martes, 18 de agosto de 2020

JERUSALEN LA CIUDAD SANTA

 

JERUSALEN LA CIUDAD SANTA

 

INTRODUCCION

 

La ciudad santa, la ciudad sagrada, la puerta del cielo, en esta ciudad más que en otras el hombre hace ha afanado para tocar lo eterno, para hablar con Dios. Ningún lugar en la tierra ha inspirado tanto amor, ardor, odio y pasión. Durante miles de años millones de peregrinos han acudido a ella para encontrar a Dios, para acercarse lo más cerca posible a lo divino. Un Dios ha inspirado a tres grandes religiones, lastres aman a Jerusalén, pero las tres han reclamado a Jerusalén como propia. El monte Moria fue la montaña sagrada vínculo con lo divino, donde Dios se manifestó y bendijo a Abrahám prometiéndole una tierra y una enorme descendencia. Sobre la roca del sacrificio de Isaaac se levantó el gran Templo de Jerusalén como centro de la tierra. En algunos mapas representaban a Jerusalén en el centro del mundo. Se cree que Dios escapó de la destrucción del templo y que sigue viviendo en este lugar. El centro de esta tierra prometida Eretz Israel es Jerusalén.

Etimológicamente la ciudad de la paz, paradójicamente nunca ha sido un lugar pacífico más de veinte veces destruida y construida durante treinta siglos. Uru-salim, significa: "fundada por Shalim,[1] ​ dios asociado con el anochecer y la estrella de la tarde en los sentidos etimológicos de "culmización" del día, "puesta de sol", "descanso" y "paz".[2]​ Esta etimologìa se refuerza por la forma hebrea del nombre, relacionada con yeru (ירו), (casa) y shalem o shalom (שלם', paz), por lo que Jerusalén significaría literalmente «casa de la paz».[3] El Talmud y la tradición cristiana consideran que el antiguo nombre de la ciudad es Salem, tal como aparece en el capítulo 14 del libro del Génesis.[4]

El  Talmud dice que dios creo diez medidas de belleza, como sede de belleza, Jerusalén fue bendecida con nueve mientras que una medida para el resto del mundo, también dice que Dios creó diez medidas de dolor, como sede de violencia, Jerusalén fue castigada con nueve. La ciudad de la paz aparece llena de heridas y de cicatrices. Judíos cristianos musulmanes todos han querido tocar, abrazar, poseer las piedras de Jerusalén. Los pueblos, las razas, las naciones pasan y mueren, van y mueren. Sus piedras parecen hablar y sobrevivir el paso de los siglos y tocar lo eterno.

Vamos a tratar de analizar las distintas fases que vivió la ciudad centro de peregrinación de las tres religiones monoteístas. Jerusalén después de su destrucción por los babilonios, asirios y macedonios fue finalmente destruida por los romanos bajo el emperador Tito. Después la reclamaron los cristianos, musulmanes y otomanos y turcos hasta que después de un gran exilio Israel fue constituida de nuevo en Estado judío en 1948 como reacción al antisemitismo y el Holocausto nazi.

En la actualidad Jerusalén es la capital de Israel y su ciudad más grande y poblada, con 773.000 residentes en un área de 125,1 KM cuadrados si se incluye Jerusalén Este. Situada en los montes de Judea, entre el mar Mediterráneo y la ribera norte del mar Muerto, se ha extendido bastante más allá de los límites de la Ciudad Vieja.

El estatus de la parte oriental de la ciudad, conquistada en 1967 por Israel, se encuentra disputado, ya que en este sector referido habitualmente como Jerusalén Este o Jerusalén Oriental, que incluye la Ciudad Vieja es donde la Autoridad Nacional Palestina pretende establecer la capital de su futuro Estado. Israel discute las reclamaciones palestinas y, tras la Guerra de los Seis Días, considera la ciudad como un todo unificado y un mismo municipio, declarándola como su capital "eterna e indivisible" mediante la Ley de Jerusalén en 1980. Esta anexión no es reconocida por la mayoría de la comunidad internacional, y en señal de protesta por este acto unilateral los Estados miembros de las Naciones Unidas acabaron por trasladar sus embajadas a Tel Aviv. Últimamente el presidente de Estados Unidos D. Trump volvió a trasladar sus embajadas y la sede de la capital a Jerusalén.

Este trabajo lo terminé en la fiesta de la Asunción, fue precisamente en esta fecha cuando en 1096 partió la primera Cruzada hacia Oriente a la conquista de Jerusalén.

 

 

 Litografia de David Robert, Jerusalén

 

1.       ORIGENES

Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del siglo XIII a. C. Algunos arqueólogos, creen que Jerusalén fue una ciudad fundada por un pueblo semítico occidental, con asentamientos organizados alrededor del s. XXVI a.C. De acuerdo a una tradición judía, Jerusalén fue fundada por Sem y Eber, ancestros de Abraham. Según el relato bíblico, Melquisedec (rey justo) era el rey Salem, sacerdote de Dios y presentó pan y vino a Abraham , quien era un arameo nómada, y lo bendijo a su vez Abraham le dio diezmo; Salem es identificada con Jerusalén. 

 Jerusalén fue la antigua capital del Reino de Israel. Fue el rey David quien conquistó la antigua ciudad a los jebuseos y la constituyó capital de su Reino que hasta entonces había sido Hebrón. Hebrón se halla situada a 40 km de Jerusalén, allí está Mambré, primer lugar donde se estableció el patriarca Abraham. En Hebrón selló la alianza con Dios. En Hebrón fue ungido rey David. Entorno al año 1004 a.C, David conquistó Jerusalén a los jebuseos por medio de un contingente enviado a través de un manantial subterráneo, y la convirtió en capital de su reino unificado.

El rey David la convirtió en capital de su reino unificado. David la renombró como Ir David ("Ciudad de David"), y sus restos se ubican al sudoeste de la actual Ciudad Vieja, en la llamada Colina Ophel del barrio de Silwan. Este yacimiento fue descubierto y excavado por el Fondo para la Exploración de Palestina entre 1923 y 1925. El descubrimiento por parte de Kathleen Kenyon de muros jebuseos y davídicos de la antigua Jerusalén, así como excavaciones más recientes de la denominada "gran estructura de roca", tienden a ser interpretadas por algunos arqueólogos como confirmaciones de los textos bíblicos sobre la conquista de la ciudad jebusea por David.[5]

  

La primitiva citadela de Jerusalén, estructura escalonada de piedra en Ophel, la parte más antigua de la ciudad porque ha sido datada hacia el 900 a. C., en la Edad del Hierro


Allí en la cima del monte Moria su hijo el rey Salomón erigió el primer templo. En lo sucesivo, fue una fuente continua de fuerza y seguridad para la siempre amenazada comunidad judía. El sanctasantórum del templo albergó el Arca de la Alianza y las leyes que Dios otorgó a Moisés en dos tablas de piedra en el monte Sinaí. Éste sería el único templo que permitiría la ley religiosa hebrea consagrado al culto yahvista,

La arqueología demuestra un crecimiento dramático de Jerusalén en algún momento de la primera mitad del siglo VIII a. C. Pasó de ser una una ciudad pequeña a una gran ciudad de hasta 60 hectáreas. La razón causa de esto fue la caída del reino del norte y el reasentamiento de grupos israelitas del área del sur de Samaria, incluido Betel, en Jerusalén y en el resto de Judá. El nombre de Betel es “Casa de Dios y puerta del cielo”. Fue el lugar donde Jacob tuvo el sueño donde vio una escalera donde los ángeles subían y bajaban del cielo.[6]

Judá conoció posteriormente distintas etapas de dominación extranjera, primero bajo la influencia de los asirios, que sometieron al reino de Judá al pago de tributo, y luego directamente por los babilonios (597-546 a. C.) que tomaron y arrasaron la ciudad, deponiendo al último rey, desterrando a la clase dirigente a Babilonia y destruyendo el Templo en julio del año 587 a. C.

En el año 539 a. C. el rey persa Ciro II el Grande conquistó el Imperio babilónico y permitió el regreso de las comunidades judías deportadas a la provincia de Judá; éstas regresaron a Jerusalén y reconstruyeron la ciudad y el Templo. La construcción del Segundo Templo terminó en el año 516 c. C., durante el reinado de Darío el Grande, 70 años después de la destrucción del primero.

Poco después del 485 a. C. Jerusalén fue asediada, conquistada y en gran parte destruida por una coalición de estados vecinos. Alrededor del año 445 a. C., el emperador aqueménida Artajerjes I emitió un decreto por el que permitía la reconstrucción de la ciudad y de sus murallas. Jerusalén recuperó su papel como capital de Judá y centro del culto judío.

En 332 a. C. Alejandro Magno conquistó el Imperio persa y la ciudad no sufrió destrucciones. A la muerte de Alejandro, Judá (o Judea) y Jerusalén pasaron a quedar en manos de la dinastía ptolemaica bajo el reinado de Ptolomeo l. En el año 198, el imperio seléucida tomó el control de la ciudad liderado por Antíoco III. Sin embargo, el intento por parte de los seléucidas de helenizar Jerusalén llegó a su fin con el triunfo de la rebelión de los macabeos, encabezada por Matatías y sus cinco hijos contra Antíoco IV Epífanes.

Con la toma de control de los asmoneos, Jerusalén se convertiría en la capital de su reino y conocería un periodo de relativa independencia, si bien sería conquistada, junto con todo el reino, por las tropas romanas de Pompeyo en el 64 a. C. después de derrotar a los restos del Imperio seléucida.

Jerusalén sufrió el asedio y la conquista romana, con su anexión a la República romana. Sin embargo, poco después de la conquista romana llegó una invasión parta en apoyo de un contendiente rival al trono asmoneo, y de la lucha entre las fuerzas pro-romanas y las pro-partas emergería un líder idumeo llamado Herodes. Cuando Roma prevaleció en la disputa con los partos, instaló a Herodes como rey de un estado cliente. 

                                      

Reconstrucción del Templo de Salomón por Herodes I el Grande.

 Herodes I el Grande restauró y embelleció la ciudad construyendo murallas, torres y palacios, así como expandiendo el Templo, apuntalando el patio con bloques de piedra de más de 100 toneladas de peso. Bajo su mandato se dobló la superficie del Templo, del que todavía queda en pie una parte llamada Muro de las Lamentaciones, de gran importancia en la religión judía.

Poco después de la muerte de Herodes, en el año 6 d. C., Roma asumió el control directo de lo que pasó a denominarse la Provincia de Judea, aunque la dinastía herodiana siguió sirviendo al Imperio como reyes clientes de territorios vecinos hasta el 96 a. C. A partir del año 33 d. C. aproximadamente existió una iglesia cristiana creciente en Jerusalén, donde además se celebró el denominado Concilio de Jerusalén alrededor del año 49 d. C.

En el año 66 tuvo lugar la primera guerra judeo-romana, que supuso el asedio y la toma de la ciudad por parte de Tito en el año 70, lo que derivó en la devastación de gran parte de la ciudad y en la segunda destrucción del Templo de Jerusalén.

El historiador contemporáneo Flavio Josefo describió la destrucción de la ciudad afirmando que "la ciudad fue tan metódicamente arrasada por aquellos que la demolieron hasta sus cimientos que nada quedó en ella que pudiese persuadir al visitante de que aquello había sido alguna vez un lugar habitado".

Tito conquista Jerusalén y destruye el Segundo Templo. En el año 70 dC ocurrió lo predicho por Jesucristo: "Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los pueblos." 

Cuando los judíos levantados en la Galilea se enfrentaron a su derrota en los primeros años de las revueltas, sus líderes, decididos a oponerse a los romanos, huyeron a Jerusalén, donde muchos de los rebeldes, los conocidos como zelotes, hicieron sus últimos esfuerzos para evitar la destrucción del Templo.

Durante esa época, en el 69 dC, también había luchas de poder en Roma y el comandante de las fuerzas romanas en Israel, Vespasiano, parte urgentemente de Tierra Santa hacia Roma para reclamar el trono de su imperio, dejando a su hijo Tito responsable de la captura de Jerusalén. 

Mientras que su padre había sitiado la ciudad pacientemente durante casi dos años, Tito quería demostrar su valía y decidió tomar la ciudad. A través del esclavo judío e historiador romano Flavio Josefo, hizo varios intentos de negociación con los líderes rebeldes judíos, pero los líderes zelotes, decididos a defender el Templo y la ciudad santa, se negaron a hacer concesión alguna. Esta posición de los zelotes provocó un importante y sangriento conflicto entre los judíos de Jerusalén, muchos de los cuales, especialmente los más adinerados, acaso presintiendo la destrucción, querían negociar algún tipo de rendición. Acaso como último intento para motivar a sus correligionarios a luchar contra el sitio romano, en un determinado momento comenzaron a quemar las tiendas de comida. Algunos historiadores sostienen que murieron más judíos por las luchas intestinas que por los ataques romanos en sí.

El 70 dC, Tito Flavio Vespasiano derrota a los judíos rebelados, destruye totalmente Jerusalén y, poco después (73 dC), derrota su última posición en Masadá, donde se habían refugiado los pocos judíos que sobreviven a la destrucción de Jerusalén.

Aunque se debate si Tito dio la orden, las legiones de Tito hicieron que Jerusalén cayese pasto de las llamas, derribaron la triple muralla y destruyeron y mancillaron el Segundo Templo de los judíos. Flavio Josefo dice que los soldados romanos, contra las órdenes de Tito, prendieron fuego a una casa adyacente al Templo y sus llamas se extendieron rápidamente hasta acabar con éste; otros historiadores sugieren que el relato de Josefo es producto de una revisión provocada por Tito para lavar su imagen.

Al mismo tiempo, los romanos arrasaron completamente los alrededores de Jerusalén en un radio de 18 km, convirtiéndolos en un desierto calcáreo que aún subsiste hoy. Además, para construir sus torres de asalto y sus catapultas, Tito había ordenado la tala de los árboles hasta 10 km. alrededor de Jerusalén. Escribe Flavio Josefo: Y verdaderamente, el mismo panorama era algo melancólico; pues los lugares que estaban adornados con árboles y agradables jardines ahora se habían vuelto en campo desolado en todas las facetas, y sus árboles habían sido todos talados. Ningún forastero que antes hubiera visto Judea y los más bellos suburbios de la ciudad, y ahora la viera como un desierto, podría sino lamentar y afligirse tristemente ante cambio tan grande.

La destrucción total de Jerusalén y del Segundo Templo fue catastrófica para el pueblo judío. Según Flavio Josefo —historiador judío de la época, sometido a esclavitud, llevado a Roma y romanizado y repudiado por los judíos―, cientos de miles de judíos perecieron en el asedio a Jerusalén y en distintas partes del país, y muchos miles fueron vendidos como esclavos. 

En el 132 los romanos derrotan a los judíos dirigidos por Ben Cojba. Más tarde (132 dC), los romanos destruyeron totalmente sus pobres restos, cuando los judíos, bajo las órdenes de Ben Cojba (nombre transmitido por los "rollos del Mar Muerto"), intentaron desprenderse del yugo romano.

Adriano fundó, sobre las ruinas de Jerusalem, una nueva ciudad, a la que llamaron Aelia Capitolina en un intento de borrar cualquier vestigio jerosolimitano, elevando sobre el Monte Sión un templo a Júpiter Capitolino. 

El proyecto de reconstrucción de Adriano como una ciudad completamente romana (Aelia Capitolina) desencadenó la rebelión de Bar Kojba entre los años 132 y 135, que una vez aplastada dio inicio a la diáspora judía. Tras su victoria contra los judíos, el emperador romano Adriano unificó la Provincia de Judea con varios territorios vecinos y la rebautizó con el nombre de Siria Palestina. La ciudad de Jerusalén fue renombrada como Aelia Capitolina y reconstruida al estilo de una ciudad romana, y a los judíos se les prohibió el acceso a la ciudad so pena de muerte, con la excepción de un día al año, el Tisha B'Av.

Estas medidas, que se aplicaron también a los judíos cristianos, tendieron a secularizar la ciudad y se mantuvieron hasta bien entrado el siglo VII, si bien los cristianos ganaron su exención a la prohibición de entrar en Jerusalén tan pronto como Constantino I, el primer emperador romano de creencias cristianas, ordenó la construcción de templos cristianos en la ciudad, incluida la Iglesia del Santo Sepulcro en 326. Los únicos restos de enterramientos durante el periodo de control bizantino de la ciudad son cristianos, lo que parece sugerir que la ciudad estuvo exclusivamente habitada por cristianos mientras permaneció gobernada por Constantinopla.

La piadosa emperatriz Elena llegó desde Bizancio para buscar los lugares santos, logrando hallar el Santo Sepulcro de Jesucristo. Desde ese instante, Jerusalén se convirtió en juguete de la historia. 

 

 

Litografía de David Robert, entrada en la ciudad de Jerusalén

 

2.       LA EDAD MEDIA Y EDAD MODERNA 

 

La ciudad permaneció bajo el control del Imperio Romano de Oriente hasta la expansión musulmana en el siglo VII, para después ser conquistada en 1099 por los ejércitos cristianos que promovieron las Cruzadas, creándose el Reino de Jerusalén. Tras el desastre en los Cuernos Saladino tomó la ciudad nuevamente ese mismo año y, salvo un pequeño intervalo de nueva dominación cristiana entre 1228 y 1244, los cruzados no volvieron a tomar la ciudad. Estas murallas cuentan con ocho puertas. Siete están abiertas y una permanece sellada. Las cuatro puertas principales: la Puerta de Yafo, de Damasco, de los Leones y la Puerta de Sion - fueron construidas de acuerdo a los cuatro puntos cardinales, y se dirigen hacia las principales ciudades del país.

El destino de Jerusalén siguió ligado a sucesivas conquistas y conflictos, formando parte del Imperio bizantino, dentro del cual fue una de las cuatro sedes de mayor importancia religiosa doctrinal del cristianismo, junto con ConstantinoplaAntioquía y Alejandría.

El año 614 el Imperio sasánida conquistó la ciudad mediante un firme asedio de 21 días. Las crónicas bizantinas cuentan que los sasánidas y los judíos que luchaban con ellos masacraron a decenas de miles de cristianos en la ciudad, muchos de ellos en el embalse de Mamilla, y destruyeron sus monumentos e iglesias, incluida la Iglesia del Santo Sepulcro.[7] ​ Este episodio de la historia jerosolimitana ha generado muchos debates entre los historiadores.[8] Los sasánidas regirían la ciudad hasta el año 629, cuando las tropas bizantinas del emperador Heraclio la recuperaron.[9]

  

Mapamundi medieval (1485) con Jerusalén como centro del mundo.

 

La Jerusalén bizantina fue conquistada por los ejércitos árabes de Umar ibn al-Jattab en el año 638.[10] ​ Entre los musulmanes de la primera época del Islam se la conocía como Madinat bayt al-Maqdis ("Ciudad del Templo"),[11]​ lo que hacía alusión solamente al Monte del Templo. El resto de la ciudad "...era conocida como Iliya, en referencia al nombre romano asignado a la ciudad tras su conquista en el año 70ː Aelia Capitolina".[12]​ Posteriormente, el Monte del Templo pasó a conocerse como al-Haram al-Sharif ("El Noble Santuario"), mientras que la ciudad a su alrededor se denominaba Bayt al-Maqdis,[13] ​ y algo más tarde como al-Quds al-Sharif ("La Sagrada, Noble").

La relación del Islam con Jerusalén comenzó en el año uno de la Hégira (623), cuando a los musulmanes se les dijo que debían mirar hacia la ciudad cuando realizasen sus oraciones diarias y, según la tradición musulmana, tuvo lugar el viaje nocturno de Mahoma y su ascenso a los cielos. Trece años después, la quibla (dirección hacia la que los musulmanes oran) cambió a La Meca.[14] ​ Tras la conquista musulmana de Jerusalén en el año 638 se permitió a los judíos permanecer en la ciudad.[15]

Por otro lado, el califa ortodoxo Umar ibn al-Jattab firmó un tratado con el Patriarca cristiano de Jerusalén Sofronio, en el que le aseguraba que la población y los lugares sagrados cristianos quedarían bajo la protección de los gobernantes musulmanes.[16] ​ Según la tradición árabe-cristiana, cuando llevaron al califa Umar a rezar en la Iglesia del Santo Sepulcro, uno de los lugares más sagrados para los cristianos, este se negó a orar para que los musulmanes no le demandaran la conversión de la iglesia en mezquita.[17] ​ Rezó fuera de la iglesia, justo en el lugar donde la Mezquita de Omar se encuentra hoy en día. El obispo galo Arculfo, que vivió en la ciudad entre 679 y 688, describió la Mezquita de Omar como una estructura rectangular de madera construida sobre ruinas que podía alojar a 3.000 fieles.[18]

A finales del siglo VII, el califa omeya Abd al-Malik encargó la construcción de un santuario en el Monte del Templo, conocido a día de hoy como la Cúpula de la Roca.[19] ​ Dos de los más distinguidos habitantes de Jerusalén durante el siglo X fueron el geógrafo Al-Muqaddasi y el médico Al-Tamimi. El primero de estos escribió que Abd al-Malik construyó el edificio en el Monte del Templo para competir con la grandeza de las monumentales iglesias de Jerusalén.[20] ​ En 710 se terminó de erigir la mezquita de Al-Aqsa.

Durante los siguientes cuatrocientos años la importancia de Jerusalén decayó mientras los diferentes poderes árabes competían por su control.[21] Jerusalén fue conquistada en 1073 por el comandante turco selyúcida Atsız.[22] ​ A su muerte, el príncipe selyúcida Tutush I entregó la ciudad a otro comandante selyúcida, Artuk Bey. Cuando este murió en 1091, sus hijos Sökmen e Ilghazi gobernaron la ciudad hasta 1098, año en que fue reconquistada por los fatimíes.[23]

  

Sitio de Jerusalén (1099)

Un movimiento mesiánico caraíta que llamaba al retorno a Jerusalén tuvo lugar al inicio del nuevo milenio, lo que ocasionó una "Edad Dorada" de los estudios caraítas allí a la que pusieron fin las Cruzadas.[24] En 1095 el papa Urbano II predicó en el Concilio de Clermont la Primera Cruzada, dirigida a recuperar Jerusalén de los musulmanes. En 1099, el gobernante fatimí expulsó a la población cristiana de Jerusalén antes de que la ciudad fuese conquistada por el noble francés Godofredo de Bouillón, que masacró a la mayoría de sus habitantes musulmanes y judíos tras tomar la fortaleza al asalto. Los cruzados crearon el Reino de Jerusalén, gobernado por el hermano de Godofredo, Balduino I.

Dado que Jerusalén quedó prácticamente despoblada, un proceso de repoblación tuvo lugar poco después de la constitución del nuevo reino, con la llegada de pobladores griegosbúlgaroshúngarosgeorgianosarmenios, sirios, egipcios, nestorianosmaronitas y coptos, entre otros. Con esta emigración masiva se intentaba bloquear el retorno de los musulmanes y judíos que habían sobrevivido a la masacre. El barrio nororiental se repobló con cristianos ortodoxos provenientes de Transjordania.[25] ​ Como resultado del conflicto, la población de Jerusalén cayó en 1099 hasta los 30.000 habitantes.[26]

Tras el desastre en los Cuernos de Hattin en 1187, el sultán de Egipto y Siria, Saladino, tomó Jerusalén nuevamente y permitió a judíos y musulmanes volver a asentarse en la ciudad.[27] ​ Según los términos de la rendición cruzada, unos 60.000 francos fueron expulsados de Jerusalén una vez pagado su rescate. A los cristianos ortodoxos se les permitió quedarse.[28] ​ Bajo la dinastía ayubí de Saladino se invirtieron grandes sumas de dinero en la construcción de casas, mercados, baños públicos y hostales para los peregrinos, así como en el establecimiento de donaciones religiosas. Sin embargo, durante la mayor parte del siglo XIII, la importancia de la ciudad fue en declive debido a su pérdida de valor estratégico y a las luchas interinas de los ayubíes.[29]

Jerusalén pasó pacíficamente a manos de los cristianos como resultado del tratado acordado en 1229 entre el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II y el sultán ayubí de Egipto al-Kamil, que supuso el fin de la Sexta Cruzada. Los ayubíes mantuvieron el control de los santos lugares musulmanes y algunas fuentes árabes sugieren que a Federico II no se le permitió restaurar las fortificaciones de la ciudad.[30]

En 1244, Jerusalén fue saqueado por los tártaros jorezmitas, quienes diezmaron la población cristiana de la ciudad y expulsaron a los judíos.[31] ​ Los jorezmitas fueron a su vez expulsados por los ayubíes en 1247. La continua reiteración de conflictos hicieron declinar rápidamente la población de Jerusalén, y cuando Nahmánides la visitó en 1267 solo encontró a dos familias judías de entre un total de 2.000 habitantes, 300 de los cuales eran cristianos y el resto musulmanes.[32] ​ Entre 1260[33]​ y 1517, Jerusalén estuvo dominada por los mamelucos, si bien numerosos enfrentamientos tuvieron lugar entre estos por un lado y los cruzados y los mongoles por otro. La región también sufrió numerosos terremotos e incluso la peste negra.[34] ​ La Orden del Santo Sepulcro fue responsable del mantenimiento de una pequeña población cristiana en la ciudad.

 La época otomana

 

 

La ciudadela de David y las murallas otomanas.

 

En 1517, Jerusalén pasó a formar parte del Imperio Otomano junto con el resto de Palestina.[35] La ciudad disfrutó de un próspero periodo de renovación y paz bajo el mandato de Solimán el Magnífico. En 1538, la muralla que hoy rodea la Ciudad Vieja fue construida; tiene una extensión aproximada de 4,5 km. y su altura varía entre los 5 y 15 m., con un espesor de hasta 3 m. El muro posee 43 torres y once puertas; siete están abiertas y cuatro permanecen selladas. Las cuatro puertas principales de la ciudad son la Puerta de Jaffa, la Puerta de Damasco, la Puerta de los Leones y la Puerta de Sion; todas fueron construidas de acuerdo a los cuatro puntos cardinales, y se dirigen hacia las principales ciudades de la región. La Puerta Dorada es llamada en hebreo y árabe la "Puerta de la Misericordia", y de acuerdo a la tradición judía, por esta puerta el Mesías entrará en Jerusalén; los otros tres accesos sellados conforman la denominada Puerta de Hulda.

A lo largo de gran parte del dominio otomano, Jerusalén siguió siendo un centro provincial con gran importancia religiosa que no se beneficiaba de la principal ruta comercial entre Damasco y El Cairo.[36] ​ El libro de referencia inglés "Modern history or the present state of all nations", escrito en 1744, afirmaba que "Jerusalén todavía es reconocida como la capital de Palestina, por mucho que haya decaído de su antiguo esplendor".[37]​ Los otomanos trajeron consigo muchas innovaciones, y entre los primeros síntomas de modernización de la ciudad se introdujeron modernos sistemas postales gestionados por los diversos consulados y servicios regulares de diligencias y carruajes.[38] ​ A mediados del siglo XIX, los otomanos construyeron la primera carretera pavimentada entre Jaffa y Jerusalén, mientras que el ferrocarril llegó a la ciudad hacia el año 1892.[39]

Cuando el egipcio Mehmet Alí conquistó la ciudad en 1831, las misiones diplomáticas y los consulados comenzaron a asentarse en la Jerusalén. En 1836, Ibrahim bajá permitió a los judíos de Jerusalén restaurar cuatro importantes sinagogas, entre ellas la sinagoga Hurva.[40] Durante la revuelta de campesinos que convulsionó Palestina, Qasim al-Ahmad dirigió sus fuerzas desde Nablus y atacó Jerusalén ayudado por el clan Abu Gosh, y entró en la ciudad el 31 de mayo de 1834. Los cristianos y judíos de la ciudad sufrieron diversos ataques. El ejército egipcio de Ibrahim derrotó a las fuerzas de Qasim en Jerusalén al mes siguiente.[41]

Aunque los otomanos reinstauraron su control sobre la ciudad en 1840, muchos musulmanes egipcios permanecieron en Jerusalén y judíos provenientes de Argel y de otras partes del norte de África comenzaron a asentarse en la ciudad en números cada vez mayores.[42] ​ Durante las décadas de 1840 y 1850, las grandes potencias internacionales comenzaron un tira y afloja en Palestina buscando aumentar la protección de las minorías religiosas de la zona, una disputa llevada a cabo principalmente por los representantes consulares presentes en Jerusalén.[43] Según el cónsul prusiano, la población en 1845 era de 16.410 habitantes, de los que 7.120 eran judíos, 5.000 musulmanes y 3.390 cristianos, además de 800 soldados turcos y 100 europeos.[44] ​ El número de peregrinos cristianos creció bajo el control otomano y la población de la ciudad se doblaba al llegar la Pascua.[45]

                                         

La Puerta de Damasco hacia 1900.

 

En la década de 1860, nuevos barrios comenzaron a desarrollarse fuera de las murallas de la Ciudad Vieja para alojar a los peregrinos y para aliviar la importante superpoblación y las deficientes instalaciones sanitarias dentro de la ciudad. El Complejo Ruso y Mishkenot Sha'ananim fueron fundados en 1860;[46] ​ este último fue erigido gracias a la donación del filántropo Moisés Montefiori, quien financió la construcción en la zona de siete molinos de viento, hoy en día quedan sólo dos, para incentivar a los pobladores a salir de las murallas y sumarse a los nuevos barrios.

En los años y décadas siguientes se construyeron Mahane Israel (1868), Nahalat Shiv'a (1869), la Colonia Alemana (1872), Beit David (1873), Mea Shearim (1874), Shimon HaZadiq (1876), Beit Ya'aqov (1877), Abu Tor (década de 1880), la Colonia Sueco-Estadounidense (1882), Yemin Moshe (1891), y Mamilla y Wadi al-Joz en torno al final del siglo. En 1867, un misionario estadounidense anotó que la población aproximada de Jerusalén estaba "por encima" de los 15.000 habitantes, con entre 4.000 y 5.000 judíos y 6000 musulmanes. Cada año llegaban de 5.000 a 6000 peregrinos cristianos rusos.[47] ​ En 1874, Jerusalén se convirtió en el centro de un distrito administrativo especial llamado el Mutasarrifato de Jerusalén, independiente del Valiato de Siria y bajo la autoridad directa de Estambul.[48]

 

Litografía de David Robert, Jerusalén

 

 

3.       ÉPOCA CONTEMPORÁNEA 

A mediados del s. XIX, Jerusalén comienza a expandirse fuera de las murallas. En la década de 1860, se fundaron los primeros barrios exteriores a las murallas, con la donación del filántropo Moisés Monterofi. Monterofi mandó construir en la zona siete molinos de viento, para incentivar a los pobladores a salir de las murallas y sumarse a los nuevos barrios. Con la creación del movimiento sionista y las grandes olas inmigratorias de judíos que comenzaron a finales del siglo, Jerusalén se expandió aún más. En 1925 fue fundada la Universidad Hebrea de Jerusalén en el Monte Scopus. 

Los británicos se retiraron el 14 de mayo de 1948, si bien el territorio fue sometido previamente a una partición aprobada por la Asamblea General de la ONU, el 29 de noviembre de 1947, en la que se establecían dos estados, uno árabe y otro judío, quedando la ciudad de Jerusalén internacionalizada. La propuesta fue aprobada por autoridades judías pero rechazada por las autoridades árabes. La participación nunca se llevó a cabo a efectos reales, debido a la confrontación civil que se producía en esos momentos, y a la posterior Guerra de Independencia de Israel (1948)

En 1917 los ejércitos británicos desplegados en Egipto, liderados por el general Edmund Allenby, avanzaron por la costa oriental del mar Mediterráneo y capturaron la ciudad tras vencer la fuerte resistencia otomana durante la campaña del Sinaí y Palestina en el marco de la Primera Guerra Mundial.[49]

Finalizada dicha contienda, con la derrota del Imperio Otomano, la Sociedad de Naciones otorgó los territorios de PalestinaTransjordania e Irak al Reino Unido en calidad de mandato. Las autoridades británicas se enfrentaron con una serie de problemas derivados de la reciente presencia otomana en la ciudad. El 27 de enero de 1914, el ayuntamiento de Jerusalén y un empresario griego llamado Euripides Mavromatis firmaron una serie de acuerdos para el suministro de agua y electricidad y la construcción de una red de tranvías, todo ello mediante concesiones realizadas por las autoridades otomanas. Cuando los británicos tomaron el control, estas obras aún no habían comenzado y las autoridades británicas se negaron a reconocer la validez del acuerdo.

