miércoles, 12 de febrero de 2025

EL OCASO DE OCCIDENTE

 

EL OCASO DE OCCIDENTE


“No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, nada valen sus caballos para la victoria ni por su gran ejército se salva. El Señor deshace los planes de las naciones, frusta los proyectos de los pueblos, pero el plan del Señor subsiste por siempre”. (Sal 32)

Introducción

El 14 de febrero se celebra la memoria de San Cirilo y San Metodio dos figuras gigantes de la evangelización y nombrados copatrones de Europa por el Santo Padre Juan Pablo II. Gran ha sido el legado de Occidente cuna de la civilización cristiana para la historia de la humanidad. Sin embargo en nuestros dias tambien somos consciente del languidecer de Occidente. Los modelos,  paradigmas y cosmovisiones del pasdo parecen haber quedado trasnochados. La gran crisis que atravesamos permea todos los estratos y pareciera no tienen vigencia las instituciones que se habían mantenido firmes durantes siglos (la familia, la democracia, el Estado, la Iglesia)

Tambien somos conscientes de que la visión del hombre (concepción, cosmovision) que está en el origen de Occidente y que ha producido grandes civilizaciones, compatible con la imperfección humana estructural, no puede ni debe morir, porque tiene sus raíces en la verdad sobre el hombre.

En nuestra historia reciente encontramos dos concepciones antropológicas predominantes, una en declive y otra emergente. Dos modelos con dos concepciones contrapuestas. Cada vez se hace más evidente una visión contra otra visión; un conjunto de problemas y soluciones por un lado, un conjunto de problemas y soluciones radicalmente opuestos por el otro lado. (El humanismo y el transhumanismo)

El modelo de Occidente bajo el que se levanto Europa y que dio origen a las primeras democracias, respondía a una unidad de pensamiento bajo un enfoque integral y holístico, se levanto con la base de un humanismo clásico que tenía una concepción unitaria del hombre, unidad psicosomática que integraba su ser racional y espiritual.

Tras una sociedad teocrática donde el centro estaba en Dios, el nuevo humanismo proponía poner como centro al hombre. Europa fue la cuna de un nuevo humanismo. Galileo, Descartes, Erasmo de Rotterdam fueron dando a luz una concepción del hombre autónomo científico y tecnócrata, separado de su relación con Dios y perdiendo la esencia de su ser. La famosa frase de Nietzsche “Dios ha muerto” puso fin a la hegemonía de Dios y a “la concepción del superhombre”.

A partir de entonces la concepción del hombre se ha ido resquebrajando. El hombre científico y tecnócrata se divide en conceptos plurales de lenguaje, historia, cultura, psicología cada uno de los cuales corresponde una ciencia humana concreta. El hombre de las ciencias humanas pierde la esencia de su ser y se diversifica según modos de ser o proceder. Pertenece a una sociedad, una cultura, se inscribe en un periodo histórico, se expresa por medio de un lenguaje. Lo que las ciencias humanas toman en consideración no es el hombre sino sus productos, fruto de determinaciones exteriores.

El paso del humanismo al transhumanismo ha motivado el paso de la concepción unitaria del hombre al hombre máquina, neuronal, neuro científico, robótico. Desde esta perspectiva, todo el ser humano es modificable, no sólo a través de la redefinición del sexo, sino también a través de todas las instancias tecnomórficas.

En marzo de 2016 se habló mucho de la victoria que logró Alpha Go el programa informático desarrollado pon una filial de Google Deep Mind. Lo cierto es que puso un avance fundamental en los progresos de la IA, inteligencia artificial, por que Alpha Go no se conforma con calcular una infinidad de posiciones posibles sino que además desarrolla sus propias intuiciones gracias a algoritmos que le permiten aprender a partir de sus experiencias. El interrogante que planteaba el Deep Mind es la de los límites de la inteligencia artificial de algoritmo en algoritmo ¿serán capaces algún día los robots de pensar, de emocionarse, de crear?

Este artículo pretende profundizar y hacer ver el gran reto que vivimos. Occidente hará bien en preguntarse si estamos viviendo el ocaso a un modelo antropológico, cultural donde no esta solo en juego la concepción del hombre sino del estado y de la sociedad. ¿A qué es debido este ocaso?, ¿Qué hemos de hacer ante la laceración a la que lo somete el conflicto estridente e irreconciliable que se está produciendo entre los dos modelos antropológicos? ¿Cuáles son los riesgos y cómo responder a los daños cuando todas las tecnocertidumbres se hayan derrumbado bajo la presión de la realidad y de esa naturaleza que tan obstinadamente han negado? ¿Puede Europa solidaria con su rica tradición humanística, ayudar a redescubrir la centralidad de la persona en este mundo hipertecnológico?.

En mi blog darmarperegrino.com hay algunos artículos relacionados:

Un nuevo humanismo, 21 diciembre 2021

Una nueva época, un nuevo orden, 9 enero 2022

El gran desafio, ante la gran crisis de nuestro tiempo, 6 mayo 2023

Para este artículo en lo que respecta a las implicaciones en el campo de la IA he utilizado también algunas publicaciones del Centro de estudios del Vaticano junto con el documento “Rome call for IA Ethics

 


Una crisis mundial, un cambio épocal que responde a un auténtico cambio de paradigma

Hoy vivimos en una gran encrucijada, un cambio épocal que ha puesto en crisis las bases de nuestra humanidad. Estamos viviendo la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra mundial, nos encontramos ante la emergencia de uno de los dramas más grandes de nuestro tiempo el de la marginación y exclusión social (crisis inmigratoria). La situación política dominante del mundo occidental puede calificarse como “escepticismo democrático”. La democracia está dando un paso atrás cuando propone una política del bienestar y del bien vivir (well being) en lugar del bien común, dando olvido al problema social central, la creciente desigualdad. Frente a los populismos y autoritarismos quizás sea el momento de revalorizar la idea del humanismo.

La democracia liberal está en crisis porque ya no puede mediar en conflictos entre ciudadanos, que son cada vez menos expresión de contrastes sociales, sino que están cada vez más vinculados a diferencias culturales, éticas y religiosas. El populismo y el autoritarismo hacen precario el sistema teórico liberal-democrático tradicional y solo un nuevo proyecto educativo integral puede permitir que el sistema se regenere.

Lo que llama la atención es que esta crisis hoy no solo afecte a las democracias recién formadas, aquellas de las que cabría esperar que tropiecen en su camino, sino que atraviesa las democracias más maduras, incluso las primeras democracias de la historia del mundo occidental. Quizás, ser maduro significa estar enganchado, es decir, tener tanta fuerza y arraigo en una idea de democracia que está menguando que ya no es capaz con flexibilidad de afrontar los retos del presente.

Vivimos una crisis humanitaria, de falta de solidaridad, de fraternidad, indiferencia. Hemos de salir de la parálisis que provoca el miedo, sospecha, prejuicios. Hemos de superar las divisiones, derribar los muros y cultivar el sueño de la unidad y la fraternidad universal. No resignarnos frente a las divisiones del pasado. Se precisa la necesaria purificación de la memoria histórica. Para reconciliarse es necesario reconsiderar juntos su doloroso pasado y las heridas que desgraciadamente éste sigue produciendo también hoy.

Hay fenómenos y orientaciones ideales que son cada vez más ajenos a la fe cristiana, cada vez más distantes de ese humanismo cristiano que, durante siglos, ha moldeado la familia y la sociedad, se ha vulnerado la dignidad de las personas y sus derechos intangibles es, y están surgiendo cuestiones cruciales para el presente y el futuro de nuestras sociedades.



 

El declive de Occidente

Queremos destacar sobre todo el paso de tres cosmovisiones: El humanismo del renacimiento; El iluminismo. La ilustración. El liberalismo; El post humanismo o trans humanismo.

El humanismo del renacimiento

La era de un nuevo humanismo trajo consigo un nuevo paradigma que supuso una nueva cosmovisión, que se etiqutaba con el nombre de "renacimiento". El humanismo fue al mismo tiempo un momento de gran transformación y nuevos desafíos. La Iglesia sufre la oposición de la contrarreforma protestante. La Iglesia vuelve a sentir la necesidad de una gran reforma. La respuesta es el gran concilio de Trento. Otro desafío después de descubrir el Nuevo Continente de América es precisamente la evangelización del Nuevo Continente. Esta vez es la nueva era de la Nueva Misión y a su vez la sed de poder y ambición del colonialismo. Se da el surgimiento de nuevas órdenes religiosas, especialmente los jesuitas con la nueva imputación de la obra misionera.

La Escuela de Salamanca que tuvio una participación activa en Trento (Fray Vitoria, Soto y otros) en su tiempo fue capaz de proponer un nuevo humanismo y poner las bases del derecho de gentes (derecho internacional) afirmando la plena dignidad del ser humno (de todos los hobres sea cual fuere su condición, raza o religion)

Durante quinientos años, el gobierno imperial de Roma había asegurado un solo conjunto de leyes, una defensa común, y un nivel extraordinario de civilización. Con la caída de Roma, fechada convencionalmente en 476, el imperio romano se desintegró. Es lo que los historiadores han llamado la Edad Oscura, nostalgia de la universalidad perdida floreció. La visión de la armonía y la unidad se centró cada vez más en la Iglesia.

En esa cosmovisión, la cristiandad era una sola sociedad administrada por dos autoridades complementarias: el gobierno civil, los "sucesores del César" manteniendo el orden en la esfera temporal; y la Iglesia, los “sucesores de Pedro” tendiendo a los principios universales y absolutos de la salvación. Un pleno florecimiento del concepto medieval de orden mundial se concibió solo brevemente con el aumento del príncipe de los Habsburgo en el S. XVI, Carlos V (1500-1558); su gobierno también marcó el comienzo de su decaimiento irrevocable.

Durante los S. XV, XVI y XVII la reforma protestante por un lado y el renacimiento por otro inicia todo un cambio que después a partir del s. XVIII con la revolución francesa y la ilustración y el despotismo ilustrado acabarían por consolidar este nuevo paradigma. Bajo un gran clamor crítico de necesidad de renovación y de hegemonía de la libertad y la razón, se alza así un nuevo orden laical separado del orden divino, se pierde una concepción religiosa y trascendente de la vida y se proponen nuevos principios éticos para la educación y el progreso.

 


El iluminismo. La ilustración. El liberalismo

Como haría en principio la reforma, la ilustración lleva a cabo un gran asalto contra la cristiandad. Se radicaliza la autonomía del pensamiento desmarcándose de los principios que había mantenido el cristianismo. La razón se impone con audacia crítica relegando la esfera de lo divino y poniendo al hombre como medida de todas las cosas. El nuevo paradigma reclama una política sin derecho divino y una moral sin normas. Se establece una civilización fundada en la idea del derecho y no del deber.

El cambio de paradigma que trae el liberalismo y la secularización conlleva la paulatina descristianización de occidente y la nueva paganización de los pueblos cristianos. El punto de partida es la concepción del principio de realidad. Se parte del mundo visible y la medida de las cosas del mundo se arreglan mirando al mundo y no mirando al cielo. El hombre debe liberarse y no dejarse alienar por la religión a partir de las ideas promovidas por los nuevos revolucionarios del pensamiento moderno: Freud, Nietche y Marx.

