EL OCASO DE OCCIDENTE
“No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, nada valen sus caballos para la victoria ni por su gran ejército se salva. El Señor deshace los planes de las naciones, frusta los proyectos de los pueblos, pero el plan del Señor subsiste por siempre”. (Sal 32)
Introducción
El 14 de febrero se celebra la memoria de San Cirilo y San Metodio dos figuras gigantes de la evangelización y nombrados copatrones de Europa por el Santo Padre Juan Pablo II. Gran ha sido el legado de Occidente cuna de la civilización cristiana para la historia de la humanidad. Sin embargo en nuestros dias tambien somos consciente del languidecer de Occidente. Los modelos, paradigmas y cosmovisiones del pasdo parecen haber quedado trasnochados. La gran crisis que atravesamos permea todos los estratos y pareciera no tienen vigencia las instituciones que se habían mantenido firmes durantes siglos (la familia, la democracia, el Estado, la Iglesia)
Tambien somos conscientes de que la visión del hombre (concepción, cosmovision) que está en el origen de Occidente y que ha producido grandes civilizaciones, compatible con la imperfección humana estructural, no puede ni debe morir, porque tiene sus raíces en la verdad sobre el hombre.
En nuestra historia reciente encontramos dos concepciones
antropológicas predominantes, una en declive y otra emergente. Dos modelos con
dos concepciones contrapuestas. Cada vez se hace más evidente una visión contra
otra visión; un conjunto de problemas y soluciones por un lado, un conjunto de
problemas y soluciones radicalmente opuestos por el otro lado. (El humanismo y
el transhumanismo)
El modelo de Occidente bajo el que se levanto Europa y que
dio origen a las primeras democracias, respondía a una unidad de pensamiento
bajo un enfoque integral y holístico, se levanto con la base de un humanismo clásico que tenía una concepción unitaria
del hombre, unidad psicosomática que integraba su ser racional y espiritual.
Tras una sociedad teocrática donde el centro estaba en Dios, el nuevo humanismo proponía poner como centro al hombre. Europa fue la cuna de
un nuevo humanismo. Galileo, Descartes, Erasmo de Rotterdam fueron dando a luz
una concepción del hombre autónomo científico y tecnócrata, separado de su
relación con Dios y perdiendo la esencia de su ser. La famosa frase de
Nietzsche “Dios ha muerto” puso fin a la hegemonía de Dios y a “la concepción
del superhombre”.
A partir de entonces la concepción
del hombre se ha ido resquebrajando. El hombre científico y tecnócrata se
divide en conceptos plurales de lenguaje, historia, cultura, psicología cada
uno de los cuales corresponde una ciencia humana concreta. El hombre de las
ciencias humanas pierde la esencia de su ser y se diversifica según modos de
ser o proceder. Pertenece a una sociedad, una cultura, se inscribe en un
periodo histórico, se expresa por medio de un lenguaje. Lo que las ciencias
humanas toman en consideración no es el hombre sino sus productos, fruto de
determinaciones exteriores.
El paso del humanismo al
transhumanismo ha motivado el paso de la concepción unitaria del hombre
al hombre máquina, neuronal, neuro científico, robótico. Desde esta
perspectiva, todo el ser humano es modificable, no sólo a través de la
redefinición del sexo, sino también a través de todas las instancias
tecnomórficas.
En marzo de 2016 se habló mucho de la victoria que logró Alpha
Go el programa informático desarrollado pon una filial de Google Deep
Mind. Lo cierto es que puso un avance fundamental en los progresos de la IA,
inteligencia artificial, por que Alpha Go no se conforma con calcular
una infinidad de posiciones posibles sino que además desarrolla sus propias
intuiciones gracias a algoritmos que le permiten aprender a partir de sus
experiencias. El interrogante que planteaba el Deep Mind es la de los
límites de la inteligencia artificial de algoritmo en algoritmo ¿serán capaces
algún día los robots de pensar, de emocionarse, de crear?
Este artículo pretende profundizar y hacer ver el gran reto
que vivimos. Occidente hará bien en preguntarse si estamos viviendo el ocaso a un modelo antropológico, cultural
donde no esta solo en juego la concepción del hombre sino del estado y de la
sociedad. ¿A qué es debido este ocaso?, ¿Qué hemos de hacer ante la laceración
a la que lo somete el conflicto estridente e irreconciliable que se está
produciendo entre los dos modelos antropológicos? ¿Cuáles son los riesgos y
cómo responder a los daños cuando todas las tecnocertidumbres se hayan
derrumbado bajo la presión de la realidad y de esa naturaleza que tan
obstinadamente han negado? ¿Puede Europa solidaria con su rica tradición
humanística, ayudar a redescubrir la centralidad de la persona en este mundo
hipertecnológico?.
En mi blog darmarperegrino.com hay algunos artículos
relacionados:
Un nuevo humanismo, 21 diciembre 2021
Una nueva época, un nuevo orden, 9 enero 2022
El gran desafio, ante la gran crisis de nuestro tiempo, 6 mayo 2023
Para este artículo en lo que respecta a las implicaciones en el campo de la IA he utilizado también algunas publicaciones
del Centro de estudios del Vaticano junto con el documento “Rome call for IA
Ethics”
Una crisis mundial, un cambio épocal que responde a un
auténtico cambio de paradigma
Hoy vivimos en una gran encrucijada, un cambio épocal que ha
puesto en crisis las bases de nuestra humanidad. Estamos viviendo la mayor
crisis humanitaria desde la Segunda Guerra mundial, nos encontramos ante la
emergencia de uno de los dramas más grandes de nuestro tiempo el de la
marginación y exclusión social (crisis inmigratoria). La situación política
dominante del mundo occidental puede calificarse como “escepticismo
democrático”. La democracia está dando un paso atrás cuando propone una
política del bienestar y del bien vivir (well being) en lugar del bien
común, dando olvido al problema social central, la creciente desigualdad.
Frente a los populismos y autoritarismos quizás sea el momento de revalorizar
la idea del humanismo.
La democracia liberal está en crisis
porque ya no puede mediar en conflictos entre ciudadanos, que son cada vez
menos expresión de contrastes sociales, sino que están cada vez más vinculados
a diferencias culturales, éticas y religiosas. El populismo y el autoritarismo
hacen precario el sistema teórico liberal-democrático tradicional y solo un
nuevo proyecto educativo integral puede permitir que el sistema se regenere.
Lo que llama la atención es que esta crisis hoy no solo
afecte a las democracias recién formadas, aquellas de las que cabría esperar
que tropiecen en su camino, sino que atraviesa las democracias más maduras,
incluso las primeras democracias de la historia del mundo occidental. Quizás,
ser maduro significa estar enganchado, es decir, tener tanta fuerza y arraigo
en una idea de democracia que está menguando que ya no es capaz con
flexibilidad de afrontar los retos del presente.
Vivimos una crisis humanitaria,
de falta de solidaridad, de fraternidad, indiferencia. Hemos de salir de la parálisis
que provoca el miedo, sospecha, prejuicios. Hemos de superar las divisiones,
derribar los muros y cultivar el sueño de la unidad y la fraternidad universal.
No resignarnos frente a las divisiones del pasado. Se precisa la necesaria
purificación de la memoria histórica. Para reconciliarse es necesario
reconsiderar juntos su doloroso pasado y las heridas que desgraciadamente éste
sigue produciendo también hoy.
Hay fenómenos y orientaciones ideales que son cada vez más
ajenos a la fe cristiana, cada vez más distantes de ese humanismo cristiano
que, durante siglos, ha moldeado la familia y la sociedad, se ha vulnerado la
dignidad de las personas y sus derechos intangibles es, y están surgiendo
cuestiones cruciales para el presente y el futuro de nuestras sociedades.
El declive de Occidente
Queremos destacar sobre todo el paso de tres cosmovisiones: El
humanismo del renacimiento; El iluminismo. La ilustración. El liberalismo; El
post humanismo o trans humanismo.
El humanismo del renacimiento
La era de un nuevo humanismo trajo consigo un nuevo paradigma que supuso una nueva cosmovisión, que se etiqutaba con el nombre de "renacimiento". El humanismo fue al mismo tiempo un momento
de gran transformación y nuevos desafíos. La Iglesia sufre la oposición de la
contrarreforma protestante. La Iglesia vuelve a sentir la necesidad de una gran
reforma. La respuesta es el gran concilio de Trento. Otro desafío después de
descubrir el Nuevo Continente de América es precisamente la evangelización del
Nuevo Continente. Esta vez es la nueva era de la Nueva Misión y a su vez la sed
de poder y ambición del colonialismo. Se da el surgimiento de nuevas órdenes
religiosas, especialmente los jesuitas con la nueva imputación de la obra
misionera.
La Escuela de Salamanca que tuvio una participación activa en Trento (Fray Vitoria, Soto y otros) en su tiempo fue capaz de proponer un nuevo humanismo y poner las bases del derecho de gentes (derecho internacional) afirmando la plena dignidad del ser humno (de todos los hobres sea cual fuere su condición, raza o religion)
Durante quinientos años, el gobierno imperial de Roma había
asegurado un solo conjunto de leyes, una defensa común, y un nivel
extraordinario de civilización. Con la caída de Roma, fechada convencionalmente
en 476, el imperio romano se desintegró. Es lo que los historiadores han llamado la
Edad Oscura, nostalgia de la universalidad perdida floreció. La visión de la
armonía y la unidad se centró cada vez más en la Iglesia.
En esa cosmovisión, la cristiandad era una sola sociedad
administrada por dos autoridades complementarias: el gobierno civil, los
"sucesores del César" manteniendo el orden en la esfera temporal; y
la Iglesia, los “sucesores de Pedro” tendiendo a los principios universales y
absolutos de la salvación. Un pleno florecimiento del concepto medieval de
orden mundial se concibió solo brevemente con el aumento del príncipe de los
Habsburgo en el S. XVI, Carlos V (1500-1558); su gobierno también marcó el
comienzo de su decaimiento irrevocable.
Durante los S. XV, XVI y XVII la reforma protestante por un
lado y el renacimiento por otro inicia todo un cambio que después a partir del
s. XVIII con la revolución francesa y la ilustración y el despotismo ilustrado
acabarían por consolidar este nuevo paradigma. Bajo un gran clamor crítico de
necesidad de renovación y de hegemonía de la libertad y la razón, se alza así
un nuevo orden laical separado del orden divino, se pierde una concepción
religiosa y trascendente de la vida y se proponen nuevos principios éticos para
la educación y el progreso.
El iluminismo. La ilustración. El
liberalismo
Como haría en principio la reforma, la ilustración lleva a
cabo un gran asalto contra la cristiandad. Se radicaliza la autonomía del
pensamiento desmarcándose de los principios que había mantenido el
cristianismo. La razón se impone con audacia crítica relegando la esfera de lo
divino y poniendo al hombre como medida de todas las cosas. El nuevo paradigma
reclama una política sin derecho divino y una moral sin normas. Se establece
una civilización fundada en la idea del derecho y no del deber.
El cambio de paradigma que trae el liberalismo y la
secularización conlleva la paulatina descristianización de occidente y la nueva
paganización de los pueblos cristianos. El punto de partida es la concepción
del principio de realidad. Se parte del mundo visible y la medida de las cosas
del mundo se arreglan mirando al mundo y no mirando al cielo. El hombre debe
liberarse y no dejarse alienar por la religión a partir de las ideas promovidas
por los nuevos revolucionarios del pensamiento moderno: Freud, Nietche y Marx.
