jueves, 3 de septiembre de 2020

El Convento de San Esteban de Salamanca

 

EL CONVENTO DE SAN ESTEBAN DE SALAMANCA

 


Índice

Introducción

1 Historia

2 Arquitectura

     2.1 El Pórtico

     2.2 La Fachada

     2.2 La Iglesia

     2.3 El Claustro

     2.4 Los Capítulos

     2.6 La Sacristía

     2.7 La Escalera de Soto

     2.8 El Sepulcro del III duque de Alba

3 Grandes hitos

     3.1 El convento y Cristóbal Colón

     3.2 El convento y la Escuela de Salamanca

     3.3 El convento y la Evangelización de las Américas y Filipinas

     3.4 Los Beatos mártires del Convento

4 Instituciones asociadas al convento

     4.1 La Escuela de Teología

     4.2 La Facultad de Teología

     4.3 Las Cofradías

     4.4 El Museo

     4.5 La Biblioteca

     4.6 La Editorial San Esteban

5 La Vida de comunidad. 

6. Conclusión




Introducción

La historia de San Esteban de Salamanca es una de las más gloriosas de la Orden a través de los siglos. Han destacado de entre sus religiosos muchos que ocuparon obispados en España y en América; teólogos en la mayor parte de las Universidades españolas y del extranjero; misioneros y fundadores de Provincias dominicanas en América y Filipinas; fundadores de Universidades; y grandes escritores principalmente sobre materias filosóficas y teológicas. 

Este convento queda enfrente de mi casa y ha estado asociado a mi vida desde que era pequeño. A él acudía con mis padres a misa desde mi edad más temprana. Con los padres dominicos nos confesábamos y eran nuestros directores espirituales. A ellos acudimos cuando tuvimos que discernir sobre determinados asuntos. Recuerdo cuando fuimos con fray Maximiliano García Cordero para que me orientara en el despertar de mi vocación.

Este trabajo quiere ser una forma de ahondar en mis propias memorias y raíces. Los Dominicos han sido no solo muy significativos para mi propia historia, la historia de Salamanca sino para toda la humanidad. Ahora de misionero en Filipinas se me hizo más evidente la repercusión que tuvo su obra evangelizadora y lo vinculada que está a este convento. En la diócesis de Lingayen Dagupan en la que ahora estoy de misionero en la isla de Luzón hay un Santuario dedicado a la Virgen Nuestra Señora del Rosario, un centro de peregrinación y evangelización de primer orden, que rigen los padres Dominicos. Yo mismo me doctoré en la Universidad de Santo Tomás en Manila que fundaron los padres Dominicos y que fue la primera Universidad en todo Asia.


 

1 Historia

El Convento de san Esteban es un convento perteneciente a la Orden de Predicadores o Dominicos. El convento está situado en la ciudad de Salamanca, en la plaza del Concilio de Trento. La Orden de Predicadores fue fundada en Toulouse (Francia) en 1215 por el canónigo español santo Domingo de Guzmán y en 1216 recibió la aprobación del Papa Honorio III.

Dos años más tarde, en 1218, se creó la Universidad de Salamanca, y muy probablemente santo Domingo mandó que en esta ciudad se fundara un convento, pues quería que sus frailes estuvieran presentes en las ciudades universitarias.

Desde 1218 estaba ya fundada la Universidad de Salamanca, a cuyo esplendor cooperó la comunidad con sus profesores. Fernando III el Santo nombró al Prior del convento como uno de los jueces para dirimir las disensiones con los estudiantes, lo que indica una influencia universitaria que se prolongó hasta la exclaustración, efectuada el 21 de agosto de1835.Fue iniciada su restauración para la Provincia de España en 1890 y poco después se trasladaron a ella los estudios de Teología, culminando con la erección de la Facultad Teológica el 15 de noviembre de 1947. 