El mundo secular ha de construirse prescindiendo de Dios. La hipótesis de un Dios Señor del cielo y tierra es innecesaria, perversa y dañina. Se cae en un agnosticismo y se establece un orden temporal prescindiendo de Dios exaltando el poderío del hombre. La insensatez del hombre es tal que llega a creerse valer por sí mismo prescindiendo de Dios. Entre el Reino de Dios y los reinos temporales se establece una franja infranqueable. La hegemonía del orden y poder temporal se alza frente a toda injerencia de la religión.

Cualquier sistema de orden mundial, para ser sostenible, debe ser aceptado simplemente no solo por los líderes, sino también por los ciudadanos. Debe reflejar dos verdades: orden y libertad. Orden sin libertad, incluso si es sostenido por la exaltación momentánea, eventualmente crea su propio contrapeso; sin embargo, la libertad no puede ser asegurada o sostenida sin un marco de orden para mantener la paz. Orden y libertad, a veces descritos como polos opuestos en el espectro de la experiencia, deberían entenderse como interdependiente.

Eran los comienzos de un nuevo orden internacional más pacífico. La humanidad se caracterizó por una " sociabilidad no social " no distinta de la "tendencia" para unirse en la sociedad, sin embargo, con una resistencia continua que amenaza constantemente para romper esta sociedad. "El problema del orden, particularmente el orden internacional, era el más difícil y el último en ser resuelto por la raza humana.

 


El post humanismo. El trashumanismo

Con la postmodernidad podemos hablar de un nuevo paso (el futurismo como primer movimiento artístico de Noveccento proponía una revolución antropológica para crear el hombre nuevo de la modernidad que lo identificaba con el triunfo de la máquina y de la técnica).

Hoy se ha extrapolado el poder de la ciencia y se ha perdido la dimensión no solo trascendente sino de la alteridad. Con el post humanismo y transhumanismo vivimos la propuesta de una transición radical. Se trata de alguna manera de una extinción de la humanidad, al menos como nosotros la conocemos en favor de una nueva realidad y un nuevo paradigma.

El post humanismo es la versión desacralizada y democratizada que propone no el santo sino el superhombre (superman, iron man). El post humanismo diluye la concepción del hombre como un ser destinado a hibridarse y transformarse. No se pone límites ni de legalidad ni de normativa sino que se da total vía libre a la biología, la técnica y la ciencia para inventar cualquier tipo de ser con potencia sensorial y mental que sea con plena salud sin límite de buscar su inmortalidad. (J. Habermas, Julian y Aldous Huxley, Peter Sloterdijk, Sorgner, Peter Lang)

El transhumanismo como un estadio de transición mantiene al menos cierta continuidad con algunas de las aspiraciones tradicionales, aunque el hombre no sea el centro al menos la centralidad de una vida con su capacidad de mutación, recombinación, autoreplicación, autoensamblamiento. Esta tesis se sostiene desde el punto en que el hombre es un ser en crecimiento y que hasta ahora no ha conseguido su mejor expresión. El post humano es construido sobre la capacidad de reactivar al interno del ser humano como si se tratase de ser de laboratorio activado por un virus o una bacteria. (Nick Bostrom, Stefan Lorenz Sogner, J. Harris, R. Kurzweil, Drexler)

Esta visión trans humana y post humana es sumamente utilitarística, tiende a la propia satisfacción ilimitada del placer, sofisticación de la salud, el bienestar (well being) y la felicidad sin normatividad ni referencia axiológica (Paradise engineering ) y el rechazo del sufrimiento y de la muerte. Se mueve sobre el sueño de la perfección y la inmortalidad desde un contexto meramente tecnocrático, individualista y biológico donde no se distingue los confines entre el hombre y la máquina. Se rompe radicalmente con la visión cristiana del hombre y la propia antropología cristiana. El hombre deja de ser un ser espiritual con dimensión trascendente, un espíritu encarnado (una unidad psicosomática). Se rompe el vínculo entre el cuerpo, la racionalidad y la libertad. 

El progreso del hombre deja de ser un progreso integral que va de la mano de una sensibilidad moral. Los valores morales son rechazados porque limitan la autonomía y el control y se propone un derecho fundamental de ser lo que quiera y lo que pueda. Se habla de natalidad biológica, del cuerpo incluso el cerebro como una entidad material (body building, cuerpo robotizado, cerebro biológico). Se va más allá de la ideología de género, no existe más la identidad sexual ni étnico cultural sino un programa biológico de múltiples variaciones y combinaciones (ingienería genética). Se habla de sexo virtual o una pareja virtual. La capacidad central es la de la programación e información. La salvación o liberación del hombre no tiene más un origen trascendente o político sino tecnológico. Se habla de una nueva religión tecnocrática (una religión de la ciencia sin límites). Se pierde el plano epistemológico y los límites quedan difusos entre lo real y lo ficticio, lo efectivo y lo imaginario, lo real y lo virtual, la utopía y la distopia. Los arquetipos del Cristo y del Anticristo se diluyen hasta el punto de la semejanza.

Los movimientos del trans y post humano conllevan una deshumanización, la humanidad queda gravemente debilitada. El hombre queda reducido a un ser alienado, indiferenciado y homogeneizado con la desaparición del alma, sin amor ni aspiración última (tan solo el sueño de una liberación y perfección que busque la inmortalidad), sin responsabilidad ni libre albedrío, nunca más sujeto de libertad, (sin alteridad ni intersubjetividad, ni interioridad existencial) reducido a una pura perfecta y eficiente funcionalidad. Se rompe con toda la tradición humanística (teleología de la desencarnación). La ruptura de la naturaleza humana no es solo con la ontología y la antropología tradicional sino con la ética y la moral. La dicotomía entre perfección y transformación o entre desencarnación e hibridación conlleva una homologación y una diversidad esfumada. Más que hablar de un progreso o evolución sociocultural se habla de una evolución biológica, tecnológica expuesta a la manipulación. La naturaleza humana no solo queda mutilada, modificada o hibridada, sino negada.




El Occidente dividido y los dos modelos antropológicos

(Artículo, 6 de febrero de 2025, publicado por Aldo Rocco Vitale en Vatican News)

Occidente, como civilización en decadencia, está cada vez más dividido y desgarrado: un bando contra el otro; una visión contra otra visión; un conjunto de problemas y soluciones por un lado, un conjunto de problemas y soluciones radicalmente opuestos por el otro lado.

Occidente, que muchos todavía intentan identificar e imaginar como un corpus único, ha sido destrozado y fragmentado en su antigua unidad, dividiéndose en dos grandes macroáreas metageográficas.

Occidente, que incluso para sus adversarios, como las teocracias islámicas o el régimen chino, sigue teniendo su propia unidad, si lo analizamos más de cerca, vemos que está irremediablemente dividido en dos, a ambos lados del Atlántico, tanto en el viejo continente como en el nuevo mundo.

La bipartición que caracteriza a Occidente hoy es la forma más profunda y radical de descomposición de la unidad, tanto que no sólo paraliza la acción al enfrentarse a lo que Occidente no es, sino que también y sobre todo impide el pensamiento dentro de Occidente mismo.

En la historia de Occidente ha habido muchas y quizá innumerables ocasiones de oposición, incluso violenta e incluso sangrienta, pero nunca de forma tan extrema como para poner en tela de juicio a Occidente como tal.

La línea de disyunción que ha dividido sustancialmente la unidad original de Occidente pasa por la línea de falla, es decir, la línea de profundidad, de la dimensión antropológica de referencia.

La manera de concebir al ser humano constituye el corazón del problema y la causa primaria y directa de la actual desintegración de Occidente.

Con el tiempo, especialmente en el último medio siglo, se han ido consolidando dos modelos antropológicos que han ido definiendo cada vez más su posición, creándose una separación cada vez más clara y delimitada entre los partidarios del primero o del segundo.

A decir verdad, los dos modelos antropológicos, en la dinámica evolutiva de su progresiva afirmación, no nacieron en paralelo, sino uno después del otro y uno en ruptura con el otro, concretamente el segundo en clara discontinuidad con el primero.




El primer modelo antropológico, que podría definirse como “veraz”, considera que existe una dimensión constitutiva de la realidad que es primordialmente humana y que no puede ser modificada ni anulada, ni siquiera por la llegada de vicisitudes históricas, sociales, económicas o tecnológicas líquidas.

Las consecuencias de tal enfoque son claras: creyendo que existe una verdad normativa que rige la existencia y la naturaleza del hombre, no todo está permitido ni es posible. Según esta perspectiva, por ejemplo, la dicotomía sexual del ser humano sólo puede ser una expresión de su naturaleza biológica, de su verdad corporal, de su normatividad estructural.

En este contexto, la naturaleza –no sólo en referencia a la sexualidad– no puede ser contradicha ni negada porque representa el principio común y universal inevitable que hace plausible la propia pensabilidad del hombre según un orden racional, es decir, según el orden del ser.

Todas las demás dimensiones (económica, social, política, científica, tecnológica, ética, jurídica) no pueden ignorar el reconocimiento de tal fundamento y, por tanto, no pueden encontrarse en conflicto con esta determinación originaria de la que la dignidad y la libertad del ser humano reciben legitimidad concreta.

A la luz del primer modelo, en definitiva, la dignidad y la libertad del ser humano están indisolublemente ligadas a la naturaleza misma de la humanidad, que como tal es indisponible –y por tanto universal– respecto de las instancias contingentes que puedan llegar a determinarse a lo largo del tiempo.



El segundo modelo antropológico, que podría definirse como tecno-egomórfico, a diferencia del primero, considera que no existe una dimensión constitutiva que caracterice a lo humano y que el ser humano puede ser el Prometeo de sí mismo, creándose y recreándose según sus propios deseos individuales, según las necesidades histórico-sociales, según las posibilidades tecno-científicas, según las múltiples modalidades culturalmente experienciables.

Las consecuencias, también en este caso, son claras: si no existe una verdad constitutiva que encuentre su fundamento en la normatividad del ser, todo aspecto de la realidad humana es modificable y cosificable, maleable y disponible según la necesidad del momento o la voluntad del individuo.

Desde esta perspectiva, todo el ser humano es modificable, no sólo a través de la redefinición del sexo, sino también a través de todas las instancias tecnomórficas que representan la columna vertebral de lo que hoy se define más comúnmente como pensamiento transhumanista.

Como no existe una verdad que estructura la realidad humana, toda la realidad se reduce a ser producto de las capacidades técnicas y de los impulsos volitivos del sujeto individual.



Las diferencias son, pues, inevitables: si para el primer modelo la realidad está gobernada por el ser, es decir, por la naturaleza del hombre, para el segundo modelo es exactamente lo contrario, es decir, el ser humano está configurado por la realidad hecha a imagen y semejanza de la objetividad técnica y de la subjetividad deseante.

Si para el primer modelo la libertad adquiere sentido sólo en el encuentro con los límites impuestos por la normatividad del ser, para el segundo modelo la libertad es ausencia de límites, es más, se hace tangible sólo en la superación de los límites eventual e injustamente impuestos por la naturaleza.

Si en la perspectiva del primer modelo el ser humano integra su propia dignidad sólo en el reconocimiento de su ser, en la perspectiva del segundo modelo el ser humano no tiene una dignidad en sí misma considerada, ya que la dignidad viene a coincidir con el beneficio, mayor o menor, que el ser humano puede obtener de su actividad de modificación de la naturaleza y de su propio ser.