El mundo secular ha de construirse prescindiendo de Dios. La
hipótesis de un Dios Señor del cielo y tierra es innecesaria, perversa y
dañina. Se cae en un agnosticismo y se establece un orden temporal
prescindiendo de Dios exaltando el poderío del hombre. La insensatez del hombre
es tal que llega a creerse valer por sí mismo prescindiendo de Dios. Entre el
Reino de Dios y los reinos temporales se establece una franja infranqueable. La
hegemonía del orden y poder temporal se alza frente a toda injerencia de la
religión.
Cualquier sistema de orden mundial, para ser sostenible,
debe ser aceptado simplemente no solo por los líderes, sino también por los
ciudadanos. Debe reflejar dos verdades: orden y libertad. Orden sin libertad,
incluso si es sostenido por la exaltación momentánea, eventualmente crea su
propio contrapeso; sin embargo, la libertad no puede ser asegurada o sostenida
sin un marco de orden para mantener la paz. Orden y libertad, a veces descritos
como polos opuestos en el espectro de la experiencia, deberían entenderse como
interdependiente.
Eran los comienzos de un nuevo orden internacional más
pacífico. La humanidad se caracterizó por una " sociabilidad no social
" no distinta de la "tendencia" para unirse en la sociedad, sin
embargo, con una resistencia continua que amenaza constantemente para romper
esta sociedad. "El problema del orden, particularmente el orden
internacional, era el más difícil y el último en ser resuelto por la raza
humana.
El post humanismo. El trashumanismo
Con la postmodernidad podemos hablar de un nuevo paso (el
futurismo como primer movimiento artístico de Noveccento proponía una
revolución antropológica para crear el hombre nuevo de la modernidad que lo
identificaba con el triunfo de la máquina y de la técnica).
Hoy se ha extrapolado el poder de la ciencia y se ha perdido
la dimensión no solo trascendente sino de la alteridad. Con el post humanismo y transhumanismo vivimos la propuesta
de una transición radical. Se trata de alguna manera de una extinción de la
humanidad, al menos como nosotros la conocemos en favor de una nueva realidad y
un nuevo paradigma.
El post humanismo es la versión desacralizada y
democratizada que propone no el santo sino el superhombre (superman, iron
man). El post humanismo diluye la concepción del hombre como un ser
destinado a hibridarse y transformarse. No se pone límites ni de legalidad ni
de normativa sino que se da total vía libre a la biología, la técnica y la
ciencia para inventar cualquier tipo de ser con potencia sensorial y mental que
sea con plena salud sin límite de buscar su inmortalidad. (J. Habermas, Julian
y Aldous Huxley, Peter Sloterdijk, Sorgner, Peter Lang)
El transhumanismo como un
estadio de transición mantiene al menos cierta continuidad con algunas de las
aspiraciones tradicionales, aunque el hombre no sea el centro al menos la
centralidad de una vida con su capacidad de mutación, recombinación,
autoreplicación, autoensamblamiento. Esta tesis se sostiene desde el punto en
que el hombre es un ser en crecimiento y que hasta ahora no ha conseguido su
mejor expresión. El post humano es construido sobre la capacidad de reactivar
al interno del ser humano como si se tratase de ser de laboratorio activado por
un virus o una bacteria. (Nick
Bostrom, Stefan Lorenz Sogner, J. Harris, R. Kurzweil, Drexler)
Esta visión trans humana y post humana es sumamente utilitarística, tiende a la propia satisfacción ilimitada del placer, sofisticación de la salud, el bienestar (well being) y la felicidad sin normatividad ni referencia axiológica (Paradise engineering ) y el rechazo del sufrimiento y de la muerte. Se mueve sobre el sueño de la perfección y la inmortalidad desde un contexto meramente tecnocrático, individualista y biológico donde no se distingue los confines entre el hombre y la máquina. Se rompe radicalmente con la visión cristiana del hombre y la propia antropología cristiana. El hombre deja de ser un ser espiritual con dimensión trascendente, un espíritu encarnado (una unidad psicosomática). Se rompe el vínculo entre el cuerpo, la racionalidad y la libertad.
El progreso
del hombre deja de ser un progreso integral que va de la mano de una
sensibilidad moral. Los valores morales son rechazados porque limitan la
autonomía y el control y se propone un derecho fundamental de ser lo que quiera
y lo que pueda. Se habla de natalidad biológica, del cuerpo incluso el cerebro
como una entidad material (body building, cuerpo robotizado, cerebro
biológico). Se va más allá de la ideología de género, no existe más la
identidad sexual ni étnico cultural sino un programa biológico de múltiples
variaciones y combinaciones (ingienería genética). Se habla de sexo virtual o
una pareja virtual. La capacidad central es la de la programación e
información. La salvación o liberación del hombre no tiene más un origen
trascendente o político sino tecnológico. Se habla de una nueva religión
tecnocrática (una religión de la ciencia sin límites). Se pierde el plano
epistemológico y los límites quedan difusos entre lo real y lo ficticio, lo
efectivo y lo imaginario, lo real y lo virtual, la utopía y la distopia. Los
arquetipos del Cristo y del Anticristo se diluyen hasta el punto de la
semejanza.
Los movimientos del trans y post humano
conllevan una deshumanización, la humanidad queda gravemente debilitada.
El hombre queda reducido a un ser alienado, indiferenciado y homogeneizado con
la desaparición del alma, sin amor ni aspiración última (tan solo el sueño de
una liberación y perfección que busque la inmortalidad), sin responsabilidad ni
libre albedrío, nunca más sujeto de libertad, (sin alteridad ni
intersubjetividad, ni interioridad existencial) reducido a una pura perfecta y
eficiente funcionalidad. Se rompe con toda la tradición humanística (teleología
de la desencarnación). La ruptura de la naturaleza humana no es solo con la
ontología y la antropología tradicional sino con la ética y la moral. La
dicotomía entre perfección y transformación o entre desencarnación e
hibridación conlleva una homologación y una diversidad esfumada. Más que hablar
de un progreso o evolución sociocultural se habla de una evolución biológica,
tecnológica expuesta a la manipulación. La naturaleza humana no solo queda mutilada,
modificada o hibridada, sino negada.
El Occidente dividido y los dos modelos antropológicos
(Artículo, 6 de febrero de 2025, publicado por Aldo Rocco Vitale en Vatican News)
Occidente, como civilización en decadencia,
está cada vez más dividido y desgarrado: un bando contra el otro; una
visión contra otra visión; un conjunto de problemas y soluciones por un lado,
un conjunto de problemas y soluciones radicalmente opuestos por el otro lado.
Occidente, que muchos todavía intentan identificar e
imaginar como un corpus único, ha sido destrozado y fragmentado en su antigua
unidad, dividiéndose en dos grandes macroáreas metageográficas.
Occidente, que incluso para sus adversarios, como las
teocracias islámicas o el régimen chino, sigue teniendo su propia unidad, si lo
analizamos más de cerca, vemos que está
irremediablemente dividido en dos, a ambos lados del Atlántico, tanto en
el viejo continente como en el nuevo mundo.
La bipartición que caracteriza a Occidente hoy es la forma
más profunda y radical de descomposición de la unidad,
tanto que no sólo paraliza la acción al enfrentarse a lo que Occidente no es,
sino que también y sobre todo impide el pensamiento dentro de Occidente mismo.
En la historia de Occidente ha habido muchas y quizá
innumerables ocasiones de oposición, incluso violenta e incluso sangrienta,
pero nunca de forma tan extrema como para poner en tela de juicio a Occidente
como tal.
La línea de disyunción que ha dividido sustancialmente la
unidad original de Occidente pasa por la línea de falla, es decir, la línea de
profundidad, de la dimensión antropológica de referencia.
La manera de concebir al ser humano
constituye el corazón del problema y la causa primaria y directa de la actual
desintegración de Occidente.
Con el tiempo, especialmente en el último medio siglo, se
han ido consolidando dos modelos antropológicos que han ido definiendo cada vez
más su posición, creándose una separación cada vez más clara y delimitada entre
los partidarios del primero o del segundo.
A decir verdad, los dos modelos antropológicos, en la
dinámica evolutiva de su progresiva afirmación, no nacieron en paralelo, sino
uno después del otro y uno en ruptura con el otro, concretamente el segundo en
clara discontinuidad con el primero.
El primer modelo antropológico, que podría definirse
como “veraz”, considera que existe una dimensión constitutiva de la realidad
que es primordialmente humana y que no puede ser modificada ni anulada, ni
siquiera por la llegada de vicisitudes históricas, sociales, económicas o tecnológicas
líquidas.
Las consecuencias de tal enfoque son claras: creyendo que
existe una verdad normativa que rige la existencia y la naturaleza del hombre,
no todo está permitido ni es posible. Según esta perspectiva, por ejemplo, la
dicotomía sexual del ser humano sólo puede ser una expresión de su naturaleza
biológica, de su verdad corporal, de su normatividad estructural.
En este contexto, la naturaleza –no sólo en referencia a la
sexualidad– no puede ser contradicha ni negada porque representa el principio
común y universal inevitable que hace plausible la propia pensabilidad del
hombre según un orden racional, es decir, según el orden del ser.
Todas las demás dimensiones (económica, social, política,
científica, tecnológica, ética, jurídica) no pueden ignorar el reconocimiento
de tal fundamento y, por tanto, no pueden encontrarse en conflicto con esta
determinación originaria de la que la dignidad y la libertad del ser humano
reciben legitimidad concreta.
A la luz del primer modelo, en
definitiva, la dignidad y la libertad del ser humano están indisolublemente
ligadas a la naturaleza misma de la humanidad, que como tal es
indisponible –y por tanto universal– respecto de las instancias contingentes
que puedan llegar a determinarse a lo largo del tiempo.
El segundo modelo antropológico, que podría definirse como tecno-egomórfico, a diferencia del primero, considera que no existe una dimensión constitutiva que caracterice a lo humano y que el ser humano puede ser el Prometeo de sí mismo, creándose y recreándose según sus propios deseos individuales, según las necesidades histórico-sociales, según las posibilidades tecno-científicas, según las múltiples modalidades culturalmente experienciables.
Las consecuencias, también en este caso, son claras: si no existe una verdad constitutiva que encuentre su
fundamento en la normatividad del ser, todo aspecto de la realidad humana es
modificable y cosificable, maleable y disponible según la necesidad del momento
o la voluntad del individuo.
Desde esta perspectiva, todo el ser humano es modificable,
no sólo a través de la redefinición del sexo, sino también a través de todas
las instancias tecnomórficas que representan la columna vertebral de lo que hoy
se define más comúnmente como pensamiento transhumanista.
Como no existe una verdad que estructura la realidad humana,
toda la realidad se reduce a ser producto de las capacidades técnicas y de los
impulsos volitivos del sujeto individual.
Las diferencias son, pues, inevitables: si para el primer modelo la realidad está gobernada por el ser, es decir, por la naturaleza del hombre, para el segundo modelo es exactamente lo contrario, es decir, el ser humano está configurado por la realidad hecha a imagen y semejanza de la objetividad técnica y de la subjetividad deseante.