 


1.1 Antecedentes Convento antiguo de San Juan El Blanco 1225

Los dominicos se instalaron en Salamanca entre 1255 y 1256. En el actual solar del convento, ocupado por la iglesia parroquial de San Esteban, levantaron el primitivo convento, luego destruido para ser construido otro nuevo en 1256.

Santo Domingo no vio realizada esta fundación, pues falleció en 1221 y fue posiblemente al año siguiente cuando los primeros dominicos se establecen en Salamanca, fuera de las murallas, junto al río Tormes, en la iglesia de San Juan el Blanco, a la que adosaron su convento. En él vivieron hasta que en 1256 una riada del Tormes se llevó iglesia y convento.

El convento fundado hacia 1225 en la iglesia de San Juan El Blanco, al lado del río Tormes. Sufrió inundaciones varias veces. El Convento de San Esteban quedó consagrado, casi desde sus comienzos, como centro de estudio y docencia de la Teología. En 1299 se establece en él el Estudio General de los Dominicos de España. En cambio, la enseñanza principal en la Universidad (fundada hacia 1218) era la de Derecho.

 


1.2 La pequeña iglesia de San Esteban se inicia en 1256

La riada de 1256 lo dejó tan deteriorado que el obispo de Salamanca dio a los religiosos la pequeña iglesia de San Esteban con su cementerio y posesiones del contorno en la localización actual. Ese mismo año, el obispo de Salamanca les entrego la iglesia San Esteban, que era un pequeño templo románico situado dentro de los muros de la ciudad, con su cementerio y posesiones contiguas.

Los frailes decidieron edificar en ese nuevo emplazamiento un nuevo conjunto conventual con una iglesia gótica de tres naves, y un convento con su claustro y dependencias. A finales del s. XIII debía estar prácticamente concluido, ya que se trabajaba en la biblioteca en copiar y confeccionar libros de pergaminos y en 1299 se establece en él el Estudio General de los Dominicos de España. La Teología entra así en el siglo XIV, cuando se crean cuatro cátedras de Teología. Dos de ellas las regentarán los dominicos de San Esteban.

De todas estas construcciones de los siglos XIII y XIV solo nos ha llegado algún raro vestigio. El historiador del convento, Padre José Barrio dice: “En este convento se guarda un crucifijo que habló a la Santa”. Ante este Cristo de la Luz preparaba sus confesiones Santa Teresa. La capilla era una “capilla penitencial” de la comunidad. Es muy probable que este Cristo de la luz sea uno de los vestigios pertenecientes a esta pequeña iglesia. 

 


1.3 Convento actual 1524

La edificación de la iglesia actual duró del primer tercio del s. XVI al 1603, en que se la consideró terminada. Los edificios conventuales son de distintos siglos, del s. XV hasta nuestros días. A finales del siglo XV, superados los males de la claustra que había originado la Peste Negra (siglo XIV), que se caracterizó por la relajación de la vida religiosa, el convento inicia una época de esplendor. La progresión de la Teología en las aulas universitarias y en San Esteban será constante hasta bien doblado el siglo XVII.

El convento actual se llevó a cabo en 1524 por iniciativa del cardenal fray Juan Álvarez de Toledo. La construcción del convento actual se extendió hasta 1610, participando en ella Fray Martín de SantiagoRodrigo Gil de HontañónJuan Ribero de Rada y Pedro Gutiérrez. No obstante, la planta y diseño son de Juan de Álava, quien comienza la obra en 1524, como demuestra el plano conservado de este mismo maestro. Rodrigo Gil de Hontañón se ocuparía del crucero con el cimborrio y de la cabecera. Aunque se le considera un excelente ejemplo del estilo plateresco, lo prolongado de sus fases constructivas explica la mezcla de estilos que van desde el gótico final hasta el barroco, estilo este poco apreciable en su arquitectura pero bien presente en el retablo mayor obra de José Benito de Churriguera. 

 


1.4 Ocupación en la Guerra de la Independencia

Durante la guerra de la Independencia, el convento fue ocupado por los franceses el 17 de enero de 1809 y empleado como cuartel. No destruyeron mucho, fuera de algunas imágenes, relieves, etc.[1] Los frailes hubieron de salir y el edificio quedo como cuartel de las tropas de Napoleón hasta 1813.