Así pues, contrariamente a lo que común y erróneamente se piensa, hoy en Occidente no hay cuestiones divisorias, pues si acaso hay divisiones que cuestionan su propia existencia y visión del hombre.

En este escenario del primer modelo la familia, por ejemplo, es una institución natural que no puede ser transformada en una unión monógama entre un hombre y una mujer; para el segundo modelo, sin embargo, es un mero producto histórico y social y habrá tantos tipos de familias como necesidades de utilidad subjetiva que haya que alcanzar y satisfacer.

Según el primer modelo, la vida humana no puede sino continuar inevitablemente desde la concepción hasta su fin natural, mientras que según el segundo modelo, el hombre, a través de la propia tecnología, puede decidir todos los aspectos de su vida: si darla a luz y cuándo, cómo sacarla a la luz y, obviamente, si ponerle fin y cuándo, todo ello según la absoluta discreción individual.




Las diferencias entre los dos modelos considerados también inciden en la relación entre el Estado y el ciudadano.

Desde la perspectiva del primer modelo, el Estado debe estar preordenado a la búsqueda del bien común y las leyes, decretos y sentencias que se expidan y aprueben en su sistema no pueden oponerse a la normatividad del ser humano y de la naturaleza sin correr el riesgo de encontrarse en contradicción con su propia razón de ser; Desde la perspectiva del segundo modelo, sin embargo, el Estado es sólo el instrumento ulterior y superior del poder individual, en la medida en que debe ponerse al servicio de la satisfacción de los deseos y voluntades individuales, incluso de aquellos que eventualmente pueden encontrarse en contraste frontal con las determinaciones de la naturaleza.

Con suficiente certeza, pues, incluso al final de este breve recorrido, parece claro que la cultura occidental está hoy irremediablemente bifurcada según los dos modelos antropológicos antes mencionados, que son total e irremediablemente incompatibles entre sí.

En esta situación, cualquier intento de buscar compatibilidades o puntos de unión no sólo es irreal, sino también vano y contrario a la lógica que preside los dos modelos mencionados, cada uno en su particularidad.

Aunque, sin embargo, el segundo modelo parece más fuerte, por estar decididamente más extendido y ser más ampliamente compartido por sectores cada vez más amplios de la población y de la clase intelectual, mientras que el primer modelo parece acurrucarse silenciosamente en pequeños bolsones culturales independientes, ajenos y opuestos al pensamiento dominante, el segundo es precisamente el modelo que tendrá una vida más corta y por al menos tres razones principales.

En primer lugar: sin el anclaje del ser, o incluso contra el ser, la acción humana, tarde o temprano, se transforma en acción contra lo humano, como lo ha demostrado ampliamente la historia durante el siglo XX, revelando el principio universal según el cual la humanidad, para seguir siendo ella misma, debe pensarse inscrita en los límites que la naturaleza le ha puesto.

En segundo lugar: desde un punto de vista social y político, el segundo modelo, aunque más seductor, también porque a menudo se apoya en argumentos fascinantes relacionados con la promesa de una mayor prosperidad –no sólo material– individual y colectiva, no podrá mantener sus promesas sin contradecirse, sin revelar, es decir, su lado oscuro, es decir, su destino a convertirse en algo profunda y radicalmente antihumano, minando precisamente esa estabilidad y ese bienestar que había asegurado poder garantizar, como sucede, y ha sucedido, en todo contexto en el que la humanidad del hombre ha sido cuestionada o directamente dañada.

En tercer lugar, a diferencia del primer modelo que es descriptivo, el segundo modelo es imperativo y prescriptivo, queriendo por todos los medios asegurar a la humanidad que sólo a través de sus propuestas es posible alcanzar un futuro mejor. El segundo modelo, en definitiva, se presenta como una verdadera forma de tecnoescatología que pretende convertir a la humanidad al devenir ilimitado y a la salvación mediante el progreso técnico constante.

Éste es el punto de mayor fragilidad del segundo modelo: todas las escatologías seculares que han tenido su papel en la historia –incluso durante largos períodos– han terminado aplastadas bajo el peso de su propia inconsistencia ideológica.

Antes de que esto ocurra, sin embargo, seguramente tendrán que pasar muchas décadas, y es por eso que Occidente haría bien en preguntarse qué hacer, no ahora ante la laceración a la que lo somete el conflicto estridente e irreconciliable que se está produciendo entre los dos modelos antropológicos aquí sumariamente descritos, sino en el futuro, suponiendo siempre que todavía haya margen para remediar los daños producidos mientras tanto, cuando todas las tecnocertidumbres se hayan derrumbado bajo la presión de la realidad y de esa naturaleza que tan obstinadamente han negado.



 

El suicidio de Occidente

(Intervención de Domenico Airoma en la Conferencia El Suicidio de Occidente, celebrada el 31 de enero de 2023 en el Senado de la República y publicada el 1 de febrero de 2024)

Es importante hacer unas premisas, como hubiera querido Giovanni Cantoni, el fundador de Alleanza Cattolica.

La primera premisa se refiere a la noción de Occidente. Occidente, como Europa, no puede reducirse a una ubicación geográfica, sino que identifica un hábitat cultural que, en algún lugar, también ha producido una civilización.

Occidente es, en particular, el hábitat que se formó al reunir tres lugares geográficos pero sobre todo ideales: Atenas, Roma y Jerusalén, lo que contribuyó a desarrollar una visión del hombre, una antropología, con todo lo que ello conlleva. Occidente es, por tanto, nuestra patria cultural.

La segunda premisa se refiere a la noción de suicidio tal como se aplica en Occidente. La patria no puede morir, aunque sea una patria cultural. ¿Qué es entonces lo que está muriendo? Una antigua civilización que ha perdido su relvancia y su poder (falso Oeste).

Esa identidad artificial impuesta por una concepción del hombre nacida en el propio Occidente, con el objetivo de excluir lo sagrado del horizonte terrenal y construir un mundo nuevo con un cielo cerrado, está muriendo.

Y se trata de una muerte por implosión más que por agresión de los enemigos externos, aunque estos no faltan y no dejan de denunciar el odio común contra Occidente, el verdadero pegamento de la " guerra mundial a trozos ".

La tercera premisa se refiere a las causas de la implosión. Hay dos lecturas que compiten en este punto; Dos claves de comprensión que conducen a dos perspectivas operativas antitéticas. De un lado está el Occidente relativista y secularizado, hegemónico en la academia y en las instituciones supranacionales, así como en los principales medios de comunicación y circuitos intelectuales, que, negándose a hacer un sano examen de conciencia sobre las causas de la implosión, identifica en la patria que no muere al verdadero responsable del fracaso, intentando así borrarla definitivamente, golpeando, en particular, a quienes transmiten su cultura y memoria, descalificándolos moralmente incluso antes que socialmente.

Al negarse a llegar a las raíces de lo que Alexander Solzhenitsyn llamó proféticamente el error de Occidente , los epígonos de esta falsificación antropológica son prisioneros de la necesidad de soñar siempre con nuevas fronteras de salvación, en un juego de relanzamiento donde lo que está en juego es la humanidad y su destino, no sólo terrenal.

Por otra parte, pero siempre en este Occidente, hay quienes, desafiando el telón ideológico, las costumbres dominantes y los muchos, insospechados, vopos de una sociedad cada vez más totalitaria, comienzan a abrir los ojos a la realidad y a darse cuenta de los muchos fracasos de un hombre que pretendió ser Dios y que hoy pretende superar lo humano como límite último.

Dicho esto, el panorama se vuelve un poco más claro, así como el horizonte operativo. Una cosa debe quedar clara: no estamos aquí para pronunciar un triste discurso fúnebre.

No estamos aquí ni siquiera para una mera operación retrospectiva de los daños causados por una antropología secularizada y relativista, desesperanzada incluso bajo el dorado superficial de una técnica que promete transformar los deseos en derechos.

No estamos aquí para inclinarnos ante un mundo moribundo que no es nuestra patria, sino para liberar nuestra verdadera patria de quienes han usurpado su nombre y representación.

Somos conscientes de que la crisis es secular y profunda y que no ha perdonado a nadie, ni siquiera a la Iglesia, en la medida en que el Cuerpo Místico de Cristo toca la tierra y tiene que ver con este mundo. Así como somos conscientes de que en este cambio de época la alternativa, como advertía Giovanni Cantoni, es o total y diametral, o acaba siendo otro matiz más de rendición.

Finalmente, somos conscientes de que la visión del hombre que está en el origen de Occidente y que ha producido grandes civilizaciones, compatible con la imperfección humana estructural, no puede morir, porque tiene sus raíces en la verdad sobre el hombre.

Y por eso estamos aquí para inclinarnos sobre el hombre herido por las heridas que le ha infligido este falso Occidente que agoniza, para despertar en él la nostalgia de un futuro que sólo depende de nosotros. Porque si bien es cierto que debemos entender a quién le estamos hablando y en qué condiciones se encuentra, es igualmente cierto que nunca debemos perder de vista qué le estamos diciendo y por que, es decir, con qué propósito.

Es hora de la reconstrucción; un tiempo que exige el ejercicio de una virtud particular, la de la paciencia histórica. La de aquellos que son capaces de vislumbrar y hacer vislumbrar -primero con su propio ejemplo- la luz viva del alba en la melancolía del crepúsculo.

Es un acto de justicia que debemos a nuestros padres, pero sobre todo a nuestros hijos. Convencidos de que, como recordó Rosario Livatino al concluir su conferencia sobre “Fe y Derecho”, “el acto supremo de justicia es necesariamente el acto supremo de amor si es verdadera justicia, y viceversa si es amor auténtico”.

Desde estas reflexiones quiero pasar a analizar uno de los temas más controvertidos de nuestros días, el marco de la inteligencia artificial IA. En este tema queda de relevancia  la imortancia del modelo paradigmáico que utilicemos para ver las implicacioes tan fuertes en nuestra sociedad y nuestro mundo actual.




 

Implicaciones en el mundo actual

Como hemos visto la crisis antropológica (cosmovisión del hombre) tiene mucho que ver con la gran crisis social, cultural, económica, política que afecta a todo el orden mundial. Ya había dicho el Papa Benedicto que la crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasión para discernir y proyectar de un modo nuevo. De la misma manera el Papa Francisco en el mensaje del para recibir el 2025 dijo: "Pido un compromiso firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza".

Podríamos hacer mención de tantas implicaciones, de la creciente crisis política, de la crisis inmigratoria, de la irrumpción de grupos de radicalismos y totalitarismos por los líder que gobiernan nuestro mundo, buscando nuevos bloques de poder, la hegemonía de los nuevos centros de poder, donde parece primar la economía del tener y ambicionar de unos por encima del ser y del respeto a la dignidad de las personas ocasionando que cada vez más queden descartados y excluidos.

