lunes, 8 de agosto de 2022

CUENTOS ORIENTALES

 

DIEZ CUENTOS ORIENTALES

 




 

Introducción:

 

El hombre contemporáneo se ha olvidado del ser. La falta de trascendencia le lleva a la angustia y falta de sentido. El zen se toma en serio la experiencia de una trascendencia inmanente, accesible al hombre. Frente a la cultura pragmática del hacer la cultura oriental prima el ser. Mira como oyes, pondera y considera si escuchas bien. Presta oídos para entender y acceder al ser esencial. El oriente pone énfasis no en la idea de la verdad sino en el camino de la verdad. Camino de maduración espiritual. Lo cotidiano desde una mirada contemplativa se convierte en camino de exploración e interiorización. En el camino espiritual no hay momentos privilegiados. El hombre del zen está aquí y entregado al instante donde realiza su tarea. Se precisa recuperar el sentido del instante, del aquí y del ahora desde una mirada trascendente. El ser esencial se revela en el modo de participación individual del hombre en el Ser divino.


 

1. LA MARIPOSA BLANCA

 

PROVERBIO: El Ser esencial, el ser divino nos busca constantemente

 

CUENTO: "Había una vez en Japón un anciano cuyo nombre era el de Takahama, y que vivía desde su juventud en una pequeña casa que él mismo había construido junto a un cementerio, en lo alto de una colina. Era un hombre amado y respetado por su amabilidad y generosidad, pero los lugareños a menudo se preguntaban porqué vivía en soledad al lado del cementerio y por qué nunca se había casado. 

Un día el anciano enfermó de gravedad, estando cercana ya su muerte, y su cuñada y su sobrino fueron a cuidarle en sus últimos momentos y le aseguraron que estarían junto a él todo lo que necesitara. Especialmente su sobrino, quien no se separaba del anciano. Un día, en que la ventana de la habitación estaba abierta, se coló una pequeña mariposa blanca en el interior. El joven intentó espantarla en varias ocasiones, pero la mariposa siempre volvía al interior, y finalmente, cansado, la dejó revolotear al lado del anciano. 

Tras largo rato, la mariposa abandonó la habitación y el joven, curioso por su comportamiento y maravillado por su belleza, la siguió. El pequeño ser voló hasta el cementerio que existía al lado de la casa y se dirigió a una tumba, alrededor de la cual revolotearía hasta desaparecer. Aunque la tumba era muy antigua, estaba limpia y cuidada, rodeada de flores blancas frescas. Tras la desaparición de la mariposa, el joven sobrino volvió a la casa con su tío, para descubrir que este había muerto. 

El joven corrió a contarle a su madre lo sucedido, incluyendo el extraño comportamiento de la mariposa, ante lo que la mujer sonrió y le contó al joven el motivo por el que el anciano Takahana había pasado su vida allí. 

En su juventud, Takahana conoció y se enamoró de una joven llamada Akiko, con la cual iba a casarse. Sin embargo, pocos días antes del enlace la joven falleció. Ello sumió a Takahama en la tristeza, de la que conseguiría recuperarse. Pero sin embargo decidió que nunca se casaría, y fue entonces cuando construyó la casa al lado del cementerio con el fin de poder visitar y cuidar todos los días la tumba de su amada. 

El joven reflexionó y entendió quién era la mariposa, y que ahora su tío Takahama se había reunido al fin con su amada Akiko". 

MORALEJA: Este hermoso cuento de origen japonés nos habla sobre el amor. Solo el amor es capaz de trascender el tiempo e incluso la muerte. Hemos sido creados por un amor eterno y para un amor eterno.

 


 


2. LOS SEIS SABIOS CIEGOS Y EL ELEFANTE

 

PROVERBIO: lo sagrado en sentido universal es la cualidad que indica la Presencia de otra realidad. La realidad del ser

 

CUENTO: "En una ocasión había seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista, siendo ciegos y empleando el sentido del tacto para experimentar y conocer las diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de uno le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se acercaran y lo tocaran. 

Los sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin de saber cómo era dicho ser. 

El primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la rodilla del elefante llegó a la conclusión de que se trataba de algo semejante a un árbol. El quinto lo desmintió al tocar la oreja del ser, valorando que se parecía a un abanico. Por último, el sexto sabio llegó a la conclusión de que en realidad el elefante era como una fuerte pared rugosa, al haber tocar su lomo. 

Tras haber llegado a distintas conclusiones, los sabios empezaron a discutir respecto a quién poseía la verdad. Dado que todos defendían sus posiciones con ahínco, recurrieron a la ayuda de un séptimo sabio el cual podía ver. Este les hizo ver que en realidad todos ellos tenían parte de la razón, dado que habían estado describiendo una única parte del conjunto del animal, a la vez que aún sin equivocarse ninguno de ellos había podido conocerlo en su totalidad". 

MORALEJA:  Este es cuento clásico procedente de la India. Nos habla de la necesidad de tener en cuenta que nuestro punto de vista no es el único que existe sobre la realidad. Debemos valorar que las opiniones, creencias o conocimientos de otras personas pueden ser tan válidas y verdaderas como las nuestras, sin necesidad de que ninguno de los dos esté equivocado.

 




 

3. EL CIERVO ESCONDIDO

 

PROVERBIO: El ser de un hombre es el modo por el cual participa en el Ser en su Trinidad, es decir, en el Ser en cuanto Plenitud, Orden y Unidad.

 

CUENTO: "Había una vez un leñador de Cheng que encontró un ciervo en un campo, al cual mató y posteriormente enterró con hojas y ramas para evitar que otros descubrieran la pieza. Pero al poco tiempo, el leñador se olvidó del lugar donde había ocultado el animal y llegó a creer que en realidad todo el asunto había sido un sueño. 

Poco después empezaría a contar su supuesto sueño, a lo que uno de los que lo escuchó reaccionó intentando buscar el ciervo. Tras encontrarlo, se lo llevó a su casa y le comentó a su mujer la situación, la cual le indicó que tal vez sería él quien había soñado la conversación con el leñador, pese a que al haber encontrado el animal el sueño sería real. A esto, su esposo contestó que independientemente de si el sueño fuera suyo o del leñador, no había necesidad de saberlo.

Pero esa misma noche el leñador que cazó al animal soñó con el lugar donde había escondido el cadáver y con la persona que lo había encontrado. Por la mañana fue a casa del descubridor del cuerpo del animal, tras lo que ambos hombres discutieron respecto a quién pertenecía la pieza. 

Esta discusión se intentaría zanjar con la ayuda de un juez, el cual repuso que por un lado el leñador había matado a un ciervo en lo que creía un sueño y posteriormente consideró que su segundo sueño era una verdad, mientras que el otro encontró dicho ciervo, aunque su esposa consideraba que era él quien soñó haberlo encontrado en base a la historia del primero. 

La conclusión era que realmente nadie había matado al animal, y se dictó que el caso se resolviera mediante la repartición del animal entre los dos hombres. Posteriormente, esta historia llegaría al rey de Cheng, quien terminaría por preguntarse si realmente no sería el juez quien había soñado haber repartido al ciervo". 

MORALEJA: Se trata de un cuento chino. “El ciervo escondido” es un cuento popular chino que nos narra una historia basada en la diferenciación entre sueño y realidad y lo difícil que en ocasiones puede ser realizarla. Es uno de los cuentos que nos habla sobre la posibilidad de que podamos vivir en varios planos de existencia. El mundo nos incita a hablar y actuar sin cesar. El Ser esencial nos pide el silencio para interiorizar. Si nos regimos por lo que sabemos pronto reconoceremos que nuestros pensamientos son insustanciales. El mundo nos fuerza a pensar en nuestra seguridad. El Ser esencial nos invita al abandono y la confianza. El ser esencial nos dará ánimos para afrontar cualquier riesgo.

 



4. EL FANTASMA PROVECHOSO

 

 

PROVERBIO: El Ser esencial nos busca, de modo que no se trata de buscar, sino de dejarse encontrar.

 

CUENTO: "Había un hombre que salió de su monasterio y volvió a una casa que poseía que era muy muy vieja, construida aprovechando los restos de un antiguo monasterio. El antiguo monje decidió que quería derruirla, pero sin embargo consideraba dicha tarea implicaría demasiado esfuerzo y dinero, y empezó a pensar en alguna manera de lograr hacerlo sin que le supusiera a él ningún costo. 

El antiguo monje decidió entonces crear y empezar a difundir el rumor de que la casa estaba encantada y habitada por un fantasma. Elaboró también con sábanas un traje o disfraz blanco, junto a un artefacto explosivo que generara una llamarada y dejara tras de sí olor a azufre. Tras contar el rumor a varias personas, entre ellas algunos incrédulos, les convenció de que acudieran a su casa. Allí activó el ingenio, provocando que los vecinos se asustaran y creyeren que el rumor era cierto. Poco a poco más y más gente iría viendo a dicho ente espectral, y el rumor fue creciendo y extendiéndose entre los lugareños. 

Tras ello, el antiguo monje extendió también el rumor de que el motivo de que el fantasma estuviera allí podría ser el hecho de que hubiese en la casa un tesoro escondido, así que en poco tiempo empezó a excavar para encontrarlo. A pesar de que no lo hacía, los vecinos empezaron también a creer que sí podía haber algún tesoro en el lugar. Y un día, algunos vecinos le preguntaron si podían ayudarle a excavar, a cambio de que pudieran coger el tesoro. 

El propietario de la casa respondió que no sería justo que le tirasen la casa abajo y se llevaran el tesoro, pero magnánimamente les ofreció que si excavaban y retiraban los escombros que su acción generase y en el proceso encontraban el tesoro, él aceptaría que se llevaran la mitad. Los vecinos aceptaron y se pusieron a trabajar. 

Al poco tiempo el fantasma desapareció, pero de cara a motivarles el caballero dispuso veintisiete monedas de oro en un agujero de la chimenea que después tapió. Cuando los vecinos lo encontraron, les ofreció quedárselo todo siempre y cuando el resto que hallaran lo repartieran. 

Ello motivó aún más a los vecinos, que ante la esperanza de encontrar más fueron excavando hasta los cimientos. De hecho, sí encontraron algunos objetos de valor del antiguo monasterio, algo que los espoleó aún más. Al final, la casa fue derruida por entero y los escombros retirados, cumpliendo el caballero con su deseo y empleando para ello apenas un poco de ingenio".

 

MORALEJA: Este cuento nos narra una historia en que podemos ver el valor de la inteligencia y la astucia, así como el hecho de que ser codiciosos nos puede llevar a ser manipulados y utilizados sin que siquiera nos demos cuenta. Lo cierto es que el antiguo monje perdió su tesoro y lo cambió por otro que no pudo llenar lo que su corazón ansiaba. Para dejarnos encontrar por el Ser esencial hemos de permitir que el Ser venga y entre a nuestra casa no como un fantasma sino como el Ser primordial.

 



5. EL SABIO Y EL ESCORPIÓN

 

PROVERBIO: Debes de buscar al Ser esencial por encima de todo como el agua para respirar.

 

CUENTO: "Había una vez un sabio monje que paseaba junto a su discípulo en las orillas de un río. Durante su caminar, vio como un escorpión había caído al agua y se estaba ahogando, y tomó la decisión de salvarlo sacándolo del agua. Pero una vez en su mano, el animal le picó. 

El dolor hizo que el monje soltara al escorpión, que volvió a caer al agua. El sabio volvió a intentar sacarlo, pero de nuevo el animal le picó provocando que le dejara caer. Ello ocurrió una tercera vez. El discípulo del monje, preocupado, le preguntó por qué continuaba haciéndolo si el animal siempre le picaba. 

El monje, sonriendo, le respondió que la naturaleza del escorpión es la de picar, mientras que la de él no era otra que la de ayudar. Dicho esto, el monje tomó una hoja y, con su ayuda, consiguió sacar al escorpión del agua y salvarlo sin sufrir su picadura". Hemos de perseverar en la búsqueda de la verdad aunque cueste. 

Luego arrimó al discípulo a la orilla y lo tiró al agua. El discípulo que no sabía nadar empezó a balbucear pidiendo auxilio. Final mente el monje se acercó lo tomó de la mano y le dijo: Cuando busques al ser esencial con el mismo afán e impulso que el aire para respirar, entonces lo encontrarás.

 

MORALEJA: Este es otro cuento procedente de la India. En esta ocasión nos explica que no debemos luchar contra nuestra naturaleza por mucho que otros nos dañan. Hay que tomar precauciones, pero no debemos dejar de ser quienes somos ni actuar en contra de lo que somos. En el nivel del ser, el hombre que se encuentra así mismo en su profundidad se convierte en el hombre nuevo a través de su unidad cada vez mayor con el Ser divino presente en él.

 



6. EL ESPEJO CHINO

 

PROVERBIO: La trascendencia se manifiesta cuando el hombre va más allá de las apariencias y de los límites de su propio yo

 

CUENTO: "Había una vez un campesino chino, el cual iba a ir a la ciudad a vender la cosecha de arroz en la que él y su esposa habían estado trabajando. Su mujer le pidió que, aprovechando el viaje, no se olvidase de traerle un peine. 

El hombre llegó a la ciudad y una vez allí vendió la cosecha. Tras hacerlo, se encontró y reunió con varios compañeros y se pusieron a beber y a celebrar lo conseguido. Después de ello, y aún un poco desorientado, el campesino recordó que su esposa le había pedido que le trajera algo. Sin embargo, no recordaba el qué, con lo que acudió a una tienda y compró el producto que más le llamó la atención. Se trataba de un espejo, con el cual regresó a su hogar. Tras dárselo a su esposa, se marchó de nuevo a trabajar en el campo. 

La joven esposa se miró en el espejo, y repentinamente empezó a llorar. La madre de esta le preguntó el porqué de tal reacción, a lo que su hija le pasó el espejo y le respondió que la causa de sus lágrimas era que su marido había traído consigo otra mujer, joven y hermosa. La madre de esta miró también el espejo, y tras hacerlo le respondió a su hija que no tenía de qué preocuparse, dado que se trataba de una vieja".

 

MORALEJA: Se trata de un cuento de origen chino, de autor anónimo. Tiene diferentes posibles interpretaciones, pero entre otras cosas nos habla de cómo nos vemos nosotros mismos reflejados en el mundo, y la diferencia entre cómo nos creemos que somos y cómo somos en realidad, a menudo subestimándonos o sobrevalorándonos. La palabra yo no indica ni más ni menos que el principio de la conciencia de la identidad consigo mismo. Vivir en autenticidad, en la verdad supone salir de la capa de las apariencias. Nada de fachada ni de personaje a representar. Cultivar el ser. 

Para entender el cuento es necesario tener en consideración que ninguno de los personajes se había visto jamás reflejado en un espejo, no sabiendo qué es lo que ve realmente. Así, la esposa no es capaz de comprender que la joven hermosa que ve es ella misma, mientras que la madre tampoco ve que la anciana que ve es ella. También se observa que mientras la primera se preocupa por qué considera que lo que ve en el reflejo es más hermoso que ella misma, la segunda lo minusvalora críticamente, prácticamente burlándose de su propia imagen.