Sin tiempo para reponerse de las consecuencias de la guerra contra los franceses, el gobierno liberal español decreto la supresión de los religiosos. En San Esteban se llevó a cabo el Decreto en 1835. Los edificios se abandonaron, utilizándose algunas zonas para cuartel y enfermería. De esta ruina se salvó solo la iglesia que, por sabia y providente determinación del obispo de la ciudad, fue convertida en parroquia. Con ella se libró también la sacristía. Todo el mobiliario y la biblioteca del convento (capilla del noviciado, capítulo, biblioteca, General de Suma y demás dependencias) fueron expoliados.

Era tal la situación de ruina, que según dicen las crónicas en 1855 el edificio se estaba hundiendo. Un grupo de intelectuales salmantinos elevo sus voces para salvar el convento de San Esteban por su gran valor artístico e histórico. Después de la ocupación francesa y el expolio llegaron las desamortizaciones y su práctica ruina. La exclaustración fue efectuada el 21 de agosto de1835. Para salvar su estado a la iglesia y sacristía se le dio uso de parroquia. En 1861 se propuso emplazar en él el Museo Provincial de Salamanca. Éste quedó instalado en las dos plantas del Claustro de Procesiones. Ello sirvió para una parcial restauración, que afectó sobre todo a las zonas utilizadas como museo. En ese año editaron un Catálogo del Museo Provincial de Salamanca con la propuesta de ubicarlo en el convento y salvar así el edificio.[2] 

 


1.5 La nueva ocupación por los dominicos

En 1880, se autorizó a los dominicos franceses de Toulouse, expulsados por las autoridades galas, a ocupar el convento en ruinas. A ellos se unieron cuatro frailes exclaustrados españoles. Eran casi una cincuentena de frailes, de ellos treinta estudiantes, que permanecieron en Salamanca siete años. De entre ellos merece ser recordado el P. Marie Joseph Lagrange, inspirador de la exegesis moderna en la Iglesia, fundador de la célebre Escuela Bíblica de Jerusalén y de su revista Revue Biblique. Fue iniciada la restauración del Complejo conventual para la Provincia de España en 1890 y poco después se trasladaron a ella los estudios de Teología para ser de nuevo Estudio General. Tras la Guerra Civil se convirtió de nuevo en Facultad de Teología. 

 


1.6 La restauración de los dominicos en San Esteban 

La restauración se debe a los cuatro frailes españoles que vinieron a vivir con los franceses. El empuje definitivo se dio en septiembre de 1892, cuando el convento quedó constituido en casa formal con prior. En 1897 se convierte en Estudio General, elevado a Facultad de Teología en 1947. Entre los años 1940 y 1970 ha tenido un florecimiento especial que emuló, y acaso superó, los mejores tiempos de siglos pasados.

En la actualidad la comunidad está formada por 30 frailes y hay otros dos conventos de dominicos en la ciudad y sus alrededores. Son unos 50 en total, unidos por el estudio y la docencia de Teología a San Esteban. Se mantiene la Facultad de Teología, propia de los dominicos y el Instituto teológico San Esteban, en el que participan profesores y estudiantes de otras órdenes religiosas.

En el convento radican igualmente otras instituciones relacionadas con la vida intelectual: La Biblioteca, el Instituto Histórico Dominicano con su Archivo, y la Editorial san Esteban.


 

2 Arquitectura

2.1 El Pórtico

El Pórtico es un conjunto renacentista obra de Juan de Ribero Rada, al estilo de las logias italianas de la época. Los medallones de las enjutas se deben al escultor Martín Rodríguez. La fecha de realización se sitúa entre 1590 y 1592. Contrasta por su sencillez y sobriedad con la rica decoración de la portada renacentista con la que forma ángulo. Contrasta su escueta ornamentación con la exuberancia decorativa de la fachada de la iglesia.