La crisis que vivimos en Europa deja al desnudo el ocaso de occidente y el desmoronamiento de las bases que mantenían firme todo el edificio colectivo. la pérdida de valores y referencias dejan ver la magnitud de la gran crisis económica, social, política que vivimos (asalto a las democracias) Se pone en evidencia la falta de respuesta a tantos desafíos consecuencia de la falta de valores, de tantas conflictos bélicos, del absurdo de la guerra de Ucrania o la de Israel en Gaza. Europa y occidente ha dejado de ser referente para otros, ha perdido el tren tecnoógico y se ha conformado con consumir. La gran debilidad de la Unión Europea es que se ha mermado tal unión. Solamente recobrando unfuerte sentido de unidadentre los paises miembros liderados por una cabeza que pueda toar decisiones amparado por esta unidad Europa puede recobrar la hegemonía perdida buscando el bien común y la defensa de los derechos humanos. No pueden privar solo los intereses económicos sino sobre todo un status que garantice la paz y la justicia no solo para Europa sino para el mundo. Hoy emergen con fuerza las grandes potencias que quieren dominar el mudo. EEUU, China, Rusia, India, etc han tomado la delantera. Regímenes autoritarios que recuerdan los imperialismos del pasado con líderes como Putin, Trump, Xi Jinping, parecen tener el control del nuevo orden mundial. La tecnología y el hombre tecnócrata parece poner en el horizonte, que el desarrollo tecnológico sera lo que salve el mundo. Se deja ver cada vez más que una tecnología que no se ponga al servicio del hombre y de la humanidad, derivará en tener graves consecuencias. 

Tan solo como muestra de esta gran crisis ponemos sobre el tapete toda la incertidumbre de los retos y desafíos de la inteligencia artificial (IA)

 


La inteligencia artificial (IA) : desafios y límites

(Artículo publicado por Francisco Abbate, 4 de febrero de 2025, Vatican News)

Antes de entrar en la necesidad de un marco legal es bueno aclarar algunos conceptos. ¿Qué es la inteligencia artificial? El término “ Inteligencia Artificial ” fue utilizado por primera vez en 1956 por el matemático estadounidense John MacCarthy para indicar la capacidad de las máquinas de realizar acciones o llevar a cabo tareas que, si fueran realizadas por seres humanos, requerirían inteligencia.

Actualmente no existe una definición universalmente aceptada del mismo, pero, según la OCDE, un sistema de inteligencia artificial es "  todo modelo de implementación basado en "una máquina" capaz de "deducir de los input que recibe", gracias a la implementación de sofisticadas capacidades adaptativas con diferentes niveles de autonomía, una serie de datos procesables destinados a generar diversos "outputs" (como, por ejemplo, "previsiones, recomendaciones, contenidos, decisiones", etc.), susceptibles de influir en "entornos físicos o virtuales", teniendo en cuenta un "conjunto de objetivos explícitos o implícitos" perseguidos concretamente, según sean programados directamente por un desarrollador humano, o definidos mediante el uso de técnicas de autoaprendizaje algorítmico".

La presente descripción ha sido desarrollada con el objetivo de asegurar el consenso más amplio posible sobre una orgánica compartida  de los sistemas de Inteligencia Artificial (abreviada con el acrónimo italiano IA o en inglés AI) que actúe como un marco de referencia básico indispensable para permitir a los Estados legislar adecuadamente en la materia.

Los sistemas basados ​​en IA pueden consistir únicamente en software que opera en el mundo virtual (como asistentes de voz, software de análisis de imágenes, motores de búsqueda, sistemas de reconocimiento de voz y facial) o estar integrados en dispositivos de hardware dedicados (por ejemplo, robots capaces de reconocer comandos de voz, automóviles autónomos, drones o aplicaciones de Internet de las cosas).

Se sabe que la inteligencia artificial se utiliza cada vez más tanto en el sector privado como en el público, influyendo cada vez más en nuestra vida diaria.

Esto también es motivo de preocupación para algunos, ya que se considera el fin del control humano sobre las máquinas; Por otros, en cambio, de forma diametralmente opuesta, como una evolución tecnológica más que ayudará a la humanidad a afrontar nuevos desafíos.

No es éste el lugar para establecer cuál de las dos representaciones se acerca más a la realidad, que de todos modos está en curso.

Sin embargo, las preocupaciones legítimas sobre el impacto de la IA en los derechos están creciendo y merecen la debida atención.

Veamos cuál es el marco legal actual.

El 1 de agosto de 2024 entró en vigor el Reglamento del Parlamento Europeo (UE) 2024/1689 y del Consejo (publicado en el Diario Oficial de la UE el 12/07/2024), por el que se establece un marco armonizado para el desarrollo, la comercialización, la puesta en servicio y la utilización de sistemas de la inteligencia artificial (IA) en la Unión Europea.

En esencia, integra y modifica varios reglamentos y directivas anteriores, para garantizar que la IA se utilice de acuerdo con los valores fundamentales de la Unión Europea, promoviendo una tecnología centrada en el ser humano, fiable y segura, garantizando al mismo tiempo un alto nivel de protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales consagrados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, como la democracia, el Estado de Derecho y la sostenibilidad medioambiental.

El ámbito de aplicación coincide con el territorio de la Unión Europea, con algunas excepciones, como los sistemas de IA destinados a fines militares, de investigación y desarrollo y científicos.

El objetivo de este Reglamento es mejorar el funcionamiento del mercado interior estableciendo un marco jurídico uniforme sobre los aspectos mencionados anteriormente, también con el fin de garantizar la libre circulación transfronteriza de bienes y servicios basados ​​en IA, evitando así que los Estados miembros impongan restricciones a su desarrollo, así como a su comercialización y uso.  

Anteriormente, la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA), conocida por brindar asesoramiento independiente a las instituciones de la UE y a los gobiernos nacionales sobre derechos fundamentales, realizó investigaciones de campo en cinco Estados miembros de la UE: Estonia, Finlandia, Francia, Países Bajos y España, y emitió dictámenes.

En particular, la agencia considera que es necesario que el legislador de la UE y los Estados miembros, actuando en el marco del Derecho de la UE, garanticen que los derechos fundamentales, consagrados en la Carta y los Tratados de la Unión Europea, se respeten plenamente mediante políticas y leyes complementarias pertinentes. Al hacerlo, la UE y sus Estados miembros deberían evaluar primero el impacto de la IA en los derechos fundamentales para garantizar que cualquier restricción a éstos respete los principios de necesidad y proporcionalidad.

Las “evaluaciones de impacto” , que deberían adoptar tanto las empresas como las administraciones públicas, deberían abarcar toda la gama de derechos fundamentales y sus conclusiones deberían ser transparentes y accesibles para todos, a fin de mitigar cualquier riesgo de impacto negativo.

Con el mismo propósito, la Agencia cree que la UE y los Estados miembros deben garantizar la existencia de sistemas de rendición de cuentas eficaces para supervisar y, en caso necesario, adoptar medidas para abordar cualquier impacto negativo en el sistema de derechos fundamentales. 

Sin embargo, frente a una legislación europea destinada principalmente a regular el diseño y la comercialización de sistemas de inteligencia artificial, es decir, los aspectos productivos y comerciales, el Parlamento está examinando el proyecto de ley n.º 1146 presentado por el Presidente del Consejo de Ministros y el Ministro de Justicia sobre disposiciones y delegaciones al Gobierno en la materia, con un alcance mucho más amplio.

Este proyecto de ley dicta de hecho los principios, fines y objetivos generales en el campo de la inteligencia artificial, regulando luego su uso en una amplia gama de sectores.

En particular, uno de los principales objetivos es equilibrar oportunidades y riesgos, estableciendo principios y disposiciones sectoriales que, por una parte, estén dirigidos a promover el uso de las nuevas tecnologías para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y la cohesión social y, por otra, aporten soluciones de gestión de riesgos basadas en una visión antropocéntrica.

En esta perspectiva, la tarea del legislador nacional es cuidar estos aspectos en armonía con la reglamentación europea, definiendo también una gradación de los riesgos ligados al uso de la inteligencia artificial, con una calificación específica (definiéndolos así como inaceptables, elevados, limitados y mínimos), y vinculándolos a responsabilidades proporcionales, estableciendo simultáneamente prohibiciones adecuadas.

En el texto sometido a examen parlamentario se presta especial atención a la protección de los derechos fundamentales, la democracia, el Estado de derecho y la sostenibilidad medioambiental, promoviendo al mismo tiempo la innovación para el bienestar colectivo, como se desprende de la exposición de motivos del proyecto de ley.

También merece especial mención el interés por la llamada “sostenibilidad digital” , principio según el cual el desarrollo y la aplicación de modelos de inteligencia artificial deben realizarse en el respeto de la autonomía humana y del poder de decisión, la prevención de daños, su inteligibilidad y la ausencia de perjuicio para la vida democrática del país y sus instituciones.

El texto también destaca principios destinados a proteger el respeto de los derechos fundamentales, como la privacidad, la accesibilidad a todos y la máxima inclusión, la igualdad de género y la prohibición de cualquier forma de discriminación. 

En la esperanza de concluir el proceso legislativo en poco tiempo, no podemos ignorar el enorme potencial que tiene la aplicación de la inteligencia artificial, no sólo en los sectores privados, sino también en la administración pública.

En cuanto a los campos de aplicación actuales, ahora se sabe que, además del sector privado, la inteligencia artificial también representa un área con enorme potencial en la administración pública.

A través de sistemas de inteligencia artificial existe la posibilidad de automatizar actividades administrativas rutinarias y repetitivas, liberando así a los empleados públicos de tareas “mecánicas” y poco gratificantes.

Piense en sistemas de aprendizaje automático que puedan escanear, catalogar y archivar documentos automáticamente, sin necesidad de intervención humana, permitiendo así a los empleados ahorrar tiempo que puede reutilizarse en otras actividades, quizás creativas.

Además, la posibilidad de procesar grandes cantidades de datos puede llevar al desarrollo de análisis predictivos capaces de optimizar los procesos de toma de decisiones.

Pensemos en el sector de la salud, donde el uso de plataformas de IA avanzadas permite la identificación temprana de brotes potenciales para posibilitar la implementación de políticas de salud preventiva más efectivas y, en general, puede mejorar el diagnóstico y la atención mediante la extracción, integración e interoperabilidad de datos clínicos y científicos.

De igual modo, esto podría hacerse mediante el análisis de datos sobre degradación urbana y redes de infraestructura para optimizar las intervenciones de mantenimiento y ubicarlas de manera útil en el tiempo.

En muchos casos, la elaboración de perfiles de usuario nos permitirá ofrecer servicios a medida de los ciudadanos, con un análisis predictivo de necesidades y el envío de recordatorios de necesidades o plazos, incluso vía app o asistentes virtuales, permitiendo así optimizar tiempos y costes, en máximo beneficio de los usuarios.

Actualmente, varias administraciones están experimentando con el uso de estos sistemas para agilizar trámites y reducir los tiempos de espera desarrollando también aplicaciones para solicitar información y realizar pagos (los llamados “ tótems digitales ”).

Sin embargo, para aprovechar al máximo el potencial de la IA en la Administración Pública, es necesario un fuerte cambio cultural, acompañado de una formación adecuada que involucre a todos los niveles de la organización.

Por lo tanto, debemos estar preparados para adoptar un enfoque crítico y consciente en el uso de las tecnologías de IA, evaluando tanto su potencial como sus riesgos.

Alejándose de estas reflexiones, pero permaneciendo aún dentro del ámbito institucional, es natural preguntarse cuáles son las posibilidades y usos de la IA en los procedimientos y decisiones judiciales, es decir, la llamada “ justicia predictiva ”.

Al respecto, debe recordarse que una decisión judicial se origina esencialmente de una selección y reconstrucción de hechos relevantes por parte del juez, con la interpretación y aplicación de las disposiciones legales pertinentes.