Mavromatis reclamó que la Concesión de Auja, firmada por los británicos con Rutenberg en 1921, coincidía con la suya y, por lo tanto, se le había privado de sus derechos legales. La concesión de Mavromatis siguió adelante pese a los numerosos intentos de las autoridades británicas de abolirla, y cubrió tanto a Jerusalén como a localidades cercanas (por ejemplo, Belén) en un radio de 20 kilómetros alrededor de la Iglesia del Santo Sepulcro.[50]

Los británicos no pudieron calmar las crecientes hostilidades entre la población civil judía y árabe. Los grupos paramilitares judíos se opusieron al régimen británico, puesto que reclamaban un Estado judío independiente y la libre entrada de refugiados judíos de Europa, perseguidos por la Alemania nazi. Por su parte, la población árabe protestaba tanto contra la presencia de las tropas británicas, a las que consideraban una potencia colonial, como contra la creciente llegada de inmigrantes judíos, algo que en ocasiones derivaba en protestas violentas (como, por ejemplo, el pogromo de Jerusalén de 1920) o incluso en levantamientos armados, siendo el más representativo de estos la revuelta árabe de Palestina que tuvo lugar entre 1936 y 1939.

La población de Jerusalén se disparó en el periodo comprendido entre 1922 y 1948, pasando de tener alrededor de 52.000 habitantes a un total de 165.000, de los que aproximadamente dos tercios eran judíos y un tercio eran árabes (tanto musulmanes como cristianos).[51] ​ Bajo el gobierno británico, se construyeron nuevos suburbios verdes al norte y oeste de la ciudad,[52] ​ y se fundó en 1925 la Universidad Hebrea de Jerusalén en el Monte Scopus,[53] ​ con la clase inaugural dictada en alemán por Albert Einstein.[54]

La tensión entre británicos y judíos aumentó tras el final de la Segunda Guerra Mundial, al terminar la colaboración entre judíos y británicos en la lucha contra los nazis, y al agravarse las restricciones británicas a la inmigración judía, fijadas en el "Libro Blanco". El 22 de julio de 1946 el Irgún, liderado por Menájem Beguín, atentó contra el ala sur del Hotel Rey David, donde se encontraba la base del Secretariado Británico, sede del mando militar y la División de Investigación Criminal (sección especial de la policía). El atentado se saldó con 91 muertos, 17 de ellos judíos, en uno de los mayores atentados ocurridos durante el Mandato británico de Palestina.

 División y reunificación

                                            

Artillería jordana asolando la ciudad de Jerusalén, entre enero y mayo de 1948.

El terrorio del Mandato británico de Palestina fue sometido a una partición aprobada por la Asamblea General de la ONU el 29 de noviembre de 1947, en la que se establecían dos Estados, uno árabe y otro judío, quedando la ciudad de Jerusalén internacionalizada. La resolución establecía: «La ciudad de Jerusalén se establecerá como un corpus separatum bajo un régimen internacional especial y será administrada por las Naciones Unidas».[55]​ Precisaba que la ciudad de Jerusalén incluiría la municipalidad de Jerusalén y las ciudades y pueblos de su periferia, siendo el más oriental Abu Dis, el más meridional Belén, el más occidental Ein Karim (incluyendo el área urbanizada de Motsa) y el más septentrional Shufat.[56] Estaba previsto que el régimen internacional de la ciudad de Jerusalén durase diez años, transcurridos los cuales se celebraría un referéndum entre sus habitantes que decidiría el futuro estatus de la ciudad.[57] ​ La propuesta fue aprobada por las autoridades judías pero rechazada tanto por la población árabe de Palestina como por los líderes de los países árabes circundantes, dando inicio al día siguiente a una guerra civil.

Desde mediados de enero de 1948, los cerca de 100 000 habitantes judíos de Jerusalén (tanto de la parte oeste como de la este) fueron sometidos a un intenso asedio por parte de las tropas árabes.[58] ​ En medio de los enfrentamientos, la administración británica abandonó Palestina el 15 de mayo de 1948, fecha en que expiraba el mandato británico y un día después de que David Ben Gurión leyese la Declaración de independencia de Israel en el Museo de Tel Aviv. Al día siguiente los países árabes vecinos iniciaron la invasión del Estado de Israel, dando inicio así a la Guerra de independencia de Israel o Guerra árabe-israelí de 1948.

                                                                       

Hotel Semiramis tras el ataque de la Haganá en enero de 1948.

 En contravención de la resolución de la ONU, que mantenía a la ciudad fuera de los nacientes estados judío y árabe, Israel tomó el control de una parte de la ciudad que pasaría a conocerse como Jerusalén Oeste, así como gran parte del territorio que había sido asignado al estado árabe; por su parte, Jordania tomó el control de lo que se conocería como Jerusalén Oriental, así como de Cisjordania, la mayor parte de la cual también había de formar parte del estado árabe.

 La guerra provocó el desplazamiento de los habitantes árabes y judíos de la ciudad. Los 2.000 habitantes del Barrio Judío de la Ciudad Vieja fueron expulsados en masa cuando la Legión Árabe la ocupó el 28 de mayo de 1948. El comandante jordano que lideró la operación informó a sus superiores: "Por primera vez en 1000 años no queda un solo judío en el barrio judío. Ni un solo edificio se mantiene intacto. Esto hace que el retorno de los judíos aquí sea imposible".76​ Dos días después, la Sinagoga Hurva, construida originalmente en 1701, fue volada por la Legión Árabe de Jordania.[59]

Por su parte, los habitantes árabes de Katamon, Talbiya y de la Colonia Alemana fueron expulsados de sus hogares. Para cuando la contienda terminó, Israel tenía el control sobre 12 de los 15 barrios residenciales árabes de Jerusalén. Un mínimo aproximado de 30.000 jerosolimitanos se convirtieron en refugiados.[60]

El esfuerzo militar que permitió mantener abierto el camino entre Tel Aviv y Jerusalén, para evitar que los barrios judíos de la ciudad cayeran en manos jordanas, llevó varios meses de intensas luchas, y fue uno de los que más vidas les costó a Israel en toda su historia. La partición prevista por la ONU nunca se llevó a cabo a efectos reales, debido a la guerra civil y a la posterior guerra árabe-israelí durante la cual Jerusalén fue ocupada por las tropas de Jordania e Israel, haciéndose los primeros con la ciudad vieja y los últimos con los barrios modernos.[61] El conflicto dejó la ciudad dividida en dos, hasta su reunificación tras la Guerra de los Seis Días.

En noviembre de 1948 se estableció una tierra de nadie entre las posiciones militares de ambos ejércitos. Moshe Dayan, comandante de las fuerzas israelíes en Jerusalén, se reunió con su homólogo jordano Abdullah el-Tell en una casa desierta del barrio jerosolimitano de Musrara y trazaron en un mapa las posiciones de ambos: la posición israelí con una línea roja y la jordana con una línea verde. El armisticio árabe-israelí de 1949 se estableció sobre la base de la línea de demarcación, llamada Línea Verde, fijada por el avance militar de ambas partes. Dejaba la parte oeste del lado israelí, mientras que la parte este quedaba en manos de Jordania, incluyendo la Ciudad Vieja, pero con excepción de un enclave israelí en el Monte Scopus, donde se encontraba la Universidad Hebrea y el Hospital Hadassah, instituciones que suspendieron sus actividades en esa zona hasta después de la Guerra de los Seis Días. Se erigieron barreras de alambre de espino y de cemento por el centro de la ciudad, pasando cerca de la Puerta de Jaffa (en la zona oeste de la Ciudad Vieja amurallada), y se estableció un paso fronterizo en la Puerta Mandelbaum, algo más al norte. Hubo frecuentes escaramuzas que amenazaron el alto el fuego sin llegar nunca a romperlo. Entre los acuerdos que constituyen el armisticio, la resolución 303 de la Asamblea General de la ONU de 9 de diciembre de 1949 reafirmaba el estatuto internacional de Jerusalén tal como lo definía la resolución 181 de 1947,[62] estatus que sigue estando vigente para la ONU en la actualidad.[63]

Tras el establecimiento del Estado de Israel, Jerusalén fue declarada oficialmente como su capital.[64] Jordania se anexionó formalmente Jerusalén Este en 1950, sometiéndola a la ley jordana, y en 1953 la declaró "segunda capital" de Jordania.[65] La capitalidad israelí de Jerusalén no fue reconocida por ningún país del mundo, y la anexión jordana solo fue reconocida por el Reino Unido y Pakistán sobre la base de la situación de facto,[66] ​ aunque algunos académicos dudan de que este último reconocimiento tuviera lugar.[67] ​ 

Tras obtener el control de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la administración jordana mantuvo y renovó los lugares sagrados musulmanes pero, en contra de los acuerdos de armisticio, negó a los judíos el acceso a sus santos lugares, muchos de los cuales fueron destruidos o profanados. En cuanto a los lugares sagrados cristianos, Jordania permitió un acceso muy limitado a los fieles;[68] estas restricciones llevaron a una parte de la población cristiana a abandonar la ciudad. Durante la administración árabe de diecinueve años, un tercio de los edificios del barrio judío fueron destruidos por los jordanos. Todas menos una de las cincuenta y tres casas de culto judío que existían en la Ciudad Vieja fueron destruidas. Las sinagogas fueron destruidas o saqueadas y despojados sus interiores para ser utilizados como gallineros o establos.[69]

En 1948, antes de la creación del Estado de Israel, la Ciudad Nueva tenía una extensión de 19,3 km², frente a 0,8 km² de la Ciudad Vieja. La propiedad árabe en ella era del 40 %, la judía del 26,12 % y las comunidades cristianas del 12,86 %. Las propiedades del gobierno y la municipalidad eran del 2,9 %, mientras que el resto (17,12 %) correspondía a calles, carreteras y vías férreas. Como resultado del armisticio que siguió a la guerra de 1948, el 84 % de la ciudad moderna pasó a ser parte del estado de Israel. En esos poco más de 16 km², la propiedad árabe era del 33,69 % frente al 30 % de propiedad judía.

En el primer día de la Guerra de los Seis Días, el ejército jordano atacó Jerusalén Oeste con tiros de mortero. La respuesta de Israel fue inmediata, y en solo 48 horas, su ejército aplastó a las falanges árabes, conquistando la parte este de la ciudad y sus alrededores. El 7 de junio, penetraba en la Ciudad Vieja.

  

Planificación y reconstrucción

Nada más terminar la guerra, el Estado israelí redefinió los límites de Jerusalén, anexionando los 6,5 km² de la Ciudad Vieja y 64,5 km² de terrenos que pertenecían a 28 pueblos de los términos municipales de Belén y Ramala, en Cisjordania.[70]

Del 10 de junio al 12 de junio de 1967, el Barrio Marroquí de la Ciudad Vieja fue destruido para crear una explanada al pie del Muro de las Lamentaciones a fin de acoger a los numerosos peregrinos judíos que se esperaban.[71] ​ La superficie que ocupaba fue anexada al Barrio Judío, iniciándose así la nueva planificación del barrio.91​ El alcalde de Jerusalén Oeste, Teddy Kollek, dio tres horas de plazo a los habitantes (unas 650 personas, 100 familias)[72] para que se llevaran sus pertenencias y desalojaran sus casas antes de que fueran demolidas.[73] ​ El 29 de junio, el alcalde de Jerusalén Este, Ruhi al-Khatib, fue destituido. ​ En abril de 1968, nueve meses más tarde, el ministerio israelí del Tesoro ofreció una indemnización de 200 dinares a las familias desplazadas, que fue rechazada por parte de ellos.[74]

En los años que siguieron la guerra de 1967, unos 6000 árabes musulmanes y cristianos fueron desahuciados del Barrio Judío, a fin de proceder a la reconstrucción del área. La residencia en este barrio fue prohibida a los no judíos.[75]

A partir de 1967, el área metropolitana de Jerusalén se extendió considerablemente, particularmente en el noreste y sureste de la ciudad. ​ 35 % de las tierras anexionadas de Jerusalén Este fueron oficialmente confiscadas para la construcción de asentamientos o colonias judías,[76] ​ tierras que son consideradas como tierras fiscales por el gobierno de Israel. En el mismo tiempo, 13 % de estas tierras fueron concedidas a los habitantes palestinos. Hasta 2011 se construyeron 15 nuevas ciudades judías en el área metropolitana de Jerusalén Este, dotadas de las necesarias infrastructuras y conectadas con el centro y el oeste de Jerusalén por carreteras reservadas a los colonos, o por el nuevo tranvía de Jerusalén (Jerusalem Light Rail), inaugurado en 2011.[77]

En el año 2000, en los segundos encuentros de Camp David, Yaser Arafat rechazó una propuesta de paz del Primer Ministro Ehud Barak donde se incluía que los barrios árabes de Jerusalén Este se convertirían en la capital del nuevo Estado.[78] ​​ El lugar propuesto era Abu Dis, un suburbio de Jerusalén Este al que se habría renombrado Al-Quds, nombre árabe de Jerusalén.[79] ​ Los palestinos tendrían bajo su soberanía el barrio musulmán y el barrio cristiano y mantendrían el control parcial de sus lugares sagrados. A cambio, el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas habría quedado bajo soberanía israelí, con su custodia religiosa confiada a los palestinos, y los palestinos tendrían que haber cedido 9 % de Cisjordania a Israel.[80]

En Jerusalén Este se encuentra la Ciudad Vieja, con los principales lugares religiosos del cristianismo y el judaísmo —la Iglesia del Santo Sepulcro de los cristianos y el Muro de los Lamentos, único resto del Segundo Templo de Jerusalén de los judíos-, y el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas, lugar también sagrado para los musulmanes, ​ situada tras el muro en el lugar donde antes se alzara el Templo de Salomón, con la Cúpula de la Roca como uno de los lugares destacados de la religión islámica, por ser considerado el lugar desde el cual Mahoma ascendió al cielo.[81]

La Ciudad Vieja está dividida en cuatro barrios, de mayor a menor, el Barrio Musulmán, el Barrio Judío, el Barrio Cristiano y el Barrio Armenio.

La ciudad alberga a casi medio millón de habitantes judíos, de los cuales 180.000 son colonos en los asentamientos de Jerusalén Este. [82]Los habitantes árabes de la ciudad suman 300.000, la gran mayoría de los cuales se negaron en el momento de la anexión israelí de su territorio a aceptar la ciudadanía israelí a cambio de jurar lealtad al estado judío lo que indica el rechazo mayoritario a aceptar la soberanía israelí en la ciudad. Hoy día viven con el estatus de residentes permanentes lo que no les garantiza los mismos derechos que si poseyeran la ciudadanía israelí [83]

 

 



4.       JERUSALEN CENTRO DE PEREGRINACION Y CENTRO DEL COSMOS

 

JERUSALEN CENTRO DE PEREGERINACIONES

Jerusalén es considerada una ciudad sagrada por las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Para el judaísmo es allí donde el rey David estableció la capital del Reino de Israel y lugar de asentamiento del Arca de la Alianza, y donde su hijo Salomón construyó el Templo, hacia donde deben dirigirse las plegarias; para el cristianismo es allí donde predicó Jesús, fue crucificado y resucitó; es también la tercera ciudad sagrada del islam, donde para los musulmanes el profeta Mahoma subió al cielo y a la que miraban los primeros musulmanes al rezar, antes de pasar a hacerlo de cara a La Meca, en Arabia Saudita.

Desde que Israel se hizo con el control de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1967, esta goza de plena libertad religiosa para todas las confesiones,[84] al igual que en todo el país.[85] ​ En noviembre de 2010 el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en la sección dedicada a Israel y los Territorios Ocupados de su informe anual sobre la libertad religiosa en el mundo, afirma que aunque el gobierno israelí apoye la libre práctica de las religiones, existe una discriminación legal y estatal contra los no judíos y las ramas no ortodoxas del judaísmo, así como impedimentos y restricciones de acceso a los lugares santos para los fieles de religiones distintas a la judía, un hecho que el informe viene denunciando desde hace varios años.

El informe declara, que si bien la Ley de Protección de los Lugares Santos de 1967, es aplicable a todas las religiones presentes en el país y en todo Jerusalén, las normas de protección solo se aplican a los lugares santos judíos ya que el gobierno y la ley de 1967 no reconocen como lugares santos oficiales a los de otras religiones.[86]

Desde el mirador situado en el bíblico Monte de los Olivos se contempla la estampa más bella de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Este laberinto de calles angostas, mercados, iglesias, mezquitas y sinagogas, parapetado por una muralla de la época otomana, está dominado por el brillo dorado de la Cúpula de la Roca, erigida en lo alto del monte Moriah, donde el rey Salomón emplazó su palacio y un magnífico templo.

Miremos hacia donde miremos, la religión es omnipresente en esta ciudad de piedras milenarias que rezuman una agitada historia y es sagrada para las tres confesiones monoteístas mayoritarias: judaísmocristianismo e islam. Cabe decir que no todo está repartido por igual, pues de los 870.000 habitantes de Jerusalén, la comunidad más numerosa es la judía, con un 62% frente al 36% de musulmanes y al 2% restante; sin embargo, en la Ciudad Vieja el barrio más extenso es el musulmán.

Resulta emotivo entrar en la Jerusalén amurallada desde el Monte de los Olivos. El recorrido pasa por templos que conmemoran momentos de la vida de Jesús y por un extenso cementerio judío donde los creyentes aseguran que empezará la resurrección cuando llegue el Mesías. La senda comienza en la iglesia de Betfagé, que se alza en el lugar en que Jesús de Nazaret, montado a lomos de un pollino, descendió hasta la Ciudad Vieja.

 

PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA

En este inicio del tercer milenio hemos tenido el privilegio de ponernos a las filas de los miles de peregrinos que han visitado tierra Santa y poder recoger nuestras impresiones hilando las huellas del pasado y queriendo perpetuar el presente con el sabor de lo eterno[87]

Sentí así la necesidad de disponerme “como peregrino” tratando de situarme en la corriente de vida que ha impulsado a tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia a peregrinar a estos lugares y embeberse del tesoro espiritual que habita en estos santos lugares que con razón han venido denominarse “el quinto evangelio” o  el evangelio viviente”.

La historia sagrada de esta pequeña tierra empieza a aflorar como enterrada bajo cuatro milenios. Toda esta tierra fue designada como la tierra de la promesa que por medio de patriarcas, jueces, reyes, profetas y heroínas se fue consolidando como el corazón de la tierra y lugar de encuentro de Dios con el hombre y de los hombres entre sí. No por casualidad en este pequeño rincón confluyen los tres continentes con las tradiciones más antiguas de todos los tiempos. Aquí se dan cita los anhelos y esperanzas de gente de toda procedencia: Allí se alza, en el monte Sión, en altura hermosa, se alza la Ciudad Santa, alegría de toda la tierra. (Sal 47).

Aquí tuvo lugar la historia más maravillosa de salvación que hunde sus raíces en una larga historia de los cuales los primeros mil años están registrados en la Biblia. Aquí se formó la identidad religiosa, nacional y cultural del pueblo judío que peregrinó con Abraham desde la tierra de Ur de los caldeos hasta tomar posesión de la tierra prometida. Con Moisés volverían a esta tierra a través de un largo éxodo por el desierto. Este pueblo fue capaz pese a todas las adversidades mantener viva su fe y su esperanza confiando en la promesa: Manténgase firmes en la fe porque si pierden esta fe no permanecerán (Is 7,9)

La peregrinación a Jerusalén para llegar al templo guarda relación con las tres grandes fiestas de la Pascua Pesaj, Pentecostés Shavuot y las Tiendas Sucot. Así que al menos una vez al año peregrinaban a la ciudad santa y esta peregrinación se consideraba como mandato divino para la celebración de la Pesaj.

Cuando los judíos peregrinaban preparaban sus indumentarias instrumentos y utensilios para la celebración de las grandes fiestas. Ninguno olvidaba el Talit, el manto ritual, los sidurim, libros de oración[88], las filacterias para recordar los pasajes más relevantes de la Torá.

También nosotros preparamos nuestro propio equipaje. El báculo y el morral propios de toda peregrinación iban a ser la Biblia y el cuaderno de oración. Como el zurrón y el báculo eran entregados de manera solemne al inicio del viaje, también nosotros quisimos prepararnos lo mejor posible para el viaje[89].

Cuanto necesitamos en el momento presente de nuestra historia y de nuestra humanidad iniciando este nuevo milenio volver a las raíces de nuestra fe para reavivar la esperanza de unos tiempos nuevos y una tierra nueva. A veces cuando miramos nuestro mundo, nuestra historia vemos episodios y páginas de tanta violencia, de tanta lucha, de tanta sangre que quisiéramos no volver la vista atrás o pasarlas por encima o arrancarlas de cuajo como si no hubieran existido.

Hacer memoria de nuestra historia es hacer una lectura más profunda de los acontecimientos hasta sondear los ríos de fe de un pueblo que supo levantarse una y otra vez y recomenzar pese a todo con una esperanza firme que le llevaba a perseverar contra toda desesperanza. Desde todas estas realidades que vivimos a veces de aparente desventura y desgracia incluso de infidelidad y de pecado es posible levantar nuestra mirada e implorar de nuestro Dios su auxilio y su perdón. Nuestra esperanza es y será su misericordia. La misericordia del Señor de edad en edad por siempre. Esa fue la convicción de ese pueblo: El Señor es bueno, su misericordia es eterna su fidelidad dura por siempre (Sal 99, 5).

Desde ahí como peregrino quería disponerme a recorrer no sólo un camino exterior sino a hacer un camino interior pidiéndole al Señor que me permitiera a hacer memoria, ahondar en las raíces de nuestra fe, a purificar la memoria y a renovar la vida con una nueva esperanza. Soy consciente que ante las situaciones de iniquidad, de violencia de odio, de enfrentamientos, división y destrucción se despierta fácilmente el odio y la venganza. La violencia engendra violencia y el odio una espiral de odio como un tifón que es imposible de contener.

La peregrinación a Jerusalén, la ciudad de la paz, era desde el principio como una búsqueda profunda de la paz. Quiero profundamente ser un peregrino de esta paz. Una oración o petición se hacía cada vez más insistente en mi corazón. Que haya paz, que encuentre la paz. Dichoso el hombre que al final de su vida es capaz de vivir y encontrar la paz. Jerusalén es centro de peregrinación para hombres y mujeres de todas religiones credos, razas y culturas. Hay algo común a todos. Una búsqueda profunda de paz de vivir en paz. Quiero en esta peregrinación sentirme peregrino con todos los hombres, no dejar nadie de lado, acercarme sin prejuicios a poder hacer camino con todos hasta que pueda reinar la paz.

Esta era pues mi súplica y la oración profunda que salía de lo más profundo del corazón: Señor sal en esta peregrinación en nuestra búsqueda, en nuestro camino. Tú que eres la fuente de la paz y nos creaste para convivir en paz y no la guerra haznos encontrar la paz. Enséñame a amar a todos los hombres sean cual fueren que salen a mi paso cada día que ame lo agradable y lo desagradable de la vida que los ame en sus gozos y sus sufrimientos que al final de cada día un odio menos albergue en nuestro corazón. Permítenos Señor que pueda reconocer a todos tus seres en tí como parte de tu Pasión como fruto de tu Pascua, que confíe espere y crea en el poder de tu amor y tu resurrección para vencer el odio y la muerte para poder gozar todos juntos de tu Resurrección. El Príncipe de la Paz que quiso rehacer la paz muriendo en una cruz, El que vivió, vive y vivirá por siempre nos guíe en esta peregrinación. Shaloom

 


Grabado antiguo de Jerusalén

 

RESONANCIA HISTÓRICA SOBRE JERUSALÉN

Jerusalén según se describe en el Talmud es la ciudad más encantadora del mundo anticipo de la celeste: “Diez medidas de belleza fueron destinadas al mundo. Nueve, le correspondieron a Jerusalén y una para el resto”[90]. La Ciudad de la Paz, la Ciudad Santa por excelencia, tuvo la habilidad de convertirse en centro de peregrinación trascendente para las tres religiones.

Jerusalén para los judíos no cabe duda de ser la Ciudad Santa, la Ciudad de David, sede del Templo, centro de sus peregrinaciones. Como dice uno de los salmos: “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha” (Sal 137,5). Para los cristianos sigue siendo por estas y otras razones la Tierra Santa y el lugar de la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús”, el lugar santo por excelencia. Para los musulmanes Jerusalén, es El Quds, La Santa, es junto con la Meca y Medina el lugar sagrado por excelencia. Aunque el centro principal sea en Arabia donde nace Mahoma La mezquita de la Roca se venera como el lugar donde Mahoma se traslada al cielo. Según los textos de Mahoma: “glorificado sea Él que trasladó a Su servidor en la noche desde el Inviolable Lugar de Oración, la Meca, al Lejano lugar de Oración, Jerusalén para desde allí ascender con elevación mística a los siete cielos”[91].

Jerusalén, como ciudad encantada, una de las ciudades más antiguas de toda la humanidad guarda tras de sí una larga historia[92]. Enclavada en la tierra de Canaán o de Efraím, con Sicar, Bethel Gabaón era ya una población de relativa importancia cuando llegó Abrahám con sus tribus semitas en 1900 A.C. Abraham desde Bersebá, parte al país de Moriyya convocado por Dios junto al monte con su propio nombre para hacer prueba de su fe. Allí levantó un altar como agradecimiento a Dios y más tarde allí mismo se levantaría el gran templo de Jerusalén. Con Salomón Jerusalén conocería el máximo esplendor.

Jerusalén fue proclamada capital del pueblo de Israel por el Rey David en 996 a.C. Allí construyó Salomón el primer Templo. Destruida por Nabucodonosor el rey babilónico en el 587. De esta tierra y esta ciudad serían exiliados para volver a ser reconstruida en el 445 por la fuerza mantenida por Nehemías y los profetas del exilio. Darío fue el rey benefactor que contribuyó a la reconstrucción del segundo Templo. Unos 40 años antes del nacimiento de Jesús, Herodes el Grande expandió y embelleció el segundo Templo. Después del asedio final romano en los años 70 d.C. Solimán el Magnífico vuelve a levantar sus murallas en 1542 con cuatro Kilómetros de perímetro y siete puertas. A partir de 1858 Jerusalén crece hasta rebasar el perímetro de las murallas y lograr la basta extensión que comprende hoy.

Jerusalén fue pretendida por tantos, fue conquistada 11 veces, 5 veces destruida totalmente y de nuevo reconstruida. Fue destruida en el 70 d.C por los Romanos, de nuevo por los persas en 614, después conquistada por el Califa Omar en 637, luego conquistada nuevamente por los Selúcidas en 1072. En 1099 fue conquistada por los Cruzados, de nuevo en 1187 conquistada por el sultán Saladino, Sala ed Din, luego en 1617 conquistada por los Otomanos, en 1917 tomada por el Gobierno Británico. Actualmente en Israel conviven una población de 7 millones, donde 4 son judíos, 2,7 son musulmanes, 124 mil cristianos de distintas denominaciones y 86 mil de otras minorías. Entre los cristianos se dan distintas denominaciones. La mayoría es la Iglesia Ortodoxa. Aún dentro de la Iglesia Católica coexisten distintos ritos. Semejante panorama pide un esfuerzo ímprobo de diálogo y reconciliación.

Jerusalén aparece como dividida en reparticiones que no han llegado a reconciliarse. Las murallas abrazan cuatro barrios bien diferenciados, el armenio, el judío, el musulmán y el latino[93]. Desde el S. XI el barrio suroeste lo ocupan los armenios[94]. En el barrio armenio se encuentra una basílica catedral de Santiago, Sede del Patriarcado armenio ortodoxo. Pudimos visitarla y nos sorprendió un icono presidiendo el iconostasio. El icono refleja el abrazo de Pedro y Andrés que nos habla de la reconciliación entre las dos iglesias Oriente y Occidente.

El barrio sureste de los judíos se sitúa en torno el Muro de los Lamentos[95]. El barrio tiene cuatro grandes Yeshivat, escuelas talmúdicas y numerosa sinagogas entre las que destaca la de Yohanan Ben Zakai, la cuádruple sinagoga sefardita cuyos orígenes se remontan al S. XI.

En el noreste rodeando la explanada del Templo se extiende el barrio musulmán, el más grande los cuatro[96]. En sus calles laberínticas abundan las mezquitas con sus alminares desde los que el muecín llama cinco veces al día a la oración. Allí hay varias madrazas, escuelas coránicas.

Finalmente, al noroeste se halla el barrio latino en torno al Santo Sepulcro. En la época bizantina se cubrió de iglesias y de monasterios y en la época de los Cruzados de hospitales, hospederías y sedes episcopales. En la actualidad reside la iglesia de la Custodia franciscana.

Jerusalén es un verdadero mosaico de culturas y religiones llamadas a convivir en la Ciudad de la Paz. Levantada sobre siete colinas, con su Templo construido y destruido tantas veces, reclama la Paz, la convivencia, la reconciliación: Haya la paz en tus recintos. Que vuelva la Paz sobre el Monte Sión. (Cantos de Sión; Sal 84)

Jerusalén fue como levantándose una y otra vez de los escombros y resistiéndose a desaparecer. Durante los largos años de dispersión el pueblo judío nunca cortó ni olvidó su lazo con esta tierra. Su larga espera en restablecer el Estado de Israel no se logró hasta 1948 no sin enfrentamientos y penosos derramamientos de sangre. En el Museo de la Historia de Jerusalén que luego tuve oportunidad de visitar en la Torre de David se muestra toda esta larga historia. Fue muy emotivo para mí tratar de recorrerla y vivenciarla como nuestra, parte de nuestra propia historia, conociendo más así nuestras raíces y nuestro propio origen: Todos uno por uno se dirán han nacido en ella (Sal 86, 5)

 COSMOVISIÓN DE JERUSALÉN COMO CENTRO DEL MUNDO


Litografía, Grabado de Jerusalén


                                    

COSMOVISION DE JERUSALEN COMO CENTRO DEL MUNDO 

El Mapa Bünting la hoja del trébol , también conocido como El mundo en una hoja de trébol ,alemán título: " ganze Die Welt in einem Kleberblat / Welches ist der Stadt Hannover meines lieben Vaterlandes Wapen ") es un antiguo mapamundi dibujado por el alemán protestante pastor , teólogo y cartógrafo Heinrich Bünting . El mapa fue publicado en su libro Itinerarium Sacrae Scripturae (Viaje a través de la Sagrada Escritura) en 1581. 

Hoy en día, el mapa se encuentra dentro de la colección de mapas Eran Laor en la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalén . Un modelo de mosaico del mapa está instalado en la cerca de la plaza Safra en el sitio del ayuntamiento de Jerusalén. 

El mapa es una representación figurativa, en la forma del formato mapamundi medieval, que representa el mundo a través de un trébol de forma. La forma es una simbolización de la cristiana Trinidad y un componente en la simbolización de la ciudad alemana de Hannover , donde nació Bünting. La ciudad de Jerusalén se representa como el centro, rodeado por tres continentes centrales, con algunas áreas más del mundo que se ilustran en consecuencia separadamente del trébol. 