Si para el primer modelo la libertad adquiere sentido sólo
en el encuentro con los límites impuestos por la normatividad del ser, para el
segundo modelo la libertad es ausencia de límites, es más, se hace tangible
sólo en la superación de los límites eventual e injustamente impuestos por la
naturaleza.
Si en la perspectiva del primer modelo el ser humano integra
su propia dignidad sólo en el reconocimiento de su ser, en la perspectiva del
segundo modelo el ser humano no tiene una dignidad en sí misma considerada, ya
que la dignidad viene a coincidir con el beneficio, mayor o menor, que el ser
humano puede obtener de su actividad de modificación de la naturaleza y de su
propio ser.
Así pues, contrariamente a lo que común y erróneamente se
piensa, hoy en Occidente no hay cuestiones divisorias, pues si acaso hay
divisiones que cuestionan su propia existencia y visión del hombre.
En este escenario del primer modelo la familia, por ejemplo,
es una institución natural que no puede ser transformada en una unión monógama
entre un hombre y una mujer; para el segundo modelo, sin embargo, es un mero
producto histórico y social y habrá tantos tipos de familias como necesidades
de utilidad subjetiva que haya que alcanzar y satisfacer.
Según el primer modelo, la vida humana no puede sino
continuar inevitablemente desde la concepción hasta su fin natural, mientras
que según el segundo modelo, el hombre, a través de la propia tecnología, puede
decidir todos los aspectos de su vida: si darla a luz y cuándo, cómo sacarla a
la luz y, obviamente, si ponerle fin y cuándo, todo ello según la absoluta
discreción individual.
Las diferencias entre los dos modelos considerados también
inciden en la relación entre el Estado y el ciudadano.
Desde la perspectiva del primer modelo, el Estado debe estar
preordenado a la búsqueda del bien común y las leyes, decretos y sentencias que
se expidan y aprueben en su sistema no pueden oponerse a la normatividad del
ser humano y de la naturaleza sin correr el riesgo de encontrarse en
contradicción con su propia razón de ser; Desde la perspectiva del segundo
modelo, sin embargo, el Estado es sólo el instrumento ulterior y superior del
poder individual, en la medida en que debe ponerse al servicio de la satisfacción
de los deseos y voluntades individuales, incluso de aquellos que eventualmente
pueden encontrarse en contraste frontal con las determinaciones de la
naturaleza.
Con suficiente certeza, pues, incluso al final de este breve
recorrido, parece claro que la cultura occidental está hoy irremediablemente
bifurcada según los dos modelos antropológicos antes mencionados, que son total
e irremediablemente incompatibles entre sí.
En esta situación, cualquier intento de buscar
compatibilidades o puntos de unión no sólo es irreal, sino también vano y
contrario a la lógica que preside los dos modelos mencionados, cada uno en su
particularidad.
Aunque, sin embargo, el segundo modelo parece más fuerte,
por estar decididamente más extendido y ser más ampliamente compartido por
sectores cada vez más amplios de la población y de la clase intelectual,
mientras que el primer modelo parece acurrucarse silenciosamente en pequeños
bolsones culturales independientes, ajenos y opuestos al pensamiento dominante,
el segundo es precisamente el modelo que tendrá una vida más corta y por al
menos tres razones principales.
En primer lugar: sin el anclaje del ser, o incluso
contra el ser, la acción humana, tarde o temprano, se transforma en acción
contra lo humano, como lo ha demostrado ampliamente la historia durante el
siglo XX, revelando el principio universal según el cual la humanidad, para
seguir siendo ella misma, debe pensarse inscrita en los límites que la
naturaleza le ha puesto.
En segundo lugar: desde un punto de vista social y
político, el segundo modelo, aunque más seductor, también porque a menudo se
apoya en argumentos fascinantes relacionados con la promesa de una mayor
prosperidad –no sólo material– individual y colectiva, no podrá mantener sus
promesas sin contradecirse, sin revelar, es decir, su lado oscuro, es decir, su
destino a convertirse en algo profunda y radicalmente antihumano, minando
precisamente esa estabilidad y ese bienestar que había asegurado poder
garantizar, como sucede, y ha sucedido, en todo contexto en el que la humanidad
del hombre ha sido cuestionada o directamente dañada.
En tercer lugar, a diferencia del primer modelo que
es descriptivo, el segundo modelo es imperativo y prescriptivo, queriendo por
todos los medios asegurar a la humanidad que sólo a través de sus propuestas es
posible alcanzar un futuro mejor. El segundo modelo, en definitiva, se presenta
como una verdadera forma de tecnoescatología que pretende convertir a la
humanidad al devenir ilimitado y a la salvación mediante el progreso técnico
constante.
Éste es el punto de mayor fragilidad del segundo modelo:
todas las escatologías seculares que han tenido su papel en la historia
–incluso durante largos períodos– han terminado aplastadas bajo el peso de su
propia inconsistencia ideológica.
Antes de que esto ocurra, sin embargo, seguramente tendrán
que pasar muchas décadas, y es por eso que Occidente haría bien en preguntarse
qué hacer, no ahora ante la laceración a la que lo somete el conflicto
estridente e irreconciliable que se está produciendo entre los dos modelos
antropológicos aquí sumariamente descritos, sino en el futuro, suponiendo
siempre que todavía haya margen para remediar los daños producidos mientras
tanto, cuando todas las tecnocertidumbres se hayan derrumbado bajo la presión de
la realidad y de esa naturaleza que tan obstinadamente han negado.
El suicidio de Occidente
(Intervención de Domenico Airoma en la Conferencia El
Suicidio de Occidente, celebrada el 31 de enero de 2023 en el Senado de la
República y publicada el 1 de febrero de 2024)
Es importante hacer unas premisas, como hubiera querido
Giovanni Cantoni, el fundador de Alleanza Cattolica.
La primera premisa se refiere a la noción de
Occidente. Occidente, como Europa, no puede reducirse a una ubicación
geográfica, sino que identifica un hábitat cultural que, en algún lugar, también
ha producido una civilización.
Occidente es, en particular, el hábitat que se formó al
reunir tres lugares geográficos pero sobre todo ideales: Atenas, Roma y
Jerusalén, lo que contribuyó a desarrollar una visión del hombre, una
antropología, con todo lo que ello conlleva. Occidente es, por tanto, nuestra
patria cultural.
La segunda premisa se refiere a la noción de suicidio tal como se aplica en Occidente. La patria no puede morir, aunque sea una patria cultural. ¿Qué es entonces lo que está muriendo? Una antigua civilización que ha perdido su relvancia y su poder (falso Oeste).
Esa identidad artificial impuesta por una concepción del
hombre nacida en el propio Occidente, con el objetivo de excluir lo sagrado del
horizonte terrenal y construir un mundo nuevo con un cielo cerrado, está
muriendo.
Y se trata de una muerte por
implosión más que por agresión de los enemigos externos, aunque estos no
faltan y no dejan de denunciar el odio común contra Occidente, el verdadero
pegamento de la " guerra mundial a trozos ".
La tercera premisa se refiere a las causas de la
implosión. Hay dos lecturas que compiten en este punto; Dos claves de
comprensión que conducen a dos perspectivas operativas antitéticas. De un lado
está el Occidente relativista y secularizado, hegemónico en la academia y en
las instituciones supranacionales, así como en los principales medios de
comunicación y circuitos intelectuales, que, negándose a hacer un sano examen
de conciencia sobre las causas de la implosión, identifica en la patria que no
muere al verdadero responsable del fracaso, intentando así borrarla
definitivamente, golpeando, en particular, a quienes transmiten su cultura y
memoria, descalificándolos moralmente incluso antes que socialmente.
Al negarse a llegar a las raíces de lo que Alexander
Solzhenitsyn llamó proféticamente el error de Occidente
, los epígonos de esta falsificación antropológica son prisioneros de la
necesidad de soñar siempre con nuevas fronteras de salvación, en un juego de
relanzamiento donde lo que está en juego es la humanidad y su destino, no sólo
terrenal.
Por otra parte, pero siempre en este Occidente, hay quienes,
desafiando el telón ideológico, las costumbres dominantes y los muchos,
insospechados, vopos de una sociedad cada vez más totalitaria, comienzan a
abrir los ojos a la realidad y a darse cuenta de los muchos fracasos de un
hombre que pretendió ser Dios y que hoy pretende superar lo humano como límite
último.
Dicho esto, el panorama se vuelve un poco más claro, así
como el horizonte operativo. Una cosa debe quedar clara: no estamos aquí para
pronunciar un triste discurso fúnebre.
No estamos aquí ni siquiera para una mera operación
retrospectiva de los daños causados por una
antropología secularizada y relativista, desesperanzada incluso bajo el
dorado superficial de una técnica que promete transformar los deseos en
derechos.
No estamos aquí para inclinarnos ante un mundo moribundo que
no es nuestra patria, sino para liberar nuestra
verdadera patria de quienes han usurpado su nombre y representación.
Somos conscientes de que la crisis
es secular y profunda y que no ha perdonado a nadie, ni siquiera a la
Iglesia, en la medida en que el Cuerpo Místico de Cristo toca la tierra y tiene
que ver con este mundo. Así como somos conscientes de que en este cambio de
época la alternativa, como advertía Giovanni Cantoni, es o total y diametral, o
acaba siendo otro matiz más de rendición.
Finalmente, somos conscientes de que la visión del hombre
que está en el origen de Occidente y que ha producido grandes civilizaciones,
compatible con la imperfección humana estructural, no puede morir, porque tiene
sus raíces en la verdad sobre el hombre.
Y por eso estamos aquí para inclinarnos
sobre el hombre herido por las heridas que le ha infligido este falso Occidente
que agoniza, para despertar en él la nostalgia de un futuro que sólo
depende de nosotros. Porque si bien es cierto que debemos entender a quién le
estamos hablando y en qué condiciones se encuentra, es igualmente cierto que
nunca debemos perder de vista qué le estamos diciendo y por que, es decir, con
qué propósito.
Es hora de la reconstrucción;
un tiempo que exige el ejercicio de una virtud particular, la de la paciencia
histórica. La de aquellos que son capaces de vislumbrar y hacer vislumbrar
-primero con su propio ejemplo- la luz viva del alba en la melancolía del
crepúsculo.
Es un acto de justicia que debemos a nuestros padres, pero
sobre todo a nuestros hijos. Convencidos de que, como recordó Rosario Livatino
al concluir su conferencia sobre “Fe y Derecho”, “el acto supremo de justicia
es necesariamente el acto supremo de amor si es verdadera justicia, y viceversa
si es amor auténtico”.
Desde estas reflexiones quiero pasar a analizar uno de los temas más controvertidos de nuestros días, el marco de la inteligencia artificial IA. En este tema queda de relevancia la imortancia del modelo paradigmáico que utilicemos para ver las implicacioes tan fuertes en nuestra sociedad y nuestro mundo actual.
Implicaciones en el mundo actual
Como hemos visto la crisis antropológica (cosmovisión del
hombre) tiene mucho que ver con la gran crisis social, cultural, económica, política
que afecta a todo el orden mundial. Ya había dicho el Papa Benedicto que la
crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a
encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias
positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en
ocasión para discernir y proyectar de un modo nuevo. De la misma manera el Papa
Francisco en el mensaje del para recibir el 2025 dijo: "Pido un compromiso
firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana, desde la
concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia
vida y mirar al futuro con esperanza".