En consecuencia, por su propia naturaleza, la decisión del juez es una de las menos adecuadas para la replicación de factores causales precisos, que varían para cada disposición judicial individual y que involucran múltiples factores (jurídicos, económicos, sociales, etc.), y tampoco es fácilmente factible la creación de "modelos de razonamiento judicial".



Las estadísticas que se pueden examinar sobre las decisiones judiciales, cualquiera que sea su consideración, a nivel nacional o a nivel de distrito o de distrito, referidas a decisiones individuales, dada la singularidad de la decisión, no se prestan a la "universalización".

El aprendizaje automático, por tanto, no parece capaz de proporcionar una interpretación que pueda explicar el razonamiento del juez, ya que actualmente todavía no es capaz de obtener resultados fiables sobre la "predictibilidad del contenido" de las disposiciones judiciales.

Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, la IA aplicada a los procedimientos judiciales ofrece importantes oportunidades.

Hay una serie de actividades colaterales o instrumentales a las decisiones judiciales que pueden mejorarse a través de dichos sistemas, como la lectura rápida de dispositivos, la transcripción fonológica automática, la clasificación de los recursos por materia, el envío automático a los registros competentes, la selección de las interceptaciones penalmente relevantes con depuración automática de las estrictamente personales.

Se podría prestar un enorme apoyo a las actividades que requieran un simple tratamiento de datos o meros cálculos matemáticos para determinados actos o fases de los procedimientos de ejecución, medidas cautelares, planes de distribución, en lo que respecta a la actividad judicial civil.

Las aplicaciones en el sector penal podrían ser igualmente numerosas: se podría pensar en una aplicación que permitiera distribuir la carga de audiencia en función del posible plazo de prescripción del delito; o a las decisiones de los magistrados de vigilancia que se refieran únicamente a la duración de la pena o a las fechas de puesta en libertad; Del mismo modo, podrían ser de gran utilidad sistemas de aprendizaje automático  capaces de realizar cálculos inmediatos sobre las órdenes de ejecución de las sentencias, y estos podrían aparecer, previa validación por parte del Ministerio Fiscal, directamente en los terminales de las fuerzas policiales encargadas de notificar y ejecutar la orden, quizás incluso con alertas destacando el plazo de prescripción de la pena.

En conclusión, el uso de sistemas de IA deberá ser coherente con criterios de seguridad precisos, algunos de los cuales ya han sido esbozados por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, y otros en función de las necesidades progresivamente identificadas, poniendo siempre el foco en el respeto de los derechos fundamentales, el riesgo de discriminación y el riesgo de ciberataques.

También hay que considerar que dada su complejidad y sus raíces científico-matemáticas, se deben poner límites a la IA, teniendo en cuenta que por sí sola es en todo caso inadecuada para tomar decisiones que requieren una valoración discrecional y una sabiduría propia del ser humano, que no puede ni debe abdicar de su papel orientador y de su conciencia crítica; Tampoco será posible ignorar un uso éticamente aceptable de tales sistemas; Tampoco será posible ignorar las emociones y la intuición que ninguna máquina podrá replicar.

Debemos ser cautelosos y evitar cualquier prejuicio sobre los nuevos sistemas de IA, ya que cualquier riesgo estará relacionado no con el sistema en sí, sino con la forma en que los humanos lo utilizan.

 


 

IA: Monseñor Paglia insta a despertar el humanismo europeo

(Artículo publicado por Delphine Allaire - Vatican News, Ciudad del Vaticano)

El presidente de la Academia para la Vida, presente en París en la cumbre sobre Inteligencia Artificial que reúne a expertos en el campo de las nuevas tecnologías, recuerda el compromiso de la Santa Sede con el Rome Call for IA Ethichs y subraya la urgencia de «ampliar la conciencia sobre esta nueva frontera que puede transformar incluso lo humano» y pide a Europa que «con su tradición humanística, ayude a redescubrir la centralidad de la persona en este mundo hipertecnológico».

Además del ya importante magisterio del Papa sobre la Inteligencia Artificial, desde hace varios años la Pontificia Academia para la Vida reflexiona también sobre esta revolución tecnológica cuyas oportunidades, pero también riesgos, son evidentes. De este interés ha surgido la relación y colaboración entre el presidente de Microsoft, Bras Smith, y el presidente de la PAV, monseñor Vincenzo Paglia.

El mismo prelado lo explica a los medios vaticanos, mientras se encuentra en París para asistir los días 10 y 11 de febrero a una Cumbre sobre la IA que reúne a un millar de personalidades influyentes en este ámbito. Copresidido con la India, el encuentro internacional pretende definir las bases para una gobernanza global de la Inteligencia Artificial. 

Mons Paglia es portavoz de la visión ética de la Iglesia sobre el tema, en particular de su reflexión sobre los límites, a menudo imprecisos, entre las máquinas y los seres humanos. Este es precisamente el enfoque del Rome Call for IA Ethics, un acuerdo firmado en Roma el 28 de febrero de 2020, bajo el patrocinio de la Academia para la Vida, por Microsoft, IBM, la FAO y el gobierno italiano. En cinco años, otros muchos signatarios se han sumado al texto, así como dieciséis representantes de distintas religiones reunidos junto al Memorial de la Paz en Hiroshima (Japón) el 10 de julio de 2024, la empresa californiana Cisco o la Iglesia de Inglaterra.

Las nuevas tecnologías, especialmente las que rigen la IA, han hecho un progreso gigantesco en comparación con hace sólo cinco años, cuando el tema era sólo para unos pocos especialistas. Hoy en día, el desarrollo de la Inteligencia Artificial es de dominio público, ampliamente público. Con razón, porque las nuevas tecnologías han invadido ya todos los ámbitos de la vida, ya no están relegadas a los grandes lugares de Seattle, China o Bangalore, sino que se han convertido en una preocupación generalizada. En este sentido, es necesario que todo el mundo tome conciencia de esta nueva frontera. Algo parecido a lo que ocurrió en el pasado, que pasaron décadas antes de que tomáramos conciencia de que el problema del clima nos concierne. Tuvimos que esperar años para que el mundo se reuniera en París, para que los gobiernos se pusieran de acuerdo, para establecer algunas reglas climáticas. 

Hoy necesitamos urgentemente concienciar sobre esta nueva frontera que puede transformar incluso lo humano de una manera radical, ya que podemos crear seres humanos a voluntad, podemos incluso modificar el genoma. En otras palabras, la Inteligencia Artificial debe ser esa frontera que, de alguna manera, debe ser asumida y gobernada por todas las instituciones de la sociedad. El gran reto es, de hecho, gobernar la tecnología, humanizar la tecnología, evitar que la tecnología gobierne lo humano, es decir, que nosotros tecnologicemos lo humano. 

Para ello es necesaria una nueva toma de conciencia por parte de la cultura general, por parte de todas las instituciones, para que finalmente lleguemos a reglas compartidas. Europa ya ha dado este último paso, pero sin la implicación directa de la política y de las grandes empresas e industrias tecnológicas. Las normas escritas sin su participación tienen poco sentido y poco valor.



 

La Inteligencia Artificial es una oportunidad, pero con riesgo de esclavitud

(Nota sobre la relación entre Inteligencia Artificial e Inteligencia Humana publicada por los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para la Cultura y la Educación Santa Sede 28/01/2025)

Existe el famoso dicho de que Estados Unidos crea, China copia, Europa hace las reglas. Pues bien, como Europa también debemos crear, y éste es un reto enorme porque los campos de aplicación son gigantescos: la guerra, la medicina, la cirugía, la educación -y aquí abrimos un campo enorme en la educación de los jóvenes- hasta el campo de las grandes industrias. Por no hablar de la nueva frontera del espacio, que también será gigantesca... Espero que París forme parte de esta gran movilización para que todos juntos -las diferentes ciencias, las diferentes instituciones (incluida la Iglesia), las diferentes religiones- podamos avanzar hacia la humanización de la tecnología. Que la tecnología esté al servicio de un desarrollo humano digno e igual para todos; un desequilibrio tecnológico que afecte a las raíces de la sociedad puede crear conflictos quizá peores que los nucleares.

Explica Mons. Paglia: como representante de la Academia Pontificia para la Vida, se dirigió personalmente a mí el sucesor de Bill Gates, quien, preocupado por los desarrollos positivos, pero también terribles de estas nuevas tecnologías, me pidió que participara en todos sus trabajos. De ahí nació la idea en 2019 de redactar una carta ética, pedagógica y jurídica para regular los desarrollos de la Inteligencia Artificial. El resultado fue el Rome Call for IA Ethics, firmado el 28 de enero de 2020. Incluso el Papa habló en esa ocasión. La Carta sufrió los retrasos de Covid, pero no se detuvo y se convirtió en un texto firmado por todas las religiones el año pasado en Hiroshima, por 200 universidades latinoamericanas, por otras universidades del mundo y diversos actores: Microsoft, Ibm, Cisco, Fao.

El Llamamiento de Roma Rome Call for IA Ethics es un documento promovido por la Santa Sede, pero pertenece a quienes lo firman, porque quienes lo suscriben asumen «la responsabilidad de...». En su discurso en el G7 del año pasado en Bari, el Papa también habló del Rome Call for IA Ethics como un instrumento que puede fomentar, especialmente para las empresas y los gobiernos, nuevas reglas y nuevas perspectivas para que la tecnología esté al servicio de todos y, sobre todo, del bien común

Recientemente, la Santa Sede ha publicado también un nuevo texto (La Nota Antiqua et Nova, ed.) especialmente para la perspectiva educativa, firmado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación Católica y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, para ayudar a todos los educadores a darse cuenta de que las nuevas tecnologías son particularmente delicadas para la formación de los jóvenes. Y éste es un gran frente que, evidentemente, no podemos dejar de lado. La Santa Sede se ha comprometido directamente con este documento.

 


La IA, una herramienta que no sustituye la riqueza del ser humano

(La IA, una herramienta que no sustituye la riqueza del ser humano Puntos firmes del nuevo documento sobre inteligencia artificial de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para la Cultura.28/01/2025

Dice Mons Paglia cuando estuve en el encuentro de la India para hablar de Inteligencia Artificial sentí sobre todo la preocupación de todo un Episcopado como el indio, en cuyo continente las nuevas tecnologías tienen un desarrollo muy arraigado. Me impresionó, por ejemplo, ver a un número considerable de ingenieros indios muy jóvenes en Seattle. Y la Conferencia Episcopal sintió, con razón, la urgencia de reflexionar sobre este nuevo horizonte, porque hay que entenderlo, aunque no sea fácil de comprender. Las nuevas tecnologías entran en todos los aspectos de la vida humana de manera invasiva, y los obispos de la India han sentido esta urgencia. Debo decir que cuando viajé por algunas partes de la India, especialmente Bangalore, me di cuenta de lo amplia que es la influencia de la IA en la vida cotidiana de la gente. Pero ahora es un tema que se extiende a todas las naciones, a todos los continentes. Europa, en mi opinión, tiene la gran responsabilidad, por su tradición humanística, de ayudar al mundo entero -Oriente y Occidente- a redescubrir la centralidad de la persona humana incluso en este nuevo mundo altamente tecnologizado.