 

 



7. EL ELEFANTE ENCADENADO

 

 PROVERBIO: La verdad nos hará libres. El zen busca la experiencia de la unión con el Ser Divino, del hombre con su ser profundo, experiencia liberadora fuera de todo lo contingente.

 

CUENTO: "Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. 

Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. 

Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuanto tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia... si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio para encontrar la respuesta: el elefante del circo no escapa porque ha estado unido a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. 

La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree, el pobre, que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…"

 

MORALEJA: Esta narración nos cuenta como nuestros recuerdos y experiencias previas pueden darnos conocimientos, pero también generar estancamientos y bloqueos que nos impiden y que pueden sabotearnos aún cuando su causa original ya no está presente. La narración nos empuja a seguir intentando ponernos a prueba a pesar de que lo que hayamos vivido pueda habernos hecho creer que no podemos hacerlo. El hombre debe soltar sus amarras, soltar su propio yo, la imagen que tiene de sí y renacer al hombre nuevo mediante la experiencia del Ser.

 



8. EL PAISAJISTA

 

PROVERBIO: La auténtica sabiduría no la sofocamos dando oídos a multitud de cosas, querer saberlo todo. Podemos ser sabios según el mundo ignorando quienes somos de verdad.

 

CUENTO: "Érase una vez un pintor de gran talento que fue enviado por el emperador de China a una provincia lejana y recién conquistada, con la misión de traer a su vuelta imágenes pintadas. Tras un largo viaje en el que visitó en profundidad todos los territorios de la provincia, el pintor regresó, pero sin embargo no portaba ninguna imagen. Ello generó sorpresa en el emperador, quien terminó enfadándose con el pintor. 

En ese momento, el artista solicitó que le dejaran un lienzo de pared. En él, el pintor dibujó con gran detalle todo lo que había visto y recorrido en su viaje, tras lo cual el emperador acudió a verlo. Entonces el pintor le explicó cada uno de los rincones del gran paisaje que había dibujado y explorado en sus viajes. Al acabar, el pintor se aproximó a un sendero que había dibujado y que parecía perderse en el espacio. Poco a poco, el pintor se adentró en el sendero, metiéndose en el dibujo y haciéndose cada vez más pequeño hasta desaparecer tras una curva. Y cuando este desapareció, lo hizo todo el paisaje, dejando el muro completamente desnudo".

 

MORALEJA: Este cuento de origen chino es algo complejo de entender. Para ello debemos ponernos en la posición del pintor y lo que hace a lo largo de la historia: por un lado, observa la realidad, pero por el otro, y como se ve al final cuando se une a su obra, forma parte intrínseca de ella. Se trata de una alegoría de que, aunque podemos ser observadores de lo que acontece en el mundo queramos o no somos parte de él: si algo ocurre en esa realidad nos afecta a nosotros, ya que somos parte de ella, mientras que lo que nos pase a nosotros no está alejado de la realidad. La vida no es la suma de cuadros y experiencias que vivimos, la vida es llegar a la esencia, a lo esencial de todo lo que vivo.

 



9. TÚ GOBIERNAS TU MENTE, NO TU MENTE A TI

 

PROVERBIO: Hemos de abrirnos a la voz del maestro interior renunciando a lo secundario. Volverse cada vez más trasparente a la nueva vida presente en nuestro Ser esencial que tiende a manifestarse a través de todo.

 

CUENTO: "Érase una vez un estudiante de zen que se lamentaba de que no podía meditar, ya que sus pensamientos se lo impedían. Este le dijo a su maestro que sus pensamientos y las imágenes que generaba no le dejaban meditar, y que aún cuando se iban unos instantes al poco volvían con mayor fuerza, no dejándoles en paz. Su maestro le indicó que esto sólo dependía de sí mismo, y que dejara de cavilar. 

Pero el estudiante siguió indicando que los pensamientos le confundían y no le dejaban meditar en paz, y que cada vez que procuraba concentrarse le aparecían pensamientos y reflexiones de manera continuada, a menudo poco útiles e irrelevantes. 

A esto el maestro le propuso que cogiera una cuchara y la sostuviera en la mano, mientras se sentaba e intentaba meditar. El alumno obedeció, hasta que de pronto el maestro le indicó que dejara la cuchara. El alumno lo hizo, dejándola caer al suelo. Miró a su maestro, confuso, y este le preguntó que quién agarraba a quién, si él a la cuchara o la cuchara a él".

 

MORALEJA: Este breve cuento parte de la filosofía zen y tiene origen en el budismo. En él se nos hace reflexionar sobre nuestros propios pensamientos, y el hecho de que debemos ser nosotros quienes tengamos el control sobre ellos y no a la inversa. En el budismo las dificultades no impiden el fin. Se trata de aceptar las situaciones difíciles en vez de evitarlas. Al ser capaz de aceptar lo inaceptable te sientes abrazado por brazos que no ves y sumido en un estado de amor liberador.

 



10. EL FUEGO Y EL CUERNO

 

PROVERBIO: Camina en la verdad y encontrarás la paz. Todo lo que pones bajo una tapa se vuelve oscuro. Se trata de mantener el Hilo de Oro que te une a tu profundidad.

 

CUENTO: "Cuenta la leyenda que había un pueblo en el que se producían incendios devastadores con gran frecuencia, que arrasaban con las casas y los edificios de todo el mundo a cada poco tiempo. 

Los habitantes del pueblo decidieron reunirse un buen día para poner fin a la oleada de incendios que se producían cada vez con más frecuencia y para ello pusieron en común una serie de propuestas aportadas por todos los lugareños. 

En medio de la reunión y entre todo el griterío que se había organizado, un joven alzó la voz y explicó su propuesta: Me he dado cuenta de que cruzando el pueblo, al otro lado del bosque hay un pueblo muy similar al nuestro que nunca tiene incendios como los que tenemos nosotros. Propongo viajar hasta allí y averiguar cuál es su secreto. 

Al escuchar las sabias palabras del joven, todo el pueblo estuvo de acuerdo en que esa era la mejor opción, así que le encomendaron la difícil misión de viajar al otro pueblo y recabar información útil para solventar el problema de los incendios. 

Tras largas horas de viaje, el joven llegó finalmente al pueblo que se encontraba al final del bosque, donde un grupo de lugareños le esperaba amistosamente para explicar su secreto.

-No es que tengamos menos incendios que vosotros - le comentaron los vecinos del nuevo pueblo- Simplemente nos preocupamos más de apagarlos cuanto antes y con más rapidez que vosotros. -Y cómo hacéis para apagarlos antes que nosotros? Preguntó el joven confuso. -Muy sencillo, tenemos un cuerno (una especie de corneta), que tocamos en seguida que se produce un incendio para alertar al resto del pueblo. 

Tras oír el gran secreto, el joven regresó rápidamente al pueblo para contárselo a todo el mundo. Una vez allí compraron un cuerno que colocaron en el centro de la plaza del pueblo, sobre un atril. 

De esta forma, tanto el joven como todos los habitantes del pueblo ya estaban seguros de que sus problemas con los incendios se habrían acabado, ya que haciendo uso del cuerno se podía advertir rápidamente a todo el mundo. 

Sin embargo, en la realidad eso no fue lo que ocurrió, ya que en ese pueblo nadie sabía tocar el cuerno y los incendios siguieron sucediéndose y arrasando todo sin que ningún habitante pudiera hacer nada".

 

MORALEJA: La enseñanza que nos deja esta historia es que a veces no sirve imitar a alguien para solucionar nuestros mismos problemas, sino que debemos contar con los conocimientos propios y herramientas que nos permitan sacar nuestras propias soluciones adelante. No se trata de hacer cosas y tareas por el hecho de cumplirlas. Lo que da sabor a la vida es vivirlas con sentido, desde la profundidad del Ser. Lo que tenemos que aprender durante el día es a permanecer bajo esa presencia del Ser esencial.

LA SABIDURIA DE LOS POBRES

 LA SABIDURIA DE LOS POBRES



Introducción:

LECTURA: Padre te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos. Sí, Padre así lo has querido. (Mt 11, 25-26)

Jesús comenzó a exponerles muchas cosas por medio de parábolas y les dijo…a vosotros Dios os permite conocer los secretos del Reino. Felices vosotros porque tenéis ojos para ver, oídos para escuchar, sabiduría para entender porque muchos sabios y entendidos quisieron y no pudieron. Quién pueda entender esto que lo entienda (Mt 13,3-16)

Jesús para hablar de los secretos del Reino solía utilizar cuentos y parábolas para dar a conocer a los pobres y sencillos su mensaje. Jesús declara dichosos a los pobres de espíritu y humildes de corazón porque de ellos es el reino de los cielos.

Cuando habla del Reino pone imágenes de la naturaleza porque ella lleva impresa las huellas de Dios. Solo los humildes saben percatarse y reconocer sus huellas. La sabiduría de los pobres es saber descubrir su presencia en medio de todo. En las flores del campo, las aves del cielo, en los árboles grandes y pequeños, en la higuera seca, en el árbol seco en el leño quemado medio muerto partido por un rayo. Él lo ha creado todo y lo sostiene todo.

Se trata de abandonarse de aprender a vivir en sus manos, trabajar, bailar y jugar, descansar, dormir en sus brazos, como el niño en los brazos de su Padre. Poder despertar, reconocer su amor que lo invade todo, lo penetra todo, lo puede todo.

Hemos perdido la sencillez e ingenuidad de los niños y nos hemos creído sabios enorgullecidos e inflamados de sabiduría humana. Al perder la inocencia hemos perdido también el secreto de la felicidad. Si no os hacéis pequeños como los niños no podéis entrar en el Reino de los Cielos.

Muchos de estos cuentos han sido una ayuda para la catequesis de los niños y para la predicación a la gente sencilla. Filipinas ha sido para mí toda una escuela de hacerme todo a todos para llegar a todos. La falta muchas veces de saber su lengua me ha llevado a utilizar estos medios sencillos para la gente sencilla de nuestros barrios y aprender de ellos la sabiduría de los pobres.

He querido recopilar una serie de historias, cuentos, parábolas de vida que pueden ayudarnos a descubrir el gran amor con el que somos amados y cuan valiosas son nuestras vidas. A estos acompañan una moraleja o lección de vida a aplicar en nuestras vidas. Los acompañan también unos textos bíblicos que nos ayudan a orar y unas reflexiones y experiencias de maestros de vida,  que han sido y son los santos. 




1 EL ESPANTAPAJAROS

(Hay más alegría en dar que en recibir)

 

LECTURA: Podría tener todos los bienes de este mundo, pero si me falta el amor nada soy. Podría poseer la más profunda ciencia, pero si me falta el amor no soy nada. (1 Co 13, 1-3)

CUENTO: Había un hombre muy rico que poseía una gran extensión de terreno. Era un hombre muy avaro que tenía roto el corazón. Vivía ambicionando cada vez más con una sed insaciable de acumular riquezas para sí. Cuanto más tenía más quería y siempre le parecía poco. Esto le hacía vivir amargado e infeliz.

Un día se tuvo que ir de viaje. Había acabado de sembrar sus campos y se preguntaba que podría hacer para que ni los pájaros vinieran a comer el fruto de su cosecha. Entonces decidió poner en el cruce de caminos que dividía sus campos un espantapájaros.

Quiso que pareciera lo más posible a una persona de verdad, así que no deparó en vestirlo lo más elegante. Primero de todo utilizó dos grandes palos en forma de cruz para sostener su esqueleto. Puso una calabaza de cabeza y unas uvas de ojos una zanahoria de nariz y un tomate de boca. Luego le puso un sombrero y un pañuelo de seda en el cuello. Luego vistió su cuerpo con una camisa blanca, una corbata y una chaqueta muy despampanante. Le puso unos preciosos pantalones y zapatos hasta un cinturón para sujetar los pantalones. Para que no le faltase de nada y dotarle de vida quiso dentro de la camisa poner una manzana colorada, sería su corazón.

Luego le empezó a dar instrucciones: te encargaras de vigilar mis campos para que nadie entre ni robe tan siquiera unos granos de mi cosecha. Y como parecía mirarla con una sonrisa, le insistió ¿me has entendido? El espantapájaros que quedó con la cabeza un poco inclinad parecía que asentía y que le decía que sí. Así que se fue de viaje esperando que cumpliera sus órdenes.

Cuando el espantapájaros quedó solo en la encrucijada de caminos empezó a ver toda la gente que extrañada se le quedaba mirando. Empezó a haber necesidad en la región y la gente pasaba hambre y calor. Paso un viejecito y le preguntó al espantapájaros si le prestaba su sombrero. Como sonreía e inclinaba su cabeza parecía conforme así que lo tomó. Luego una mamá con dos niños le pidió algo de comer. Como el espantapájaros asentía tomaron las uvas, la zanahoria y el tomate. Una persona que había sido invitad a una fiesta le pidió la camisa, la chaqueta y la corbata. Como el espantapájaros parecía asentir lo tomó junto con el pañuelo de seda. Otro mendigo llego de harapos le pidió los pantalones y también los tomó junto con el cinturón. Finalmente una mamá le pidió para su marido los zapatos y también los tomó. Al final tan solo quedaron los dos palos en forma de cruz con la manzana en el centro.

Cuando regresó el dueño de su viaje y se acercó a ver sus campos y el espantapájaros no podía creerlo. Le echó una reprimenda de cómo había podido dejar que la gente le quitar toda su ropa. Tan solo han dejado la manzana. Así que antes de perderla también la tomó en sus manos y la mordió. Cuando empezó a comer la manzana algo sorprendente ocurrió. Es como si el espantapájaros le comunicar los sentimientos de su corazón y le mostrara que hay más alegría en dar que en recibir. Se dio cuenta de cómo el espantapájaros era conocido y apreciado por su amabilidad y generosidad con todos y decidió vender sus tierras y dar sus bienes a los más pobres. Su vida se transformó y desde entonces vivió feliz haciendo felices a los de su alrededor. 

MORALEJA: De qué vale tener y ganar el mundo entero si pierdo la vida. Podemos aspirar a los bienes más grandes, pero no hay nada más grande, valioso y precioso que el amor. El amor todo lo puede y lo transforma y lo hace de un sabor. Si no hay amor la vida pierde su sabor. No solo lo sufre la persona egoísta sino los que viven a su alrededor. El amor es como el aire para respirar, quien ama generosamente pronto verá los frutos del amor germinar a su alrededor. Quien no ama se sentirá pronto vacío solo y sin sentido. Hay más alegría en dar que en recibir. Quien ama generosamente y sin medida recibirá amor sin medida.




2 JUAN SALVADOR GAVIOTA

(Del libro de Richard Bach)

La pasión por volar más alto

LECTURA: Llamamiento. Estaban en la orilla y les mandó bregar mar adentro. Les llamó por su nombre y les dijo que llegarían a ser pescadores de hombres. Ellos dejando las redes le siguieron (cf. Lc 5)

SINTESIS: Juan Salvador Gaviota fue un pequeño libro escrito por Richard Bach, un piloto inglés que estuvo en la RAF en la segunda guerra mundial. Richard Bach dedicó la historia a todas las personas que tienen un sueño y quieren ser mejores. Esta historia es una aventura, tragedia y cuento educativo.