Podríamos hacer mención de tantas implicaciones, de la creciente
crisis política, de la crisis inmigratoria, de la irrumpción de grupos de
radicalismos y totalitarismos por los líder que gobiernan nuestro mundo, buscando
nuevos bloques de poder, la hegemonía de los nuevos centros de poder, donde
parece primar la economía del tener y ambicionar de unos por encima del ser y
del respeto a la dignidad de las personas ocasionando que cada vez más queden descartados y excluidos.
La crisis que vivimos en Europa deja al desnudo el ocaso de occidente y el desmoronamiento de las bases que mantenían firme todo el edificio colectivo. la pérdida de valores y referencias dejan ver la magnitud de la gran crisis económica, social, política que vivimos (asalto a las democracias) Se pone en evidencia la falta de respuesta a tantos desafíos consecuencia de la falta de valores, de tantas conflictos bélicos, del absurdo de la guerra de Ucrania o la de Israel en Gaza. Europa y occidente ha dejado de ser referente para otros, ha perdido el tren tecnoógico y se ha conformado con consumir. La gran debilidad de la Unión Europea es que se ha mermado tal unión. Solamente recobrando unfuerte sentido de unidadentre los paises miembros liderados por una cabeza que pueda toar decisiones amparado por esta unidad Europa puede recobrar la hegemonía perdida buscando el bien común y la defensa de los derechos humanos. No pueden privar solo los intereses económicos sino sobre todo un status que garantice la paz y la justicia no solo para Europa sino para el mundo. Hoy emergen con fuerza las grandes potencias que quieren dominar el mudo. EEUU, China, Rusia, India, etc han tomado la delantera. Regímenes autoritarios que recuerdan los imperialismos del pasado con líderes como Putin, Trump, Xi Jinping, parecen tener el control del nuevo orden mundial. La tecnología y el hombre tecnócrata parece poner en el horizonte, que el desarrollo tecnológico sera lo que salve el mundo. Se deja ver cada vez más que una tecnología que no se ponga al servicio del hombre y de la humanidad, derivará en tener graves consecuencias.
Tan solo como muestra de esta gran crisis ponemos sobre el
tapete toda la incertidumbre de los retos y desafíos de la inteligencia
artificial (IA)
La inteligencia artificial (IA) : desafios y límites
(Artículo publicado por Francisco Abbate, 4 de febrero de
2025, Vatican News)
Antes de entrar en la necesidad de un marco legal es bueno aclarar algunos conceptos. ¿Qué es la inteligencia artificial? El término “ Inteligencia
Artificial ” fue utilizado por primera vez en 1956 por el matemático
estadounidense John MacCarthy para indicar la capacidad de las máquinas de
realizar acciones o llevar a cabo tareas que, si fueran realizadas por seres
humanos, requerirían inteligencia.
Actualmente no existe una definición universalmente aceptada
del mismo, pero, según la OCDE, un sistema de inteligencia artificial es " todo
modelo de implementación basado en "una máquina" capaz de
"deducir de los input que recibe", gracias a la implementación de
sofisticadas capacidades adaptativas con diferentes niveles de autonomía, una
serie de datos procesables destinados a generar diversos "outputs"
(como, por ejemplo, "previsiones, recomendaciones, contenidos,
decisiones", etc.), susceptibles de influir en "entornos físicos o
virtuales", teniendo en cuenta un "conjunto de objetivos explícitos o
implícitos" perseguidos concretamente, según sean programados directamente
por un desarrollador humano, o definidos mediante el uso de técnicas de
autoaprendizaje algorítmico".
La presente descripción ha sido desarrollada con el objetivo
de asegurar el consenso más amplio posible sobre una orgánica compartida
de los sistemas de Inteligencia Artificial (abreviada con el acrónimo italiano
IA o en inglés AI) que actúe como un marco de referencia básico
indispensable para permitir a los Estados legislar adecuadamente en la materia.
Los sistemas basados en
IA pueden consistir únicamente en software que opera en el
mundo virtual (como asistentes de voz, software de análisis de
imágenes, motores de búsqueda,
sistemas de reconocimiento de voz y facial) o estar integrados en dispositivos
de hardware dedicados (por ejemplo, robots capaces de reconocer comandos de
voz, automóviles autónomos,
drones o aplicaciones de Internet de las cosas).
Se sabe que la inteligencia artificial se utiliza cada vez
más tanto en el sector privado como en el público, influyendo cada vez más en
nuestra vida diaria.
Esto también es motivo de preocupación para algunos, ya que
se considera el fin del control humano sobre las máquinas; Por otros, en
cambio, de forma diametralmente opuesta, como una evolución tecnológica más que
ayudará a la humanidad a afrontar nuevos desafíos.
No es éste el lugar para establecer cuál de las dos
representaciones se acerca más a la realidad, que de todos modos está en curso.
Sin embargo, las preocupaciones legítimas sobre el impacto
de la IA en los derechos están creciendo y merecen la debida atención.
Veamos cuál es el marco legal actual.
El 1 de agosto de 2024 entró en vigor el Reglamento del Parlamento Europeo (UE) 2024/1689 y del Consejo (publicado en el Diario Oficial de la UE el 12/07/2024), por el que se establece un marco armonizado para el desarrollo, la comercialización, la puesta en servicio y la utilización de sistemas de la inteligencia artificial (IA) en la Unión Europea.
En esencia, integra y modifica varios reglamentos y
directivas anteriores, para garantizar que la IA se utilice de acuerdo con los
valores fundamentales de la Unión Europea, promoviendo una tecnología centrada en el
ser humano, fiable y segura, garantizando al mismo tiempo un alto nivel de
protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales consagrados
en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, como la
democracia, el Estado de Derecho y la sostenibilidad medioambiental.
El ámbito de aplicación coincide con el territorio de la
Unión Europea, con algunas excepciones, como los sistemas de IA destinados a
fines militares, de investigación y desarrollo y científicos.
El objetivo de este Reglamento es mejorar el funcionamiento
del mercado interior estableciendo un marco jurídico uniforme sobre los
aspectos mencionados anteriormente, también con el fin de garantizar la libre
circulación transfronteriza de bienes y servicios basados en IA, evitando así que los Estados miembros impongan restricciones a su
desarrollo, así como a su comercialización y uso.
Anteriormente, la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE
(FRA), conocida por brindar asesoramiento independiente a las instituciones de
la UE y a los gobiernos nacionales sobre derechos fundamentales, realizó
investigaciones de campo en cinco Estados miembros de la UE: Estonia,
Finlandia, Francia, Países Bajos y España, y emitió dictámenes.
En particular, la agencia considera que es necesario que el
legislador de la UE y los Estados miembros, actuando en el marco del Derecho de
la UE, garanticen que los derechos fundamentales, consagrados en la Carta y
los Tratados de la Unión Europea, se respeten plenamente mediante políticas y
leyes complementarias pertinentes. Al hacerlo, la UE y sus Estados miembros
deberían evaluar primero el impacto de la IA en los derechos fundamentales para
garantizar que cualquier restricción a éstos respete los principios de
necesidad y proporcionalidad.
Las “evaluaciones de impacto” , que
deberían adoptar tanto las empresas como las administraciones públicas,
deberían abarcar toda la gama de derechos fundamentales y sus conclusiones
deberían ser transparentes y accesibles para todos, a fin de mitigar cualquier
riesgo de impacto negativo.
Con el mismo propósito, la Agencia cree que la UE y los
Estados miembros deben garantizar la existencia de sistemas de rendición de
cuentas eficaces para supervisar y, en caso necesario, adoptar medidas para
abordar cualquier impacto negativo en el sistema de derechos
fundamentales.
Sin embargo, frente a una legislación europea destinada
principalmente a regular el diseño y la comercialización de sistemas de
inteligencia artificial, es decir, los aspectos productivos y comerciales, el
Parlamento está examinando el proyecto de ley n.º 1146 presentado por el
Presidente del Consejo de Ministros y el Ministro de Justicia sobre
disposiciones y delegaciones al Gobierno en la materia, con un alcance mucho
más amplio.
Este proyecto de ley dicta de hecho los principios, fines y
objetivos generales en el campo de la inteligencia artificial, regulando luego
su uso en una amplia gama de sectores.
En particular, uno de los principales objetivos es
equilibrar oportunidades y riesgos, estableciendo principios y disposiciones
sectoriales que, por una parte, estén dirigidos a promover el uso de las nuevas
tecnologías para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y la
cohesión social y, por otra, aporten soluciones de gestión de riesgos basadas
en una visión antropocéntrica.
En esta perspectiva, la tarea del legislador nacional es
cuidar estos aspectos en armonía con la reglamentación europea, definiendo
también una gradación de los riesgos ligados al uso de la inteligencia
artificial, con una calificación específica (definiéndolos así como
inaceptables, elevados, limitados y mínimos), y vinculándolos a
responsabilidades proporcionales, estableciendo simultáneamente prohibiciones
adecuadas.
En el texto sometido a examen parlamentario se presta
especial atención a la protección de los derechos fundamentales, la democracia,
el Estado de derecho y la sostenibilidad medioambiental, promoviendo al mismo
tiempo la innovación para el bienestar colectivo, como se desprende de la
exposición de motivos del proyecto de ley.
También merece especial mención el interés por la llamada “sostenibilidad
digital” , principio según el cual el desarrollo y la aplicación de
modelos de inteligencia artificial deben realizarse en el respeto de la
autonomía humana y del poder de decisión, la prevención de daños, su
inteligibilidad y la ausencia de perjuicio para la vida democrática del país y
sus instituciones.
El texto también destaca principios destinados a proteger el
respeto de los derechos fundamentales, como la privacidad, la accesibilidad a
todos y la máxima inclusión, la igualdad de género y la prohibición de
cualquier forma de discriminación.
En la esperanza de concluir el proceso legislativo en poco
tiempo, no podemos ignorar el enorme potencial que tiene la aplicación de la
inteligencia artificial, no sólo en los sectores privados, sino también en la
administración pública.
En cuanto a los campos de aplicación actuales, ahora se sabe
que, además del sector privado, la inteligencia artificial también representa
un área con enorme potencial en la administración pública.
A través de sistemas de inteligencia artificial existe la
posibilidad de automatizar actividades administrativas rutinarias y
repetitivas, liberando así a los empleados públicos de tareas “mecánicas” y
poco gratificantes.
Piense en sistemas de aprendizaje automático que
puedan escanear, catalogar y archivar documentos automáticamente, sin necesidad
de intervención humana, permitiendo así a los empleados ahorrar tiempo que
puede reutilizarse en otras actividades, quizás creativas.
Además, la posibilidad de procesar grandes cantidades de
datos puede llevar al desarrollo de análisis predictivos capaces de optimizar
los procesos de toma de decisiones.
Pensemos en el sector de la salud, donde el uso de
plataformas de IA avanzadas permite la identificación temprana de brotes
potenciales para posibilitar la implementación de políticas de salud preventiva
más efectivas y, en general, puede mejorar el diagnóstico y la atención
mediante la extracción, integración e interoperabilidad de datos clínicos y
científicos.
De igual modo, esto podría hacerse mediante el análisis de
datos sobre degradación urbana y redes de infraestructura para optimizar las
intervenciones de mantenimiento y ubicarlas de manera útil en el tiempo.