Polvani: La IA traerá cambios similares a los de la Revolución Industrial

(La nota Antiqua et Nova. Artículo publicado por Delphine Allaire - Ciudad del Vaticano)

El Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación reflexiona sobre el impacto de las nuevas tecnologías, tema central del AI Action Summit previsto en París. Se enfatiza la necesidad de definir objetivos que coloquen al ser humano en el centro del progreso tecnológico. La nota Antiqua et Nova representa una advertencia a la comunidad global para aprovechar las oportunidades que ofrece la innovación, manteniendo siempre el control sobre las máquinas.

Un "momento histórico", una verdadera "revolución" comparable a la industrial del siglo XIX. Un cambio de época en el que la Iglesia se propone como interlocutora activa, con el objetivo de tener al ser humano en el centro y utilizar las nuevas tecnologías para difundir la Palabra de Dios de forma innovadora. Esta es la perspectiva trazada por Monseñor Carlo Maria Polvani, Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación, respecto al uso de la inteligencia artificial (IA), tema central del AI Action Summit

La reunión internacional, que se celebra en París el 10 y 11 de febrero, reúne a más de mil expertos del sector para definir las bases de la gobernanza global de la IA. Polvani, uno de los redactores de Antiqua et Nova, documento publicado por su Dicasterio en colaboración con el de la Doctrina de la Fe - reflexiona, entrevistado por los medios vaticanos , sobre el impacto que las nuevas tecnologías podrían tener en el futuro de la comunidad cristiana y, más en general, de la humanidad.



 

El Papa: Que el progreso científico sea ético, hay que evitar la manipulación de la IA

(Discurso entregado a la Academia Pontificia de las Ciencias, que comenzó el 23 de septiembre, y continuará hasta el miércoles en el Vaticano, en la Casina Pio IV. Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano)

El Papa Francisco expresa su preocupación por el fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas e invita a considerar los beneficios y las graves implicaciones negativas de la Inteligencia Artificial.

El progreso alcanzado gracias a la Inteligencia Artificial (IA) «puede resultar beneficioso para la humanidad», por ejemplo «en el campo de la medicina y de la asistencia sanitaria», o porque ayuda «a proteger el medio ambiente natural» o incluso porque permite «el uso sostenible de los recursos a la luz del cambio climático», pero «también puede tener graves implicaciones negativas». Por eso el Papa pidió a la Academia Pontificia de las Ciencias, con ocasión de su asamblea plenaria, sobre el tema «Ciencias para la sostenibilidad y el bienestar en el Antropoceno - Oportunidades, desafíos e inteligencia artificial», que preste especial atención a estas cuestiones que pueden tener consecuencias «para la población, especialmente para los niños y los adultos más vulnerables».

En el discurso entregado por Francisco instaba a «reconocer y prevenir los riesgos de los usos manipuladores de la IA para moldear la opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores e interferir en los procesos electorales» y añadió que siempre hay que considerar «las dimensiones inmutablemente humanas y éticas de todo progreso científico y tecnológico».



 

El Papa en el G7: La inteligencia artificial no es objetiva ni neutral

(Discurso de Papa en el G7 centrado en las oportunidades y los riesgos de la IA: La inteligencia artificial no es objetiva ni neutral14/06/2024)

La era del Antropoceno

El Papa también expresa su preocupación por el «fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas» que ha sido definido por uno de los miembros de la Academia Pontificia -Paul Crutzen- como la Era del Antropoceno, y señala que otros miembros de la Academia, identificando este impacto, están «estudiando los riesgos y problemas relacionados», «especialmente en la crisis climática y la pérdida de biodiversidad», por lo que agradece la atención prestada al tema, con especial atención a las implicaciones «hacia los pobres y marginados». «Las ciencias, en su esfuerzo por conocer y comprender el mundo físico, nunca deben perder de vista la importancia de utilizar ese conocimiento», subraya el Pontífice en el texto escrito, “para servir y promover la dignidad de las personas y de la humanidad en su conjunto”.




El Papa: Que el desarrollo beneficie a toda la humanidad

(Discurso del Papa a la Fundación Centesimus Annus 22/06/2024)

Es necesario un discurso público inclusivo

Ante los «graves desafíos sociales» a los que se enfrenta el mundo, el Papa subraya a continuación la necesidad de un «discurso público inclusivo» que «esté informado no sólo por las diferentes disciplinas científicas, sino también por la participación de todos los componentes sociales». Y por ello agradece «la intención de la Academia, en sus diversas conferencias, de prestar atención en sus discursos a las personas marginadas y pobres, incluidos los pueblos indígenas y su sabiduría», reiterando que para la Iglesia, como dice el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, «la dignidad intrínseca de cada persona y la fraternidad que nos une como miembros de la única familia humana deben sustentar el desarrollo de las nuevas tecnologías», mientras que “los desarrollos tecnológicos que no conducen a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, exacerban las desigualdades y los conflictos, nunca pueden considerarse un verdadero progreso”.



 

La contribución de la Pontificia Academia para las Ciencias

Es necesario dedicar «mayor atención y estudio» al «impacto de las formas de Inteligencia Artificial en los pueblos y en la comunidad internacional», reitera finalmente el Papa. En un momento en el que «parecen prevalecer las crisis, las guerras y las amenazas a la seguridad mundial», reconoce la particular importancia para la causa de la paz global y la cooperación internacional de las «calladas contribuciones al avance del conocimiento al servicio de la familia humana» de la Pontificia Academia para las Ciencias.




El problema con la DeepSeak.

El Mundo está preocupado por el nuevo asistente de inteligencia artificial chino y el uso de la inteligencia artificial para la globalización del comunismo. El Mundo habla de DeepSeak, la nueva empresa de inteligencia artificial con sede en la República popular China, que amenaza con arrasar con todos sus competidores. Sus productos son de código abierto es decir gratuitos para todos y fáciles de conseguir y espectacularmente más baratos reproducir que sus homólogos más famosos. La empresa DeepSeak y sus aplicaciones están siendo descritas como una amenaza. En un país altamente vigilado y militarizado donde nada es realmente gratis el gobierno controla todo y el partido estado controla también las empresas resulta anacrónico.

La DeepSeak se jacta de dominar el mundo Mientras acosa a su propio pueblo entrenado para defender y mantener los valores socialistas fundamentales como todo lo chino pretende imponer los al mundo, los científicos dicen que las políticas de DeepSeak han imitado a un más la libertad de expresión y los derechos humanos y han suprimido a la sociedad civil. El 30 de enero de 2025 Bitter Winter realizó un experimento análogo con CIFSIC dónde ante la pregunta de la defensa de los derechos humanos sus respuestas anteriores desaparecieron y una línea lacónica mostró la mezcla estándar de propaganda censura y su estimación sarcástica con características comunistas chinas: “lo siento eso está más allá de mi alcance actual hablemos de otra cosa”. Ante algunas preguntas compremetedoras de nuevo la respuesta: “no te molestes con esas cosas que tediosas”. El súper cerebro tecnológico que controla las vidas de todos se ha convertido en un nuevo Dios mecánico cuya omnipotencia está controlada por otro Dios supremo un ser humano mater guía lista que decide que vale la pena




La génesis de Rome call for IA Ethics

(Documento fue firmado en Roma, 28 de febrero de 2020). La Academia Pontificia para la Vida, Microsoft, IBM, FAO, el Ministerio de Innovación italiano (parte del Gobierno italiano)

Se trata de un documento desarrollado para apoyar un enfoque ético de la Inteligencia Artificial y promover un sentido de responsabilidad entre organizaciones, gobiernos, instituciones y el sector privado con el objetivo de crear un futuro en el que la innovación digital y el progreso tecnológico estén al servicio del genio y la creatividad humanos y no de su progreso gradual.

El Llamamiento a la Ética de la IA es un documento para promover un enfoque ético de la inteligencia artificial. La idea detrás de esto es promover un sentido de responsabilidad compartida entre las organizaciones internacionales, los gobiernos, las instituciones y el sector privado en un esfuerzo por crear un futuro en el que la innovación digital y el progreso tecnológico otorguen a la humanidad su centralidad. Apuntando a una nueva algorética, los firmantes se comprometieron a solicitar el desarrollo de una inteligencia artificial que sirva a todas las personas y a la humanidad en su conjunto; que respete la dignidad de la persona humana, para que cada individuo pueda beneficiarse de los avances de la tecnología; y que no tenga como único objetivo un mayor beneficio o la sustitución gradual de las personas en el lugar de trabajo. El principal acontecimiento durante el período que se examina fue la firma interreligiosa del Llamado de Roma que vio a tres líderes de las tres religiones monoteístas firmar juntos el llamado para un desarrollo ético de la inteligencia artificial. Los tres firmantes implicados fueron: el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia de la Vida; el Gran Rabino Eliezer Simha Weisz, miembro del Consejo del Gran Rabinato de Israel; Sheikh Al Mahfoudh Bin Bayyah, en representación del Jeque Abdallah bin Bayyah, Jefe del Foro de Abu Dhabi para la Paz y Presidente del Consejo de Fatwa de los Emiratos Árabes Unidos.

Durante el evento, los participantes fueron recibidos en una audiencia papal, durante la cual el Santo Padre Francisco dijo: "Me alegra saber que también ustedes desean involucrar a las otras grandes religiones del mundo y a los hombres y mujeres de buena voluntad para que la "algorética" -reflexión ética sobre el uso de los algoritmos- esté cada vez más presente no solo en el debate público, pero también en el desarrollo de soluciones técnicas. En efecto, toda persona debe poder disfrutar de un desarrollo humano y asistencial, sin que nadie quede excluido".



 

El Documento “Rome call for IA Ethics”

AI “Artificial intelligence”

La "inteligencia artificial" (IA) está provocando cambios profundos en la vida de los seres humanos, y seguirá haciéndolo. La IA ofrece un enorme potencial a la hora de mejorar la convivencia social y el bienestar personal, aumentando las capacidades humanas y permitiendo o facilitando muchas tareas que puede llevarse a cabo de forma más eficiente y eficaz. Sin embargo, estos resultados no son ni mucho menos garantizado. Las transformaciones que se están produciendo actualmente no son solo cuantitativas. Por encima de todo, son cualitativas, porque afectan a la forma en que se llevan a cabo estas tareas y a la forma en que percibimos la realidad y la propia naturaleza humana, hasta el punto de que pueden influir en nuestros hábitos mentales e interpersonales. 

Las nuevas tecnologías deben ser investigadas y producidas de acuerdo con criterios que garanticen que a toda la "familia humana" (Preámbulo, Univ. Dec. Derechos Humanos), respetando las dignidad de cada uno de sus miembros y de todos los entornos naturales, teniendo en cuenta las necesidades de los los más vulnerables. El objetivo no es solo garantizar que nadie quede excluido, sino también ampliar aquellas áreas de libertad que podrían verse amenazadas por el condicionamiento algorítmico

Dada la naturaleza innovadora y compleja de las cuestiones que plantea la transformación digital, es esencial para que todas las partes interesadas implicadas trabajen juntas y para que todas las necesidades afectadas por la IA Representado. Este Llamamiento es un paso adelante con el fin de crecer con un entendimiento común y buscando un lenguaje y soluciones que podamos compartir. En base a esto, podemos reconocer y aceptar responsabilidades que tengan en cuenta todo el proceso de innovación tecnológica, desde el diseño a través de la distribución y el uso, fomentando el compromiso real en una variedad de escenarios prácticos. A largo plazo, los valores y principios que seamos capaces de inculcar en la IA ayudarán a establecer un marco que regula y actúa como punto de referencia para la ética digital, orientando nuestras acciones y promoviendo el uso de la tecnología en beneficio de la humanidad y el medio ambiente. 