Juan Salvador Gaviota era una gaviota muy diferente a las demás, trató de encontrar mejores formas de volar y encontró una muy buena manera de volar. Fue expulsado de la manada. Voló muy lejos con otras gaviotas brillantes que volaban como él y practicó mucho tiempo y enseñó a otras gaviotas.

Juan Salvador Gaviota volvió a la manada con un montón de buenas gaviotas que vuelan muy alto y la Gaviota Mayor dijo que todas las gaviotas no pueden verlas porque se quedan volando al ras. Juan encontró a Pedro y le enseñó a mejorar su técnica de vuelo, entonces un día le dijo a Pedro que era hora y voló muy alto en el cielo y le dijo a Pedro que era una gaviota que había aprendido a volar. Ahora era el tiempo de enseñar a otras.

CUENTO: Juan Salvador gaviota era una gaviota inquieta que no dejó apagar sus ansias y aspiraciones más profundas que le dictaba su corazón. El se niega a seguir los moldes establecidos y decide no comer de la basura, salir de la manada, dejar de volar al raso y lanzarse a buscar su identidad más profunda (volar alto). Mirando a sus alas se preguntó: para qué las alas sino para volar alto. No quiso renunciar a su aspiración más profunda. No tuvo en cuenta el que dirán de la gente y decidió emprender su camino al cielo empezando a volar alto desplegando sus alas al viento sin cansarse ni desmayar.

Después de traspasar las oscuras tinieblas y las nubes que encapotaban el cielo, según volaba alto empezó a ver nuevos horizontes, surcando los umbrales conocidos se encontró con otras gaviotas allí donde no se oculta el sol y brilla la luz sin ocaso.

Fue allí donde escuchó la voz del Maestro, la Gaviota Mayor, la voz de lo eterno que le decía yo te enseñaré a volar, yo te enseñaré a amar, no tengas miedo. Entonces encogió sus alas y se lanzó en picado hacia abajo y empezó a descender y tomar velocidad, en principio pensó que no iba a resistir la velocidad que iba a caer al vacío, pero desplego sus alas y empezó a planear en maravillosa armonía con otras gaviotas siguiendo los rayos del sol.

Eran los mensajeros de la luz que irradiaban paz y serenidad en su forma de volar. Eran portadores de un mundo nuevo lleno de paz y esperanza reflejando e irradiando su luz en medio de las tinieblas. 

MORALEJA: no recortes tus alas y tus sueños. Dios nos ha creado con un plan y propósito en la vida. Él nos creó para vivir una vida vacía, sin sentido, infeliz. Él nos creó para que tuviéramos vida plena, una vida en abundancia. Nos creo con un propósito y una misión para compartir su vida y su amor con todos. El nos creó para ser profetas y mensajeros de su paz y su amor. Llevar a todos la buena noticia de su amor. Hay tantos hombres perdidos en la oscuridad que están deseando ver la luz en sus vidas.

EXPERIENCIA DEL CURA DE ARS: La gloriosa tarea del hombre es orar y amar. Si tu oras y amas encontrarás la plena felicidad. Una felicidad que va más allá de lo que pudiéramos pensar. Dios es la fuente del amor por eso debemos orar, porque sino no sabremos ni podremos amar. El nos envuelve con su claridad y su paz. Nosotros somos pobres creaturas pero la oración nos hace capaces de amar a Dios y a los hermanos.




3 EL AGUILA ENTRE GALLINAS

(Se libre, atrévete a volar)

 

LECTURA: Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Gen 2)

CUENTO: En un paraje junto a las montañas un chico iba caminando cuando de repente entre unos arbustos vio moverse un pequeño polluelo que dando pequeños saltos apenas podía moverse porque había quedado enredado entre las ramas de espino. Estaba herido, llevaba anillas en sus patas y estas las tenía atadas. El muchacho lo cogió entre sus manos y lo llevó a su granja. Su padre lo curó de las magulladuras que tenía y lo puso en un corral donde guardaba gallinas. Aunque no se `percataron mucho de su apariencia pensaron que se trataba de una cría de gallina.

El polluelo pronto empezó a crecer y su apariencia fue poco a poco cambiando. Tenía unas garras muy fuertes, no tenía cresta y tenía un pico más encorvado. Sus alas empezaron a crecer más grandes con un plumaje precioso.

El polluelo trataba de seguir las gallinas del corral. Comía las sobras que les tiraba el amo de la granja y saltaba de un palo a otro, pero el espacio de la jaula del corral se le hacía cada vez más pequeño. No hacía más que arrastrarse por el barrizal, más aún cuando a las anillas de sus patas ataron un pequeño cordel. La vida en el pequeño corral se le hacía cada vez más triste y monótona. Cuando miraba como su cuerpecito iba creciendo y estirándose cada vez más se preguntaba por qué sus alas con tan precioso plumaje eran tan diferentes a las otras gallinas. ¿Por qué tenía unas alas tan grandes y que hacía encerrada en aquel corral de gallinas?

Un día sus dudas se despejaron cuando en el suelo vio la silueta de otra ave que sobrevolaba alto desde las montañas. Se trataba de una hermosa águila imperial que parecía atraerla con su vuelo y le decía vuela. Entonces se dio cuenta, no era una gallina sino un águila. No lo dudó, con el pico se desembarazó de la cuerda que la ataba y empezó a dar enormes saltos hasta romper el alambrado de la malla del corral. Por fin pude escapar de la jaula y empezar a volar.

Sintió por primera vez la sensación de ser libre y de que estaba hecha para volar y no para arrastrarse a ras de la tierra. Según fue tomando altura alcanzó a ponerse al lado del águila que sobrevolaba por la cima de la montaña. El águila la reconoció como suya y la tomó entre sus enormes alas para elevarla por encima del cielo.

MORALEJA: llevamos impreso en nuestro ser la imagen de Dios. Fuimos creados por él y para él. Fuimos creados para amar porque él es amor. Amar es nuestra identidad lo que nos hace ser aquello para lo que fuimos creados. Dios envió su Hijo al mundo para hacernos libres para amar. En él descubrimos nuestra verdadera imagen porque nos reveló el verdadero amor de Dios.




4 LA RENOVACION DEL AGUILA

(La crisis de la mitad de la vida: Renovarse o morir)

 

LECTURA: Renovaré su vigor y subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse ( Is 40, 31)

HISTORIA: el águila es el ave de mayor longevidad, la especie del águila real llega hasta los 70 años. Pero para llegar a esa edad a los 40 deberá tomar una seria y difícil decisión. En mitad de la vida sus uñas se vuelven apretadas, pierden fuerza y flexibilidad lo que le impide al águila tomar sus presas. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho. Sus alas envejecen y se tornan pesadas y de plumas gruesas. Volar alto cada vez le cuesta más y se le hace muy difícil.

Entonces el águila tiene solamente dos alternativas, renovarse o morir. Si quiere sobrevivir ha de afrontar un doloroso proceso de cambio y transformación que durará al menos medio año. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de la montaña y quedarse allí por un tiempo. Se esconde en un lugar cercano al paredón de la roca en donde no tenga necesidad de volar.

Allí debe comenzar a cambiar. Golpeará con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que desprenderá una a una las uñas de sus talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer comenzará a deshacerse desplumando sus plumas viejas. Finalmente después de este largo proceso de cambio saldrá a la luz para el famoso vuelo de renovación que le dará unos 30 años más de vida.

MORALEJA: situaciones parecidas nos suceden a lo largo de la vida. Hay momentos en que parece que ya lo hemos dado todo lo que teníamos. Parece como si hubiéramos agotado nuestra creatividad y que ya no tenemos mucho que aportar. Nuestra vida se vuelve gris y envejecida. Es el momento de la crisis de la mitad de la vida y la oportunidad de cambiar.

De la crisis podemos salir fortalecidos y enriquecidos, podemos descubrir unas nuevas claves para la vida, conscientes de nuestra orientación primordial. O nos transformamos como las águilas o estaremos condenados a morir o vivir sin motivación y sin sentido.

La transformación exige primero hacer un alto en el camino. Retirarnos y resguardarnos por un tiempo para después poder volar hacia lo alto. Es preciso alejarse del activismo y del protagonismo y encontrar una nueva motivación. Solos no podremos hacerlo necesitamos la ayuda del Espíritu. “¿Cómo es posible al hombre viejo volver a nacer? Tenéis que nacer de nuevo. Nadie puede entrar en el Reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu” (Jn 3, 4-8)

Ese proceso de cambio será la oportunidad de una transformación profunda que nos haga retomar la vida con esperanza. Solo así podremos desprendernos de esos viejos hábitos adquiridos que nos encierran en nosotros mismos y nos van empequeñeciendo. Solamente libre de las ataduras del pasado podremos afrontar una renovación con nuevas motivaciones y expectativas que nos haga seguir adelante con esperanza.




5 EL AGUILA Y EL HALCON

(El arte de vivir unidos)

LECTURA: El les renovará el vigor y subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse. (Is 40,31)

HISTORIA: Dos indígenas trataban de formalizar relaciones y hacer una alianza de amor entre ellos. El jefe de la tribu pidió a la joven escalar al monte y cazar el halcón más fuerte. Al joven le pidió escalar la montaña y traer el águila más brava.  Los jóvenes partieron para cumplir su misión. Al cabo de un tiempo los jóvenes bajaron de la montaña con las dos aves que les había pedido el jefe.

Entonces el jefe les dijo: tomen las aves y amárrenlas una a la otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen. Ellos lo hicieron y soltaron las aves. El águila y el halcón intentaron volar pero a penas consiguieron dar pequenos saltos. Minutos despues, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a la otra, picándose hasta lastimarse. Entonces el jefe les dijo: Jamás se olviden lo que están viendo. Este es mi consejo:  Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por compromiso, no sólo vivirán arrastrándose sino también, más tarde o más temprano, comenzarán a lastimarse el uno al otro.

Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados. Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas. Este es un principio para aprender el arte de vivir juntos en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y comunidades.

Si queréis vivir unidos habréis de aprender a respetaros mutuamente. Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños. Solamente las personas libres son capaces de amar. No se aten a nada para poder volar. No se arrastren sobre la tierra. Vuelen alto pero juntos, caminen juntos. Sigan el águila que vuela libre y habita en las montañas. El os guiará y os llevará sobre sus plumas.

MORALEJA: Cumplir o seguir las normas establecidas no aseguran que el amor se de entre nosotros. No podemos amar por imposición, obligación o a la fuerza. El amor debe circular entre nosotros y va más allá de las reglas. Los compromisos se deshacen cuando falta el amor. No es lo mismo vivir juntos que vivir unidos. No cualquier amor nos hace vivir felices. El amor de comunión es cuando los dos miran en una misma dirección. El amor precisa ser probado y purificado de todo egoísmo. El amor tiene que ser verdadero. El amor y la verdad os hará libres.



6 LA PERLA PRECIOSA

 

LECTURA: El Reino de los Cielos se compara a un mercader d que busca perlas finas. Cuando encuentra una de gran valor, va vende lo que tiene y la compra (Mt 13,48)

HISTORIA (I): UNA PERLA PRECIOSA. Un muchacho se encontró una perla y se fue al maestro, una persona de confianza, para ver si era verdadera y que le dijera su valor no fuera a malgastarla. El maestro le dijo. Es auténtica, vale muchísimo, no la vendas por menos de 50 monedas de plata.

En el mercado cuando la vieron trataron de comprársela, pero le daban poco dinero. Curioso el muchacho se dirigió a un experto que la tasó en 100 monedas de plata.

Entonces el muchacho entró en una Iglesia y escuchó decir al sacerdote que somos como una perla preciosa para Dios. Solo Dios que nos creó y redimió pude decirnos el valor de nuestra vida. Nuestra vida es preciosa a sus ojos. Valemos el precio de su sangre. No malgastes tu vida.

LECTURA: Vendrán a mí y cambiaré su tristeza en alegría, su alma se convertirá en un huerto bien regado (Is 30, 12-13). Yo voy a devolver el vigor a tu cuerpo y voy a sanar tus heridas (Is 30,7).En sus heridas fuimos curados (Is 53,4). Había una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que había gastado toda su fortuna en médicos, sin lograr que ninguno la curase. En tonces decidió acercarse por detrás a Jesús y tocarle el borde del manto. En el mismo instante se detuvo la hemorragia (Lc 8,43)

HISTORIA (II): LAS PERLAS PRECIOSAS QUE SALEN DE LAS HERIDAS

La perla es producto de un laborioso trabajo. Cuando la concha se abre va absorbiendo algas y arena con la que va lentamente elaborando una perla preciosa. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas finas.

Las perlas finas son producto del dolor, el resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable al interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena. En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar. Cuando un grano de arena penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado se va formando una perla fina de incalculable valor.

La perla fina es una herida cicatrizada. No digas tu herida es incurable, es una llaga dolorosa que no tiene remedio ni nadie que la sane. No dejes que tus heridas te hundan en baja estima y malos resentimientos. Entonces tu ostra quedará vacía. Abre tus heridas a dios y deja que Él las sane y las transforme en perlas finas. No seas vencido por el mal, vence el mal a fuerza de bien.

MORALEJA: Quizás tú te hayas sentido lastimado por heridas. Quizás hayas sufrido golpes en la vida. No temas las heridas pueden cicatrizar y producir perlas finas. Deja que Dios vaya sanando tus heridas, cubriendo tus heridas con capas de amor. Solo Dios es capaz de transformar el dolor en amor. 

EXPERIENCIA DE FRANCISCO EN EL MONTE ALVERNA. Francisco poco a poco se quedó ciego. No soportaba durante el día la luz natural, ni el resplandor del fuego durante la noche. Por ello se refugió entre unas peñas en el monte Alverna donde permanecía en la oscuridad. No sólo era la ceguera sino que además sufría día y noche un dolor tan atroz que casi no podía ni reposar ni dormir. Una noche reflexionando sobre las muchas tribulaciones a las que estaba expuesto, fue movido a piedad hacia sí mismo y dijo en su corazón: Señor, ven en ayuda de mis enfermedades, a fin de que las pueda soportar con paciencia”. El Señor se apiadó y lo consoló y fue tan grande la consolación que le movió a escribir el canto de las criaturas. Quiero componer para su gloria, para consuelo nuestro y del prójimo una alabanza del Señor por todas sus criaturas. Lo curioso que un canto tan bello saliera de un pobre hombre ciego que no podía ver las criaturas y estaba cargado de tribulaciones, crucificado por dentro y por fuera. Descubre la belleza de las criaturas cuando ya no las ve. Las ve bajo otra luz, una luz tabórica, transfigurada que le permite captar el amor de Dios en medio del sufrimiento, identificándose por amor con el Cristo Crucificado.  

                     


   7 LA TAZITA DE PORCELANA

LECTURA: “Nosotros somos la arcilla, el barro, en manos del alfarero”. (Jer 18, 1-6)

El alfarero baja a la alfarería donde trabaja en su torno con paciencia. Cuando se le estropea la vasija pacientemente y amorosamente no la suelta de sus manos, sino que la moldea dando nueva forma según le parece. Lo propio del amor es abajarse. Dios se abaja al tomar nuestra humanidad y contar y trabajar con ella. En el sótano de nuestras miserias, Él saca a relucir su más precioso amor derramando su amor sobre nuestras rendijas y heridas las cura y transfigura para que reflejen su amor misericordioso. 

LA EXPERIENCIA DE SANTA TERESITA:

Jesús me tomó de la mano y me hizo entrar en un subterráneo (la cueva de su alfarería). Allí en el silencio de lo escondido donde no llegan los rayos del sol ni las gotas de la lluvia ni la brisa del viento… en la penumbra del torno que gira y gira sin parar… no hay palabras, ni el me dice nada ni yo le digo nada… solo se percibe sus dulces y amorosas manos y los ojos abajados de la Santa Faz.

Aparentemente no veo que avance nada ni dar pasos hacia la cumbre de la montaña. Al contrario siento la impotencia de ser barro, arenilla, polvo del desierto que parece se lleva el viento. Aunque las montañas se muevan se que su amor no se moverá ni se apartará de mí jamás.

Nuestro viaje se hace bajo tierra, la ruta que sigo no es de consuelos y sin embargo me da paz. Jesús es quien ha escogido esta senda estrecha y yo lo he escogido a él como Señor y guía. Nosotros queremos ser grandes y buscamos caminos de grandezas. Jesús se abaja y tiene compasión por lo débil y lo pequeño. Jesús pone sus manos suaves en mi barro y me hace entender que debo aceptar humildemente mi pobreza. Lo que ama Jesús es mi pequeñez, mi pobre alma.

Nosotros desearíamos ser perfectos, no caer nunca y sin embargo topo cada día con mi debilidad y mis miserias. Pero El no se cansa de rehacernos una y otra veza base de misericordia para hacernos a imagen de su corazón misericordioso.

CUENTO: LA TAZITA DE PORCELANA (I)

Se cuenta que una vez, en Inglaterra, existía una pareja que le gustaba visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una donde vendían vajillas antiguas. En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita.

– ¿Me permite ver esa taza? Pregunto la señora. – ¡Nunca he visto nada tan fino como eso!

En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar. – ¡Usted no lo entiende!, yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo solo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomo entre sus manos y me golpeó y moldeó cariñosamente. Llego un momento en que me desesperé y le grité: -Por favor, déjame ya en paz. Pero solo me sonrió y me dijo: “Aguanta un poco más, todavía no es el momento”.

Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor. Me pregunté porque mi creador quería quemarme, así que toqué la puerta del horno. A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decían: “Aguanta un poco más, todavía no es el momento”.

Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me cogió y me puso en una repisa para que me enfriara.

Así esta mucho mejor, me dije a mi misma, pero apenas me había refrescado mi creador ya me estaba cepillando y pintándome. El olor de la pintura era horrible. Sentía que me ahogaría. Por favor detente, le gritaba a mi creador, pero el solo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía “aguanta un poco más, todavía no es el momento”.

Por fin dejo de pintarme; pero esta vez me metió nuevamente al horno. No era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente. Ahora sí que estaba segura que me abrasaría. Le rogué y le imploré que me sacara. Grite, llore, pero mi creador solo me miraba diciendo, “aguanta un poco más, todavía no es el momento”. En ese momento me di cuenta de que no había esperanza.

Nunca lograría sobrevivir a ese horno. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta que la primera. Allí me dejo un momento para que me refrescara. Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo:

-Mírate, esta eres tú. 

Yo no podía creerlo, esa no podía ser yo. Lo que veía era hermoso.

Mi creador nuevamente me dijo: -Yo sé que te dolió haber sido golpeada y moldeada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras quebrado. También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en el segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras.

Ahora tu eres un producto terminado. Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a crear.

Igual pasa con nosotros. Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que vivamos algo que no podamos soportar. Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. El es el artesano y nosotros somos el barro con el cuál Él trabaja. Él nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir su voluntad.


LA TAZITA AGRIETADA (II) (Liana Castello)

El joven caminaba y de pronto la vio. La tazita estaba ahí, reluciente, pintada, fina, hermosa. Entró al comercio y compró esa bella taza de porcelana que sabía, sería su taza. El joven tenía varias en su hogar, pero ninguna se igualaba a esta. Era sin lugar a dudas, la elegida.

Al principio la cuidaba como lo que era, algo frágil, hermoso y digno de ser cuidado, él la amaba, de eso no había dudas. Sin embargo, con el tiempo, la empezó a descuidar y no porque la amase menos, sino porque –en cierto modo- se había acostumbrado a su diaria presencia, sabía que allí estaría para él al día siguiente y al otro y al otro.

Ya no la tomaba con cuidado, la olvidaba en cualquier lado de la casa y no la lavaba bien. Cierto día, en uno de sus habituales descuidos, golpeó la taza contra la mesada y en la fina y delicada porcelana, se abrió una delgada grieta.

La tomó con miedo a que se hubiese partido al medio, miedo a que ya no tuviese remedio alguno, pero al ver que la grieta era pequeña se alivió.

Esa noche, comentó con sus amigos lo que había ocurrido y muchos fueron los comentarios que escuchó: -Cuando una taza se quiebra ya no tiene remedio, algo siempre se filtrará, debes dejarla y comprar una nueva-dijo uno.

-¡En absoluto!-gritó otro-debes cuidarla más que nunca si la amas ¿no puedes repararla?-preguntó. -No será la misma, yo sé lo que les digo-dijo otro.

-Con tantas tazas que hay por ahí y tu haciéndote tanto problema…-agregó el último. -Pero es mi taza, la que yo elegí, mi preferida, no quiero desprenderme de ella. -No será la misma taza, verás-sentenció uno de sus amigos.

-Verás que si tratas de repararla, si la cuidas, podrás seguir bebiendo de ella. Ahora quizás aprendas a cuidarla mejor porque ya sabes, que nadie tiene nada seguro, ni una taza, ni ninguna otra cosa en la vida-dijo otro.

Como el joven amaba realmente a su taza, se prometió darse y darle una nueva oportunidad. Cierto era que la rajadura no desaparecería, pero no menos cierto era que no por eso debía desecharla.

Supo que se había equivocado al descuidarla, que más allá del tiempo y la costumbre, seguía siendo bella y por sobre todo seguía amándola y se prometió no lastimarla más.

Colocada boca abajo, luego de un lavado cuidadoso, podía leerse en la base de la misma, como si fuese su nombre o su marca la palabra “vínculo", unidos para siempre.




                8 LAS TINAJAS AGRIETADAS DE AGUA

 

LECTURA: “Herido por nuestras rebeldías soportó el castigo que nos trae la paz. En su heridas fuimos curados”. (Is 53). “Tomó sobre si nuestras heridas y cargó con nuestras enfermedades” (Mt 8,17). “Se presentó delante de ellos y les mostró sus manos y su costado y les dijo: la paz con vosotros” (Jn 20, 19-21) 

CUENTO: Una chica trabajaba en un campo para un Señor que la mandaba a acarrear agua para dar a beber a sus animales. Tenía que hacer un largo recorrido. Pero lo peor era que los cubos con los que transportaba el agua eran viejos y estaban agrietados.

Ella cada día tenía que ir al pozo a tomar el agua. Allí cargaba los cubos y pacientemente tomaba un palo largo y colgaba en sus extremos los cubos llenos de agua y recorría el camino hasta la granja donde estaban los animales. Pero el trayecto era tan largo y los cubos tan agujereados que cuando llegaba apenas quedaba agua para abrevar a los animales. Así que tenía que repetir dos o tres veces el trayecto para que los animales tuvieran la suficiente agua para beber.

Ella estaba desesperada de ver cuanto esfuerzo para sacar tan poco provecho de su trabajo. Así que cuando estaba a punto de desesperar sintió la presencia de alguien que le acompañaba en el camino. No te aflijas pequeña que no hay una sola gota de agua que quede perdida. Y le invitó a volver la mirada hacia atrás y ver que a lo largo del camino que transitaba cada día habían florecido un montón de flores y pantas. Tendrás más que suficiente para agradar a tu amo y alimentar a sus animales con verdes frutos.

MORALEJA: Nuestros trabajos y nuestros esfuerzos los ve Dios. No hemos de perder la esperanza. Aunque de momento no veamos frutos, incluso veamos nuestras vasijas de barro llenas de grietas. El Señor es capaz de curar nuestras heridas y hacernos cauce de sanación para muchos. El Señor une nuestra pobre ofrenda a la suya y no deja que nada se pierda.

EXPERIENCIA DE UN VIEJO SACERDOTE (Padre Oliviant) A lo largo del tiempo son muchas las cosa que me llevaron a cambiar el modo de celebrar la eucaristía. Pasaron los años y me cargué de enfermedades que me impedían mi labor pastoral. En la mañana de la vida , yo era el sacerdote y Jesús la víctima que se ofrecía. En el atardecer de la vida Jesús es el sacerdote y yo soy la pobre ofrenda (víctima) que asocia a su sacrificio.




9 UN MENDIGO QUE NOS HACE RICOS

 

LECTURA: “Atesorad tesoros en el cielo donde la polilla no puede corroer ni los ladrones robar, porque donde tengas tu tesoro tendrás también tu corazón” (Mt 6, 20-21)

CUENTO: Un labrador acababa de recolectar una gran cosecha y cargaba un gran saco de granos de trigo que lo llevaba a su casa. En el camino se encontró a un pobre mendigo que le tendía la mano y le suplicaba que le diera algo para remediar su indigencia.

El mendigo postrado al borde del camino no cesaba de pedir que si por favor tenía algo. El hombre que había pasado de largo con indiferencia volvió para atrás y tomó del saco un grano de trigo que finalmente se lo dio.

Cuando llegó a su casa descargó el saco y derramó los granos de trigo en el suelo para tratar de seleccionarlo y limpiarlo.

Cuál no sería su sorpresa cuando vio que entre el montón de granos de trigo esparcidos por el suelo había uno que brillaba y relucía más que el sol. Se acerco y lo tomó en sus manos. Y descubrió que se trataba de un grano convertido en oro.

Entonces se acordó del mendigo y reconoció que tras la apariencia de indigencia que tenía se trataba de un Rey, un gran benefactor que transformaba todo lo que recibía en oro.

Entonces se dijo para sí. Qué pena que haya sido tan avaro y mezquino con el pobre mendigo. Si le hubiese compartido y ofrecido todo lo que llevaba ahora sería la persona más rica del mundo.

MORALEJA: Hay mas alegría en dar que en recibir. Lo que distingue un hombre bueno de uno malo es su corazón. ¿Dónde tenemos puesto el corazón?

Las exigencias del Evangelio a veces nos parecen exageradas. “Ve vende lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el Cielo”. Nosotros tenemos la sensación que darlo todo y quedarnos sin nada es quedarnos desamparados. Al contrario, es el momento de experimentar a Dios como el verdadero tesoro de nuestro corazón. Sin él nada nos falta. Quién no le tiene a él como tesoro no le bastará nada.

 


10 El ZAPATERO REMENDON

(Jesús te espera en cada corazón)

Lectura: “Zaqueo hoy quiero visitarte y alojarme en tu casa” (Lc 19,1)

CUENTO: Erase un zapatero muy bueno que trabajaba en su taller remendando zapatos viejos que le traía y dejándolos prácticamente nuevos. Un día cansado del trabajo se quedó dormido junto al fogón cuando en sueños escuchó que Jesús le decía: Estate despierto que mañana pienso ir a visitarte.

Al día siguiente el zapatero se levantó lleno de alegría y se puso a limpiar y arreglar la zapatería para que cuando llegase Jesús la encontrase acogedora. Entre medias se presento una señora muy pobre con dos niños con sus zapatitos rotos que enseñaban los dedos por delante y le pidió si los reparaba aunque no sabía cuando se los pagaría y les dio unos panecillos. El zapatero dijo que aunque se encontraba muy ocupado no se reocupara que el lo arreglaría y que no se preocupase del dinero. Siguió limpiando y se presento otro viejecito con las botas desgastadas muerto de frio, el le invitó a quitarse las botas, acercarse al fogón y tomar un poco de caldo mientras le reparaba los agujeros de las suelas poniéndolas unas nuevas. Y Así fue pasando el día hasta que exhausto se quedó de nuevo dormido junto al fogón. Entonces Jesús se le volvió a aparecer en sueños. El trato de disculparse dijo seguro que pasaste y me encontraste ocupado por hoy se acercaron tantas personas. Entonces se sorprendió cuando Jesús le dijo, Bien que lo se pues era yo quien se acercó en aquella mujer pobre con sus dos hijitos y en el viejito de las suelas agujereadas.

MORALEJA: No debemos esperar a ver a Dios en las nubes porque está bien abajado entre nosotros. Quien dice que ama a Dios a quien no ve y no ama al hermano al que ve es un mentiroso. Al final de la vida seremos examinados por el amor y preguntaremos. ¿Cuándo te vimos hambriento, o sediento o enfermo? Cuanto hicisteis por los más pequeños a mí me lo hicisteis (cf. Mt 25)

EXPERIENCIA DE LA MADRE TERESA:  Teresa de Calcuta se sintió llamada por Jesús a llevar su luz y su amor a los rincones, agujeros más lúgubres de Calcuta. El mismo Cuerpo de Cristo que adoramos en la eucaristía es el mismo Cuerpo de Cristo que encontramos en los hermanos más pobres. Dese entonces se dedicó a llevar el amor de Dios a los más pobres y destituidos de la tierra, huérfanos, enfermos, moribundos. El hambre más profunda es el hambre de amor. Hay males y heridas que no se curan con dinero sino con amor. No necesitamos armas y bombas para llevar la paz, necesitamos amor y la compasión. El amor es una fruta de temporada de todo momento y alcance de todas las manos. Difunde e irradia el amor de Dios donde quiera que vayas. No dejes que nadie se aleje de ti sin ser un poco más feliz. Nunca prives a nadie que se sienta amado por Dios. Dios mismo te lo recompensara cuando te diga cuanto hicisteis por los más pequeños a mí me lo hicisteis.




11 EL PRINCIPE Y LA GOLONDRINA

(Un lugar donde reposar)

 

LECTURA: Qué deseables son tus moradas. Hasta el gorrión ha encontrado una casa y la golondrina un nido donde colocar sus polluelos. (Sal 83, 2; 4). No os dejaré huérfanos. Voy a prepararos un lugar. El que acepta mis palabras y me ama será amado por mi Padre y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 18 y 21)

CUENTO: en un lugar de la tierra hubo un Príncipe muy amable y generoso que se pasó toda su vida haciendo el bien. La gente vivía feliz y nadie pasaba necesidad porque sabían que si acudían al Príncipe siempre recibirían ayuda en su necesidad. Cuando el Príncipe murió quisieron en reconocimiento levantar una estatua de bronce en medio del pueblo para que todos recordaran a su benefactor y su gran corazón. Decidieron por ello revestir su corazón de oro en señal de reconocimiento y agradecimiento.

El caso fue que la vida siguió su curso, los años pasaron y con el tiempo empezaron a olvidarse del Príncipe, de su gran benefactor. La estatua quedó abandonada y llena de suciedad, casi irreconocible y las nuevas generaciones perdieron la memoria de su gran bondad.

Un día de invierno, cuando estaba medio nevando con mucho frío pasó una golondrina que sobrevolando el pueblo vio la estatua abandonada y pensó en refugiarse antes de morir de frío. Se cobijó pues bajo sus brazos y cual sería su sorpresa al notar que su corazón latía y le daba abrigo con su calor. Entonces sorprendida notó que le hablaba: Siento compasión de mi pueblo porque pasan mucha necesidad. ¿Quieres ayudarme a poder llevar consuelo y ayuda a los más necesitados?

La pequeña golondrina no salía de su asombro. Pero yo no tengo nada que ofrecerles, respondió. No te preocupes picotearás de mi corazón y llevaras pepitas de oro a aquellos que yo te mostraré. Y empezó a hablarle de cada una de las personas que más sufría. Todas las noches la golondrina picoteaba del corazón del Príncipe y llevaba pepitas de oro que arrancaba de su pecho a los enfermos, hambrientos, desconsolados que pasaban necesidad. La golondrina se encargaba de ir limpiando con sus alitas la suciedad del Príncipe y este recobró toda su belleza quedando de nuevo resplandeciente. Así agotó su existencia hasta quedar rendida en el pecho del Príncipe.

Poco apoco fue como si el pueblo volviese a tomar vida y se fueran encendiendo de nuevo la llama del amor en sus corazones. Algo extraordinario empezó a cambiar la rutina del lugar, la gente empezó a ser más buena y solidaria. Entonces todos recordaron de nuevo al Príncipe benefactor y reconocieron que no estaba muerto que se había quedado a vivir entre ellos, en sus corazones.

MORALEJA: Tenemos un lugar donde habitar, en los brazos de Jesús, en el corazón de Jesús. Nuestra vida es como una pequeña barquichuela en mitad de un océano inmenso que es el amor de Dios En él podremos navegar hasta reposar en Él.

EXPERIENCIA DE STA TERESITA: Ocúltame en tu pecho y allí habitaré sin temores. Que sea mi morada y hogar de mis amores tu Santo Corazón. En tu gran Corazón de dulzura navega el mío a velas desplegadas. Ligera surco el mar con mi tesoro, llevo de lastre amor. El que ama a Jesús encuentra en su corazón su cielo y su tesoro.

EXPERIENCIA DE UNAMUNO AL FINAL DE SU VIDA: Unamuno buscó a Dios a tientas y al final de su vida lo encontró. En Salamanca entrando en el cementerio esta la tumba de Unamuno en la que se lee esta inscripción: “Méteme, padre eterno, en tu pecho, misterioso hogar. Dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar”. 




12 EL AMOR SECRETO

 

LECTURA: Dios nos amó primero. No hay amor más grande que el que da la vida por los que ama. También vosotros debéis amaros de la misma forma (cf. Jn 13)

CUENTO: Cuentan que un chico quedó locamente enamorado de una chica. La chica era una mujer apuesta y preciosa pero el chico era un pobre desarreglado que no tenía trabajo y vivía como un mendigo. Le daba vergüenza declararse a la chica porque se encontraba indigno de su amor. El no obstante reflexionó, es verdad que nunca ni ella ni su familia me aceptarán dada mi condición. Pero, aunque no sea reconocido nada ni nadie me impedirá amarla en secreto. Así que decidió ser su amor secreto.

Cada mañana se levantaba con el único interés de hacerla feliz a base de detalles de amor. Antes de amanecer se levantaba temprano a poner un ramo de flores a la puerta de su casa con una dedicatoria: Te amo, tu amor secreto. Empezaba a silbar y cantar una dulce canción de amor para despertarla cada día. Recorría el camino que iba a seguir y ponía en los árboles su dedicatoria: Te amo, tu amor secreto. Sabía que iría a lavar su ropa en un pequeño remanso que hacía el río. Así que subía hasta la fuente y manantial donde corría el agua y en las hojas escribía la dedicatoria: Te amo, tu amor secreto.

La mujer no salía del asombro viendo las flores, los árboles y las hojas hablar a su corazón dándole noticia de su amor secreto. Ella era feliz de sentirse tan amada y se preguntaba quién sería el pretendiente que la cortejaba con tantos detalles de amor.

Sin embargo, pasaban los días y el chico en lugar de ser reconocido como el amante secreto era despreciado y tomado por loco. La gente le veía haciendo locuras como era transportar piedras enormes bajo sus espaldas sin ningún sentido.

Pero para él todo tenía una motivación y sentido: un día ella despertaría al gran amor con que era amada. Como en el lugar no había lugares de distracción la gente los domingos solía subir hasta lo alto de la montaña para desde allí contemplar el paisaje.

Así ocurrió, un domingo la muchacha salió a asear con sus amigas y decidieron subir a la montaña. Cuál sería su sorpresa cuando al otear el horizonte vio escritas en las tierras con letras de kilómetros que formaban hileras de piedras enormes la dedicatoria: Te amo, tu amor secreto.

MORALEJA: Quizás esta historia te pueda parecer descabellada, utópica, muy lejos de la realidad. Pero la verdad que ese amor descomunal e infinito es el amor de Dios con el que somos amados. El es sin duda nuestro amor secreto. Nos despierta cada día con el canto de los pájaros, los árboles, las hojas que baten con el viento y las flores del camino. Todo son detalles de amor con los que no deja de agasajarnos cada día. Pero para que despertásemos a su amor infinito quiso enviarnos a su propio Hijo. En la cumbre de la montaña, (Calvario), en la cruz. Nos dejó su dedicatoria, te amo, tu amor secreto. En la eucaristía sigue diciéndonoslo cada día esperando a que despertemos a su amor.


                           

    

        13 COMO UN LEÑO SECO, PARTIDO POR UN RAYO

(Así era mi Señor Crucificado)

LECTURA: Su aspecto no era nada atrayente, no había nada que llamase la atracción. Ignorado por todos, rechazado, despreciado como uno ante el que se vuelve el rostro. Era el quien cargaba con nuestros dolores y sufrimientos, más fue herido por nuestros pecados (Is 53, 2-5) A Dios nadie lo vio jamás; el Hijo único que habita en íntima comunión con el Padre nos lo ha dado a conocer. (Jn 1,18)

CANTICO DE SAN FRANCISCO AL CRUCIFICADO:

Así era mi Señor Crucificado:

Era como un árbol quemado y partido por un rayo que es inútil para madera o para llama.

Era como un bosque incendiado, quemado y dormido para siempre hecho cenizas.

Sin voz, sin belleza, clavado y despreciado; derrotado e impotente; crucificado.

Como el agua derramada o flores pisoteadas que crees que no son buenas para nada.

Creer la noticia buena noticia fue nuestro regalo. Marchitó entre las manos, despreciado y olvidado.

Azotado, indefenso, abandonado, desfigurado, humillado, escupido y crucificado.

El amor quiso revelarse dándose por entero, el amor quiso compartirlo todo hasta morir de amor, sólo así puede ser el amor verdadero. Como el grano de trigo que se entierra fructificará, resucitará y reinará eternamente.

 

EXPERIENCIA DE FFRANCISCO: así era la plegaria profunda que salía del corazón de Francisco: Señor muéstrame tu rostro. El Señor se lo concedió y pudo ver el rostro de Dios en un leproso. A este leproso el mismo escandalizado lo había rechazado. Entonces lo abrazó y después lo besó y El se convirtió en uno de nosotros y fue clavado desnudo en la cruz, mostrando sus llagas ante el mundo. Experimentó la belleza y alegría del Crucificado. El amor no es reconocido, no es amado. Tú eres el amor, la caridad, tú eres la paciencia, tú la hermosura, tú eres la mansedumbre, tú eres la seguridad, tú eres la quietud, tú eres el gozo, tú eres la fuente de alegría, tú eres la justicia, tú eres la templanza, tú la razón de la esperanza, tú eres toda nuestra riqueza a saciedad. Tú eres la hermosura, tú la mansedumbre, tú eres el protector, nuestro defensor, el redentor. Tú eres nuestra fe, tú nuestra caridad, tú nuestra esperanza, nuestra vida eterna, grande y admirable Señor, omnipotente Dios, misericordioso Salvador.

EXPERIENCIA DE CLARA: ¿alguna vez has visto un hombre sentenciado a la peor pena, que va a ser ajusticiado, los ojos de un hombre malo, odiado por todos, condenado a muerte? Yo los he visto y no puedo olvidar esos ojos. El ha cautivado toda mi alma y ahora solo quiero vivir para él. Él cuya contemplación refresca el alma, cuya amabilidad encanta, cuya pobreza y humildad enamora. El Señor de cielos y tierra reclinado en un pesebre y entronado en una cruz.

MORALEJA: El drama del mundo moderno es haber olvidado y rechazado a Dios y haberse hecho otros dioses a su medida. Nos volvimos insensatos y embelesados con la hermosura de otros dioses y olvidamos cuánto más hermoso es el Señor, autor de la misma belleza. El mismo Jesús pregunta a los discípulos y vosotros quien decís que soy yo. Pedro lo declara el Mesías el Hijo de Dios vivo, y al momento les declara que el Hijo del hombre iba a sufrir mucho y ser rechazado por todos y crucificado para al tercer día resucitar de entre los muertos. La cruz que fue escándalo para todos se convertiría en la prueba del amor más grande. Necesitamos volvernos de nuevo a Dios y preguntarle cómo Francisco: Señor déjame ver tu rostro.



14 LA MUJER DE LA CARA QUEMADA

(el verdadero tesoro)

LECTURA: “El Reino de los cielos es semejante a un hombre que encontró un tesoro y lo enterró en el campo. Entonces fue y vendió todo lo que tenía para adquirir ese campo”.

ERASE UNA VEZ Una mujer pobre, madre soltera, que tenía una única hija única por la que se desvivía. La hija era para ella el tesoro de su corazón. Por ella trabajaba sin cesar limpiando casa para que a ella no le faltase de nada. Según fue creciendo dobló el trabajo para que su hija pudiera estudiar. La hija comenzó a estudiar termino sus estudios y se graduó. ¿Pero que pasó?

La mujer tenía la cara deformada y a la hija le daba vergüenza presentarla a sus amigas y en sociedad. Una mujer así, sin estudios, era para ella como un impedimento para escalar en la alta sociedad y rodearse de gente de clase.

La madre poco a poco notó la frialdad y la distancia con la que su hija le trataba. Así que un día se acercó de su hija y tomándola de la mano le conto una historia que desconocía. Quiero contarte porque tengo la cara así y porqué no pude estudiar. Cuando era joven quede embarazada de ti y todos me abandonaron. Desde entonces me puso a trabajar duro sin reservar tiempo para mi para que a tí no te faltase de nada. Cuando a penas eras un bebe un día de mucho frío te dejé al lado de la lumbre para que estuvieras caliente mientras yo fui a trabajar. Cuando volví a casa vi que salía humo y que la casa se estaba incendiando. Entonces corrí con una manta ataparte par protegerte del fuego pero tratando de rescatarte yo me quemé la cara. Estas arrugas y cicatrices que ves en mi cara son el signo de mi amor incondicional por ti. Estaba dispuesta a perderlo todo incluso mi vida para salvar la tuya.

MORALEJA: “Tanto amó Dios al mundo que nos envió a su Único Hijo para que todo el que crea en Él tenga vida eterna”. Dios que nos creó con amor y nos sostuvo con amor todos los días de nuestras vidas para que no nos faltase de nada, no dudó en enviarnos a su propio Hijo para salvarnos. El dio su vida por nosotros y derramó su propia sangra para redimirnos del pecado. Valemos el precio de su vida, de su sangre derramada por nosotros. Mírale en la Cruz con su rostro desfigurado y no te avergüences ni menosprecies el amor con que fuimos amados.


EXPERIENCIA DE FRANCISCO. SUS ESTIGMAS LO COVIERTEN EN CRUCIFICADO PARA EL MUNDO

Francisco sube al monte Alverna, no en un momento de paz y de tranquilidad. Ha perdido su serenidad habitual porque experimenta que ha perdido a Dios. Después de sentirse turbado, solo y abatido Francisco experimenta el abandono de Dios. A pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad ahora lo buscaba a tientas a Dios, no lo veía, no lo sentía, no escuchaba su voz. En él sólo una ardiente súplica: Te ruego Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi alma para que yo muera de amor por tu amor como tú te dignaste morir por amor a mí.

El Señor responde a su súplica e interviene de una forma inesperada. No responde a sus preguntas sino que le da un grado inédito de configuración con él. El Señor le da su forma a Francisco y le participa de su amor llagado y crucificado. Ahora es pobre de verdad. Sus estigmas lo ha convertido en un crucificado para el mundo. Su amor le alcanza en el corazón y en la carne. Estoy crucificado con Cristo y ya no vivo yo es Cristo quien vive en mí. Los estigmas constituyen la señal de este paso.




15 EL CESTO DE MIMBRE

(San Francisco, Sabiduría de un pobre, cap XI)

HISTORIA: Un día se levantó Francisco de mañana y se puso hacer una pequeña fogata no lejos de la ermita. León se acercó y le preguntó: ¿Qué estas quemando? Un cesto, respondió Francisco. ¿No será el cesto que estabas haciendo con esmero estos días? Preguntó León. Sí, el mismo, respondió Francisco. ¿Y porqué lo has quemado? ¿No te gustaba como había quedado? Preguntó León asombrado. Sí, quedaba muy bien, hasta casi demasiado bien, replicó Francisco.

Pero, entonces, ¿por qué lo has quemado? Porque hace un momento, mientras rezábamos me distraía tanto que acaparaba toda mi atención. Era justo que en recompensa lo sacrificara al Señor, explicó Francisco.

Padre no te comprendo. Si fuera preciso quemar todo lo que nos distrae en la oración no se terminaría nunca, murmuró León. Entonces francisco lo tomó aparte y le dijo, voy a decirte porqué he obrado así.

Quiero trabajar con mis manos y quiero también que todos mis hermanos trabajen. No por el ambicioso deseo de ganar dinero, sino por el buen ejemplo de solidaridad con los pobres y huir del ocio. Pero el trabajo no es todo, no lo resuelve todo, puede ser incluso un obstáculo temible a la verdadera libertad del hombre. Aquí la gran tentación. Que el hombre se deje acaparar por su obra hasta el punto de olvidarse de adorar a Dios. Es preciso velar para no dejar apagar en nosotros el espíritu de oración. Por eso lo importante de estar prestos para hacer este sacrificio al señor. Sólo con esta condición el hombre conserva su alma disponible.

El hombre no es grande hasta que se eleva por encima de su obra para no ver más que a Dios. Pero esto es muy difícil. Quemar un cesto de mimbre no es nada, aunque esté muy bien hecho, pero despegarse de la obra de toda una vida es algo muy distinto, Ese renunciamiento está por encima de las fuerzas humanas.

MORALEJA: Para seguir un llamamiento de Dios el hombre se da a fondo a una obra. Lo hace apasionadamente y con entusiasmo. Eso es bueno y necesario. El servidor de Dios corre entonces un peligro. Esta obra que ha hecho, en la medida en que él se apega, se hace para él el centro del mundo; le pone en un estado de indisponibilidad radical. Será preciso un romperse para arrancarle de ella. La vida hace entonces su crisis más profunda. Esta crisis inevitable se presenta más pronto o más tarde en todos los estados de vida. El hombre se ha consagrado a fondo a su obra y ha creído darle gloria a Dios por su generosidad, y he aquí que, de repente, Dios parece abandonarle a sí mismo, no interesarse por lo que hace. Aún más, Dios parece pedirle que renuncie a su obra, que abandone eso a lo que se ha entregado en cuerpo y alma. Es la hora de elegir a Dios por encima de las obras y de no apropiarse de la obra de Dios.




16 EL HILO PRIMORDIAL

(Mamerto Menapache)

EL PODER DE LA ORACION

LECTURA: “Quien beba del agua que yo le daré nunca más volverá a tener sed. El Agua que yo le daré se convertirá en su interior en un manantial capaz de saltar hasta la vida eterna” (Jn 4,13). “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré” (Mt 11,28)

CUENTO: EL HILO PRIMORDIAL. LA ORACION

Una araña se descuelga por ese primer hilo resistente y primordial, que baja desde la rama de un árbol, y a partir de él comienza a tejer el resto del entramado de la tela. De ese hilo primero agarra otros hilos cuyas puntas son fijadas en ramas y troncos que estiran hacia abajo; el hilo primordial es el único que estira hacia arriba, y, de esa manera, se mantiene tensa toda la estructura de la tela.

Por aquel hilo primordial la araña subía todas las tardes al acabar su trabajo, y bajaba cada mañana para volver a empezar. Pero, al cabo del tiempo, como tenía éxito atrapando a sus víctimas (y se daba sus buenos banquetes), la araña dejó de subir cada tarde al tronco a través del hilo primero.

Estaba entusiasmada por su éxito en las cacerías y preocupada por extender más hilos y prefería quedarse entre la tela sin tener que subir y bajar cada día. Tanto es así que llegó a creer que ese hilo primordial no tenía ningún sentido, porque no servía para atrapar presas (no era “productivo”). Y ella -araña práctica, científica y técnica- no estaba para tonterías: o ese hilo servía para algo… o había que eliminarlo. Y eso fue lo que hizo: con las pinzas de sus mandíbulas lo cortó de un solo golpe.

Y pasó lo que tenía que pasar. Al perder su punto de tensión hacia arriba, la tela de desplomó contra el suelo, y en la caída arrastró a la araña que recibió un fuerte golpe, tan fuerte que perdió el conocimiento. Cuando recuperó la conciencia, el sol ya decaía, y la tela, pringosa al resecarse sobre el cuerpo magullado de la araña, la fue estrangulando lentamente, y la osamenta de las presas le iba aprisionando el pecho, en un abrazo que, al no tener ya capacidad de reacción, llegó a ser mortal.

Y no comprendía que ese inesperado y triste final fue consecuencia de haber cortado aquel hilo primordial.

MORALEJA: Es vital que encontremos y que cuidemos ese “hilo primordial”. Todo lo demás (la tela de nuestras actividades, de nuestros proyectos y éxitos) tiene que estar sostenido por él, aunque a veces no lo percibamos como primordial o nos parezca inútil.

Si cortamos ese hilo primordial corremos el riesgo de perder el sentido de lo que llevamos a cabo… y que nos puede llegar a asfixiar. Por ese hilo Dios nos va llevando, nos acompaña. Por eso hilo estamos en unión con Él, con nuestras raíces y con las personas que nos quieren. Ese hilo es el que nos hace respirar Vida y el que nos rescata (¡nos salva!) de muchas situaciones de agobio y de pérdida de sentido.

SANTA TERESA DE JESUS, SOBRE LA ORACION: (Libro de la Vida, cap. VII y VIII )

Tengo por segura que un alma se salva cuando ora y se pierde cuando deja de orar. Reconozco como fui perdiendo el ansia de oración, comencé en pasatiempos, yendo de vanidad en vanidad, de ocasión en ocasión tocando el peligro de la tentación. Hasta llegar a meterme en ocasiones de pecar. Estaba tan estragada mi alma en vanidades que perdí el gusto y el interés por la oración. Reconozco que este fue el más terrible engaño.

Reconozco que el andar distraída dejando la oración fue la mayor tentación que tuve y que si seguía así me iba a acabar de perder.

Pase por un mar tempestuoso que duró casi veinte años, me levantaba y caía y no ponía remedio para dejar mi ruin vida. No puedo entender cómo los que siguen y sirven al Señor pueden dejar la oración. No se explica cerrar a Dios la puerta para que no entre a darnos contento.

Doy gracias a Dios que no dejó que me perdiera y que hizo que no terminase apartándome de la oración pata no perder mi alma. Ahora veo claro la gran misericordia que tuvo el Señor cuando puso en mi la resolución de volver a él. Que bien hace Dios a un alma determinándola a no dejar la oración.

Solo él nos saca de la tormenta y nos lleva al puerto de la salvación. No lo dejéis nunca y valorar lo mucho que os va en tener su amistad. La puerta es la oración. Que buen amigo encontrareis cuando veáis lo mucho que hace por nosotros y que él no nos abandonará nunca. De esta determinada determinación de volver a él se remediaron todos mis males. 




17 LAS SEMILLA DEL REINO

LECTURA:

El Reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre sembró en su campo y que luego creció como un pequeño arbusto hasta hacerse un árbol en cuyas ramas bajaban a anidar los pájaros del cielo” (Lc 13, 18-19)

El Reino de los cielos es una realidad ya presente y actual pero que se da de forma desapercibida y escondida, en germen. Se trata de un orden nuevo instaurado por Cristo. Es algo que empieza aquí pero que no se realiza plenamente aquí. El granito de mostaza es insignificante, cae en tierra y sin que se sepa cómo va creciendo. No depende de nosotros que crezca, en la propia semilla reside una fuerza interna, el Espíritu de Dios, que la hace germinar. Dios es el que da crecimiento. Aunque no veamos el fruto inmediato consiste en confiar.

SEMILLAS DEL REINO. PROFETAS DE ESPERANZA (Mons. Oscar Romero)

De vez en cuando, nos ayuda dar un paso atrás y contemplar el vasto panorama.

El Reino no solamente está más allá de nuestros esfuerzos, sino que trasciende nuestra visión.

Cumplimos en nuestra vida solamente una ínfima fracción

de la magnífica empresa que es la obra de Dios.

Nada de lo que hacemos es completo, lo cual es otra forma de decir

que el Reino siempre nos trasciende.

Ninguna declaración expresa todo lo que puede ser dicho.

Ninguna oración expresa totalmente nuestra Fe.

Ninguna confesión deviene en perfección.

Ningún programa lleva a cabo la misión de Cristo.

Ninguna meta o serie de objetivos incluye la totalidad.

Eso es lo que proponemos.

Plantamos las semillas que algún día brotarán.

Regamos las semillas que ya han sido plantadas,

sabiendo que contienen una promesa futura.

Echamos los cimientos que necesitarán posterior desarrollo.

Proveemos la levadura que produce efectos más allá de nuestras aptitudes.

No podemos hacer todo,

y al darnos cuenta de ello nos sentimos liberados.

Eso nos permite hacer algo y hacerlo muy bien.

Será incompleto pero es un comienzo,

un paso a lo largo del camino,

y una oportunidad para que la gracia del Señor aparezca y haga el resto.

Quizá nunca veremos los resultados finales.

Pero ahí está la diferencia entre el maestro de obras y el albañil.

Somos albañiles, no maestros de obra, ministros, pero no Mesías.

Somos los profetas de un futuro que no es el nuestro.  (Oscar Romero)

 REFLEXIÓN del Cardenal Van Thuan (en su aislamiento en Hanoi, Vietnam 1985.)

Me aconteció en pleno éxito de mi trabajo apostólico, cuando era objeto de los elogios y aprobación de todos. Fui hecho prisionero y deportado a una cárcel de Hanoi. Una noche, en lo profundo de mi corazón, escuché una voz que me decía: ¿Porqué te atormentas? Tienes que distinguir entre Dios y las obras de Dios. Todo aquello que has hecho y querrías continuar haciendo, visitas pastorales, formación, construcción de escuelas, misiones para la evangelización… todo eso es una obra excelente, pero son obras de Dios, no son Dios. Si Dios quiere que tu dejes todas esas obras poniéndote en sus manos, hazlo y ten confianza en Él. Él confiará tus obras a otros. Tu debes escoger a Dios y no sus obras.

REFLEXIÓN de una misionera laica: Somos los profetas de un futuro que no es el nuestro, pero lo que sí es nuestro es la responsabilidad como cristianos y como hijos de Dios, de secundar sus planes y glorificarlo con nuestras acciones.

Como muchos de ustedes soy misionera Salesiana laica en Montero, Bolivia. Aunque irme a Bolivia nunca estuvo en mis planes, tengo la certeza de que es ahí donde me necesitan más y también es ahí donde creceré espiritualmente y tal vez, quiero creer, encontraré las respuestas de tantas preguntas.

Muchas personas se han preguntado el porque de mi misión, que es lo que me motiva para ser misionera. Quien me sembró esa semillita de amor al prójimo y de donde me salió ese corazón misionero y lo primero que se me viene a la mente es, mi familia. Dios me bendijo con unos padres hermosos y una hermana extraordinaria que han fomentado en mi el amor para las personas mas necesitadas y al servicio. Ellos me han enseñado más de lo que mil libros me enseñarían jamás, su sabiduría trasciende palabras, pensamientos y planes, todo lo que he aprendido ha sido a base de acciones ejemplares.

Mi deseo es llevar el amor de Dios y hacerlo presente en todo lugar. Quiero trabajar por su Reino de una forma sencilla. Hechos tan simples como visitar el asilo de ancianos y platicar con los viejitos olvidados de la sociedad, como hacer propuestas y lidiar con la jerarquía social para obtener ambulancias, bomberas y fondos para ayudar a la comunidad en una magnitud más compleja. El objetivo por muy grande o muy pequeño, siempre será el mismo: sembrar la semilla del amor de Dios. 




18 LA MUJER INVISIBLE

(Constructores de grandes catedrales)

HISTORIA: Una mujer, ama de casa se dio cuenta que todo lo que hacía pasaba desapercibido a los ojos de quienes tenía alrededor. Todo comenzó a ocurrir gradualmente. Cuando entro en la habitación y digo algo, nadie se da cuenta. Digo “apaguen la televisión por favor”, y nada ocurre. Entonces lo digo más fuerte: “apaguen la televisión por favor” pero nadie se inmuta absortos en sus tareas. Finalmente tengo que ir yo misma a apagar la televisión. Fue entonces cuando comencé a darme cuenta.

Mi marido y yo estuvimos en una fiesta durante tres horas y yo estaba lista para irme, me acerqué a él, que estaba conversando con un compañero de trabajo, me acerqué para irnos y él siguió conversando. Él ni siquiera me respondió. Fue ahí donde me di cuenta. Él no pude verme. Soy invisible. Allí lo empecé a notar más y más. Llevé a mi hijo al colegio, y su señorita le preguntó: “Jake, ¿con quién has venido?” y mi hijo respondió: “con nadie”. Él tiene tan sólo cinco años, pero cómo es que dice “con nadie”.

Una noche estábamos entre amigas celebrando el regreso de una amiga de Londres, Jennise había hecho este viaje increíble, contaba y contaba los hoteles fabulosos en los que había estado y yo estaba allí sentada observando a las otras mujeres en la mesa, yo me había maquillado de camino en el auto, tenía puesto un vestido viejo porque era lo único limpio que tenía, me había hecho un moño en la cabeza, así que me sentía realmente patética y luego Jennesi vino hacia mí y me dijo: “te traje esto”. Era un libro de las grandes catedrales de Europa. No lo comprendía. Entonces leí la dedicatoria: “Con admiración, por la grandeza de lo que tu estás construyendo cuando nadie lo ve”. No pude mencionar los nombres de las personas que han construido las grandes catedrales. Buscando por el libro quienes habían construido las maravillosas obras intentas buscar los nombres y dice: Autores; anónimo, anónimo, anónimo. Ellos trabajaron en sus obras sin verlas acabadas, sin saber que notarían su trabajo.

Hay una historia acerca de uno de los constructores que estaba tallando una pequeña ave en el interior de una viga que iba a ser cubierta por un techo y que alguien e acercó y le preguntó: “¿porqué empleas tanto tiempo en realizar algo que nunca nadie verá?” Entonces el constructor respondió: “Porque Dios lo ve”. Ellos confiaron que Dios lo veía todo y todo lo hacían para gloria de Dios. Ellos entregaron toda su vida a un trabajo, un magnífico trabajo que jamás verían terminado. Ellos trabajaron día tras día. Algunas de estas catedrales llevaron más de cien años en construirse. (eso es más tiempo que toda la vida de trabajo de un hombre). Ellos hicieron grandes sacrificios sin recibir nada a cambio por una obra cuyo nombre jamás figurara. Un escritor se adelantó a decir que ninguna “Gran Catedral” jamás volverá a ser construida, porque muy poca gente está dispuesta a sacrificar su vida de esta forma.

MORALEJA: no eres invisible a los ojos de Dios. Dios te ve. Ningún sacrificio es tan pequeño como para que yo no lo note. Veo cada plato de lentejas que preparas, veo cada lágrima de decepción cuando las cosas no salen de la manera que quieres que salgan, pero recuerda: Estas construyendo una Gran Catedral que no será terminada durante tu vida y lamentablemente no la verás acabada aquí, pero si la construyes por amor a mí, seré Yo quien termine la obra y la lleve a plenitud. Está bien no recibir elogios de nadie trabajamos para él, nos sacrificamos para él y a pesar de que no nos salga del todo bien, el no dejará que ningún sacrificio caiga en el vació y recibirá con agrado la obra de nuestras manos.




19 NO DEJES DE ENCENDER TU LUZ

POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA

 

LECTURA: “Vosotros sois la luz del mundo. No se encienda una lámpara y se ls tapa con una vasija. Al contrario, se la pone en alto, de manera que alumbre a todos los que están en la casa. Pues así debe alumbrar vuestra luz delante de los demás, para que todos vean el bien que hacéis y alaben por ello a vuestro Padre del cielo” (Mt 5, 14-16)

EXPERIENCIA. (Atribuido a Elizabeth Gilbert)

"Hace unos años, me quedé atrapada en un autobús urbano en Nueva York en hora pico. El tráfico apenas se movía. El autobús estaba lleno de gente con frío y cansada que estaba profundamente irritada con los demás, con el mundo mismo. Dos hombres se gritaban por un empujón que podría haber sido intencionado o no. Una mujer embarazada subió y nadie le ofreció un asiento. La rabia estaba en el aire; aquí no se encontraría piedad.

Pero cuando el autobús se acercaba a la Séptima Avenida, el conductor habló por el interfono. “Sé que han tenido un día difícil y que están frustrados. No puedo hacer nada sobre el tiempo o el tráfico, pero esto es lo que puedo hacer. Cuando cada uno de ustedes se baje del autobús, les tenderé la mano. Al pasar, dejen caer sus problemas en la palma de mi mano, ¿de acuerdo? No lleven sus problemas a sus familias esta noche, déjenlos conmigo. Mi ruta pasa justo por el río Hudson, y cuando pase por allí más tarde, abriré la ventanilla y tiraré vuestros problemas al agua”.

Fue como si se hubiera levantado un hechizo. Todo el mundo se echó a reír. Los rostros brillaban de alegría sorprendida. Las personas que durante la última hora habían fingido no darse cuenta de la existencia de los demás se sonreían de repente como si este tipo hablara en serio. En la siguiente parada, tal como había prometido, el conductor extendió la mano con la palma hacia arriba y Uno a uno, todos los viajeros que salían colocaron su mano justo encima de la suya e hicieron el gesto de dejar caer algo en su palma. Algunos se rieron, otros lloraron, pero todos lo hicieron. El conductor repitió el mismo bonito ritual en la siguiente parada. Y en la siguiente. Todo el camino hasta el río.

MORALEJA:

Vivimos en un mundo difícil. A veces es extra difícil ser sencillamente un ser humano. A veces tienes un mal día. A veces el mal día dura varios años en medio de luchas y fracasos. Pierdes trabajos, dinero, amigos, fe y amor. Eres testigo de acontecimientos horribles que aparecen en las noticias, y te vuelves temeroso y retraído. Hay momentos en los que todo parece estar envuelto en la oscuridad. Anhelas la luz, pero no sabes dónde encontrarla.

Tu puedes irradiar está luz, en cualquier momento. Este tipo no era un gran jugador de poder. No era un líder espiritual. No era un influenciador de los medios de comunicación. Era un conductor de autobús, uno de los trabajadores más invisibles de la sociedad. Pero poseía un poder real, y lo utilizó maravillosamente para nuestro beneficio.

Cuando la vida me parece especialmente sombría, o cuando me siento particularmente impotente ante los problemas del mundo, pienso en este hombre y me pregunto: ¿Qué puedo hacer, para irradia la luz? Por supuesto, no puedo acabar personalmente con todas las guerras, ni resolver el calentamiento global, ni transformar a las personas molestas en criaturas totalmente diferentes. Definitivamente no puedo controlar el tráfico. Pero tengo cierta influencia sobre todos los que me rozan, aunque nunca nos hablemos ni nos sepamos el nombre. Puedo ser sencillamente reflejo y destello del amor de Dios con aquellos con los que me encuentro.

No importa quién seas, ni dónde estés, ni lo mundana o difícil que pueda parecer tu situación, creo que puedes iluminar tu mundo. De hecho, creo que ésta es la única manera en que el mundo será iluminado, un brillante acto de gracia a la vez, hasta llegar al río.




20 LOS TRES ARBOLES

LECTURA: Feliz tú porque has creído que las promesas de Dios se cumplirán y que nada hay imposible para Dios (Lc 1, 45)

CUENTO: Al caer de la tarde cuando cesan los ruidos y llega la hora del silencio en el tupido bosque, tres ramitas que crecieron juntas empezaron a compartir sus sueños. Uno primero se adelantó y dijo: A mí me gustaría ser el árbol más dócil y suave. Uno segundo continuó diciendo: a mí me gustaría ser el más fuerte y robusto. Por fin otro tercero dijo: a mí me gustaría llegar a ser el árbol más alto capaz de alcanzar el cielo. Y así con estos hermosos deseos entró la noche y les vino el sueño y se quedaron dormidos.

Pasaron los días y las ramitas crecieron hasta convertirse en árboles. Un cierto día se encontraron con un leñador que iba buscando leña. Allí quedaron perplejos los tres jóvenes árboles creyendo que sus sueños quedarían frustrados y que nunca los verían hechos realidad. Nosotros esperábamos sueños de grandezas y henos aquí preparados para el sacrificio. Los árboles fueron cortadas, arrancados de la tierra y atados en espuertas que cargaba sobre el hombro el leñador. Es el fin hoy moriremos en el fuego se decían uno al otro.

El leñador llegó a su casa y puso los árboles cortados en un cobertizo donde fueron guardados como leña para el invierno. El tiempo pasó y quedaron allí abandonadas sin que nadie se acordase de ellos.

Sin embargo, un día paso una pareja de pobres peregrinos que iban buscando posada. La mujer estaba embarazad y a punto de dar a luz. Así que el joven le pidió un poco de su leña para acomodar el lugar del alumbramiento. El leñador se prestó a compartir su leña y les dijo que entraran en el establo y tomaran lo que necesitaran. El joven se fijó en el árbol más joven que tenía las ramas más flexibles. La pareja eran José y María. Ellos se retiraron a un pequeño rincón del establo y allí organizaron con las pequeñas ramitas aún flexibles una pequeña cuna para el Niño que iba a nacer. De pronto el árbol que deseaba ser el más dócil y suave se dio cuenta que el Señor la había elegido para albergar en su seno al Niño Dios y vio su sueño cumplido.

El tiempo pasó y otro día unos hombres rudos se acercaron a la casa del leñador para pedir madera para hacer una barquichuela. Eran pescadores y el Maestro les había encargado hacer una barca. El Maestro necesita de unas tablas para la barca. El leñador no se opuso sino al contrario les ofreció lo mejor que tenía. Entre los árboles encontraron uno más robusto. Lo despedazaron y aserraron en tablas de maderas. Se trataba de aquel segundo árbol que tuvo el sueño de ser el más fuerte. Los pescadores hicieron la barca. Un día el Señor se subió en ella. Navegaron por un largo y en medio de una gran tormenta el Señor aplacó el viento levantando sus manos. Las olas que abatían la barca no pudieron derribarla. Entonces la segundo árbol que quería ser el más fuerte entendió que el Señor lo eligió para construir su barca y que las fuerzas del mal no podrían contra ella y vio su sueño cumplido.

El tiempo pasó y otro día se acercaron al cobertizo que albergaba la madera del leñador unos soldados que buscaban dos troncos para hacer una cruz. Habían ajusticiado a un tal Nazareno que impusieron la pena máxima. Esta vez no pidieron permiso sino que entrando al cobertizo arramplaron con el árbol más viejo que partieron en dos troncos. Se trataba de ese tercer árbol que soñaba ser el árbol más grande y más alto. Cuál no sería la sorpresa de ver al señor abrazar su tronco ya viejo y dejarse clavar en él con unos fuertes clavos. Luego lazaron el madero en la cumbre del Calvario donde reposó el Señor hasta morir por amor para salvarnos a todos, entonces se acordó de que quería ser el árbol más alto que uniese el cielo y la tierra. Así fue y vio como su sueño se hizo realidad.

MORALEJA: Nunca depares ni dudes en que el Señor cumplirá fielmente sus promesas. Aunque parezca que todo se tuerce y se viene abajo debemos de tener fe y perseverar. Dios escribe recto con renglones torcidos y a veces diríamos que se olvidó de lo que un día nos prometió. Lo cierto es que el Señor siempre cumple sus promesas. Quizás sean por caminos insospechados y marcando él los tiempos en que todo suceda.




21 LAS TORTUGAS APLASTADAS

LECTURA: “El camino de los justos es como el paso del poniente, crece como la primera luz de la aurora de la mañana hasta ganar el esplendor del día sin ocaso. Los justos, los santos, brillarán como estrellas por toda la eternidad” (Sab)

HISTORIA: hay una clase de tortugas grandes en Indonesia que salen del agua del mar a poner sus huevos y esconderlos en la arena de la playa. Cuando las tortuguitas rompen el cascarón del huevo y se lanzan a la aventura de la vida se guían por el reflejo del resplandor de la luna en el mar y se adentran de nuevo en el océano.

En un lugar ocurrió un hecho curioso que traía de cabeza a los biólogos. Las pequeñas tortuguitas equivocaban su camino y orientación y en lugar de volver al mar las encontraban aplastadas por las ruedas de los camiones en una autopista que habían construido junto al mar. Los biólogos se preguntaban cuál era la causa de semejante destrucción de las pequeñas crías de tortugas.

Al final llegaron a encontrar una explicación al extraño fenómeno que les tenía desconcertados. En la construcción de la autopista pusieron unos grandes reflectores para la circulación vial. Lo cierto es que las tortuguitas confundían la luz procedente de los reflectores con el reflejo de la luz de la luna que le debía de llevar al mar y eran aplastadas por los pesados camiones que pasaban a toda velocidad.

MORALEJA: Estamos llamados a seguir la luz y no otros espejismos de estrellas fugaces. No es extraño que hoy los más jóvenes queden deslumbrados por las estrellas fugaces que hoy brillan y mañana dejan de brillar. Hacen falta referentes que resplandezcan la luz verdadera de la fe. La fe lo ilumina todo con una nueva luz. Sin fe se pierde la orientación fundamental de la vida. 




22 IKIGAI

(El sentido de la vida)

LECTURA: “Quien quiera construir una torre se siente primero a ver si tiene como construirla. Debemos poner un sólido fundamento para nuestra vida” (Lc 14,27)

HISTORIA: Ikigai es un vocablo japonés que utilizan los habitantes de Okinawa. Muchos dicen que es uno de los lugares donde viven las personas más longevas del planeta. Cuando les preguntan porqué, responden que han descubierto su Ikagai.

El término lo utilizan cuando quieren referirse a aquello que hace que la vida valga la pena vivirla, y vivirla con pasión. Es lo que nos hace desear despertar cada mañana, el motivo para vivir. Encontrar y tener vivo el Ikigai podría ser la clave de la longevidad.

El Ikigai suele acompañarse de una cantidad de hábitos que permiten disfrutar más y mejor de la vida, alguien que conoce su Ikagai está más preparado para afrontar y sortear las dificultades de la vida y aprende a descubrir lo que es verdaderamente importante, lo que amas y te hace feliz.

¿Cuál es tu Ikigai?, ¿Cuál tu razón para vivir?

CUENTO: En un pequeño pueblo japonés una mujer estaba muriendo. De pronto tuvo la sensación de ser llamada al cielo y estar delante de la voz de sus antepasados.

¿Quién eres?, le dijo una voz. Soy la esposa del alcalde, ella respondió. Yo no te pregunto de quién eres esposa sino ¿quién eres tú?. Soy la madre de cuatro hijos, ella respondió. Yo no pedí que me digas cuántos hijos tienes, sino ¿quién eres?

No parecía tener una respuesta satisfactoria a la pregunta, hasta que la mujer dijo: Yo soy quien se despierta cada mañana para cuidar de mi familia y alimentar las mentes jóvenes y de los niños en mi escuela.

Entonces esa respuesta satisfizo a los antepasados que de nuevo la mandaron a la tierra. A la mañana siguiente se despertó sintiendo que había descubierto su Ikigai, el sentido de su vida.

MORALEJA: La vida va más allá del alimento o el vestido. Nuestra vida va más allá de nuestras habilidades o nuestros trabajos. El propósito y finalidad de nuestra vida va más allá, entra en el diseño y plan de Dios que hizo todas las cosas tiene para ti desde la eternidad. Dios cuando creó todo lo creó con un propósito y una razón. Descubrir su amor, ese debe ser el sólido fundamento de tu vida.




23 CUANDO DESPIERTES LO DESCUBRIRAS

(El verdadero amor tarda en ser reconocido,

pero el verdadero amor no se cansa de esperar)

LECTURA: Cuando sea levantado en alto atraeré a todos hacia mi (cf. Jn 14)

CANCION: Un Ramito de violetas (Cecilia)

Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo demonio
Tenía el hombre un poco de mal genio
Y ella se quejaba de que nunca fue tierno
Desde hace ya más de tres años
Recibe cartas de un extraño
Cartas llenas de poesía

Que le han devuelto la alegría
Quien le escribía versos dime quien era
Quien le mandaba flores por primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
Le mandaba un ramito de violetas

A veces sueña y se imagina
Cómo será aquel que tanto la estima
Sería un hombre más fiel de pelo cano
Sonrisa abierta y ternura en las manos
No sabe quien sufre en silencio
Quien puede ser su amor secreto
Y vive así de día en día
Con la ilusión de ser querida

Quien le escribía versos dime era
Quien le mandaba flores por primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
Le mandaba un ramito de violetas

Y cada tarde al volver su esposo
Cansado del trabajo la mira de reojo
No dice nada porque lo sabe todo
Sabe que es feliz, así de cualquier modo
Porque él es quién le escribe versos
Él, su amante, su amor secreto
Y ella que no sabe nada
Mira a su marido y luego calla

Quien le escribía versos dime quien era
Quien le mandaba flores por primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
Le mandaba un ramito de violetas

CUENTO: Hubo una señora que estaba muy grave en la unidad de cuidados intensivos. Esta señora quedó semi inconsciente, en coma. Su marido no dejaba de visitarla todos los días y cada día le llevaba un ramito de flores diferente.

Alguien del staff de sanitarios que la atendían le preguntó por qué lo hacía puesto que ella no podía ni abrir los ojos ni reconocerle. El insistió yo la seguiré cortejando como el primer día y sé que el día que despierte verá todo el amor que la tengo.

MORALEJA: a veces el amor no es reconocido ni correspondido, pero no quita que hemos de dejar de amar. El verdadero amor se muestra en los escondido a través de detalles pequeños que hacen a la persona sentirse feliz, sentirse amada. El verdadero amor no desespera, no se cansa de esperar.




24 EL CANTO DEL ALELUYA DE LAS CIGARRAS

 

LECTURA: todo es obra de tus manos Señor y llevamos en todo grabada tu imagen. (Col 1,16)

HISTORIA: Las cigarras tienen mala connotación por la fábula de Esoto, pero sin embargo son unos animales curiosos cuya vida nos sorprendería. Las cigarras son parte de una gran familia ancestral denominada Cicadidae. Aunque pese a ser insectos pequeños suelen vivir varios años. Lo curioso es que la mayor parte de su vida la viven bajo el suelo.

Las hembras ponen sus huevos en los árboles y posteriormente las ninfas caen al suelo para enterrarse un periodo que puede durar hasta 17 años. Al emerger suben a los árboles donde la ninfa se transforma en adulto. Durante su primera noche a la intemperie saca unas largas alas y volará a algún árbol cercano donde empezará a cantar.

Podemos decir más apropiadamente que no cantan sino estridulan, emiten un sonido estridente que se relaciona con la llegada de la primavera o el verano. Su periodo de vida adulta es muy breve, de apenas 4 a 6 semanas. Así su periodo de vida afuera es muy corto en comparación con todo el tiempo que viven enterradas en la oscuridad

UNA CREENCIA: El canto del Aleluya de las cigarrras

En Asia la cigarra es un animal emblemático que se asocia a la inmortalidad. Hay una creencia popular que dice que las cigarras salen con la llegada de la Cuaresma y durante la Semana Santa. La Pascua es el tiempo del canto del Aleluya, es el tiempo donde las cigarras emiten el sonido estridente de la victoria de la Resurrección como emisarios desde las ramas más altas.

La creencia dice que los árboles donde cantan las cigarras lloran sangre conmemorando la crucifixión del Señor. Lo cierto es que el color rojizo se debe al excremento líquido de la chicharra que se alimenta de árboles con sabia rojiza. Podemos decir que las cigarras mensajeras de la Resurrección mueren cantando.

Para la cultura asiática la cigarra es el emblema más poderoso de la Resurrección y símbolo de la inmortalidad. Debido a la capacidad para levantarse de la tierra después de un largo periodo de enterramiento. Era costumbre por ello venerarlas y colocarlas bajo la lengua de los muertos para estimular su resurrección.

MORALEJA

Estamos llamados a conectar con el germen de vida y resurrección que late en cada creatura, a imagen de su Creador. La vida nueva del resucitado bebe de la sabia del árbol de la vida que es la Cruz. Cristo en nosotros por medio de su Espíritu nos anima e impulsa a vivir muriendo, cantando el Aleluya. El misterio de nuestra vida solo se entiende a partir del misterio Pascual donde el morir por Cristo no es una pérdida, es una ganancia. Hemos muerto con Cristo y resucitado con Cristo a una vida nueva y nuestra vida esta escondida con Cristo en Dios. Para entrar en la dinámica de la vida nueva necesitamos vivir la dinámica del grano de trigo que cae en tierra y muere sabiendo que todo fructifica en El. No podemos quedarnos atrapados y sumergidos en la tierra, necesitamos levantarnos y ponernos en la dinámica de la Resurrección. Aunque suponga a veces procesos lentos y costosos el Espíritu viene en nuestra ayuda.

CON MARIA, TESTIGOS DE LA RESURRECCION

María fue la primera que vive esta dinámica, ella encabeza la peregrinación hacia la Vida. María es la puerta de entrada para dar entrada a la Encarnación del Hijo de Dios. Dios a través de María inaugura un punto de inflexión, un nuevo orden de cosas. El Señor enaltece a los humildes y a los poderosos derriba de sus tronos. María peregrina con todos los humildes de esta tierra encaminándonos a la Patria celestial. No debemos de leer nuestra historia a través de razonamientos y parámetros superficiales sino abrirnos a reconocer la trama del misterio en el que Dios entreteje la historia por caminos que no entendemos. No debemos apresurarnos a dar respuestas fáciles, nos topamos con el misterio del mal. En medio de la adversidad parece que dios se esconde. Nos invita a saber confiar y esperar en sus promesas.





25 LA CINTA AMARILLA

EN EL VIEJO ROBLE

(acerca de la misericordia de Dios)

LECTURA: El regreso del hijo pródigo (Lc 15)

CANCION: Ata una cinta amarilla en el viejo roble. (Tie a yellow ribbon in the old oak)

CUENTO: Una persona tomó el camino equivocado y desperdició su vida de una manera disoluta. Terminó en prisión por las cosas equivocadas que hizo. En la cárcel tuvo tiempo para reflexionar y arrepentirse. Cuando iba a salir la prisión, decidió escribir una carta a su familia. Lo siento mucho por lo que hice. He deshonrado a toda la familia y estoy avergonzado y arrepentido. Voy a salir de la cárcel y tengo la determinación de cambiar mi vida. Tomaré el autobús para volver a casa. Cuando pase en el autobús al lado de la casa, si queréis que me quede, atad una cinta amarilla en el viejo árbol. Si no, pasaré e iré a otro lado.

Cuando llegó cerca de la casa estaba todo inquieto y nervioso preguntándose: ¿Aceptarán que me quede o no? Cuando llegó a su casa no podía creerlo, vio una cinta amarilla en cada rama del árbol. La casa estaba pintada de amarillo. Su familia vistió el viejo árbol completamente de amarillo, también ellos vestían paños amarillos e incluso el perro tenía una cinta amarilla en el cuello.

MORALEJA: No existe amor más grande que el amor misericordioso de Dios. Si hay algo que atraiga el corazón de Dios es el corazón pobre que suplica su perdón y su misericordia. Dios es seducido por la pobreza y la desnudez del hombre. Dios tiene misericordia sobre el hijo pródigo, sobre la mujer adúltera. Nuestra miseria ejerce sobre el corazón de Dios tal seducción que le empuja a encarnarse en Jesucristo para revelarnos su rostro de misericordia. Por muy grande que fuese nuestro pecado más grande es la misericordia de Dios que siempre nos abre sus brazos. Nosotros podemos cansarnos de vernos tan pecadores, pero Dios no se cansa de amarnos y perdonarnos.






26 CANCION A MI VIÑA

(Voy a crear unos cielos nuevos y una tierra nueva.

Espera ten confianza, en un abrir y cerrar de ojos lo verás)

 

LECTURA: Voy a cantar a mi amigo la canción de su amor por su viña. Mi amigo tenía una viña en un fértil otero. La cavó y despedregó y la plantó de cepa exquisita. Edificó una torre en medio de ella, y además excavó en ella un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agraces (Is 5, 1-2)

CANCION: LA CASA DE MI AMIGO, (Ricardo Cantalapiedra)

La casa de mi amigo no era grande, su casa era pequeña.

En casa de mi amigo había alegría y flores en la puerta.

A todos ayudaba en sus trabajos, sus obras eran rectas.

Mi amigo nunca quiso mal a nadie, llevaba nuestras penas (R)

Mi amigo nunca tuvo nada suyo, sus cosas eran nuestras.

La tienda de mi amigo era la vida, amor era su hacienda.

Algunos no quisieron a mi amigo, le echaron de mi tierra.

Su ausencia la lloraron los humildes, penosa fue su ausencia.

La casa de mi amigo se hizo grande y entraba gente en ella.

En casa de mi amigo entraron leyes y normas y condenas.

La casa se llenó de comerciantes, corrieron las monedas.

La casa de mi amigo está muy limpia, pero hace frío en ella.

Ya no canta el canario en la mañana, ni hay flores en la puerta.

Han hecho de la casa de mi amigo una oscura caverna,

Donde nadie se quiere ni se ayuda, donde no hay primavera.

Nos fuimos de la casa de mi amigo, en busca de sus huellas.

Ya estamos viviendo en otra casa, más humilde y pequeña.

Donde se come el pan y bebe el vino, sin leyes ni comedias.

Y hemos encontrado a nuestro amigo y seguimos sus huellas.

 

MORALEJA: Vivimos momentos de una crisis con grandes cambios. El papa Benedicto siendo cardenal se aventuró a presagiar hace 40 años una especie de profecía. Se avecinan un tiempo de gran crisis para la Iglesia donde se derrumbaran muchas seguridades. Será una oportunidad de cambio y renovación profunda. Esta profecía se ha hecho realidad. El Papa Francisco decía en EG (Evangelium Gadium), prefiero una Iglesia en salida y accidentada, herida y manchada por salir por los caminos, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades (EG 49).

El año pasado comenzamos un trienio de un camino sinodal para toda la iglesia donde se nos invita a abrir y recorrer caminos nuevos. La llamada es a ponernos a caminar juntos en una iglesia en salida y misionera. Atreverse a salir de la propia comodidad para llegar a todas las periferias que necesitan la luz del evangelio. (EG 20)

Esto nos lleva a un proceso de empobrecimiento dejando atrás las estructuras estériles y vacías que nos atenazan, la búsqueda de seguridades, riquezas, poder que nos hagan sentir fuertes y autosuficientes. La promesa de Dios nos alimenta la esperanza de ver nacer una iglesia pobre y renovada. Yo te levantaré de tus ruinas y verás una Iglesia pobre entre los pobres, excluidos y marginados, despojada de poder y libre para salir al encuentro de los más necesitados.




27 LA VACA Y EL BURRO DEL PESEBRE

LECTURA: Sucedió que mientras estaban en Belén se cumplió el tiempo del alumbramiento. María dio allí luz a su primogénito. Lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre, porque no habían encontrado alojamiento para ellos en el mesón (Lc 2, 6-7)

HISTORIA: Después de una larga caminata con el burro llegaron a Belén cuando María estaba a punto de dar a luz. Cuando la joven pareja de Nazareth, José y María, buscaban un lugar donde refugiarse, no encontrando lugar en las posadas, se fueron a cobijar a una cueva. Cuál no sería la sorpresa cuando iban a entrar encontrar una vaca dentro. De pronto apareció el vaquero que enfurecido no les permitió entrar. ¿A dónde se han creído que iban? Esta es mi cueva y esta mi vaca a la que cuido. José y maría no podían creer que ni en aquel lugar le dieran cabida para dar a luz al niño Dios. María trato de tranquilizar a José que lleno de nerviosismo no sabía lo que hacer.

El vaquero tiró de la cuerda y trató de sacar la vaca, pero la vaca se opuso enérgicamente a salir. El vaquero enfurecido la cargó a palos con una vara hasta chorrear sangre. Pero no había forma, la vaca había decidido no salir de allí. El vaquero furioso y cansado se rindió y dijo a la pobre pareja. Parece que la vaca quiere quedarse así que aquí os dejo la vaca y la cueva para que hagáis lo que queráis.

Cuando el vaquero se fue José se puso a acariciar la vaca y a pedirla que se apartase un poco para que pudiesen entrar. María estaba exhausta y se retiró a un rincón. José se dispuso a hacer el lugar un poco habitable. Apiló leña e hizo una fogata para calentarse y luego empezó con unas ramitas a limpiarla de los excrementos esparcidos y metió al burrito dentro al que puso junto un establo. Luego se fue al pueblo a buscar alguna persona que pudiera asistir a María en el parto.

Finalmente llegó la hora de dar a luz y María lo envolvió en pañales y lo recostó luego en el pesebre. Allí estaban la vaca y el burro con su aliento calentando al Niño. De pronto aparecieron un grupo de pastores que al ver a María a José y al niño contaron que unos ángeles se les aparecieron y les anunciaron el nacimiento del Mesías. Al poco llegó el vaquero y no podía creer lo que estaba viendo. También se arrodilló a adorar al niño. María y José le agradecieron el gesto de haber cedido aquel lugar para que naciese el Niño.

MORALEJA: Dios quiso nacer en la máxima pobreza para que no hubiera ningún hombre que no se encontrase digno de recibir su presencia. Quiso así mostrarnos que está dispuesto a habitar en cualquier corazón por miserable que se vea con tal de que se abra a recibirlo. Quiso nacer entre animales para hacer de nuevo alianza con toda la creación.  




28 EL TOQUE SUAVE

 

LECTURA: Una respuesta suave calma la ira, pero una dura la agita. La copa amarga se vuelve dulce cuando hay amor. (Prov 15,1)

CUENTO: Algunos muchachos de la ciudad vivían en una granja durante el tiempo de vacación. Un día, una cabra salió del establo y los tres estaban tratando de volver a meterla . Así que uno de ellos tiró de sus cuernos pequeños y los otros dos empujaron por detrás. Pero cuanto más tiraban y empujaban, más rígidas eran las piernas y se quedaba allí.

La hija pequeña del granjero vino y los observó. Ella sonrió, se acercó a la pantorrilla y puso el dedo en su boca. Cuando la cabra chupó el dedo, entró voluntariamente en el granero.

Los chicos se rascaron la cabeza con asombro. Habían utilizado el enfoque equivocado. Habían insistido en hacer lo que querían, ignorando por completo lo que la cabra quería. La chica de la granja uso el enfoque adecuado. Le dio al ternero lo que quería, un poco de cariño, y la cabra la siguió de buena gana.

MORALEJA: Más vale tratar con dulzura que con acritud. Más vale un plato de lentejas con amor que un suculento festín si falta el amor. Lo que hacen las cosas agradables y de un mismo sabor es el amor con que lo hagamos.

LA MADRE TERESA: insistía que no se trata de hacer cosas grandes sino hacer las cosas pequeñas con amor. Dios y las personas resienten el amor que ponemos en lo que hacemos. Aunque pareciera que nuestra aportación es como una pequeña gota en medio de un gran océano, este océano del amor de Dios resiente nuestra gotita que ponemos con amor.




29 VISION DEL MUNDO

(Eduardo Galeano)

 

 

LECTURA: Los ojos son la luz del cuerpo. Si tus ojos están limpios, todo tu estarás luminoso, pero si en ellos hay maldad todo tú serás oscuridad (Lc 11, 3435)

 

CUENTO: "Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado desde arriba la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso, reveló, un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. 

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".

MORALEJA: Eduardo Galeano es un escritor uruguayo que presenta este cuento en su libro titulado “El libro de los abrazos”. Este cuento se centra en la visión del mundo como un lugar maravilloso lleno de gentes muy diferentes entre sí, pero que no dejan de ser personas. También nos hace ver la relevancia de atreverse a vivir intensamente.

SANTA CLARA DE ASIS: Clara hace honor a su nombre, claridad. Nada como mirar el mundo a través de los ojos de Dios, a través de los ojos de Jesús. Mirar como él nos mira, mirar a los otros como el los mira. Para ella Jesús es como el espejo de sus miradas. Ella mira a diario ese espejo y busca su reflejo. En este espejo se reflejan la pobreza bendita, la humildad santa y el amor inefable. El espejo de Jesús será tu fuente de contemplación. En las profundidades de este espejo reflexiona sobre su amor crucificado. Todos ustedes que pasan por este camino, he aquí y vean si hay algún amor que este. Tu amor arderá con una llama cada vez más brillante.





30 EL HOMBRE QUE CONTABA HISTORIAS

 (Oscar Wilde) 

 

LECTURA: ¿Quién es el mayor en el Reino de los cielos? Si no os hacéis como niños no entrareis en el Reino de los cielos (Mt 18, 1-2)

CUENTO: Este relato nos sitúa en un pequeño pueblo en medio del bosque y frente al mar, donde vivía un hombre sabio que salía del pueblo cada mañana y por la noche regresaba para contar fantásticas historias a los lugareños que lo escuchaban atentamente.

Cuando volvía el hombre sabio le preguntaban insistentemente:

-Cuéntanos, ¿Qué has visto hoy?

A lo que él respondía con su voz suave y pausada:

-He visto a un fauno que tocaba una melodía hermosa con su flauta y con ella obligaba a bailar en círculo a un grupo de silvanos.

-Y qué más has visto? Preguntaban insistentemente los aldeanos al hombre sabio.

-He visto a 3 sirenas mientras me dirigía a la orilla del mar, todas ellas eran criaturas hermosas que peinaban sus verdes cabellos con un peine de oro. 

Estas historias fascinaban a todos y cada uno de los habitantes del pueblo, desde niños hasta adultos e incluso a los viejos. Es por eso que todos los vecinos del pueblo lo apreciaban por encima de cualquier otro habitante. 

Una mañana el hombre que contaba historias salió de nuevo hacia el mar y vio a tres sirenas en el filo de las olas, que peinaban sus largos cabellos verdes con un peine de oro. Asustado, el hombre se dirigió de nuevo hacia el bosque para regresar a casa, y allí vio con sus propios ojos a un fauno que tañía delicadamente su flauta y con sus sonidos hacía bailar a un grupo de silbamos que se encontraban con él. 

Cuando regresó al pueblo esa misma noche, todos los habitantes le preguntaron, como de costumbre, qué es lo que había visto, a lo que él contestó. -No he visto nada". 

MORALEJA: Este relato nos habla de las apariencias, de la mentira y de cómo no siempre todo es lo que parece. Queremos aparecer como sabios y nos hacemos insensatos cambiando la gloria inmortal de Dios por lo que hoy parece ser y mañana desaparece, prefiriendo la mentira a la verdad. 

EXPERIENCIA DE SANTA TERESITA DE LISIEUX. La santa habla de mantenerse en la infancia espiritual. Lejos de toda autosuficiencia y conscientes de nuestra pequeñez y pobreza nos invita a acudir a Dios con confianza infinita. Nada mejor que la infancia espiritual para escrutar los secretos del Reino que Dios reserva a los pequeños. No hace falta atiborrar la oración de palabras, no os inquietéis que el Padre sabe de lo que tenéis necesidad. Abandónate y confía en él que él sabe lo que necesitas.