 Jerusalén está en el centro del mapa rodeado por los tres continentes de Asia , Europa y África , que comprende tres hojas de un trébol de forma. El color en la hoja verde en forma superior derecha representa Asia, el de arriba-izquierda en color rojo representa a Europa, y la inferior de color amarillo representa en África. Los tres continentes incluyen títulos de sus diferentes países e ilustraciones de algunas de sus ciudades. Asia incluye ilustraciones de nueve ciudades, Europa incluye una ilustración de la italiana ciudad de Roma , y el continente africano incluye ilustraciones de tres ciudades con uno de ellos el egipcio ciudad de Alejandría . 

El trébol está rodeado por el océano , con su superficie incluyendo ilustraciones de criaturas marinas, monstruos y un barco. Inglaterra y Dinamarca -como tal vez la punta de la totalidad de los países nórdicos -son representados como dos islas-formas por encima de la hoja de Europa. El Mar Rojo se ilustra entre Asia y África, pintado en rojo. América se representa como un separado, en su mayoría de forma no revelada en la esquina inferior izquierda, de color verde, como Asia, con el título Die Neue Welt (El nuevo mundo ). 

 

                                                 

 

El mapa Orbis Terrarum, se conoce a un tipo de mapamundi, realizado en la Edad Media, caracterizado por su alta carga teológica. Las tierras emergidas y el océano que las rodea tienen forma circular, la «O», mientras que los mares que las dividen forman una «T» inscrita. 

Los mapamundis que siguen este esquema OT se desinteresan de la exactitud cartográfica, limitándose a reproducir contenidos teológicos y simbólicos. Presentan de forma esquemática las grandes formaciones montañosas y corrientes fluviales así como algunos topónimos localizados por aproximación. Con el paso del tiempo se actualiza y enriquece la información, pero los mapas se llenan de contenidos fantásticos. Las ilustraciones se realizan a partir del santoral cristiano, siguiendo referencias bíblicas e incluso mitológicas, como lo es la presencia de las amazonas en el mapa de Ebstorf. 

La O representa el mundo de forma circular, la forma geométrica perfecta, rodeado por el océano. La T hace referencia a la articulación del espacio interior a la vez que alude a la cruz. El eje vertical sería el mar Mediterráneo que separa Europa y África. El horizontal, perpendicular al anterior, se articula a partir del Nilo, continuando en el mar Negro y el río Don, separando Europa y Asia. El mundo habitable -la «Oikumene»- abarca Asia al oriente, en la mitad superior del mapa, Europa, en el cuadrante inferior izquierdo, y África, separada de Europa por el mar Mediterráneo. Cada continente aparece habitado por los descendientes de los hijos de NoéSem, Asia; Jafet, Europa y Cam, África. Jerusalén ocupa el centro del mapa, siendo el ombligo del mundo. 

Los mapas de T en O irían ganando complejidad con el paso del tiempo. Un ejemplo son los mapamundis de los Beatos, siendo el más famoso el Mapa Mundi de Beato de Liébana, originados en los Comentarios al Apocalipsis de San Juan, del siglo VIII, que contienen numerosas ilustraciones acompañando al texto. El diseño pasa en ellos a ser oval o elíptico, representándose las tierras conocidas en torno al Mediterráneo. En algunas miniaturas a partir del siglo XIII el propio mundo, en su forma circular, aparece como el cuerpo de Jesucristo que en ocasiones se encuentra sentado sobre él, como creador, principio y fin del mundo que gobierna desde el trono en que se convierte el propio orbe. En el mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster Cristo aparece sobre el mundo, bendiciéndolo con la mano derecha y llevando en la izquierda otro pequeño orbe con la división en T. También en ocasiones se introduce el paraíso terrenal, localizado al oriente, en Asia, como puede verse en los mapamundis de Ebstorf y Hereford, ambos de hacia 1300, y las antipodas, más allá del océano y habitadas por seres fantásticos. 

 

Mapa beatino del s. XII. 

 
 

Mapamundi de Hereford, hacia 1300. 

 

                                                      

 Plano de Jerusalén, casco antiguo y casco moderno

                     

                                                                       
                                                Plano de Jerusalén en tiempo de Jesús



 

Plano de Jerusalén en el Periodo Bizantino, se encuentra en San Pietro in Gallicanto

 

 

 

 

 

 

5.0   LA TOPOGRAFIA, MONTES Y VALLES

 

 

 

LA TOPOGRAFIA, CONFLUENCIA DE TRES VALLES

 

 


Topografia

La topografía de Jerusalén en los tiempos del primer templo (mediados del siglo 10 AC) y hay aún menos evidencia arqueológica de tiempos antiguos. Los inicios de la ciudad fueron en la colina oriental, junto al nacimiento del Gihon. La ciudad de David se sitúa entre la confluencia de tres valles: el valle Kidron, el valle Tyropoeon y el valle, Hinnon. Dos son los montes relevantes el monte Moriah y el monte Sión. El monte Sión es la montaña sagrada donde Dios certifica su alianza con Abraham, en él se edificará el Templo. El monte Sión es de donde se divisa la montaña sagrada, en él juto al lugar del cenáculo donde descansa la tumba de David se edificara la Mater Eclesia, la Haggia, madre de todas la Iglesias. La ciudad de David se ubica en la ladera sur del monte Moriah, donde estaba la antigua ciudad de los jebuseos.

Un cinturón de altas colinas rodea la ciudad, formando una especie de terraplén natural. Al norte está el Monte Scopus, cerca de él, al este, el Monte de los Olivos, más allá del cual se encuentra también el Monte de la Ofensa. Al sur está el Monte del Mal Consejo, el cual constituye el límite este del Llano de Refaím, y cerca, al sudoeste, se sitúa una colina a la que no se le ha dado nombre alguno.

Hacia el noroeste la ciudad está más descubierta; a cierta distancia en esa dirección está dominada por el Nebi Samwil, el antiguo Maspha. La primera de estas colinas se llama Monte Sión porque, según, todos los escritores judíos y cristianos, donde se ubica la que refieren como ciudad de Jebús, o Sión la ciudad de David estuvo aquí.

En la antigüedad para las poblaciones era vital la localización del agua. Jerusalén necesitó proveerse de estanques o piscinas donde recoger el agua. Estas quedarían dentro del recinto amurallado. El Monte Sión está limitado al oeste por un valle que comienza cerca de la antigua piscina llamada Birket Mamilla al noroeste de la propia colina. Este valle, siguiendo la dirección sudoeste hasta la Puerta de Jaffa, la antigua puerta de los jardines gira allí al sur y forma un embalse de agua llamado Birket es Sultán, con un sólido dique, que fue rehecho en los siglos doce y dieciséis. Esta es la Fuente del Dragón (tannin) a la que vino Nehemías cuando salió de la ciudad por la puerta oeste. Josefo la llama Piscina de la Serpiente; la palabra hebrea Tannin expresa tanto dragón como serpiente. Los nativos lo llaman Wadi Rababi; en la Biblia aparece bajo el nombre de Ge Hinnom, o Ge Ben Hinnom, Valle de Ennom (en A. V., Hinnom) o del hijo de Ennom un personaje desconocido.

Debajo de Birket es Sultán, se vuelve al este, pasa por debajo de Haceldamá, y llega al Valle de Cedrón. En el entronque de los dos valles se halla el vergel el jardín del rey (o, en D.V., la guardia del rey). También, en la entrada del Valle de Hinnom se sitúa Tofet, el alto donde Acaz y Manasés establecieron el culto de Baal-Moloch.

Josías, el rey justo, profanó este execrable lugar, desparramando huesos humanos sobre él, a pesar de lo cual Joaquín restauró el infamante culto a Moloch. Desde el tiempo de los nefastos fuegos que se mantuvieron ardiendo en ese lugar durante cerca de un siglo y medio fuegos a través de los cuales los Judíos apóstatas hicieron pasar a sus hijos para consagrarlos o inmolarlos a Moloch- Ge Hinnom (en Arameo, Gehennam) recibió el nombre de Geenna tou pyros, Gehenna de Fuego, y llegó a ser símbolo del infierno. El Valle de Cedrón, desde Hinnom hasta el Mar Muerto, todavía se le conoce como Wadi en Nar, Valle del Fuego.

Al norte, el Monte Sión limita con un valle, hoy día relleno en gran parte, que va en línea recta desde la Puerta de Jaffa al este a los pies del Monte Moria. En la pendiente de este valle hay un gran embalse con el nombre árabe de Birket Hamman el Batrak, Piscina de los Baños del Patriarca, y en los itinerarios de los peregrinos Piscina de Ezequias.

El valle Cedrón

Para empezar la peregrinación al salir de Gallicanto bajamos por las escaleras de los Macabeos dejando a un lado los restos de la antigua Citadela de David junto al estanque de Siloé tomamos la senda que trascurre por el valle de Cedrón pasando por la fuente de la Virgen. Continuamos rodeando el templo y por la parte sur giramos teniendo sobre nosotros el pináculo del templo en el ángulo sur oriental. Impresiona los enormes bloques herodianos con los que fue construida esa magna obra.[97] El camino transcurre en medio de lugares tenebrosos. Según se baja de frente el monte del escándalo donde la tradición cuenta que Judas acabó con su vida, por el valle del Cedrón, que significa negro, sombrío también denominado de Josafat, Dios juzga,  donde desemboca el valle de Hinnon o valle de la Gehenna. A la vera del camino uno se encuentra con numeroso Mausoleos de grandes personajes, la tumba de Absalón, la tumba de Jacobo, Santiago el Menor, tumba de Zacarías, tumba Or Halam, etc[98]. Bordeando la muralla oriental de templo numerosas tumbas de ilustres judíos. En la tradición judía querían ser enterrados cerca del muro del Templo y si fuera posible cerca de la puerta Dorada. Por esa puerta según siguen creyendo los judíos entrará el Mesías que liberará al pueblo y con Él saldrán victoriosos todos los antepasados. Todos aguardan el sonido de las trompetas al que seguirán la resurrección y el juicio final.

Este sería el recorrido inverso que haría Jesús de Betania a la entrada en Jerusalén por la que entraría como Mesías victorioso par salir, días después, despojado de toda gloria para ser crucificado fuera de las murallas. Murallas magníficas del templo que fueron destruidas por los romanos en los años 70 D.C. y levantadas de nuevo por Solimán el Magnífico en 1542. Hoy se siguen levantando muros y murallas. Yendo hacia Betania parte de la jurisdicción palestina se tiene que traspasar el gran muro de hormigón que les separa y uno es sometido  a toda clase de controles. Subiendo por la empinada cuesta por el monte de los olivos va uno tomando altura hasta llegar a la cima y divisar una imponente vista sobre Jerusalén. Pronto bordeando la cima se encuentra uno con Betfagé y desde allí a solo un pequeño tramo da uno con la pequeña población de Betania.


 

 

El huerto de Getsemani

 

Casi al final del sendero se halla el Huerto de Getsemaní, el olivar donde los soldados romanos apresaron a Cristo tras la traición de Judas. La procesión cristiana del Domingo de Ramos sigue este camino hasta la Puerta de los Leones o de San Esteban, una de las ocho entradas de la muralla. Traspasándola se accede al barrio musulmán, que junto al cristiano, el judío y el armenio conforman el abigarrado casco antiguo.

 

El valle del Cedrón, la  tumba de Absalón

Desde la Casa de Caifás en Gallicanto, por una escalera cuyos peldaños iniciales se remontan a la época de Herodes y cuya alineación corresponde a la época bizantina, se accede al valle del Cedrón, Kidrón, el valle sombrío o de la Gehenna, con numerosos sepulcros y que conduce hacia el huerto de los Olivos. Allí se encuentra la tumba de Absalón, el hijo de David que huyendo se ahorcó con las ramas de un árbol.

 

 5.1   LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE LA CIUDAD DE DAVID Y DE LA AELIA CAPITOLINA

 

 

La Jerusalén del s. IV  sobre la Aelia Capitolina

 

Sobre las ruinas de Jerusalén  el emperador Adriano construye una nueva ciudad con el nombre de Colonia Aelia Capitolina. Con la estructura del castro romano la vertebraba el eje central el cardo máximus de norte a sur y el decumanus de este a oeste . Estos ejes o arterias centrales dividían la ciudad en cuatro grandes barriadas. El decumanus bordeado por doble columnata se extendía desde la actual puerta de Damasco hasta la de Sión. El quadrivium o cruce de las dos grandes arterias se hallaba hacia la ba´sura, el Hhanqa, donde se encuentra la VII Estación de la Vía Dolorosa. En la gran explanada del templo, el templo judío destruido por Tito en el año 70 fue sustituido por el templo de Zeus o Júpiter de Adriano con dos estatuas ecuestres que vio en el 333 el Peregrino de Burdeos, más tarde San Cirilo, San Jerónimo y la misma Egeria.

Al Foro y al Capitolio destruidos por Constantino en el 326 fueron sustituidos por dos edificios espléndidos: la basílica del Martyrium, la Anástasis y el patio o claustro entre las dos, ante Crucem. Más al sur, fuera del Fretenesis se levantaba una nueva iglesia, Mater Ecclesiae que acogía dentro de sí la sala alta de Pentecostés o iglesia pequeña de los Apóstoles: El Cenáculo. Levantada la basílica de la Anástasis por Constantino allí se traslada la sede del obispo Máximo con su residencia en el Monte Sión. En la Jerusalén del S. IV que conoce la peregrina Egeria estaban los cinco santuarios más importantes: el Cenáculo, el Santo Sepulcro, Getsemaní, La Ascensión y la iglesia de Eleona. El Cenáculo en el monte Sión, la santa morada se levantaba la Mater omnium ecclesiarum. Esta iglesia que conoce Egeria es la más antigua denominada Santa Sión agrandada probablemente por Cirilo de Jerusalén[99]. Ya en tiempos de Tito destruida la ciudad se mantuvo algunas casas fuera de las murallas y entre ellas una pequeña conocida como la pequeña iglesia de Dios y que San Cirilo recuerda como la iglesia superior de los Apóstoles[100].Desde allí se divisa el muro de hormigón que Israel levantó en Cisjordania –territorio palestino– a partir de 2002. La Biblia cuenta que el rey David arrebató Jerusalén a la tribu cananea de los jebuseos, quienes la denominaban Jesús y cuyos restos han aparecido en la actual Ciudad de David. Existen vestigios que apuntan que estuvo habitada en la Edad del Cobre (IV milenio a.C.).

La Explanada de las Mezquitas (Haram al Sharif en árabe) compensa con un derroche de monumentalidad la espera en la rampa de acceso. Aquí se erigen la Mezquita de Al Aqsa, el tercer sitio más sagrado para el islam, y la Cúpula de la Roca.

 5.2   EL MONTE, LA ESPLANADA DEL TEMPLO



El Templo estaba situado en lugar nombrado en árabe como monte de Haram ash-Sharif y en hebreo de Har ha Morija, correspondiente al monte Moriah, lugar del sacrificio de Abraham. Es el lugar sagrado donde los judíos construyeron el Templo de Salomón y donde los musulmanes, después de la destrucción del templo, levantan el santuario de la Cúpula de la Roca, guardando la roca donde creen esta la huella del pie de Mahoma antes de ascender al cielo.

Las más antiguas tradiciones judías sugieren que todos los Patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) rezaron en el Monte Moriah, la montaña hoy conocida como Monte del Templo, donde se ubicaron los lugares de culto más sagrados para los judíos, tanto 

El Primer Templo (Templo de Salomón), destruido en el 586 aC, como el Segundo (Templo de Herodes, conocido así porque en el siglo I aC Herodes hizo grandes reformas en el templo, que, tras la destrucción del primero, había sido reconstr

Durante el período del Segundo Templo los judíos controlaban Jerusalén y el Monte del Templo, pero política y económicamente eran súbditos de diversos imperios foráneos. Diez años después de la muerte de Herodes (4 AEC), Judea quedó bajo la directa administración romana (6 dC).

El creciente enojo contra la supresión romana de la vida judía condujo a violencias esporádicas que culminaron en una revuelta general en el año 66 dC. La Piedra de Magdala describe el Segundo Templo, incluido su Sancta Sanctorum.

En 2009 se descubre cerca del Mar de Galilea (lago Tiberíades) la conocida como Piedra de Magdala que, según los arqueólogos, representa el Segundo Templo de la época de Herodes.

 

 El lugar sagrado por excelencia

Desde el monte de los olivos se ve una vista majestuosa de Templo. Los peregrinos que se acercaban  por el este a través de Betania o los que venían de Galilea cruzando Jericó acudían al templo bordeando el monte de los olivos y entrando por la puerta Dorada Sha´ar Hakahamin.

Desde ambos lugares la vista del Templo era majestuosa. La parte central, el Santuario o Santo de los Santos estaba enclavado en el lugar de la Roca de la profesión de fe Abrahám, en el antiguo monte Moriah. En torno al santuario en el que únicamente los sacerdotes podían entrar para quemar los inciensos, había diferentes patios separados unos de otros por muros. Para ir desde el Santuario a la muralla exterior se pasaba masivamente por el patio de los sacerdotes donde se levantaba el altar de los sacrificios, luego por el patio de los hombres, el patio de las mujeres y finalmente por el atrio de los gentiles.

Cuando se ve a Jesús enseñando en el Templo aparece en este atrio bajo las columnatas que lo flanqueaban. Jesús aparece bajo el pórtico de Salomón, en el atrio de los gentiles (Jn 10, 23). El atrio de los gentiles estaba adornado en su parte sur por cuatro hileras de columnas corintias que constituían el pórtico real. En los otros tres lados se encontraba rodeado también por una hilera doble de columnas. El pórtico oriental se denominaba el pórtico de Salomón.

Según el mismo Jesús había predicho, el templo fue incendiado y destruido completamente en la conquista de Jerusalén por Tito en el año 70.

Para imaginarse mejor la Jerusalén del tiempo de Jesús es muy interesante visitar la gigantesca maqueta que se ha realizado[101].  Aparece Jerusalén con todas sus murallas. Destacan en la ciudad el segundo templo engrandecido de Herodes el Grande, el Palacio de Herodes con sus tres grandes torres: Fasael, Hípicus y Mariamne y la Fortaleza Antonia, al noroeste del Templo, residencia del procurador romano durante la pascua.

También para hacerse idea de la evolución de Jerusalén después de su destrucción en el año 70 con la nueva remodelación que impulsa Constantino construyendo las nuevas siete basílicas es muy interesante la maqueta en la época bizantina[102]. Allí se pueden descubrir en torno al gran cardo central las basílicas de Santa María de la Probática, la Anastasis en el Santo Sepulcro, la de San Juan Bautista, La Nueva María Madre de Dios, Santa Sión, Siloam y San Petro en Gallicanto.

El Templo

 

Maqueta de la vista del Segundo Templo en tiempo de Jesús




El segundo Templo

El Templo el recinto más santo que guardaba en su interior el Santo de los Santos. De lugar tan santo quedaban excluidos los que no lo eran los publicanos y pecadores. Era toda una secuencia de espacios o espacios restringidos de mayor a menor santidad. El Santo de los santos reservado al Sumo sacerdote, debar, el patio de los sacerdotes, hekal, el patio de los judíos, Israel,el patio de las mujeres y los niños, ulam. Por último el gran patio de los gentiles, herom, estos se conformaban en quedarse en la gran explanada de afuera rodeada de una enorme galería y un grandioso pórtico.

La disposición del templo reflejan como radiografía la estructura socio-política-religiosa del mundo judío según la concepción concéntrica de élites y círculos de santidad. Dios es el santo, el puro, el sagrado, el perfecto y el mundo es profano, impuro, vulgar, imperfecto. Por contacto cada uno es capaz de comunicar una parte de lo que es. Dios comunica su santidad a todo el que se acerca una santidad que según uno se aleja es cada vez más tenue, difusa y débil.

Los círculos de santidad del templo se extendían a toda una cosmovisión más amplia. El Santo de los santos en el corazón del templo, el templo como el lugar más santo, en Jerusalén la ciudad santa, en Israel, la nación santa y desde ahí al resto del mundo.

Según su estado puro o impuro, el hombre puede ir avanzando en grados de santidad mientras permanezca dentro de los límites que se le asignan. Si los traspasa su impureza lo profana y se rompe el equilibrio querido por Dios.

Jesús parece interesado en invertir todos esos círculos dando especial predilección a los pecadores a las mujeres y los niños tratando de romper con las exclusiones y de incluir a todos. El Viernes Santo en el momento en que se inmolaba el Cordero pascual en el templo moría Jesús fuera del Templo y se rasgaba el velo del Templo como para dar acceso a los que no lo tenían y de expulsar del mismo a los que se habían adueñado creyéndose sus propietarios.

Los israelitas eran convocados a peregrinar a Jerusalén y allí acceder al templo. Para entrar necesitaba un sacrificio de expiación o purificación. Empezaba comprando un animal a la entrada del templo, en el patio de los gentiles. Luego entraba en el segundo recinto y pasaba al patio de Israel. Se presentaba a un sacerdote. Este le llevaba a través del patio de los sacerdotes hasta el pie del altar.

Después de haber entrado en Jerusalén, Jesús entrará en el templo en el recinto más sagrado. Arrogándose una soberanía inédita hasta entonces se pone a expulsar a los vendedores diciendo. Habéis convertido mi casa en cueva de ladrones (Lc 19, 43). Irrumpe en el templo echando a los mercaderes que se agolpaban en el patio de los gentiles y cruzando por el patio de los judíos llega hasta las clases más altas de los sacerdotes a increparles su falsedad y su impureza de corazón.

Jesús va a romper con todas estas barreras y estipulaciones formales de una santidad puramente legalista y exterior con el reclamo y la pretensión de ir a lo profundo del interior, la pureza del corazón. Jesús terminará desenmascarando a los que se creían los garantes del pueblo. Duros van a ser los siete discursos contra los maestros escribas y fariseos que en tono de desventuras opuesto a las bienaventuranzas. Jesús dirige a las clases dirigentes para derribarlas de sus tronos y que van a ocasionar la mayor discordia y oposición contra Jesús (Cf. Mt 23).

Siguiendo las huellas de Jesús: Esta jornada la dedicaríamos a visitar el templo y sus alrededores. Desde Gallicanto nos dispusimos a visitar la explanada exterior del Templo entramos por la puerta de Sión o de los Leones cruzando por el barrio armenio para llegar hasta el muro de la parte sur del Templo conocido como el Muro de los lamentos. Desde este se accede por una rampa a la explanada interior del Templo que coincidiría con el patio de los gentiles para llegar al corazón del templo donde hoy está emplazada la sorprendente Cúpula de la Roca.

 

Historia del Templo



El Templo de Salomón en tiempos de Jesús

 

Con gran expectación también nosotros nos disponíamos en esta jornada a adentrarnos en sus recintos. Antes de partir subiendo a la terraza de la casa de acogida en Gallicanto era impresionante la vista divisando el Templo, la cornisa del pináculo. En el centro de la explanada del Templo la Cúpula de la Roca guarda con veneración el lugar del sacrificio. En el monte santo Moria, Moriyya, la Roca donde Abraham levanta el altar del sacrificio, donde Yahveh provee. Los Santos Padres han visto en el sacrificio de Isaac la figura de la Pasión de Jesús. Después de la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 d.C., la explanada del Templo quedó abandonada por los primeros cristianos que la consideraban como un lugar de maldición. Se convirtió en un lugar de escombros y basuras. Después con Constantino los cristianos levantaron la Iglesia de la Purificación en la época bizantina En el S. VI los musulmanes la vuelven a venerar como lugar sagrado, la recuperan y la hizo limpiar. El califa Omar levanta en la explanada una mezquita de madera. Después el califa Abd-el-Malik edifica la grandiosa Mezquita de l Roca. A finales del S. VII el califa Abd-el-Walid edifica la otra mezquita de El Aksa, la lejana, así llamada por referencia a Medina y a la Meca.

Los cruzados lo recuperaron en 1099 y los templarios en 1128 se trasladan a residir y custodiar el templo de Jerusalén. Se pierde su custodia en 11877 y finalmente cae en manos de los turcos y recuperado nuevamente por los musulmanes. La explanada será para los musulmanes, el Haram es Shaif, el noble recinto sagrado, para los judíos Haram es Bayit, el mote del Templo, para los cristianos, la explanada del Templo al que acudió Jesús, en definitiva el lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas.

Toda la explanada es una gran terraza levantada en la ladera sur del monte Moriah donde el rey Salomón construye el primer Templo y luego es renovado y ampliado el Segundo Templo con el rey Herodes el Grande. La explanada, cerrada por enormes murallas de muros ciclópeos, ocupa una vasta extensión de 15 Ha y tiene forma rectangular de casi 5000 m. de norte a sur y de 330 m. de ancho al norte y 290 al sur.

El primer Templo de Salomón se levantó en el 975 a.C. como un majestuoso santuario que dominaba la antigua ciudadela de David que queda en la parte baja de las murallas. Fue destruido por los babilónicos en el 598 a.C. sería reconstruido en el 535 a.C. con el apoyo de Ciro y ampliado y embellecido por Herodes el Grande en el 37 a.C. llevando a cabo el más sublime de los edificios de la época. Más tarde sería destruido por Tito en el 70 d.C. Sobre su explanada en la época bizantina se levantó la Iglesia de la Purificación y cuando los árabes la conquistaron levantaron sobre la Iglesia ortodoxa la mezquita del El-Adqsa y la Cúpula de la Roca convirtiéndola en la tercera ciudad santa del Islam.

Como se puede observar desde que Abraham fuera llevado a aquel monte Moria para el sacrificio y levantó allí un altar este lugar sería el centro de culto para todo el pueblo judío y para todos los pueblos en una sucesión ininterrumpida de ocupaciones destrucciones y reconstrucciones tratando de mantener vivo el espíritu de tan santo lugar. El Templo de Jerusalén, el lugar más sagrado para las tres religiones monoteístas, judíos, musulmanes y cristianos nos remite a los orígenes de nuestra fe. En el Templo los judíos a partir de la reforma el Rey Josías con una perspectiva mesiánica y universalista llevan a cabo la unificación del culto en el templo de Jerusalén. Jerusalén quedaba constituido como el centro espiritual de todas las naciones y los antiguos santuarios israelitas fueron considerados ilegítimos.


                   


La explanada del Templo alrededor de la Mezquita al-Aqsa

Después de construirse el santuario de la Cúpula de la Roca, Abdelmalik y su hijo Walid construyeron la mezquita de Al Aqsa, la mezquita de Jerusalén para los rezos ordinarios en el extremo sur del monte del Templo. En el año 715, el hermano de Walid, Solimán, fue entronizado en la explanada de las Mezquitas. Desde la destrucción del Templo que Herodes Agripa embelleció, nunca se vio tanto esplendor en la explanada del Templo.

                                                     

 La gran explanada del Templo

Al asumir el trono el Rey Herodes en el año 37 AC embelleció la ciudad y construyó magníficos edificios y fortificaciones. Sobre todo, puso todo su interés en el monte del Templo. Rellenando el espacio hacia el sur del antiguo templo que manda demoler levanta una subestructura sostenida por 88 pilares y doce arcos abovedados para crear una plataforma de más de doce mil metros cuadrados de superficie, el doble de la del foro romano sobre la que levantar el nuevo templo de una majestuosidad nunca vista. Un historiador de su época dijo: Quien no ha visto el Templo de Herodes no ha visto un gran edificio en toda su vida.

Herodes reconstruyó el Templo casi por completo, amplió la explanada del Templo. Extendió el área del muro occidental llenando y nivelando la tierra y construyendo bóvedas para sostener el trabajo. Entre la parte de la ciudad y el monte construyó un puente y escalinata de acceso, amplió y remodeló los alrededores construyendo puertas y pasajes a lo largo de los muros Sur y oeste. Mejoró las fortificaciones construyendo la Torre de David y su ciudadela y la Torre Antonia que dominaba el Templo.

El historiador contemporáneo Flavio Josefo quedó impresionado por su esplendor el cual calificó como el edificio más magnífico construido por Herodes. Deslumbrante, además de provocar la veneración, estaba todo cubierto por unas planchas de oro que después de salido el sol relucía con un resplandor como de fuego.

El tamaño de los patios del Templo iba disminuyendo a medida que se acercaban a una mayor santidad. Tanto gentiles como judíos podían entrar en el inmenso patio de los gentiles, pero un muro rodeaba el patio de las mujeres con esta inscripción de advertencia. “¡Extranjero! No cruces esta verja y no entres en este recinto. Aquel que sea capturado tan sólo podrá culparse así mismo de la muerte que seguirá”.

Cincuenta escalones conducían a una puerta que se abría al patio de Israel, accesible a cualquier varón judío y que llevaba al exclusivo patio de los sacerdotes, el Ulam. Dentro se alzaba el santuario, el Hekhal, en cuyo interior se encontraba el Santo de los Santos que descansaba sobre la roca en la que, según la tradición, Abraham había estado a punto de sacrificar a su hijo Isaac y donde David había construido el altar.

Pórticos de columnas bordeaban los cuatro lados, el mayor de ellos, el Pórtico Real, una amplia basílica que dominaba toda la montaña. Cuando llegaba el momento de visitar el Templo, los peregrinos tomaban su baño purificador en las numerosas piscinas rituales, los mikvahs, que se han encontrado alrededor de las entradas del sur, y antes de la hora de la oración, subían las monumentales escaleras que conducían al Pórtico Real.

Ahora no queda nada del grandioso Templo de Jerusalén, n los grandiosos pórticos, ni las columnatas, ni el atrio de los sacerdotes con el altar de los holocaustos, ni el Santo de los Santos. Todo fue arrasado en tiempos de Tito por las legiones romanas, así como estaba profetizado, no dejando piedra sobre piedra.

 

5.3 EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

 

 

Fieles judíos rezando ante el Muro de las Lamentaciones

Desde la destrucción del Templo judío, en el año 70 d. C., por las tropas del emperador Tito, la parte oeste del Muro se ha convertido en el lugar sagrado y vínculo de comunión para los judíos y símbolo de la perpetuidad del Templo. Los romanos y luego los musulmanes prohibieron a los judíos el acceso al monte del Templo. Solamente en 1967, año de la reunificación, los judíos lograron hacerse con la posesión del muro occidental. Entre las rendijas de las ciclópeas piedras los judíos ponen su fituch , sus oraciones y peticiones ante la Shejiná, la presencia divina de Dios, que dese la destrucción del Templo se cierne sobre el muro. El día más importante, en el Yom Kipur, día de la expiación, acuden miles de judíos.

 Las murallas y las puertas: La Puerta Dorada

Jerusalén fue amurallada en varios periodos periodos, durante el rey David en el s. X a.C, durante Herodes el grande en tiempos de Jesús y más tarde con Solimán el Magnífico entre 1537 y 1541[103]. Tienen 34 torres almenadas y 8 puertas. Las primeras murallas del rey David rodeaban la Citadela en la colina de Ofel, al suroeste de la ciudad actual. En el S. VII con Ezequías se cerró la ciudad por el norte. Los reyes asmoneos en el S. II a. C, la prolongaron por el norte. Herodes el Grande la fortaleció embelleciendo sobremanera el área del Templo, luego Herodes Agripa su nieto construyó la tercera muralla septentrional. Todas fueron arrasadas por Tito en el año 70. Más tarde serían reedificadas por Solimán en la época turca.

La Puerta Dorada era la entrada principal. Son en realidad dos puertas alineadas de forma directa y precisa con el santuario del Templo y con la Tumba del Santo Sepulcro. Hoy día está cerrada y según los judíos será abierta el día en que el esperado Mesías entre de nuevo victorioso en la Ciudad Santa.  Junto a la gran muralla descansan las tumbas de los justos que esperan recibir la gloria del Mesías cuando vuelva.