Ahora más que nunca, debemos garantizar un panorama en el que la IA se desarrolle con un enfoque no tecnología, sino por el bien de la humanidad y del medio ambiente, de nuestro hogar y de sus habitantes humanos, que están inextricablemente conectados. En otras palabras, una visión en la que los seres humanos y la naturaleza están en el centro de la forma en que se desarrolla la innovación digital, que poco a poco son reemplazados por tecnologías que se comportan como actores racionales pero que de ninguna manera son humanas. 

Es hora de empezar a prepararse para un futuro más tecnológico en el que las máquinas tendrán un papel más en la vida de los seres humanos, sino también un futuro en el que está claro que el progreso tecnológico afirma la brillantez de la raza humana y sigue dependiendo de su integridad ética.



 

ETHICS

 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Están dotados de razón y conciencia y deben comportarse los unos con los otros con espíritu de fraternidad (cf. Art. 1, Univ. Dec. Derechos). Esta condición fundamental de libertad y dignidad también debe ser protegida y garantizada al producir y utilizar sistemas de IA. Esto debe hacerse salvaguardando los derechos y la libertad de las personas para que no sean discriminadas por los algoritmos debido a su "raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición" (Art. 2, Univ. Dec. Derechos Humanos).

Los sistemas de IA deben concebirse, diseñarse e implementarse para servir y proteger a los seres humanos y a los seres humanos.

entorno en el que viven. Esta perspectiva fundamental debe traducirse en un compromiso de crear condiciones de vida (tanto sociales como personales) que permitan que tanto los grupos como los miembros individuales se esfuercen para expresarse plenamente en la medida de lo posible. 

Para que el avance tecnológico se alinee con el verdadero progreso de la raza humana y el respeto por el planeta, debe cumplir tres requisitos. Debe incluir a todos los seres humanos, discriminando a nadie; debe tener en su corazón el bien de la humanidad y el bien de cada ser humano; finalmente debe ser consciente de la compleja realidad de nuestro ecosistema y caracterizarse por la forma en que cuida y protege el planeta (nuestra "casa común y compartida") con un entorno altamente sostenible que también incluye el uso de la inteligencia artificial para garantizar sistemas alimentarios sostenibles en el futuro. Además, cada persona debe ser consciente de cuándo está interactuando con una máquina. 

La tecnología basada en IA nunca debe usarse para explotar a las personas de ninguna manera, especialmente a aquellas que son más Vulnerable. En su lugar, debe utilizarse para ayudar a las personas a desarrollar sus capacidades empoderamiento/habilitación) y para apoyar al planeta.

 



EDUCATION

Transformar el mundo a través de la innovación de la IA significa comprometerse a construir un futuro para y con las generaciones más jóvenes. Este compromiso debe reflejarse en un compromiso con la educación, el desarrollo de planes de estudio específicos que abarquen diferentes disciplinas en las humanidades, la ciencia y la tecnología, y asumir la responsabilidad de educar a las generaciones más jóvenes. Este compromiso significa trabajar para mejorar la calidad de la educación que reciben los jóvenes; Esto debe entregarse a través de métodos que sean accesibles para todos, que no discriminen y que puedan ofrecer igualdad de oportunidades y de trato. 

El acceso universal a la educación debe lograrse a través de principios de solidaridad y equidad. El acceso al aprendizaje permanente debe garantizarse también a las personas mayores, a las que hay que ofrecer la oportunidad de acceder a servicios fuera de línea durante la transición digital y tecnológica. Por otra parte, las tecnologías pueden resultar enormemente útiles para ayudar a las personas con discapacidad a aprender y más independiente: la educación inclusiva significa, por tanto, también utilizar la IA para apoyar e integrar a cada uno y a todas las personas, ofreciendo ayuda y oportunidades de participación social (por jemplo, el trabajo a distancia para personas con movilidad reducida, apoyo tecnológico para personas con discapacidad cognitiva, etc.).

El impacto de las transformaciones provocadas por la IA en la sociedad, el trabajo y la educación ha hecho que reformar los planes de estudio de las escuelas para que el lema educativo "que nadie se quede atrás" sea un realidad. En el sector de la educación, se necesitan reformas para establecer normas elevadas y objetivas que pueden mejorar los resultados individuales. Estas normas no deben limitarse al desarrollo de habilidades digitales, sino que debe centrarse en asegurarse de que cada persona pueda expresar plenamente sus capacidades y en trabajar por el bien de la comunidad, aun cuando no haya un beneficio personal para que se puede obtener de esto. 

A medida que diseñamos y planificamos para la sociedad del mañana, el uso de la IA debe seguir formas de acción que sean socialmente, creativo, conectivo, productivo, responsable y capaz de tener una visión positiva. El impacto en la vida personal y social de las generaciones más jóvenes. El impacto social y ético de la IA debe estar también en el centro de las actividades educativas de la IA. El objetivo principal de esta educación debe ser crear conciencia sobre las oportunidades y también sobre las posibles cuestiones críticas que plantea la IA desde la perspectiva de la inclusión social y el respeto individual.





 

RIGHTS

El desarrollo de la IA al servicio de la humanidad y del planeta debe reflejarse en la normativa principios que protegen a las personas, en particular a los débiles y a los desfavorecidos, y a los entornos. El compromiso ético de todas las partes interesadas involucradas es un punto de partida crucial; Para hacer realidad este futuro, los valores, los principios y, en algunos casos, las normas jurídicas, son absolutamente indispensable para apoyar, estructurar y guiar este proceso.

Desarrollar e implementar sistemas de IA que beneficien a la humanidad y al planeta, al tiempo que actúan como herramientas para construir y mantener la paz internacional, el desarrollo de la IA debe ir de la mano de una medidas de seguridad digital. Para que la IA actúe como una herramienta para el bien de la humanidad y del planeta, debemos poner el tema de la protección de los derechos humanos en la era digital ocupa un lugar central en el debate público. Ha llegado el momento de cuestionar si las nuevas formas de automatización y actividad algorítmica requieren el desarrollo de Responsabilidades. En particular, será esencial considerar algún tipo de "deber de explicación": Se debe pensar en hacer no solo los criterios de toma de decisiones de los agentes algorítmicos basados en IA comprensibles, sino también su propósito y objetivos. Estos dispositivos deben ser capaces de ofrecer a las personas

Información sobre la lógica detrás de los algoritmos utilizados para tomar decisiones. Esto aumentará transparencia, trazabilidad y responsabilidad, haciendo que el proceso de toma de decisiones asistido por ordenador más válido.



 

REGULATONS

Deben fomentarse nuevas formas de regulación que promuevan la transparencia y el cumplimiento de los principios, especialmente en el caso de las tecnologías avanzadas que tienen un mayor riesgo de afectar a los derechos humanos, como el reconocimiento facial.

Para lograr estos objetivos, debemos plantear desde el principio la desarrollo con una visión "algor-ética", es decir, un enfoque de ética desde el diseño. Diseño y la planificación de sistemas de IA en los que podamos confiar implica la búsqueda de un consenso entre los responsables políticos, organismos del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones intergubernamentales, investigadores, el mundo académico y representantes de organizaciones no gubernamentales en relación con los principios éticos que deben incorporados en estas tecnologías. Por ello, los patrocinadores de la convocatoria manifiestan su deseo de trabajar

juntos, en este contexto y a nivel nacional e internacional, para promover la "algorética", a saber, el uso ético de la IA tal y como se define en los siguientes principios

1. Transparencia: en principio, los sistemas de IA deben ser explicables;

2. Inclusión: se deben tener en cuenta las necesidades de todos los seres humanos para que todos pueden beneficiarse y se puede ofrecer a todas las personas las mejores condiciones posibles para expresarse se desarrollen y se desarrollen;

3. Responsabilidad: quienes diseñan y despliegan el uso de la IA deben proceder con responsabilidad y transparencia;

4. Imparcialidad: no crear ni actuar de acuerdo con prejuicios, salvaguardando así la equidad y los derechos humanos. dignidad

5. Fiabilidad: Los sistemas de IA deben ser capaces de funcionar de forma fiable;

6. Seguridad y privacidad: Los sistemas de IA deben funcionar de forma segura y respetar la privacidad de los usuarios.

Estos principios son elementos fundamentales de una buena innovación.

 


 

Una alegoría como final de las reflexiones

Queremos para finalizar estas reflexiones presentar una alegoría a través de la obra pictórica “El Triunfo de la Iglesia” del Convento de San Esteban de Salamanca, convento de la orden dominica o de los predicadores que está en frente de la casa de mi residencia natal. La gran pintura que preside el coro es del maestro cordobés Acisclo Antonio Palomino de Castro y Velasco (1655-1726) y la he elegido porque será él mismo quien nos desvele su sentido.

Palomino pintó en 1705 esta gran composición y posteriormente, según era su costumbre, añadió su descripción (la obra teórica alegórica). Primero habla de porque elige el tema iconográfico del Triunfo de la Iglesia ajustándolo al espacio físico del templo donde se desarrolla: Dice: Siendo el instituto de este sagrado sitio cantar (se refiere al coro) alabanzas a el Creador en esta Militante Iglesia, en representación de las que perennemente cantan en la Triunfante los celestiales coros de los bienaventurados espíritus, pareció muy a propósito pintar en dicho sitio la Iglesia Militante, y la Triunfante: significando aquella la congregación, y unión de todos los fieles, que militan debajo de la bandera de Jesucristo.

Continúa Palomino en su texto desentrañando el porqué de cada uno de los elementos que constituyen el gran medio punto del coro empezando por la representación de la Iglesia Militante: ...y para cuya expresión se puso en la parte inferior de este sitio la Iglesia Militante sobre una hermosa carroza, con alusión a aquella misteriosa cuádriga de Zacarías; y está representada la Iglesia con una hermosa matrona, como esposa de Jesucristo, vestida de pontifical, con la tiara en la cabeza, y sobre ella el Espíritu Santo... Tiene en la mano el libro misterioso de los sellos; y sobre este libro está la custodia con el Sacramento de la Eucaristía, por estar representados en los siete Sellos los Misterios y Sacramentos de la Iglesia, y ser este el mayor, y el que por antonomasia se llama el Sacramento. En la otra mano tiene el estandarte de nuestra redención, que es la cruz... emanando de su costado los siete Sacramentos, que con los evangelios, y demás misterios, componen, y hermosean misticamente la iglesia católica, esposa dilectísima suya; y junto la cruz tiene un libro abierto, donde se leen estas palabras "Liber Generationis Iesu Christi", por ser con las que comienza el nuevo Testamento; y está sentada sobre una piedra cuadrada, como la ciudad santa de Jerusalen.

A un lado, en la parte superior, está la Verdad, con un sol en la mano, de cuyos rayos, y del Espíritu Santo, se ilumina. Y a el otro lado está el Doctor Angélico con la pluma en la mano, y un libro en la otra, mirándola con semblante grato, para enriquecerla, y adornarla con las preciosas joyas de su sabiduría, guarneciéndola con los incontrastables baluartes de su doctrina, y defendiéndola de sus enemigos con los fulminantes cañones de sus plumas.