El pórtico está formado por diez arcos de medio punto con columnas de orden toscano, hechas de granito. Es sobrio, clasicista, de gran belleza. En las enjutas, arquitrabe y crestería se cambia la sobriedad por la abundancia decorativa del plateresco salmantino. Los medallones de las enjutas representan, de izquierda a derecha: un perro con una tea iluminando el mundo (símbolo de santo Domingo y de la Orden de Predicadores), san Esteban, santo Domingo, los santos dominicos san Jacinto de Polonia, san Pedro Mártir, santo Tomás de Aquino, san Vicente Ferrer, santa Catalina de Siena, san Pío V y, otra vez el perro con la tea en la boca.

Por encima de los medallones se esculpe el entablamento con triglifos y metopas, decoradas con rodelas agallonadas. El antepecho superior, rematado con pirámides con bolas, se adorna con cartelas de diversas formas geométricas. Por encima del pórtico, se puede ver el muro exterior de la Biblioteca convertida hoy en Museo. Se adorna con cuatro escudos de la Orden y en el centro el de fray Pedro de Godoy, obispo de Sigüenza y mecenas de la obra. Los escudos se deben al escultor Simón García, que los realizó en 1686. Se remata con un gracioso campanil y una airosa espadaña.

 


2.2 La Fachada

La fachada está compuesta por la portada de la iglesia y el pórtico de acceso al convento que forma ángulo recto con ella. La portada retablo de la iglesia es uno de los más bellos ejemplos del plateresco español. En su parte central destaca la representación del Martirio de san Esteban, de Juan Antonio Ceroni. Sobre esta imagen puede verse un Calvario del mismo autor. En la parte superior hay una terraza que se puede visitar y que cuenta con unas espléndidas vistas del casco antiguo de Salamanca.

La portada de la iglesia es uno de los más bellos ejemplos de plateresco. Está concebida como portada retablo formando un arco de triunfo bajo cuya bóveda de medio cañón se despliega la abundante decoración característica del estilo. En su centro se representa el martirio de San Esteban y por encima un Calvario, relieves ambos ejecutados por Juan Antonio Ceroni a comienzos del siglo xvii.

Se trata de un verdadero tapiz esculpido en piedra y enmarcado bajo un gran arco triunfal cuya bóveda de medio cañón lleva una decoración en artesonado de estilo milanés. El martirio de San Esteban es el núcleo central alrededor del cual convergen, sirviéndole de cortejo triunfal, estatuas de santos y beatos en su mayoría de la Orden Dominicana.

La estructura arquitectónica se debe a Juan de Álava y su realización a fray Martín de Santiago. Dos grandes machones verticales sirven para acoger el inmenso arco decorado con casetones florados. Dichos machones se decoran con pilastras embebidas y con columnas gemelas en la parte superior. Toda la fachada esta profusamente decorada con motivos platerescos, con 23 esculturas y dos grandes relieves. En su conjunto es una de las fachadas más grandiosas del arte plateresco español. La portada retablo se estructura a través de cinco calles y tres cuerpos que van decreciendo de tamaño según ganan altura. Los tres cuerpos se separan por dos entablamentos. Puede que tenga todo un significado salvífico haciendo alusión el primer cuerpo a los orígenes, el segundo a la iglesia militante y en el tercero al poder del pontificado.

El primer cuerpo corresponde a la puerta de entrada, decorada con bello plateresco en sus arquivoltas. A los lados un medallón que representa a Adán y las esculturas de san Jacinto de Polonia y santo Domingo de Guzmán. Al otro lado, las esculturas de san Francisco de Asís y santa Catalina de Siena y el medallón con la efigie de Eva. En las enjutas del arco se hallan los medallones de Moisés y Elías.