En muchos casos, la elaboración de perfiles de usuario nos
permitirá ofrecer servicios a medida de los ciudadanos, con un análisis
predictivo de necesidades y el envío de recordatorios de necesidades o plazos,
incluso vía app o asistentes virtuales, permitiendo así optimizar tiempos y
costes, en máximo beneficio de los usuarios.
Actualmente, varias administraciones están experimentando
con el uso de estos sistemas para agilizar trámites y reducir los tiempos de
espera desarrollando también aplicaciones para solicitar información y realizar
pagos (los llamados “ tótems digitales ”).
Sin embargo, para aprovechar al máximo el potencial de la IA
en la Administración Pública, es necesario un fuerte cambio cultural,
acompañado de una formación adecuada que involucre a todos los niveles de la
organización.
Por lo tanto, debemos estar preparados para adoptar un enfoque crítico y
consciente en el uso de las tecnologías de IA, evaluando tanto su potencial
como sus riesgos.
Alejándose de estas reflexiones, pero permaneciendo aún
dentro del ámbito institucional, es natural preguntarse cuáles son las
posibilidades y usos de la IA en los procedimientos y decisiones judiciales, es
decir, la llamada “ justicia predictiva ”.
Al respecto, debe recordarse que una decisión judicial se
origina esencialmente de una selección y reconstrucción de hechos relevantes
por parte del juez, con la interpretación y aplicación de las disposiciones
legales pertinentes.
En consecuencia, por su propia naturaleza, la decisión del
juez es una de las menos adecuadas para la replicación de factores causales
precisos, que varían para cada disposición judicial individual y que involucran
múltiples factores (jurídicos, económicos, sociales, etc.), y tampoco es
fácilmente factible la creación de "modelos de razonamiento
judicial".
Las estadísticas que se pueden examinar sobre las decisiones judiciales, cualquiera que sea su consideración, a nivel nacional o a nivel de distrito o de distrito, referidas a decisiones individuales, dada la singularidad de la decisión, no se prestan a la "universalización".
El aprendizaje automático, por tanto, no parece
capaz de proporcionar una interpretación que pueda explicar el razonamiento del
juez, ya que actualmente todavía no es capaz de obtener resultados fiables
sobre la "predictibilidad del contenido" de las disposiciones judiciales.
Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, la IA aplicada a
los procedimientos judiciales ofrece importantes oportunidades.
Hay una serie de actividades colaterales o instrumentales a
las decisiones judiciales que pueden mejorarse a través de dichos sistemas,
como la lectura rápida de dispositivos, la transcripción fonológica automática,
la clasificación de los recursos por materia, el envío automático a los
registros competentes, la selección de las interceptaciones penalmente
relevantes con depuración automática de las estrictamente personales.
Se podría prestar un enorme apoyo a las actividades que
requieran un simple tratamiento de datos o meros cálculos matemáticos para
determinados actos o fases de los procedimientos de ejecución, medidas
cautelares, planes de distribución, en lo que respecta a la actividad judicial
civil.
Las aplicaciones en el sector penal podrían ser igualmente
numerosas: se podría pensar en una aplicación que permitiera distribuir la
carga de audiencia en función del posible plazo de prescripción del delito; o a
las decisiones de los magistrados de vigilancia que se refieran únicamente a la
duración de la pena o a las fechas de puesta en libertad; Del mismo modo,
podrían ser de gran utilidad sistemas de aprendizaje automático capaces
de realizar cálculos inmediatos sobre las órdenes de ejecución de las sentencias,
y estos podrían aparecer, previa validación por parte del Ministerio Fiscal,
directamente en los terminales de las fuerzas policiales encargadas de
notificar y ejecutar la orden, quizás incluso con alertas destacando el plazo
de prescripción de la pena.
En conclusión, el uso de sistemas de
IA deberá ser coherente con criterios de seguridad precisos, algunos de los
cuales ya han sido esbozados por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE,
y otros en función de las necesidades progresivamente identificadas, poniendo
siempre el foco en el respeto de los derechos fundamentales, el riesgo de
discriminación y el riesgo de ciberataques.
También hay que considerar que dada su complejidad y sus
raíces científico-matemáticas, se deben poner límites a la IA, teniendo en
cuenta que por sí sola es en todo caso inadecuada para tomar decisiones que
requieren una valoración discrecional y una sabiduría propia del ser humano,
que no puede ni debe abdicar de su papel orientador y de su conciencia crítica;
Tampoco será posible ignorar un uso éticamente aceptable de tales sistemas;
Tampoco será posible ignorar las emociones y la intuición que ninguna máquina
podrá replicar.
Debemos ser cautelosos y evitar
cualquier prejuicio sobre los nuevos sistemas de IA, ya que cualquier riesgo
estará relacionado no con el sistema en sí, sino con la forma en que los
humanos lo utilizan.
IA: Monseñor Paglia insta a despertar el humanismo
europeo
(Artículo publicado por Delphine Allaire - Vatican News, Ciudad del
Vaticano)
El presidente de la Academia para la Vida, presente en París
en la cumbre sobre Inteligencia Artificial que reúne a expertos en el campo de
las nuevas tecnologías, recuerda el compromiso de la Santa Sede con el Rome
Call for IA Ethichs y subraya la urgencia de «ampliar la conciencia sobre
esta nueva frontera que puede transformar incluso lo humano» y pide a Europa
que «con su tradición humanística, ayude a redescubrir la centralidad de la
persona en este mundo hipertecnológico».
Además del ya importante magisterio del Papa sobre la
Inteligencia Artificial, desde hace varios años la Pontificia Academia para la
Vida reflexiona también sobre esta revolución tecnológica cuyas oportunidades,
pero también riesgos, son evidentes. De este interés ha surgido la relación y
colaboración entre el presidente de Microsoft, Bras Smith, y el presidente de
la PAV, monseñor Vincenzo Paglia.
El mismo prelado lo explica a los medios vaticanos, mientras se encuentra en París para asistir los días 10 y 11 de febrero a una Cumbre sobre la IA que reúne a un millar de personalidades influyentes en este ámbito. Copresidido con la India, el encuentro internacional pretende definir las bases para una gobernanza global de la Inteligencia Artificial.
Mons Paglia es portavoz de
la visión ética de la Iglesia sobre el tema, en particular de su reflexión
sobre los límites, a menudo imprecisos, entre las máquinas y los seres humanos.
Este es precisamente el enfoque del Rome Call for IA Ethics, un acuerdo firmado
en Roma el 28 de febrero de 2020, bajo el patrocinio de la Academia para la
Vida, por Microsoft, IBM, la FAO y el gobierno italiano. En cinco años, otros muchos
signatarios se han sumado al texto, así como dieciséis representantes de
distintas religiones reunidos junto al Memorial de la Paz en Hiroshima (Japón)
el 10 de julio de 2024, la empresa californiana Cisco o la Iglesia de
Inglaterra.
Las nuevas tecnologías, especialmente las que rigen la IA, han hecho un progreso gigantesco en comparación con hace sólo cinco años, cuando el tema era sólo para unos pocos especialistas. Hoy en día, el desarrollo de la Inteligencia Artificial es de dominio público, ampliamente público. Con razón, porque las nuevas tecnologías han invadido ya todos los ámbitos de la vida, ya no están relegadas a los grandes lugares de Seattle, China o Bangalore, sino que se han convertido en una preocupación generalizada. En este sentido, es necesario que todo el mundo tome conciencia de esta nueva frontera. Algo parecido a lo que ocurrió en el pasado, que pasaron décadas antes de que tomáramos conciencia de que el problema del clima nos concierne. Tuvimos que esperar años para que el mundo se reuniera en París, para que los gobiernos se pusieran de acuerdo, para establecer algunas reglas climáticas.
Hoy necesitamos urgentemente concienciar sobre esta nueva frontera que puede transformar incluso lo humano de una manera radical, ya que podemos crear seres humanos a voluntad, podemos incluso modificar el genoma. En otras palabras, la Inteligencia Artificial debe ser esa frontera que, de alguna manera, debe ser asumida y gobernada por todas las instituciones de la sociedad. El gran reto es, de hecho, gobernar la tecnología, humanizar la tecnología, evitar que la tecnología gobierne lo humano, es decir, que nosotros tecnologicemos lo humano.
Para ello es necesaria una nueva toma de conciencia por parte de la cultura
general, por parte de todas las instituciones, para que finalmente lleguemos a
reglas compartidas. Europa ya ha dado este último paso, pero sin la implicación
directa de la política y de las grandes empresas e industrias tecnológicas. Las
normas escritas sin su participación tienen poco sentido y poco valor.
La Inteligencia Artificial es una oportunidad, pero con
riesgo de esclavitud
(Nota sobre la relación entre Inteligencia Artificial e
Inteligencia Humana publicada por los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y
para la Cultura y la Educación Santa Sede 28/01/2025)
Existe el famoso dicho de que Estados Unidos crea, China copia, Europa hace las reglas. Pues bien, como Europa también debemos crear, y éste es un reto enorme porque los campos de aplicación son gigantescos: la guerra, la medicina, la cirugía, la educación -y aquí abrimos un campo enorme en la educación de los jóvenes- hasta el campo de las grandes industrias. Por no hablar de la nueva frontera del espacio, que también será gigantesca... Espero que París forme parte de esta gran movilización para que todos juntos -las diferentes ciencias, las diferentes instituciones (incluida la Iglesia), las diferentes religiones- podamos avanzar hacia la humanización de la tecnología. Que la tecnología esté al servicio de un desarrollo humano digno e igual para todos; un desequilibrio tecnológico que afecte a las raíces de la sociedad puede crear conflictos quizá peores que los nucleares.
Explica Mons. Paglia: como representante de la Academia Pontificia para la Vida,
se dirigió personalmente a mí el sucesor de Bill Gates, quien, preocupado por
los desarrollos positivos, pero también terribles de estas nuevas tecnologías,
me pidió que participara en todos sus trabajos. De ahí nació la idea en
2019 de redactar una carta ética, pedagógica y jurídica para regular los
desarrollos de la Inteligencia Artificial. El resultado fue el Rome Call for IA
Ethics, firmado el 28 de enero de 2020. Incluso el Papa habló en esa ocasión.
La Carta sufrió los retrasos de Covid, pero no se detuvo y se convirtió en un
texto firmado por todas las religiones el año pasado en Hiroshima, por 200
universidades latinoamericanas, por otras universidades del mundo y diversos
actores: Microsoft, Ibm, Cisco, Fao.
El Llamamiento de Roma Rome Call for IA Ethics es un documento promovido por la Santa Sede, pero pertenece a quienes lo firman, porque quienes lo suscriben asumen «la responsabilidad de...». En su discurso en el G7 del año pasado en Bari, el Papa también habló del Rome Call for IA Ethics como un instrumento que puede fomentar, especialmente para las empresas y los gobiernos, nuevas reglas y nuevas perspectivas para que la tecnología esté al servicio de todos y, sobre todo, del bien común.
Recientemente, la Santa Sede ha publicado también un nuevo
texto (La Nota Antiqua et Nova, ed.) especialmente para la perspectiva
educativa, firmado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación Católica y
el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, para ayudar a todos los educadores a
darse cuenta de que las nuevas tecnologías son particularmente delicadas para
la formación de los jóvenes. Y éste es un gran frente que, evidentemente, no
podemos dejar de lado. La Santa Sede se ha comprometido directamente con este
documento.
La IA, una herramienta que no sustituye la riqueza del
ser humano
(La IA, una herramienta que no sustituye la riqueza del ser
humano Puntos firmes del nuevo documento sobre inteligencia artificial de los
Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para la Cultura.28/01/2025
Dice Mons Paglia cuando estuve en el encuentro de la India para
hablar de Inteligencia Artificial sentí sobre todo la preocupación de todo un
Episcopado como el indio, en cuyo continente las nuevas tecnologías tienen un
desarrollo muy arraigado. Me impresionó, por ejemplo, ver a un número
considerable de ingenieros indios muy jóvenes en Seattle. Y la Conferencia
Episcopal sintió, con razón, la urgencia de reflexionar sobre este nuevo
horizonte, porque hay que entenderlo, aunque no sea fácil de comprender. Las
nuevas tecnologías entran en todos los aspectos de la vida humana de manera
invasiva, y los obispos de la India han sentido esta urgencia. Debo decir que
cuando viajé por algunas partes de la India, especialmente Bangalore, me di
cuenta de lo amplia que es la influencia de la IA en la vida cotidiana de la
gente. Pero ahora es un tema que se extiende a todas las naciones, a todos los
continentes. Europa, en mi opinión, tiene la gran responsabilidad, por su
tradición humanística, de ayudar al mundo entero -Oriente y Occidente- a
redescubrir la centralidad de la persona humana incluso en este nuevo mundo
altamente tecnologizado.
Polvani: La IA traerá cambios similares a los de la
Revolución Industrial
(La nota Antiqua
et Nova. Artículo publicado por Delphine Allaire - Ciudad del Vaticano)
El Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación
reflexiona sobre el impacto de las nuevas tecnologías, tema central del AI
Action Summit previsto en París. Se enfatiza la necesidad de definir objetivos que coloquen al ser humano en el centro del
progreso tecnológico. La nota Antiqua et Nova
representa una advertencia a la comunidad global para aprovechar las
oportunidades que ofrece la innovación, manteniendo siempre el control sobre
las máquinas.
Un "momento histórico",
una verdadera "revolución" comparable a la industrial del siglo XIX.
Un cambio de época en el que la Iglesia se propone como interlocutora activa,
con el objetivo de tener al ser humano en el centro y utilizar las nuevas
tecnologías para difundir la Palabra de Dios de forma innovadora. Esta es la
perspectiva trazada por Monseñor Carlo Maria Polvani, Secretario del Dicasterio
para la Cultura y la Educación, respecto al uso de la
inteligencia artificial (IA), tema central del AI Action Summit.
La reunión internacional, que se
celebra en París el 10 y 11 de febrero, reúne a más de mil expertos del
sector para definir las bases de la gobernanza global de la IA. Polvani, uno de
los redactores de Antiqua et Nova, documento publicado por su Dicasterio
en colaboración con el de la Doctrina de la Fe - reflexiona, entrevistado por
los medios vaticanos , sobre el impacto que las nuevas tecnologías podrían
tener en el futuro de la comunidad cristiana y, más en general, de la
humanidad.
El Papa: Que el progreso científico sea ético, hay que
evitar la manipulación de la IA
(Discurso entregado a la Academia Pontificia de las
Ciencias, que comenzó el 23 de septiembre, y continuará hasta el miércoles en
el Vaticano, en la Casina Pio IV. Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano)
El Papa Francisco expresa su
preocupación por el fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los
ecosistemas e invita a considerar los beneficios y las graves implicaciones
negativas de la Inteligencia Artificial.
El progreso alcanzado gracias a la Inteligencia Artificial
(IA) «puede resultar beneficioso para la humanidad», por ejemplo «en el campo
de la medicina y de la asistencia sanitaria», o porque ayuda «a proteger el
medio ambiente natural» o incluso porque permite «el uso sostenible de los
recursos a la luz del cambio climático», pero «también puede tener graves
implicaciones negativas». Por eso el Papa pidió a la
Academia Pontificia de las Ciencias, con ocasión de su asamblea plenaria, sobre
el tema «Ciencias para la sostenibilidad y el bienestar en el Antropoceno -
Oportunidades, desafíos e inteligencia artificial», que preste especial
atención a estas cuestiones que pueden tener consecuencias «para la población,
especialmente para los niños y los adultos más vulnerables».
En el discurso entregado por Francisco instaba a «reconocer
y prevenir los riesgos de los usos manipuladores de la IA para moldear la
opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores e interferir en
los procesos electorales» y añadió que siempre hay que considerar «las
dimensiones inmutablemente humanas y éticas de todo progreso científico y
tecnológico».
El Papa en el G7: La inteligencia artificial no es
objetiva ni neutral
(Discurso de Papa en el G7 centrado en las oportunidades y
los riesgos de la IA: La inteligencia artificial no es objetiva ni neutral14/06/2024)
La era del Antropoceno
El Papa también expresa su preocupación por el «fuerte
impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas» que ha sido
definido por uno de los miembros de la Academia Pontificia -Paul Crutzen- como la
Era del Antropoceno, y señala que otros miembros de la Academia,
identificando este impacto, están «estudiando los riesgos y problemas
relacionados», «especialmente en la crisis climática y la pérdida de
biodiversidad», por lo que agradece la atención prestada al tema, con especial
atención a las implicaciones «hacia los pobres y marginados». «Las ciencias, en su esfuerzo por conocer y comprender el
mundo físico, nunca deben perder de vista la importancia de utilizar ese
conocimiento», subraya el Pontífice en el texto escrito, “para servir y
promover la dignidad de las personas y de la humanidad en su conjunto”.
El Papa: Que el desarrollo beneficie a toda la humanidad
(Discurso del Papa a la Fundación Centesimus Annus 22/06/2024)
Es necesario un discurso público inclusivo
Ante los «graves desafíos sociales» a los que se enfrenta el
mundo, el Papa subraya a continuación la necesidad de
un «discurso público inclusivo» que «esté informado no sólo por las diferentes
disciplinas científicas, sino también por la participación de todos los
componentes sociales». Y por ello agradece «la intención de la Academia,
en sus diversas conferencias, de prestar atención en sus discursos a las
personas marginadas y pobres, incluidos los pueblos indígenas y su sabiduría»,
reiterando que para la Iglesia, como dice el Mensaje para la Jornada Mundial de
la Paz 2024, «la dignidad intrínseca de cada persona y
la fraternidad que nos une como miembros de la única familia humana deben
sustentar el desarrollo de las nuevas tecnologías», mientras que “los
desarrollos tecnológicos que no conducen a una mejora de la calidad de vida de
toda la humanidad, sino que, por el contrario, exacerban las desigualdades y
los conflictos, nunca pueden considerarse un verdadero progreso”.
La contribución de la Pontificia Academia para las
Ciencias
Es necesario dedicar «mayor atención
y estudio» al «impacto de las formas de Inteligencia Artificial en los pueblos
y en la comunidad internacional», reitera finalmente el Papa. En un
momento en el que «parecen prevalecer las crisis, las guerras y las amenazas a
la seguridad mundial», reconoce la particular importancia para la causa de la
paz global y la cooperación internacional de las «calladas contribuciones al
avance del conocimiento al servicio de la familia humana» de la Pontificia
Academia para las Ciencias.
El problema con la DeepSeak.
El Mundo está preocupado por el nuevo asistente de
inteligencia artificial chino y el uso de la inteligencia artificial para la
globalización del comunismo. El Mundo habla de DeepSeak, la nueva
empresa de inteligencia artificial con sede en la República popular China, que
amenaza con arrasar con todos sus competidores. Sus productos son de código
abierto es decir gratuitos para todos y fáciles de conseguir y
espectacularmente más baratos reproducir que sus homólogos más famosos. La
empresa DeepSeak y sus aplicaciones están siendo descritas como una
amenaza. En un país altamente vigilado y militarizado donde nada es realmente
gratis el gobierno controla todo y el partido estado controla también las
empresas resulta anacrónico.
La DeepSeak se jacta de dominar el mundo Mientras
acosa a su propio pueblo entrenado para defender y mantener los valores
socialistas fundamentales como todo lo chino pretende imponer los al mundo, los
científicos dicen que las políticas de DeepSeak han imitado a un más la
libertad de expresión y los derechos humanos y han suprimido a la sociedad
civil. El 30 de enero de 2025 Bitter Winter realizó un experimento
análogo con CIFSIC dónde ante la pregunta de la defensa de los derechos humanos
sus respuestas anteriores desaparecieron y una línea lacónica mostró la mezcla
estándar de propaganda censura y su estimación sarcástica con características
comunistas chinas: “lo siento eso está más allá de mi alcance actual hablemos
de otra cosa”. Ante algunas preguntas compremetedoras de nuevo la respuesta: “no te
molestes con esas cosas que tediosas”. El súper cerebro
tecnológico que controla las vidas de todos se ha convertido en un nuevo Dios
mecánico cuya omnipotencia está controlada por otro Dios supremo un ser humano
mater guía lista que decide que vale la pena.
La génesis de Rome call for IA
Ethics
(Documento fue firmado en Roma, 28 de febrero de 2020). La Academia Pontificia para la Vida, Microsoft, IBM, FAO, el Ministerio de Innovación italiano (parte del Gobierno italiano)
Se trata de un documento
desarrollado para apoyar un enfoque ético de la Inteligencia Artificial y
promover un sentido de responsabilidad entre organizaciones, gobiernos,
instituciones y el sector privado con el objetivo de crear un futuro en el que
la innovación digital y el progreso tecnológico estén al servicio del genio y
la creatividad humanos y no de su progreso gradual.
El Llamamiento a la Ética de la IA es un documento para
promover un enfoque ético de la inteligencia artificial. La idea detrás de esto
es promover un sentido de responsabilidad compartida entre las organizaciones
internacionales, los gobiernos, las instituciones y el sector privado en un
esfuerzo por crear un futuro en el que la innovación digital y el progreso
tecnológico otorguen a la humanidad su centralidad. Apuntando a una nueva algorética,
los firmantes se comprometieron a solicitar el desarrollo de una inteligencia
artificial que sirva a todas las personas y a la humanidad en su conjunto; que
respete la dignidad de la persona humana, para que cada individuo pueda
beneficiarse de los avances de la tecnología; y que no tenga como único
objetivo un mayor beneficio o la sustitución gradual de las personas en el
lugar de trabajo. El principal acontecimiento durante el período que se examina
fue la firma interreligiosa del Llamado de Roma que vio a tres líderes de las
tres religiones monoteístas firmar juntos el llamado para un desarrollo ético
de la inteligencia artificial. Los tres firmantes implicados fueron: el
arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia de la Vida; el
Gran Rabino Eliezer Simha Weisz, miembro del Consejo del Gran Rabinato de
Israel; Sheikh Al Mahfoudh Bin Bayyah, en representación del Jeque Abdallah bin
Bayyah, Jefe del Foro de Abu Dhabi para la Paz y Presidente del Consejo de
Fatwa de los Emiratos Árabes Unidos.
Durante el evento, los participantes fueron recibidos en una
audiencia papal, durante la cual el Santo Padre Francisco dijo: "Me alegra saber que también ustedes desean involucrar a
las otras grandes religiones del mundo y a los hombres y mujeres de buena
voluntad para que la "algorética" -reflexión ética sobre el uso de
los algoritmos- esté cada vez más presente no solo en el debate público, pero
también en el desarrollo de soluciones técnicas. En efecto, toda persona debe
poder disfrutar de un desarrollo humano y asistencial, sin que nadie quede
excluido".
El Documento “Rome
call for IA Ethics”
AI “Artificial
intelligence”
La "inteligencia artificial" (IA) está provocando cambios profundos en la vida de los seres humanos, y seguirá haciéndolo. La IA ofrece un enorme potencial a la hora de mejorar la convivencia social y el bienestar personal, aumentando las capacidades humanas y permitiendo o facilitando muchas tareas que puede llevarse a cabo de forma más eficiente y eficaz. Sin embargo, estos resultados no son ni mucho menos garantizado. Las transformaciones que se están produciendo actualmente no son solo cuantitativas. Por encima de todo, son cualitativas, porque afectan a la forma en que se llevan a cabo estas tareas y a la forma en que percibimos la realidad y la propia naturaleza humana, hasta el punto de que pueden influir en nuestros hábitos mentales e interpersonales.
Las nuevas tecnologías deben ser investigadas y producidas de acuerdo con criterios que garanticen que a toda la "familia humana" (Preámbulo, Univ. Dec. Derechos Humanos), respetando las dignidad de cada uno de sus miembros y de todos los entornos naturales, teniendo en cuenta las necesidades de los los más vulnerables. El objetivo no es solo garantizar que nadie quede excluido, sino también ampliar aquellas áreas de libertad que podrían verse amenazadas por el condicionamiento algorítmico.
Dada la naturaleza innovadora y compleja de las cuestiones que plantea la transformación digital, es esencial para que todas las partes interesadas implicadas trabajen juntas y para que todas las necesidades afectadas por la IA Representado. Este Llamamiento es un paso adelante con el fin de crecer con un entendimiento común y buscando un lenguaje y soluciones que podamos compartir. En base a esto, podemos reconocer y aceptar responsabilidades que tengan en cuenta todo el proceso de innovación tecnológica, desde el diseño a través de la distribución y el uso, fomentando el compromiso real en una variedad de escenarios prácticos. A largo plazo, los valores y principios que seamos capaces de inculcar en la IA ayudarán a establecer un marco que regula y actúa como punto de referencia para la ética digital, orientando nuestras acciones y promoviendo el uso de la tecnología en beneficio de la humanidad y el medio ambiente.
Ahora más que nunca, debemos garantizar un panorama en el que la IA se desarrolle con un enfoque no tecnología, sino por el bien de la humanidad y del medio ambiente, de nuestro hogar y de sus habitantes humanos, que están inextricablemente conectados. En otras palabras, una visión en la que los seres humanos y la naturaleza están en el centro de la forma en que se desarrolla la innovación digital, que poco a poco son reemplazados por tecnologías que se comportan como actores racionales pero que de ninguna manera son humanas.
Es hora de empezar a prepararse para un futuro más
tecnológico en el que las máquinas tendrán un papel más en la vida de los seres
humanos, sino también un futuro en el que está claro que el progreso
tecnológico afirma la brillantez de la raza humana y sigue dependiendo de su
integridad ética.
ETHICS
Los sistemas de IA deben concebirse, diseñarse e implementarse para servir y proteger a los seres humanos y a los seres humanos.
entorno en el que viven. Esta perspectiva fundamental debe traducirse en un compromiso de crear condiciones de vida (tanto sociales como personales) que permitan que tanto los grupos como los miembros individuales se esfuercen para expresarse plenamente en la medida de lo posible.
La tecnología basada en IA nunca debe usarse para explotar a
las personas de ninguna manera, especialmente a aquellas que son más Vulnerable.
En su lugar, debe utilizarse para ayudar a las personas a desarrollar sus
capacidades empoderamiento/habilitación) y para apoyar al planeta.
EDUCATION
Transformar el mundo a través de la innovación de la IA significa comprometerse a construir un futuro para y con las generaciones más jóvenes. Este compromiso debe reflejarse en un compromiso con la educación, el desarrollo de planes de estudio específicos que abarquen diferentes disciplinas en las humanidades, la ciencia y la tecnología, y asumir la responsabilidad de educar a las generaciones más jóvenes. Este compromiso significa trabajar para mejorar la calidad de la educación que reciben los jóvenes; Esto debe entregarse a través de métodos que sean accesibles para todos, que no discriminen y que puedan ofrecer igualdad de oportunidades y de trato.
El acceso universal a la educación debe lograrse a través
de principios de solidaridad y equidad. El acceso al aprendizaje permanente
debe garantizarse también a las personas mayores, a las que hay que ofrecer la oportunidad
de acceder a servicios fuera de línea durante la transición digital y
tecnológica. Por otra parte, las tecnologías pueden resultar enormemente útiles
para ayudar a las personas con discapacidad a aprender y más independiente: la
educación inclusiva significa, por tanto, también utilizar la IA para apoyar e
integrar a cada uno y a todas las personas, ofreciendo ayuda y oportunidades de
participación social (por jemplo, el trabajo a distancia para personas con
movilidad reducida, apoyo tecnológico para personas con discapacidad cognitiva,
etc.).
El impacto de las transformaciones provocadas por la IA en la sociedad, el trabajo y la educación ha hecho que reformar los planes de estudio de las escuelas para que el lema educativo "que nadie se quede atrás" sea un realidad. En el sector de la educación, se necesitan reformas para establecer normas elevadas y objetivas que pueden mejorar los resultados individuales. Estas normas no deben limitarse al desarrollo de habilidades digitales, sino que debe centrarse en asegurarse de que cada persona pueda expresar plenamente sus capacidades y en trabajar por el bien de la comunidad, aun cuando no haya un beneficio personal para que se puede obtener de esto.
A medida que diseñamos y planificamos para la sociedad
del mañana, el uso de la IA debe seguir formas de acción que sean socialmente,
creativo, conectivo, productivo, responsable y capaz de tener una visión
positiva. El impacto en la vida personal y social de las generaciones más
jóvenes. El impacto social y ético de la IA debe estar
también en el centro de las actividades educativas de la IA. El objetivo
principal de esta educación debe ser crear conciencia sobre las oportunidades y
también sobre las posibles cuestiones críticas que plantea la IA desde la
perspectiva de la inclusión social y el respeto individual.
RIGHTS
El desarrollo de la IA al servicio de la humanidad y del planeta debe reflejarse en la normativa principios que protegen a las personas, en particular a los débiles y a los desfavorecidos, y a los entornos. El compromiso ético de todas las partes interesadas involucradas es un punto de partida crucial; Para hacer realidad este futuro, los valores, los principios y, en algunos casos, las normas jurídicas, son absolutamente indispensable para apoyar, estructurar y guiar este proceso.
Desarrollar e implementar sistemas de IA que beneficien a la humanidad y al planeta, al tiempo que actúan como herramientas para construir y mantener la paz internacional, el desarrollo de la IA debe ir de la mano de una medidas de seguridad digital. Para que la IA actúe como una herramienta para el bien de la humanidad y del planeta, debemos poner el tema de la protección de los derechos humanos en la era digital ocupa un lugar central en el debate público. Ha llegado el momento de cuestionar si las nuevas formas de automatización y actividad algorítmica requieren el desarrollo de Responsabilidades. En particular, será esencial considerar algún tipo de "deber de explicación": Se debe pensar en hacer no solo los criterios de toma de decisiones de los agentes algorítmicos basados en IA comprensibles, sino también su propósito y objetivos. Estos dispositivos deben ser capaces de ofrecer a las personas
Información sobre la lógica detrás de los algoritmos
utilizados para tomar decisiones. Esto aumentará transparencia, trazabilidad y
responsabilidad, haciendo que el proceso de toma de decisiones asistido por
ordenador más válido.
REGULATONS
Deben fomentarse nuevas formas de regulación que promuevan la transparencia y el cumplimiento de los principios, especialmente en el caso de las tecnologías avanzadas que tienen un mayor riesgo de afectar a los derechos humanos, como el reconocimiento facial.
Para lograr estos objetivos, debemos plantear desde el principio la desarrollo con una visión "algor-ética", es decir, un enfoque de ética desde el diseño. Diseño y la planificación de sistemas de IA en los que podamos confiar implica la búsqueda de un consenso entre los responsables políticos, organismos del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones intergubernamentales, investigadores, el mundo académico y representantes de organizaciones no gubernamentales en relación con los principios éticos que deben incorporados en estas tecnologías. Por ello, los patrocinadores de la convocatoria manifiestan su deseo de trabajar
juntos, en este contexto y a nivel nacional e internacional, para promover la "algorética", a saber, el uso ético de la IA tal y como se define en los siguientes principios:
1. Transparencia: en principio, los sistemas de IA
deben ser explicables;
2. Inclusión: se deben tener en cuenta las necesidades de todos los seres humanos para que todos pueden beneficiarse y se puede ofrecer a todas las personas las mejores condiciones posibles para expresarse se desarrollen y se desarrollen;
3. Responsabilidad: quienes diseñan y despliegan el uso de la IA deben proceder con responsabilidad y transparencia;
4. Imparcialidad: no crear ni actuar de acuerdo con prejuicios, salvaguardando así la equidad y los derechos humanos. dignidad
5. Fiabilidad: Los sistemas de IA deben ser
capaces de funcionar de forma fiable;
6. Seguridad y privacidad: Los sistemas de IA
deben funcionar de forma segura y respetar la privacidad de los usuarios.
Estos principios son elementos fundamentales de una buena
innovación.
Una alegoría como final de las reflexiones
Queremos para finalizar estas reflexiones presentar una
alegoría a través de la obra pictórica “El Triunfo de la Iglesia” del
Convento de San Esteban de Salamanca, convento de la orden dominica o de los
predicadores que está en frente de la casa de mi residencia natal. La gran
pintura que preside el coro es del maestro cordobés Acisclo Antonio Palomino de
Castro y Velasco (1655-1726) y la he elegido porque será él mismo quien nos
desvele su sentido.
Palomino pintó en 1705 esta gran composición y
posteriormente, según era su costumbre, añadió su descripción (la obra teórica
alegórica). Primero habla de porque elige el tema iconográfico del Triunfo de
la Iglesia ajustándolo al espacio físico del templo donde se desarrolla: Dice:
Siendo el instituto de este sagrado sitio cantar (se refiere al coro) alabanzas
a el Creador en esta Militante Iglesia, en representación de las que
perennemente cantan en la Triunfante los celestiales coros de los
bienaventurados espíritus, pareció muy a propósito pintar en dicho sitio la
Iglesia Militante, y la Triunfante: significando aquella la congregación, y
unión de todos los fieles, que militan debajo de la bandera de Jesucristo.
Continúa Palomino en su texto desentrañando el porqué de
cada uno de los elementos que constituyen el gran medio punto del coro
empezando por la representación de la Iglesia Militante: ...y para cuya
expresión se puso en la parte inferior de este sitio la Iglesia Militante
sobre una hermosa carroza, con alusión a aquella misteriosa cuádriga de
Zacarías; y está representada la Iglesia con una hermosa matrona, como esposa
de Jesucristo, vestida de pontifical, con la tiara en la cabeza, y sobre ella
el Espíritu Santo... Tiene en la mano el libro misterioso de los sellos; y
sobre este libro está la custodia con el Sacramento de la Eucaristía, por estar
representados en los siete Sellos los Misterios y Sacramentos de la Iglesia, y
ser este el mayor, y el que por antonomasia se llama el Sacramento. En la otra
mano tiene el estandarte de nuestra redención, que es la cruz... emanando de su
costado los siete Sacramentos, que con los evangelios, y demás misterios,
componen, y hermosean misticamente la iglesia católica, esposa dilectísima
suya; y junto la cruz tiene un libro abierto, donde se leen estas palabras
"Liber Generationis Iesu Christi", por ser con las que comienza el
nuevo Testamento; y está sentada sobre una piedra cuadrada, como la ciudad
santa de Jerusalen.
A un lado, en la parte superior, está la Verdad, con
un sol en la mano, de cuyos rayos, y del Espíritu Santo, se ilumina. Y a el
otro lado está el Doctor Angélico con la pluma en la mano, y un libro en la
otra, mirándola con semblante grato, para enriquecerla, y adornarla con las
preciosas joyas de su sabiduría, guarneciéndola con los incontrastables
baluartes de su doctrina, y defendiéndola de sus enemigos con los fulminantes
cañones de sus plumas.
Palomino, hará una descripción sobre algunas de las figuras alegóricas que aquí vamos a desarrollar. La primera sería la figura de la Verdad, de la que dice lo siguiente: Está representada en una hermosa doncella, aunque desnuda, honestada con algún velo; en la mano derecha tiene un sol, y con la otra un libro abierto, y una palma, y a los pies un globo terrestre. Represéntase desnuda, por denotar la sencillez y pureza de la verdad, sin artificio, ni ficción alguna; por lo cual dice Séneca que la verdad es una simple oración. Tiene el sol en la mano, así porque la verdad ama la luz, y la claridad; como porque mira a Dios, que es el verdadero sol, y es la misma verdad, como dijo Nuestro Señor Jesucristo.
El libro abierto demuestra las ciencias donde se
estudia y acrisola la verdad, y la palma significa su fortaleza; porque sí
como la palma no cede al peso, antes se opone a él, así la verdad no cede a su
contrario; pues aunque muchos la impugne, siempre resplandece, y queda
triunfante, como se ve en tantos invencibles mártires, que por defensa de la
verdad evangélica han derramado su sangre, adornando con repetidas palmas, y
laureolas la Militantes Iglesia. Tiene a sus pies el globo terrestre, así poque
desprecia las cosas terrenas y caducas, por aspirar a las celestes y eternas,
como por haber nacido de la tierra, según el Profeta Rey.
Palomino pasa a analizar a continuación las virtudes
morales que se alzan en la parte delantera de la carroza y hace referencia
a los curiosos animales que son atropellados por las ruedas, dejando su
simbolismo para más adelante. Las virtudes que en esta parte se desarrollan son
la Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, como raíz de las
integrales, por cuyo medio destruye, y avasalla a los vicios, que en la parte
inferior del carro van atropellados de sus ruedas, figurados en animales, que
los simboliza.
De igual modo que con las Virtudes Cardinales,
Palomino hace una extensión del texto para las Teologales y la Devoción que a
continuación reproducimos:
LA FE se representa en una hermosa doncella vestida de
blanco, vendados los ojos, y con el cáliz en la mano derecha, un libro en la
izquierda, y en acto de moverse con diligencia. Demuéstrase actuosa, y
diligente, por denotar cuan necesario es el obrar junto con el creer. Pues como
dice el apóstol Santiago, la Fe sin las obras está muerta y con ellas se
vivifica y perfecciona. El cáliz se le puso por representación del Sacramento
eucarístico, el cual es misterio de Fe, y por lo mismo tiene los ojos vendados,
porque la Fe solo ha de creer, no ver, ni examinar, que eso no sería Fe, sino
evidencia. Y el Libro cerrado demuestra la escritura sagrada, donde se
encierran los misterios de la fe católica.
LA ESPERANZA es una hermosa doncella vestida de verde,
coronada de flores de almendro, la mano derecha sobre el corazón, los ojos
levantados al cielo, y en la mano siniestra una áncora. El vestido verde denota
el verdor de las yerbas, que dan esperanza de las mieses, así como la flor del
almendro anuncia también los frutos con más anticipación que otra. El áncora se
le pone por ser instrumento de seguridad para obviar los accidentes que pueden
perturbar la esperanza en la dilación del bien que se desea; por eso pone los
ojos en el cielo, porque aquél es el sumo bien a que aspira, con los afectos de
su corazón, significados por la mano en el pecho.
LA CARIDAD es una mujer vestida de rojo, que en la mano
derecha, tiene un corazón ardiendo, y con la siniestra abraza a un chicuelo, y
en la cabeza tiene una flama. La Caridad es un hábito de la voluntad infusa de
Dios, que nos inclina a amarle, como a nuestro último fin, por si mismo, y al
próximo por Dios, como a nosotros mismos. Y así el corazón ardiendo y la flama
sobre la cabeza, demuestran el amor en Dios, y el abrazar al chicuelo el amor
del prójimo, dirigido también a Dios, según lo que dijo Cristo Señor nuestro. El
color rojo del vestido, por la semejanza con el color de la sangre, denota, que
hasta la efusión de la sangre, y sacrificio de la vida, se ha de extender la
verdadera caridad, según dijo el Apóstol.
LA DEVOCIÓN es una hermosa doncella modestamente vestida,
hincada de rodillas, con una flama sobre la cabeza, y un rosario en la mano. Es
la Devoción, según el Doctor Angélico (Santo Tomás de Aquino), una voluntad
pronta, y dispuesta para obrar lo que sea del servicio de Dios. Por eso tiene
la flama sobre la cabeza, porque todos sus pensamientos se dirigen a Dios, como
la llama, que siempre se dirige a lo alto, y se pone de rodillas, por ser esta
la postura más apta para los ejercicios de devoción, y asimismo con el rosario
en la mano, por ser este en lo exterior el medio más significativo de la
devoción.
Volviendo al extremo derecho de la composición concluye el
autor que: Delante de este carro se miran atropelladas de los caballos tres
figuras, que representan la ignorancia, el error, y la Herejía, que rabiosa se
morderá las manos, viendo su ruina rasgados sus papeles, y los falsos dogmas de
sus libros. La descripción de estas tres alegorías es la siguiente:
LA IGNORANCIA es una mujer con rostro deforme y carnoso,
coronada de adormideras, caminando descalza en campo lleno de abrojos y
espinas, vestida suntuosamente de oro y piedras preciosas, cuya moralidad se
deja entender bastante.
EL ERROR es un hombre tosco en hábito de caminante o
peregrino, vendados los ojos, tentando con un bordón para hallar el camino, Los
ojos vendados demuestran ceguedad del entendimiento así como el bastón
demuestra el sentido, con cuya guía, sin la dirección del discurso, es preciso
caer en muchos errores.
LA HEREJÍA es una vieja seca y flaca, de espantoso aspecto,
los cabellos de áspides enroscados, demostrando sus pensamientos nocivos, el
pecho descubierto, las tetas pendientes, secas y arrugadas, incapaces de dar
nutrimento saludable: tendrá en la mano siniestra un libro medio abierto, de
donde se ven salir áspides; y con la mano derecha estará en acto de arrojar
algunos, solicitando introducir sus infernales sectas. Y se advierte, que
aunque en algunas de las sobredichas figuras morales, por causa de la composición
del historiado, y de algunos actos que ejercitan, no se vean todos sus símbolos
o insignias, teniendo algunas, se supone tener las demás que por la dicha razón
se ocultan.
Para que la descripción de toda la parte baja de la
composición del gran medio punto pictórico quede completa solamente resta
contemplar los animales que bajo la Iglesia Militante se encuentran arroyados
por el carro. Palomino los caracteriza de la siguiente manera:
LOS SIETE ANIMALES que simbolizan los vicios. Para la
Soberbia, el pavo, para la Avaricia el lobo, para la Lujuria la cabra, para la
Ira el oso, para la Gula el avestruz, para la Envidia el perro, y para la
Pereza la tortuga.
A este cuadro del pintor clásico Palomino he querido añadir
otro cuadro alegórico ahora de un pintor moderno del S. XX. El cuadro «Alegoría
de la "civilización occidental"» del artista Dmitry Buyanov
representa la trama alegórica en el estilo barroco, continúa la serie de
pinturas del artista Buyanov titulada "El mundo de las civilizaciones".
Es una pirámide de élite. Trata de transmitir las formas desarrolladas
fisiológicamente de los personajes alegóricos en colores está interrelacionada
con el cultivo y la deificación del culto del cuerpo, que es similar a la
perfección del Creador Supremo. Bien familiarizados con la mitología y la
herencia histórica de la civilización occidental. El cuadro contrasta con otro
cuadro donde Dmitry representa el horror y la muerte, las plagas del holocausto.
Conclusión
La representación alegórica que hemos recogido al final pueden darnos las claves del porqué del ocaso de la civilización de Occidente. Occidente se levanto bajo los fundamentos de la fe defensora de la verdad y garante de los principios éticos y morales. Siguiendo la ultima alegoría pictórica que presentamos diríamos que la civilización de Occidente representado en ese carro, perdio los caballos, las ruedas y descarriló con sus jinetes. Sin Dios y sin verdad el ser humano queda a la deriva y termina cayendo por los suelos. Con la falta de fe el hombre pierde su fundamento, su esencia y su raiz (ruptura con su vínculo primordial). De ahí deriva la ruptura con los vínculos relacionales (amor, familia), ruptura con la verdad, pérdida de la libertad. Se precisa de una antropología coherente con la fe, la dimensión antropológica debe ur acompañada de la dimensión teologal.
Con la perdida de la fe de la esperanza y la caridad el hombre
cae en el obscurecimiento de la verdad, hasta el abismo del sinsentido y del
vacío. A estas virtudes cardinales le siguen las virtudes morales prudencia,
justicia, fortaleza y templanza que son también atropelladas. La pérdida de la
fe se manifiesta por la pérdida de la devoción y lleva a la degeneración y
degradación del hombre, a la ignorancia, el error y la herejía. Como signos de
descomposición y degradación moral se ponen de manifiesto los vicios de la
soberbia, la avaricia, la lujuria, la envidia.
No queremos caer en una lectura apocalíptica de la imposición y la victoria del mal sino al contrario en la importancia de revertir el sentido de la historia hacia una victoria de la verdad, el bien y la justicia. El ocaso puede y debe abrirnos a un nuevo crepúsculo, un nuevo amanecer. Hemos de despertarnos del letargo y del sueño de la noche para abrirnos al clrarear de un nuevo día, pertrechemonos con las armas de la luz (Rm 13, 11).
Para ello hemos de esforzarnos para que el avance tecnológico se alinee con
el verdadero progreso de la raza humana y el respeto por el planeta. Para que
se de un verdadero progreso se debe incluir a todos los seres humanos, sin discriminación
de nadie; el verdadero progreso debe tener en su corazón el bien de la
humanidad y el bien de cada ser humano. Se debe respetar la dignidad de cada
persona y se debe ser consciente de cuándo está interactuando con una máquina. La
tecnología nunca debe usarse para explotar a las personas de ninguna manera,
especialmente a aquellas que son más Vulnerable. La tecnología se debe utilizar
para ayudar a las personas a desarrollar sus capacidades y para apoyar y
salvaguardar y no destruir al planeta.




































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