Palomino, hará una descripción sobre algunas de las figuras alegóricas que aquí vamos a desarrollar. La primera sería la figura de la Verdad, de la que dice lo siguiente: Está representada en una hermosa doncella, aunque desnuda, honestada con algún velo; en la mano derecha tiene un sol, y con la otra un libro abierto, y una palma, y a los pies un globo terrestre. Represéntase desnuda, por denotar la sencillez y pureza de la verdad, sin artificio, ni ficción alguna; por lo cual dice Séneca que la verdad es una simple oración. Tiene el sol en la mano, así porque la verdad ama la luz, y la claridad; como porque mira a Dios, que es el verdadero sol, y es la misma verdad, como dijo Nuestro Señor Jesucristo.

El libro abierto demuestra las ciencias donde se estudia y acrisola la verdad, y la palma significa su fortaleza; porque sí como la palma no cede al peso, antes se opone a él, así la verdad no cede a su contrario; pues aunque muchos la impugne, siempre resplandece, y queda triunfante, como se ve en tantos invencibles mártires, que por defensa de la verdad evangélica han derramado su sangre, adornando con repetidas palmas, y laureolas la Militantes Iglesia. Tiene a sus pies el globo terrestre, así poque desprecia las cosas terrenas y caducas, por aspirar a las celestes y eternas, como por haber nacido de la tierra, según el Profeta Rey.

Palomino pasa a analizar a continuación las virtudes morales que se alzan en la parte delantera de la carroza y hace referencia a los curiosos animales que son atropellados por las ruedas, dejando su simbolismo para más adelante. Las virtudes que en esta parte se desarrollan son la Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, como raíz de las integrales, por cuyo medio destruye, y avasalla a los vicios, que en la parte inferior del carro van atropellados de sus ruedas, figurados en animales, que los simboliza.




Palomino sigue describiendo su obra y llega a la parte derecha de la composición del siguiente modo: Va llevado este carro de aquellos cuatro misteriosos caballos, de color vario, de la referida cuadriga, que es sentir de sagrados expositores, se entiende de los blancos, y negros, lo cual simboliza la sagrada religión de predicadores (dominicos, propietarios del templo), como lo aplica en el oficio de San Vicente Ferrer: significando también los cuatro Evangelistas sagrados, como partes tan integrales de esta mística esposa. Y hacia la proa del carro se miran las Virtudes Teologales más adelantadas, como que se encaminan directamente a Dios; y especialmente la Caridad, que es la que permanece en la patria, y la que guía, y dirige esta cuadriga, por ser la que encamina todas nuestras buenas obras al último y verdadero fin. Delante de estas se mira la Devoción, excitándolas a la del rosario, y la Esperanza está asida del que tiene en la mano el glorioso patriarca santo Domingo, señalando a la Virgen, de quien recibió este singular favor, animándolas para que por medio de la devoción del sagrado rosario aspiren los fieles de la Iglesia Militante, a lograr la suma felicidad de la bienaventuranza en la Jerusalen triunfante.

De igual modo que con las Virtudes Cardinales, Palomino hace una extensión del texto para las Teologales y la Devoción que a continuación reproducimos:

LA FE se representa en una hermosa doncella vestida de blanco, vendados los ojos, y con el cáliz en la mano derecha, un libro en la izquierda, y en acto de moverse con diligencia. Demuéstrase actuosa, y diligente, por denotar cuan necesario es el obrar junto con el creer. Pues como dice el apóstol Santiago, la Fe sin las obras está muerta y con ellas se vivifica y perfecciona. El cáliz se le puso por representación del Sacramento eucarístico, el cual es misterio de Fe, y por lo mismo tiene los ojos vendados, porque la Fe solo ha de creer, no ver, ni examinar, que eso no sería Fe, sino evidencia. Y el Libro cerrado demuestra la escritura sagrada, donde se encierran los misterios de la fe católica.

LA ESPERANZA es una hermosa doncella vestida de verde, coronada de flores de almendro, la mano derecha sobre el corazón, los ojos levantados al cielo, y en la mano siniestra una áncora. El vestido verde denota el verdor de las yerbas, que dan esperanza de las mieses, así como la flor del almendro anuncia también los frutos con más anticipación que otra. El áncora se le pone por ser instrumento de seguridad para obviar los accidentes que pueden perturbar la esperanza en la dilación del bien que se desea; por eso pone los ojos en el cielo, porque aquél es el sumo bien a que aspira, con los afectos de su corazón, significados por la mano en el pecho.

LA CARIDAD es una mujer vestida de rojo, que en la mano derecha, tiene un corazón ardiendo, y con la siniestra abraza a un chicuelo, y en la cabeza tiene una flama. La Caridad es un hábito de la voluntad infusa de Dios, que nos inclina a amarle, como a nuestro último fin, por si mismo, y al próximo por Dios, como a nosotros mismos. Y así el corazón ardiendo y la flama sobre la cabeza, demuestran el amor en Dios, y el abrazar al chicuelo el amor del prójimo, dirigido también a Dios, según lo que dijo Cristo Señor nuestro. El color rojo del vestido, por la semejanza con el color de la sangre, denota, que hasta la efusión de la sangre, y sacrificio de la vida, se ha de extender la verdadera caridad, según dijo el Apóstol.

LA DEVOCIÓN es una hermosa doncella modestamente vestida, hincada de rodillas, con una flama sobre la cabeza, y un rosario en la mano. Es la Devoción, según el Doctor Angélico (Santo Tomás de Aquino), una voluntad pronta, y dispuesta para obrar lo que sea del servicio de Dios. Por eso tiene la flama sobre la cabeza, porque todos sus pensamientos se dirigen a Dios, como la llama, que siempre se dirige a lo alto, y se pone de rodillas, por ser esta la postura más apta para los ejercicios de devoción, y asimismo con el rosario en la mano, por ser este en lo exterior el medio más significativo de la devoción.

 


Volviendo al extremo derecho de la composición concluye el autor que: Delante de este carro se miran atropelladas de los caballos tres figuras, que representan la ignorancia, el error, y la Herejía, que rabiosa se morderá las manos, viendo su ruina rasgados sus papeles, y los falsos dogmas de sus libros. La descripción de estas tres alegorías es la siguiente:

LA IGNORANCIA es una mujer con rostro deforme y carnoso, coronada de adormideras, caminando descalza en campo lleno de abrojos y espinas, vestida suntuosamente de oro y piedras preciosas, cuya moralidad se deja entender bastante.

EL ERROR es un hombre tosco en hábito de caminante o peregrino, vendados los ojos, tentando con un bordón para hallar el camino, Los ojos vendados demuestran ceguedad del entendimiento así como el bastón demuestra el sentido, con cuya guía, sin la dirección del discurso, es preciso caer en muchos errores.

LA HEREJÍA es una vieja seca y flaca, de espantoso aspecto, los cabellos de áspides enroscados, demostrando sus pensamientos nocivos, el pecho descubierto, las tetas pendientes, secas y arrugadas, incapaces de dar nutrimento saludable: tendrá en la mano siniestra un libro medio abierto, de donde se ven salir áspides; y con la mano derecha estará en acto de arrojar algunos, solicitando introducir sus infernales sectas. Y se advierte, que aunque en algunas de las sobredichas figuras morales, por causa de la composición del historiado, y de algunos actos que ejercitan, no se vean todos sus símbolos o insignias, teniendo algunas, se supone tener las demás que por la dicha razón se ocultan.

Para que la descripción de toda la parte baja de la composición del gran medio punto pictórico quede completa solamente resta contemplar los animales que bajo la Iglesia Militante se encuentran arroyados por el carro. Palomino los caracteriza de la siguiente manera:

 


LOS SIETE ANIMALES que simbolizan los vicios. Para la Soberbia, el pavo, para la Avaricia el lobo, para la Lujuria la cabra, para la Ira el oso, para la Gula el avestruz, para la Envidia el perro, y para la Pereza la tortuga.

 


A este cuadro del pintor clásico Palomino he querido añadir otro cuadro alegórico ahora de un pintor moderno del S. XX. El cuadro «Alegoría de la "civilización occidental"» del artista Dmitry Buyanov representa la trama alegórica en el estilo barroco, continúa la serie de pinturas del artista Buyanov titulada "El mundo de las civilizaciones". Es una pirámide de élite. Trata de transmitir las formas desarrolladas fisiológicamente de los personajes alegóricos en colores está interrelacionada con el cultivo y la deificación del culto del cuerpo, que es similar a la perfección del Creador Supremo. Bien familiarizados con la mitología y la herencia histórica de la civilización occidental. El cuadro contrasta con otro cuadro donde Dmitry representa el horror y la muerte, las plagas del holocausto.



 

Conclusión

La representación alegórica que hemos recogido al final pueden darnos las claves del porqué del ocaso de la civilización de Occidente. Occidente se levanto bajo los fundamentos de la fe defensora de la verdad y garante de los principios éticos y morales. Siguiendo la ultima alegoría pictórica que presentamos diríamos que la civilización de Occidente representado en ese carro, perdio los caballos, las ruedas y descarriló con sus jinetes. Sin Dios y sin verdad el ser humano queda a la deriva y termina cayendo por los suelos. Con la falta de fe el hombre pierde su fundamento, su esencia y su raiz (ruptura con su vínculo primordial). De ahí deriva la ruptura con los vínculos relacionales (amor, familia), ruptura con la verdad, pérdida de la libertad.  Se precisa de una antropología coherente con la fe, la dimensión antropológica debe ur acompañada de la dimensión teologal.

Con la perdida de la fe de la esperanza y la caridad el hombre cae en el obscurecimiento de la verdad, hasta el abismo del sinsentido y del vacío. A estas virtudes cardinales le siguen las virtudes morales prudencia, justicia, fortaleza y templanza que son también atropelladas. La pérdida de la fe se manifiesta por la pérdida de la devoción y lleva a la degeneración y degradación del hombre, a la ignorancia, el error y la herejía. Como signos de descomposición y degradación moral se ponen de manifiesto los vicios de la soberbia, la avaricia, la lujuria, la envidia.

No queremos caer en una lectura apocalíptica de la imposición y la victoria del mal sino al contrario en la importancia de revertir el sentido de la historia hacia una victoria de la verdad, el bien y la justicia. El ocaso puede y debe abrirnos a un nuevo crepúsculo, un nuevo amanecer. Hemos de despertarnos del letargo y del sueño de la noche para abrirnos al clrarear de un nuevo día, pertrechemonos con las armas de la luz (Rm 13, 11). 

Para ello hemos de esforzarnos para que el avance tecnológico se alinee con el verdadero progreso de la raza humana y el respeto por el planeta. Para que se de un verdadero progreso se debe incluir a todos los seres humanos, sin discriminación de nadie; el verdadero progreso debe tener en su corazón el bien de la humanidad y el bien de cada ser humano. Se debe respetar la dignidad de cada persona y se debe ser consciente de cuándo está interactuando con una máquina. La tecnología nunca debe usarse para explotar a las personas de ninguna manera, especialmente a aquellas que son más Vulnerable. La tecnología se debe utilizar para ayudar a las personas a desarrollar sus capacidades y para apoyar y salvaguardar y no destruir al planeta.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario