ejercicios son todo un
proceso. Éstas se elaboran al final del proceso.
¿Quién
hace las actividades mociones espirituales? Son actividades de Dios en el
corazón.
No
se trata solo de ejercitar el pensamiento sino el corazón orar con el corazón.
las
meditaciones son reflexiones discernid as que nos llevan a orientar la vida no
podemos quedarnos en mera reflexión sino que tiene que ser interiorizado para
apropiarlo ligarnos a la afección desordenada tiene que ser des aceptarnos de
la falsa para aceptarnos a lo verdadero que nuestro corazón busque lo de Dios
lo bueno lo agradable lo perfecto.
Lo
importante de estos días no es tanto reflexiones mentales movernos en plan de
ideas lo que tenemos que ver es a través del diálogo y la contemplación con
Dios como a pegar el corazón para hacer su voluntad.
En
la segunda anotación San Ignacio pon el énfasis en él para
quitar todas las afecciones desordenadas y ayer así la voluntad de Dios qué
quiere Dios de nosotros se trata de movilizar mis afectos para hacer su
voluntad es algo que debo de hacer voluntariamente los ejercicios no pueden
quedar en una experiencia estanca de forma que salgamos como entramos para
vivir lo mismo hemos de salir de los ejercicios para que tengan implicación en
mi vida orientando mi vida en el deseo de Dios.
Conviene
recordar qué es el señor el maestro y el guía a través del Espíritu Santo. La
persona que da los ejercicios solo es un instrumento en manos de Dios.
El
ejercitante debe ser quien acabado los puntos entre en oración y acceda a la
interioridad a la intimidad con Dios no se trata D dar vueltas a ideas no el
mucho saber harta y satisface el alma sino el sentir y gustar las cosas
internamente no hemos de quedarnos en la superficie sino alcanzar ese
conocimiento interno San Ignacio lo remite a la interioridad se trata de un
conocimiento interno dejando que Dios hable al corazón sin conocimiento interno
no se da el cambio el cambio surge al trasvasar de la interioridad de Jesús a
mi interioridad.
Para
entender qué es el conocimiento interno o diríamos de otra manera la oración
del corazón nos puede ayudar.
LECTURAS
DE APOYO
(Salmo
50) ¿Cuál es el culto que Dios le agrada? El verdadero culto debe ser
interiorizado para que el culto refleje lo que es la vida.
(Efesios
1, 15) Doy gracias a Dios y pido que Dios os conceda un espíritu de
sabiduría Que os haga conocer internamente tenemos que pedir que Dios lo haga
conocer todos los días entender.
(Hebreos
4, 12) La palabra de Dios es viva y eficaz penetra hasta el fondo del alma y
discierne hasta lo íntimo del corazón para unificar nuestra vida. Supone un
trasvase de sentimientos de interioridad con interioridad.
En
los ejercicios se trata de interiorizar en la interioridad de Jesús para tratar
de reproducir lo que Jesús vivió es el modo en que Jesús interioriza a Dios lo
que hace lo que le hace vivir con la experiencia de hijo
(Salmo
103) Bendice alma mía al señor y todo mi interior nuestra conexión con Dios es
desde adentro bendecir es solo desde adentro si Dios es compasivo y clemente él
nos adentra en su compasión para ser compasivos
Estamos
en el tiempo de Dios dejemos pues actuar a Dios
(Proverbios
23, 26) Dame hijo mío tu corazón.
El
corazón es el lugar de los afectos Dios a ti tocar y curar nuestro corazón
sanar nuestras afecciones desordenadas lo que no sea interno no va a afectarnos
las cosas han de pasar por el corazón y llegar al interior para que Dios deje
huella y posó para que toque y transforme toda la persona
2.4
PAUTAS TARDE: DEJARNOS ALCANZAR POR DIOS
LO
QUE IMPIDE ABRIRME A DIOS
La
comodidad: Estancarnos, acomodarnos instalarnos en lo preconcebido, en lo que
ya sabemos y controlamos. Incluso bajo la capa de una vida ordenada llena de
reglas y disciplina se nos dificulta dejarnos abrir a la novedad con la que
irrumpe Dios cada día.
El
voluntarismo y el activismo: Tendemos a controlarlo y dirigirlo todo con la
impresión de que podemos con todo. En el fondo no necesitamos de nadie. Puedo
solucionar las cosas por mí mismo si me lo propongo.
Confundir
la tolerancia con el amor: Es fácil caer en la mediocridad viviendo en lo que
llamamos políticamente correcto. Perdemos la inclinación a lo mejor “al Magis”
(“buscar lo bueno, lo agradable, lo perfecto”). El amor no lo podemos
rebajar con componendas y marcando límites.
LO
QUE FACILITA ABRIRME A DIOS
Como
clave espiritual fundamental diríamos que no se trata tanto de alcanzar yo a
Dios sino de dejarme alcanzar por él. Es Él quien que llega a mi si abro las
puertas y nos abrimos a Él. Sólo si somos alcanzados por él adquiriremos
criterios nuevos, la novedad de su modo de pensar, de sentir, de amar.
Se
trata de una forma más pasiva donde dejamos a Dios tomar la iniciativa. Se
trata de hacernos moldeables para que sea el Espíritu el que nos vaya
trabajando. La oración va más allá de sentirme bien. Nuestra oración debe tener
consecuencias y transformar la vida. No todo el que dice Señor, Señor. (“Por
los frutos los conoceréis”).
Abrirnos
a Dios es, en cierta manera, vivir enajenado, vivir descentrados de nosotros
mismos. Hoy puede tener un sentido periorativo relativo a vivir un poco loco,
fuera de sí. En sentido bíblico significa vivir en éxodo, saliendo de mí.
Nuestra vida la vivimos en camino, en un éxodo constante. Lo contrario es
estancarnos y decir ya he llegado, ya lo tengo todo conseguido. Decía Santa Rafaela
María: “la vida debe ser toda ella en un continuo tejido de fe y generosidad”.
DE
LO QUE SE TRATA, QUE DIOS SEA EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS
Hay
una manera de vivir enajenados con la locura de vivirnos enamorados,
apasionados por Él. El móvil de la apertura es la confianza. ¿Quién está en el
centro de nuestra vida? En el centro de gravedad no caben dos personas: Yo y
Dios. (“No podemos tener dos señores, Dios y el mamón”) Debemos dejar a
Dios que nos vaya atrayendo y que vaya ganando terreno. Ponerle en el centro es
quitar protagonismo y poner la atención fuera de nosotros mismos.
LECTURA
DE AYUDA:
La
salida de Abraham (Gn 12, 1ss)
Abraham
recibe de Dios la llamada a salir. Sal de tu tierra y ve a la tierra que yo te
mostraré. Se trata de dejarse guiar para entrar en una tierra desconocida.
Necesitamos continuamente estar abiertos. Cuando nos vamos haciendo viejos se
hace más difícil. A los 75 años no le era fácil a Abraham salir de su tierra
donde lo tenía todo establecido.
Tras
el Sal hay una promesa… confía en mí, te bendeciré y multiplicaré, haré de ti
un gran pueblo.
Supone
confiar dejar atrás el pasado y abrir nuestro presente y nuestro futuro a Dios
Andar
en camino supone una constante búsqueda, en el mismo camino Dios nos cambia (El
peregrino que llega a Santiago llega distinto de como comenzó). En el camino,
como el pueblo de Dios caminando hacia la tierra prometida, el pueblo va
conociendo a Dios. Dios va tomando más peso e identidad. Vamos percibiendo su
actuar y aprendemos a vivir la realidad bajo los ojos de Dios.
El
vivir para Dios, con la confianza puesta en Dios, no es algo lineal, tiene sus
avances y retrocesos, supone superar pruebas, crisis, vencer miedos. Dudamos,
tenemos la tentación de huir de volver hacia atrás.
La
perseverancia y la fidelidad hoy no cotiza. La gente huye de los compromisos y
muy pronto se rompen los compromisos. La fidelidad y la confianza se pone a
prueba, hemos de superar las crisis y vencer los miedos. La fidelidad supone
exigencia, perseverancia en tiempos de crisis. Hemos sido llamados, pero hemos
de responder con fidelidad.
Un
componente que mide nuestro grado de fidelidad es la disponibilidad y la
generosidad. Sin generosidad se va mermando la entrega y no vamos a entregarnos
hasta el final
PREGUNTAS
¿Cómo
andamos de confianza? ¿Qué supone andar en camino? ¿Cómo nos dejamos guiar
dispuestos a aprender? ¿Confiar hasta cuando, hasta dónde? ¿Qué valor tiene
para nosotros la fidelidad? ¿Cómo andamos de generosidad?
2.5
ORACION TARDE:
“Señor
tu me sondeas y conoces, te son familiares todas mis sendas”… (Gen, 12,
1ss; Sal 139)
Tú
Señor sabes cuánto hay en mí de entrega, generosidad y fidelidad. Quiero que
seas tu mi centro y guía, pero reconozco las tentaciones del camino. ¿a dónde
huir lejos de tí?. La enfermedad me ha puesto a prueba como a Job. En este
tiempo de enfermedad es fácil encerrase en uno mismo y aislarse. Confieso Señor
que pusiste a prueba mi confianza. He sentido la duda y he flaqueado. Siento la
incertidumbre. Me cuesta abrirme a lo que está por venir y a veces siento miedo.
A veces me he podido sentir defraudado y desengañado. Sondéame, Señor, y déjame
ver si mi camino se desvía (v. 23) condúceme por el camino de la confianza, del
abandono confiado en tí.
Ahora
a pesar de mi enfermedad y mis años se pone a prueba mi fidelidad y siento
miedo y resistencias. Oigo tu llamada “sal”. Salir de mí, dejar la tierra, la
casa la familia donde me siento seguro e ir a la tierra que me prometes.
Abraham salió de su casa paterna, creyó en la promesa y partió a lo
desconocido. En el camino se dio cuenta que la tierra prometida eras tú. Tu mi
Señor, mi guía y mi destino.
Abraham
tuvo que preguntarse cómo rehacer mi vida tenencia no estéril y sin hijos sin
saber a dónde ir y en que pararía su vida, ¿adónde iré adonde huiré lejos de
ti.
Tume
dices: confía en mí, yo te guiaré, yo te mostraré, yo te bendeciré. Me pides
abandonarme, salir de mis seguridades. También Abraham duda, intenta por uno y
otro medio ser fecundo aún recurriendo al fraude y al engaño usando todas sus
habilidades. Se unió a su esclava Agar y concibió a Ismael, al final terminó
por rechazarla a ella y a Ismael. Aún de su crecida edad casi al centenar de
años concibió con Sara a pesar de su esterilidad y tuvo a Issac. También con su
hijo de la promesa fue probada su fidelidad. Aprendió a serte fiel por encima
de todo.
El
Señor premió su fidelidad, como no me negaste ni a tu propio hijo yo te
bendeciré y te multiplicaré. Yo también Señor a pesar de la enfermedad y de los
años pongo de nuevo mi confianza en ti, pongo mi vida entera en tus manos. Se
tú quien me conduzca y me guie.
También
yo soy parte de todo un pueblo peregrino. Pongo en tus manos también toda la
realidad familiar, comunitaria y social que vivimos. Cuántas personas hoy
emigran en un éxodo forzado teniendo que salir de sus tierras y seguridades
dejándolo todo, para empezar de nuevo. Hoy también es la peregrinación a Luján,
recuerdo aquellos momentos que vivimos “Argentina, levántate y camina”. Pido
por todos ellos en especial por todos los que quedaron atrás.
2.6
EUCARISTIA Éx 23, 20-23; Mt 18, 1-5.10
“Si
no os convertís y os hacéis pequeños como niños no entrareis” (Mt 18,2)
Hoy
celebramos la fiesta de los ángeles custodios. Los ángeles son mensajeros de
buenas noticias, son compañeros de camino, protectores. Vienen por delante y
por detrás. Se dice de alguien que “tiene un buen ángel” cuando encuentra un
buen compañero, un buen guía. También nosotros estamos llamados a reconocer
nuestros ángeles y a prestarnos a ser buenos ángeles que se encuentran perdidos
por el camino.
En
medio de las encrucijadas que vivimos, no estamos solos, Dios nos acompaña y
sale a nuestro encuentro a través de mediadores y mensajeros. Se agradece que
haya ángeles en nuestra vida, que aparezcan buenos compañeros en medio de las
encrucijadas que vivimos.
Jesús
pone como modelo a los niños. Normalmente un niño está inclinado a confiar. Nos
debíamos preguntar, ¿que nos mueve a confiar? El sentirse querido es motivo de
confianza. Cuando nos vamos haciendo mayores nos hacemos calculadores y fríos y
pretendemos ser guías en lugar de “dejarnos guiar”. No debemos perder la confianza.
El dejarnos querer y alcanzar por Dios nos da confianza.
Dejemos
que resuenen sus palabras: “Animo pueblo mío” Confía en el Señor, descansa en
el Señor, no temas. Gritad al Señor que él se acordará de vosotros. Volvamos a
esa infancia espiritual…Hacernos pequeños como los niños. “Os aseguro que sus
ángeles les custodian y guían y ven constantemente el rostro de mi Padre Dios
en el cielo” (Mt 18,10)
2.7
ORACIÓN DE LA NOCHE
“Tú
que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente dile
al Señor, mi amparo y mi refugio, mi Dios en quien pongo mi confianza. El te
cubrirá con sus plumas y hallarás refugio bajo sus alas”. (Sal 91, 1ss)
Señor
creo en ti, confío en ti. Tu nuestro Buen Pastor. Tu Señor de la historia y de
nuestras vidas Nos vas guiando en tu tiempo y lugar en toda encrucijada por la
que pasamos tu amor y fidelidad inquebrantable no sostiene es ahí donde nos
apoyamos firmes en la fe de tus promesas nos diste a conocer tu rostro: Dios
clemente y misericordioso bueno con todos cariñoso con todas tus creaturas,
Padre de todos
Tú
señor nos sostienes en tu cayado a todos los débiles, a los que flaquean. Tú Señor
con tu gracia enderezas a los que ya se doblan levantas a los caídos defensor
de los pobres cerca estás de todos cuántos te invocan.
Atráeme,
Señor, sedúceme enamórame para que no decaiga y se enfríe el amor y seas tú el
único tesoro y centro de toda mi vida. Me sedujiste Señor y quiero dejarme
seducir y enamorarme de nuevo para vivir complaciéndote y amándote en todo y en
todas tus criaturas. Hazme dócil a tu voz para seguir tus pasos silenciosos y
mantenerme en tu camino, que no deje de acudir “al pozo” de tu corazón
misericordioso con toda mi debilidad y pobreza para que no sucumba en la prueba
Tú
que para liberar al hombre te hiciste hombre rodeado de flaqueza ven en nuestra
ayuda y danos tu Espíritu. Moldéanos para que nuestra vida dócil se amolde a tu
pensar y tu sentir para que nosotros te vean a ti y resplandezca tu amor de
misericordia. Hazme dócil a tu voz y a tus insinuaciones, en ti Señor quiero
confiar toda mi vida porque solo tú eres digno de confianza como un niño en los
brazos de su Padre. Padre me pongo en tus manos.
“Dejad que los niños se acerquen a mí sentándolos en su regazo los bendecía y les imponía las manos” (Mc 10,16)
DIA
TERCERO: 3 de octubre. San Francisco de Borja.
Francisco
de Borja (1510-1572) fue IV duque de Gandía, virrey de Cataluña, bisnieto del
papa Alejandro (Rodrigo de Borja) y III General de la Compañía de Jesús. Se
acordó su matrimonio con Leonor de Castro Dama de la emperatriz Isabel y llegó
a ser primado y regente del emperador Carlos V. La muerte de la emperatriz
Isabel de Portugal de sólo 36 años, considerada una de las mujeres más bellas
le causó una gran impresión, una de las causas de su conversión. El 18 de mayo
de 1539 se descubrió el féretro antes de introducirlo en el sepulcro. Al ver el
cuerpo descompuesto de la emperatriz dijo: “No volveré a servir a señor que se
me pueda morir”. Después de la muerte de su esposa Leonor decidió entrar en la
Compañía renunciando a sus títulos. Inmediatamente se le ofreció el título de
cardenal lo que también rechazó. Fue el tercer santo de la compañía, canonizado
en 1671 cuando ya lo habían sido, Ignacio y Francisco Javier.
3.1
PAUTAS MAÑANA: LOS CIMIENTOS
“Nadie
puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo” (1 Co 3, 11)
San
Ignacio hablará en los Ejercicios (n. 23) del “Principio y fundamento” poniendo
las bases y estableciendo la finalidad en la vida: “Hemos sido creados para
alabar, hacer reverencia y servir a nuestro Creador y mediante esto salvar
nuestra alma”.
Todo
ha sido creado para el hombre, puesto a nuestro servicio. Hemos de servirnos de
las cosas creadas para que me ayuden al fin para el que he sido creado (“tanto
en cuanto” me ayuden al fin) El sentido de la vida está orientada a nuestro
creador y Señor. Si no es así, es una vida desorientada.
Charles
de Foucauld lo dice de otra manera refiriéndose a su conversión: “tan pronto
como creí que había un Dios comprendí que sólo podía vivir para él”
De
esta verdad se deriva el núcleo de nuestra confesión de fe:
DIOS
ES NUESTRO PADRE, NUESTRO CREADOR
Dios
me ha creado por amor. Yo soy creatura, no me doy a mi mismo la vida, la he
recibido de Dios como un don. He venido a la vida porque se me ha querido. No
soy fruto del azar o de la casualidad. Es el amor de Dios el móvil que le llevó
a Dios a traerme a la vida. La creación es obra de las manos de Dios, viene del
amor de Dios. La creación viene a decir que Dios ha amado de muchas maneras. Yo
soy una manera única e irrepetible expresión del amor de Dios.
El
P. Arrupe tenía una imagen muy bonita al respecto: “Cristo nos interpela desde
todos los seres humanos”.
Hoy
es un día para caer en la cuenta de cómo Dios no es sólo el autor sino dador de
la vida, de cómo Dios ha estado presente en mi vida. Quizás haya tramos oscuros
que me parece que ha estado ausente. No es cierto. Dios puede amarme de manera
que yo no entiendo, porque dios es más grande de lo que yo percibo de él.
“Él
nos amó primero” (1 Jn 4, 10) Este es el sólido fundamento y cimiento de
nuestra vida, su amor inconmovible. Nunca llegaremos entender la profundidad de
este misterio. Aquello que se me da gratis siempre tiene algo de misterioso, de
inmerecido.
Hemos
de dejar a Dios que me siga amando, la obra de la creación no es algo cerrado y
acabado. Hemos de dejar a Dios que siga haciendo historia en mi vida (dejarnos
hacer) Tengo que convertir en experiencia fundante de mi vida el haber sido
amado siempre Por Dios.
Antes
que amar somos amados. “Él nos ha amado primero”. Somos antes amor recibido
que amor entregado o devuelto. Nuestro ofrecimiento es respuesta al amor
recibido, viene después, estamos hechos desde la recepción
Hemos
de descubrirnos como un don de Dios para el mundo, un don para los demás. Ese
es el sentido de mi vida. Se trata de vernos como Dios nos ve, soñarnos como
Dios nos sueña. Dios nos ama por lo que somos no por lo que hacemos o tenemos. No
soy amado por mis méritos, nuestras capacidades o límites. Somos amados
gratuitamente por Dios porque somos sus hijos. Hemos de vernos como un ser
amado por Dios.
Otra
consecuencia de esta verdad es una visión positiva de todo lo creado:
INOCENCIA
ORIGINARIA
Toda
la creación es buena “Y vio Dios que todo era bueno” (Gn 1. 10, 13,18, 21, 25,
31). Todo nos puede y nos debe llevar a Dios hemos de amarle y servirle a
través de la creación en Dios no existe el aborrecimiento o el rechazo en todo
incluso en la negatividad más grande hay una semilla de su amor
NO
DEBEMOS SEPARARNOS DE SU CREACION
La
llamada indiferencia ignaciana no debe de llevarnos a una indiferencia por la
creación. Si tenemos que alabar amar y servir a Dios no lo podemos hacer sin
amarle y servirle es en la creación que es obra de Dios. Es precisamente en
todo lo creado, en las creaturas, obra de sus manos dónde debo amar a Dios y
entregarle mi amor y mi servicio. Amo a Dios amando sus criaturas y amándole en
mis hermanos. “El que dice yo amo a Dios y odia a su hermano es un mentiroso.
¿Cómo puede amar a dios a quien no ve, si no ama a su hermano a quien ve?” (1
Jn 4,20) Si alguien pretende amar a Dios y aborrece al hermano está en la
mentira. Quien odia a su hermano está en tinieblas” (1 Jn 2,9). Es más, quien
no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un asesino” (1Jn
3,15)
TEXTOS
DE AYUDA
(Lc
12, 22-32) Se nos describe la confianza en Dios. “La vida vale más que la
comida o el vestido, vuestro Padre sabe lo que necesitáis. Buscar su Reino y
todo se os dará por añadidura”
Surgimos
y vivimos de la Providencia de Dios. Él nos cuida y nos protege, somos más que
nuestros genes, nuestra psicología, fruto de la cultura la tradición y la
familia.
(Gn
1ss) Somos palabra pronunciada por Dios: “Dijo Dios hágase y se hizo, existimos”
(1
Jn 3, 1-3) “Que amor más grande nos ha mostrado el padre que nos ha llamado
hijos de Dios porque lo somos somos”
(Mt
4, 17) Somos “su hijo amado” Esta fue en Cristo y debe ser para nosotros la
experiencia fundante de nuestra vida.
(Deut
6,2) “Graba estas palabras que te digo hoy queden en tu corazón estas palabras
como un tatuaje”.
(Hech
17,28) “En él vivimos nos movemos y existimos”. Toda nuestra vida está anclada
y sostenida en él.
(Sab
11, 24) No hay nada que no se sustente en él amas a todos los seres y no
aborreces lo que has creado lo que has hecho subieras aborrecido algo no lo
habrías creado
3.2
ORACION MAÑANA: DIOS ES NUESTRO PADRE Y NOSOTROS SUS
HIJOS (1 Jn 3,1; Mt 3, 17)
PETICION:
Pedir a nuestro Padre la gracia de sabernos y vivirnos como hijos suyos. La
gracia de vivir en sus manos. Crecer en confianza.
Cuán
vivas se hacen las palabras del Salmo 23: Tu mi buen Pastor, Aunque pase por
tramos oscuros nada temo, tú estás conmigo. Señor enséñame a verte donde no
pareces perceptible, incluso allí donde percibimos que estas ausente o que nos
has abandonado.
Ayúdame
a anclarme y vivirme con la certeza de que estás, has estado y estarás
amándonos siempre. Tu amor no se muda, aunque nosotros mudemos tanto (Sta
Teresa). No nos amas por lo que hacemos sino por lo que somos y somos siempre
“tus hijos muy amados”.
Cuán
fuertes debieron se estas palabras para Jesús “Este es mi hijo amado a quien yo
sostengo” (Mt 3, 17): que quiso que se oyeran de lo alto para todos nosotros.
Tú
sabes lo que vivo. Sabes que este tramo de la vida y de la enfermedad se me ha
hecho especialmente difícil, me cuesta aceptarme en mi fragilidad y debilidad,
incluso me cuesta amar la fragilidad y debilidad del otro.
Necesito
hacer viva y renovada la experiencia de tu amor, dejarme amar para poderte
reconocer y amar en mis hermanos. Necesito entrar en tu forma de amar para
poder percibir y amar a los otros como son, como tú les amas.
Siento
mis ojos y mi corazón cansado afligido dolido. Padre me pongo en tus manos. Pongo
en tus manos todas esas realidades que más me cuestan. He sentido la fuerza del
mal y me he sentido impotente para amar.
Tú
aborreces el mal, pero no aborreces a nadie ni siquiera al malvado porque lleva
la huella de tu amor, porque tú eres bueno y compasivo y clemente. Tú me
invitas a amarte y reconocerte en mis hermanos más débiles y me rodeas de
debilidad para que también pueda amarlos, así como tú me amas. “Tomaste nuestras
debilidades y cargaste con nuestras enfermedades” (Mt 8,17).
Me
encuentro abrumado en medio de penalidades y me invitas a confiar no os
preocupéis del mañana a cada día le bastan sus problemas yo te daré la fuerza
para amar. Estoy aquí junto al “pozo” de esta casa. Tú Señor bajaste hasta “el
pozo” de la humillación para abrazar nuestra miseria te inclinas hasta el fondo
de nuestras heridas para derramar sobre ellas el bálsamo de tu misericordia. Danos
tu Espíritu de sabiduría para saber cómo amarte mejor en los hermanos que pones
a nuestro cuidado. Me resulta más fácil amar a “los pobres de afuera” y me
resulta tan difícil amarte y reconocerte en “a los de la puerta de al lado” los
que llaman a nuestra puerta rodeados de flaquezas. Señor ayúdame a amar.
3.3
MOMENTO DE REFLEXION: FORMAS DE ORAR
Sin
duda hay muchas formas de orar. Los modos de orar no son para adoptarlos todos
de la misma manera. Diríamos que cada cual tiene que encontrar su propio modo
de orar. De todas formas, hay que saber pararse y retirase para que sea él el
protagonista. Los ejercicios espirituales los lleva el Espíritu de Dios que es
como el “iconógrafo interior”.
Los
Ejercicios de San Ignacio es como una escuela de oración. En ellos insiste
fundamentalmente en dos aspectos: La contemplación y los coloquios. La palabra
contemplación aparece hasta 81 veces con distintas connotaciones. Si es tan
repetida en un libro tan pequeño es porque se le da mucho peso. Contemplar los
misterios de la vida de Jesús centra toda “la segunda semana” en los ejercicios
de San Ignacio. Vamos a tratar de recoger una serie de aspectos que nos ayude a
entender que es para San Ignacio la contemplación.
Imagen
del empaparse, la suavidad del empapamiento de dejarse empapar. Es una
pasividad activa, no es tanto el hacer sino el dejarse hacer, trasvase de
sentimientos. Lo que consiste es que yo me quedé en segundo plano, yo absorbo y
me empapó de lo que estoy contemplando. La cultura oriental sin duda es más
contemplativa nuestra cultura es más activa intelectual reflexiva, nos cuesta
quedarnos quietos. La contemplación es para que salgamos transformados con el
afecto del corazón. Es la consecuencia de estar ante la presencia de Jesús o la
realidad del misterio contemplado.
El
empapamiento es poco a poco. Más que un momento de arrobamiento es un proceso
suave y lento, “de gota a gota” que me va cambiando poco a poco. Lo que nos
parece sencillo no nos es tan fácil. La contemplación requiere una actitud de
abrirme, descubrirme y dejarme purificar para estar libre de prejuicios y
esquemas. Requiere de una educación de la sensibilidad. Hay un arte de la
contemplación que no se consigue a base de puños y esfuerzos.
Fundamentalmente
la contemplación es de carácter afectivo. No contemplamos ideas. Santo Tomás
habla de “la contemplación intelectual”. No se trata de discurrir sino de
deleitarse a través de una visión intelectiva que entronca con el corazón. Se
trata de entrar con el corazón en la persona que contempló, “conocimiento
interno”. Es un trasvase de sentimientos: del Corazón de Jesús a mi corazón.
San Ignacio insiste aplicación de los sentidos: ver, mirar, oír, son los
sentidos que más trabajan. Desde esta perspectiva se enriquece la práctica
sacramental. Los gestos que aúna la palabra a la imagen refuerzan la dimensión
contemplativa del sacramento. Se trata de reposar para dejar que el eco de la
palabra resuene. Una palabra que ha de ser proclamada y escuchada con
reverencia y atención como salida de la boca de Dios para que produzca eco en mí.
El
poeta Miguel Hernández siendo pastor dice: alto soy de mirar a las palmeras. Mirar
a lo alto me hace más alto. Lo que miramos transforma al que mira. Me hago bueno
mirando la bondad de Jesús. Se trata de una ósmosis, la persona buena contagia
bondad.
Gustav
Flover dice: Si miramos siempre al cielo acabamos por tener alas nuestro
espíritu se eleva y nos hace más parecidos al cielo
San
Ignacio añade otra palabra “reflectir” hacerme presente, dejarme tocar para
sacar algún provecho. No se trata de reflexionar sino dejarse reflejar como un
espejo. Me veo en el espejo que refleja la imagen de lo que hay. Yo no debo
poner mi tono para no proyectar lo que yo llevo dentro. No se empiezan con las
consideraciones morales. Enseguida nosotros enturbiamos y complicamos las
cosas. Se trata de transparencia. La cara transparenta lo que llevamos por
dentro. Los ojos te hablan del alma. Uno refleja lo que lleva por dentro.
Necesitaríamos dejarnos orientar y afectar por el misterio que contemplamos.
Dejar orientar nuestro sentir, nuestro percibir, para captar sus afectos. Estos
se hacen palpables porque afectan nuestra sensibilidad.
Gustav
Flover describe la contemplación cómo “hacerse presente” no es especular ni
sacar conclusiones ni examinar la propia vida. Eso se hará después. Supone
cierto desapego, retirarme y olvidarme de mi y establecer una relación de
presencia, en pura observación. Así se irá dando poco apoco una comunión de
amistad. Diríamos que de lo que se trata es de dejarme atraer, seducir,
enamorar.
PALABRAS
DE AYUDA:
Isaías:
“Como baja la lluvia que empapa la tierra y la hace fecunda así la palabra que sale
de mi boca” (Is 55, 10-11)
Sabiduría:
“Tu buen Dios reposas en la hondura de cada cosa que tú has creado y en el
corazón del hombre quieres hacer resplandecer los tesoros de tu gloria. Yo
mismo te engendré como rocío antes de la aurora. Esplendor y belleza son tu
obra, reflejo de tus manos bondadosas. Haz que podamos ver a través del mundo
tu amor tu poder y tu gloria.”
3.4
PAUTAS TARDE: ACERCA DE LA FINALIDAD DE LA VIDA Y LA
INDIFERENCIA IGNACIANA
Vamos
a pararnos ahora sobre todo en la segunda parte del principio y fundamento:
Todo es creado “para” el hombre “en tanto en cuanto” le ayude a su “fin”.
En
los ejercicios se insiste entrar en la percepción y mirada de Dios sobre
nosotros. Vernos y percibirnos desde la mirada amorosa de Dios. Somos “sus hijos
muy amados” creaturas amadas por Dios.
El
fin de nuestra vida orienta nuestro vivir. Hemos de desear y elegir lo que más
nos ayude y nos conduzca al fin al que fuimos creados (conocer amar y servir a
Dios en todo). Es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en
tal manera que no queramos más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor
que deshonor, vida larga que vida corta.
Veamos
una serie de consideraciones al respecto que quizás nos puedan ayudar.
Lo
primero es que al orar “la indiferencia ignaciana” no debe interpretarse como
enajenación de la realidad. No se trata de evadirnos sino orar desde la vida y
con toda la vida. Incluso las condiciones más adversas pueden llevarnos a Dios.
La enfermedad puede ser camino de conocimiento de Dios. Todo es para bien “Todo
sucede para bien de los que aman a Dios” (Rm 8). Pero no hemos de quedar
atrapados por la realidad. Se trata de ir más allá, de ensanchar el alma para
descubrir el amor de Dios en todo y por encima de todo. Toda nuestra vida esta
envuelta en ese amor de Dios. Incluso en eso que parece la ausencia y la
negación de Dios ahí también está Dios escondido.
Es
más importante escuchar que hablar. No es mejor oración la que llenamos de
palabras. Se trata más de escucharle a él, de escuchar “la palabra de Dios”
porque escuchar a Dios nos permite entender y entablar una relación con él. De
ese diálogo con Dios brota el saber elegir lo correcto lo agradable lo perfecto
(Rm 12,1) Elegiré bien si escucho bien.
Se
me pide esta actitud de escucha. Hoy es un día para tomar conciencia de ese
amor de Dios a lo largo de toda mi vida. De este reconocimiento brota la
alabanza. Alabar al Señor es reconocer lo que Dios ha hecho en mí y por mí y
para mí, para mí bien, para mi alegría. Yo le merezco la pena a Dios, todo lo
hizo por amor a mí.
Hay
“zonas oscuras” en nuestra vida que no debemos tener miedo de exponerlas a
Dios. Es una invitación para palpar el amor de Dios en esas “zonas oscuras”, en
las “heridas”. Las heridas nos pueden hacer crecer y madurar en su amor. Quién
ha sentido más el dolor puede hacerse aún más compasivo. Hay zonas que
necesitamos aún cicatrizar, donde parece que hemos fracasado, donde hemos
palpado nuestra limitación, flaqueza, debilidad, pecado. Dios está ahí siempre,
ha estado ahí siempre. Toda nuestra historia es lugar donde Dios derrama su
amor. Desde cualquier lugar y situación podemos conocer, alabar y amar a Dios.
Hoy
podemos preguntarnos. ¿de verdad tengo a Dios como centro?, ¿a qué doy importancia
en mi vida en que me glorío voy buscando éxitos méritos dónde puedo sobresalir?
Voy buscando lo que consideró mi gloria, el reconocimiento para mí, o voy
buscando la gloria de Dios. Nuestro principio y fundamento ha de ser dar gloria
a Dios en todo y por encima de todas las cosas. Hoy podemos preguntarnos que
nos puede ayudar a crecer en libertad a vivir orientados atraídos y atrapados
por Dios que dinamismos hay positivos o negativos que me influyen cuál es mi
tesoro que llena de alegría mi vida podemos orar sobre esas “zonas oscuras y
heridas” en donde Dios quiere hacerse también presente.
La
forma de vivir que se desprende de poner a Dios en el centro de toda nuestra
vida es una voluntad de querer lo que Dios quiere. La voluntad está vinculada a
la libertad. La voluntad no es lo mismo que el voluntarismo. El voluntarismo
puede restarnos y quitarnos libertad. La libertad propone no impone, no es
forzada, parte de esa indiferencia ignaciana.
Dios
respeta nuestra libertad, nuestra determinación. Hemos de recobrar la pasión
por Dios, vivir apasionados, que Dios nos atraiga de forma que toda nuestra
vida quede dependiente de esa atracción amorosa. Que nuestra gloria sea hacer
lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace.
Para
traducir la indiferencia ignaciana en nuestra vida supone y rompiendo la
autoimagen. Ser libre de mi propia imagen es no estar defendiendo siempre
nuestra imagen. Siempre tendemos al ombliguismo y nos tomamos demasiado en
serio a nosotros mismos, nos damos demasiada importancia.
Se
trata pues de ganar libertad interior que supone ir más allá de la autoestima. Hay
que destronar un poco el yo, para que no sea el vértice de todo. No hemos de ponernos
en el centro sino vertidos, convertidos hacia Dios. Esto se hace porque hay
otro tesoro que se descubre más importante que todo. Hemos de pedir tener
pasión por Dios vivir apasionados por Dios
TEXTOS
DE AYUDA PARA ORAR
(Mt
13,44ss) La parábola del tesoro escondido por la alegría de haber encontrado el
tesoro lo vende todo
(Sal
61,1ss) Tú eres mi señor mi bien lo tengo bien fuera de ti
(Job
35,15) Dios salva a miserable por su misma pobreza y la enseña por medio del
sufrimiento a librarle de la angustia y colmarle de bienes
(Lc
1, 52) Dios derriba del trono a los poderosos y él salta a los humildes
3.5
ORACION DE LA TARDE (Sal 16,1ss) (Lc 1, 52)
Petición.
Señor atráeme, enamórame apasióname para que seas tu mi centro y mi tesoro.
Tú
mi Dios que me amas con amor de predilección, vengo a ti,
déjame experimentar tu amor:
Señor Padre quiero
vivir sostenido en tus manos con plena confianza
Señor Jesús,
Hijo de Dios que por mí te entregaste, abrázame en tus brazos, sáname
Espíritu Santo
guíame atráeme enamórame para vivir apasionado
Comienzo
esta oración con esta plegaria y esta certeza: tú Señor mi Dios, mi refugio. En
ti me refugio, en tí me abandono. Quiere decir mi corazón: tú eres mi Señor, en
ti confío y me confío porque sé que no hay dicha para mí fuera de ti.
Tú
Señor el tesoro, la herencia, el lote que me ha tocado. Encuentro magnífica la
parte de mi herencia, la heredad donde quiero vivir, en tu presencia, bajo tu
mirada. No permitas Señor que viva descentrado, desnorteado. Quiero que seas tú
el centro de mi vida, el centro de mis anhelos y deseos. Que mis pensar sea tu
pensar y tus deseos muevan mi actuar. Este es mi anhelo, vivir día y noche en
tu presencia, bajo tu mirada, día y noche alabándote y proclamando tu
misericordia por siempre. Que la desgracia ni el infortunio ni el fracaso ni el
propio pecado no enturbie tu mirada de amor y de predilección por mi vida. Presérvame,
guíame, guárdame, sáname, abrázame no permitas que ponga nunca en duda tu
infinito amor para que sea tu amor lo que me lleve a vivir para ti.
Bendigo
al Señor que me aconseja tú me instruyes internamente, ante mí tengo presente
siempre al Señor por eso está alegre mi corazón y todo mi ser canta y rebosa de
alegría.
María
enséñame a vivir en este magníficat constante. Es la oración de los pobres de
los humildes. Señor yo sé que tú me amparas tú me guías y abrazas por detrás y
por delante y en tí solo descanso seguro. Aunque pase por valles oscuros sé que
tú no me dejas abandonado. Aún en el peligro de la muerte tu Jesús te
abandonaste en las manos del Padre. “Padre me pongo en tus manos”. Son las que
palabras que tu Padre escuchabas recibías y susurrabas a tu Hijo cuando se
encontraba atribulado al borde de la muerte: no dejaré que se pudra mi amigo,
le enseñaré la senda de la vida verdadera, para vivir con plenitud de gozo en
tu presencia y encontrar las delicias por siempre a tu derecha. Quiero alabarte
a ti por siempre y por toda la eternidad. Ni el pecado, ni la enfermedad, ni la
muerte, podrá nunca separarnos del amor de Dios (Rm 8)
3.6
EUCARISTIA: SERES EN RELACIÖN: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE VIVA
SOLO. (Mc 10, 2-16)
Nos
creaste para Ti Señor, para la relación, para la comunión. Estamos hechos para
Dios y a su imagen por eso estamos hechos para la relación. Todos tenemos
necesidad de relación no estamos hechos para vivir en soledad no podemos vivir
nos y entendernos solos en la relación nos complementamos
Tenemos
una vocación de pertenencia. Todos crecemos en un contexto de relación. Esto
significa respeto, comprensión, mutua valoración y ayuda. No se trata de una
relación de dominio, de abuso o de poder. Hemos de poner todo lo que somos en
juego y vincularnos y comprometernos a pesar de los fallos y las dificultades.
Tenemos que apuntar a una relación estable, duradera para siempre, donde
nosotros nos comprometemos con fidelidad con un compromiso de indisoluble, para
siempre. Dios desde siempre hizo una alianza con el hombre. Somo seres de la
alianza. Hemos de ser fieles al don de la Alianza.
Estamos
hechos para vivir para el otro para hacer feliz al otro acompañándonos en la
fragilidad en la vulnerabilidad. No podemos contentamos contarnos en darnos a
medias, parcialmente, solo en parte: “corazones partidos yo no los quiero si
doy el mío lo doy entero”. Dios ha hecho un compromiso definitivo con el hombre
hemos de pedirle a Dios el don de la fidelidad el de una donación total y una
entrega sin reservas.
Supone
ser fieles al don de la Alianza, supone que el vínculo de amor que Dios ha
hecho con el hombre no lo debe romper el propio hombre. “Lo que Dios ha unido
no lo separe el hombre” El vínculo que Dios ha sellado con su sangre no lo
podemos romper.
3.7
ORACION NOCHE: PADRE YO ME PONGO EN TUS MANOS.
RECIBENOS
“Tú
eres mi Padre y yo soy tu hijo muy amado” sí, es eso basta. Hoy de nuevo
quieres que esas palabras calen y penetran profundamente en mi alma. “No
temas, te he llamado por tu nombre y eres mío yo estaré contigo porque vales
más vales mucho a mis ojos yo te amo eres muy muy importante muy preciado para mí”
(Is 43, 1-5)
Esto
es lo que da respuesta a todos los interrogantes, lo que somos, de dónde
venimos y a dónde vamos. Quisiste es para mí lo que tú eres haciéndome a tu
imagen. Me creaste para vivir en relación en comunicación en comunión de amor.
Soy
vida de tu misma vida, participó de tú mismo ser que es amor y toda mi vida
está en tu seno en profunda gestación como hijo de Dios: “En él vivimos
existimos y somos” (Hech 18)
Soy
como un feto inmaduro en gestación, a medio camino entre mi origen y mi destino
y entre tanto sufro el exilio de un amor donde aún no te veo con claridad pero
sé que cuando salga a la luz diré finalmente: Padre traspasando el umbral de lo
que aún nos queda invisible
Mientras
tanto estoy aquí y debo comprender por qué y para qué cómo puedo comprender a
Dios a quien no veo cómo puedo entender y vivir en tu paternidad mi filiación.
Todo
me supera y precede, debo fiarme y confiarme. Padre recíbeme, me pongo en tus
manos. “Nos hiciste para ti Señor y no descansaremos hasta reposar en tí”
(San Agustín, Confesiones)
Estoy
hecho de tu pasta, de tu ser, de tu amor, de tu dulzura para vivir y entregarme
en el don de mí mismo hacia tí en la misma reciprocidad con la que soy amado
por tí.
Si
tú eres mi Padre se acabaron los reproches, “los porqués”, solo tú sabes. Se
acabaron los miedos, se disipan todas las inseguridades. Podemos descargar en tí
todas nuestras inquietudes e incertidumbres porque tú has estado estás y
estarás sosteniéndonos siempre.
Aún
a pesar de las tormentas y nubarrones que encuentro por medio, tú eres capaz de
transformar lo que nosotros llamamos mal y de dirigir los acontecimientos
misteriosamente hacia ti. Tú nos has soñado y querido desde el principio y a
nosotros nos pides la confianza de niños el abandono de la fe.
Padre recíbenos esta noche como nos recibirás al final de la vida. Recíbenos no con la razón fría y especulativa del que lo sabe todo sino con el corazón de un niño que solo sabe y se fía de su Padre. Déjame escuchar tus palabras: “dame hijo mío tu corazón abatido y descansa en mis brazos” como decía Unamuno: “Vuelvo cansado del duro bregar, acógeme Padre bueno en tu dulce hogar”.
DIA
CUARTO: 4 de octubre: Fiesta de San Francisco de
Asís
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo
tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
4.1
PAUTAS MAÑANA: LA REALIDAD DEL PECADO
PODEMOS
VIVIR FUERA DEL PRINCIPIO Y FUNDAMENTO
Podemos
vivir fuera de nuestro fundamento podemos vivir fuera de Dios fuera de la
realidad del plan de Dios. Dios nos crea en libertad hay deseos de Dios deseos
de bien de relacionarnos, pero hay también dinamismos de muerte envidias odios
venganzas somos a la vez víctimas y verdugos y esa realidad me hiere a mí ir a
mis semejantes el pecado es tóxico y nos conduce a la muerte puede ser mortal
el pecado es un dinamismo de transgresión, pero más que todo el pecado es una
ruptura de la relación con Dios
En
nuestra condición de criaturas Dios nos dio la libertad de abrirme o cerrarme a
su gracia y a su amor partimos de la inocencia originaria Dios nos creó bien
pero el hombre puede desorientarse y corromperse haciendo el mal y
desobedeciendo a Dios. Hemos de entrar en la realidad del pecado desde la fe
desde la relación con Dios más que una transgresión a una ley es la ruptura de
un pacto a una alianza fundada en el amor.
Mi
respuesta es deficiente y distorsionada no está a la altura del amor no
responde al amor con el que hemos sido amados
RECUPERAR
LA CONCIENCIA DE PECADO
Hoy
hablar del pecado no es fácil hemos perdido la fe, la conciencia de Dios y
hemos perdido la conciencia del pecado. El pecado va más allá de una mancha de
una mera trasgresión u ofensa. El pecado hay que verlo del desde el contexto de
Alianza. No es algo que hemos hecho malo, es una ofensa contra “alguien”.
Cuando rompemos la condición de alianza se rompe todo. Hemos de pedir este
“conocimiento interno del pecado”.
Se
trata de un desvelamiento. Hay que pedir la gracia de verlo como le pasó a
David ante el profeta Natán “por Yhave que el hombre que hizo eso merece la
muerte… ese hombre eres tú” (2 Sam) por encima de todo se trata de una
ofensa contra Dios, “Contra tí, contra ti solo pequé” (Sal 51)
el
pecado hay que verlo desde dentro desde la fe a la luz de la fe de la
revelación Jesús nos enseña a concebir el pecado desde el amor de Dios solo
quien se sabe amado entiende la realidad del pecado hemos de aprender a
desenmascarar el propio pecado
la
conciencia cristiana del pecado es una gracia necesito la revelación de Dios
para ver el pecado hemos de pedir vergüenza y confusión ante Dios dolor del
pecado
una
tentación que San Ignacio expresa es también reducir el pecado a una cuestión
meramente personal conviene ver el pecado en estado puro en toda la realidad
hablamos del pecado del mundo pecado social pecado estructural el pecado va más
allá de nosotros nos hacemos cómplices y víctimas de las estructuras del pecado
y participamos del
Lo
que le pedimos a Dios no es culpa sino dolor y arrepentimiento lágrimas no de
culpa sino por haberle ofendido y por lo que esto ha podido producir.
EL
PECADO NO TIENE LA ÚLTIMA PALABRA, VER EL PECADO HA DE LLEVARNOS A DIOS
No
se trata de quedarnos atrapados ni encerrados en nuestro pecado. Al final vence
el bien sobre el mal nuestra apuesta cristiana es que el mal no triunfa no
tiene la última palabra
No
se trata de caer o evaluar muchos estados depresivos o caer en el victimismo
(reducciones psicológicas) no se pretende quedarnos en el pecado sino de
abrirnos al amor de Dios. Dios nos ama por encima de todo. “Dios odia el pecado,
pero ama al pecador”
TEXTOS
DE AYUDA:
LA
ORACIÓN DE LOS DESTERRADOS. (Baruc 1,15) Confesamos que el Señor es justo y a
nosotros nos abruma la vergüenza porque pecamos contra el Señor y nos apartamos
de él. Hemos rehusado obedecerle por doquier y el resultado es palpable a
nuestros ojos: injusticias, corrupción, delitos, etc. Vivimos en el destierro,
exiliados dentro de una historia de pecado con un común denominador la
desobediencia. No escuchamos a Dios, lo rehuimos y seguimos nuestros derroteros.
El pecado nos hace vivir desterrados, fuera de nosotros nos quita la libertad y
nos hace experimentar las cadenas del odio y la indiferencia viviendo
encarcelados en nuestros egos.
EL
DINAMISMO DEL PECADO: 3 MOMENTOS EN LA HISTORIA DEL PECADO
El
pecado no hay que verlo sólo de forma puntual sino más bien como un dinamismo
progresivo de pecado dentro de toda una historia de pecado en medio
de un contexto siempre de Alianza. La ruptura con Dios nos lleva a una ruptura
con nosotros mismos y con los demás.
El
pecado en los orígenes. (Gn 3, 1ss) Se trata del denominado
pecado original. Es la prehistoria del pecado la astucia y el engaño del
maligno que se va dejando de nuestra libertad hasta separarnos de Dios. Nos
ponemos en su lugar decidiendo lo que está bien o mal.
El
pecado fratricida (Gn 4, 1ss) El pecado entre miembros de
la propia familia. De la vivencia de hermanos nos convertimos asesinos
homicidas se puede matar físicamente y espiritualmente dónde está tu hermano
dejamos de reconocerle como mi hermano es vivimos enajenados alienados alejados
no queremos saber nada indiferencia enemistad odios racismos
El
pecado global. (Gn 11, 1ss) Enfrentamientos de todos
contra todos. Se da la confusión, el caos. Vivimos enfrentados los unos con los
otros, no podemos entendernos, nos hacemos cómplices de esta maldad. La
situación estructural que vivimos tiene que ver con todos nosotros.
Pidamos
la gracia de poder ver la realidad del pecado para convertirnos y volver a Dios
necesitamos su gracia no podemos volver adiós si él no nos hace volver si él no
nos da la gracia de volver.
4.2 ORACION DE LA MAÑANA: IR LA RAIZ DEL PECADO (Sal 51)
Hoy
día de san Francisco te pido Señor la gracia por su intercesión de volver a renacer
a ti con un corazón como el del, apasionado y enamorado. San Francisco llorando
decía: “El amor no es amado”. Creo que esta es la raíz, el entenebrecimiento de
no reconocer y amar a Dios sobre todas las cosas.
San
Ignacio pedía también la gracia del dolor y lágrimas por nuestros pecados. Con
un corazón compungido reconozco que he pecado contra ti por no corresponder
como mereces al amor con el que he sido amado. Con las palabras del salmo que
atribuyen al rey David: “Contra ti contra ti solo peque” (Sal 51).
Te
pido Señor la gracia de volver a ti o mejor de que tú me hagas volver. Dejar
atrás los pensamientos, deseos, acciones que me hayan distanciado de ti o
cualquier ofensa cometida en falta de correspondencia a tu amor en mis
hermanos. Cualquier ofensa a la creatura es una ofensa contra el Creador: “lo
que hicisteis al más pequeño y vulnerable de vuestros hermanos me lo hicisteis
a mí” (Mt 25, 40)
Quiero
en este día hacer un poco de historia. Historia de mi pecado ye historia de tu
fidelidad. Quiero confesar mi culpa unida al pecado de alejamiento de Dios que
vivimos hoy. A pesar de ser un pueblo con un corazón terco, a pesar de
disgustarte más que agradarte, a pesar de nuestras infidelidades y
transgresiones, tu no has dejado de amarnos. Nosotros pecamos, no escuchamos tu
voz, te dimos la espalda. “Tú tratabas de instruirnos y corregirnos como un
Padre que alza a su niño a sus mejillas y cuánto más nos llamabas, más nos
alejábamos de ti. Nos rebelamos contra ti, no quisimos aprender la lección,
desobedecimos tus órdenes y tus preceptos pecando contra ti” (Os 11)
¿Cuál
fue tu reacción frente a nuestro pecado? Mi pueblo me fue infiel, pero yo no
los trate como merecían sus iniquidades infidelidades y pecados, yo no les
oculté mi rostro. Quisiste mostrar siempre tu amor de compasión tratándonos con
infinita misericordia y en el colmo de tu amor mandaste a tu Hijo para
revelarnos tu rostro y el hasta donde de tu misericordia.
Con
las palabras del profeta nos instruyes: Déjame que te muestre mi historia
ininterrumpida de amor.” Cuando nadie tuvo compasión de ti y a nadie
interesabas yo me interesé por ti. Cuando te vi envuelta en tu sangre y desnuda
yo cubrí con mi manto tu desnudez para que no quedases expuesta e hice una
alianza de amor contigo” (Ez 16)
Yo
me paré junto a ti. Te bañe con agua limpia, te perfume con aceite, te vestí
con ropajes y túnica blanca y bordados, te adorne con los mejores aderezos y
espléndida diadema. Sin embargo, tú pusiste tu confianza en tu belleza y te
prostituiste, te olvidaste de los días de tu juventud, del amor de tu juventud,
(cuando yo te cubrí cuando estabas desnuda y sin ropa y te debatías en tu
propia sangre) Me fuiste infiel, rompiste la alianza de la que hiciste
juramento.
¿Cuál
fue tu reacción frente a nuestro pecado? ¿creen ustedes que me gusta la muerte
del pecador? Al contrario, detesto el pecado, pero no al pecador, lo que quiero
es que se convierta de corazón y vuelva a mí y viva. Cuando nosotros éramos
incapaces de volver a ti, tú hiciste una Alianza nueva. Esta es tu promesa: “les
daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo” (Ez 18,23, Ez 36)
Danos
Señor tu Espíritu de amor que limpie, sane, cure, transforme nuestro corazón de
piedra. Danos un corazón de carne, danos volver al primer amor para poder decir
de corazón como decía San Francisco Como respuesta a su infinito amor “ya no
quiero otra cosa que seguir y amar a Cristo pobre y crucificado”. (Ga 6,14)
Francisco
quiso hacerse pequeño y pobre dejarse hacer para vivir como verdadero hijo de
Dios a semejanza de aquel que siendo rico se hizo pobre por amor para
enriquecernos del verdadero tesoro.” El amor a los pobres y la identificación
con Cristo pobre son dos caras de la misma moneda” (papá Francisco Francisco)
Francisco
contemplando a Jesús y dejándose mirar amar y transformar por él se va haciendo
pobre despojándose de sí y revistiéndose de él. “El que es de Cristo es una
criatura nueva”. El que se deja amar y mirar por Jesús es recreado y capacitado
para pasar a ser una criatura nueva.
Dame
Señor entrar en tu forma de ser y de amar. Ser hijos en el Hijo. Transvase de
amor. Sentirnos amados indignamente sin méritos aun siendo pecadores nos mueve
a vivir en esa plena confianza en él. Danos Francisco poder escuchar la voz del
Señor “reconstrúyeme la Iglesia, colabora en la construcción de un nuevo mundo”
Esa reconstrucción empieza por nuestra vida. Haznos instrumentos de tu paz.
Pasar a ser constructores y artífices de una nueva humanidad donde respetemos a
todo ser humano sobre todo aquel que se muestra más débil y vulnerable. Que el
odio se da paso al amor, la ofensa al perdón, la discordia a la unión.
“Te
doy gracias padre señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas
cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños”
(Mt 11, 25)
4.3
MOMENTO DE REFLEXION. VER EL CAMINO POR EL QUE DIOS ME VA
GUIANDO, POR EL QUE SALE AL ENCUENTRO
Lo
que buscamos en los ejercicios no debe ser renovarnos en ideas sino dejarnos
renovar por dentro. Cuando a veces nos experimentados cansados, estancados,
¿cómo reiniciar de nuevo? No hemos de cansarnos de volver una y otra vez a él.
Es lógico que en el camino volvamos una y otra vez a caer, de lo que se trata
es no quedar quedarnos en el propio pecado sino levantarnos una y otra vez. Estos
son días propicios para repasar lo vivido, para dejar resonar” los ecos”, “las
huellas” de Dios para caer más en la cuenta de los detalles que quizás no hemos
percibido en una primera lectura de la vida.
¿Cómo
salir de la apatía del cansancio y el aburrimiento? Hemos de entrar en la
novedad de lo sutil volviendo sobre lo andado y permaneciendo en una actitud de
conversión continua. A nosotros nos parece que ya todo lo sabemos, pero tenemos
que estar estrenando continuamente el seguimiento. Hemos de sentirnos de nuevo
llamados al seguimiento, volviendo una vez y otra vez a lo ya trillado, pero
redescubriendo algo nuevo.
¿Cómo
volver a estrenar el seguimiento? Dejándonos levantar para iniciar cada día, encontrando
la novedad cada día. No se trata de “picotear buscando novedades por fuera”, se
trata más bien de encontrar novedad quizás en lo ya sabido, pero
redescubriéndolo todo de una forma nueva.
CÓMO
DESCUBRIR A DIOS EN LO COTIDIANO
Necesitamos
estos tiempos de retiros, tiempos largos de oración para que Dios nos haga
redescubrir esa historia de amor. Nada es desechable, descartable, todo es
digno de consideración. Como dice San Ignacio “no es mucho saber conforta y
satisface el alma, sino saber y gustar internamente”.
No
se trata de saber algo nuevo para seguir haciendo lo mismo. Se trata de
dejarnos amar y ordenar la vida, dejarnos trabajar la propia vida. Salir de las
afecciones desordenadas para integrar mejor nuestra sensibilidad y afectividad.
Eso lo logramos no con la razón y la reflexión sino más bien con el sentir y
gustar internamente.
Nos
hace bien este dejarnos penetrar por el amor de Dios, en el gota a gota.
Dejarnos atraer por Dios, solo Dios es capaz de renovar nuestra persona
internamente. El corazón es lento, Dios nos va transformando lentamente. Tardamos
tiempo en superar los miedos y las resistencias. Dios como un artista nos va
modelando cómo arcilla en manos del alfarero. Dios no tiene prisa. Por medio de
la contemplación del amor de Dios, el hombre lentamente con detenimiento en
aspectos que quizás no son llamativos de momento. Por eso es importante
examinar dónde tenemos esas mociones del espíritu porque tanto en la
Consolación como en la desolación Dios no nos deja de hablar. Hay un lenguaje
de Dios que podemos aprender también de las resistencias y desolaciones. Donde
experimentamos a Dios escondido Dios quiere salir a nuestro encuentro.
EDUCAR
NUESTA SENSIBILIDAD
¿Cómo
gustar internamente, cómo volver a recuperar el gusto espiritual? Hemos de
estar atentos a nuestros sentidos nuestros sentidos han de ser educados y
evangelizados para no llevar una vida desintegrada, para vivir en consonancia
con lo que sabemos de cabeza.
¿Cómo
gustar a Dios y dejarme afectar por Dios? Nos relacionamos virtualmente con las
cosas y los sentidos se nos van atrofiando poco a poco. Nos podemos ir haciendo
poco a poco insensibles al dolor y al sufrimiento. Cuántas veces no supera la
realidad, nuestros sentidos a veces no aguantan y soportan la realidad que
vivimos y tratamos de evadirnos.
¿cómo
nos situamos frente al dolor y el sufrimiento? ¿cómo vemos a Dios en medio del
dolor y el sufrimiento? Perdemos el gusto a Dios cuando nos hacemos sordos a su
voz a sus insinuaciones. Somos atraídos por aquello que nuestros sentidos nos
hacen gustar. Si no sentimos rechazo al pecado pecaremos. Nuestros sentidos
internos pueden quedar atrofiados por nuestra mirada invasiva persuasiva
posesiva.
UNA
NUEVA MISTICA DE VIVIR CON LOS OJOS ABIERTOS
Hay
un padre jesuita (Benjamín González Buelta) que nos invita a cómo orar en la
vida. “Ver o perecer, la mística de los ojos abiertos” Para ser evangelizadores
de nuestro mundo de hoy hace falta desarrollar una sensibilidad y gusto
espiritual. Estar cerca de la vida de la gente. “cerrar los ojos a la gente nos
convierte en ciegos ante Dios” (papa Benedicto XVI)
Necesitamos
de una nueva sensibilidad. Cuando nos acercamos a los demás ¿buscamos su bien,
buscamos acercarles más a Dios? El mundo que nos circunda lejos de ser una
realidad que nos oprime puede ser visto como lugar de encuentro con Dios y los
hermanos.
¿Cuál
es la mirada de Jesús? Una mirada llena de respeto valoración cariño y
ardor por la gente. Poder ver las semillas del Reino que está surgiendo. Donde
parecía que no hay nada confiar. Dios está ahí incluso, asumiendo el dolor y el
sufrimiento del mundo
Saber
descubrir a Dios presente y no ausente de las realidades que vivimos por duras
que parezcan. Aunque parezca que Dios está ausente también está en las
situaciones de injusticia y sufrimiento. No podemos vivir una espiritualidad
intimista fuera del mundo y de la historia que vivimos.
¿Cuál
es la mirada del pobre lo de Asís? Solo un corazón convertido a Dios y
centrado en él puede percibir con finura la obra de Dios en todo y en todos
sorprendiéndonos en los detalles más pequeños de la vida con un corazón pobre y
sencillo.
4.4
ORACION DE LA TARDE. LA FORMA QUE TIENE DIOS DE RENOVARLO
TODO ES PERDONANDO
Trataremos
esta tarde de ver como se sitúa Dios frente a nuestro pecado en el mundo.
Pediremos la gracia de ponernos bajo su mirada, ante el Crucificado.
Empezamos
viendo como Dios se sitúa ante la infidelidad de su pueblo. Aunque el pueblo es
infiel a la Alianza, Dios permanece fiel. El pecado de infidelidad del pueblo
lo describe el profeta Ezequiel en el capítulo 16. Se personifica Israel como
una joven mujer que desde el inicio fue rechazada, abandonada. Dios la mira con
aprecio y se compadece de ella. La historia de la esposa infiel, ya contada por
Oseas y Jeremías, se amplía hasta abarcar toda la historia sagrada. Te vi en la
edad del amor, me compadecí y me enamoré de ti. Te hice mía y te engalané para
que reluciera toda tu belleza…pero tú sintiéndote segura en tu belleza te
enorgulleciste. Te prostituiste y te ofreciste a los transeúntes. Tu te
acordarás de tu conducta y te sonrojaras de tu pecado. Quebraste mi alianza,
pero yo lejos de abandonarte no te abandono. Promete una nueva alianza. La toma
de nuevo por esposa y la da futuro.
Esta
historia de amor se va repitiendo en la historia de la humanidad hasta nuestros
días. Dios es fiel a su promesa, porque Dios no puede no perdonar.
Esta
promesa de la nueva alianza la lleva a cabo en Jesús quien encarna ese rostro
misericordioso de Dios. En el centro del evangelio de Lucas en el capítulo 15, se
nos presentan las tres parábolas de la misericordia de Dios. En las tres hay un
denominador común. Dios se alegra de encontrar lo que estaba perdido. Dios
Padre se alegra con la vuelta de su hijo que estaba perdido.
Esta
tarde se trata de abrirnos al corazón compasivo de Dios para abrirnos a recibir
el perdón de Dios. Creo en este Dios de la misericordia y qué consecuencias
tiene creer en un Dios así.
En
la parábola del pastor que pierde una de sus ovejas, no se nos dice hasta dónde
se alejó, ni cuántos días tardó, ni cuánto pasó hasta encontrarla. En la
parábola del hijo pródigo nos deja ver que el Padre amó a su hijo aún en la
distancia. El Padre sale al encuentro del hijo cuando el hijo aún estaba lejos.
El Padre lo recibe y le reconstituye su dignidad perdida y le da futuro. El
abrazo del Padre le restituye como verdadero hijo. En la parábola de la mujer
que pierde la moneda, presenta a la mujer que no escatima el trabajo que le
costó encontrarla. Se remarca de nuevo la alegría de encontrar lo que perdió.
Este
camino de Dios al pecador nos descubre que sólo se llega a esta alegría
perdonando. El Padre restituye al hijo a través de su misericordia, dándole a
conocer el hasta dónde de su misericordia.
Jesús
encarna ese rostro de Dios misericordia. La cruz es el mejor símbolo de la
misericordia divina. Yo no aguantaría ver mi pecado y sus consecuencias, no lo
soportaría. Ante la vergüenza y confusión del pecador Dios no le deja en la
desesperación, sino que nos deja ver su corazón compasivo. Como se aclama en el
pregón pascual, feliz culpa que nos trajo tal Redentor.
Esta
tarde Dios nos invita a recibir su perdón, a vernos recibidos, perdonados. Es
de ahí donde brota el agradecimiento.
COLOQUIOS
ANTE EL CRUCIFICADO
San
Ignacio nos invita a colocarnos frente al Crucificado y establecer tres
coloquios:
Primero
pidiendo la gracia de reconocer mi propia historia de infidelidad y pecado, lo
que yo he hecho. Acercarnos al propio pecado personal, el más propio, el más
mío, hasta ponerle nombre.
Segundo
viendo lo que Dios ha hecho por mí. Para Dios somos sus hijos muy amados y no
dejaremos de serlo nunca. Hemos de hacernos conscientes del tesoro que somos y tenemos,
aunque lo llevemos en vasijas de barro. Sí somos de barro, pero Dios no deja de
ver siempre el tesoro para Dios.
Tercero
viendo las consecuencias de su perdón. Que es lo que ahora puedo hacer por ti.
Dios no quiere que nos acerquemos el pecado para culpabilizarnos, sino para que
caigamos más en la cuenta de su infinito amor. Su perdón es lo que provoca en
nosotros una respuesta agradecida. Nos acercamos a nuestro pecado para amarle
más y mejor. Lo que más le duele a dios es la falta de confianza. Dios quiere
restaurar la relación filial de amor y confianza.
Los
grandes santos e han reconocido grandes pecadores. Recordemos a San Agustín. Si
el demonio hubiera sabido las consecuencias que iba a tener el verse tan
perdonado, no le habría dejado caer tan bajo. Acercarse a la realidad del
pecado no es para hundirnos en el “pozo” se nuestra miseria sino para sabernos
misericordiosamente amados y perdonados. Es el mismo Dios que en Jesús quiso
bajar hasta el “pozo” de nuestra miseria para perdonarnos (Como dice San Juan
Pablo II en Dives in misericordia)
Todos
pecamos y todos somos igualmente pecadores pero pecadores perdonados. Como
llega a expresar el propio Job te conocía sólo de oídas, pero ahora te han
visto mis ojos (Job 42). Como expresa el profeta Isaías en el cántico del
Siervo sufriente: “le teníamos como un despojo despreciado como basura de los
hombres como ante el que volvemos la espalda, Sin embargo, eran nuestras dolencias,
las que el llevaba, nuestros pecados los que el cargaba. El soportó el castigo
que nos trae la paz” (Is 53)
4.5
ORACION DE LA TARDE: ORACION FRENTE AL CRUCIFICADO (Is 53)
Te
doy gracias mi Señor por esta tarde. Pido de rodillas la gracia de tu perdón
Vengo
a ti como el que ha pasado por una oscura noche de sufrimiento y de dolor. Te
teníamos como olvidado, como si fueras tú el que te habías olvidado de nosotros,
el que nos habías ocultado tu rostro y quisiste en mostrarnos tu rostro no de
ira o indignación sino de compasión e infinita misericordia.
Despreciado
de los hombres, pero tú no nos mirabas con desprecio. Familiarizado con el
dolor y el sufrimiento humano no te revelabas y no lo rechazabas. Eran nuestros
dolores y sufrimientos los que tú cargabas. Eran nuestras culpas las que
soportabas. Nos creíamos castigados por Dios humillados y eras tú el que te
humillabas y te abajabas hasta abrazarnos en nuestro pecado.
Eras
eran nuestros pecados los que cargabas. Tú soportabas nuestro castigo, el que
te infringimos para conseguirnos el rescate el perdón y la paz. Todos andaban
como errantes siguiendo sus caminos y tú el quisiste cargar con la culpa de
todos. Maltratado tú en silencio lo soportabas sin decir nada. Fuiste llevado
como cordero al degüello permaneciendo callado cuando te injuriábamos. Fuiste
herido de muerte por nuestros pecados a pesar de no cometer pecado alguno. Te
ofreciste hasta ser destrozado y crucificado para con tus padecimientos,
sufrimientos y muerte pagar nuestro rescate. El inocente por el pecador. Ofreciste
tu vida por todos
¿Ante
esto que diremos? Llevaste sobre tí el pecado de todos para interceder por
todos nosotros. Quién podrá separarnos ahora de tu amor, acaso las pruebas, la
aflicción, acaso nuestro pecado. ¿Quién estará contra nosotros? El hijo de Dios
que se ofreció por todos nosotros. ¿Qué decir ante tal prueba de amor? Si Dios
tuvo a bien darnos a su Hijo ¿cómo no nos darás con él todas las cosas? ¿quién
acusará a los elegidos de Dios? ¿quién nos condenará? acaso Cristo Jesús el que
murió y resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros. (Rm
8,23)
De
tu infinito perdón nos brota la confianza y el agradecimiento. Más grande que
nuestro pecado es tu infinito amor. Vivir quiero rendido a tu amor, rendido a
tus pies Me amó hasta entregarse por mí (Ga 2, 20) ¿A quién temeré? En todo
saldremos vencedores gracias aquel que nos ha amado.
4.6
EUCARISTIA. NO TENNGAS MIEDO. CONFIA EN MI (Jon 1, 1-2. 11; Lc
10, 25-37)
Hay
dos formas de acercarse al pecado. Las personas que se han acercado al pecado
desde el amor de Dios lo han hecho para cambiar y convertirse. Las que se han encerrado
en su propio pecado ha sido para torturarse y seguir torturando. Decía Víctor
Frank (en su obra “el hombre en busca de sentido”) “del ser humano puede salir
lo mejor y lo peor el que no se abre al perdón se tortura y se vuelve un
torturador”.
Hoy
Dios nos invita acercarnos a nuestro pecado desde su amor a convertirnos a su
amor. Tenemos distintas formas de relacionarnos con Dios. A veces nos peleamos
con Dios, a veces de forma discreta nos encontramos a disgusto con la realidad
que vivimos y tratamos de huir de esa realidad.
Era
lo que le pasaba Jonás, huye de Dios, le resultaba una tarea y carga difícil lo
que él le encomendaba y los acontecimientos se precipitan hasta darse cuenta
que estaba huyendo de él. A veces el Señor nos va poniendo señales hasta que
nos hace percibir que huímos de Dios. En el fondo cuando tratamos de huir de
algo que Dios nos pide nos vemos en una encrucijada. Al final Dios hace
prevalecer la vida y el amor aún a pesar de nuestras resistencias e
infidelidades. Nada queda fuera de su amor.
Aún
tratando de esquivar una responsabilidad, pero sí es de Dios saldrá adelante. Otras
veces nos situamos frente a Dios desde preguntas, desde “porqúes” porque no
entendemos la forma de actuar de Dios. Perdemos la confianza. Queremos tener
todo claro y no damos el paso adelante. Desde fuera no nos comprometemos hasta
que nos metemos en el fango.
En
el Evangelio el escriba que se sabía la ley pregunta tratando de evadirse ¿quién
es mi prójimo? ¿dónde me sitúo frente a los demás y frente a Dios? E1 tiene que
experimentar su amor de misericordia para hacerse próximo de todos. Hoy nos
invita al Señor a recibir su de misericordia y hacernos misericordiosos,
hacernos prójimos de todos, a tener misericordia de todos. Aunque no tengamos
todo claro nos pides que confiemos, que demos un paso al frente aún a pesar de
las circunstancias y reveses nos pides confiar en que lo prevalece siempre es el
amor.
¿Quién
es mi prójimo? Tu prójimo es el que tienes más próximo. A veces ese que tenemos
más próximo se convierte en nuestro enemigo. Nos cuesta asumir la realidad de
lo que tenemos más de cerca y que toca nuestra carne. Tú nos prometes tu amor.
Te daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo, infundiré mi espíritu y viviréis.
haré con vosotros una alianza nueva y eterna.
4.7
ORACION NOCHE: TRANSVASE DE AMOR (Mt 11,28)
Pedir
al Señor adentrarnos en su corazón para vivir y tener los mismos sentimientos
que Cristo Jesús.
Enséñame
Señor a tener y vivir apegado a tu corazón, vivir con un corazón pobre puro y
humilde como el tuyo. Tú te hiciste rico para enriquecernos con tu pobreza. Quisiste
elegir la hermana y santa pobreza para vivir teniendo a tu Padre Dios como
única riqueza. Tú siendo el Señor te hiciste siervo de todos por amor y llegado
el momento de tu pasión te abandonaste por entero en las manos del Padre para
así ofrecerte a ti mismo como sacrificio víctima en el altar de la Cruz y pagar
nuestro rescate con tu propia sangre
Viviste
pobre y moriste pobre. Viviste y moriste totalmente en manos del Padre. Te
sometiste por entero a su voluntad con una confianza infinita, dándonos un
ejemplo para que sigamos tus huellas.
Quiero
Señor aprender de tí. a vivir en ese abandono confiado en las manos del Padre. Recíbenos,
Señor, y adéntranos en tu corazón para vivir con tus mismos sentimientos en un
transvase de amor. Haz que podamos entrar en tu corazón y recibir de ti tú puro
corazón. Os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
¡Qué dichosos y benditos los que aman al Señor y
siguen su ejemplo haciendo vida su Evangelio! Hoy nos pones el ejemplo de San
Francisco, el poverello de Asís. “Alabado seas, mi Señor, por aquellos que
perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz, porque de ti, Altísimo, coronados serán…Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad”.
Dame vivir en esta humilde alabanza en que vivió Francisco. Adorémosle y démosle gracias con puro corazón. El culto verdadero es la adhesión de corazón para someternos por entero a su voluntad. Tengamos la humildad para vivir como tus servidores, para ponernos al servicio de todos extremando en todo la caridad.
El
servidor se debe asemejar a su Maestro, el que se hizo siervo por amor para
ganarnos a todos. Haznos sencillos humildes y puros a semejanza de tí Señor
para vivir como tus humildes servidores. Sumisos a Ti y a todas las criaturas
movidos por tu amor. El espíritu del Señor reposa sobre los que viven en tu
presencia y los que se convierten de corazón.
QUINTO
DIA: 5 de octubre. Témporas. Acción de gracias.
5.1
PAUTAS MAÑANA: DAME HIJO MIO TU CORAZON
Pedir
al Señor vivir este y todos los días en acción de gracias. Del arrepentimiento
y el perdón inmerecido al agradecimiento. El agradecimiento es la fuerza que
más nos moviliza. También es verdad lo contrario: el miedo es lo que más nos
paraliza.
La
oración del corazón que nos lleva a gustar de tu amor, la confianza que brota
de sabernos incondicionalmente amados es la fuerza y motor de nuestra vida, lo
que nos impulsa a vivir y amar con esa fuerza con la que Jesús quiere que vivamos.
Después
de reconocer todo el amor con el que hemos sido amados brota del corazón ¿cómo
te pagaré todo el bien que me has hecho? Lo contrario a la confianza es el
temor y el miedo. No fuimos creados para vivir en el temor sino el amor. (1 Jn)
Hoy
vamos a contemplar dentro de toda esa historia de pecado como Dios la revierte
en toda una historia de amor. Nos vamos a parar a contemplar y poner nombre al
pecado del pueblo de Israel.
Podemos
distinguir en Israel distintas categorías de pecado. Israel fue el pueblo de la
Alianza pero poco a poco se fue apartando de esta Alianza. Vamos a contemplar
lo que apartó a Israel del Señor.
La
idolatría
Israel
está tentado a seguir otros dioses porque le resultaban más cómodos. Son dioses
que los puedo manipular y controlar a mi gusto. La idolatría es colocarme con
un sucedáneo de de dios. Me fabrico un dios a mi medida que me sirva según mis
conveniencias.
Podemos
preguntarnos ¿Cuáles son los ídolos que reinan hoy? ¿quién
es realmente el Dios de mi vida? Puedo ofrecer a Dios sacrificios y cultos
vacíos pero mi corazón tenerlo alejado del Señor. Conviene ver los ídolos que
poco a poco me van robando la libertad. Hoy día la fama, el prestigio el vivir
de cara a la galería. Cuántos “likes” de “face book”. “Los media” nos acaparan
buscando halagos. Empezamos poco a poco y caemos rendidos a sus pies. Poco a
poco van acaparando mi atención y mi corazón. ¿Qué ídolos tengo que quitan o
roban a Dios de mi vida? ¿Me es fácil relacionarme con el Dios vivo o adoró a
dioses extranjeros?
TEXTOS
DE AYUDA
(Ez
30,10) Haré desaparecer las basuras y pondré fin a los falsos dioses. No dejes
que tu corazón sea parte del señor. Se ha pervertido tu corazón y has dado tu
corazón a dioses falsos que no pueden salvar.
(Ex
32,1) El conocido becerro de oro el pueblo De Israel se hace un Dios a su
medida rechazan al Dios vivo al Dios que le has sacado y liberado
(Deut
29,16) Visteis sus ídolos y os dejasteis deslumbrar por ídolos que acaparan
poco a poco vuestro corazón
El
adulterio
Dejar
de lado a mi verdadero amor, al amor primero. Hay también amores falsos que
encandilan que me deleitan de forma momentánea e inmediata pero dejándome
amargor. Confundo el amor con amoríos y busco excitaciones momentáneas. Se da
una infidelidad al Dios de la Alianza, perdemos lo que realmente somos y
queremos. Abandonamos la verdad por la mentira.
Podemos
preguntarnos ¿dónde buscamos la felicidad y cómo
vivimos la fidelidad en nuestra vida ordinaria? Yo ya me comprometí a Dios,
pero dónde está mi corazón, dónde está mi fe, mi fidelidad al Señor. ¿Soy fiel
al amor de mi vida o vivo con un corazón doble y adultero?
TEXTOS
DE AYUDA
(Os
2-4) La historia del pueblo de Israel está marcada por la fidelidad de Dios y
la infidelidad del pueblo. El pueblo se prostituye. Dios le reprocha: Ella no
es mi mujer ni yo soy su marido.
(Ez
16,1) Aquella esposa con la que Dios se desposa en fidelidad le es infiel con
las cosas que Dios mismo le ha regalado.
La
injusticia
La
injusticia no es sólo lo que hacemos sino lo que no hacemos, la indiferencia,
cerra los ojos, es mirar y no ver. Mirarnos al prójimo y no vemos en el otro a
un hermano. Abusamos del otro cuando prosperamos y dejamos atrás a los otros. Mi
prosperidad se asienta sobre la propia pobreza de otros. Nos hacemos
individualistas, insolidarios y nos vamos deshumanizando.
Podemos
preguntarnos ¿que hay en mi vida que colabora con la
injusticia? ¿que guardo para mí y no comparto con los demás? El deseo, el sueño
y la voluntad de Dios es que vivamos como hermanos, que florezca la paz y la justicia.
La injusticia está en nuestra vida, no es cuestión ideológica.
TEXTOS
DE AYUDA
(Amós
2 y 4) Dios le duele la injusticia, se conmueve y se conmociona al ver
explotados a los pobres. Ay de los que venden al pobre y al inocente por dinero
y abusan del indigente. No os convertisteis a mí, aunque todo lo hice lo hice
por vosotros.
El
miedo, la desconfianza
Hay
un miedo sano que nos previene, pero el miedo puede llegar a ser un pecado. Se
trata del miedo que nos inmoviliza, que nos paraliza, que nos aparta de la
relación y de la convivencia con Dios y los hermanos.
Podemos
preguntarnos ¿tengo algún miedo que me llega apartar
de Dios? Tenemos miedo amostrarnos como somos. Hoy es un día de pararnos a
descubrir esas partes de nuestra historia y esas zonas oscuras de las que no
estamos orgullos.
Tenemos
muchos miedos, miedo a manifestarnos como somos y perdemos nuestra verdadera
identidad, miedo a la soledad, miedo al futuro, miedo a la vejez, miedo a ir
aceptando la flaqueza y la vulnerabilidad. Quizás el miedo más grande es al
dolor, a la enfermedad y a la muerte.
TEXTOS
DE AYUDA
(1
Sam 15, 24; 28,5) Saúl le dice a Samuel tuve miedo a la tropa y les hice caso
al ver su campamento tuve miedo perdió la confianza en Dios y acudió a un
adivino.
(Mt
14,30) Al sentir el fuerte viento tuvieron miedo y sintieron que se hundía.
(Lc
19, 11ss) La parábola de los talentos. El siervo que porque tenía miedo al Señor
escondía el talento.
5.2
ORACION DE LA MAÑANA. Derrama Señor tu amor y fortalece
nuestra debilidad.
“Os
daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo” (Ez 36) (Is 43, 1-5)
San
Ignacio en los Ejercicios nos invita a pedir intenso dolor y lágrimas. (Lo que
se busca no es tanto la conmoción sino la conversión del corazón).
Esta
mi corazón frío y debilitada mi voluntad. Enciende Señor de nuevo las brasas de
tu amor y hazme arder en el fuego de tu amor. Fortalece mi voluntad y disipa Señor
todos mis miedos y temores. Esta última etapa de la vida se me ha hecho
particularmente difícil. He palpado mi debilidad, mi flaqueza y mi pobreza y
lejos de acercarme a ti me he sentido alejándome de ti. Reconozco Señor mis
miedos frente al futuro, frente a lo que vendrá, frente a la enfermedad y la propia muerte.
Entiendo
que es parte de mi naturaleza humana que se va desmoronando, pero tú me dices
confía en mí, ten fe, yo te llevo de la mano. Tú me dices acaso no soy yo el
que te ha creado y redimido, el que te ha llamado por tu nombre, el que te ha
elegido y tomado para sí. Yo soy el Señor tu Dios, tú Salvador y tú eres
precioso a mis ojos, eres estimado para mí hasta el punto de rescatar tu vida
al precio de mi sangre. Yo te amo, y siempre te amaré, yo te llevo de la mano, he
estado, estoy y estaré siempre a tu lado, iré siempre delante de ti y no te
soltaré. No temas y estoy a tu lado, estoy contigo. Yo quitaré tus miedos,
romperé tus cerrojos y ataduras, destrozaré las cadenas de bronce, sacare los
ídolos que te encadenan y te daré gustar los tesoros de mi amor, los tesoros
escondidos reservados para ti, para que sepas que yo soy tu Dios, tu salvador y
tu redentor
Quiero
Señor aprender a vivir confiadamente en tus manos especialmente cuando me veo
débil y sin fuerzas y pierdo todo el control. Dame, Señor, reconocerte como ese
Dios bueno clemente y misericordioso que no nos trata según nuestras
infidelidades y pecados, sino que te abajas y te apiadas del pecador, del pobre
y el afligido que no encuentra protector. Tú el verdadero y el único Dios. Tú
el verdadero amor clemente y misericordioso. Enséñame Señor tus caminos para
que siga tu verdad mantén mi corazón entero fortalece mi voluntad para seguir
tus pasos.
Haz
Señor, que fruto del amor con el que he sido amado, brote de mí la confianza y el
agradecimiento. ¿Cómo te pagaré todo el bien que me has hecho? Alzaré la copa
de la salvación, te daré gracias por siempre. Solo tú Señor eres digno de
recibir todo mi corazón y todo mi amor.
Me
invitas a acabar bebiendo del “pozo” de tu misericordia.
Invoco
la oración de Santa Faustina para implorar tu misericordia
Oración
de la coronilla a Jesús misericordioso:
Derrama
Señor sobre nosotros tu amor y tu misericordia. Padre eterno te ofrezco el
cuerpo y la sangre el alma y la divinidad de tu amadísimo hijo nuestro Señor
Jesucristo como propiciación de nuestros pecados y del mundo entero. Por su dolorosa
Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Derrama Señor tu sangre
y tu agua, la que hiciste brotar de tu corazón traspasado, de tu mismo Corazón
como una fuente inagotable de misericordia para con todos nosotros.
Jesús
en ti creo, en ti confío. Vuelve a nosotros tu mirada bondadosa para que en la
prueba y en la dificultad no desesperemos ni desalentemos, sino que con gran
confianza nos abandonemos y sometamos a tu Santa voluntad que es vivir en tu amor
y tu misericordia.
5.3
MOMENTO DE REFLEXION: VIVIR Y ORAR CON EL CORAZON
SANAR
EL CORAZON
San
Ignacio en el n. 124 de sus ejercicios nos dice “gustar la infinita suavidad y
dulzura de la divinidad” ¿Cuál es nuestra forma de tratar al Señor y tratar a
los demás? ¿cómo nos relacionamos? ¿Cómo nos encontramos y nos dejamos
encontrar? ¿Dónde está nuestro afecto, nuestra afectividad?
El
Cantar de los Cantares está lleno de expresiones de afecto donde los amantes no
ocultan sus deseos. Solemos dar muchas vueltas a las ideas y a la razón, pero
lo más importante es el gustar con el corazón el gozo y la alegría que viene de
Dios. El amor de Dios entra poco a poco sin hacer ruido. El Señor quiere tocar
y sanar nuestro corazón herido.
Hemos
vivido durante todo este confinamiento sin podernos tocar y abrazar. Pero necesitamos
tocar y ser tocados, abrazar y ser abrazados. El contacto y el calor es vital
para el niño con su madre. No tener contacto provoca aislamiento. Tocar y besar
las imágenes es propio de la devoción popular pero también muestra que
necesitamos ser tocados acariciados somos seres sensibles que somos. No se
trata de vivir reprimidos atrofiando nuestros sentidos sino de curar nuestros
sentidos.
El
sentido del tacto es de los sentidos más fuertes. En los otros sentidos hay una
distancia. Podemos espiar, ver sin ser mirados, oír sin ser oídos. El único
sentido en qué no podemos mantener distancias es el del tacto. No puedo tocar
sin ser tocado. Se da con reciprocidad y hay una inmediatez total.
Jesús
se acerca y toca para sanar las heridas de los corazones enfermos y afligidos. La
Magdalena toca acaricia busca tocar y abrazar a Jesús. Si queremos parecernos a
Jesús necesitamos ser semejantes a él, tener los mismos sentimientos de Jesús. Mi
sensibilidad está llamada a ser connatural con la de Jesús
Hoy
podemos examinar cómo está nuestra afectividad y sensibilidad, como tocamos y
nos ponemos en relación con los demás. Con el tacto podemos mostrar amor,
ternura, cercanía pero también podemos buscar nuestro propio gusto y placer. Una
caricia puede estar cargada de afecto y de ternura o ser libidinosa y cargada de
lujuria. No se trata de caer en puritanismos sino dejar a Jesús que cure
nuestras heridas.
CUIDAR
LAS MOCIONES DEL ESPIRITU
San
Ignacio invita a examinar para discernir las mociones. Hay un lenguaje de Dios
que nos habla a través de mociones o movimientos internos es lo que él denomina
consolación y desolación.
La
consolación: Sentimos una alegría interna, gozamos de
la compañía de Dios. No me irrita ni desespera, al contrario, produce gozo y
paz. Este gozo afianza las convicciones y me da ánimo para seguir adelante. El Espíritu
del Dios vivo produce en el alma estos efectos y plenifica mi vida, me da fuerzas
para seguir adelante, me impulsa a tomar un proyecto, me da paz
La
desolación: produce agitación, turbación, oscuridad,
confusión. Tendencia a lo bajo, a la autodestrucción. Sentimientos negativos a
cosas bajas que crean adicción. Todo se me pone en contra. Negatividad,
desánimo. pierdo la esperanza y vivimos como arrastrados y desolados.
Se
trata de descifrar y discernir el lenguaje de Dios. Cuando estoy consolado o
desolado Dios se me comunica y qué es lo que quiere decirnos. Algo importante a
tener en cuenta es que no debemos de alterarnos y sobre todo en tiempos de
desolación no debemos hacer mudanzas, al contrario, perseverar y de resistir
los momentos de prueba. Estos momentos pueden ser también momentos de
purificación interior. Son momentos de gritarle al Señor que aumente mi fe.
Aunque parezca estar dormido él está.
Podemos
orar en esos momentos de desolación con ese grito que surge en medio de la tempestad
y de la noche: “Señor sálvanos que perecemos que las aguas nos llegan hasta el
cuello”. El señor nos invita a que no perdamos la confianza. Como bien dice
Santa Teresa: “Nada te turbe nada te espante, Dios no se muda, solo Dios
basta”. No te turbes, no te impacientes, aunque todo pareciera derrumbarse todo,
Dios no se ha olvidado de ti.
ORACION
EN LA DESOLACION. ORACION DESDE EL POZO DE LA OSCURIDAD (Sal 87)
Los
salmos están cargados de esta súplica en los momentos de dificultad, de
desolación y turbación. El Salmo 87 “de profundis” desde lo hondo a
ti clamo Señor Se utiliza en el oficio de difuntos. Es una oración que
también se aplica a Jesús en la Pasión.
“Señor,
Dios mío, de día te pido auxilio de noche grito en tu presencia. Llegue hasta
ti mi súplica inclina tu oído a mi clamor porque está mi alma colmada de
desdichas y mi vida está al borde del abismo. Ya me cuentan con los que bajan a
la fosa, soy como un inválido, tengo mi cama entre los muertos, como los caídos
que yacen en el sepulcro. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las
tinieblas del fondo. Encerrado no puedo salir y los ojos se me nublan de pesar.
Todo el día te estoy invocando tendiendo las manos hacia tí, pero yo Señor te
pido auxilio y confío en ti. Por la mañana irá a tu encuentro mi súplica porque
tú Señor no me rechazas, sé que tú no me esconderás tu rostro”.
Es
la oración del pobre y enfermo qué se siente sin fuerzas en medio de la prueba.
Mi alma la veo saturada de aflicción, me encuentran y me cuentan entre los que
bajan a la fosa. Soy como un hombre acabado que tiene su causa entre los
muertos, parecido a los cuerpos tirados a la tumba y que han sustraído de tu
mano. Pero dirijo mi plegaria hacia tí. Yo Señor confío en tí, en tí me cobijo,
en ti me abandono, en tus manos encomiendo mi alma.
Tú
atiendes el clamor de los pobres y afligidos, tú te compadeces del que no tiene
protector, tú te inclinas desde lo alto a mirar lo más bajo de la tierra para
escuchar el gemido del pobre y el afligido y liberar a los condenados a muerte.
Bendice
alma mía al Señor, el colmará de dicha tu existencia y como el águila renueva
sus alas así renueva tu juventud. Cómo se alzan los cielos de la tierra tan
alto está mi amor para los que a mí se acogen.
5.4
PAUTAS DE LA TARDE. LA LLAMADA AL REINO DE DIOS.
San
Ignacio en la segunda semana de los ejercicios en el n. 91 sitúa la llamada del
Rey a su Reino. San Ignacio en el número 93 de los ejercicios dice el Rey llama
al seguimiento para construir su Reino para acercar a los hombres la verdadera
vida y acercarles la salvación. (Sin duda hay que contextualizarla con un
lenguaje que nos resulte asequible al mudo de hoy).
Después
del agradecimiento brota la disponibilidad del agradecimiento al seguimiento.
El Señor nos sigue llamando a vivir y extender su Reino. El Señor nos libera de
nuestras cadenas y del sentimiento de liberación surge el deseo de liberar a
otros.
VIVIR
COMO JESUS, APASIONADOS POR EL REINO
¿Cómo
vivir como Jesús apasionado por el Reino? ¿cómo vivir y llevar a cabo el sueño
de Dios, que reine su amor su paz y su justicia en toda la tierra?
La
fuente de la generosidad es el agradecimiento, el agradecimiento es lo que más
nos moviliza una generó genuina generosidad a fondo perdido. ¿qué es lo que
moviliza mi vida qué es lo que me mueve, lo que me conmueve, lo que me
apasiona?
Lo
que nos moviliza es una persona, la persona de Jesús. No puede movilizarnos una
ideología no puede movilizarnos la indignación no puede movilizarnos los
imperativos. Sólo Jesús es capaz de movilizar nuestras vidas y nos invita a
responder a la llamada desde este conocimiento íntimo. Cristo conoce
íntimamente aquellos que llama. Cristo debe ser el único que movilice.
CONOCERLE
PARA SEGUIRLE
La
lógica de ese conocimiento no es racional es existencial debe estar enraizado
en lo que soy no se trata de programas ideologías o doctrinas. Si doy mi vida y
la doy por alguien y para algo. Entregamos muestra vida a Jesús y para el Reino.
Gran parte de los problemas es que tenemos doctrinas y programas, pero muchas
veces no tenemos a la persona de Jesús en su matriz.
Tener
a Jesús y responder a su llamada es tener el porqué y el para qué de nuestra
vida. Seguir la persona de Jesús es seguir a alguien que tuvo un sueño una
causa, el Reino. Seguir a Cristo no es un espiritualismo es invertirnos en la
causa de Jesús. En la práctica significa que mi consagración no es una entrega a
actividades o programas. Se trata de entregarme por entero a Cristo y con
Cristo por su Reino. Consagrarme es ofrecerme. Es que soy para alguien para
servirle y seguirle a él.
DIOS
NOS SIGUE LLAMANDO HOY
El
tema que subyace es el de la generosidad. ¿cómo estamos de generosidad como
estamos en disponibilidad? ¿Cómo vivo mi consagración a él y a su Reino? No
somos neutrales ante la llamada del Señor. ¿Cómo respondo a su llamada hoy?
Le
pedimos al Señor que no sea sordo a su llamada hoy. Se nota en nuestra
disponibilidad, la medida que nos hacemos disponibles para el Señor. La entrega
vale por la persona en la causa a la que queremos entregarnos él viene a
planificar nuestra vida Jesús no nos fuerza Jesús nos invita si quieres
seguirme.
No
me llamó yo, soy llamado por él. No me pongo yo en el centro, soy puesto por él.
No somos nosotros los protagonistas. No es mi elección, es su elección. Soy
invitado, soy llamado. No somos nosotros los artífices del Reino, somos
artesanos, colaboradores, servidores. No me impone no me exige cuenta con mi
libertad el
DIVERSAS
FORMAS DE SEGUIRLE
El
es quien me llama y hemos de reconocer cuál es mi llamada Sin duda hay
distintas formas de seguirle. El carisma tiene que ver con el subrayado, el
rasgo de mi llamada. San Ignacio remarca la misión y la vida apostólica somos
elegidos y enviados para una misión. San Ignacio ajustándose al evangelio
remarca la dedicación apostólica de los doce. “Llamo a los que él quiso para
que estuvieran con él y enviarles a predicar” (Mc 3,13). Pidamos pues conocerle
para que sea él quien mueva transforme nuestra vida. Somos de él y para llevar
a cabo su misión, su causa, su sueño.
OFRECIMIENTO
Se
trata ser recibido y ofrecerme. En el número 98 de los ejercicios San Ignacio
remarca el ofrecimiento de toda mi persona: “Hago mi ofrecimiento y ofrezco
todo mi ser. Quiero y deseo y es mi determinación deliberada seguirte e
invertir me en vivir y extender tu Reino”
Se
trata de una opción total y sin reservas. No es un oficio o una mera de
dedicación. No se trata de invertirnos a ratos o a medias. Se trata de
invertirnos del todo. Ahí invertimos toda nuestra sensibilidad y toda nuestra
persona
TEXTOS
DE AYUDA
En
el AT encontramos distintas llamadas: (Jer1, 4ss); (Is 6, 1ss); (Am 1, 1 ss); (Ez
1,ss)
Igualmente,
en el NT encontramos textos de la llamada de Jesús a los primeros seguidores: (Lc
1, 26); (Lc 5, 1ss); (Mc 1,14)
Es
la llamada de Jesús a sus primeros discípulos. Jesús empezó a proclamar la
buena nueva del Reino y paseando por la orilla vio a unos pescadores y les dijo
síganme yo les haré llegar a ser pescadores de hombres. Ellos de inmediato
dejaron sus redes y sus barcas, lo dejaron todo y le siguieron. Podemos también
elegir otra segunda llamada (Jn 20, 21)
5.5
ORACION DE LA TARDE. RESPONDER A SU LLAMADA (Jn 20, 21)
Pedir
al Señor la gracia de ser llamados de nuevo. Del reconocimiento brota el
agradecimiento y del agradecimiento el seguimiento. Quiero detenerme Señor en
cómo cuando los discípulos se encontraban defraudados y descorazonados, después
de tu Pasión y muerte, una vez resucitado tú saliste a su encuentro, tú les
llamaste de nuevo.
“Jesús
nuevamente se manifestó les llamó de nuevo. Ellos estaban aturdidos,
desmoralizados. Pedro dijo me voy a pescar, los otros dijeron, nosotros vamos
también contigo. Salieron pues, subieron a la barca y se pusieron a pescar. Pero
aquella noche no pescaron nada. Al romper el día, al amanecer, Jesús
estaba en pie parado en la orilla vio a los discípulos, pero los discípulos
no lo veían no lo reconocía no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les
habló y les dijo: muchachos ¿habéis pescado algo, tienen algo que comer? Ellos
contestaron: nada. Entonces Jesús se dirigió a ellos y les dijo de nuevo:
echen las redes a la derecha. Ellos echaron las redes como Jesús dijo. Cuál
sería su sorpresa cuando la vieron cargada de peces, tanto que no tenían fuerza
para recogerla por la sobreabundancia de estos. Entonces el discípulo
amado dijo a Pedro: es el Señor. Apenas Pedro oyó decir que era el Señor,
se lanzó del agua sin nada. Los otros discípulos arrastraron la red a la
orilla llena de peces. Apenas llegaron a la orilla encontraron a Jesús
que había preparado pescado sobre brasas y pan. Jesús les dijo: vengan a
comer. Ninguno se atrevió a preguntarle quién era porque sabían
que era Jesús. Jesús se acercó a ellos y tomó el pan lo partió y lo
repartió después de comer se acercó a Pedro y le dijo: Simón hijo de Juan ¿me
amas? si me amas apacienta”.
Hoy
tú de nuevo Señor te acercas a mi vida, a mi barca y la ves llena de agujeros,
entrando agua por todas partes, medio vacía y sin nada, también
cansado y descorazonado del duro bregar. Se ha hecho larga la noche y no
hemos pescado nada.
Te
acercas de nuevo sigilosamente, sin hacer ruido, sin reproche alguno,
suavemente como la brisa del mar, haciendo surgir un nuevo amanecer, haciendo
surgir un nuevo horizonte para mi vida. Me haces recordar la primera llamada. No
insistes en el por qué estoy cansado y desalentado, tan solo me vuelves a
mirar con amor y me llamas de nuevo, por mi nombre. Quieres que te
reconozca. Soy yo, Soy el Señor, no soy un fantasma, no me desvanecido de
tu lado.
Como
a Pedro tan solo me diriges una pregunta ¿me amas? reconoces mi amor por
ti. Sí Señor tú sabes que te quiero. A pesar de mis dudas y de mis miedos, a
pesar de mis negaciones, quieres hacer despertar de nuevo el fuego del primer
amor. Quieres avivar las brasas de mi amor dormido y me invitas de nuevo a
seguirte a poner por entero mi vida en tus manos, a poner toda mi confianza en
ti. Señor tú sabes que te quiero.
Sígueme,
apacienta, apoyado en mi en mi fidelidad. en la experiencia renovada de mi
infinita misericordia
Antes
ponías la seguridad en tus fuerzas en tus capacidades y habilidades, hoy debes
poner toda tu confianza en mí. Antes tú decidías a dónde ibas y lo que querías
ahora yo te guiaré y te llevaré por donde tú no irías.
Abrirás tus manos y me dejarás las riendas de tu vida Fíate, tú sígueme, tú
déjate llevar. Desde dónde estás y cómo estás vuelves a decirme anuncia mi
Reino. En tu nombre Señor échale de nuevo a las redes.
5.6
EUCARISTIA DE LA IMPOTENCIA AL ABANDONO CONFIADO (Is 66,13; Jn
3, 4-8)
Me
siento como Nicodemo un hombre ya viejo. ¿Acaso puedo nacer de nuevo, acaso
volverá el hombre ya viejo al seno de su madre para nacer una segunda vez?
Jesús le dijo: en verdad te digo el que no renace del agua y del espíritu no
puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne lo que nace
del Espíritu es espiritual y nacido de Dios. No te extrañes que te diga necesitas
nacer de nuevo desde lo alto. El viento sopla donde quiere y tú oyes su silbido,
pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede al que ha nacido
del Espíritu
Confía
en mí, no confíes en tus fuerzas, no te engrías cuando todo te vaya bien y adquieras
riquezas. En la abundancia recuerda que todo te ha sido dado. Recuerda desde
donde el Señor te llamo. No os olvidéis que todo ha sido gracia y fruto de su
amor. No os olvidéis de vivir con un corazón agradecido dando gracias y gloria
a Dios. En los buenos y en los malos días demos gracias a Dios. En la debilidad
y en la pobreza darle gloria y amar al Señor. En la debilidad también Dios nos
invita a vivir una situación privilegiada de dependencia para qué confiemos
siempre en él. En la insuficiencia, en la impotencia podemos acudir confiadamente
al Señor.
Pedid
y recibiréis. Si vosotros siendo malos no dais una serpiente a vuestros hijos
cuando os piden pan, cuánto más vuestro padre os dará el Espíritu Santo si lo
pedís y con él aquello que necesitáis.
Señor
me siento pobre pequeño impotente dadme vuestro amor y gracias dadme vuestro Espíritu
y eso me basta.
5.7
ORACION DE LA NOCHE. CANTARE ETERNAMENTE LAS MISERICORDIAS DE
DIOS (Is 66, 13ss); (Lc 1, 46)
En
este día de nuevo he sentido tu llamada y tu invitación a vivir en tus manos
todo como una respuesta de amor, como una ofrenda de amor. Si dejamos todo en
manos de Dios veremos la mano de Dios en todo.
Me
invitas a vivir en la confianza de los niños y a vivir con María y como María
en continuo magníficat. Me invitas a renacer día tras día de tu misericordia. Sembraré
mientras es tiempo, aunque cueste fatigas. Lo bueno y lo noble perdurará
eternizado en la dicha. Proclamaré día tras día tu fidelidad porque tú Señor
eres bueno y clemente, rico en misericordia.
Quiero
estrenar cada día tu llamada y tu seguimiento como una oportunidad para vivir y
extender tu Reino desde la novedad y el asombro que da ver que tu Señor estás
vivo y estás a nuestro lado. Enséñame a vivir en ese abandono confiando en la Providencia.
Dame Señor tu Espíritu y eso me basta. Danos tu manera de sentir y de amar para
que con humildad y simplicidad te podamos hacer presente desde los detalles más
simples, con la alegría del corazón. Que podamos prodigar tu amor, tu ternura, tu
misericordia y tu perdón para con todos.
Sembrar
generosamente, amar desde lo oculto, desde lo sencillo, sin esperar recompensa
o ver frutos por el solo hecho del amor que hemos recibido. Dar gratis lo que
hemos recibido gratis. Prodigar el amor que hemos recibido con el que somos
amados y creer que tus promesas un día se harán realidad.
Feliz
tu Madre porque creíste en sus promesas. Alcemos la mirada soñemos y volemos
alto. Bogar mar adentro en el océano de tu misericordia. Dejémonos de nuevo
enamorar apasionar, ilusionar.
Voy
a abrir los cielos y los horizontes de nuevo para crear una tierra nueva, una
historia nueva. Alegraos y estar contentos por lo que voy a crear. Voy a hacer
nuevas todas las cosas, voy a desplegar mi amor y mi poder y ustedes se
llenarán de alegría.
¿Puede
acaso hacer todo un pueblo o nación de una sola vez? Alegraos todos los que
hacíais luto porque voy a hacer correr hacia vosotros torrentes de paz como un
hijo a quien su madre consuela así yo os consolaré. Entonces saltará de gozo
vuestro corazón y vuestra carne y cuerpo envejecido se rejuvenecerá como la
hierba. (Is 66, 13ss)
SEXTO
DIA. 6 de octubre. LA MISION
6.1
PAUTAS DE LA MAÑANA. LA LLAMADA DEL SEÑOR.
Vamos
en este día a seguir profundizando en su llamada: “Llamó a los que él quiso
para que estuvieran con él y enviarles a predicar” (Mc 3, 13). Fijémonos en
quién nos llama y para qué nos llama. El “quién” es primero, luego el “para
que”.
QUIEN
ES EL QUE NOS LLAMA
El
primer aspecto a resaltar es quién es el que nos llama el que llama es Jesús
constituido Señor y Cristo. Es el Señor quien dice ven y sígueme. Jesús no es
solo un amigo, no nos olvidemos que Jesús es el Hijo de Dios, el Señor. “Que
todo el pueblo reconozca que el crucificado Dios lo ha resucitado y nombrado y
constituido Señor y Mesías” (Act 2.36) Es preciso remarcar esta nota la
soberanía del Señor resucitado sobre todas las cosas. El señor vivo y
resucitado vencedor de la muerte es el que nos llama hoy. Jesús es el Maestro y
el Señor. Jesús el Señor se hace siervo por amor. Jesús nos enseña con la vida,
nos enseña lo que él es. El es el Hijo de Dios y nos enseña a vivir como hijos.
¿Cómo confesamos a Jesús?¿Cómo seguimos y anunciamos a Jesús? ¿Qué rasgos
descubrimos que nos identifican con Jesús? Es de nuestra condición de
seguidores, servidores, desde el servicio y el amor y no desde el prestigio y
el poder.
LLAMO
A LOS QUE EL QUISO PARA QUE ESTUVIERAN CON EL
Conviene
resaltar es la gratuidad de su llamada. su móvil es su amor porque nos ama. me
tengo que entregar libre y totalmente a su designio por amor.
Conviene
resaltar el primer rasgo de la llamada. Para que estuvieran con él. La llamada
requiere una relación de amistad. Nos llama para estar vivir convivir con él. No
podemos seguir y anunciar su reino sin vivir con él. Es imposible ser como
Jesús sino vivimos con Jesús. No podemos anunciarle sin estar con él. El
seguimiento requiere sintonizar empatizar con la persona de Jesús. Vivir con la
libertad de Jesús. Somos sus elegidos, sus colaboradores, no asalariados ni subvencionados.
Nos llama y nos da poder, el poder es su
amor, su Espíritu. Quien me llama me da el poder y la gracia para que yo pueda
responder a su misión. La misión la debemos de vivir con él y en él.
PARA
QUE NOS LLAMA
San
Ignacio insiste en el n. 97 dice: “los que más se quieran afectar por mi causa”.
Se trata de continuar su misma misión sirviéndole e imitándole. Se junta el
servicio y la imitación.
Hoy
estamos invitados a profundizar en el sentido y la razón de su llamada. a qué
somos sensibles de la misión de Jesús si se trata de liberar curar hacer
justicia sirviendo al señor doy libremente mi respuesta a su proyecto
Quien
quiera venir conmigo a de trabajar conmigo en mi mismo proyecto considerar que
hemos de poner toda nuestra persona en el empeño de Jesús. Aquí soy más
sensible de la misión del señor del señor somos mensajeros y tenemos una buena
noticia que anunciar somos destinatarios del Reino de Dios. nos llama para
curar el corazón humano para liberar a los cautivos para anunciar la buena
nueva a los pobres
Jesús
construye historia nos invita a continuar su historia El Reino de Dios está
cerca la buena noticia ha llegado Jesús hoy me llama a mí para hacer historia
para crear historia una historia de Justicia de libertad y de fraternidad nos
llama para hacer visible construir su Reino que ya está presente e incoado.
TEXTOS
DE AYUDA
(Lc
4, 16 ss) Jesús toma conciencia de su misión. Presenciemos su discurso
inagural, presenciemos la escena y miremos y escuchemos sus palabras de Jesús: “El
Espíritu del Señor está sobre mí porque él me ungido para anunciar la buena
noticia para poner en libertad a los cautivos para curar y dar la vista a los
ciegos para proclamar el año de gracia el tiempo de gracia del Señor. Esto hoy
se verifica y se cumple en mí”.
(Fil
2,1ss) Tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús quien siendo el señor
se hizo siervo por amor Haz que vivamos la misión en tu modo de ser y de obrar,
en esa confianza con el Padre en su mismo apasionamiento por el Reino
ORACION
DE LA MAÑANA. (Jn 20.21) (Lc 4, 16ss)
Pedir
la gracia que el Señor nos llame de nuevo y nos reciba de nuevo
Recíbenos
de nuevo, llámanos de nuevo, úngenos de nuevo, envíanos de nuevo.
En
la plenitud de los tiempos y de la historia. Hace 2021 años, de entre más de
200.000 millones de galaxias, más de 7 cuatro millones de estrellas, 20
cuatrillones de planetas, Dios se fijó en un pequeño planeta azul gentilmente
bañado de agua. Un pequeño y diminuto planeta ni demasiado lejos, ni demasiado cerca
del Sol. Y tuvo lugar un evento único e irrepetible en el vasto océano de
nuestro universo: la Encarnación del Hijo de Dios. El hijo de Dios quiso venir
a este mundo y hacerse hombre, cercano y visible para el hombre, para vivir
entre nosotros y anunciar y proclamar su Reino de amor.
Para
llevar a cabo tal designio de amor no quiso hacerlo solo, quiso llamar a
hombres como nosotros tomar parte en su misión. También nosotros somas parte de
tu designio y plan de salvación. Para esta misión fuimos llamados. Quisiste que
fuera yo quien tomase parte en tu designio de amor. Dios con el hombre, Dios
con nosotros queriendo hacer juntos una historia nueva, una creación nueva, una
tierra nueva y unos cielos nuevos. Lo más grande de todo es saber que él vive
hoy entre nosotros y de nuevo nos llama hoy
Esta
es nuestra verdadera existencia y el sentido del por qué estamos aquí. Este es
el para qué de nuestra existencia. Fuimos creados para responder a su llamada y
tomar parte en su misión. No nos creó seres iguales seres repetidos como una
fotocopia. A lo largo de la historia después de llamar a tus primeros
discípulos quisiste llamar a tantos en una lista interminable de seguidores. Sí,
hoy nos llamas a nosotros no porque seamos seres excepcionales, sino porque tu
has querido, por tu inmenso amor
Sí
podemos soñar, podemos amar, reír, alegrarnos contigo. Alegrémonos y
regocijémonos. Para esto fuimos creados, para una misión, ti misma misión la
que tu empezaste y llevarás a término. Ahora nosotros somos parte de tu misión,
la misión que hoy quieres continuar en nosotros.
Aquí
estoy Señor. Dee nuevo recíbeme entre tus elegidos, envíame con el don de tu Espíritu
para continuar y eternizar en este mundo tú misma misión
También
nosotros como los discípulos nos podemos sentir atemorizados, con miedos
paralizados, confusos, aturdidos, con las puertas del corazón bloqueadas por la
desconfianza el miedo y la incredulidad
Pero
tu Jesús irrumpes te haces presente en medio de ellos. Les muestras tus manos y
tus pies heridos. Ellos te reconocen: es el Señor. Tu no les reprendes, ni les
echa en cara su incredulidad. Tú les inundas de tu paz. La paz con vosotros.
Como el Padre me envió así yo os envio. No les enviaste solos les prometiste
que estarías con ellos, que no les dejarías solos y les dijo recibid el
Espíritu Santo.
Envíanos
Señor tu Espíritu y renueva la faz de tus siervos, la faz de esta tierra.
MOMENTO
DE REFLEXION. GUIADOS POR SU ESPIRITU. CON EL PODER DE
SU ESPIRITU
San
Ignacio nos habla en la regla 322 del discernimiento de cómo responder al Señor.
Nos podemos sentir desanimados, pero Dios nos llama a confiar. Somos tentados,
el tentador actúa, pero no debemos dejar ventaja al tentador que actúa
desanimando. Dios también está Dios también actúa. Somos probados y tentados,
pero en la prueba podemos salir fortalecidos
Desde
la impotencia al abandono confiado. Nos invitas a vivir la misión desde la
confianza.
¿Cómo
superar la impotencia que nos embarga? Se nos llama a una misión que para el
hombre es imposible. ¿Quién puede anunciar buenas nuevas en un mundo decadente?,
¿quién puede recuperar la libertad a los adictos esclavizados por tantos
ídolos?, ¿quién puede abrir los ojos de los ciegos?, ¿quién puede romper los
cerrojos y las cadenas que paralizan el corazón?, ¿quién puede salvar al hombre
de la ruina?, ¿quién puede hacer resucitar a los muertos?
Verdaderamente
se trata de una misión imposible para el hombre, pero no para Dios. Antes de
enviarnos nos prometes tu Espíritu.
Aún
en medio de la desolación, esta puede convertirse en fuente de luz de sentido,
oportunidad de sacar de nosotros más amor. Quizás somos tibios y negligentes,
quizás nos hemos sentido torpes y lleno de errores, pero no hemos de dejarnos
caer en el desánimo la tristeza y la apatía. Lo importante no es lo que nos
pasa sino lo que nos dejamos afectar por lo que nos pasa. La realidad no es el
pecado, no somos todo pecado. Somos pecadores, pero amados perdonados. Llevamos
este tesoro en vasijas de barro pero hay gracia para nosotros. Todo es gracia
de nuestro Señor y no tenemos que caer en el miedo sino en el agradecimiento y
en la gratuidad. Somos pobres servidores para servirle en humildad, sin
exigencia, sin merecer nada.
A
pesar de nuestra impotencia no debemos volver atrás. A pesar de las caídas no
debemos desistir. Levántate, vuelve una y otra vez a empezar. Volver a empezar
una y otra vez poniendo toda la confianza en él. No importa sentirse pobres y
pequeños y pecadores porque es lo que verdaderamente somos y él lo sabe, cuenta
con nosotros. Él no vino a llamar a los justos y perfectos sino los pobres
pecadores y entre ellos nos encontramos nosotros.
Que
no nos paralice el miedo, ni los fallos, ni los errores, incluso nuestros
pecados. Él cuenta con nuestra debilidad y la fragilidad. Los límites que
experimentamos es el barro. Lejos de sernos desfavorables Dios pueden actuar en
favor nuestro. Dios quiere seguir actuando en lo pequeño, a través de lo pobre
y lo pequeño. Dios quiere qué proyectos tan grandes se lleven a cabo con
instrumentos tan pobres.
Llevamos
este tesoro en vasijas de barro. No es malo constatar nuestra pobreza. Es ahí
donde Dios viene en nuestra ayuda. La realidad es que somos pobres y pequeños,
no somos héroes ni superhombres.
Corremos
un error cuando idealizamos el seguimiento. Hemos de trabajar con la conciencia
de nuestros límites y errores, pero hemos de apoyarnos en Dios en medio de
nuestras flaquezas. No debemos creer que es a base de nuestras fuerzas méritos
y capacidades cómo Dios salva. No hemos de esperar pagas y recompensas
inmediatas. La generosidad se prueba en la dificultad. Si para hacer algo
esperamos que todos nos lo agradezcan no nos moverá Dios. Dios cuenta con
nosotros y actúa en nuestra debilidad.
PAUTAS
TARDE: COMO VIVIR LA MISION DESDE LA CONFIANZA Y LA
GRATUIDAD
Seguimos
profundizando en el cómo vivir la misión. “Como el Padre me envió así yo os envío”
Petición:
Enséñanos Jesús tu modo de ser y de hacer y de vivir la misión.
San
Ignacio en los ejercicios del n. 101en adelante hasta el 109 nos introduce en
el móvil de la Encarnación del Hijo de Dios. Cristo es invitado por el Padre a hacerse
hombre y venir a este mundo. Dios mira el mundo no con desprecio sino con amor.
Dio no está afuera o de espaldas al mundo. Salió de sí para entregarse al mundo.
Dios sabe de las necesidades del mundo de hoy.
San
Ignacio nos invita a entrar en este coloquio. Juntos el Padre, el Hijo y el Espíritu
deciden de común acuerdo salvar el mundo. Qué asombroso e impresionante este
momento. Hagamos redención del género humano. Dios quiere dar futuro redención,
vida, sanación salvación. La redención y la salvación es Jesucristo, nuestra
salvación.
DIOS
DECIDE HACERSE HOMBRE EN LA POBREZA DESDE LA POBREZA
La
Encarnación del hijo de Dios ha sido en la pobreza, en la periferia. Dios
quiere salvar al hombre, pero con el hombre, contando con lo humano contando
con el sí de una creatura humana. “Quien te creó sin ti no te salvará sin ti”
Dios
quiere contar con nuestra humanidad, con nuestra fragilidad y nuestra pobreza. Los
que llamó no eran los mejores, los más inteligentes, hombres con grandes
talentos y capacidades. Eran sencillamente personas corrientes, gente común,
con sus miserias y con sus defectos.
ANUNCIAR
QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
Hoy
es un día para poder profundizar los lugares donde está Jesús, cómo se
encuentra él en nuestro mundo Dios está en todo lugar, en el centro y en las
periferias, en los templos y en las calles, donde la gente goza y donde la
gente sufre. ¿Dónde el Hijo de Dios nace y el Hijo de Dios muere? La misión de
Cristo encaja en todo lugar y tiempo. Jesús nos envía a este mundo. Jesús está
en el mundo no se ha olvidado ni dejado a un lado. Jesús nos envía al mundo
para salvar el mundo. Dios no es enviado a condenar sino a salvar.
DIOS
NOS ENVIA EN COMUNIDAD
La
misión se vive también en comunidad. La misión no es para vivirla solos, se
vive en comunidad. La misión tiene una dimensión personal y comunitaria. La
misión la vivimos en Iglesia. La Iglesia está llamada a ser sacramento de
salvación, a llevar una palabra de aliento y esperanza a aquel que se encuentra
solo y que más lo necesita. Hoy también mirando el mundo nos dice. ¿A quién
enviaré, quién irá de parte nuestra?
PREDICAR
CON LA VIDA Y NO SOLO CON PALABRAS
Anunciar
la buena nueva del Reino. Para hablar bien de Dios no hacen falta muchas
palabras. Dios nos envía para bendecir, para decir bien y no condenar, con
poder para expulsar demonios. Todo lo que destruye al ser humano es un demonio,
todo lo que opone el Reino es un demonio, la prepotencia, la envidia, los odios,
la avaricia. Todos los “ismos” y las “fobias” Hay demonios que están fuera y
otros que están dentro.
Esta
tarde nos podemos preguntar a qué obras de justicia me invita Jesús. ¿Qué mensaje
que buena nueva debemos anunciar?, ¿qué demonios tenemos que expulsar?
A MANERA DE SINTESIS
Pidamos la gracia de saber reconocer a Dios presente: Se trata de aprender a vivir con una actitud filial, confiada y contemplativa como María. Lo que San Ignacio propone en la última meditación de los Ejercicios: "meditación para alcanzar amor" (Ej n. 230-237) es la gracia de reconocer a Dios en la vida, en la historia tanto personal como comunitaria, reconocer a Dios en cada ser y en cada situación de la vida por dura que esta parezca.
Aprender a vivir en este abandono confiado: El Dios amor que nos ha amado, nos ama y nos amará siempre, nos promete que nunca nos abandonará, que estará siempre con nosotros.
ORACION
DE LA TARDE: EL SI DE MARIA (Lc 1, 26-30)
María
es la puerta de entrada de la Encarnación. El Hijo de Dios se hace carne en
María. Petición: María enséñame hoy a decir tu sí.
Hay
algo de asombro sorprendente y maravilloso en el sí de María. El sí de María
puede ser la ayuda para que yo también diga sí. Nuestro sí de hoy responde a
una cadena de sies que empezaron con el sí de María. Madre ayúdanos hoy a decir
sí, que tu modo de vivir y de ser sea nuestro modo de ser y de vivir.
Todo
pausaba en silencio como si el tiempo quedarse detenido suspendido y todo el
cielo quedase expectante. Nadie podía percibir lo que estaba en juego. El
ángel, el mensajero de Dios entró y susurró: Alégrate María el Señor tu Dios te
ha mirado, te ha elegido, te ha invitado y convocado para llevar adelante su
plan de salvación.
No
temas María. Él está a tu favor. Eres la elegida y favorecida.
El
Señor ha pensado en tí para traer al mundo la salvación, vas a concebir y a ser
madre para dar a luz al hijo de Dios.
Extrañas
palabras que apenas podía comprender, pero tu Madre no cuestionaste nada ¿acaso
una Virgen puede engendrar? simplemente te dispusiste con un sencillo ¿cómo
puede ser esto? ¿cómo puedo ayudar para que esto sea posible?
No
temas María el Espíritu vendrá sobre tí. El Espíritu vendrá sobre ti para ser
la Madre del Señor.
Madre
te estremeciste antes tales palabras. De ti hacía depender Dios la salvación
del mundo, la encarnación del Hijo de Dios. Tu creísteis, te fiaste, te
confiaste, te abandonaste.
También
hoy me invitas a hacer como tú. Todo mi ser se estremece ante el anuncio del
Señor. Todo mi ser se llena de júbilo. Madre enséñame hoy a decir tu sí. Hágase
en mí como tú quieres. Enséñame a vivir Madre abandonado en las manos de Dios.
Todo mi ser se abandona por entero en Dios mi Salvador.
7.
ULTIMO DIA. 7 de octubre. A MANERA DE CONCLUSION Y DE SINTESIS
7.0 A MANERA DE SINTESIS DE LOS EJERCICIOS
Los ejercicios cada año es una ocasión para experimentar el paso de Dios por la vida. Es el que la va. construyendo día a día, año tras año. Estamos en las manos de Dios , más aún estamos en el seno, en el vientre de Dios en constante gestación y renovación. Nuestra vida, nuestra historia, nuestro mundo lo tiene Dios en constante gestación en la espera de la nueva creación, los cielos nuevos y la tierra nueva Aunque el esquema de los ejercicios no era nuevo sin embargo la palabra siempre es nueva, viva y eficaz. Estos ejercicios han sido un tiempo propicio para mí saliendo de este tiempo de convalecencia y de pandemia.
Este tiempo nos hace recapacitar la caducidad de las cosas y nos remite a lo esencial en lo que permanece y subsistirá para siempre, el amor.
El misterio de la vida solo lo comprendemos a la luz del misterio del Hijo de Dios. Ante la grandeza del amor de Dios uno se siente pobre y pequeño. Este tiempo ha sido tiempo propicio para sentirse pobre y pequeño delante y en manos de Dios.
El primer fruto ha sido la aceptación de la propia pobreza.. aceptar el propio límite, estar a gusto en la propia pequeñez. La pobreza es la actitud más propia de la oración del pobre, la apertura del que no es hacia el que es, del que no sabe al que sabe, del que no tiene al que tiene, del que no puede hacia el que todo lo puede.
Aceptar nuestra contingencia, necesidad, carencia, enfermedad, limitaciones, contrariedades, nos colocan en una situación de dependencia de Dios. Somos seres necesitados de Dios. Esta actitud de reconocimiento de nuestra nada, de humildad profunda (del humus de nuestra vida) nos hace caminar en verdad y en confianza absoluta en Dios. nuestra pobreza se convierte en impulso y en fuerza para la oración. "Mi gracia se revela con fuerza en la pobreza".
Esta actitud nos hermana, nos hace solidarios de los que se sienten débiles, pobres y pecadores, de los que son conscientes de su pobreza radical. A la vez nos confirman la fe de los pobres que creen en el Dios de los imposibles, de los que no tienen con qué contar sino con Dios.
El segundo fruto que deja es la de vivir en el abandono confiado en las manos de Dios. A Dios le cautiva el corazón de los pobres porque le dejan ser Dios con ellos. No temas no tener nada, no poder nada, me tendrás a mi como tu mejor riqueza, compartir mi amor como única ofrenda. Tu deuda de amor te llevará a hacer que mi amor tantas veces olvidado pueda llegar a todos, sobre todo a los más pequeños y vulnerables.
7.1
LOS EJERCICIOS EN CONSTANTE RENOVACION
Los
ejercicios ignacianos, según biógrafos no fueron escritos de
una sola vez se fueron compilando a lo largo del tiempo. El libro es un libro
conciso dirigidos sobre todo a quien los da. Le añade las anotaciones al final
para mejorar el método y la pedagogía. Los ejercicios nacen de la experiencia
personal de San Ignacio, considerado como todo un peregrino de Dios. El puso
por escrito algunas de las cosas que le habían ayudado, para poder así ayudar a
otros. Desde hace cinco siglos han sido un modo de ayudar al encuentro con Dios
en la propia vida, en el camino único irrepetible de cada persona. En un
principio como ejercicios de mes en silencio se hacían una sola vez, para un
discernimiento en el estado de vida a adoptar para mejor cumplir la voluntad de
Dios y percibir el modo concreto de amar y servir a Dios. Con el tiempo
adquirió como una forma de orar que ayudase al encuentro con Dios en la vida.
Se realizan también en la vida y en distintas etapas de la vida. Mis primeros
ejercicios ignacianos de mes en silencio los realicé al principio de mi vida
misionera hace ya 40 años. Ahora diríamos en la etapa final han sido solo de
una semana y aunque me era conocido el método y la forma, los quise hacer con
la novedad de la apertura a Dios para dejarme de nuevo sorprender y escucharle
en este momento de la vida. Es importante mantener esta actitud de escucha y
docilidad durante toda la vida.
7.2
LOS EJERCICIOS NO ACABAN AQUÍ. INICIAMOS UN CAMINO
Los ejercicios propiamente eran del 1 al 10 de octubre. Yo no los pude realizar
completos porque tuve que acudir a una consulta médica en el Hospital Clínico
de Salamanca. No es casualidad que el 10 de octubre se inaugura la misa del
Sínodo de los Obispos presidida por el papa Francisco: Por una Iglesia sinodal
(comunión, participación y misión). Este sínodo se concibe como un caminar
juntos todo el pueblo de Dios puesto a la escucha del Espíritu. Se trata de un
itinerario que durará tres años, 2 años de preparación desde 2021 al 2023 con
distintas fases (diocesana, continental y universal) para concluir con la fase
universal conclusiva.
Se
trata sobre todo de permanecer abiertos a la escucha del Espíritu que nos
invita a reflexionar juntos sobre el modo de ser, vivir y obrar como Iglesia. La
Iglesia debe permanecer en una actitud evangelizadora, una Iglesia en salida al
mundo que vivimos. Esto supone un espíritu de conversión renovado para aprender
a vivir de verdad y humildemente desde el servicio, el perdón, la
reconciliación y el encuentro.
Se
trata de iniciar juntos un camino de conversión que conlleve no solo la
conversión personal sino estructural, a nivel eclesial y pastoral de la
Iglesia. Estamos llamados a la unidad, a la comunión y fraternidad sin que
nadie quede fuera incluso más allá de los recintos de la propia Iglesia. La
iglesia está llamada a establecer un diálogo y encuentro no solo ad intra sino
ad extra, con los no creyentes, con los creyentes de otras confesiones o
religiones (El espíritu de la carta encíclica Fratelli tutti).
De
la pandemia podemos salir fortalecidos. Después de todo este tiempo de pandemia
que hemos vivido a nivel global hemos de lograr poder volver a vernos y a
encontrarnos con una mirada nueva. Tras una situación de “cambio epocal” donde
experimentamos el crecimiento de la violencia, los racismos, las desigualdades,
las guerras, los conflictos, el terrorismo, las desigualdades, las migraciones,
el cambio climático estamos llamados a cuestionarnos que Iglesia somos, que
Iglesia queremos, qué tenemos para ofrecer al mundo contemporáneo de hoy.
7.3 LA CONVERSION INICIAL NOS PONE EN
CAMINO PARA VIVIR EN CONTINUA CONVERSION
Este año se celebra el 500
aniversario de la conversión de San Ignacio. La conversión de San Ignacio como
la de todos los santos supone un punto de inflexión. Pero más que un momento
preciso supone un proceso de conversión que continua toda la vida. A este
respecto recojo la audiencia general del Papa Benedicto XVI, del 27 de febrero
de 2008, del ciclo de los Padres de la Iglesia, la quinta relativa a San
Agustín hablando de las conversiones del santo. Se trata de una
reflexión que hace en su peregrinación a Pavía donde está enterrado el santo:
“La
conversión de san Agustín no fue repentina ni se realizó plenamente desde el
inicio, sino que puede definirse más bien como un auténtico camino, que sigue
siendo un modelo para cada uno de nosotros. Ciertamente, este itinerario
culminó con la conversión y después con el bautismo, pero no se concluyó en
aquella Vigilia pascual del año 387, cuando en Milán el retórico africano fue
bautizado por el obispo san Ambrosio. El camino de conversión de san Agustín
continuó humildemente hasta el final de su vida.
…habiéndose retirado a un jardín, escuchó de repente una voz
infantil que repetía una cantilena que nunca antes había escuchado: «tolle,
lege; tolle, lege», «toma, lee; toma, lee» (VIII, 12, 29)… Había comprendido
que esas palabras, en aquel momento, se dirigían personalmente a él, procedían
de Dios a través del Apóstol y le indicaban qué debía hacer en ese momento. Así
sintió cómo se disipaban las tinieblas de la duda y quedaba libre para
entregarse totalmente a Cristo: «Habías convertido a ti mi ser», comenta (Confesiones,
VIII, 12, 30). Esta fue la conversión primera y decisiva.
La conversión es un camino que hay que recorrer con valentía y al mismo tiempo con
humildad, abiertos a una purificación permanente, que todos necesitamos siempre.
Pero, como hemos dicho, el camino de san Agustín no había concluido con aquella
Vigilia pascual del año 387. Al regresar a África, fundó un pequeño monasterio
y se retiró a él, junto a unos pocos amigos, para dedicarse a la vida
contemplativa y al estudio. Este era el sueño de su vida. Ahora estaba llamado
a vivir totalmente para la verdad, con la verdad, en la amistad de Cristo, que
es la verdad. Un hermoso sueño que duró tres años, hasta que, contra su
voluntad, fue consagrado sacerdote en Hipona y destinado a servir a los fieles.
Ciertamente siguió viviendo con Cristo y por Cristo, pero al servicio de todos.
Esto le resultaba muy difícil, pero desde el inicio comprendió que sólo podía
realmente vivir con Cristo y por Cristo viviendo para los demás, y no
simplemente para su contemplación privada… Su segunda conversión
consistió en comprender que se llega a los demás con sencillez y humildad.
Pero hay una última etapa en el camino de san Agustín, una
tercera conversión: la que lo llevó a pedir perdón a Dios cada día de su
vida. Al inicio, había pensado que una vez bautizado, en la vida de comunión
con Cristo, en los sacramentos, en la celebración de la Eucaristía, iba a
llegar a la vida propuesta en el Sermón de la montaña: a la perfección donada en
el bautismo y reconfirmada en la Eucaristía. En la última parte de su vida
comprendió que no era verdad lo que había dicho en sus primeras predicaciones
sobre el Sermón de la montaña: es decir, que nosotros, como cristianos, vivimos
ahora permanentemente este ideal. Sólo Cristo mismo realiza verdadera y
completamente el Sermón de la montaña. Nosotros siempre tenemos necesidad de
ser lavados por Cristo, que nos lava los pies, y de ser renovados por él.
Tenemos necesidad de una conversión permanente. Hasta el final necesitamos esta
humildad que reconoce que somos pecadores en camino, hasta que el Señor nos da
la mano definitivamente y nos introduce en la vida eterna. San Agustín murió
con esta última actitud de humildad, vivida día tras día.
«He comprendido —escribe precisamente en las
Retractaciones (I, 19, 1-3)— que uno sólo es verdaderamente perfecto y que las
palabras del Sermón de la montaña sólo se realizan totalmente en uno solo: en
Jesucristo mismo. Toda la Iglesia, por el contrario —todos nosotros, incluidos
los Apóstoles—, debemos rezar cada día: Perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden».
…Pidamos, por tanto, para que en nuestra vida se
nos conceda cada día seguir el ejemplo de este gran convertido, encontrando como
él en cada momento de nuestra vida al Señor Jesús, el único que nos salva, nos
purifica y nos da la verdadera alegría, la verdadera vida.
7.4 LA EXPERIENCIA DEL PADRE ARRUPE
La vida de fe supone un vivir como peregrinos en
constante búsqueda. Precisamos vivir una constante conversión y renovación. No
podemos dar respuestas de ayer a los problemas de mañana. El Padre Arrupe se
vive como San Ignacio y tantos santos como peregrino en una radical búsqueda de
Dios, en un proceso de conversión continua.
Esta radical orientación causó dificultades,
contradicciones, calumnias, alegrías también muertes, pérdida de poder y
prestigio ante muchos. No cabe duda que pese a su fe profunda, esta búsqueda
sincera de Dios la vivió también con mucha inseguridad.
El P. Arrupe vivió el desastre de la bomba atómica de
Hiroshima, pero vivió también otras muchas inseguridades. El P. Arrupe tuvo la
libertad del que tiene una pasión que le atraviesa y le trasciende: pasión por
Dios y por el hombre. Lo demás es secundario. Incluso el doloroso fracaso que
supone tantas veces la evangelización. Así vive durante muchos años su aparente
fracaso y sus pobres éxitos en su larga experiencia en Japón.
El P. Arrupe vivió su particular vía crucis en su
experiencia personal como en la institucional. El Espíritu le concedió la
capacidad de ver en la inseguridad de tantos momentos una especial presencia de
Dios. En una de sus afirmaciones más conocidas (Tréveris, 10 de septiembre de
1970), nos invita a profundizar la situación y vivirla en fe:
“En esta inseguridad por parte de las condiciones
materiales, pero también por parte de la situación inestable del creyente,
hemos vivido la presencia del Señor, hemos vivido una seguridad que Pablo
volvería a llamar hoy, locura, necedad. Sigo manteniendo enteramente hoy
todavía lo que dije entonces (En una Eucaristía celebrada en un suburbio en
Latinoamérica). Tan cerca de nosotros no había estado el Señor, acaso nunca, ya
que nunca habíamos estado tan inseguros”.
El P. Arrupe tuvo la libertad del que se abre a la
novedad del Espíritu que va haciendo nuevas todas las cosas. Hombre de Dios y
hombre de la Iglesia y de la historia. En las encrucijadas más difíciles muchos
le cuestionaban:
“¿Adónde va la Compañía, me preguntaban? Mi respuesta
fue siempre: a dónde Dios la lleva” vamos seguros, vamos con la Iglesia que va
dirigida por el Espíritu Santo. Se que Dios nos lleva a una tierra nueva, la de
promisión, la suya” (Homilía del P- Kolvenbach evocando al P. Arrupe en su
funeral, 9 de febrero de 1991)
Se trata de seguir al Espíritu que nos encamina a la
universalidad superando los límites estrechos en que vivimos, que nos invita a
la apertura a los más pobres, que busca caminos nuevos de profecía y
testimonio. Todo esto no se hace sin dolor, sin costos y sin equivocaciones.
“La lucha por la justicia lleva consigo la
“solidaridad con los pobres”. A pesar de las dificultades que esta solidaridad
puede acarrear, es perceptible una creciente toma de postura a favor de los
pobres y oprimidos y no son pocos los que desean participar realmente de la
vida del pobre experimentando en sí mismos algo de la injusticia y opresión”
(P. Arrupe, Discurso inicial a la Congregación de Procuradores n. 9; el 27 de
septiembre de 1878)
El P. Arrupe a pesar de las muchas dificultades por
las que atraviesa, incluso el progresivo deterioro de su salud, ello le
permitió ser audaz para responder a los difíciles retos de su época. Los retos
entre la injusticia y la fe, los refugiados, la inculturación y la necesaria
renovación de la vida religiosa.
En una conferencia de prensa afirmaba: “No tengo miedo
al mundo que surge. Temo más bien la falta de fe y de esperanza, todo lo que
nos haga pensar que no tenemos nada que ofrecer a este mundo. (P. Arrupe,
conferencia de Prensa, 24 de nov 1996)
No pretendemos defender nuestros errores. Pero tampoco
pretendemos caer en un error aún mayor: el de cruzarnos de brazos y no hacer
nada por temor a equivocarnos.
¿Cómo mantener esa fe y confianza inquebrantable en
Dios? El P. Arrupe al final de su vida cuando por una trombosis cerebral se ve
obligado a abandonar su puesto de general imposibilitado y aislado en Roma, dirá:
“Mi única ilusión ha sido servir al Señor y a la Iglesia con todo mi corazón,
hoy me siento más que nunca en manos de Dios, les aseguro hermanos que no me
arrepiento desde muy joven que lo he deseado y ahora mi Señor me lo ha dado. Siempre
he querido servir al Señor, esa ha sido mi única ilusión la diferencia que
experimento ahora es saberme totalmente en manos del Señor, hoy toda la
iniciativa la tiene él. Estar en sus manos, que profunda experiencia, ahora
siento que me tiene él. Les aconsejo sirvan al Señor, centren en él todo su
corazón mirando siempre a su alrededor las necesidades del mundo de hoy. Mi
mensaje hoy es que vivan en sus manos, que estén a la disposición del Señor,
que toda la iniciativa la tenga él, sientan que toda la vida la lleva él”
7.5 LA ORACION DE CHARLES DE FOUCAULD
Los ejercicios nos ponen en camino en una actitud de
peregrino. Durante es como un dinamismo de transformación que se va operando en
ti casi sin darte cuenta. Todo parte del amor de Dios. Un dinamismo donde Dios
nos lleva, del miedo a la confianza, de sentirnos amados inmerecidamente al
agradecimiento, del agradecimiento al seguimiento, del seguimiento a la misión.
Si tuviera que sintetizar brevemente este retiro como tiempo de gracia lo
resumiría como la llamada e invitación por parte de Dios a vivir en sus manos, en
el abandono confiado. Termino así con la oración de Charles de Foucauld:
Padre,
me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy
dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No
deseo nada más, Padre.
Te
confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.
Y
necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
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