El segundo cuerpo está dedicado al titular de la iglesia, san Esteban con el magnífico relieve de su martirio. El relieve está firmado en la piedra sobre la que san Esteban apoya su mano (Ioannes Antonius Ceronius Comensis fecit 1610). A los lados del relieve las esculturas representan de izquierda a derecha a santo Tomás de Aquino y san Andrés, san Juan Bautista y san Pedro Mártir. En las enjutas del arco que forma el relieve y en el centro hay tres medallones que representan a Job, Salomón y Abraham con su hijo Isaac.

El tercer cuerpo en la parte superior centra la atención en el Calvario. A los lados, las pilastras son sustituidas por columnas abalaustradas. Las esculturas representan a san Gregorio Magno, san Pedro, san Pablo y san León Magno. Los medallones de las enjutas representan a san Pedro y san Pablo. Rematando este cuerpo se halla el Padre Eterno bendiciendo.

La plaza esta bordeada con un pretil. El puentecillo lo construyeron los frailes para salvar las aguas del arroyo de santo Domingo, siendo fray Domingo de Soto prior. Al cruzar el puente se encuentra la estatua que la ciudad de Salamanca erigió a la memoria de fray Francisco Vitoria. 

 


2.3 La Iglesia

La iglesia de san Esteban tiene planta de cruz latina y una sola nave. Desde el crucero a los pies es de estilo gótico tardío, pero el crucero, cimborrio y presbiterio son de estilo renacentista.

Su construcción la comenzó el arquitecto Juan de Álava en 1524 y fue seguida por Fray Martín de Santiago a quien sucedió Rodrigo Gil de Hontañón, siendo consagrada en 1610.

La iglesia sigue el modelo tipológico de la iglesia de predicación. El presbiterio o cabecera tiene un gran desarrollo poco habitual[3]. El púlpito al inicio de la nave tenía la unción de que el predicador dominaba con la vista y con la voz toda la asamblea. Tiene planta de cruz latina y una sola nave, con el coro elevado sobre un arco escarzano a los pies de la iglesia. Presenta una nave única con capillas laterales entre los contrafuertes y crucero marcado en altura. La cabecera tiene un gran desarrollo. El tipo de bóveda es de los más complicados que se hayan diseñado. Se usa un combado circular en torno a la clave central dibujándose alrededor seis arcos conopiales de distinta anchura. Las claves de las bóvedas se decoran con medallones.

La iglesia combina diversos estilos debido a que la construcción se prolongó durante ochenta y cuatro años. Sin embargo, el gran mérito fue que los diversos artistas que intervinieron supieron conjugar armónicamente los diversos estilos dando unidad al conjunto. Los estilos presentes son el gótico tardío desde el crucero a los pies, y el renacentista que abarca el crucero, el cimborrio y el presbiterio. Las mismas bóvedas, aunque nervadas y complicadas, varían en la parte superior de formas góticas a los pies de las ménsulas de diseño renacentista. Mide 14,50 m de anchura, 27 m de altura en la nave y 44 m en el cimborrio. El cimborrio es recorrido por un andén sobre el que se levanta el cuerpo de luces con tres vanos flanqueados por medallones.

El mecenas de la iglesia fue el cardenal fray Juan Álvarez de Toledo, hijo de los segundos duques de Alba. La iglesia la comenzó Juan de Álava en 1524, luego pasó a fray Martín de Santiago y finalmente a Rodrigo Gil de Hontañón que la finalizó en 1610.



2.3.1 El Retablo mayor

El retablo mayor de la iglesia es obra de José Benito Churriguera y realizado entre 1691 y 1693 por encargo de fray Pedro Matilla[4].  Puede decirse que es la joya artística más tardía de la iglesia. El convento hubo de esperar hasta finales del s. XVII para poder hacer esta magna obra.[5]

El tema en torno al cual se desarrolla toda la iconografía del retablo es la Eucaristía. En el centro puede verse el expositorio del Santísimo Sacramento, que está rodeado por seis enormes columnas salomónicas por las que trepan parras de grandes hojas y racimos, en alegoría a la sangre de Cristo.[6] Entre estas columnas están situadas dos esculturas que representan a santo Domingo de Guzmán y san Francisco de Asís. En la parte superior del retablo destaca un cuadro que muestra el Martirio de san Esteban. El cuadro fue obra póstuma del pintor Claudio Coello realizado en 1693. San Esteban se encuentra vestido de dalmática, arrodillado, mirando al cielo, mientras los personajes le apedrean. A la derecha están los espectadores entre los que destaca Saulo (futuro San Pablo) que guarda las ropas. Por encima de la escena del martirio dos mujeres representan la Caridad y la Fe. A la derecha sube el protomártir hacia la Trinidad que remata el cuadro. Dos ángeles portan la corona y la palma de martirio.

El retablo, que remata la cabecera de la iglesia es de grandes dimensiones. El tabernáculo monumental, con estructura en forma de templete, es el centro de la composición. Entre los motivos que aparecen, sobre el tabernáculo hay un pabellón de tela encolada corrida por ángeles. A los pies del tabernáculo hay dos ángeles en posturas muy gráciles y dinámicas. Triunfan las columnas salomónicas gigantes de orden colosal. Presenta el dinamismo propio del Barroco y sirvió de modelo para el resto de retablos barrocos del tipo llamado churrigueresco. Sin embargo, la decoración es contenida y no lo inunda todo. Se introduce el estípite, siendo esta una de las primeras veces que aparece. Todo está dorado y recubierto de profusa decoración, dando lugar a uno de los más monumentales retablos barrocos españoles.[7]

El primer cuerpo. Seis grandes columnas salomónicas, recubiertas de decoración vegetal, recorren el primer cuerpo, en cuyo centro se halla el tabernáculo central concebido como un templete, flanqueado por un par de columnas a cada lado; entre estas y las de los dos de los extremos se encuentran dos hornacinas que dan cobijo a las esculturas de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, atribuidas al autor del retablo.

El segundo cuerpo tiene como centro y remate una pintura de Claudio Coello cuyo tema es el martirio de San Esteban. El martirio refuerza así el sentido eucarístico de Cristo. A los lados aparecen de nuevo dos ángeles sobre volutas. Es la sensación de comunión con los santos y la iglesia celeste.

 


2.3.2 Los retablos laterales del Crucero

Los discípulos de Churriguera construyeron dos retablos a ambos lados del mayor. El de la izquierda está dedicado a santo Domingo de Guzmán y el de la derecha a santo Tomás de Aquino.

El retablo de la izquierda se inició en 1702 por Pedro Bachiller y su terminación se llevó a cabo por Joaquín Churriguera. En el retablo hay una magnífica escultura de santo Domingo obra de Salvador de Carmona. Representa la iconografía típica del fundador de los dominicos con el perro, el báculo patriarcal y un libro. El cuadro superior representa la aparición de santo Domingo en Soriano, atribuido a Manuel Petit de 1705, representa a santo Domingo y san Francisco en oración. En frente de este retablo hay un gran cuadro de la escuela de Rubens que representa a Jesús camino del Calvario.[8] En el cuadro se aúnan tres escenas: Cristo con la Cruz, una de las caídas y la escena de la Verónica.

El retablo de la derecha está dedicado a santo Tomás de Aquino y es obra total de Joaquín Churriguera. La escultura del santo es de José Larra Domínguez y el cuadro de Antonio Palomino. El cuadro representa la gloria de santo Tomás. En el ático se representa al santo acompañado de san Agustín también obra de Antonio Palomino. Enfrente de este altar hay un cuadro anónimo del s. XVII que representa la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Al lado de la bella portada renacentista que da acceso al claustro de las Procesiones, dedicada a san José, hay otro gran cuadro, que representa el coloquio de Jesús con la Samaritana.[9] 

 


2.3.3 La Capilla del Rosario

Está situada junto al retablo dedicado a santo Domingo. Es obra de José Churriguera y llama la atención por el magnífico fresco que Antonio de Villamor pintó, entre 1717 y 1718, sobre el arco de la capilla y que representa la Coronación de la Virgen. El retablo lo diseña Churriguera teniendo por centro un camarín que acoge la imagen de la Virgen del Rosario.

La imagen de la Virgen del Rosario fue regalada por el Papa Pío V. El gran fresco que está sobre el arco triunfal que cobija esta capilla, representa el misterio de la Coronación de la Virgen. En su interior figuran los quince misterios del Rosario, mientras que en el exterior del arco se representa la coronación de la Virgen.[10]

La devoción a la Virgen del Rosario va unida desde el principio a los frailes Dominicos. No olvidemos que los Dominicos son sus predicadores y propagadores. Ni capilla del Rosario ni cofradía podían faltar en convento alguno. Luego más tarde se incorpora un pequeño altar con Nuestra Señora de la Virgen de Fátima.

 


 

2.3.4 Las capillas laterales

Las capillas laterales estás unidas por atajos que permiten el acceso entre las mismas sin interrumpir el culto. Las capillas de la nave al lado de la epístola, conservan los retablos pétreos originales de estilo plateresco, consistentes en un arco de medio punto apoyado en pilastras y medallones en las enjutas. Fueron proyectados y realizados por fray Martín de Santiago.

Las capillas laterales se fueron dedicando a la función funeraria de familias salmantinas benefactoras. La segunda corresponde a la familia fray Lope Hernández de Paz, caballero de la Orden de San Juan, quien se construyó un túmulo con su bulto. De piedra policromada. El centro se corona con una pintura al fresco de la Virgen con el Niño del s. XVI.

La capilla tercera, cubierta de pinturas al fresco realizadas por Antonio Villamayor. Recogen escenas de la Pasión de Cristo crucificado, la Virgen y san Juan. En esta capilla hay un Calvario con un Cristo crucificado, la Virgen y San Juan de factura gótica en madera policromada. Este calvario responde al viejo convento y es uno de los más preciados vestigios. En esta capilla esta la entrada al confesionario de santa Teresa. Se dice que la santa antes de confesarse prepara la confesión ante la imagen de este Cristo crucificado.

También merece destacar el púlpito realizado en piedra. Es obra también de José Churriguera. La pieza de piedra policromada tiene la base de águila, símbolo de san Juan Evangelista.

Es también interesante la imagen de a Anunciación que se encuentra hacia la mitad de la nave. La Virgen en un pilar del lado del Evangelio y el ángel, enfrente, del lado de la epístola. Son dos deliciosas esculturas, realizadas por fray Martín de Santiago, colocadas a la usanza gótica. 




2.3.5 El coro

El coro se encuentra en la parte superior de la iglesia. Antiguamente era el lugar donde se reunían los frailes para orar. Se accede a él por una bella puerta de fina decoración presidida por el escudo del cardenal fray Juan Álvarez de Toledo, el mecenas promotor.[11] La obra del coro fue posible gracias a la generosidad de algunos hijos del convento, que a la sazón eran obispos. Las crónicas destacan la ayuda de Fray Juan de Epila, de fray Pedro de Tapia y fray Francisco Araujo Ferrrer, quien en señal de agradecimiento se le permitió que sus restos descansaran en el coro.[12]

La sillería, de estilo clasicista, es obra de Alonso de Balbás y fue concluida en 1655. En la crestería y en las misericordias, que son las partes más decoradas, trabajó el tallista Juan de Mondravilla. A él se debe también el enorme facistol o atril que hay en medio del coro. Esta es una pieza fantástica, no solo por sus dimensiones, sino también por la ejecución de la talla. Es obra también de Juan Mondravilla y lo realizó en 1656. El facistol permitía a los frailes seguir los cantos en los grandes libros corales. El atril es giratorio, para que el encargado de los libros pudiera ir preparando los cantos siguientes y con un giro quedaran a la vista de los frailes. Se remata con un tabernáculo que cobijaba una pequeña escultura policromada de san Vicente Ferrer, que se conserva en el convento.