Nosotros quedamos impactados por el contraste de de una Ciudad que llena de gloria y esplendor quedó en ruinas al cerrarle el corazón a Aquel que en son de paz en una humilde borrica prometía la paz. Para Jesús jornada que comienza lleno de alboroto y regocijo y que se torna pronto en tristeza y melancolía. El primer impulso de aclamación victoriosa pronto se torna en controversia y en pocas horas el horizonte de victoria había pasado a ser de color y sabor a muerte y aparente derrota.

Algunos investigadores consideran que su reconversión se dio en tiempo de los califas omeyas. La puerta según las tres religiones monoteístas, judíos, musulmanes y cristianos será el escenario del Apocalipsis en la segunda venida del Mesías donde haría su entrada el día del Juicio Final. Los judíos no tardaron en conferirle a esta puerta un significado místico y la llamaron Puerta de  la Misericordia.

En el 630 Heraclio emperador salió de Constantinopla en sus últimos días cabalgó hasta la puerta Dorada que se abrió para esta ocasión para devolver la Vera Cruz al sepulcro de Jerusalén. La catástrofe que había asolado el imperio por la invasión persa dieron pie a una variante de la visión del Apocalipsis en la que un último mesiánico emperador le entregaba el poder a Jesús que gobernaría hasta el día del juicio final.

El ambiente religioso se intensifica al entrar en la plaza del venerado Muro de las Lamentaciones. El Muro frente al que ahora rezan los judíos formaba parte del patio del Segundo Templo. Los visitantes pueden entrar en las zonas de oración, hombres y mujeres separados. El Muro de las Lamentaciones se emplaza bajo la Explanada de las Mezquitas, adonde se accede por una pasarela de madera. Para llegar hasta ella la mejor opción es salir de la plaza –y de la Ciudad Vieja– a través de la Puerta de Dung.

 

La Puerta Dorada del Templo

Originariamente correspondería al templo de Herodes y respondería a la puerta por la que entró Jesús el Domingo de Ramos. En l época de los cruzados se abría solo dos veces al año, el Domingo de Ramos y en la Exaltación de la Cruz. Suleimán hizo tapiarla para cerrar a los infieles la entrada al templo. Los judíos creen que el esperado Mesías llegará a la ciudad por esta puerta.

 El Muro de las lamentaciones

La explanada exterior al Templo es una plaza amplia y enlosada abierta frente al denominada Muro del Lamento, Kotel, el corazón del judaísmo, la Shejiná, la presencia de Dios, testigo mudo de tanto dolor y sufrimiento. A lo largo de casi 20 siglos el pueblo judío ha acudido allí para llorar por la destrucción del Templo y Jerusalén.

El muro era uno de los muros de contención de antiguo templo. Fue levantado por Herodes el grande que el año 20 a.C. llevó a cabo la remodelación y engrandecimiento del segundo Templo. De este tiempo es también el inexpugnable extremo suroriental del pináculo[104]. La mayor parte de los muros occidentales servían de contención al prolongar la explanada Los grandes sillares gigantes corresponden a Herodes mientras que las piedras de menor tamaño corresponderían a la época de los Macabeos.

Perfectamente se pueden distinguir los dos estratos. A partir del suelo se elevan siete hileras herodianas con impresionantes bloques ciclópeos, colocados sin argamasa de piedra caliza y la parte superior se ven las piedras más pequeñas. Durante el día a la luz del sol toman tonos amarillentos, anaranjados y dorados. Sobre el muro brilla el azul del cielo y el oro de la cúpula de la Roca.

Acudimos hasta la explanada donde se encuentra el Muro de las lamentaciones que sintetiza un montón de cosas. Para los judíos peregrinos a Jerusalén es sin duda el lugar más señalado, más sagrado. Los judíos acuden de todas partes, llevan sobre sus hombros el talit[105] y en el brazo izquierdo y sobre su frente los tefilim[106]. Sus cabezas están cubiertas con sus kipas[107]. Entre los judíos los hassidim, destacan por su atuendo[108]. Visten una especie de levita con calzón corto, camisas blancas y cubiertos con kipas o sombreros anchos o stramiel[109]. No se puede visitar a Jerusalén y no visitar el Muro, más aún orar frente al Muro.

Una valla separa la plaza del lugar de la oración y existen dos recintos separados, uno para hombres a la izquierda y otro para mujeres a la derecha. Nosotros no quisimos ser menos y allí acudimos para unirnos en la oración. Entré en el recinto reservado para hombres. Existe una fuentecilla para la purificación y te ofrecen kipas para cubrirte la cabeza. También en unas mesas cubiertas se ofrecen biblias. En el centro en un cofre los rollos de la Torah. Allí entre las rendijas de las piedras colocamos nuestro fituch[110].

 

La Puerta de San Esteban

La antigua Puerta Neápolis de Adriano se convirtió en la Puerta de San Esteban, nombre que se conservó durante siglos, hasta que los árabes la llamaron puerta de la Columna y más tarde, puerta de Nablus. Los judíos la llamaron Puerta de Shechem y los otomanos le dieron el nombre que lleva hoy, puerta de Damasco. En la actualidad, la Puerta de San Esteban está en lado oriental de la ciudad.

 

LAS PISCINAS: La Piscina de Betesda


Ruinas de la Piscina de Bethesda

Junto a la puerta de las Ovejas en la parte norte de templo se encontraba la Piscina de Bethesda. Tenía cinco pórticos bajo los cuales yacían los enfermos que no podían entrar en el templo. Había en el lugar dos pozos. El más antiguo, situado más al norte, ya existía en el S. VIII a.C. y servía para suministrar agua al primer templo de Salomón. En el S. II d.C. fue erigido un santuario dedicado a Asclepio, dios de la medicina. En el S. V los bizantinos erigieron una basílica que fue destruida. Hoy al lado está la iglesia de Santa Ana, que atribuyen al lugar de nacimiento de la Virgen María.

 

Cerca del Templo junto a la puerta Probática o de las Ovejas Shaár HaArayot se encuentra la Piscina de Betesda, Bet Hesda, casa de la misericordia. Está en la parte noroeste de la ciudad, la piscina servía de remanente de agua para la ciudad y el Templo con el que se conectaba por un canal subterráneo[111]. Allí tiene lugar la famosa curación del paralítico. (Jn 5, 1-9).

La historia de este recinto aledaño al templo de Jerusalén es muy significativa. Ya en tiempos del rey Acab se construye un dique de 6 m de ancho para retener el agua de la lluvia en un estanque de 50×40 m. En el S. III siendo sumo sacerdote Simón se construye un segundo estanque de 60×50 para conducir agua al templo. Entre los años 150 a.C. al 70 d.C. encontramos un lugar de curación al este de los estanques mencionados. Se edifica una cisterna y una serie de baños en unas grutas. La más grande sirve de cisterna desde donde se conduce agua a través de pequeños canales hasta los baños. Una multitud de enfermos buscaban allí la curación, dado que no se les permitía acercarse al Templo a causa de sus enfermedades. Bajo el reinado de Herodes el grande construyó la piscina de Birket Israel, contra el muro del templo, quedando inutilizados los estanques de Bethesda.

En el año 44 d.C. Herodes Agripa levantó el tercer muro de la ciudad. Se rellenaron los estanques de Bethesda. Entre el 70 d.C. con la destrucción del Templo y el S. II, el lugar de curación perdió su importancia. En la época de la “Aelia Capitolina” (200-400 d.C.) se erigió un templo dedicado a Esculapio Serapis delante de los baños. En tiempos del Patriarca Juvenal (422-458) se levantó la basílica bizantina dedicada a Santa María de la Probática asociando el lugar no solo a la curación del paralítico sino al lugar que la tradición recoge como el nacimiento de María[112].

En el 614 los persas causaron un gran deterioro de la basílica. El monje Modesto la restauró en tiempos de Carlomagno levantando un monasterio contiguo. De esta iglesia destruida después por el Califa Hakim, los Cruzados no encontraron más que ruinas. Los Cruzados construyeron una iglesia romana dedicada a Santa Ana, madre de María y la confiaron a una comunidad de Benedictinas.

Después el Sultán Salah-el-Din transformo la iglesia en una escuela de derecho coránico. Sólo después de la guerra de Crimea en 1856 las autoridades otomanas permitirán la reconstrucción de la Iglesia para el culto melquita y las excavaciones posteriores. En 1878 el santuario recuperado fue confiado a la custodia de los Padres Blancos, Misioneros de África, quienes se encargaron de la formación del clero Melquita. Más tarde los Dominicos de la Escuela Bíblica localizaron la basílica bizantina y los baños antiguos de curación.

 

 5.4 LA CUPULA DE LA ROCA Y LA MEZQUITA DEL ACSA

 

 

La Cúpula de la Roca.

En el centro de la explanada del Templo se alza la Cúpula de la Roca, lugar sagrado por excelencia que guarda la roca del sacrificio, el lugar del monte Moriah, el lugar de la roca donde Abraham ofrece en sacrifico a su hijo Isaac. Abdelmalik tarda siete años en levantarla. La Cúpula, símbolo del cielo y del vínculo con Dios, de 20 m. de diámetro soportada por un tambor que a su vez descansa sobre un muro octogonal.  No es una mezquita sino un santuario, a semejanza de un martirium, queriendo rivalizar con el Santo Sepulcro. Sufre diversas modificaciones. No recuperará su revestimiento de oro hasta el 1969.

Esta última fue construida en el siglo VII y alberga una roca considerada sagrada tanto por musulmanes como por judíos. Los primeros creen que el profeta Mahoma ascendió a los cielos en su caballo alado desde esta roca.

Para los judíos es la Piedra Fundacional, el lugar más sagrado del Primer Templo, erigido por el rey Salomón y que custodiaba el Arca de la Alianza con las Tablas de la Ley. El Primer Templo fue destruido por los babilonios y el Segundo por los romanos el año 70. Los judíos denominan a la Explanada Har Habayit (Monte del Templo). La entrada al recinto es libre, pero solo los musulmanes pueden rezar allí.

 La Explanada se deja por una salida que da al barrio musulmán. De nuevo el visitante se sumerge en el bullicioso mercadeo, entre puestos con especias, dátiles de Jericó, perfumes orientales, artesanía de cuero y kufiyas, el pañuelo palestino.

 

La Cúpula de la Roca desde la fuente El-kas

La explanada del templo respondía a la shahira, la llanura, en la que tendrá lugar el día del juicio, de la reunión y el nombramiento, un místico lugar, una especie de paraíso terrenal un lugar embellecido con rosas, jacintos y arrayanes. La fuente de El-Kas responde a todo el embellecimiento que hace Saladino en la explanada del Templo para realce a la Cúpula de la Roca.

 

La Cúpula de la Roca

La explanada de las Mezquitas Har haBayit en hebreo, Haram al-Sharif en árabe enclavada en el monte Moria es el centro no solo de Jerusalén sino de Israel. Para muchos estas casi quince hectáreas siguen siendo el centro del mundo.

En el centro de la explanada del Templo la Cúpula de la Roca guarda con veneración el lugar del sacrificio. En el monte santo Moria, Moriyya, la Roca donde Abraham levanta el altar del sacrificio, donde Yahveh provee. Los Santos Padres han visto en el sacrificio de Isaac la figura de la Pasión de Jesús.

Allí en donde se levanta la Cúpula de la Roca se levantaba el corazón del templo de Jerusalén, el Santuario. Herodes hizo demoler el segundo Templo para construir el nuevo. Mil sacerdotes fueron formados como constructores. Se talaron bosques de cedros del Líbano y se labraron grandes sillares de reluciente piedra caliza. En los túneles a lo largo del monte del templo hay una piedra de casi 13 m de longitud que pesa 500 toneladas. Herodes sin duda utilizó la tecnología más avanzada. El Santo de los Santos se levantó en dos años pero el complejo del templo tardó en construirse 80 años. Herodes cavó hasta encontrar la piedra fundacional y construyó a partir de ahí ampliando la explanada del monte del Templo.

Con Abd-el-malik se construyó en siete años entre 685 y 692 la Cúpula de la Roca[113]. No es una mezquita sino un santuario, el primero de los grades santuarios omeyas y el más antiguo de los monumentos islámicos. Su forma octogonal se parece al de un “martirium” cristiano recordando la del Santo Sepulcro y a la vez con resonancias a la Kaaba de la Meca. El santuario tiene cuatro puertas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Todo gira entorno a la roca sagrada, el-Sakhra. En la roca hay un agujero perforado que comunica con el interior de la gruta[114]. De su centro pende una cadena de oro, que indica el que se supone el centro de la tierra.

La Cúpula se imponía sobre Jerusalén y le hacía sombra al Santo Sepulcro. Desde aquel momento los musulmanes ridiculizaron la iglesia el Santo Sepulcro Kayamah en árabe llamándole kumamah, el montón de excrementos.

Para los musulmanes adquirió la cúpula un lugar de significativa importancia. La Roca era el lugar del paraíso de Adán y del altar de Abraham, el lugar que más tarde había visitado Mahoma en su viaje nocturno y desde donde subió al cielo. Una huella de pisada en la Roca que en el pasado se enseñaba a los peregrinos cristianos explicando que se trataba de la marca de Jesús se convirtió en la última pisada de Mahoma antes de ascender al cielo[115]. El cielo desciende sobre el monte del Templo y el infierno se sitúa en el valle del Hinom. El arcángel de la muerte, una de las puertas de la Cúpula lleva su nombre, hae sonar su trompeta. Los muertos especialmente los que están enterrados cerca de la puerta Dorada resucitan y cruzan la puerta, el umbral que da acceso al Final de los Días, con sus dos puertas, la de la Misericordia y a del Arrepentimiento para ser sometidos a juicio en la Cúpula donde cuelga la balanza de la justicia.

La Cúpula de la Roca actual Qubbat al-Sakkra fue con la mezquita de Al Aqsa desde 1128 sede de la Orden del Temple, orden del Templo de Salomón[116]. Los Templarios  que ocuparon en un inicio unas caballerizas, llegaron a estar nueve años ocupando todo el recinto del templo. La Cúpula santuario fue transformada en iglesia cristiana Templum Domini. Los templarios sustituyeron la media luna de plata que la coronaba por una cruz de oro. Durante este tiempo los templarios se dedicaron no solo a la protección de los santos Lugares sino a la oración y al estudio traduciendo algunos textos en hebreo encontrados tras la toma de Jerusalén tras la primera cruzada en 1099.

Se dice que los templarios estudiaron los patrones y medidas sagradas del Templo y sus construcciones sagradas las relaciones geométricas con la proporción áurea y otras escalas musicales entre las que se podría encontrar el secreto de las octavas. La verdad que la planta octogonal de la Cúpula sería un modelo que se repetiría en numerosos templos promovidos por la Orden del Templo (sobre todo en capillas mortuorias del Camino de Santiago).

Dentro de la leyenda de los caballeros del Temple dicen encontrar escondidas en el Templo, restos del Arca de la Alianza y escondida en ella el Santo Grial, el cáliz que utilizó Jesús en la última Cena y que fue recogido por José de Arimatea. También rescatan las reliquias de la lanza del soldado que atravesó el costado de Cristo, denominad la lanza de Longinos[117].

Por otra parte, la leyenda del Santo Grial se amplia tanto a los cátaros como a los mismos sufies[118]. Los caballeros suffies también buscaban una copa milagrosa, a llamada Jém-i Jam o copa del mítico rey persa Jams-héd, como un talismán en la que se podían ver reflejados todos los acontecimientos y fenómenos del mundo[119]. En el Islam chiíta, el décimo segundo Imán, el Imán oculto se hace visible en el 14 del mes de Abid, solsticio de la primavera, correspondiente a la noche de Pascua.

 

 


Mezquita  de  Al-Aqsa y templo de las Cadenas

La mezquita de al-Aqsa fue construida en el lugar donde los romanos en el año 70 d. C. construyeron un templo en honor a Júpiter y después los Cruzados construyeron una iglesia consagrada a María. Junto a la mezquita en el lado oriental de la Cúpula de la Roca aparece el templo de las Cadenas. Según las fuentes islámicas, en ese lugar se colgaron las cadenas que David utilizaba para juzgar. Destaca el púlpito o torre orientado al mismo tiempo hacia la mezquita de Al Aqsa y hacia la Meca.

 

La Mezquita del al- Aqsa

Tito Flavio Vespasiano que gobernó el imperio Romano entre el 79 y 81 fue quien tomo Jerusalén durante la rebelión judía. Tras cinco meses de asedio, destruyó el templo y arrasó la ciudad tan solo dejo la Torre de David recordando la grandeza de la antigua ciudad de Herodes. Empezó entonces la nueva diáspora por el Norte de África por donde pasaron a España. Sobre su explanada en la época bizantina se levantó la Iglesia de la Purificación y cuando los árabes la conquistaron levantaron en el S. VIII sobre la Iglesia ortodoxa la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca. Tras la ocupación de los musulmanes convirtieron los lugares del templo en mezquitas, El Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, convirtiéndola en la tercera ciudad santa del Islam.

La conquista árabe ocurrió después de la muere de Mahoma y duró más de cuatro siglos. Al comienzo del régimen musulmán fue reanudado el asentamiento judío en Jerusalén y se acordó a la comunidad judía el status acostumbrado de “bajo protección”. Los primeros “creyentes” musulmanes parecían no mostrar ninguna hostilidad hacia las otras religiones monoteístas, cristianos o judíos. Algunos de los primeros “creyentes” eran cristianos o judíos[120]. Muawiya fue quizás el creador del actual monte musulmán, le explanada de las Mezquitas que los árabes la llamaban marwazins[121]. Fue él quien construyó la primera mezquita, niveló la roca de la antigua fortaleza Antonia, amplió la explanada y añadió una construcción exagonal abierta a todos los lados, la Cúpula de la Cadena en el centro exacto de la explanada. Apenas era reconocible como mezquita pero es probable que se alzara donde se alza ahora la mezquita de al-Aqsa.

Jerusalén tenía un santuario, la Cúpula, pero no tenía una mezquita imperial, así que Abd-el-malik construye la primera mezquita en Jerusalén, al-Aqsa para los rezos ordinarios[122]. Para construirla los constructores tomaron prestados elementos de otros lugares. Las vigas de madera fueron extraídas de un edificio cristiano y llevan todavía marcado en griego el nombre de un patriarca del S. IV. Un terremoto sacudió luego la ciudad de Jerusalén provocando serios daños en la mezquita. Mansur reparó después la deteriorada Aqsa y pagó por este trabajo fundiendo las puertas de oro y plata de la Cúpula de la Roca donadas por Abd-el-malik.

La mezquita actual moderna de al-Aqsa mantiene vestigios del pasado[123]. La fachada del S. XII con grandes arcos góticos que se corresponden con las naves. tiene un mihrab, un oratorio orientado a la Meca y un minbar, un púlpito. Aún hoy llaman a la oración y se juntan a orar en la gran explanada. En el centro hay una fuente circular del S. XIII, El-kas, la Taza, sus aguas proceden de manantiales entre Belén y el Hebrón. En sus caños se purifican los pies antes de la oración. 

 

5.6 LA VIA DOLOROSA

 

Como para confirmar que Jerusalén es una rica amalgama de culturas y creencias, el barrio musulmán está atravesado por la Vía Dolorosa, la que recorrió Jesús cargado con la cruz hasta el monte del Calvario. El primer edificio que detiene el paseo del recién llegado es la iglesia románica de Santa Ana, del año 1030, erigida sobre la casa en la que posiblemente nació la Virgen María.

El Hospicio Austriaco, unos metros más adelante, ofrece un oasis de paz en medio del bullicio, así como vistas privilegiadas sobre la Cúpula de la Roca y los tejados de la Ciudad Vieja. Es uno de los hospedajes de peregrinos más tradicionales de Jerusalén. Su agradable jardín resulta ideal para descansar mientras se degusta el strudel que elaboran las monjas del hospicio.

Al salir a la Vía Dolorosa uno se lanza de pleno a un ovillo de calles entre las que surgen tiendas de artesanía y mercados que cautivan con sus colores, aromas y sabores. Religiosos, seculares, turistas y policías armados se confunden en estas vías cargadas de historia y también de vida. 

La Vía Dolorosa finaliza en la iglesia del Santo Sepulcro, ya en el barrio cristiano, donde se cree que fue enterrado Jesús. El emperador romano Constantino I mandó construir la iglesia, que alberga capillas de las diversas corrientes cristianas. Para evitar enfrentamientos entre ellas, una familia musulmana guarda la llave del templo desde hace siglos.

 

 

 

 

 

 EL SANTO VIA CRUCIS

 

Ecce Homo, El Lisosthrotos

La Torre Antonia era una fortaleza construida sobre una plataforma rocosa en el costado norte del templo fue construida por Herodes el Grande alrededor del 30 AC. Estaba rodeada  de un gran foso. En el interior había un gran patio central, el enlosado Lisosthrotos con un pórtico alrededor de unos 250 metros cuadrados.

 

La historia del santo Vía Crucis

No queremos pasar esta intensa jornada sin detenernos en los pasos de Jesús desde la Fortaleza Antonia Hasta el Calvario lo que se ha venido a denominar el Vía Crucis y donde la tradición fue rescatando los lugares más significativos en cada una de las estaciones.

El santo Vía Crucis arranca desde los primeros tiempos del cristianismo en la primera comunidad cristiana de Jerusalén. Tras la persecución romana y la diáspora una vez establecida la paz en el imperio en tiempos de Constantino los creyentes empiezan a recobrar uno por uno todos los lugares santos y se esmeran en venerarlos y custodiarlos con todo amor.

En los primeros cristianos quedaron grabados los lugares y gestos de Jesús habiendo sido testigos predilectos. Una tradición que partiría del círculo de María, Juan y las santas mujeres que tan de cerca lo acompañaron. Quienes habían sido testigos oculares no olvidaron sino que cuidaron con todo esmero para guardar clara memoria de ellos y trasmitirlos a las generaciones futuras.

La destrucción de Jerusalén y la persecución de los cristianos no consiguieron borrarlos. En el año 326 Constantino mandó construir basílicas en los lugares santos empezando por el Calvario y el Santo Sepulcro donde como dijimos los romanos habían levantado lugares de culto a sus divinidades.

San Jerónimo que se va como ermitaño a vivir a Tierra santa menciona ilustres peregrinos que llegaban a visitar los santos lugares. El relato más antiguo que se conserva es el de un peregrino francés Itinerarium Burdigalense y el más conocido es el diario de la peregrina española Itinerarium de Egeria de finales del S IV.

Los peregrinos atestiguan el culto de los Santos lugares sobre todo el Calvario y el Santo Sepulcro. En torno a estos comienza la veneración de todo el recorrido que hizo el señor desde el Pretorio situado en la Fortaleza Antonia hasta el Calvario pasando por toda la vía de la amargura, lo que pronto popularmente sería conocido como el santo Vía Crucis. Fue así como comenzó la contemplación de la pasión de Jesús a través de las conocidas catorce estaciones.

Los peregrinos y fieles de todo el mundo han seguido estos pasos o estaciones de Jesús durante siglos. Muchos han sido los que se han postrado a besar los lugares por donde pasó Jesús con la meditación de su Pasión. Así quisieron unirse a la Pasión recogiendo como perlas preciosa todos sus pasos y participar así de los inagotables méritos de su Pasión. De ahí la costumbre de los peregrinos siguiendo el ejemplo de la madre de Jesús de besar el suelo donde Jesús había estado y de seguir el camino que él había recorrido.

Así en Jerusalén desde el S. IV la comunidad presidida por su obispo va procesionalmente desde el pretorio hasta el Calvario. Prontamente se hicieron famosas las paradas o estaciones que recordaban los lugares y acontecimientos más significativos del recorrido que hizo Jesús, las llamadas: estaciones jerosolimitanas. La práctica se extendió en el S. XI por toda Europa y de allí por todo el mundo. Es costumbre que esta devoción se haga el viernes Santo como los viernes de cuaresma, en memoria del camino que ese día hiciera Jesús cargando la Cruz.

Hay que decir que los lugares del Vía Crucis como tantos otros, no los visitamos sólo una vez un día sino que serían objeto de muchas visitas pues a menudo cruzábamos la ciudad por el “zoco” siguiendo las callejuelas del Vía Crucis y aprovechando para pararnos y entrar con detenimiento en algunas de las estaciones. Desde Gallicanto, nuestra base de operaciones nos era fácil partir a contemplar cada día con asombro y detenimiento los pasos de Jesús en su Vía Crucis hasta su muerte en Cruz en el Calvario.

El Vía Crucis trascurre por la llamada Vía Dolorosa. Si cabe dudar sobre el emplazamiento y el exacto recorrido del Vía Crucis, lo que si se sabe es su lugar departida, el Pretorio y su destino, al Calvario. En los últimos dos mil años, tanto el nivel del suelo de la ciudad como el recorrido hasta el Calvario se han transformado tanto que no se puede asegurar cual sería el itinerario real seguido por Jesús[124]. Uno es consciente de lo enterrada que quedó esta vía que recorrió Jesús del basamento actual que pisamos en nuestros días, pero al peregrino le es dado desenterrarla del pasado y llevarla a la luz. Los peregrinos desarrollan una geografía sagrada que va más allá de la cartografía exterior. La costumbre de marcar los eventos puntuales relacionados con el trayecto realizado por Jesús desde el Pretorio al Calvario arraiga sobre todo después de las Cruzadas, a partir del S. XV cuando con la práctica del Vía Crucis se llega a hacer costumbre por los peregrinos siguiendo la vía Dolorosa.

Las primeras nueve Estaciones (de la I a la VIII) abarcan los lugares comprendidos entre la Fortaleza Antonia, comenzando por la Puerta de los Leones trascurriendo por el barrio musulmán hasta el lugar de la tercera caída junto al muro del convento ortodoxo griego de Charlambos aledaño al Hospicio luterano alemán de San Juan. Las cinco siguientes (de la IX a la XIV) transcurren alrededor y en el interior del Templo del Santo Sepulcro.

Cada viernes se celebra El Vía Crucis que arranca del patio donde se supone estuvo localizada la Torre Antonia hoy Omariyeh-School junto al patio se encuentran la Capilla de la Condenación y la Capilla de la Flagelación bajo la custodia de los Franciscanos. A éste quisimos unirnos para recoger así la meditación en cada estación: Nos hemos reunido para seguir las huellas del Señor en el camino que hace por la vía dolorosa cargando la cruz desde su condena hasta el monte calvario. Nosotros también queremos acompañar a Jesús, siguiendo sus huellas y pidiéndole que nos ayude a llevar nuestras propias cruces y a aliviar y soportar con amor las cruces de nuestros hermanos que más sufren.

 

El Lisosthrotos

El lugar donde Jesús carga con la Cruz se halla situado en el Convento de las Damas de Sión done según la tradición tiene lugar la condena de Jesús Allí en el fondo del enlosado, Lisosthrotos, sobre un mosaico la tradición guarda el lugar donde le cargan a Jesús con la cruz. 

El Enlosado Lisosthrotos

Aunque el Vía crucis arranca pronto pudimos visitar con más detenimiento los lugares más significativos de este momento, la capilla de la condenación y de la flagelación que regentan los franciscanos. Los vestigios han quedado algunos desparramados la columna en la Capilla del Santísimo en el Santo Sepulcro, la escalera Santa fue llevada a Roma, lo que sería el Pórtico del Pretorio o Arco Ecce Homo construido por Adriano en el convento de las Damas de Sión etc.

Entrar en la capilla de la flagelación y orar allí fue especialmente emotivo. Un gran mosaico dorado contiene una gran corona de espinas en el techo y en el sagrario se observa la Santa Faz: Jamás se vio un rostro más tierno y misericordioso y sin embargo tan poco tenido en cuenta. No dejes Señor de mostranos tu rostro. Enséñanos a contemplarlo descubrirlo y restaurarlo en cada hombre desfigurado.

En frente en la capilla de la condenación sobre el sagrario se levanta una estatua del “Ecce Homo”. Allí el Señor despojado de todo honor fue expuesto después de la flagelación para mover a la compasión y el perdón: Despreciado deshecho de los hombres sin aparente belleza que pudiéramos estimar y sin embargo eran nuestras culpas y dolencias la que él llevaba, como Cordero llevado al degüello silenciosamente callaba y no abrió la boca. (Is 53; 1ss).

La Torre Antonia era una fortaleza construida sobre una plataforma rocosa en el costado norte del templo fue construida por Herodes el Grande alrededor del 30 AC. Servía para proteger los ataques que venían del norte y permitía a los soldados romanos controlar la zona del Templo. Estaba rodeada de un gran foso. En el interior había un gran patio central, el enlosado Lisosthrotos con un pórtico alrededor de unos 250 metros cuadrados.

En los laterales otros patios de servicios uno que daba a las caballerizas con un lugar de recreación y juego para los soldados donde había una columna para la flagelación de los reos y otro que daba a las prisiones escavadas en la roca que conducían a la gran caverna que almacenaba en una enorme cisterna una reserva de agua como lugar estratégico para cualquier asedio. En frente al pórtico de entrada y elevado sobre el enlosado había una escalinata que daba a la sede y los aposentos del Palacio. Donde residía Pilato.

En el enlosado Lisosthrotos después de un largo proceso Pilato condena a Jesús y se lava las manos. El Lisosthrotos fue descubierto por el Padre Ratisbone en 1857, al norte de la Torre Antonia. Este empedrado es obra de Adriano que lo construye sobre la bóveda de la cisterna. Servía de foro y de plaza para el mercado en la Aelia Capitolina. Un juego romano, el juego del rey, está grabado sobre el empedrado legítima la escena de burla del evangelio. Este enlosado fue testigo del procesamiento y ajusticiamiento de Cristo antes de ser crucificado.

En El Convento de las Damas de Sión encontramos los restos del pavimento de la Fortaleza Antonia denominado el Enlosado, Lithostrotos, donde Jesús después de ser burlado y azotado es expuesto como Ecce Homo. En las losas encontradas se conserva en el piso grabado el juego que hacían los soldados con el reo y el lugar donde supuestamente Jesús toma la cruz.

El Lithostros, Gabbatha, en arameo estaba situado en el corazón de la Torre Antonia. Allí había un patio de unos 2500 m2 con un lujoso enlosado. Este patio hacía de pretorio. El nombre de Gabbatha, que significa altura, se debe al lugar elevado como era la puerta meridional de la colina de Bezatha. Próximo a aquel lugar se debió realizar la flagelación en algún pati aledaño donde los soldados se ensañaron con Jesús y coronan el tormento con la parodia de la entronización real. Según la tradición no fue el látigo ordinario de correas, flagellum, sino el horrible látigo de torturas con bolas de metal, flagrum, con el que escarnecieron el cuerpo de Jesús. El suplicio era lo bastante terrible como para causar a veces la muerte.

Aunque en el Vía crucis tradicional por cuestión práctica no se visita el enlosado por quedar apartado y tener entrar en el Convento de las Damas de Sión y tener que descender por angostas escaleras hasta muy abajo, nosotros en otra ocasión lo pudimos visitar celebrando una misa frente a lo que sería el pórtico del pretorio. Allí pudimos ver sobre el enlosado los dibujos del juego que hacían los soldados, allí pudimos meditar pausadamente la estación

 

5.8 EL CENACULO, EL MONTE SION

 

 

Basílica del Santo Sepulcro.

 

 5.8.1 EL CENACULO EN EL MONTE SION

¿Cuál es esta sala, cuál este lugar tan especial para Jesús y sus discípulos? Por lo que cuenta la tradición se trata de la casa de uno de los amigos de Jesús. Se piensa en Nicodemo una persona rica y prestigiosa en Jerusalén. Junto al Monte Sión de unos 130 metros sobre el nivel del mar, en sus mismas estribaciones se localiza el Cenáculo, el lugar escogido por Jesús para celebrar la cena de Pascua.

En la estancia superior o Cenáculo, Jesús celebra la Séder Pésaj, la Pascua Judía con sus discípulos dándole una significación totalmente nueva. Esta es La Pascua Eterna de la Nueva Alianza: Tomad y comed esto es mi Cuerpo. Estas palabras resuenan en el cenáculo donde Jesús inaugura y perpetúa para la eternidad su Pascua abriéndonos el corazón y las puertas a toda su Pasión de amor.

Siguiendo las huellas de Jesús: Bordeando la puerta de Sión nos dirigimos por un estrecho callejón al corazón del monte Sión. Allí tendría lugar los preparativos de la cena pascual. El lugar de la cena, el Cenáculo en la cumbre del monte Sión. Delante de su entrada hay una plazuela con un conjunto de edificios antiguos. Desde allí se accede al piso superior donde se encuentra el venerado, Ad Coenaculum.

El Cenáculo como uno de los lugares más significativos de Jerusalén por la trascendencia que tiene en la vida de Jesús y de la primera comunidad cristiana tuvo toda una serie de trasformaciones. Según consta en los evangelios y en los hechos de los apóstoles los primeros discípulos lo adoptan como el lugar donde se congregan después de la muerte de Jesús y donde Jesús se aparece a los discípulos después de su Resurrección hasta Pentecostés[125].

 

 

5.8.2 EL LUGAR DEL CENÁCULO EN LA CIMA DEL MONTE SIÓN

En el lugar la comunidad jerosimilitana adopta una primera iglesia sinagoga, luego en la época bizantina una gran basílica, después es destruida y los cruzados rescatan el lugar y construyen la capilla que se conserva ahora. Es una estancia rectangular amplia con bóvedas ojivales sostenidas por columnas en la pared y una central que la separa en dos ambientes. Pasamos ahora a detenernos con curiosidad hasta indagar en su forma original.

El Cenáculo en el estado actual es del S. XII de la época de los Cruzados y se levanta sobre las ruinas de la antigua Iglesia bizantina denominada Santa Sión, Hagia Sión del tiempo 386-349[126]. La Iglesia bizantina que albergó el cenáculo quedó en ruinas y fue reconstruida por los Cruzados[127]. Estos trataron de mantener el lugar para acceso de los peregrinos lo que se hizo hasta el S XVI donde pasó a custodia de los musulmanes[128]. Hoy en la actualidad está bajo custodia de los judíos por guardar en la parte baja el lugar de enterramiento del rey David que sigue siendo venerado. El estado judío ha suprimido todo culto tanto musulmán como cristiano.

Los primeros cristianos se instalaron en el Cenáculo del monte Sión ya en el S. I. Allí construyeron una iglesia sinagoga que se salvó gracias a estar extramuros de las destrucciones de Tito (77) y Adriano (135). La comunidad cristiana que huyó a Pella en el 66 d. C, antes de la revuelta judía y del subsiguiente asedio romano en el 70 d.C, debió de volver a este lugar donde se había conservado la cátedra de su primer obispo de Jerusalén, Santiago.

La peregrina Egeria describe la liturgia que se celebraba en la iglesia Hagia Sión en memoria de las apariciones de Cristo después de la Resurrección y de Pentecostés. Después de su destrucción por los persas en el 614 los Cruzados recuperaron sobre las ruinas de la vieja Iglesia bizantina en el lado sud-oeste de la nave central dos capillas superpuestas. En la sala inferior llamada Galilea se remontaba el lavatorio mientras que treinta escaloncitos conducían a la sala de arriba la Hieroom Sión o Aliat Sahiun sería el Cenáculo donde se llevó a cabo la institución de la Eucaristía.

La iglesia de Santa María de Sión estaba dividida en tres naves. En el lado sudoeste de la nave central se conservaba el Coenaculum. Este estaba compuesto por dos capillas sobrepuestas y subdivididas hasta formar cuatro lugares distintos dos abajo y dos arriba.

Es interesante esta disposición porque según una tradición que concuerda con las meditaciones de Santa Catalina de Emmerick, Jesús habría celebrado la última cena en cuatro salas probablemente con cuatro grupos. En la sala alta de la derecha habría estado Jesús con los doce, en la sala contigua de arriba María con dos grupos de doce. En las dos salas de abajo estaría Natanael con otros dos grupos de doce y Elhocin con otros dos grupos. En total además de los doce apóstoles serían los setenta dos discípulos de los que habla el evangelio[129].

Así es de suponer que Nicodemo, José de Arimatea algunas mujeres y sobre todo la madre de Jesús acompañarían a Jesús en momento tan significativo, lo que coincide con una hermosa costumbre de la piedad popular muy extendida en el siglo pasado que no se resigna a la idea de que María participa de algún modo de este momento culmen de la vida de Jesús y de que eligiera este lugar para residir sus últimos años hasta sus últimos días. Así la presencia de María en el cenáculo es comentada como verosímil por varios autores [130].

Es curioso en este sentido el paralelo del banquete de Jesús con el banquete de José con sus hermanos al volverlos a encontrar en Egipto. También allí los comensales se distribuyeron en tres mesas. José es servido por un lado, los once hermanos hebreos por otro y los convidados por otro. José asigna a los hermanos los puestos y convierte al último en primero Ellos lo ven y no comprenden, Es un gesto de preferencia al más pequeño[131].

También es muy interesante destacar un elemento que conserva la liturgia oriental asociado al ritual de la Pascua. En ella se realiza el ritual del lucernario que tenía la función de iluminar la Cena de la Pascua. Esta función estaba reservada a las mujeres. María , la Madre del Señor sería junto con las mujeres quien realiza el lucernario en la Cena Pascual del Señor[132].

Después de todas estas reflexiones nos dispusimos a visitar estos santos lugares y en ellos saborear estos preciosos momentos de la vida de Jesús que supo preparar al detalle.



5.8.3 LA HAGGIA SION

Siguiendo las huellas de Jesús: Nos dispusimos a pasar el día bajo la mirada de María aguardando la Resurrección. Visitamos en el Monte Sión la Basílica de la Dormición. Hicimos la visita a la cripta y la basílica, asistimos al rezo de los laudes con la comunidad benedictina y celebramos la eucaristía. Luego nos dirigimos a visitar el otro sepulcro de María que conserva la tradición Oriental junto al Huerto de Getsemaní.

El origen del emplazamiento

En el S. V fue levantada la iglesia bizantina de Haggia Sión, Santa María de Sión, la Mater omnium ecclesiarum, la madre de todas las Iglesias. Situada en la cumbre más alta de este monte recordando el lugar Coenaculum donde Jesús instituye la eucaristía, donde los discípulos con María aguardan y reciben el Espíritu en Pentecostés, se convirtió en una de las metas de peregrinación más importante de la Ciudad Santa. En este lugar residió María junto al Coenaculum durante sus últimos años y allí falleció rodeada de los apóstoles. Así lo certificaban la arqueología y las ruinas encontradas en la zona a los albores del cristianismo en el S. I.

Al ser destruida la iglesia bizantina que albergaba el Coenaculum, los franciscanos trataron de conservar el lugar con un hospicio de peregrinos hasta su expulsión en el S XVI, Luego el lugar se fue deteriorando. La iglesia vio la necesidad de una presencia más fuerte e el monte Sión y la posibilidad llegó cuando la asociación alemana de Tira Santa bajo el patrocinio del rey de Baviera accedió a levantar la Iglesia de la Virgen María en el Monte Sión.

Como el edificio con la tumba de David era una propiedad musulmana tras arduas negociaciones se compro al sultán el terreno contiguo. El emperador Guillermo II adquirió el lugar para levantar la nueva iglesia y logró una comunidad de benedictino para ocuparse de ella. El proyecto se concibió para recuperar el lugar de martirio que testimoniara la Dormición de María.

No importa tanto el lugar físico sino rescatar lo que allí se genera. Allí dio comienzo y se genero en torno a María la Iglesia. La Iglesia dicen los santos Padres nace del costado abierto de Cristo como Eva fue formada de la costilla de Adán. La “Nueva Eva”, María, Madre de todos los creyentes, estaba allí al pie de la cruz, ofreciéndose con su Hijo, recibiéndonos y acogiéndonos (Jn 19, 25-27).

María estaba ahí en el cenáculo recibiendo y congregando a los discípulos como lo hizo en el memorial de su cena guardando sus palabras y su promesa en el corazón. Allí rememoraban los

últimos hechos y gestos de Jesús encontrando ahora el significado de lo que quedaba oculto a sus ojos. Allí aguardaban en oración la espera del Espíritu.

Los discípulos que habían quedado perplejos, desconcertados, abatidos por el aparente espantoso final fueron fortalecidos por la fe de María que les animaba a creer en sus promesas. Los encuentros con el Resucitado fueron definitivos. Lo empezaron a reconocer presente al compartir el pan, al compartir sus experiencias como lo habían reconocido vivo y actuando en medio de ellos. Durante setenta días no se alejaron de Jerusalén y aguardaron la festividad de Pentecostés de forma que estando reunidos en aquel lugar recibieron todos el don de la promesa , quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a anunciar con valentía la palabra de Dios. María permaneció con los apóstoles e hizo su morada en aquel lugar santo bendecido por Dios donde Jesús se hacía presente en el misterio de la eucaristía y se seguiría haciendo presente en el misterio y sacramentalidad de la propia comunidad: donde dos o más estén presentes en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ustedes (Mt 19, 20)

María permaneció así alentando la fe de la primera comunidad hasta sus últimos días. Bajo la Cripta junto al altar de la Dormitio, Koimesis, está justo en frente bajo el coro de la Iglesia el ábside de Pentecostés. Pentecostés es el otro episodio que junto con la Dormitio se conmemora en esta Iglesia a semejanza de la antigua Basílica Mater omnium ecclesiarum. En el ábside de la Koimesis Cristo en forma de Pantocrator recibe el alma de la Virgen. Alrededor del medallón del Pantocrator se puede leer: Levántate amigaría, hermosa mía y ven (CC 2, 10). En seis medallones están representadas las grandes mujeres del Antiguo Testamento como figuras de María: Eva, Miriam, Yael, Judith, Ruth y Esther.

Arriba la Iglesia de planta circular con nichos circundantes como Iglesia madre de todas recogen distintas capillas con distintas advocaciones a María. El ábside central muestra un mosaico de la Madre de Dios con el Niño Dios en brazos con el libro abierto y la frase: Yo soy la luz del mundo (Jn 8, 12). Debajo de la imagen los ocho profetas que habían anunciado la llegada del Mesías. Allí pudimos celebrar la eucaristía y prolongar la oración en el coro del ábside con el rezo de Tercia con toda la comunidad benedictina. Un momento bellísimo de abrir nuestra comunión a toda la Iglesia universal con María, Mater  omnium ecclesiarum.

Aquí se dio inicio la Iglesia y desde entonces no ha cesado de reunirse para celebrar el Misterio Pascual. Así nos lo muestran las Catequesis de San Cirilo de Jerusalén o las Narraciones de la Peregrina Egeria en su Itinerarium. Si bien la gran Vigilia Madre de todas las Vigilias se celebraba en el Santo Sepulcro la Basílica Mater omnium ecclesiarum congrega a la Iglesia para la celebración do Pentecostés y una bella procesión de las luce desde el Monte Sión hasta el sepulcro de María al pie de Getsemaní para reforzar así la comunión con los hermanos ortodoxos[133].

Dos son las tumbas vacías en Jerusalén. La de Jesús en el Santo Sepulcro y la de María al pie del Monte de los Olivos. Después de la muerte de María que según la tradición se da junto al cenáculo en el Monte Sión los discípulos la trasladan al pie del Monte de los Olivos hasta su Asunción[134]. Allí junto al Monte de los Olivos la tradición oriental guarda el sepulcro donde reposó el cuerpo antes de su asunción. Allí es donde la comunidad fue testigo de la asunción de María. Por una escalinata se baja a un nivel inferior. Por una ancha escalinata abovedada a través de cuarenta y ocho escalones se desciende  u recinto sumido en una oscuridad absoluta solamente iluminada tenuamente por los lampadarios que cuelgan en el techo.

Resalta como María que acompaña a Jesús hasta el último momento de su muerte termina también su vida reposando su cabeza en los lugares más íntimos de Jesús el Cenáculo y Getsemaní. Ella congrega en torno así la primera comunidad cristiana.

La tradición católica recoge la dormición unido al tránsito de la Virgen a los cielos, confesando la asunción de la Virgen en cuerpo y alma a los cielos. En griego la anlepsis, en la iglesia oriental Koimesis designa la dormición. El tránsito glorioso de la Virgen a semejanza de su Hijo asocia a María a la Pascua de Jesús. Ella es la primicia pascual con Cristo de la Nueva Humanidad. La nueva Basílica de la Dormición se eleva como alborear de la Pascua en a cima del Monte Sión.

 

El lugar actual del Cenáculo

En el suroeste de la ciudad, cerca de la muralla, en el monte Sión, se encuentra el Cenáculo o Sala de la última cena. Desde el S. XII en ese lugar se alzaba una basílica. Los cruzados hicieron un edificio nuevo del que se ha salvado algunas partes de lo que quedó tras la destrucción de Saladino. En la planta baja se encuentra el sepulcro del rey David. Desde 1948 el monumento se encuentra bajo la protección israelí.



5.8.4 LA TUMBA DE DAVID

Debajo del Cenáculo está la tumba de David. A través de un jardín enclaustrado se penetra a un pequeño recinto abovedado que es en la actualidad una sinagoga. A través de un claustro sencillo de arcos ojivales se llega a la tumba del gran Rey David. Tuvimos la oportunidad de rezar primero ante la tumba de David. La tumba está protegida por una verja t es como un enorme sarcófago revestido por un paño bordado en su parte frontal con inscripciones hebreas y la estrella de David[135].

La tumba de David continúa atrayendo a miles de peregrinos. Resulta increíble el contraste con la sobriedad de la tumba y la significación y el culto que en el lugar se venera. Muchos judíos se acercan con las dos Torot preparadas para ser leídas verticalmente al estilo sefardí. Aquel Rey David fue el más grande de los reyes de Israel y a su vez también cayó en lo más bajo que un ser humano puede caer. Sin embargo quizá ese sea su mejor ejemplo que desde su fragilidad y pecado supo levantarse y fiarse de la misericordia de Dios: “Misericordia Dios mío por tu bondad(Sal 50, 1ss).

No me abandones ni me desampares Dios mío(Sal 27, 1ss). David que venció a Goliat, el gigante pero venció una lucha de un enemigo más poderoso que él. Asistido por la gran misericordia de Dios reconoció su fragilidad y se pudo levantar de su pecado. Alternó en él la fuerza y la fragilidad, tocó lo más alto y lo más bajo y no se derrumbó. Sin duda por ello sea el antecesor del Mesías. ¿Quién es ese Mesías sino aquel ser humano y divino que nos anunciará que el mundo merece la redención?.

Después de la pequeña oración en la timba del gran rey nos dirigirnos a la sala-museo del Holocausto, Martyrium, o cámara de la destrucción[136].

La sala del Holocausto

La sala del Holocausto fue fundada junto con el Estado de Israel por el Director General del Ministerio de Religión y Custodia del Monte Sión, El Rabí Dr. S. Z. Kahana y conmemora los millones de vidas de judíos inmolados en el holocausto nazi.

Entrando uno inmediatamente se remonta al pasado de toda la historia negra y trágica del pueblo judío. En unas placas se lee: Esta no es otra que la casa del Señor y cuán lleno de temor es este sitio (Gn 28, 17). Es una llamada de horror por la muerte y de súplica ante el futuro. Hay varias salas, en la primera sala hay expuestos rollos de la Torah y en las siguientes las paredes están cubiertas con miles de pequeños nichos con los nombres de los que allí están incinerados[137]. Seis lámparas funerarias brillan en homenaje a otros tantos millones de hijos de Israel sacrificados[138].

En la sala del memorial de los niños donde se recuerda al millón doscientos mil niños brutalmente asesinados si piedad por los nazis, se encuentra otra placa que dice: Una clama desde lo alto, lamentación y amargo llanto. Raquel llora por sus hijos; ella rehúsa ser confortada por sus hijos, porque ellos no están (Jer 31, 14).

En las últimas salas y en un patio, hay multitud de pequeños nichos con una lucecita llameante cada uno. En 1998 La santa Sede difundió sus reflexiones acerca de la Shoah, el holocausto perpetrado durante la segunda guerra mundial. La Shoah apuró la vuelta del pueblo judío a Israel. Fue el empujón después de la insistencia de dos mil años de exilio para regresar a su tierra. Desde entonces los supervivientes de la masacre exhaustos por el padecimiento libraron una poderosa lucha por volver a su tierra de origen y llevar una vida libre. El movimiento sionista y la Hapala impulsó la emigración de los judíos hacia la tierra de los ancestros. El Memorial del Holocausto es oración y memoria por los caídos y al mismo tiempo petición y súplica para que el atroz genocidio no vuelva a repetirse[139].

Nosotros salimos de aquel lugar muy sobrecogidos y bajamos del monte Sión hacia nuestra residencia en Gallicanto. Desde allí contemplábamos el valle de la Gehenna, que lo rodea por el oeste y por el sur. La misma palabra Gehenna, que viene de Ge Hinnon sinónimo de infierno lleva el recuerdote tantas atrocidades. Valle de tristes recuerdos en los que reyes idólatras de Judá pasaron por el fuego a sus hijos e hijas recién nacidos (2 Rey 23; Lev 18).

 

Litografia de David Robert, El santo Sepulcro

5.9 EL SANTO SEPULCRO

El Monte Calvario

El Calvario también conocido como el Gólgota, fue un sitio que se encontraba cerca del exterior de las murallas de Jerusalén. En este lugar según los evangelios fue crucificado Jesús.[140] ​ El término Gólgota o Gólgotha proviene del griego que es la transliteración griega de un término arameo que pudiera ser Gûlgaltâ. En el texto griego de MateoMarcos y Juan se da su traducción como (Kraníou Tópos); lugar de la Calavera, vertido al latín como Calvariae Locus, de donde deriva la palabra española Calvario, en el evangelio de Lucas se lo denomina simplemente, Lugar de la Calavera[141]​.

El apelativo "lugar de la calavera" en arameo es gagûltâ. La etimología está basada en la raíz hebrea, de la que se deriva la palabra hebrea calavera (gulgōleṯ).[142] ​ Se han dado algunas explicaciones alternativas. Se ha sugerido que el nombre arameo es gol go a tha, que significa "monte de ejecución", y que su localización es la misma que el Goatha mencionado en el pasaje del Libro de Jeremías (Jeremías 31:39) que describe la geografía de Jerusalén.[143] ​ Una explicación alternativa es que el lugar fuese un sitio para ejecuciones públicas, y que el nombre hiciera referencia a los cráneos abandonados que podían encontrarse ahí, o que estuviera situado cerca de un cementerio y que el nombre hiciera referencia a los huesos que estaban enterrados ahí.[144]

En algunas tradiciones cristianas y judías, el Gólgota es el lugar donde se encuentra el cráneo de Adán. Esta tradición dice que Sem y Melquisedec viajaron al lugar donde se encontraba el Arca de Noé, recuperaron el cráneo de Adán y fueron guiados por ángeles hasta el Gólgota, que es descrito como una colina con forma calavera en el centro del Mundo, donde también estaba la cabeza de la serpiente del Edén. Esta tradición aparece en muchas fuentes antiguas, incluyendo la Kitab al-Magall, el Libro de Adán y Eva, la Cueva de los Tesoros y los escritos del patriarca Eutiquio de Alejandría. También se sugiere que la orografía del lugar tenía la forma de una calavera y que recibió ese nombre por esa razón. ​

Ubicación del lugar del Calvario

 

El Santo Sepulcro (1) en el barrio cristiano de Jerusalén.

A la izquierda está la pequeña colina del Gólgotha, donde el Señor fue crucificado. A un tiro de piedra de ahí hay una bóveda [cripta] donde yació su cuerpo, y donde se levantó al tercer día. Ahí, en la actualidad, por mandato del emperador Constantino, se ha construido una basílica; es decir, una iglesia de maravillosa belleza.

La ubicación tradicional del Gólgota deriva de identificación por Helena, la madre de Constantino I, en el 325. A unos pocos metros Helena identificó la localización de la tumba de Jesús y dijo haber descubierto la verdadera cruz. Su hijo, Constantino, construyó la Iglesia del Santo Sepulcro en ese entorno. En el 333 un autor con el seudónimo de Peregrino de Burdeos escribió en la obra Itinerarium Burdigalense:[145]

Antes de la identificación de Elena, en el lugar había un templo a Afrodita. La construcción de Constantino abarcó casi todo el antiguo recinto del templo. La "Rotonda" y el claustro (que fue reemplazado en el siglo XII por el actual Catolicón y la Capilla del Calvario) están prácticamente solapados con el antiguo templo. La basílica que Constantino construyó sobre el resto del recinto fue destruida en el siglo XI y no ha sido reemplazada. La tradición cristiana dice que ese lugar fue originalmente un sitio de veneración cristiana, pero que Adriano enterró apropósito los lugares cristianos y construyó ese templo encima, dando cuenta de su desprecio hacia el cristianismo.[146]

 

Vestigios encontrados en tiempos de Constantino: Antiguo Templo de Afrodita

Hay evidencias de que en torno al 160, unos 30 años después de que se construyese el templo de Adriano, los cristianos lo asociaban con el lugar del Gólgota; Melitón de Sardes, un obispo del siglo II influyente en la región, describió su localización "en mitad de la calle, en mitad de la ciudad",[147]​ lo que marca la posición del templo de Adriano a mediados del siglo II. Se construyó una típica ciudad romana de acuerdo con un plan hipodámico: una vía de norte a sur, la Cardo y una avenida de este a oeste, el Decumano (que hoy es la Vía Dolorosa).[148] El foro solía situarse en la intersección de estas dos vías, con los principales templos adyacentes.[149] Sin embargo, debido a la obstáculo que suponía el Monte del Templo, y por el campamento de la Décima Legión de la Colina Occidental, la ciudad de Adriano tenía dos cardos, dos decumanos, dos foros​ y varios templos.

El Foro Occidental (hoy Muristán) se encuentra en la encrucijada entre el cardo oeste y lo que hoy es la calle El-Bazar/David, con el Templo de Afrodita adyacente, en la intersección entre el Cardo Occidental y la Vía Dolorosa. El Foro Norte estaba al norte del Monte del Templo, en la unión entre la Vía Dolorosa y el Cardo Oriental, cerca del templo de Júpiter Capitolino construido intencionadamente sobre el Monte del Templo.[150] ​ Otro conocido sitio sagrado que Adriano convirtió en un templo pagano fue la Piscina de Bethesda, a la que seguramente se refería el capítulo cinco del Evangelio de Juan (Juan 5:1-18)[151] ​ donde se construyeron los templos de Asclepio y Serapis.

Aunque posicionamiento del Templo de Afrodita podría no haber sido intencionado, sino un resultado del diseño de la Colonia romana, Adriano es conocido por haber construido templos paganos encima de lugares sagrados en Jerusalén y en otros lugares como parte de la política de romanización.[152]

Excavaciones arqueológicas bajo la Iglesia del Santo Sepulcro han revelado grafitis de peregrinos de tiempos en los que todavía estaba el Templo de Afrodita, de un barco, un símbolo paleocristiano muy común,[153] ​ y la frase "Dominus Ivimus", que significa, "Señor, nosotros vinimos",[154] lo que apoya la afirmación de Melitón de Sardes de que los primeros cristianos decían que el Gólgota estaba en medio de la ciudad de Adriano en lugar de fuera.

 

La Basílica del Santo Sepulcro

La basílica del Santo Sepulcro está construida en el mismo lugar donde Cristo murió y resucitó. Las tumbas en tiempos de Jesús tenían una recámara donde unían el cuerpo y una cámara donde lo enterraban. Aunque por supuesto haya sido modificado su aspecto externo dentro de la edícula que hoy se conserva, el acceso a la primera cámara o Capilla del ángel tiene la forma del hueco cubierto por una piedra redonda. En el interior de esta primera cámara se conserva parte de la piedra redonda que cubrió el sepulcro del Señor. Accediendo a la segunda cámara conserva la Tumba del Señor cubierta con una losa de mármol.

Somos conscientes que después de tantas demoliciones, construcciones y reconstrucciones no sea posible autentificar todos los vestigios de la Tumba del Señor. El lugar real y los pormenores son menos importantes de lo que en el lugar realmente sucedió[155]. Los detalles a los que accedemos desde los evangelios nos dicen que no era una caverna natural ya que estaba esculpida en una roca sólida (Mt 27, 60), fue sellada con una gran piedra circular como queda demostrado por el hueco de entrada a la tumba (Mt 27, 60) y tenía espacio para varias personas a manera de cámara de lamentaciones[156].

Es impresionante ver la fila incesante de peregrinos acercarse a besar la tumba del Señor. Sabemos que se acercan no a besar la tumba de un muerto. La tumba está vacía y el que estuvo enterrado muerto está resucitado.

 

Secuencia: Siguiendo las huellas de Jesús: Vigilia de la noche en el Santo Sepulcro terminando con la misa y visita al Monte de los Olivos. Seguiremos las huellas de los últimos momentos de la vida terrena de Jesús su muerte en el Calvario, su unción en la piedra y su sepultura en el sepulcro desde donde se anuncia su resurrección con la tumba vacía.

El Santo Sepulcro representa hoy para los cristianos el centro de la peregrinación a Jerusalén[157]. Aquí conmemoramos la muerte y Resurrección de Cristo. Las antiguas piedras y la oración ininterrumpida a lo largo de los siglos actualizan los acontecimientos a través de los cuales nos vino la Salvación. Nos sentimos tan atraídos al seguir los pasos de este santo Vía Crucis que sentimos el deseo de culminar el santo itinerario pasando una noche en el Santo Sepulcro y celebrando la eucaristía al amanecer. Pedimos permiso y se nos concedió.

Durante la noche de oración una hermosa e inolvidable experiencia en una liturgia en la que se van simultaneando los ritos de las siete comunidades: abisinios, coptos, griegos ortodoxos, latinos, armenios, incluso los mismos musulmanes que abren y cierran el Templo. La familia musulmana de los Nusseibeh custodian el Santo Sepulcro desde hace casi 50 años.

Habíamos pedido permiso a los hermanos franciscanos y custodios del templo para pasar allí toda la noche. Comenzamos con un pequeño grupo de mujeres polacas que también se habían quedado. A las 8.00 una vez cerrada la Basílica por los Nusseibeh musulmanes comenzamos lo que iba a ser una noche inolvidable[158].

Esta fue el itinerario siguiendo la secuencia de la Vigilia[159]:

12.0      Oficio de los greco-ortodoxos en la “Capilla del Calvario”

1.0         Oficio de los coptos en la “Piedra de la Unción”

2.0         Oficio de los armenios en el lugar del “stábat”

3.0         Oficio de los armenios ortodoxos en la “entrada del Santo Sepulcro”

4.0         Oficio de los coptos en la “salida del Santo Sepulcro”

5.0         Oficio de los latinos en la “Capilla de las Apariciones”

 

5.9.1 EL CALVARIO

 

Litografía de David Robert,Oración en la Capilla del Calvario

El Santo Sepulcro es un “lugar santo” llenos de espacios sagrados envueltos en una significación mística cargados de historia. La iglesia recupera el lugar del Gólgota pequeña colina próxima a las murallas de Jerusalén donde tuvo lugar la crucifixión del Señor. Los romanos tratando de borrar el lugar construyeron un templo de Afrodita. Constantino recuperó el lugar construyendo una basílica e el S. III. Se encontraron distintas cisternas en las que se hallaron restos de las cruces de los crucificados, de ahí la tradición de la Vera Cruz. La iglesia inaugurada en 335 guarda en la Capilla del Calvario el lugar donde se encontraba la “Vera Cruz”.

Oración en la Capilla del Calvario

La noche comenzó en silencio con un gran tiempo de oración en silencio postrado en la capilla del Calvario[160]. Recordando la liturgia del Viernes Santo recordábamos a su vez el día de la ordenación sacerdotal y tantos momentos de oración postrados ante el Santísimo sacramento. Imponía toda la Basílica del Santo Sepulcro en silencio, tan solo se oía el pasar de las fregonas de unas mujeres musulmanes que fregaban el piso. Ese piso sobre el que Cristo derramó su sangre y cuya sangre se desparramó por la roca hasta entrar en las hendiduras más duras de los corazones.

Allí postrado en oración en el Calvario no era tan fácil trasportarse al momento cumbre de la vida de Jesús. El lugar de mayor oprobio y humillación a su vez el de la más grande revelación del amor. En el lugar de mayor soledad y abandono el de mayor cercanía. El Hijo de Dios desciende y se abaja asumiendo hasta el fondo nuestra humanidad para abrirnos a todos el camino hacia Dios.

Es el momento final de la muerte de Jesús donde se termina desvelando profundamente su persona en la confesión del centurión pagano: verdaderamente este era el Hijo de Dios. Asumiendo libremente y con infinito amor su horrible destino y lo escandaloso de su muerte e va a convertir en consumación de su obra salvadora. Jesús es levantado en la cruz con el título de rey no envuelto en poder, honor y gloria sino despojado de todo en la condición sufriente de siervo ofreciéndose en sumisión amorosa al Padre para obtener nuestro perdón.

Por mucho que uno quiera no podemos entrar en el sentido y alcanza de este misterio. Nos mueve tan solo el respeto profundo que impone el misterio de la muerte del Señor. Misterio de iniquidad y de gracia, misterio de pecado y redención desde donde se ilumina todo el misterio del hombre.

 

 5.9.2 LA PIEDRA DE LA UNCION



La Piedra de la Unción

El hall de entrada aparece decorado con dos bellos y grandiosos iconos que representan el descendimiento y la sepultura de Jesús. Delante de ellos en el suelo se encuentra la Piedra de la unción donde supuestamente fue embalsamado el cuerpo de Jesús. El lugar estuvo sujeto a muyas trasformaciones. La actual piedra de mármol fue reconstruida por los riegos en 1810

 

La Gran liturgia en torno a la piedra de la unción

La Gran liturgia a manera de gran Vigilia dio comienzo con un primer oficio a las 12.00, una hermosa liturgia en el lugar del calvario oficiada por los greco-ortodoxos donde se conmemoraba la muerte de Jesús en aquel Monte Santo. Después iban bajando hasta el hall de la entrada donde se encuentra la Piedra de la unción para de allí dirigirse al atrio del Katholicón.

Con hermosos himnos, cantos y rezos todos cantados en un clima de adoración subía nuestra plegaria al Padre con la ofrenda del incienso. Siguió otro oficio a la 1.00 de los coptos en el Katholicón donde se conmemora el descenso y la sepultura de Jesús de la Cruz[161]. Después le sigue otro oficio a las 2.00 de los monjes armenios junto a la piedra de la unción y la losa circular que recuerda el lugar desde donde las santas mujeres contemplaban a Cristo Crucificado.

Teniendo de frente el inmenso icono que gráficamente recoge estas escenas uno se introducía casi sin darse cuenta en la profundidad del misterio.

 

 

5.9.3 LA SEPULTURA

 

Litografia de David Robert, El Santo Sepulcro

Oración en el Santo Sepulcro

Siguió otro oficio a las 3.00 con una hermosa liturgia en el Santo Sepulcro oficiada por armenios ortodoxos dentro y delante del sepulcro junto a la entrada al Katholicón. Con hermosos cantos e himnos se llamaban y se respondían los celebrantes uno dentro y el otro con nosotros fuera reproduciendo los diálogos entre Cristo y las mujeres que fueron al Sepulcro, representando a la Iglesia. Hay un sitio donde se venera el lugar propio donde estuvieron situadas las mujeres al pie del Calvario.

Poco después, casi simultáneamente, se celebraba otro oficio a las 4.00 en una capillita detrás del Sepulcro celebrado por los coptos. Finalmente a las 5.00 se dio inicio otro oficio en la capilla de las apariciones, donde se recuerda la aparición a Santa María Magdalena cuya capilla se venera a la parte izquierda de la edícula y se terminaba con una oración de los latinos en la Capilla del Santísimo sacramento recordando la aparición de Cristo a su Madre[162]. Allí con cantos gregorianos se entona el himno “De Angelis” donde como uniéndose en oración a todo el pueblo católico se quiere unir a todas las lenguas del mundo y a todas las naciones de la tierra.

Oficio en el Santo Sepulcro

Siguió otro oficio a las 3.00 con una hermosa liturgia en el Santo Sepulcro oficiada por armenios ortodoxos dentro y delante del sepulcro junto a la entrada al Katholicón. Con hermosos cantos e himnos se llamaban y se respondían los celebrantes uno dentro y el otro con nosotros fuera reproduciendo los diálogos entre Cristo y las mujeres que fueron al Sepulcro, representando a la Iglesia. Hay un sitio donde se venera el lugar propio donde estuvieron situadas las mujeres al pie del Calvario.

Poco después, casi simultáneamente, se celebraba otro oficio a las 4.00 en una capillita detrás del Sepulcro celebrado por los coptos. Finalmente a las 5.00 se dio inicio otro oficio en la capilla de las apariciones, donde se recuerda la aparición a Santa María Magdalena cuya capilla se venera a la parte izquierda de la edícula y se terminaba con una oración de los latinos en la Capilla del Santísimo sacramento recordando la aparición de Cristo a su Madre[163]. 

Allí con cantos gregorianos se entona el himno “De Angelis” donde como uniéndose en oración a todo el pueblo católico se quiere unir a todas las lenguas del mundo y a todas las naciones de la tierra.



5.10 EL MONTE DE LOS OLIVOS, DE LA ASCENSION


La Cúpula de la Ascensión

La Cúpula de la Ascensión tiene una inscripción que fecha su construcción entre 1200 y 1201. sinembargo su origen puede que se remonte al año 392 donde se erige una pequeña iglesia que fue destruida por los persas y reconstruida por los cruzados en 1102. Después de la conquista de Jerusalén por los musulmanes, Saladino la convierte en mezquita. La pila bautismal con sus capiteles francos coronada por un elegante falso lucernario podría tener su origen en el Templum Domini. En el nterior se guarda la piedra objeto de veneración que recoge la huella que dejó Jesús antes de ascender al cielo supuestamente fue encontrada en la cima del monte de los Olivos.

AL MONTE DE LOS OLIVOS, CAMINO DE LA ASCENSION

Camino de la Ascensión

Una vez acabada la Gran Vigilia salimos a desayunar en el gran atrio de la Basílica y nos dispusimos para culminar la semana y la primera semana de peregrinación a los lugares santos de Jerusalén con la visita al Monte de los Olivos para detenernos en la Basílica del Pater Noster y la Mezquita de la Ascensión.

Allí habíamos comenzado la peregrinación el primer día y allí la concluimos este último día que a su vez recordábamos “el primer día de la semana”. Allí San Mateo narra la aparición de Jesús a los discípulos y el envío a todas las naciones (Mt 27, 28). En la cima de aquel monte donde en la hondura y espesura de la noche vivió su agonía se vislumbraba ahora con un sol radiante el esplendor de la Resurrección. “Un primer día” daba inicio a una primavera nueva a un día que no tiene ocaso. También en este mismo monte camino de Betania Lucas sitúa el lugar de la Ascensión a los cielos (Lc 24, 50 ).

Antes de dirigirnos a la cumbre del lugar de la Ascensión, visitamos la Basílica del Pater Noster y allí el lugar donde según la tradición donde Jesús enseño a orar a sus discípulos. Se trata de una pequeña gruta excavada en la roca donde se dice también acudía la primera comunidad de Jerusalén en los tiempos de persecución. La oración será siempre roca de refugio en donde encontrar paz y serenidad en los tiempos turbulentos.

Allí en la cornisa del Monte de los Olivos se encuentra la basílica del Pater Noster. Un edificio de ladrillo rojo del siglo pasado donde en la actualidad existe un convento de carmelitas descalzas francesas. Allí existe una cueva donde según la tradición Jesús enseñó a los discípulos la oración de Padre Nuestro. En medio en los muros del claustro ojival abierto puede leerse en baldosas policromadas la oración del Padre nuestro en más de setenta lenguas.

Los estudios realizados han descubierto que la basílica está enclavada sobre una antigua[164]. Esta, llamada Eleona, fue erigida por Constantino en el 333, sobre la gruta convertida en cripta donde Jesús enseña la oración [165]. Los persas la destruyeron en el 614. Sobre sus restos los cruzados reedificaron otra iglesia que también volvió a arruinarse. En el 1875 con el sufragio de la princesa Aurelia de Bosi se levantó el convento carmelitano.

Penetrando en la cripta bajo el presbiterio estuvimos en aquel lugar tan especial donde Jesús enseño a los discípulos a orar. Allí rezamos la oración del Padre Nuestro con especial devoción. Allí dicen que los primeros cristianos se reunían en los tiempos difíciles a orar.

Desde allí nos dirigimos al lugar de la Ascensión, como si nosotros nos despidiéramos de Jerusalén y al mismo tiempo recordásemos cómo Jesús se despidiera de los suyos antes de su Ascensión a los cielos. Después de aquella intensa semana todo parecía relucir con una nueva luz nos sentíamos ya no extraños ni extranjeros sino parte ciudadanos de aquel lugar: Vi unos cielos nuevos y una nueva tierra. Nos íbamos tan cargados de experiencias que nos resistíamos a irnos algo nos empujaba a quedarnos y permanecer allí para siempre. Si estos eran nuestros pobres sentimientos imaginamos y entendemos que Jesús no sólo los pudo tener sino que lo pudo hacer quedarse con nosotros en una nueva forma de presencia.

En la cumbre del monte visitamos la Mezquita de la Asunción. Un templete en un promontorio propiedad de los musulmanes que tomaron en el tiempo de los cruzados y que recoge el lugar de la ascensión[166]. En medio del recinto circular se levanta un modesto templete octogonal cubierto con una cúpula sobre un tambor.

La historia del lugar se remonta a la época romana[167]. Una piadosa matrona llamada Pomenia edificó una basílica circular llamada Ibomon sobre la cumbre[168]. Los persas destruyeron la basílica en el 614. Los cruzados la reconstruyeron en forma octogonal y respetaron la abertura central. En 1187 los persas al mando de Saladino la tomaron en posesión, cubrieron la capilla del centro con una cúpula y tapiaron sus arcos. En este lugar una vez al año permiten que se celebre una misa en la Fiesta de la Ascensión[169]. En el se guarda una roca donde se dice Cristo dio su última pisada como tomando impulso al cielo[170]. Verdaderamente Jerusalén es ciudad coronada como diadema real y puerta del cielo.

  


6.       LAS CRUZADAS[171]

 

El Papa Urbano II justificó el inicio de una campaña militar cristiana a fin de recuperar la llamada Tierra Santa. “Dios quiere lo que quiere”. Así, según el cronista Roberto de Reims, respondió la congregación de Clermont en 1095. Según el cronista expone en palabras del papa: “Ha llegado a nuestros oídos una terrible historia: que una estirpe procedente del reino de los persas, un pueblo maldito por entero alejado de Dios, una generación que, en verdad, ni ha dirigido su corazón a Dios ni le ha confiado su espíritu, ha invadido los territorios de los cristianos, y los ha despoblado mediante la espada, el saqueo y el fuego… ¿A quién pues, corresponde la tarea de vengar estos agravios y de recuperar tales territorios sino a vosotros? A vosotros, a quienes Dios, por encima de otras naciones, ha concedido gloria en las armas, coraje, energía y fuerza para derrotar… a aquellos que se os resistan”.

El Papa había dirigido su llamamiento a todos los hombres de armas. Los cristianos que tomaron las armas para tal empresa se les denominó cruzados porque tomaban como estandarte la cruz. La convocatoria tuvo un enorme éxito. Casi de inmediato, los obispos comenzaron a llamar a la cruzada por toda Europa apelando a todos los militares a luchar por recuperar Tierra Santa. Ningún rey respondió a la llamada, pero varios nobles y caballeros si lo hicieron. Entre ellos destacó las figuras de Raimundo de Saint Guilles, conde de Tolouse, Hugo de Vermandois hermano de Felipe I, el rey francés; Roberto duque de Flandes, Esteban conde de Blois y yerno de Guillermo el Conquistador; Godolfredo de Bouilon, duque de la Baja Lorena, y su hermano Balduino; Bohemundo Guiscard, hijo de Robert Guiscarad, y su sobrino Tancredo. Acompañándolos fue también un gran número de miembros de la baja nobleza, caballeros, escuderos y oficiales, con sus respectivas comitivas. Juntos con los soldados viajaba Adhemar, obispo de Le Puy, líder titular de la cruzada, así como cientos de sacerdotes y monjes.[172]

Esta primera cruzada partió en dirección a Oriente en la fiesta de la Asunción de la Virgen, el 15 de agosto de 1906. Llegaron a Constantinopla, capital del imperio bizantino. En aquel entonces el imperio bizantino capitaneado por el emperador Alejo. Pronto eran demasiados para unirse sin más al ejército bizantino y tampoco parecían dispuestos a dejarse mandar por los líderes bizantinos.[173] Los cruzados tuvieron que enfrentarse a tropas turcas y continuaron la marcha a través de Asia Menor hacia Jerusalén. Llegaron a Antioquía en 1097 y comenzaron su asedio. Después de varios meses de asedio, el día 3 de junio de 1098, los cruzados lograron convencer a los asediados que los dejasen entrar. Los sitiadores ocuparon la ciudad en poco tiempo. Jerusalén había sido tomada por los turcos selyúcidas en 1070.

Cuando los cruzados llegaron a Jerusalén estaban ya muy diezmados, el número no superaba los 20.000 hombres. El 15 de julio de 1099 los cruzados entraron en Jerusalén. A continuación, se produjo la masacre de sus habitantes perpetrada por ardientes entusiastas religiosos que no veían nada malo en matar a todo el que no estuviese de acuerdo con las creencias cristianas. Durante el medio siglo que siguió a la caída de Jerusalén, los cruzados aumentaron sus posesiones en Tierra Santa.

Tras la muerte del obispo Adhemar, el 1 de agosto de 1098, se negaron a devolver las posesiones conquistadas al imperio bizantino y a considerarlos feudos del Papa. En lugar de ello los líderes cruzados establecieron sus propios reinos. Bohemindo Guiscard se convirtió en Príncipe de Antioquía. Balduino de Bouillón en conde de Edesa. Raimundo de Toulouse pasó a ser conde de Trípoli. Y Godofredo de Boillon, máximo líder de los cruzados, fue nombrado rey de Jerusalén. Después de lograr su propósito muchos regresaron a sus hogares y solo unos pocos, alrededor de 300, permanecieron en Jerusalén. Con el fin de aumentar su número, los cruzados fundaron órdenes monásticas militares. Las más destacadas fueron la de los Caballeros Templarios, los Caballeros Hospitalarios y los Caballeros de la Orden Teutónica. Durante un tiempo, los cruzados continuaron cosechando éxitos.

La segunda cruzada la convoca el Papa Eugenio III en 1144; cuando la ciudad y el condado de Edesa, situados a cierta distancia de Antioquía y los demás reinos cruzados fueron atacados y conquistados por los turcos selyúcidas al mando de Zengui, gobernador de Mosul. De nuevo un gran número de soldados tomaron el estandarte de la cruz incluidos dos reyes: Conrado III de Alemania y Luis VII de Francia. Sin embargo, esta cruzada fue una de la más desastrosa de la historia. Al llegar a Jerusalén, los segundos cruzados comenzaron a tener desavenencias con los cruzados residentes. Los cruzados locales propusieron llevar un ejército al norte de Alepo. Los reyes Conrado y Luis prefirieron, en cambio, invadir Damasco. Los segundos cruzados invadieron la ciudad, pero su asedio duró menos de una semana. Los reyes discutían quién debía atribuirse la victoria. El rey Conrado partió de regreso a casa seguido al año siguiente por el rey Luis.

 La tercera cruzada la convoca el Papa Gregorio VIII en 1187; se emprendió contra el rey Saladino que adquirió la supremacía del ejército turco y tras casarse con la viuda de Nur al Din se convirtió en el primer sultán de una nueva dinastía, la de los ayubíes. Los cruzados intentaron reunificar los reinos en un solo reino franco bajo la dinastía jerosolimitana.  Raimundo de Trípoli regente de Balduino IV y Guido de Lusignan pleitean sobre el reinado. Este último llega a reinar y pleitea con Saladino. Es la desastrosa batalla de Hattin con la aniquilación del ejército cruzado y la posterior conquista y ocupación de Jerusalén. Nos pararemos a analizar detenidamente este hecho. Es a partir de este hecho que el Papa Gregorio VIII convoca la tercera cruzada. A este llamamientorespondieron tres reyes: Federico I Barbarroja de Alemania, Felipe II Augusto de Francia y Enrique II de Inglaterra, quien a su muerte fue sustituido por su hijo Ricardo Corazón de León. Ricardo Corazón de León termina liderando a los cruzados y luchando contra Saladino en 1191 en Arsuf. Ricardo salió victorioso, sin embargo nunca pudo reunir hombres ni fuerzas como para recuperar Jerusalén.

 La cuarta cruzada la convoca el Papa Inocencio III en 1209; El Papa reunió un gran número de soldados, sin participación de la raleza, en Venecia al mando del dux de Venecia Enrico Dandolo. La cruzada se centró en la recuperación de Constantinopla de manos del Islam. La capital de Bizancio fue sitiada en 1203 y finalmente saqueada. A partir de entonces el imperio latino de Constantinopla sustituyó al imperio bizantino oriental. Sin embargo, el imperio latino no tuvo un verdadero éxito como reino. Las relaciones entre Bizancio y Europa, de los cristianos de Constantinopla y Roma no volverían a ser nunca iguales.

Jerusalén pasó pacíficamente a manos de los cristianos como resultado del tratado acordado en 1229 entre el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II y el sultán ayubí de Egipto al-Kamil, que supuso el fin de la Sexta Cruzada. Los ayubíes mantuvieron el control de los santos lugares musulmanes y algunas fuentes árabes sugieren que a Federico II no se le permitió restaurar las fortificaciones de la ciudad.[30]

Otras cruzadas en Europa: El Papa Inocencio reprendió a los cruzados que participaron en el ataque a Constantinopla lo que distrajo y redujo el interés principal de recuperar Jerusalén. El Papa convoca la cruzada para luchar primero contra los albigenses, herejes que se sublevaron en el sur de Francia. Tuvo lugar un gran exterminio: “Matadlos a todos Dios lo sabrá”

 

 

 

7.       EL REINO LATINO DE JERUSALEN EN EL S. XII[174]

 

El reino latino de Jerusalén se inaguró tras la segunda cruzada. Se daba inicio así a la monarquía jerosolimitana. El rey pretendió compararse con el heredero del trono de David. Balduino I optó por un modelo claramente secular que no tuvo la aceptación de Roma. El nuevo rey quiso controlar las dignidades eclesiásticas para que respondiera a sus intereses. El rey intentaba así consolidar su embrionario reino, pero lo hacía sobre un peligroso y desestabilizador presupuesto, el de la tensión con la Iglesia.

Fue un reino dividido desde el comienzo. El rey pretendió acercarse a las comunidades cristianas no latinas, griegas, sirias y armenias que junto a las no cristianas judías y musulmanas, conformaban la población mayoritaria del Reino. El espíritu práctico de la política chocó con la fría ortodoxia de Roma que amonestaba a un contemporizador patriarca de Jerusalén.

A Balduino I le sucedió Balduino II. El nuevo monarca aunque fue mejor visto por la Iglesia[175], comenzó su reinado devolviendo privilegios y protagonismo al clero. El corto reinado de Balduino II (118-1131) fue ciertamente el de la consolidación de los grandes barones del reino. La estructura feudal implantada en el Reino de Jerusalén debilitaba la acción de gobierno de la monarquía. El rey de Jerusalén no era soberano de los demás territorios, simplemente mantenía un personalizado vínculo feudal.[176]

A Balduino II le sucedió el rey Fulco, duque de Anjou, que mantuvo uno de los más centralizados estados señoriales. Fue un hombre que mantuvo el ideario cruzado y que accedió al trono gracias a su matrimonio con la heredera de Balduino II, la reina Melisenda. Al rey Fulco le sucedió el rey Balduino III i finalmente Balduino IV el leproso, cuya terrible enfermedad le causó la muerte sin dejar heredero. En su juventud Balduino había sido líder político y militar muy eficaz. En 1177, con tan solo 16 años, derrotó a una fuerza musulmana al mando de Saladino en la batalla de Montgisard.

A su muerte se produjeron frecuentes desacuerdos entre los líderes cruzados. El espíritu belicista de Guido de Luisignan se vio alimentado por el gran maestre del Temple, Gerardo de Ridfort y Reinaldo de Chatillon. Raimundo de Trípoli regente del rey y Guido de Lusignan pleitearon sobre quién debía ser el nuevo rey. El segundo llegó a ser rey y en 1187 inició una campaña contra Saladino. El resultado fue la desastrosa batalla de Hattin en la que fue capturada casi la totalidad del ejército cruzado y acabó con la posterior ocupación de Jerusalén. Esto desencadenó la tercera cruzada.

Si tuviésemos que analizar las cusas del declive del reinado franco diríamos que se debió a los conflictos feudales con el rey de Jerusalén y a la fractura interna entre los propios cruzados. Desde el principio se dieron desavenencias entre el reinado de Bizancio y los nuevos cruzados francos. Estos desencuentros serían la causa de la desestabilización y el desencuentro entre de las nuevas generaciones de “poulains o cachorros”, como despectivamente fueron llamados los cristianos en territorio jerosolimitano y los caballeros provenientes de occidente llamados “advenedizos”. El desencuentro se hizo más evidente en la batalla de Ager Sanguis en 1119 que estuvo a punto de destruir el principado de Antioquía. Fue la primera vez que los cruzados experimentaron la sensación de vulnerabilidad. Este hecho expoleó a la orden del Temple que terminaría siendo un puntal decisivo en la estrategia defensiva de Jerusalén.

El reino de Jerusalén sintió y sufrió las tensiones internas. La política de edificación de fortalezas que inundó todo el espacio franco cruzado fueron constituyéndose en poderosos núcleos feudatarios. Estas fortalezas además de ser enclaves vitales para la defensa del territorio eran también núcleos de ordenación del espacio político. Capaces de controlar extensas áreas territoriales. Poco a poco se convirtieron los ejes sobre los que pivotaba la vida política. Algunas llegaron a ser grandes núcleos de poder como Edesa, Acre, Tiro, Sidón, Cesaréa. No pocas de ellas fueron confiadas a la tutela de los Templarios.

Poco a poco se fue dando un fortalecimiento de los grandes feudatarios de la corona que terminó por poner en jaque al monarca y la autoridad y prestigio del titular trono de David. Esta fractura se evidenció a partir de 1150 durante Balduino III. El rey deseoso de sacudirse la tutela de su madre la reina Melisenda, se coronó nuevamente Rey en 1152. El enfrentamiento constituyó un primer y serio aviso que el hermano del rey, y sucesor Amalarico, procuró desactivar con medidas excepcionales. Se exigió a los grandes feudatarios de un homenaje preferencial al rey que neutralizara la fuerza de los señores. El último capítulo fue con el rey Balduino IV y el desastre de Hattin[177]. Este nuevo conflicto puso de manifiesto la gran fractura interna del reino franco que acabó por diluir la autoridad real. Sus causas quedaron manifiestas: la prepotencia señorial, la manipulación del clero, la politización partidaria de los Templarios y el renovado enfrentamiento entre “cruzados nativos” y “cruzados advenedizos”. El reinado de Balduino IV es la escenificación del enfrentamiento radical entre las facciones cortesanas irreconciliables con la monarquía.

 

 

8.       LAS BATALLAS CRUZADAS (1099-1187)

Tras haber conquistado Siria y Palestina durante la primera Cruzada[178], los francos necesitaron asegurar sus conexiones logísticas con Europa ocupando las ciudades costeras. Así lo hicieron conquistando Haifa, Jaffa, Cesarea, Acre, Trípoli, Sidón, Gibelet. Los francos de Ultramar aunque eran minoría pronto se mostraron diestros en el combate con acumulación de éxitos militares.[179]  La actividad militar se concentró, desde el principio, en torno a los puntos estratégicos, las vías de comunicación y las tierras más estratégicas y ricas. Al principio, se mantenía en alto el ideal del caballero cruzado, Poco a poco, se produjo una reglamentación de la guerra: menos masacres, menos ejecuciones de prisioneros, más capitulaciones pactadas, más rescates, más treguas y alianzas.

La principal fuerza militar de los francos era la hueste feudal, compuesta en primer lugar por los caballeros (chevaliers). En el seno de esta élite nobiliaria había, franceses, normandos, y provenzales (populains) y peregrinos nobles llegados de Europa. Esta minoría también prestaba servicio militar. El rey de Jerusalén y otros príncipes también contrataban caballeros a sueldo (stipendia equitum). Otros soldados eran los turcópolos (turcopoles), jinetes orientales de origen mestizo, mercenarios turco-cristianos, que combatían como caballería ligera. Junto a los armenios, los turcópolos los que más colaoraron con los francos. El ejército franco también contaba con una infantería de a pie, los peones (pedetis), tropas heterogéneas duchas en preparación y armamento. Los más cualificados, arqueros, ballesteros, y lanceros, podían ser contratados. En un nivel intermedio entre los caballeros y los peones estaban los sargentos o sirvientes (serjans), combatientes de origen urbano sufragados por las comunidades eclesiásticas y las ciudades.

Los cruzados franco latinos alcanzaron un alto nivel de destreza y rendimiento. El armamento de los francos no era superior al de los musulmanes pero los superaban en destreza combinando caballería con arqueros montados o lanzas de guerra. Los musulmanes eran casi siempre superiores en número, pero la calidad de los jinetes de élite y de los peones profesionales resultaba ser más ventajosa que la cantidad. También la fragmentación política del Islam favoreció mucho la tarea. Los francos se enfrenaron a dos rivales al sur estaba el Califato fatimí de Egipto en una situación de creciente debilidad política y militar. El otro enemigo estaba en el norte y centro de Siria. Eran los poderes turcos desgajados del Sultanato silyuquí o selyúcida, deseosos de recuperar el condado de Edesa y el principado de Antioquía.

Para contrarrestar esta amenaza, los cruzados francos del norte intentaron avanzar posiciones en el interior de Siria siendo frenados e las batallas de Harran (1104) y Ager Sanguis (1119). La gran ciudad de Alepo fue sitiada en 1124 por el rey Balduino II, quien también fraasó en 1129 al intentar tomar Damasco, que supuso también una gran derrota en la segunda Cruzada

 

 

 

9.       LA BATALLA DE HATTIN Y LA CAIDA DE JERUSALEN (1187)

Saladino puso fin al Califato fatimí en 1171 y unificó en su mano Egipto y casi toda Siria a la muerte de Nur al Din (1174). Además de comandar un ejército muy grande y bien organizado fue un gran estratega que conocía las limitaciones militares de los francos, en especial la escasez crónica de las tropas, sus pugnas internas y su aislamiento del Imperio Bizantino.

En lugar de dirigirse directamente a Jerusalén, Saladino comprendió que luchar en campo abierto debilitaría sustancialmente los efectivos de los cruzados francos y dejará indefensas sus plazas fuertes. Saladino reunió un gran ejército para castigar a los cruzados por sus repetidos quebrantamientos a una tregua y por sus ataques a caravanas comerciales. Mediante engaño hizo avanzar a los ejércitos cruzados alejándolos de su suministro de agua, hasta acorralarlos y rodearlos en un valle. La sed y el hostigamiento acabaron agotando a los cruzados e incapacitándolos para resistir el ataque musulmán definitivo en los cuernos de Hattin cerca de Tiberiades. La mayoría de los cruzados fueron capturados y ejecutados, lo que permitió a Saladino avanzar hacia Jerusalén y finalmente conquistarla.

Antes de entrar a analizar la batalla de Hattin, la verdad es que se dio un progresivo debilitamiento en las filas del ejército franco. En 1177, un pequeño ejército al mando de Balduino IV sorprendió desperdigads a las tropas de Saladino y le infligió en Montgisard una de sus mayores derrotas. Dos años más tarde fue Saladino quien sorprendió y derroto a Balduino IV en la batalla de Marj Ayyun, conquistando después la recién construida fortaleza de Vado de Jacob, no lejos de Damasco.[180] En respuesta a las provocaciones de Reinaldo de Châtillon, Saladino invadió tierra cristiana en mayo de 1182, causando numerosos daños. Los cruzados francos, quizás con exceso de confianza, optaron por perseguir de cerca al enemigo, dificultar sus movimientos y presionar sus líneas de abastecimiento. Finalmente, en La Forbelet, cerca de la fortaleza hospitalaria de Belvoir, Balduino IV hizo frente al ejército de Saladino y, empleando la Fightin march, logró neutralizar la invasión. Unos meses más tarde, en diciembre de 1183, poco después de que la ciudad de Alepo cayera en manos ayubíes y el ejército franco latino quedar casi sitiado, fue cuando el enfrentamiento a gran escala estuvo a punto de producirse. Los francos reunieron el ejército más grande conocido hasta la fecha y algunos barones propusieron atacar a las tropas de Saladino, pero otros convencieron a Guido de Luisignan, regente del rey Balduino, de que era mejor no arriesgar la suerte en una batalla abierta. Esta estrategia defensiva permitió a los francos conservar sus fuerzas intactas, aunque a costa de una creciente debilidad económica, política, militar.

En julio de 1187, en respuesta a otra provocación de Reinaldo de Châtillon, Saladino sitióla ciudad de Tiberiades y desafió de nuevo al ejército franco. Tras la muerte de Balduino IV en 1186, Guido de Lusignan, rey de Jerusalén movilizó todos los efectivos disponibles y, esta vez, recogió el guante. Fue cuando se produjo la gran batalla de Hattin, los francos combatieron comonunca lo habían hecho hasta entonces.

El 3 de julio, el ejército cruzado levantó el campamento y marchó en dirección al valle situado entre los Cuernos de Hattin. Las fuerzas de Saladino bloquearon el extremo oriental del valle, impidiendo así el acceso de los cruzados, cada vez más sedientos, al lago Tiberiades. Tras ser hostigados por los musulmanes mediante flechas y fuego durante la noche del 3 al 4 de julio, aumentando así su sed y desesperación, la vanguardia cruzada trató en vano de pasar entre las tropas de Saladino situadas al este. Cuando el extremo occidental del valle quedó bloqueado por otra parte del ejército musulmán, la retaguardia cristiana, formad en su mayoría por caballeros templarios y hospitalarios, carga contra los musulmanes con escasos resulados. Roberto de Trípoli, fatigado, sediento y agotado tras un día completo de lucha, huye con los supervivientes de la vanguardia cruzad rodeando el cuerno del norte. Las tropas de Guido de Lusignan se ven forzadas a rendirse. Muchos de sus miembros son hechos prisioneros y Saladino se hace con la reliquia de la Vera Cruz.

La derrota dela batalla de Hattin marcaría el destino del ejército cruzado y la historia de las cruzadas. El 14 de julio de 1187 la trayectoria del cruzadas experimentó un cambio de rumbo que n solo afectaría a Tierra Santa, sino a Siria, Egipto, Bizancio y Europa. Parecía como si la rueda de la fortuna hubiera dejado de girar a favor de los cristianos y la suerte pasar a sonreír ahora a los musulmanes.

 

 

 

1.       LA BATALLA DE HATTIN Y LA CAIDA DE JERUSALEN (1187)

Saladino puso fin al Califato fatimí en 1171 y unificó en su mano Egipto y casi toda Siria a la muerte de Nur al Din (1174). Además de comandar un ejército muy grande y bien organizado fue un gran estratega que conocía las limitaciones militares de los francos, en especial la escasez crónica de las tropas, sus pugnas internas y su aislamiento del Imperio Bizantino.

En lugar de dirigirse directamente a Jerusalén, Saladino comprendió que luchar en campo abierto debilitaría sustancialmente los efectivos de los cruzados francos y dejará indefensas sus plazas fuertes. Saladino reunió un gran ejército para castigar a los cruzados por sus repetidos quebrantamientos a una tregua y por sus ataques a caravanas comerciales. Mediante engaño hizo avanzar a los ejércitos cruzados alejándolos de su suministro de agua, hasta acorralarlos y rodearlos en un valle. La sed y el hostigamiento acabaron agotando a los cruzados e incapacitándolos para resistir el ataque musulmán definitivo en los cuernos de Hattin cerca de Tiberiades. La mayoría de los cruzados fueron capturados y ejecutados, lo que permitió a Saladino avanzar hacia Jerusalén y finalmente conquistarla.

Antes de entrar a analizar la batalla de Hattin, la verdad es que se dio un progresivo debilitamiento en las filas del ejército franco. En 1177, un pequeño ejército al mando de Balduino IV sorprendió desperdigads a las tropas de Saladino y le infligió en Montgisard una de sus mayores derrotas. Dos años más tarde fue Saladino quien sorprendió y derroto a Balduino IV en la batalla de Marj Ayyun, conquistando después la recién construida fortaleza de Vado de Jacob, no lejos de Damasco.[181] En respuesta a las provocaciones de Reinaldo de Châtillon, Saladino invadió tierra cristiana en mayo de 1182, causando numerosos daños. Los cruzados francos, quizás con exceso de confianza, optaron por perseguir de cerca al enemigo, dificultar sus movimientos y presionar sus líneas de abastecimiento. Finalmente, en La Forbelet, cerca de la fortaleza hospitalaria de Belvoir, Balduino IV hizo frente al ejército de Saladino y, empleando la Fightin march, logró neutralizar la invasión. Unos meses más tarde, en diciembre de 1183, poco después de que la ciudad de Alepo cayera en manos ayubíes y el ejército franco latino quedar casi sitiado, fue cuando el enfrentamiento a gran escala estuvo a punto de producirse. Los francos reunieron el ejército más grande conocido hasta la fecha y algunos barones propusieron atacar a las tropas de Saladino, pero otros convencieron a Guido de Luisignan, regente del rey Balduino, de que era mejor no arriesgar la suerte en una batalla abierta. Esta estrategia defensiva permitió a los francos conservar sus fuerzas intactas, aunque a costa de una creciente debilidad económica, política, militar.

En julio de 1187, en respuesta a otra provocación de Reinaldo de Châtillon, Saladino sitióla ciudad de Tiberiades y desafió de nuevo al ejército franco. Tras la muerte de Balduino IV en 1186, Guido de Lusignan, rey de Jerusalén movilizó todos los efectivos disponibles y, esta vez, recogió el guante. Fue cuando se produjo la gran batalla de Hattin, los francos combatieron comonunca lo habían hecho hasta entonces.

El 3 de julio, el ejército cruzado levantó el campamento y marchó en dirección al valle situado entre los Cuernos de Hattin. Las fuerzas de Saladino bloquearon el extremo oriental del valle, impidiendo así el acceso de los cruzados, cada vez más sedientos, al lago Tiberiades. Tras ser hostigados por los musulmanes mediante flechas y fuego durante la noche del 3 al 4 de julio, aumentando así su sed y desesperación, la vanguardia cruzada trató en vano de pasar entre las tropas de Saladino situadas al este. Cuando el extremo occidental del valle quedó bloqueado por otra parte del ejército musulmán, la retaguardia cristiana, formad en su mayoría por caballeros templarios y hospitalarios, carga contra los musulmanes con escasos resulados. Roberto de Trípoli, fatigado, sediento y agotado tras un día completo de lucha, huye con los supervivientes de la vanguardia cruzad rodeando el cuerno del norte. Las tropas de Guido de Lusignan se ven forzadas a rendirse. Muchos de sus miembros son hechos prisioneros y Saladino se hace con la reliquia de la Vera Cruz.

La derrota dela batalla de Hattin marcaría el destino del ejército cruzado y la historia de las cruzadas. El 14 de julio de 1187 la trayectoria del cruzadas experimentó un cambio de rumbo que n solo afectaría a Tierra Santa, sino a Siria, Egipto, Bizancio y Europa. Parecía como si la rueda de la fortuna hubiera dejado de girar a favor de los cristianos y la suerte pasar a sonreír ahora a los musulmanes.

  


10.   LA CAIDA DE JERUSALEN

 Tras la derrota en Hattin la vía a Jerusalén quedó despejada. Cuatro días después de la batalla de Hattin, cayó puerto de Acre y se cortó el acceso del reino de Jerusalén al mar Mediterráneo. Durante los dos meses siguientes sucedió lo mismo con la mayor parte de la línea costera y de la línea costera y de los terrenos cercanos. Tras impedir que Jerusalén recibiese refuerzos, Saladino comenzó a sitiar la ciudad el 20 de septiembre. Utilizando parte de la mejor artillería de asedio conocida hasta entonces, como los mangolones y los fundíbulos, Saladino comenzó un ataque constante sobre la muralla. Los defensores de la ciudad devolvieron el fuego, pero su artillería era excesivamente ligera y escasa. Al mismo tiempo, los zapadores musulmanes comenzaron a minar la muralla de la ciudad. Las contraminas de los cruzados resultaron completamente inútiles. Los habitantes de la ciudad, al verse superados ampliamente en número, y con la esperanza de salvar su vida, presionaron para pedir la rendición y la paz. Saladino aceptó, y el 2 de octubre entró victorioso en la ciudad más sagrada del mundo, y por la que más amargamente se ha luchado.

 

 


1.       SALADINO Y ELEJERCITO AYUBI

Saladino fue el protagonista de esta derrota y de todo el giro de la historia de las cruzadas. La historia de apogeo de Saladino comenzó mucho antes de 1187. Fue durante la conquista de Egipto cuando Saladino subió al poder. Shirkuh había sido el comandante general, o visir,de Nur al Din contra los fatmíes, y Saladino era su sobrino y lugarteniente. Cuando Shirkuh murió en 1169, tan sólo unos meses después de entrar en el Cairo a la cabeza de un ejército victorioso, Saladino lo sucedió. Fue nombrado visir y dos años después sultán, con lo que logró el liderazgo tanto político como militar.

Saladino consiguió muchas victorias militares y aumentó sus territorios al sur del Nilo y al otro lado del mar Rojo, hacia Yemen. Las campañas militares de Nur al Din contra los reinos cruzados en 1177 y 1173 quedaron eclipsadas. Su matrimonio con la viuda de Nur al Din le proporcionó mayor legitimidad. Saladino trajo la prosperidad y la unidad a Egipto. Saladino se hizo cargo del ejército ayubí y pudo marchar en dirección este hasta Damasco y entrar allí en paz. Alepo y Mosul acabaron uniéndose a él sin demasiada violencia en 1176 y 1186 respectivamente. Durante un tiempo Saladino y lo ejércitos cruzados coextieron bastante bien. Fue a partir de la batalla de Montgisard, en 1177, que cambió la suerte. La ruptura de la tregua en 1182 por parte de Reinaldo colmó el vaso. Saladino sitió la fortaleza de Krak durante la celebración del matrimonio del hijastro de Reinaldo y finalmente levantó el asedio con promesas de paz. Pero Reinaldo de Châtillon aliado con Guido de Lusignan comenzó de nuevoa atacar las caravanas comerciales que pasaban cerca de sus castillos. En una de ellas viajaba la hermana de Saladino. El ataque provocativo desencadenaría toda una serie de conflictos posteriores.

El declive del poder del ejército cruzado y la soberanía del poder del ejército ayubí en manos de Saladino tienen mucho que ver con el potencial militar que fue adquiriendo Saladino Saladino fundó la dinastía Ayubí uniendo a los musulmanes desde lugares tan remotos como Egipto y Siria. Los ayubíes participaban de una relación clientelar entre la familia reinante y los distintos grupos tribales. Como último wazir del califato fatimí, Saladino heredó el ejército fatimí, pero además añadió a este las tropas que había traído de Egipto. El resultado fue un ejército mixto. El ejército de Saladino aunó dos tradiciones militares diversas: la vieja tradición fatimí y la nueva seyúcida o turco persa. De su unión surgiría el ejército ayubí, un modelo novedoso que sería heredado por los sucesores de Saladino.

 Saladino tuvo la habilidad de reclutar gran cantidad de grupos tribales y de esclavos. Los ayubíes pudieron acceder a reclutar tropas que hasta la fecha habían sido escasas, y por ende costosas, tales como los mamelucos o los esclavos ghulam. Saladino introdujo reformas importantes en el ejército. Tras el año 1181 su ejército ayubí no se parecía en nada a su primitivo ejército fatimí. Aunque recogió la herencia fatimí con cuatro oficiales supremos: el maestro de casa (ustadh al dar) el amir jandar y el Khazindar, este último correspondía al gobernador de una población fortificada, existían también otros títulos conjugados con la palabra amir, que significa oficial. Así por ejemplo el amir kabir, oficial de alto rango, o el amir al isfahsalar, de mayor jerarquía.

Saladino a su vez era un gran estratega. Escribió una serie de tratados militares, el primero el Tabsira Arab al Lubab fue escrito en Egipto durante los primeros años de su reinado. Otro tratado el de Al Harawi se completó poco después de su muerte. En su estrategia militar se aconsejaba poner las mejores tropas en el centro, donde era más probable que el enemigo atacara, pero también a mantener a algunas de las más valiosas en reserva para su empleo en estratagemas. La infantería con arqueros y lanzadores se dispondría frente a la caballería. El comandante debería alinear sus tropas en consonancia con las del enemigo: las mejores frente a las mejores y según su tipo. En el momento el ataque por parte de la unidad enemiga, la sección de la línea enemiga desde la que surgió el ataque debería ser contraatacada de inmediato con caballería e infantería, pues se entendía que el esfuerzo del ataque habría mermado sus fuerzas.

Saladino poco a poco fue conociendo los puntos flacos del ejército franco y supo encontrar la manera de hacerle daño. El ejército musulmán ayubí se componía de tropas regulares y auxiliares diversas (turcomanos, Kurdos, beduinos árabes, jurasaníes, daylamíes, armenios), voluntarios de yihad y una élite de jinetes turcos (ghulam, mamluk) que dominaba el tiro con arco, la esgrima de lanza y el manejo de la espada y la maza. Eran diestros estrategas y cuando los cruzados francos cargaban con la caballería estos se fragmentaban en pequeñas unidades. Cuando resultaban más vulnerables se daban la vuelta y les atacaban.[182]

   



11.   SALADINO Y EL RENACER DEL ISLAM

Independientemente del éxito militar con su espada, el mayor logro de Saladino que se constituyó en un verdadero líder fue más allá de el de índole militar sino como político y religioso. Saladino fue clave en el renacer del Islam en Oriente medio. Saladino supo responder al propio mal que llevó a la ruina al reino franco sumido en divisiones internas de poder, donde la figura del rey del reino franco paso a ser un comodín de los poderes de los señores feudales.

A mediados del s. X era ya evidente que el califato abasí había fracasado como proyecto político. Con el tiempo la casa de Abbas que reinó un imperio floreciente fue mermando a medida que los gobernadores fueron consolidando su propio poder y sus dinastías propias.  El califa pasó a ser un peón de un imperio de usurpadores. Era un tiempo de ejércitos privados y mercenarios cuya lealtad vendían al mejor postor. El califa abasí apenas controlaba la ciudad imperial.

Había un verdadero entramado de luchas de poder. Mientras los búyidas, que eran chiitas despegados del debate teológico, toleraban al califa abasí, que era sunita, otros grupos chiitas no se sentían cómodos con esa situación. Los búyidas eran chiitas radicales mientras los chiitas islamailitas fatimíes no solo rechazaban de plano las reivindicaciones espirituales de los abasíes, sino que declaraban abiertamente que el verdadero líder espiritual era el imán, que descendía de Alí.

El mayor logro de Saladino fue el de unificar las distintas luchas internas de poder y liderar las tribus islámicas hacia una causa común, la expansión del Islam. Amenazado el reino del Islam por la invasión cruzada. Saladino se mantuvo muy próximo a los elementos religiosos de Siria y, a cambio, estos no solo le apoyaron sino que participaron en sus campañas militares.

El reino franco para unificar y consolidar su reino construyó fortalezas y castillos que si bien al principio fueron para salvaguardar el ejército franco de la amenaza del ejército musulmán poco a poco derivó en focos de poder que intentaron defender sus propios feudos y debilitaron la figura del rey.  Para la unificación de su reino Saladino se apoyó en las madrazas. La madraza fue una contribución de Nizam al Mulk que significa escuela. En origen era más bien una contribución para la enseñanza de la ley islámica (fiqh) conforme a una de las cuatro escuelas suníes. Las madrazas se extendieron estratégicamente como centros provinciales con amplias esferas de influencia. Los futuros cargos gubernamentales fueron estudiantes de madrazas. Las madrazas contribuyeron al consenso (la ijma) y a mantener la unidad entre los sunitas y chiitas. Las madrazas no solo contribuyeron a restar las luchas internas del chiismo y en particular el fatimí, sino que promovieron la unidad y el orden en el reino musulmán. Saladino participó activamente en este proceso. Su tío fundó dos madrazas en Alepo y dos en Damasco. Saladino supervisó la construcción de al menos cinco en Egipto, y una en Jerusalén.

Desde Bagdad hasta Siria o Egipto las madrazas se difundieron y su currículo más o menos estandarizado permitió el desarrollo de un esprit de corps entre los ulemas independiente a las condiciones políticas. Las madrazas podríamos decir que salvaron al Islam. Las madrazas crearon la homogeneidad intelectual entre aquellos que protagonizaron la resistencia tanto a los cruzados como a los mongoles. Saladino comprendió que la fundación de madrazas era la manifestación de la nueva ortodoxia y las fundó más que ningún otro.

Saladino era hijo del resurgimiento sunita, como shafi´ita que era nunca mostró predilección por una escuela coránica alguna y mantuvo un espíritu de conciliación y unificación por encima de todo. Saladino fue no solo un líder que aglutinó las fuerzas del ejército musulmán sino un sultán que gobernó con un objetivo distante la regeneración del Islam. Fue este proyecto el que le permitió alcanzar sus grandes éxitos.

  


12.   FINAL DE LA PEREGRINACION

En los tiempos antiguos cuando los peregrinos judíos pisaban por primera vez la ciudad de Jerusalén, desgarraban sus ropas como muestra de su pena por la destrucción del templo y recitaban el lamento de Isaías: Tus ciudades santas han quedado desiertas, Sión desierta ha quedado, Jerusalén desolada (Is 64, 10).

Después de nuestra peregrinación nosotros no sentimos la necesidad de desgarrarnos las tropas pero sí uno sentía esa extraña mezcla de estupor regocijo pena y dolor. Nuestro corazón estaba dolorido, desgarrado por tantas heridas que aún no han sido cicatrizadas.

Mirando la última vista de Jerusalén antes de partir como lo hacíamos en la orilla del mar de Rosh Naníkra antes de dejar Galilea, nos preguntábamos y lo hacíamos antes de despedirnos de Jerusalén: ¿que sientes dentro y fuera de tus muros?, Que gritos aún ocultos, lágrimas y lamentos escondes bajo tus moradas y moradores? Como dice el libro de las Lamentaciones: A quién te compararé y asemejaré Hija de Jerusalén, virgen Hija de Sión. Tu quebranto s inmenso como el mar ¿Quién te sanará?...Ríos de lágrimas ante el desastre y la herida de mi pueblo. Mis ojos se deshacen de llorar y arden mis entrañas por el desastre de Sión. (Lam 2, 13; 11)

Jerusalén, Jerusalén, tantas veces asediada, destruida y tantas veces levantada, reconstruida es como si llevaras dentro tuya una fuerza inusitada que te impulsa a florecer. Llevas en tus entrañas el germen de la muerte que como un aguijón parece recaer sobre ti y a la vez la semilla de la resurrección.

Jerusalén viene a ser una parábola viviente y símbolo de toda la humanidad, de nuestra humanidad de adentro y de nuestra humanidad de afuera. Jerusalén tan pretendida y tan abandonada. Abandonada por sus antiguos amantes, desolada y privada de su glorioso esplendor, despreciada y humillada y a la vez no cesa sobre ella la promesa de paz de sus profetas: Serás restablecida, reedificada, recobrarás un esplendor aún más grande del que tuviste. Desde el fondo de tu herida, de tu amargura resurgirá la vida. Dios no ha rechazado a su pueblo. Dios ha escuchado tu llanto y tu clamor.

En medio de sus murallas y baluartes resuenan cánticos de esperanza: Volverán a Sión, a la hija de Sión, los pueblos dispersos. Oprimida, atormentada, sin consuelo. Durante un tiempo permaneciste abandonada pero con inmensa ternura vengo de nuevo a ti para sacarte de tu indignación y de tu postración. Restableceré contigo una alianza de amor eterno. Mi amor de tu lado no se apartará, mi alanza de paz no vacilará. Ningún arma podrá alcanzarte. Serás reconstruida con piedras preciosas y será grande la dicha y la paz de tus hijos. (Is 54, 6-14).

En medio de la postración más grande en el exilio resonaron para tí estas palabras como sueño irrealizable: Yo cambiaré la suerte de Sión, tendré compasión de sus moradas. La ciudad será reconstruida y volverán los cantos de alabanza. De nuevo te edificaré y serás reconstruida Virgen de Israel. (Jer 30-31). ¿Quién ha oído jamás cosa igual?. ¿Puede tomar vida tantas víctimas y tornar en alegría los llantos de lágrimas y de lamento, puede acaso una mujer profanada recuperar su virginidad, puede renacer todo un pueblo desde sus escombros?: Alégrense con Jerusalén todos los que por ella llevasteis luto, porque voy a derramar sobre ella como un torrente la paz, la gloria de las naciones. La mano de Yahvé se dará a conocer a sus servidores. (Is 65, 7-14).

No teman, de pie no pierdan el ánimo, yo les hago venir como peregrinos y ya vuelven de lejos, de todos los extremos de la tierra, los que se fueron llorando los volveré a traer llenos de alegría. Sí hay esperanza para tu futuro: Dichosos los que te aman, dichosos los que te desean la paz. Bendice alma mía al Señor, al rey soberano, porque Jerusalén será reconstruida, y allí su templo para siempre. (Cant Tob 13, 16-17)

Tu Jerusalén como parábola viviente de nuestra vida, de nuestra humanidad, de nuestra comunidad, de la humanidad entera. Dios te fundó y te hizo nacer como morada santa para ser por Él habitada. Dios por su gran benevolencia no te retiró su favor su alianza de amor eterno. Después del exilio y la deportación, después de ser asediada por los ataques de tantos enemigos fuiste restablecida y bendecida para que en tus moradas reine la concordia, la paz y la justicia entre los pueblos.

 Dios desde siempre creó la tierra y la humanidad soñando la unidad. La humanidad fue establecida en una tierra que era casa de todos y Dios quiso morar en esta tierra como el Dios de todas las tribus y razas. El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. El Dios de los judíos, musulmanes y cristianos que un día partieron de la misma fe en el único de Dios y que un día volverán a caminar con el mismo Dios juntos como hermanos. El Dios que a través de patriarcas y profetas prometió una tierra donde habitar en paz y una alianza de paz que pusiera fin a los odios, divisiones y enemistades.

La unidad y la paz provienen de Dios. La unidad no se hace en contra de Dios sino con Dios, con todo lo que Dios ha querido.  Dios quiso poner fin al odio y ese Dios en Cristo Jesús su Hijo vino a restablecer esa paz mediante el sacrificio de la Cruz. El vino a unir a los pueblos que estaban enfrentados en uno sólo, derribando el muro de la enemistad que nos separaba, creando en su propia persona un solo hombre nuevo, una humanidad nueva, reconciliándonos a todos. Esta es la Buena Noticia, la Buena Noticia de la Paz, paz para los que estaban lejos y paz para los que estaban cerca. Todos sin distinción tenemos acceso al Padre de todos en un mismo Espíritu. Todos llamados a no sentirnos extraños ni extranjeros sino conciudadanos y miembros de una misma familia de Dios (Ef 2, 11-22)

Ese ha sido y es el designio de Dios sobre toda la humanidad al que no podemos claudicar. Esa unidad que no se construye a base de mandatos ni imposiciones por fuera sino que surge de lo más profundo del corazón, fruto de un corazón reconciliado, pacificado, unificado. Esa paz y unidad que no se establece por meros acuerdos o concordatos por fuera ni se mantiene por as armas contenida a la fuerza. La unidad y la paz que brota de un corazón desarmado que vence el temor a base de amor.

La unidad verdadera no se puede realizar por los hombres ni contra los hombres. No nos pertenece. No pertenece a los hombres el construirla sino el descubrirla. Es tarea del hombre descubrirla dentro de toda la creación dentro de nosotros y dejarla germinar y florecer.

    


CONCLUSION:

“Se hinchó tu corazón y dijiste: «Soy Dios, entronizado en solio de dioses en el corazón del mar», tú que eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses; ¡Si eres más sabio que Daniel!; ningún enigma se te resiste. Con tu talento, con tu habilidad, te hiciste una fortuna; acumulaste oro y plata en tus tesoros. Con agudo talento de mercader, ibas acrecentando tu fortuna; y tu fortuna te llenó de presunción. Por eso, así dice el Señor: Por haberte creído sabio como los dioses, por eso, traigo contra ti bárbaros pueblos feroces; desenvainarán la espada contra tu belleza y tu sabiduría, profanando tu esplendor”.
(Ez 28,1-10)

“Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas y les dijo: «Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!”

(Mateo 21,12-13)

Estos textos bíblicos expresan el destino de la arrogancia del hombre cuando se apropia de la obra de Dios. El templo y la tierra sagrada le pertenecen a Dios y no al hombre. El hombre no puede arrogarse poseer su presencia sino acogerla con humilde corazón.

Jerusalén, la ciudad santa, la puerta del cielo, el lugar más sagrado de la tierra, paradójicamente fue profanada y sometida al saqueo repetidamente a lo largo de su accidentada historia. La historia sagrada se convirtió en una historia profana y profanada.

Desde el principio después que Salomón construyera el templo la tentación fue apropiarse del templo y de la ciudad como baluarte hegemónico contra los otros pueblos. Pero Dios no se eja usurpar por ningún poderío humano. El templo y Jerusalén fue destruido por los asirios . Aunque la ciudad y el templo fue reconstruido fue nuevamente destruido por los romanos.

Finalmente en el tiempo de las cruzadas se conquistó nuevamente Jerusalén pero de nuevo sucumbió ante el poderío de Saladino. La pérdida de Jerusalén, la Ciudad Santa, es el resultado de las dificultades con que nació la monarquía jerosomilitana y de las contradicciones que generó su turbulento desarrollo. Fue una lucha de poderes e intereses, una prueba de fuerza para el pontificado que luchaba contra las aspiraciones universalistas del emperador. Por extraño que parezca el reino franco con capital en Jerusalén no fue algo deseado por la Iglesia. En la mente del papa la cruzada había sido concebida como una empresa papal y en la que no tuvieron cabida los reyes.

El papa tuvo la gracia de recuperar la Ciudad Santa, la capital espiritual del mundo que se erigía como centro de la cristiandad. La iglesia soñaba con protagonizar un tiempo nuevo en el que nada ni nadie pudiera hacer sombra a la teocracia pontificia pero este sueño pronto se desvaneció. Ni el poder del papa fue mucho mayor ni desde luego los nobles cruzados estaban dispuestos a permanecer en la sombra del servilismo eclesial.

La ciudad que quiso ser, sede de Dios y bendecida con la paz sufre hasta hoy ataques amenazada constantemente por luchas de poderes. Cristianos, musulmanes y judíos han reclamado y luchado por su pertenencia. Sin embargo Jerusalén como centro de las tres religiones monoteístas está llamada a ser el símbolo de un nuevo orden donde reine la convivencia pacífica de todos sus habitantes por encima de credos.

Es incomprensible que las tres religiones del libro, La Biblia, el Corán y la Torá que proclaman la paz entre todos los pueblos hayan propiciado luchas fratricidas enfrentando unos pueblos contra otros. La religión no puede ser instrumento al servicio de la guerra sino instrumento para favorecer la convivencia pacífica de los pueblos.

La Biblia termina con el libro del Apocalipsis donde se habla de la visión de la Nueva Jerusalén. (Ap 21, 1- 4; 9-14). Los hombres se esforzaron por construir una ciudad donde residiera Dios. Dios construyó algo mucho más grande, una humanidad reunida en la misma vida y paz de Dios. Dios mismo dice ahora soy yo quien hago todo nuevo. Se trata de la realidad última y definitiva y no habrá más historia después. Dios principio y fin de todas las cosas da a conocer el plan que prometió y destinó desde antaño congrega a todas las naciones en un solo pueblo. Fue el anhelo de la humanidad de ver a Dios presente en medio de ella. En el nuevo orden del mundo nuevo ya no habrá templo, la sombra sustituye a la realidad. Dios estará presente entre los hombres de forma permanente.

Ven voy a mostrarte la Nueva Jerusalén. Me colocó en un cerro grande y elevado. Me mostró la Ciudad Santa, que bajaba del cielo, del lado de Dios y que tenía por gloria, la gloria de Dios. Oí una voz que clamaba desde el trono: esta es la morada de Dios entre los hombres. El fijará desde ahora su morada en medio de ellos y ellos serán su pueblo y él mismo será su Dios con ellos. Enjugará toda lágrima de sus ojos y ya no existirá ni muerte, ni duelo, ni gemido, ni penas porque todo lo anterior ha pasado. (Ap 21, 1- 4)

 

 


 

 

 

 

 

·         ANEXO 1

LUGARES SANTOS SEGÚN EL CRISTIANISMO

·         Iglesia del Santo Sepulcro: Allí está el Calvario donde fue crucificado Jesús, así como el "Sepulcro del Salvador". Es el lugar más santo del cristianismo.

·         Cenáculo: Habitación del piso alto donde Jesús celebró la Última Cena, donde se apareció a los apóstoles y donde estos recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés.

·         Basílica de las Naciones o de la Agonía: Ubicada en el Monte de los Olivos, donde Jesús pasó sus últimos momentos antes de ser detenido.

·         Iglesia del Dominus Flevit: Desde allí, Jesús contempló la ciudad santa y lloró por ella (episodio de Flevit super illam) en el Domingo de Ramos.

·         Iglesia del Padre Nuestro: Lugar donde Jesús enseñó esa oración a los discípulos.

·         San Pedro in Gallicantu: Iglesia que recuerda el lugar donde estaba la casa de Caifás donde fue juzgado Jesús y donde fue negado por San Pedro.

·         Litostrotos: Pavimento de la antigua Fortaleza Antonia de los romanos donde Jesús fue coronado de espinas y ultrajado por los soldados romanos.

·         Vía Dolorosa: Camino que siguió Jesús con la cruz desde la Fortaleza Antonia hasta el Calvario. En él están marcadas las estaciones, estando las últimas en la Basílica del Santo Sepulcro.

·         Abadía de Hagia María o de la Dormición: Recuerda el lugar donde según la tradición cristiana tuvo lugar la dormición de la Virgen, rodeada por los apóstoles. En su cripta se halla una imagen de la Virgen Yacente.

·         Iglesia de Santa Ana: Lugar en donde, de acuerdo a la tradición católica, nació la Virgen María.

·         Edículo de la Ascensión: Lugar desde el cual Jesús subió al cielo.

 LUGARES SANTOS SEGÚN EL ISLAM

·         La Cúpula de la Roca: ubicada en el centro del Monte del Templo, es un santuario —no una mezquita— construido entre los años 687 y 691 por el noveno califaAbd al-Malik, alrededor de la roca en la que Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac. Según la tradición islámica (Sura 17 del Corán), en un sueño de Mahoma que relata "desde la Mezquita Sagrada hasta la Mezquita Lejana", sin mencionar ninguna ciudad, ascendió hasta el trono de Alá en el curso de un viaje nocturno a la ciudad desde Medina. Sin embargo, a raíz de la conquista de Jerusalén por Saladino, se cree que éste cambió el significado de dicho lugar sagrado por el de Jerusalén para afianzar la dominación política del islam sobre la tierra de Judea.

·         La mezquita de Al-Aqsa: situada en el extremo meridional de la Explanada de las Mezquitas, fue construida unos años después de la Cúpula de la Roca (705) y recontruida varias veces después. Es el templo musulmán más importante de Jerusalén.

·         La Explanada de las Mezquitas: llamada Al-Haram ash-Sharif en árabe ("Noble Santuario" en español), su recinto alberga los dos monumentos anteriores. Es el tercer lugar sagrado del islam tras La Meca y Medina.[183] El conjunto es un waqf, un bien musulmán gestionado por administradores musulmanes (a los que se refiere también como Waqf) desde el siglo VII,[184] ​ y colocado bajo supervisión del gobierno de Jordania desde la firma del tratado de paz en 1994[185]

 

LUGARES SANTOS SEGÚN EL JUDAÍSMO

 

·         Jerusalén es la más sagrada de las ciudades del judaísmo, así como el epicentro espiritual del pueblo judío desde el siglo X a. C.,[186] ​ cuando el sitio fue escogido por el rey David para el emplazamiento del Templo Sagrado. En 1840 la comunidad judía constituyó el mayor grupo religioso de la ciudad[187] y desde 1880 en adelante conforma la mayoría dentro de la misma.[188]

·         Las tradiciones La ciudad de Jerusalén se encuentra en una categoría especial en la ley religiosa judía. Específicamente, los judíos que se encuentran fuera de Jerusalén oran hacia su dirección, y el Ma'aser Sheni, el Révai y los Primeros Frutos debe ser consumidos en Jerusalén. Cualquier expansión de la ciudad para estos fines deben ser aprobados por el Sanedrín. Cuando el Templo de Jerusalén fue levantado, Jerusalén observaba las leyes especiales relativas a las cuatro especies en Sucot, y el Shofar en Rosh Hashaná.

·         La ciudad de David Desde hace mucho tiempo Jerusalén ha sido incorporado a la conciencia religiosa judía. El pueblo judío ha estudiado la lucha por el Rey David de la conquista de Jerusalén y su deseo de construir el templo judío, como se describe en el Libro de Samuel y el Libro de los Salmos. Muchos de los anhelos del Rey David sobre Jerusalén se han adaptado en oraciones y cantos populares.

·         Jerusalén aparece en el Tanaj (Biblia Hebrea) 669 veces y Sion (que por lo general significa Jerusalén, así como Tierra de Israel) aparece 154 veces. En el judaísmo se considera la Ley escrita, la base de la Ley Oral (el Mishná, el Talmud y el Shulján Aruj) estudiado, practicado y atesorado por el pueblo judío y el judaísmo durante tres milenios. El Talmud desarrolla en profundidad la conexión judía con la ciudad.

·         El Muro de las Lamentaciones es el lugar más importante para los judíos. Último remanente del templo judío construido por Herodes sobre las ruinas del templo de Salomón. Comprende el Muro Occidental, sección principal del Muro, ubicado en el vecindario judío de la Ciudad Vieja; y el Pequeño Muro, extensión del Muro Occidental, ubicado en un vecindario árabe, es lugar de oración para los judíos de distintas corrientes. El Templo fue construido en el lugar en el que, según la tradición judía, Abraham se aprestó a sacrificar a su hijo, Isaac.

·         El Monte del Templo (donde hoy se encuentra el Domo de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa) es considerado el lugar más sagrado, ya que en él se encontraba el Sancta Sanctorum, donde se alojaban las Tablas de la Ley. Durante el inicio de la Edad Media la zona al frente del Muro de las Lamentaciones fue usada como basurero, es por esto que la Puerta cercana al Muro se llama "Puerta Dung o Dung Gate". [189]En el siglo XVI, el Sultán Suleiman II descubrió la ubicación del Muro e hizo limpiar la zona.[190] 

·         La Destrucción de Jerusalén. El Arco de Tito Para celebrar la conquista de Jerusalén, Domiciano, hermano de Tito, levanta el Arco del Triunfo de Tito en Roma, situado en la esquina sudeste del Foro, en el que se muestra a los judíos sujetos a esclavitud (y bajo el que no pasan muchos judíos hoy), y con los tesoros del Templo judío de Jerusalén, fundidos, construyen el Coliseo romano.

 

 

·         ANEXO 2: SUCESIVAS DESTRUCCIONES Y CONQUISTAS DE JERUSALÉN

 

En el año 586 destrucción de Jerusalén y del primer Templo

En el año 70 destrucción de Jerusalén y del segundo Templo

En el año 614 fue destruida por los persas, en el 637 conquistada por el califa Omar,

En el 1072 por los selúcidas y en el 1099 por los cruzados cristianos.

En el año 1187, el sultán Saladino volvió a arrebatar la ciudad a los caballeros francos.

En el 1617 asaltaron sus muros turcos osmanlíes.

 

·         ANEXO 3: CRUZADAS

 

PRIMERA CRUZADA: la convoca el Papa Urbano II en 1096

SEGUNDA CRUZADA: la convoca el Papa Eugenio III en 1144

TERCERA CRUZADA: la convoca el Papa Gregorio VIII en 1187

CUARTA CRUZADA : la convoca el Papa Inocencio III en 1209

 

·         ANEXO 4: BREVE CRONOLOGÍA

 

1004 B.C.E: fundación. El rey David establece Jerusalén como la capital del reino de Israel.

970 B.C.E: primer templo El rey Solomon construye el Primer Templo en Jerusalén como el centro religioso y espiritual del pueblo judío.

922 B.C.E: El reino judío se divide entre Norte (Israel) y Sur (Judea): Jerusalén se convierte en la capital de Judea.

586 B.C.E: El rey Nebuchadnezzer de Babilonia conquista Jerusalén y destruye el Primer Templo.

538 B.C.E: Los judíos construyen el templo de nuevo. El Segundo Templo en Jerusalén. El poderoso ejército babilónico bajo las órdenes del rey caldeo Nabucodonosor destruyó la capital de Judá y su Templo y exilió a los ciudadanos

370 B.C.E: Los persas capturan Jerusalén.

332 B.C.E: Alejandro Magno conquista Jerusalén.

163 B.C.E: Tras la derrota de los judíos helenistas por parte de los Macabeos, Jerusalén vuelve bajo autonomía judía durante el imperio Hasmoneo.

63 B.C.E: Comienza el dominio romano sobre Jerusalén.

10: El noveno día del mes ‘Av’ (Tisha B’Av) en el calendario judío se observa como un día de luto por la destrucción del Primer Templo santo en Jerusalén. Hoy en día todavía se practica esta tradición, judíos a través del mundo ayunan para lamentar la pérdida del Primer y Segundo Templo sagrado en Jerusalén, así como otras tragedias en la historia judía.

28-30: Ministerio de Jesús en Jerusalén.

30: Muerte de Jesús en Jerusalén, de la Galilea hacia la ciudad santa, el cual fue observado por los primeros seguidores de Jesús, conocidos como “los doce apóstoles”.

70: Los romanos asedian la ciudad de Jerusalén; destruyendo la ciudad y el Segundo Templo.

132-135: Simón bar Kojba se rebela contra el imperio romano, controlando Jerusalén durante tres años.

313: Se funda la Cofradía del Santo Sepulcro en Jerusalén.

325-335: Se construye la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.

A principios de los años 600: Muhammad funda el islam, mirando hacia Jerusalén durante su oración.

614-638: Jerusalén cae en manos de los persas.

636-637: El califa musulmán, Umar, conquista Jerusalén. Los judíos son permitidos a vivir de nuevo en Jerusalén.

679-690: Se construye la mezquita de al-Aqsa (oración) en Jerusalén a lo largo del muro sur de la ciudad.

687-691: Se construye la mezquita de la Cúpula de la Roca en Jerusalén sobre el Monte del Templo cerca de la mezquita de al-Aqsa.

797: El rey Carlomagno envía la primera embajada al califa musulmán, Harun al-Rashid, quien se dice que le ofreció a Carlomagno la custodia de los lugares sagrados en Jerusalén, incluyendo la Iglesia del Santo Sepulcro.

1009: El califa musulmán ordena la destrucción completa de la Iglesia del Santo Sepulcro.

1042-48: El Emperador Constantino IX Monómaco patrocina la reconstrucción de la Iglesia del Santo Sepulcro en cooperación con el califa musulmán.

1054: Los cristianos en la tierra de Israel son colocados bajo la jurisdicción del patriarca griego ortodoxo de Jerusalén.

1095: El Papa Urbano II anuncia La Primera Cruzada.

1099-1187: El periodo de las cruzadas y la primera captura de Jerusalén por parte de los europeos.

Mayo 1141: Poeta español/hebreo, Judah Halevi, promueve el retorno de la diáspora judía a Jerusalén.

1187: Saladino, un musulmán kurdo captura a Jerusalén de los cruzados.

1244: Jerusalén es destruida.

1250: Jerusalén bajo el mandato de los malukes.

1264: Najmanides, también conocido como Ramban, revitaliza la presencia judía en Jerusalén y promueve que otros judíos se regresen a la ciudad.

1392: El rey inglés Henry IV hace una peregrinación a Jerusalén.

1516-1517: El imperio otomano reemplaza el reino de los malukes en una gran parte del Levante mediterráneo y Jerusalén.

1535-1538: Solimán el Magnífico reconstruye las murallas de Jerusalén.

1563: Se escribe el Shulján Aruj, considerado como el “Código definitivo de Ley Judía”. Entre varios otros dictámenes, el Shulján Aruj requiere que las puertas y las ventas de las sinagogas judías se abran hacia Jerusalén para que los fieles puedan orar en dirección de la ciudad santa. Según evidencia arqueológica, los judíos que han vivido fuera de Jerusalén desde el exilio de Babilonia (597/586 B.C.E – 538 a.C.) han mantenido a Jerusalén como un objeto de la oración.

1604: Se llega a un acuerdo entre el imperio otomano y el rey Enrique IV de Francia, lo cual permite que sus sujetos visiten libremente los lugares sagrados en Jerusalén.

1774: Catalina II de Rusia y el sultán otomano firman un acuerdo dándole a Rusia el derecho a gobernar sobre todos los lugares sagrados cristianos en el imperio otomano, incluyendo los de Jerusalén.

1799: Napoleón, sin éxito, intenta capturar a Jerusalén durante el asedio de Acre.

1831: Mohamed Ali de Egipto toma Jerusalén.

1840: Los turcos otomanos retoman Jerusalén.

1847: Giuseppe Valerga se convierte en el primer patriarca latino de Jerusalén desde la época de las cruzadas.

1700 la Aliyá Jasídica

1882 la Aliyá Yemenita

1917 el mandato británico

1929 masacre judía

1947 corpus separatum

Guerra de 1947 a 1949: Violencia a través del país, incluyendo en Jerusalén; actuando bajo órdenes, los militares árabes saquearon y dinamitaron sinagogas y escuelas judías. Veintisiete sinagogas y treinta escuelas fueron destruidas.

23 de enero de 1950: El parlamento israelí declara a Jerusalén como la capital de Israel. Israel traslada la mayoría de sus instituciones gubernamentales a Jerusalén – el parlamento, la Corte Suprema, oficinas gubernamentales, y la oficina del primer ministro.

11 de mayo de 1966: Se establece el museo de Israel en Jerusalén.

7 de junio de 1967: Durante la Guerra de los Seis Días entre Israel y los Estados Árabes vecinos, Israel tomó control de la península del Sinaí, la Ribera Occidental, la franja de Gaza y el Golán, y de toda el área de Jerusalén. Tras la guerra, el Vaticano abandonó su demanda de internacionalizar a Jerusalén. El Ministro de Defensa de Israel, Moshe Dayan, inmediatamente después de la guerra, aunque reclamaba la soberanía sobre el Monte del Templo, escogió permitirles a los funcionarios musulmanes un control de facto del Monte del Templo, siempre y cuando, estuviera ‘ausente el quebrantamiento del orden público’. Existe controversia entre los judíos en cuanto al derecho de acceso y el derecho a orar.

1967: El movimiento, Devotos del Monte del Templo, basado en Jerusalén y formado por judíos ortodoxos, busca (re)construir el Tercer Templo. Sus esfuerzos antagonizan a los musulmanes en Jerusalén.

1967: La población de Jerusalén – 263.300 habitantes, 195.700 de los cuales son judíos.

22 de diciembre de 1973: Palabras del Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Ismail Fahmi: “un acuerdo de paz debe incluir, entre otros, los siguientes elementos: desistimientos, fronteras reconocidas, medidas de seguridad, garantías, resolución de los intereses legítimos de los palestinos y un reconocimiento que Jerusalén contiene lugares considerados santos por tres grandes religiones.” Ismail Fahmi, Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Declaraciones de apertura en la Conferencia de la Paz para el Medio Oriente en Ginebra.

5 de enero de 1988: “Jerusalén será internacionalmente reconocida como la capital de Israel en cualquier futuro acuerdo de paz. Pero Jerusalén también es el centro de las aspiraciones de los palestinos. Por lo tanto, para una Jerusalén pacífica, la ciudad debe seguir siendo unificada, garantizando la libertad de culto y el acceso. Además, se deben encontrar medidas políticas que reflejen las características de la población de la ciudad.” Hacia la paz árabe-israelí: Informe de un grupo de estudio. El ‘Brookings Institute’.

 

 

JERUSALEN EN EL IMAGINARIO COLECTIVO


         

Mapa de Madaba, mosaico bizantino, siglo VI

         

Mapamundi con Jerusalén en el centro, Salterio Latino, siglo XIII-XV.

 

Hartmann Schedel, "Hierosolima" xilografía del Liber cronicarum, Nurenberg 1493

 

Büntig, Mapa-Trébol de Jerusalén, Hanover, 1581


         

Hagadá de Veneciaimpresión hebrea, 1607


      

Hagadá de Pésajmanuscrito asquenazí miniado, siglo XVII

 

 

 

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[3] Por lo general, siempre se recita al final de Amidá, un verso de oración hebrea que termina con las palabras "...bilvav Shalem": con un corazón derecho 

[4] Gen 14,18

[5] Erlanger, Steven (2005-08-05). 

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[31] Jerusalem: Illustrated History Atlas Martin Gilbert, Macmillan Publishing, New York, 1978, p. 25.

[32] Hunt Janin, Four Paths to Jerusalem: Jewish, Christian, Muslim, and Secular Pilgrimages, 1000 BCE to 2001 CE, McFarland, 2002 p.120.

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[65]  Michael Dumper, The Politics of Jerusalem Since 1967, Columbia University Press, 1997: Israeli West Jerusalem was made the capital of the State of Israel (p. 21); "en 1953, los hachemitas otorgaron a Jerusalén el estatus de amana (adiministración fiduciaria) y la hizo "segunda capital" de Jordania" (p. 33)

[66] Anuncio de la Cámara de los Comunes del Reino Unido de su reconocimiento del Estado de Israel y de la anexión de Cisjordania por parte del Estado de Jordania. Commons Debates (Hansard) 5th series, Vol. 474, pp. 1137–1141. 27 April 1950. 

[67] S. R. Silverburg, Pakistan and the West Bank: A research note, Middle Eastern Studies, 19:2 (1983) 261–263.

[68]  Martin Gilbert, "Jerusalem: A Tale of One City", The New Republic, 14 November 1994

[69]  Letter dated 5 march 1968 from the permanent representative of Israel to the United Nations addressed to the secretary-general

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[75] Unesdoc.unesco.org/images/0011/001174/117454s.pdf Jerusalén y la aplicación de la resolución 29 C/22], Conferencia General de la Unesco, 30a reunión, París 1999

[76] Request for Urgent Action to the UN Special Rapporteur on the Deteriorating Situation of Housing Rights of Palestinians in East JerusalemArchivado el 20 de agosto de 2012 en la Wayback MachineThe Civic Coalition for Palestinian Rights in Jerusalem (CCPRJ). Acceso 21 de julio de 2012

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[78]  Israel Education Initiative: Camp David Two Years Later, Acceso 23-07-2012

[79] Tanya Reinhart, Israel/Palestina - Cómo acabar con la guerra de 1948, Seven Stories Press/Siete Cuentos Editorial, 2004

[80] Fictions About the Failure At Camp David, por Robert Malley, presente en los segundos encuentros de Camp David. The New York Times, 8 de julio de 2001. Acceso 23 de julio de 2012 

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[86] Israel and the Occupied Territories, Bureau of Democracy, Human Rights, and Labor - International Religious Freedom Report 2010, 27 de noviembre de 2010. Acceso 30 de mayo de 2012

[87] Los últimos Papas, Pablo VI, Juan Pablo II y últimamente Benedicto XVI, del 11 al 13 de Mayo del 209 visitaron como peregrinos de la Paz Tierra Santa.

[88] A veces se unía el Jumash compendio de la Torá y el Rosh Jodesh ritual sobre las fiestas y los tefilin

[89] Este viaje tuvo como preparación inmediata el viaje apostólico del Papa Benedicto que como “Peregrino de la Paz” realizó a Tierra Santa del 11 al 15 de Mayo que pude seguir con toda curiosidad y expectación como si se tratara de la mejor preparación para el nuestro.

[90] Talmud, Tratado de Kindushin, 49:2

[91] Según narra el surah, capítulo del Corán

[92] Jerusalén aparece en la historia en el tercero y segundo milenio antes de Jesucristo con los nombres de Urasalim y Urashanem, la Biblia lo menciona con el nombre de Salem por primera vez en el libro del Génesis, (Gen 14, 17-24)

[93] Esta división se remonta a la fundación de la Aelia Capitolina por el emperador Adriano en l 35 d. C. El cardo dividía la ciudad de norte a sur y a él e ajusta la actual calle de Ha-Bad, que va desde la puerta de Damasco a la de Sión. El decámenus la cruzaba en ángulo recto de este a oeste coincidiendo con las calles de David y de la Cadena. La actual repartición de los barrios se va cristalizando a partir de los Cruzados.

[94] Allí viven unas 300 familias alrededor de la Catedral de Santiago.

[95] Allí viven unas 7000 familias en general de buen status, artistas, intelectuales y ricos judíos extranjeros.

[96] Allí viven unos 50.000 árabes, en general comerciantes en torno al zoco o mercado central.

[97]El pináculo es de 26 m. de altura. Desde sus almenas hasta el fondo del torrente hay 120 m. Entre los bloques de piedra labrada que se utilizaron en la mampostería del templo, miden 8m y pesan cerca de cien toneladas. Desde allí según la tradición fue arrojado Santiago el Menor, primo de Jesús y primer obispo de Jerusalén. La tumba de Absalón es de la época macabea, de forma cúbica y cubierto con una cúpula cónica.

[98] El monumento funerario de Zacarías recortado y aislado en la roca viva es un monolito cuadricular coronado con una pirámide, su estilo responde a la época helénica del s. II a. C. En el que se conoce como la tumba de Santiago, una inscripción indica el nombre de la familia sacerdotal Beni Hezir

[99] Recientemente hay estudios que dicen que fue Juan sucesor de Cirilo (386-417) quien hizo construir la suntuosa iglesia de la Dormición sobre el lugar del Cenáculo.

[100] San Cirilo, Catequesis de Jerusalén, Cat XIII 4 PG 33, 924

[101] La maqueta  a escala 1:50 fue hecha por iniciativa de M. H. Kroch, tras 7 años de estudios serios y minuciosos en razón a los descubrimientos arqueológicos y ocupa una superficie de 1000 m2 . Se encuentra en hotel Holy Land de Jerusalén.

[102] Esta se puede ver en las afueras y a la entada de la Iglesia se San Pedro en Gallicanto

[103] El perímetro de las murallas es de casi 4 Km, su altura media de 13 m y 3 m. de espesor. Así se describe en la obra de Pierre Benoit, Las murallas de Jerusalén.

[104] El pináculo del Templo es uno de los cuatro ángulos de los pórticos del Templo. Tiene unos 180 m de altura. Flavio Josefo decía que en este lugar había peligro de sufrir vértigo mirando desde arriba hacia el torrente. Es precisamente en este lugar donde se sitúa una de las tentaciones de Jesús.

[105] El manto ritual para la oración, un manto alargado con franja oscuras y flecos

[106] Las famosa filacterias, tiras de cuero con fragmentos de la Sagrada Escritura que guardan en unas cajitas.

[107] Especie de solideos para cubrirse la cabeza, o en su caso también utilizan gorros o sombreros negros.

[108] Los judíos más ortodoxos cuyo aspecto se distingue por su cabeza rapada, barba larga y de sus patillas dejadas crecer cuelgan largas trenzas.

[109] Gorros de pieles en general de zorra que fueron usados por los antepasados en Polonia por orden del rey Sijón para ridiculizarlos. Se convirtió después en un signo honorable.

[110] Hoja donde los judíos escriben su oración y doblada se incrusta en las rendijas del muro.

[111] La piscina estaba cercana a un mercado de ovejas y a la puerta Probática denominada también la de los rebaños. Un pequeño canal unía la piscina con el Templo donde se utilizaban sus aguas para los sacrificios rituales.

[112]La piscina era rectangular en dirección Norte Sur tenía 120 m. de largo y 78 de ancho. La Basílica de Nuestra Señora Probática reposaba sobre el pórtico central de la piscina y  sus naves se apoyaban sobre el dique y sobre los siete arcos situados en el estanque.

[113] Cúpula octogonal, los lados tienen de 20 m, el diámetro de la base 70m, la altura de la cúpula 30 m y un diámetro en el tambor de 25 m.

[114] Según algunos autores coincide con el lugar del altar de lo holocaustos del Templo, donde se vertía la sangre de los sacrificios.

[115] Desde la Roca Mahoma fue elevado al cielo sobre el legendario corcel alado El-Burak atravesando los siete cielos y presentarse ante Dios después de haber sido trasladado durante la noche y en visión desde la Meca a Jerusalén, Cf. Corán, XII, 1.

[116] El Rey Balduino II concede a la Orden del Temple el privilegio de darles la custodia del Templo y sus dependencias. Desde entonces circulan toda clase de leyendas esotéricas a secretos que los caballeros guardaron celosamente, en relación al Arca de la Alianza, la lanza de Longinos y el Santo Grial. Aunque no se ajuste a la historia hay autores como Charpentier que afirman que los templarios encontraron en el Templo estos antiguos tesoros dotados de cierto poder talismán y los escondieron o trasportaron en secreto.

[117] Esta reliquia según la tradición fue rescatada por el centurión que pertenecía a la legión de Tarraco, Longinos que fue testigo ocular del hecho. Cuando los Cruzados tomaron la ciudad de Antioquía en 1097 un sacerdote, Pedro Bartolomé indica donde se guardaba y es rescatada después por los Templarios y llevada a Francia y luego a Roma para pasar a depositarse en la Basílica de San Pedro debajo de una de las columnas que sostiene la Cúpula.

[118] Los caballeros o maestros sufies eran conocidos como los Futuwa que están a la base del esoterismo islámico. El apelativo colectivo de sufiya aparece en Alejandría en el 821 para denominar a los puritanos insurrectos y designa a un grupo de musulmanes que se transmiten una tradición esotérica y secreta, relacionad con la al-qémiye, la alquimia.

[119] Toda la tradición de los chiítas hablan de una Copa a la que llaman “Luz de la Gloria”. La tradición Jshraqi iraní también habla de una Copa denominada “La ciudad de la esmeralda”.

[120] Los denominados “creyentes” era como se llamaban los primeros musulmanes y que aparece mil veces en el Corán

[121] Marwazins significa las balanzas pues allí serán pesadas las obras buenas y malas el día del juicio final.

[122] Las tres primeras mezquitas fueron la de la Meca, Medina y Al-Aqsa, así o reseña uno de los hadith de Al-Khidri

[123] Construida por Abd-el Malik, destruida por terremotos, fue restaurada por El-Zahir en 1033. los cruzados instalaron las dependencias de los reye latinos y luego fue sede de los Templarios hasta la conquista de Saladino. Luego se incendió en 1969 y fue modernamente restaurada.

[124] Hay estudios de arqueólogos judíos que discrepan con el recorrido del Vía Crucis. El arqueólogo israelí Nahman Avigad afirma que la Puerta de Gennath, mencionada por Josefo se encontraba en la zona norte del barrio judío. Según este durante el periodo musulmán los cristianos se equivocaron al creer que la fortaleza Antonia era el Praetorium donde Pilatos había juzgado a Jesús. Los franciscanos desarrollaron en el medievo S. XII-XIII la tradición de las estaciones de la cruz a lo largo de la Vía Dolorosa, desde la ubicación de la fortaleza Antonia partiendo de este supuesto. La diferencia de los itinerarios el de la Vía Dolorosa tradicional y la posible ruta según estos estudios se recogen en el plano de Jerusalén del S. I que expusimos en el incio.

[125] Este lugar sería tremendamente significativo para la comunidad cristiana por ser no sólo el lugar donde Jesús instituye la Eucaristía celebrando la última cena con sus discípulos sino también por ser el lugar donde se reunían para orar después de su muerte (Hechos 1, 14) y donde estaban reunidos en la venida del Espíritu en Pentecostés (Hechos 2,1). La tradición también asocia este lugar donde la Madre de Jesús vive sus últimos años y donde acontece su dormición o tránsito a los cielos.

[126] El arzobispo de Jerusalén, Juan, manda erigir esta grandiosa basílica como madre de todas las iglesias.  Así se levanta en el S. IV con el nombre de Hagia Sión, la madre de todas las Iglesia, Mater ómnium ecclesiarum. Adriano en su viaje a oriente encontró destruido el Templo y la ciudad de Jerusalén pero hace mención de algunas casas en torno a la pequeña Iglesia de Sión. Las investigaciones y hallazgos arqueológicos encontrados en la zona se remontan hasta el S. I señalando un lugar: Coenaculum sobre el que Constantino mandara construir la Basílica de Santa María de Sión, la Hagia Sión a instancias de Santa Elena.

[127] Tras la derrota de 1187 la iglesia de los Cruzados denominada Santa María del Monte Sión comenzó a caer en ruinas y en el S. XIV estaba prácticamente derruida, tan sólo se salvó el Cenáculo. Los padres franciscanos lo restauraron en 1343, luego los turcos en 1523 lo transformaron en mezquita edificando un minarete.

[128] En el muro de enfrente hay un Mihrah de alabastro, el nicho de oración de los musulmanes orientado hacia la Meca.

[129] Santa Catalina de Emmerick, Pasión y Resurrección de Jesús, Visiones y revelaciones

[130] Así lo comentan San Efrén, Abercio, Dockimof, Edith Stein etc. El padre Jesús Castellano en su obra María Mujer Eucarística, comenta también que es lógico pensar en la cena pascual con la presencia de las mujeres que solían acompañar y seguir  Jesús. Aquellas mujeres que lo acompañan y siguen ayudarían a Jesús a preparar el banquete pascual. Es verosímil que pudieran estar en mesas o salas aparte escuchando y viviendo lo mismo. También es pintada por algunos artistas como Fray Angélico en el convento de San Marcos en Florencia.

[131] La razón de esta separación comenta Ruperto en su lectura alegórica contempla a los gentiles y a los judíos a quienes Cristo une en sí mismo llevándoles a una misma fe. Ahora unidos a Cristo gracias a su sacrificio une los que antes estaban lejos. P. Emiliano Jiménez Hernández, José en busca de sus hermanos

[132] P. Evdokimov, El Misterio de maría en la Iglesia Ortodoxa

[133] A los pies del huerto de los Olivos se encuentra el sepulcro de la Virgen María del S. I excavada en la roca a la que se accede por una escalinata profunda de 45 peldaños. Allí dice la tradición fue depositada por los apóstoles hasta su Asunción. La Iglesia ortodoxa prepara cada año una procesión con la Virgen desde el Monte Sión hasta la Tumba vacía de la Virgen María.

[134] Junto al Huerto de los Olivos la tradición oriental conserva el denominado sepulcro de María cuyo núcleo original se remonta a la comunidad judeo cristiana de Jerusalén de los S. II y II. Había allí un núcleo funerario de tres grutas. Las de San Joaquín y Santa Ana, San José, etc. A raíz de unas inundaciones en 1972 el P. Bagatti se encontraron los restos de una iglesia sinagogal de la comunidad judeo cristiana

[135] Este lugar al que los judíos llaman la Diáspora del sionismo moderno es un lugar muy venerado.

[136] Hoy en día el museo del Holocausto ha pasado a las afueras de Jerusalén en las cercanías del monte Herz al Memorial mausoleo del Holocausto Yad Vashem,  yad, memorial, shem, nombre.

[137] Allí aparecen fotografías espeluznantes  de fosas repletas de cadáveres esqueléticos, mujeres desnudas al borde de las fosas comunes para ser fusilados, niños hambrientos y famélicos, colas de judíos esperando en los trenes para ser deportados a los campos de concentración.

[138] Se puede ver la reproducción de un horno crematorio con fotos metiendo en ellos los cadáveres sacados de la cámara de gas, la primera cámara de gas que se instala en el campo de concentración de Aswitch.

[139] En el Museo del Holocausto de Yad Vashem, al oeste de Jerusalén se haya el memorial amplificado de los judíos exterminados. En su interior una llama permanente ilumina los nombres de los principales campos de concentración grabados sobre mármoles negros.

[140] Chisholm, Hugh, ed. (1911). "Calvary". Encyclopædia Britannica (Undécima ed.). Cambridge University Press.

[141] Evangelio de Mateo: "Llegaron al sitio llamado Gólgota, que quiere decir lugar de la calavera" (Mateo 27:33Evangelio de Marcos: "Le llevaron al lugar del Gólgota, que quiere decir lugar de la calavera" (Marcos 15:22)Evangelio de Lucas: "Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, le crucificaron allí" (Lucas 23:33Evangelio de Juan: "Tomaron, pues, a Jesús, que, llevando su cruz, salió al sitio llamado lugar de la calavera, que en hebreo se dice Gólgota" (Juan 19:16-17).

[142] George M. Lande (2001) [1961]. «Building Your Biblical Hebrew Vocabulary Learning Words by Frequency and Cognate»Resources for Biblical Study 41 (Atlanta: Society of Biblical Literature). p. 115. 

143 N. Garibian de Vartavan, N. (2008). La Jérusalem Nouvelle et les premiers sanctuaires chrétiens de l’Arménie. Méthode pour l’étude de l’église comme temple de Dieu. Londres: Isis Pharia.

144 Peter Schäfer (2003). The Bar Kokhba war reconsidered: new perspectives on the second Jewish revolt against Rome. Mohr Siebeck. p. 36.

[145] Itinerarium Burdigalense, páginas 593-594

[146] Eusebio, Vida de Constantino, 3:26

[147] Melitón de Sardes, En el Este

146 Coronel Claude R. Conder, The City of Jerusalem (1909), (reeditado en 2004)

[148] Warwick Ball. Rome in the East: The Transformation of an Empire. p. 294.

149 Michael Hesemann (1999). Die Jesus-Tafel. Freiburg. p. 170

[150] Charles Clermont-Ganneau. Archaeological researches in Palestine during the years 1873-1874.

[151] Jerome Murphy-O'Connor, The Holy Land, (2008), página 29.

[152] Peter Schäfer (2003). The Bar Kokhba war reconsidered: new perspectives on the second Jewish revolt against Rome. Mohr Siebeck. p. 36. 

[153] Nave New Advent encyclopedia, consultado el 25 de marzo de 2014.

[154] Charles Clermont-Ganneau. Archaeological researches in Palestine during the years 1873-1874. p. 103.

[155] El emperador Adriano para erradicar todo el recuerdo de Jerusalén mandó destruir los restos de los muros, pasó el arado por toda la localidad, rellenó el Calvario de escombros, sobre la explanada construyó un foro y un templete a la diosa Venus.

[156] Es verosímil que parte de la cantera original de piedra calcárea fuera trasformada en sepulturas y una de ellas, a unos 40 m. del montículo de la Calavera, fuera adquirida por José de Arimatea. Allí este habría hecho tallar en la propia roca la tumba como era común entonces, con su pequeña antecámara y la cámara mortuoria.

[157] Aún a pesar de lo intentos de borrar todo rastro el lugar del Santo Sepulcro se mantuvo en la memoria de la comunidad judeo cristiana. Se pudo acceder precisamente por la localización del altar de Venus que habían colocado para olvidar su memoria. Elena la madre de Constantino y el obispo Macario descubrieron bajo el altar de Venus el Calvario y el Sepulcro de Jesús intactos entre la arena y los escombros. Constantino decidió edificar allí una grandiosa Basílica denominada el Martirium. Detrás del ábside se alzaba el Gólgota y al occidente se levantaba el Anástasis una monumental rotonda de 38 m de diámetro. En el centro se hallaba el sepulcro vacío.

[158] Nusseibeh cierra las puertas de la basílica a las 800 p.m. y se pone de acuerdo con los sacristanes de los griegos, latinos y armenios para ver a quien le toca abrir las puertas. Él llega a las 4.00 a.m. cada mañana y toca a las inmensas puertas en la fachada románica de Melisenda.

[159] Los oficios con las oraciones rituales comienzan a media noche. Todas las distintas comunidades antan sus maitines. El oficio de los coptos es en antiguo egipcio copto. A las 2.00 los ortodoxos dominantes empezaron su misa con ocho sacerdotes cantando en griego alrededor de la Tuba. Luego le ceden paso a los armenios para su servicio, badarak en armenio que empieza a las 4.00 cuando se abren las puertas. Los católicos tienen su oportunidad a las 6.00 de a mañana

[160] A la capilla del Calvario se accede por unas escaleras que se encuentran a la izquierda del vestíbulo de entrada. Una gran plataforma recubre la cima de la roca, a unos 5m del suelo y en ella hay a su vez dos capillitas abovedadas y comunicadas entre sí, la de la derecha la latina y la central la de los ortodoxos. La de la derecha recoge el lugar donde Cristo fue clavado y la de la central de la izquierda el lugar donde muere. Bajo un altar un disco deja abierto el agujero en el que estuvo sujeta la Cruz y en frente un enorme icono de plata presenta a Jesús levantado en la Cruz acompañado de María y Juan.

[161] El hall de entrada aparece decorado con dos bellos y grandiosos iconos que representan el descendimiento y la sepultura de Jesús. Delante de ellos en el suelo se encuentra la losa de la unción donde supuestamente fue embalsamado el cuerpo de Jesús. El lugar estuvo sujeto a muyas trasformaciones. La actual piedra de mármol fue reconstruida por los riegos en 1810.

[162] A la derecha del Santo Sepulcro se encuentra el lugar de la aparición a María Magdalena y desde allí se accede a la capilla de la aparición de Jesús a su Madre que regentan los padres franciscanos. En el ángulo derecho está un trozo de la columna de la flagelación.

[163] A la derecha del Santo Sepulcro se encuentra el lugar de la aparición a María Magdalena y desde allí se accede a la capilla de la aparición de Jesús a su Madre que regentan los padres franciscanos. En el ángulo derecho está un trozo de la columna de la flagelación.

[164] El P. Vincent dominico en 1910 realiza varias excavaciones y descubre la antigua basílica bizantina de 3 naves de 38 m. de largo por 18m. de ancho.

[165] El nombre de Eleona de la antigua basílica se debe a Santa Elena la madre de Constantino que tanto se preocupó de recuperar los lugares santos de Tierra Santa.

[166] Los musulmanes son propietarios desde 1187.

[167] Las excavaciones realizadas por el P. Corbo en 1959 descubrieron los restos de la antigua basílica y de una fortaleza del tiempo de los cruzados.

[168] Esta primera basílica tenía 26 m de diámetro y sobre el suelo decorado con mosaicos se levantaban tres filas concéntricas de columnas con un doble pórtico circular. El centro quedaba descubierto al cielo.

[169] En la vigilia de la Ascensión con permiso del Imán se reúnen todas las comunidades cristianas de Jerusalén par celebrar la liturgia de la Ascensión.

[170] Sin duda esto guarda cierto paralelismo con lo describíamos en la Cúpula de la Roca.

[171] Kelly Devries, Iain Dickie, Martin J. Dougherty, otros, Batallas de las Cruzadas, Ed Susaeta, Madrid.

[172] A este gran ejército también se le sumó otro segundo ejército de campesinos que llegó antes al Imperio Bizantino.

[173] Alejo logró un juramento de lealtad de los líderes cruzados y la promesa de que todo lo que se ganase sería para él.

[174] Revista Desperta Ferro, La caída de Jerusalén, nº 28

[175] Balduino I cometió numerosas irregularidades entre otras repudiar a su primera esposa, una armenia, para contraer matrimonio con la rica heredera de los condes normandos de Sicilia.

[176] En la práctica el rey de Jerusalén vendría a ser como el presidente de una confederación de estados o reinos que se hallaban unidos a él por el prestigio carismático de su trono y por oportunas alianzas matrimoniales. Rev. Desperta Ferro, nº 28, pág. 8.

[177] Revista Desperta Ferro, Balduino IV El rey leproso, nº 27

[178] Revista Desperta Ferro, Historia Antigua y Medieval, nº 20

[179] Usama Ibn Munquid en su célebre obra autobiografíaca Kitab Al I´tibar decía: “Los francos son los más cautos de todos los hombres en el arte de la guerra”

[180] Revista Desperta Ferro, Balduino el rey leproso, nº 27

[181] Revista Desperta Ferro, Balduino el rey leproso, nº 27

[182] Ambroise, Estoire de la Guerre Sainte, dice al respecto: “Cuando se perseguía a los turcos eran como una pesad mosca venenosa que cuando la persigues, primer huye y luego se da la vuelta y te persigue a ti.”

[183] Dome of the Rock (Qubbat al-Sakhra) Archivado el 13 de marzo de 2013 en la Wayback Machine., en archnet.org, Dictionary of Islamic Architecture. Acceso 17 de junio de 2012

[184] Adnan Husseini: Muslim Waqf Activities in JerusaelmArchivado el 6 de noviembre de 2012 en la Wayback Machine. En PLO's Negotiations Affairs DepartmentFrom the pressJerusalem. Acceso 17 de junio de 2012

[185] Old City of Jerusalem: Publication of UNESCO’s technical mission Report. 15 de marzo de 2007. En la página de Unesco. Acceso 17 de junio de 2012

[186] Since the 10th century BCE:"Israel was first forged into a unified nation from Jerusalem some three thousand years ago, when King David seized the crown and united the twelve tribes from this city... For a thousand years Jerusalem was the seat of Jewish sovereignty, the household site of kings, the location of its legislative councils and courts. In exile, the Jewish nation came to be identified with the city that had been the site of its ancient capital. Jews, wherever they were, prayed for its restoration." Roger Friedland, Richard D. Hecht. To Rule JerusalemUniversity of California Press, 2000, p. 8.

[187] Grenville, John Ashley Soames. A history of the world from the 20th to the 21st century; Routledge, 2005. pg. 456.

[188] Weiner, Justus Reid. Is Jerusalem Being "Judaized"?Archivado el 14 de marzo de 2012 en la Wayback Machine., Jewish Political Studies Review 15:1-2 (Spring 2003), citing Schmelz, U.O. "Modern Jerusalem's Demographic Evolution," Jewish Population Studies 20 (1987):9

[189] Dung Gate

[190] Jewish Jerusalem - The Western Wall



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