NAVIDAD EN FILIPINAS
INTRODUCCION
Todas las celebraciones de las grandes
fiestas tienen desde antiguo en las diversas tradiciones un tiempo antes y un
tiempo después. En el año litúrgico tenemos dos tiempos de especial importancia
la Navidad y la Pascua: La celebración del Nacimiento, la Pasión, Muerte y
Resurrección del Señor. En la liturgia se comienza la preparación de la Navidad
con las cuatro semanas de Adviento. Próxima a la celebración de la Navidad se
celebra la Novena de Navidad del 16 al 24 Noviembre. La Navidad se celebra el
25 y le sigue la octava de Navidad. El tiempo de Navidad prosigue con la
celebración de, la Sagrada Familia, María
Madre y la Epifanía del Señor y se cierra
con el Bautismo.
MARIA LA PUERTA DE ENTRADA AL MISTERIO DE LA ENCARNACION
En este tiempo se invita al pueblo a preparar
el corazón con María y como María en los meses de gestación. Las Fiestas de la
Inmaculada y la Virgen de Guadalupe se celebran con gran devoción. En Filipinas
se tienen como fiestas patronales de la Nación por ser la Patrona de Filipinas.
Se aprovecha a celebrar las primeras comuniones en la Fiesta de la Inmaculada.
Si nos remontamos al origen de la tradición, María
es venerada ya desde el S.I por los primeros cristianos, como se muestra en
algunas catacumbas, como por ejemplo la de Sta. Priscila. Esta fiesta se
remonta al S. IV.
En la liturgia se pone siempre desde el
inicio para estar siempre presente en la obra de la redención y la
santificación hasta el final. La Virgen María es, desde un primer momento,
elegida y predestinada por Dios para albergar al autor de la Salvación.
A través de la Puerta que es María Dios en
Cristo Jesús va a entrar de pleno en la Historia. Ella preside las Puertas
Santas del Iconostasio a la derecha de Jesús. Una oración expresa esta
expectación de los fieles al compás de María: “Ábrenos las puertas de la
Misericordia, Oh bendita Madre, para que no sucumbamos los que acudimos a Vos”.
Jesús se hizo
pobre, siervo, pobre con los pobres. Eligió a pobres pescadores para enviarlos
entre los pobres para que descubrieran que el poder viene de Dios. El signo de la
presencia del reino de Dios entre su pueblo es que los pobres son evangelizados,
los ciegos ven ,los cojos andan y los muertos resucitan. María se
convierte en el prototipo y paradigma de la Iglesia de los pobres (Teología
del pueblo de Dios: Tello, Gea, Angelelli, etc)
LOS MISTERIOS GOZOSOS DEL ROSARIO
Siguiendo los pasos de María.
En este tiempo destaca en importancia la
meditación de los misterios gozosos del santo Rosario. Es común el rezo del
Santo Rosario con la imagen de María peregrina. Vamos a remontarnos al origen
de estas fiestas como preparación de la Navidad. Como en Méjico y Latinoamérica se va visitando las casas con María y José rememorando la búsqueda de un lugar donde naciera el Niño Dios. las conocidas "posadas", aquí en Filipinas aprovechamos la visita a las familias con el rezo del santo Rosario con la Virgen peregrina del Santo Rosario, aquí conocida con el nombre de Nuestra Señora de Manaoag.
La Anunciación
El primer misterio gozoso nos abre a todo el misterio de la
Encarnación del Hijo de Dios viniendo a este mundo. La Anunciación suele ocupar
la parte ornamental de las Puertas Reales como entrada a la liturgia.
Esta primitiva fiesta mariana se remonta al
S. III-IV. Los Santos Padres la recogen con antiguos himnos como el célebre
himno del Akáthistos. Es el misterio de Dios que se abaja para abrazar
toda nuestra humanidad en su pequeñez y hacerla suya.
Dios verdadero se hace hombre verdadero
tomando una carne en el seno de María hasta hacerse pasible y mortal. Si no se
hubiera hecho hombre verdadero no habría podido ser ejemplo y camino para todo
hombre. Acojamos en la fe, asombro y estupor de María que guardaba todas estas cosa y las meditaba en su corazón.
Una ciudad perdida
en las periferias como Nazaret se convierte en punto central para la humanidad.
Una mujer como María, joven, virgen, no valorada ni estimada en nada por sus contemporáneos
se convierte en la elegida de Dios, la escogida para llevar a cabo la obra de
salvación. La no casada, no desposada, no querida y rechazada por todos es
elegida como Madre de nuestro Señor. María convertida en la Madre del Señor y
madre de los pobres.
La Visitación
El segundo misterio gozoso se centra en la visita de María a su prima Santa Isabel después de que el ángel le dijo que estaba embarazada. La fiesta de la Visitación tiene su origen en una conmemoración en la
semana que precede inmediatamente a la Navidad. Ya se celebraba como
fiesta por los franciscanos en 1263 con motivo de la dedicación de la Iglesia
que lleva su nombre en Ain Karim. En esta fecha se celebraba en Constantinopla una fiesta
mariana de la reliquia del cíngulo de María en la Iglesia de la
Blaquerna. Esta fiesta queda formalmente instituida por Urbano VI en 1389.
María con
los pobres, peregrina con los pobres. María da cuenta en su cantico de la
acción poderosa de Dios que se ha fijado en la pequeñez de los pobres, ha
escuchado su clamor y ha salido a su encuentro. El Dios de los pobres extiende
los límites de su filiación y familiaridad con los pobres, necesitados y afligidos.
El Nacimiento de Jesús
El Nacimiento de Jesús es una fiesta que se remonta a los
primeros siglos del cristianismo. Era como un empezar a prepararse para la
celebración del misterio Pascual culmen y vértice de la Encarnación. En los primitivos iconos del Nacimiento María aparece acostada
bajo el lecho virginal, aparece como una Reina con tres estrellas en la Cabeza
y hombros que indican su triple virginidad, antes, durante y después del parto.
El Niño Dios está sobre un sepulcro vendado como en vendas mortuorias,
señalando al misterio pascual. María vuelve su mirada en señal del coste del
sacrificio que supondrá nuestra Redención
El origen de la Fiesta de la Navidad se
remonta a la Iglesia de Oriente en el S. IV donde ya se celebraba la fiesta de
la Manifestación, Epiphaneia, fiesta de la Venida del Señor, de su
Nacimiento y perfecta Encarnación. Epifanio lo recuerda citando a Efrén
en el S IV. A finales de este siglo en Antioquía se celebraba la fiesta con el
nombre de ta hagia phota, las santas luces. La peregrina Egeria en su Itinerarium
nos habla de esta fiesta en Belén. Para los cristianos, la Fiesta de la luz
que tenía un origen pagano en el solsticio de invierno, se convertirá en la
revelación de Cristo.
María servidora
de los pobres. María no encuentra lugar y se hace una con los que están sin
casa, sin techo, sin trabajo. Los pastores son los pobres que son evangelizdos
por el anuncio del ángel y se convierten ellos en evangelizadores proclamando las
maravillas del Señor, siendo testigos privilegiados de lo que han visto y oído.
Este misterio lo prolonga la propia liturgia recordando después del Nacimiento la huida a Egipto. María con José y el niño se ve obligada a ponerse en la fila de los exiliados, tiene que abandonar su patria viviendo como expatriados y fugitivos. María extiende su hacerse una con los más marginados.
La misma liturgia nos introduce en la vida oculta de Nazaret a través de la vuelta de Egipto.María vuelve a Nazaret sin ser notada. Vive en lo oculto y escondido de cada día donde solo Dios es quien misteriosamente los cuida y los guía. María y José se convierte en la maestra del Señor transmitiéndole esta actitud de Siervo de los siervos que ha venido a quitar el pecado del mundo desde la humillada, el sometimiento y la obediencia a Dios.
La Fiesta de la Presentación
El origen de la celebración de esta fiesta también conocida como la Dedicación se
celebra a los 40 días después de la Fiesta de la Epifanía de Navidad. Aunque
ahora no se considera dentro del ciclo de Navidad en su origen el tiempo de
Navidad se prolongaba hasta esta fecha. Esta fiesta tiene su origen en la
antigua fiesta jerosolimitana que narra Egeria en el S. IV.
Es la Fiesta del encuentro de Cristo con su
pueblo de Israel y se llama también de la Candelaria por el lucernario inicial
en el que se ritualiza la expresión del cántico de Simeón que llama a Cristo
Luz d las gentes. Es una fiesta que se asocia al Señor y a la Virgen como
fiesta de la Purificación y de la vida consagrada en la Iglesia. La Fiesta bajo la advocación de La Candelaria y la procesión de las candelas arraigó mucho en Latinoamérica.
Se recuerda como Jesús es presentado al Templo a los cuarenta días después de su Nacimiento como prescribía la Ley de Moisés, afirmando
su total dedicación y consagración al Dios Altísimo. Por medio de Cristo y en Él nos consagramos todos
los fieles y algunos de una manera especial con total dedicación en su Iglesia.
LA FIESTA CIERRE DEL BAUTISMO
El Bautismo no es parte de los misterios gozosos sino el primero de los misterios luminosos introducidos por el Papa Juan Pablo II. El Bautismo es punto de entrada a la Vida Pública y a la
Manifestación de Cristo públicamente como Mesías ante los hombres. Esta Santa
Teofanía se asocia a la Fiesta de la Epifanía.
Es sin duda una Teofanía del Misterio de Dios
uno y trino en paralelo con la Transfiguración. En Oriente recibe el nombre de Taphotá,
fiesta de las luces. Es la gran fiesta en el solsticio de invierno.
El cielo abierto en plena comunicación con la
tierra se presenta como un semicírculo desde el que desciende un rayo de luz:
el Espíritu. Cielo, tierra y agua evocan al génesis y al principio de la
creación.
Jesús sumergido en las aguas de la regeneración palingénesis nos abre a las aguas de la regeneración del bautismo que por medio de la acción del Espíritu santifican al hombre.
Con el bautismo se inicia la vida pública de Jesús donde María pasa a un segundo plano para poner de relevancia la misión e identidad de Jesús como el Masías esperado.
María en su primera manifestación del milagro de las Bodas de Cana es presentada no como la dueña de la casa sino como invitada que se pone como sirviente al servicio de la necesidad de los comensales. Quien es este que manifiesta el poder de transformar el agua en vino. Pronto se convierte en piedra de contradicción. Ningún profeta es bien recibido en su tierra. No querían admitir su dureza de corazón: ¿ No es este el hijo de José y de María?.
LA CELEBRACION DE LA NAVIDAD EN
FILIPINAS
El
contexto socio cultural propio de Filipinas
A los
filipinos les encanta celebrar cualquier acontecimiento. Así que cualquier evento que justifique una pequeña celebración festiva es venido en el país. Los festivales y fiestas locales son palpables en
cualquier rincón de sus islas y acostumbran a ser de carácter religiosos o
cultural.
Filipinas es el único país cristiano de Asia. De sus 105 millones de
habitantes, un 85 por ciento son católicos, lo que convierte a Filipinas
en el país dónde la iglesia tiene mayor presencia. Todos los pueblos disponen
de una iglesia y de una educación católica.
Aquí en Filipinas de enorme devoción popular
estos dos tiempos adquieren una importancia primordial. La
Navidad, la Semana Santa como el resto de celebraciones religiosas son
festejadas de forma masiva.
La temporada
navideña
en
Filipinas
es
una
de
las
celebraciones
más
largas
del
mundo. A
los
filipinos les
gusta
extender
la
temporada
tanto
como
puedan.
Desde principios de septiembre hasta mitad de enero puedes encontrar
celebraciones en todos los rincones del país. No hay ninguna norma escrita que
determine la fecha de inicio de la Navidad y tampoco
el porqué empieza tan temprano, pero es una tradición que pasa
de padres a hijos. Los meses
que terminan
en “bre”, suelen marcar
el
comienzo
de
la
temporada
navideña
(septiembre,
octubre,
noviembre
y diciembre).
Filipinas hace sus preparativos para la Navidad y se pone en marcha con
la mayor antelación posible. La Navidad
empieza a prepararse desde el mes de Septiembre y adquiere relevancia en Noviembre
con la celebración de la fiesta de todos los santos.
Aunque el final ciclo litúrgico se celebra
con la Fiesta de “Christ the King” a partir de Noviembre se empieza a
percibir el aire festivo de la Navidad y las casas y lugares públicos empiezan
a adornarse de luces de colores. Empiezan a oírse los cantos navideños que
luego llegarán con su máximo esplendor en los “carrolings” de la novena
de Navidad, que popularmente llaman aquí “Simang Gabi”.
Pronto comienzan los adornos
de Navidad,
los
juegos
de Navidad
y las
luces
deslumbrantes
se
exhiben
en
hogares
y
edificios
de
todo
el
país,
anticipando
la
época
más
maravillosa
del
año. Pronto empiezan
a oirse los estribillos de
los tradicionales villancicos que suenan por todo el país. En los centros
comerciales se puede ver la iluminación propia de esta época.
La tradición de adornar con
luces las casas, calles y plazas cobra mucha relevancia en Filipinas. Así pues las
calles y las casa se adornan con el tradicional Parol, un gran farolillo circular
que lleva dentro la estrella que guío los 3 reyes magos. Los paroles cuelgan de las ventanas
de las casas y de las calles más transitadas de las ciudades, tanto en las
grandes urbes cómo en las pequeñas aldeas se han convertido en un símbolo del espíritu navideño. El parol es
una expresión de fe y esperanza que se esparce por todo el país y clases
sociales. Los hay de materiales básicos o reciclados, hechos en casa o
comprados en lujosas tiendas. Pero tanto los de diseños simples como los más
sofisticados representan la luz sobre la oscuridad y la buena voluntad de las
familias.
Hay
concursos por todos los pueblos para ver quién puede hacer el mejor parol, pero
es en San Fernando (Pampanga) dónde se celebra el Festival de los Paroles o Farolillos desde hace más de
100 años. Multitud de artesanos de todas las islas se reúnen ahí para
presentar el mejor diseño de farolillo gigante de Filipinas y es que
algunos de ellos pueden llegar a los 12 metros.
El amor
de
los filipinos
por
la
música
es
bien
conocido.
Así
que
las
canciones
populares
y
los
villancicos
también
son
una
tradición
típica
de
Navidad.
Una
costumbre
navideña
querida
es
el
villancico.
Por
lo general,
grupos
de
niños
cantan
villancicos
mientras
tocan
puertas
por
la
noche (carroling).
Cantan
sus
canciones
navideñas
favoritas
mientras
tocan
instrumentos
construidos con latas
de
refrescos
o
tapas
de
hojalata,
como
maracas
y
panderetas.
Después
de ser
pagados
por sus
esfuerzos
por
el
dueño
de la
casa,
los
niños
terminan
con
una canción de acción de
gracias.
Hay una novena especial
llamada “Simbang Gabi”. Se trata de una serie de misas durante nueve
días a las que asisten los filipinos durante la temporada navideña. Se extiende
desde el 16 de diciembre hasta la víspera de Navidad. A esta Novena se suma
prácticamente todo el pueblo. Las misas se celebran antes del amanecer para que
las personas no interrumpan la jornada laboral. Existe la creencia que si
completa su asistencia a Simbang Gabi, su deseo será concedido.
El pueblo filipino es un
pueblo con una fuerte orientación de celebración en comidas (salu-salo Kainan). Los filipinos
consideran a casi todos como parte de su familia (parang pamilya), y son
conocidos por ser anfitriones amables e invitados agradecidos. Sirviendo a
nuestros huéspedes con lo mejor, es un valor innato para los filipinos. Les
encanta celebrar todos y cada uno de los eventos con una comida especial.
Incluso con invitados inesperados, hacen todo lo posible para ofrecer algo, por
escaso que sea, con el saludo tradicional: “Ven a comer con nosotros” (Tuloy
po Kayo at kumain nuna tayo).
Tíos, abuelos, primos o padrinos se reúnen para asistir a la
misa durante estas fechas tan señaladas, todos con sus mejores trajes para
acudir a las celebraciones, que pueden llegar a durar horas y en las cuales se
termina con la típica comida familiar.
Los filipinos también aprecian los dulces y las delicias que se venden en los puestos de la Iglesia. Disfrutan particularmente comiendo bibingka (pastel de arroz cocinado en ollas de barro) y bumbong (un pastel de arroz morado cocinado dentro de un tubo de bambú) después de ir a misa. Estos tradicionales postres filipinos no faltan en ninguna celebración y son populares también para la entrada o salida de las misas dónde siempre hay vendedores ambulantes que los ofrecen.
Tanto
el Bibingka cómo
el Puto son los dulces elaborados en base al
arroz, uno de los alimentos principales de la gastronomía filipina. Se preparan en todas las casas
y aunque se pueden encontrar durante todo el año, es en Navidad cuando se
cocinan con mayor esfuerzo.
Para
el Bibingka se
utiliza arroz pegajoso que se cocina al horno en un cazo de cerámica para
obtener una tarta esponjosa. El Puto
Bumbong está hecho en base de arroz morado envuelto con bambu
y cocinado al vapor. Ambos se mezclan con leche de coco, huevos, azúcar o
mantequilla para darle su sabor característico.
Las familias
filipinas se reúnen para una cena de Nochebuena conocida como “Noche Buena”.
Es esa época del año otra vez, cuando las familias cocinan sus comidas
favoritas como, espaguetis, queso de bola, pancit, etc.
Las personas filipinas tienen también
una básica orientación familiar, (they are family oriented). La
relación anak-magulang es de una importancia primordial entre los
filipinos. Ama, ina y anak son cultural y emocionalmente significativos
para los filipinos, que muestran su apego filial no solo a la familia
inmediata, sino también a la familia más amplia (extendida a los nionngs,
ninangs, etc.). Esta mentalidad centrada en la familia proporciona un
sentido básico de pertenencia, estabilidad y seguridad. Es de las familias que
los filipinos naturalmente reconocen su sentido de identidad propia.
Es
por eso que los filipinos en Navidad estrechan sus lazos familiares y
disfrutan dando y recibiendo regalos entre amigos y familiares. Cuando se hace
con humor, dar regalos puede ser más divertido. La Navidad es una temporada
para reunirse nuevamente con seres queridos, familiares y amigos. Es uno de los
momentos en que los niños esperan ansiosamente su Aguinaldo o regalos. Además,
la Navidad filipina se puede celebrar ya sea que esté físicamente presente en
Filipinas o no. Ya sea que hayas nacido, crecido o solo hayas visitado
Filipinas en ciertos momentos de tu vida, ha dado forma a quién eres.
Los regalos también forman parte de las tradiciones para las fiestas en Filipinas, sin embargo, los filipinos le dan un toque gracioso y alegre a este intercambio. Durante semanas todos buscan el regalo perfecto para sus seres queridos, pero es durante el día de Navidad cuando se entregan los presentes usando un tradicional juego. En el momento de dar el regalo a su manita o manito (el amigo invisible), este tiene que adivinar de que se trata mientras se describe el paquete y se canta una canción local. Este juego alegra a las familias con el placer de dar y ver felices a todos sus miembros.
LA CELEBRACION DE LA NAVIDAD EN FILIPINAS
NOVIEMBRE: ADVIENTO: PREPARANDO
EL CAMINO DE LOS CORAZONES PARA ABRIRSE AL SEÑOR
Esta fue la señal que fue dada como presencia del
Reino: “Los ciegos ven los mudos hablas los leprosos quedan limpios, los
muertos resucitan y los pobres reciben la Buena Nueva” (Mt 11,5). Sí, como
había sido profetizado por el profeta Isaías la venida de la novedad del Reino
se muestras en los signos que dan cuenta de la acción de Dios provocando la
novedad de vida en los más pobres, vulnerables y afligidos.
Si nos abrimos a su presencia y nos dejamos
alcanzar por su amor veremos como en medio de nuestros desiertos y huesos secos
florecerán la vida (Is 35,1). Como el Belén que hicieron los palmeños en la
isla de la Palma sobre las cenizas del volcán. Los pobres son evangelizados y convertidos
en los mejores proclamadores de esta novedad de vida.
Los niños de la calle recogidos en la
Fundación Anak Tnk, también hacen la primera comunión. Un niño de la
calle Nathan de Brito que abrazo al papa Francisco en el encuentro con
los jóvenes, entro como postulante en la Orden de los Frailes Menores y pronto
será ordenado sacerdote. Darwin Ramos rescatado de los basurales (smoking
mountains) en los slams de Pasay con una enfermedad degenerativa que
le dejo en una silla de ruedas fue acogido en la fundación Tulay Ng Kabataan,
con una vida ejemplar murió con solo 17 años y se convertirá en el tercer santo
filipino.
También nosotros somos testigos de estos
signos. Disfrutamos de vivir el Adviento teniendo misa en los “sitios” más
pobres de nuestros barrios Alacan y Guilig. Allanando los corazones y
preparando para recibir la comunión a 200 niños de nuestros escuela elemental.
Niños que apenas saben leer y escribir, porque durante la pandemia perdieron la
escolaridad y que ahora recomienzan su etapa formativa. Casi mil jóvenes en el
Instituto National School preparamos para recibir confirmación. Y para
más signos ver que el pequeño Oliver recogido de una “broken family” y que ha
recibido una formación humana y religiosa a través de nuestra comunidad y las
siervas de María en Cavite ahora con 15 años quiere entrar en el seminario
menor para ser sacerdote.
Como preparación de la
Navidad con la Virgen peregrina vamos visitando las familias y rezando el
rosario por las casas. Es una manera de ir preparando la Navidad haciendo
presente y cercano a Dios a un pueblo tan amante de Marìa.
EL GRAN MARATON DEL PUEBLO
DICIEMBRE: “SIMANG GABI”
Para
los filipinos de tradición católica es igual de importante decorar la casa que
ir a las 9 misas previas a la noche de Navidad (Novena de Navidad). A partir del 16 de
diciembre se celebran cada noche una Simbang Gabi, o lo que es
lo mismo, una misa nocturna. En ellas acuden los fieles con devoción para
cumplir con las 9 misas que concluye con la misa del Gallo, la noche
de Navidad, cuando los devotos pueden pedir un deseo.
Al igual que en todos los países de tradición católica, la misa del Gallo no es
una misa cualquiera y es que la mayoría de filipinos acuden a ella durante la
media-noche de Navidad. Las iglesias están decoradas con luces y guirnaldas de
Navidad y se celebra por todo lo alto el nacimiento del niño Jesús.
“Simang gabi” significa en Filipino: “Nueve noches” o
nueve madrugadas de “misas de aguinaldo”. Las nueve misas representan los nueve
meses de gestación que tuvo la Virgen antes de traer al mundo al Niño Dios. El
Vaticano a través de León XIII concedió permiso de celebrar la Novena de
Navidad desde el 16 al 24 con misas a horas muy tempranas antes del amanecer
(madrugamos aguardando que salga el Sol que viene lo alto: Jesucristo: Lc
1,78). Por eso se la llaman también “misas de gallo”. Es como adelantar la misa
de Navidad y celebrarla durante un periodo más largo para que vaya entrando en
los corazones. Tienen un carácter festivo, se deja el morado por el blanco y se
reza “el gloria” y tienen oraciones y lecturas propias del tiempo de Navidad.
Destaca el colorido de las luces, los cantos populares, y el compartir de arroz
caldo al final de la misa para fortalecer el espíritu de fraternidad.
Esta costumbre que se inició en Latinoamérica
pronto se propago en Filipinas donde el tiempo de Navidad se prepara con gran
expectación a partir del 1 de Nov con la celebración de todos los santos y las
fiestas de la Virgen de la Inmaculada y Guadalupe patrona de Filipinas. En la “pastoral
station” que atendemos y servimos, vamos rotando por las cinco capillas. La
gente acude a la misa en la noche como acudían los pastores a Belén caminando
con velas (como las vírgenes que aguardaban la llegada del esposo: Mt 25,13) mientras
resuenan los gallos y las campanas anunciando la llegada del Mesías. Nuestra “pastoral
station” está entre campos de arrozales así que a las misas pueden acudir
los campesinos que trabajan en el campo antes de comenzar sus labores que en
general empiezan al amanecer a las 6 de la mañana.
Después de no haber podido celebrar las misas
estos dos últimos años debido a la pandemia es una oportunidad para celebrar de
forma presencial, entrañable, conmovedora y festiva para revitalizar las
comunidades a través del encuentro, el compartir fraterno y la alegría de estas
fiestas navideñas.
LA POST NAVIDAD
ENERO: PROLONGANDO LA NAVIDAD:
FIESTA DE JESUS NAZARENO
En Filipinas es propio prolongar el tiempo de
Navidad con las fiestas de Jesús Nazareno (el 9 de Enero) y El Santo Niño (el
tercer domingo de Enero).
Si
bien muchos de los festivales hunden sus raíces en el cristianismo que
trajeron los españoles (no en vano, también se usa la palabra “fiesta” para
denominarlos) y, por tanto, se hacen en honor a Jesús o a un determinado santo,
estos se entienden mejor como un resultado del sincretismo cultural. En la mayoría de
ellos también se pueden observar tradiciones prehispánicas, muchas relacionadas con el
proceso de la siembra, la cosecha o la pesca, las épocas de abundancia o
momentos históricos relevantes como puede ser la erupción de un volcán y la
mágica salvación de sus vecinos.
De
hecho, si analizamos mes por mes los festivales de Filipinas, se puede ver una
trayectoria más o menos común. Por ejemplo, a lo largo del mes de enero
encontramos celebraciones en honor al Santo Niño de Cebú,
el primer símbolo del catolicismo que llegó al archipiélago en manos de
Fernando Magallanes en 1521.
La fiesta de Hesus Nazareno Negro
Esta fiesta se celebra sobre todo en Manila
en el barrio de Quiapo donde tuvo su origen. La estatua se llama “Nazareno Negro” por su
color carbonizado, después del incendio a bordo del barco que traía la imagen,
del cual escapó milagrosamente.
La imagen del
“Nazareno Negro” representa a Jesús inclinado bajo el peso de la cruz. Fue
llevada a Manila por un sacerdote agustino español en 1607 desde México. Según la tradición, durante el viaje el barco
sufrió un incendio, pero la imagen sobrevivió milagrosamente a la tragedia y
asumió el color negro. La procesión recuerda el primer traslado de la estatua,
que tuvo lugar el 9 de enero de 1767, de aquí que se denomine "la traslatio".
Así pues la
talla original fue hecha por un carpintero mexicano anónimo en 1606, y llegó a las
Islas Filipinas a través un galeón desde Acapulco (México). En 1650 el
Papa Inocencio X aprobó
el culto a la imagen y autorizó la Cofradía de Nuestro Santo Jesús
Nazareno.
La fiesta atrae a millones de
devotos de todas las partes del país. Los fieles aglomerados intenten subir al trono
para tocar el Cristo y de este modo ser bendecidos. La procesión empieza la víspera
después de la misa de media noche y se prologa durante el día siguiente.
En la iglesia
del barrio de Quiapo donde se encuentra la estatua de Cristo llamado “Nazareno
Negro”, se celebran prácticamente una misa cada hora, alrededor de 15 misas.
“En cada misa acuden millares de personas en la celebración eucarística dentro
de la iglesia, con un total de alrededor de 100.000 personas durante todo el
día. Los miles de fieles que no han podido entrar a la iglesia, pueden
participar de la misa a través de grandes pantallas puestas fuera de la iglesia.
El Nazareno
Negro es un imán poderoso que atrae a mucha gente y no podemos detener esa
atracción. No nos atrae una imagen. Una imagen es solo un símbolo pero a través
de esta imagen nos atrae el amor de Dios.
La policía
levanta barricadas alrededor de la iglesia, donde se guarda el icono religioso,
para evitar que la gente se acerque demasiado. Según la devoción popular, tocar
la imagen del Nazareno Negro, o simplemente estar en su presencia, puede curar
a los enfermos u otorgar gracias de todo tipo.
Una devota,
Margaret Seluda, madre de cuatro hijos, dice: “El solo hecho de poder mirar la estatua
milenaria de Jesucristo tiene poderes curativos milagrosos. Ésta es una
tradición de fe en Filipinas. La fiesta me recuerda tanto a mí como a mi
familia que debemos vivir con Dios y para Dios, sin olvidar el amor al
prójimo”. La Iglesia Filipina ve la devoción al Nazareno como una expresión
vibrante la fe en la nación.
La fiesta anual de Jesús Nazareno
es una demostración de fe en Cristo. Los fieles filipinos se sienten atraídos
por el Cristo incluso en los trances difíciles con mayor intensidad y fidelidad.
Cada año, la procesión por las calles de Manila tiene lugar el 9 de enero y
dura 19 horas en la que millones de peregrinos caminan por 7 kilómetros desde
la iglesia de San Nicolás de Tolentino, su lugar de origen, a la parroquia de
Quiapo.
En 2020, antes del inicio de la
crisis sanitaria, la celebración del “Nazareno Negro” convocó a cuatro millones
de católicos, en una de las manifestaciones de fe más grandes del continente
asiático.
La Fiesta del Santo Niño
Esta fiesta se celebra primordialmente en Cebú. Rememora la traída de la
primera imagen de Jesús (Santo Niño de Praga) traída por los primeros misioneros
españoles. En el 1521 llegó la primera expedición de Magallanes. Magallanes
entregó la imagen a la esposa del Rajá de Cebú. Ella tras su conversión empezó
a bailar con el Santo Niño dando dos pasos adelante y uno hacia atrás (de ahí
el nombre Sinulog). Comienza con una procesión fluvial trayendo la
imagen en barca escoltada por una flotilla de embarcaciones. La misa se celebra
de madrugada en la gran esplanada frente a la gran basílica y la procesión-
festival (Sinulog) continúa durante todo el día. La fiesta congrega a
más de 2 millones de personas. La procesión en la que participan distintas
cofradías y comparsas se realiza con bailes al song de tambores y gongs nativos
celebra la victoria del Santo Niño que es aclamado con la “Pit Senyor Santo
Niyo”.
El
primero de los festivales más importantes de Filipinas es el Sinulog de Cebú.
Esta fiesta se hace en honor a la figura del Santo Niño de Cebú, que,
como te contamos un poco más arriba, fue la talla de un pequeño Niño Jesús
traída por Fernando Magallanes al archipiélago para ser regalada a la esposa
del rajá de Cebú en 1521.
Cuenta
la historia de Filipinas que esta, al recibirla, la
alzó sobre su cabeza y empezó a hacer una danza que consistía
en dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás.
Superando varias vicisitudes, entre ellas, la destrucción de la ciudad y la
pérdida de la estatuilla durante varias décadas (que ahora reposa en la
Basílica del Santo Niño en el centro de la ciudad), a día de hoy todavía puede
verse este baile en cada coreografía del Sinulog.
El
evento más grande de este festival filipino es la Grand Parade o
Gran Desfile, que reúne a una veintena de comparsas venidas de todo Cebú e
islas aledañas. Sus integrantes preparan con ahínco cada año coloridos
disfraces y ensayan sus coreografías hasta alcanzar la perfección, ya que,
además de un sustancioso premio económico, más de 2 millones de
personas se acercan a disfrutar de este desfile cada año.
Como
dato curioso, muchos grupos de baile basan sus vestidos en las
tradiciones o ropas de las tribus que habitaban el archipiélago en época
prehispánica. De hecho, es probable que veas en este y otros festivales de
Filipinas a muchos participantes disfrazados de “negritos”, aetas o atis. Este es un término
que fue acuñado por los españoles para referirse a determinados grupos étnicos que
creían que guardaban similitudes con los pueblos de África por su piel más
oscura y pelo rizado.
Por
ello, no se puede entender al Sinulog como un festival exclusivamente
cristiano, sino como un ritual que une las tradiciones paganas
y religiosas del país o su transición a la cristiandad con la llegada de los
españoles.
Al
desfile se le unen varios eventos interesantes desde una perspectiva
turística. En nuestra opinión, el que más merece la pena es el Desfile
Fluvial, que recrea la llegada del Santo Niño por mar a manos de
Magallanes. Además, las calles aledañas a las del desfile se llenan de fiesta y
los cebuanos lo dan todo en este momento del año.
NUESTRA FIESTA PATRONAL DE SEÑOR JESUS NAZARENO
Todos los
pueblos, "sitios" y capillas celebran su Fiesta particular en
honor a su santo patrón. Se celebran otras festividades relacionadas con los
productos locales de cada región
También nosotros celebramos la fiesta patronal del Señor Jesús Nazareno en nuestra capilla principal de Cotsang. Nuestra fiesta patronal en la capilla que tenemos en Alacan Cotsang empieza la víspera con una misa solemne. El arzobispo de Manila Mons. Sócrates Villegas preside la celebración. Es sin duda uno de los momentos más especiales del año. El día de la celebración del santo Patrón se comienza con una gran procesión a las cinco de la mañana que transcurre a lo largo de toda la “pastoral station” recorriendo todas las capillas. La gente traslada los pequeños altares de sus casa a la calle principal donde pasa la imagen de Hesus Nazareno. Se va bendiciendo los altares, las casas y la gente. Cuando se pasa por las capillas se tocan las campanas para recibir a la imagen y se hace una pequeña oración.
TRES MENSAJES DE ESTA NAVIDAD
Quisiera acabar con tres mensajes que nos deja esta Navidad. En el breve relato del nacimiento que nos deja Lucas en su evangelio en un versículo describe el evento más grande de la historia: Tras el momento de dar a luz María y José recostaron el Niño en un pesebre y lo envolvieron entre pañales porque no encontraron sitio en la posada. Quisimos empezar las meditaciones en la Novena con este hecho de por sí escandaloso: Jesús el Hijo del Altísimo despojado de todo honor gloria y poder reclinado en un pesebre. Navidad, tiempo de contemplar a Jesús en el pesebre. Se puede pensar en el pesebre como una disposición del corazón.
El pesebre no posee riquezas, no ostenta, no agobia, no tiene puertas, ni llaves, ni claves, ni contraseñas, no exige requisitos solo está ahí a disposición de quien necesite alojarse refugiarse o hacer un alto en el camino. Ser pesebre en el camino de alguien es alojar sin preguntar, sin esperar nada, sin juzgar. Acoger, alojar y dejar ir. Ofrecer el agua que alivia, el alimento que da vida, las palabras justas, una sonrisa, una mirada de acogida, un abrazo en el silencio. Todos en algún momento de nuestro camino necesitamos de este pesebre, porque ser pesebre es una oportunidad de sentirnos cerca, de recuperar el sentido en un mundo sin sentido, de volver a sentirnos seres humanos. El ángel en el silencio de la noche les susurró la gran noticia, el evangelio: hoy en Belén os ha nacido el Salvador, y les dio por señal lo encontrareis recostado en un pesebre.
Los pastores no se escandalizaron de tal signo sino que siguieron las señales del ángel hasta dar con el Niño del pesebre. Allí contemplaron y vieron lo que tantos quisieron ver y no vieron, escuchar y no escucharon. Navidad tiempo de escuchar el susurro, el beso de Dios en el silencio de la noche, tiempo para aprender a susurrar el evangelio en este tiempo de hoy. Por último tras el nacimiento de Jesús la sorpresiva huida a Egipto porque Herodes quería matar al niño. José toma a María y al niño y huye por la puerta de atrás a Egipto. Navidad tiempo de contemplar a Jesús en tantos exiliados del mundo de hoy. Sin maletas, sin seguridades, en la noche del miedo y la intemperie tienen que dejarlo todo y salir en exilio hacia lo desconocido con la única seguridad de saber que siguen el designio del Señor. Dios salva al hombre por caminos insospechados y nos pide una fe y confianza incondicional en El.
PRIMER MENSAJE: EL PESEBRE (Catequesis del Papa Francisco mencionando a San Francisco de Sales)
Contemplar el pesebre es contemplar el amor desarmado y desarman te de Jesús. Sentimientos de ternura, austeridad, amor y dolor, dulzura y dureza, son los afectos que suscita en nuestros corazones la imagen del Niño Jesús recostado en el pesebre, con su amor desarmado y desarmante.
En la Santa iglesia todo pertenece al amor, vive en el amor, se hace por amor y procede del amor. El mesías que nació en Belén, como narra en una de las cartas que escribe San Francisco de sales a Santa Juana Francisca de Chantal dice: “me parece ver a Salomón en su gran trono de Marfil dorado y tallado que no tuvo igual en ningún reino, la gloria de un rey que no tuvo igual en magnificencia. Pero prefiero cien veces ver al niño en el pesebre más que a todos los Reyes de la tierra en sus tronos. Jesús, el rey del universo, nunca se sentó en un trono, nació en un establo, fue envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Finalmente murió en una Cruz y envuelto en una sábana fue depositado en el sepulcro.
De hecho, continúa el evangelista Lucas al relatar el nacimiento de Jesús, insiste mucho en el detalle del pesebre. ¿Cómo, porqué y para qué viene Jesús, cómo se presenta el Hijo de Dios? Viene para salvarnos haciéndose hombre, pobre, indigente, haciéndose niño recostado en un pesebre, despojándose de su gloria y humillándose. Vemos en este misterio, en el punto central del pesebre, el Niño recostado en un pesebre. Esta es la señal que Dios nos da en Navidad. No fue sólo entonces para los pastores de Belén, lo es hoy y lo será siempre. Cuando Los Ángeles anuncian el nacimiento de Jesús: “vayan a encontrarlo la señal es encontrarán a un niño en un pesebre”, esa es la señal.
El trono de Jesús o el pesebre, o los caminos durante su vida predicando, con la Cruz al final de la vida. Este es el trono de nuestro Rey. La señal que Dios nos da en Navidad nos muestra aún el estilo del Padre: cercanía con pasión y ternura. Un estilo con el que el Padre nos atrae hacia sí, sin tomarnos por la fuerza, sin imponernos su verdad y su justicia, sin hacer proselitismo con nosotros. Un amor desarmado y desarmante.
Dice San Francisco de Sales: “el imán atrae al hierro y el ámbar a la paja y al heno. Pues bien tanto si somos de hierro por nuestra dureza como si somos de paja por nuestra debilidad debemos dejarnos atraer por este Niño celestial”. En nuestras fuerzas y nuestras debilidades solamente se resuelven ante el pesebre antes Jesús del pesebre y de la Cruz despojado pobre pero siempre con su estilo de cercanía con pasión y ternura.
Dios ha encontrado el medio de atraernos, seamos como seamos con el amor. No un amor posesivo y egoísta, como de desgraciadamente suele ser el amor humano, su amor es puro don pura gracia es todo y solo para nosotros para nuestro bien y así nos atrae con este amor desarmado y también desarmante. Cuando vemos esta sencillez de Jesús también nosotros nos despojamos de las armas de la soberbia y vamos allí humildemente a pedir la salvación, a pedir perdón, a pedir luz para nuestra vida. para poder seguir adelante.
No olviden el trono de Jesús: el pesebre y la Cruz. Otro aspecto del pesebre es el de la pobreza entendida como renuncia a toda vanidad mundana. San Francisco de Sales continua: “Mirando la pobreza de Jesús en el pesebre Jesús nos invita a despojarnos del poder del dinero, tanto se gasta en vanidad mundana. Dios mío cuántos santos afectos suscita en nuestros corazones este nacimiento. También nos enseña la renuncia perfecta a todos los bienes, a toda la pompa de este mundo. No lo sé pero no encuentro ningún otro misterio en el que se mezclen tan dulcemente la ternura y la austeridad el amor el dolor la dulzura y la dureza”.
SEGUNDO MENSAJE: SUSURRAR EL EVANGELIO (Reflexión del Arzobispo Sócrates B. Villegas)
Esta reflexión no la hizo nuestro obispo, conocido entrañablemente entre nosotros como “el Father
Soc”, en un encuentro de sacerdotes recogiendo el aporte de la reunión que
tuvieron los obispos celebrando el 50 aniversario Conferencia Episcopal Asiática
en Bangkok. Después de ese encuentro nos comentaba el reto de la Iglesia en
Asia de proclamar el Evangelio bajo “la clave del susurro”.
La Iglesia en Asia se vive en la mayoría de las iglesias de este continente en minorías donde los cristianos han de vivir en diálogo con otras grandes religiones y bajo un clima de no aceptación y persecución en muchas partes. Filipinas es un caso aparte. Desde aquí nos resulta difícil imaginar en cuantos lugares no solo tienes que pedir permiso para decir una misa sino que se niega el derecho de poderlo hacer incluso de poderse reunir públicamente con otros fieles.
Esta “clave del susurro” nos habla de una Iglesia que no trata de imponerse de un acercar el Evangelio “en silencio bajo la clave de atracción del propio testimonio. Cuando alguien susurra al oído debemos de tener una cercanía con la persona para poder escucharlo. Como sacerdotes estamos llamados no solo a ser meros administradores y predicadores desde el púlpito sino que también es de mucha importancia el testimonio y la cercanía con las personas.
Susurrar el evangelio desde abajo, despojados de toda pretensión u ostentación de poder supone mucha humildad. Un corazón arrogante grita el grita, se impone a la fuerza, está asociado con el privilegio. La proclamación del Evangelio bajo la categoría del susurro nos invita a hacerlo desde abajo sin olor a multitudes sino con el olor a ovejas, en contacto y empatía con las personas. Esta proclamación bajo la clave del susurro está asociado a la acción del Espíritu.
Es el Espíritu quien nos susurra en la interioridad de una vida de oración a susurrar el Evangelio tal como nos es anunciado Lo que contemplaron, escucharon y vieron eso lo anuncien de la misma forma a sus hermanos. Es la llamada de esta Navidad. Lejos de la pompa el ruido y jolgorio de la celebración entrar en el silencio de la Navidad. Es una invitación a susurrar el Evangelio en el alma de esta iglesia de Filipinas, aquí en esta tierra tan bendecida de Pangasinán.
Busquemos esa cercanía con las
personas, acercar el mensaje del Evangelio revestidos de profunda humildad.
Dios no usa un ruido estridente, una forma ostentosa y fuerte para hablarnos
sino que lo hace en el silencio de la noche como lo hizo con los pastores que
permanecían en vela. Solo quienes están a la escucha y sensibles al susurro de
Dios pueden anunciar el Evangelio con la fuerza del Espíritu.
Sigamos el ejemplo de Elías cuando después de que la misión se le hace dura y que experimenta que él no es más mi mejor que ninguno de los hombres. El hombre de fuego que había pedido a Dios por tres veces que bajase el fuego para aniquilar a sus enemigos, aquel hombre lleno de fuerza y de poder se sintió débil, sin fuerzas y tuvo miedo miedo de perder la vida.
Caminó por el desierto y se cobijo bajo la retama. Allí increpó a Dios: “basta ya, toma mi vida porque no soy mejor que mis padres” y allí se quedó dormido. En el silencio un Ángel se le acercó le tocó y le dijo: “levántate y come porque el camino es demasiado largo para ti” Él se levantó comió él vio y caminó durante cuarenta días y noches hasta llegar al monte de Dios.
Allí imploró a Dios: déjame ver tu rostro puesto que estoy solo y buscan mi vida para quitarme de en medio. Dios le dijo: “sal y ponte en el monte en el agujero de la roca hasta que pase por delante y me manifieste. Hubo un huracán violento, un temblor de tierra, un fuego inextinguible. pero allí no estaba Dios. Fue en “el susurro de una brisa suave” donde le habló el Señor.
TERCER MENSAJE: LA INDIGENCIA DEL EXILIO (Reflexión del Provincial de los carmelitas Miguel Márquez y Meditación del obispo emérito de Tánger Santiago Agrelo)
En el silencio de esta Noche Santa tenemos calor de hogar en tantas personas despreciadas, perdidas, sin techo, sin hogar, sin familia. En medio de una tierra tan agostada tan asfixiada por falta de amor, en el tronco seco de nuestra historia sigue naciendo hoy. Sentir en la entraña de la tierra el álito de la vida que quiere nacer. Navidad en el medio del misterio de la luz y de la tiniebla.
Recordamos tantas familias y personas que han tenido que huir exiliados de sus países por situaciones de guerra o situaciones de gravedad y pobreza extrema. Navidad tiempo de cercanía de acoger, de arropar, consolar, las personas que sufre y hacerlas sentir personas queridas y amadas. Ante el pesebre de la Navidad disponernos a ser pesebres a acoger, a aliviar, acompañar a cada persona indigente en esta tierra. Cada persona anhela ese abrazo que experimente la vida bendita y bendecida.
Me acurruco en el pesebre, en ese pesebre donde tantos hombres y mujeres viven su propia vida y la entregan donde personas en medio de su fragilidad te saludan y agradecen la vida, en medio de la enfermedad y laboran y trabajan como hormigas ofreciendo la vida y sosteniendo nuestro mundo. Pues claro que hay esperanza, en medio de la guerra, porque en medio de la guerra hay personas que oran que se arropan que se apoyan que se sostienen mutuamente en medio de la obscuridad y de la dificultad hay personas que dan la vida y que se levantan cada mañana dispuestas a amar.
Amor callado que se da gratuitamente con gestos sencillos de amor y acoge el misterio de la vida. En personas cuya vida parece inútil cuya vida parece estar como abandonada en un rincón o al margen de dónde sucede en la política, lejos de lo que parece que importara a la mayoría de la gente, lejos del éxito, del aplauso o del me gusta del internet del "me gusta" del “Youtube o del Facebook”. Tantas personas que están solo en el “Facebook de Dios” desde cualquier circunstancia, en el corazón de una mirada y de una presencia que no presta atención a las cosas que son visibles a los ojos mundanos.
En esta Noche Santa tan especial, así como sobrecogidos como niños que somos y que queremos estrenar la vida, dejarnos nacer en esta noche especial de silencio. Noche en la que acogemos tantas noches y tantas situaciones difíciles, la guerra, la incertidumbre en tantos lugares, pensamos en el Perú, en el Congo en Burkina Faso, en Ucrania, en tantos lugares escondidos y donde no es noticia lo que está pasando.
Quiero acoger como al niño recién nacido en el regazo de mi propia historia también que tiembla el niño que yo también soy abierto a la vida y dejándome nacer sin excusas sin reproches sin lamentarme de mi propia suerte cuando tengo tanta suerte y privilegios que no tienen tantos hermanos. Me acurrucó en el pesebre de tantas vidas de personas que en el silencio la entregan donde personas sonríen en medio de la enfermedad y trabajan como hormigas ofreciendo la vida y sosteniendo nuestro mundo.
Hay esperanza en medio de tantos desastres y de la guerra porque en medio de ella hay personas que oran que se arropan que se apoyan que se sostienen mutuamente en medio de la obscuridad y de la dificultad, hay personas que dan la vida, que se levantan temprano para besar en la frente a una persona que no reacciona, personas que arropan y que vigilan durante la noche a otras personas que están en un lecho a personas que en la soledad se sienten desamparadas y tienen alguien al que pueden llamar en un momento dado y dispuesto o dispuesta para acoger, escuchar, arropar, consolar.
Que sea Navidad en tu corazón y que sea Navidad en el
corazón de las personas que no conoces y que en cualquier esquina del mundo
ahora mismo necesitan tu abrazo necesitan mi abrazo necesitan no ser juzgados
necesitan ser arropados sea quien sea niño mujer hombre anciano de cualquier
credo arropa trae contra tu pecho en tu corazón la vida que tiembla de cada ser
humano cómo hace Dios cuando se hace pequeño y se desnuda y se hace absoluta
vulnerabilidad para que lo arropes con tu temblor para que lo abrigue es para
que seas una manta en la noche del frío y la vida vuelva a la vida y vuelva a
ponerse en pie porque hay alguien que piensa más que en su propio frío en
abrigar la vida de los demás. .
Por último a la luz del exilio del Hijo de Dios nada más nacer y de la muerte de los santos Inocentes dejémonos tocar por las entrañas del rostro
humano y el rostro de Dios en los emigrantes:
Santiago Agrelo ha pedido no criminalizar a los jóvenes migrantes y preguntarse más las razones que les llevan a "buscar una oportunidad junto a una valla". El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo, ha respondido a quienes hablan de "invasión" ante la llegada de migrantes a las costas de Ceuta y les recuerda que "los valores de cristiandad son valores de acogida y de abrazar a quien está necesitado".
Así, critica que se utilice
el lenguaje para criticar a estos jóvenes que tratan de atravesar la frontera:
"Se les atribuye comportamientos violentos y hay que decirlo, los
muertos se cuentan entre los migrantes, no entre la sociedad civil ni las
fuerzas del orden. Los mutilados se encuentran entre los migrantes, no entre
nosotros".
"El
lenguaje es un arma peligrosísima. Asociar la palabra migrante a mafia hace
suponer que donde va un migrante va la mafia y todo eso hace muchísimo
daño", insiste el religioso, que cree que con este tipo de
comentarios se crea en la sociedad la conciencia de que hay que echar a
esos chicos. En cambio, él cree que lo primero es preguntarse por qué se exponen
a morir y en ese sentido destaca: "Esos niños lo necesitan todo, empezando
por el cariño y la acogida, mucho más que el pan".
El arzobispo
emérito de Tánger, Santiago Agrelo, ha respondido a quienes hablan de
"invasión" ante la llegada de migrantes a las costas de Ceuta y
les recuerda que "los valores de cristiandad son valores de acogida y de
abrazar a quien está necesitado". Así, critica que se utilice el lenguaje
para criticar a estos jóvenes que tratan de atravesar la frontera: "Se les
atribuye comportamientos violentos y hay que decirlo, los muertos se
cuentan entre los migrantes, no entre la sociedad civil ni las fuerzas del
orden. Los mutilados se encuentran entre los migrantes, no entre
nosotros".
"El lenguaje es un arma peligrosísima. Asociar la palabra migrante a mafia hace suponer que donde va un migrante va la mafia y todo eso hace muchísimo daño", insiste el obispo, que cree que con este tipo de comentarios se crea en la sociedad la conciencia de que hay que echar a esos chicos. En cambio, él cree que lo primero es preguntarse por qué se exponen a morir y en ese sentido destaca: "Esos chicos lo necesitan todo, empezando por el cariño y la acogida, mucho más que el pan".
Terminamos esta trilogía de reflexiones con una llamada a despertar una llamada que debe interpelar nuestras vidas. Pongamos fin a la violencia, a las guerras, a la explotación, a tantas injusticias a las que asistimos en este mundo globalizado y a las que por desgracia nos hemos acostumbrado y bajado los brazos.
UN GRITO UNA ORACION UNA SUPLICA (Reflexión de Miguel Márquez)
Tengo ante mi la imagen de ese
corredor de la muerte, la imagen de los jóvenes masacrados cruzando la valla de la frontera en Melilla, los 37 cuerpos de africanos muertos tirados en el suelo con otra
montaña de heridos, algo tan terrible, tan tremendo, tan cruel, como es esa
escena que hemos visto estos días.
Pocas escenas he visto que me hayan dejado el alma tan dañada, tan dolida y lo
digo ahora porque no quiero callarlo y porque soy un carmelita que vive de una
espiritualidad que habla del corazón de la interioridad del alma y de la
dignidad humana. Esa imagen me ha revelado la crueldad y el horror repetido en tantas
guerras y tantas situaciones. Esa imagen me remite a algo que está dentro de
todos nosotros. Hemos de defender la dignidad de cada ser humano sin distinción. Esa imagen se me viene a la
mente para no callarlo y para decirle a los políticos y a todos nosotros porque
no tienen más culpa que nosotros, que cada uno de nosotros si callamos, si nos
tapamos los ojos, si no hacemos algo, si no nos duele en el alma es porque
hemos perdido algo fundamental, nuestra humanidad.
Es inevitable que cuando uno ve
esas imágenes no piense en cómo se sienten sus familias cómo se sienten sus
padres sus madres sus hermanos. Es inevitable no pensar que en esas personas,
que son extraños para nosotros, estamos nosotros ahí tirados en ese suelo. Cuando
veía esas imágenes he sentido que era yo mismo, que era mi propia historia,
posible historia mía también apaleada maltratada o herida de muerte. Yo en ese
corredor amontonado sin poder alzarme. Jóvenes llenos de fuerza y de vigor que
han sido privados de la fuerza y que han sido atacados brutalmente por querer
atravesar una valla.
Se me revuelven las entrañas ¡Que crueldad!. Se me viene a
la mente la incoherencia y el interés de los políticos algunos que hace un
tiempo abrían las puertas alegremente para que pasaran todos los que quisieran
indiscriminadamente como haciendo de ellos una moneda de cambio como protesta
por la política de España y por la posición de España en el Sáhara. Es
inevitable pensar en los políticos, en el rey de Marruecos y en el presidente
de España, sentados en una mesa hace un tiempo no lejano. Es inevitable no
pensar que esa reunión y que es sentarse amigablemente en una mesa tenga como
consecuencia lo que acabamos de ver. Que sea como un orgullo para algunos
políticos que hablan de que lo que ha pasado es una defensa de nuestros
intereses o una protección. No quiero entrar en cuestiones discutidas solo
quiero hablar de ellos, de los hombres que han sido así brutalmente derribados
y masacrados. Quiero pensarlo de cara al Dios que habita en el corazón de cada uno
de nosotros de cara a ser humano.
Se han dicho muchas cosas estos
días, pero ninguna palabra ningún grito desde fuera se compara al grito
apagado de las personas que son así derribados y heridos mortalmente. Me pienso
a mí mismo, me pienso ahí en ese montón de personas y me siento reclamando
desde la levedad del grito casi apagado la compasión y la misericordia. Me
pienso como alguien que desde fuera siente que esa herida mortal es la propia,
es la de cada uno. Siento que la herida suya es mi propia herida y que el mundo
no despertará hasta que nos sintamos que esos que están ahí son nuestros
propios hijos, que esos que son apaleados son heridos y son dañados hasta tal
punto, son los hijos son los hermanos de los propios policías que les pegan, o
son los hijos del monarca de Marruecos, o son los hijos del presidente de un
gobierno. No quiero señalar solo a ellos, me señaló a mí y señaló a todos
nosotros, porque nadie tiene más culpa que otro, aunque algunos tienen más
responsabilidad que otros.
Pensando en ellos y pensando en
tantas cosas que se han dicho estos días de personas que han expresado de una
forma tan valiente quiero también no callar y quiero también unir mi voz que
quiere ser la voz que desde donde me encuentro sea una oración y sea un grito
en señal de protesta. Quiero hacerlo con la voz de tantas personas que han
hablado y lo quiero hacer sin miedo. Se que muchas veces estas cosas no se
dicen porque hay miedo, porque alguien se puede molestar y puede castigar,
porque hay personas que tienen la fuerza y la potestad de silenciar cuando uno
dice algo incómodo, porque hay personas que convierten cualquier protesta en
moneda política o en justificación para para vengarse o para simplemente llevar
las palabras al lado de lo ideológico cuando las personas mueren cuando las
personas son así maltratadas de esa manera brutal y empiezan a surgir las
filosofías las justificaciones o incluso las teologías y cada uno se pone de un
lado y hay quienes hacen según el bando político. Hemos perdido la dignidad,
hemos perdido al ser humano.
Quiero unirme a las palabras de
un profeta de este tiempo, de un hombre que siempre dice una voz valiente que
es Santiago Agrelo al que he conocido y es amigo y que ya no es más
obispo de Tánger pero sigue estando ahí como una voz que habla de parte de
ellos y para ellos. Quiero recordar las palabras que ha dicho y convertirme en
un altavoz para decir sus palabras:
No preguntes cuántos son los
que murieron. Tampoco cuántos han sido los heridos, centenares, dicen 100 arriba,
100 abajo. A quién importa. No preguntes cómo murieron, no preguntes si esas
muertes fueron evitables. No preguntes por responsabilidades en este crimen
contra unos jóvenes africanos sin derechos y sin pan. No preguntes la culpa es
de los muertos, los violentos. Son los muertos los responsables. Son los
muertos. Las autoridades de los pueblos solo pueden felicitarse de haber
conseguido que los violentos estén muertos, que los sin derechos estén muertos,
que los sin pan estén muertos y se felicitan y se aplauden y se animan a
continuar matando a jóvenes africanos sin derechos y sin pan-
El periodismo calla, no
denuncia, ni siquiera informa y la conciencia calla como si bendijese a quienes
matan, como si a Dios no le importase los pobres que asesinamos, como si los
dueños del poder que nos oprime fuesen también los dueños de nuestros derechos
de nuestro pan y de nuestras vidas.
Yo no puedo decir que los
responsables de esas muertes son los gobiernos de España y Marruecos. Yo no
puedo decir que los gobiernos de España y Marruecos tienen las manos manchadas
de sangre. Yo no puedo decir que los gobiernos de España y Marruecos llenan de
víctimas un frío cruel prolongado e inicuo corredor de la muerte. No lo puedo
decir pero lo puedo pensar y es lo que pienso, adoradores del dinero a un lado
y otro de la frontera, adoradores del poder a un lado y otro de la frontera,
adoradores de la mentira a un lado y otro de la frontera, violadores de pobres
a un lado y otro de la frontera. Herodes y Pilatos se han puesto de acuerdo
para matar a Jesús a un lado y otro de la frontera. Herodes y Pilatos se han
puesto de acuerdo para matar a ese Dios que para nosotros son los pobres.
Santiago lo dice así, de una
forma tan dolida pero clara y firme. Yo, un pobre fraile elegido superior de
los carmelitas, quiero poner voz a sus palabras. Hoy quiero orar con
vosotros por cada uno de esos jóvenes y quiero orar también por quienes les han
tratado así bajo las órdenes de otros que les han dicho que actúen así. Quiero
orar por los políticos que seguramente están tan perdidos en su ambición en sus
intereses que no son capaces de hacer de otra manera. Quiero orar por todos
nosotros para que despertemos para que Dios nos dé la capacidad de despertar
quiero hablar por mí por mis hermanos. Me gustaría mucho que no durmiéramos,
que no justificaremos, que no estuviéramos del lado de los que se callan, del
lado de los que guardan silencio, del lado de los que viven una vida cómoda y
no hacen nada para que esto no vuelva a suceder
Le pido al Señor que tome mi
vida, que qué me complique la vida llevándome donde haga falta, que haga de mí
un instrumento y qué me desenmascare también en lo que en mi vida haya de
injusticia, en lo que haya de solamente de comodidad o de palabras bonitas que
se dicen y la vida no se pone en juego. Yo no he venido aquí para que la vida
se quede a salvo, yo no me hice fraile yo no me hice seguidor de Jesús para que
mi vida se quedará en el lado tranquilo de mi propia comodidad. Le pido al Señor
que rompa mi indiferencia y convierta mi vida en dolor y en herida para ser luz.
Ojalá pudiera aliviar o rescatar a alguno de ellos, ojalá desde lo que en este
momento he recibido, desde tanto como he recibido en la vida, pudiera repartir
la mitad, e incluso un 90% de lo que yo he recibido para dárselo a alguno de
ellos. Esto, que son palabras así dichas fácilmente, se las pongo al Señor con
toda sinceridad. Le pido que oremos, os pido una oración, sin
comentarios políticos y sin ideología, una oración por cada uno de los jóvenes
que han fallecido una oración por sus padres por sus hermanos por la gente a la
que querían tal vez por sus hijos, una oración y un momento de silencio pidiendo
a Dios que les bendiga que les tenga en su paz y que les de allí obtengan para
nosotros la luz que ahora todavía no tenemos para despertar.
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