Destaca en el coro la enorme pintura en fresco "La Iglesia Militante y Triunfante y el Triunfo de la Iglesia", de Antonio Palomino realizado en 1705.[13] La parte inferior del fresco está dedicada a la iglesia militante, representada por una mujer vestida de pontificial que va montando en una carroza. A su lado está santo Tomás de Aquino. Avanzando un poco más en la carroza están representadas simbólicamente las cuatro virtudes cardinales: la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia. Después vienen las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad. Pisoteados por los caballos blancos y negros hay tres personajes que representan a la ignorancia, el error y la herejía. Bajo las ruedas de la carroza están representados por animales, los siete pecados capitales: el oso (la ira), el avestruz (la gula), el pavo (la soberbia), el lobo (la avaricia), la cabra (la lujuria), el perro (la envidia) y la tortuga (la pereza). En la parte superior está representada la iglesia triunfante, presidida por la Trinidad. Entre los numerosos santos destacan principalmente las figuras de la Virgen María, de santo Domingo de Guzmán, de san esteban, de san Juan Bautista y de san Antonio de Florencia. El autor firmó su obra en las dos ruedas de la carroza: Regis Pictor, Antonius Palomino fecit. 

 


2.4 El claustro de Procesiones o de los Reyes

Al claustro se accede por la portería. Esta es una estancia amplia y abovedada obra del cantero Pedro Gutiérrez realizada entre 1591 y 1592. Tras la exclaustración hubo que rehacer la bóveda. Al frente de la puerta hay una hornacina de la Virgen con el Niño. Esta recordaba a los frailes que volvían de la calle que la Virgen les protegía y amparaba.

El claustro de orden binario es de dos plantas. Por cada vano inferior se corresponde un doble arco en la parte superior. La parte inferior es más pesada porque está articulada con contrafuertes que soportan la bóveda de crucero heredada de Juan de Álava. La parte inferior se creó para la celebración de procesiones y la superior para el uso más privado de los frailes.[14] El claustro es pieza principal del convento. Desde ella se accede al resto de las dependencias. Como era costumbre está orientado al mediodía de la iglesia.[15] En cada una de las esquinas del claustro se abre una puerta, cuatro en total, entre las que destaca la puerta de acceso a la escalera de Soto. Siguiendo la usanza de los claustros medievales, sus cuatro ángulos acogen escenas de la vida de Cristo esculpidas en altorrelieves con una columnilla en la esquina. Las escenas que representan son la Anunciación, el Nacimiento de Cristo, la adoración de los Reyes y la Presentación de Jesús en el Templo. Al entrar en el claustro la primera escena que se ve es la Anunciación como entrad al misterio de Cristo.

El claustro principal, denominado de Procesiones o de los Reyes, es obra de Fray Martín de Santiago, religioso del convento. La obra se inició hacia 1528 y se acabó en 1544.

 


En la planta baja mezcla elementos góticos y renacentistas. La planta baja está hermosamente decorada, con 20 grandes arcos renacentistas tratados al estilo gótico tardío, una fabulosa bóveda de crucería, medallones que representan a profetas del Antiguo Testamento y hornacinas que muestran la infancia de Jesucristo.

Los arcos que lo separan del jardín son de medio punto, renacentistas, aunque tratados al estilo gótico ya que están divididos por tres maineles. Las bóvedas de sus cuatro crujías son de crucería, características del gótico. En el centro del jardín se levanta un templete. Hay también varias puertas barrocas del s. XVII así como vestigios del antiguo claustro de los s. XIII y XIV.

En el ala este se halla la puerta de entrada a la antigua capilla de enterramiento de los Ávila Carvajal y en el ala norte la entrada al confesionario de santa Teresa. En este confesionario confesaba la santa con fray Domingo Báñez. La entrada al confesionario se hacía por la iglesia a través de la capilla tercera lateral izquierda.

 




 

En la planta alta la cubierta es un sencillo artesonado de madera, abriéndose las galerías mediante cuarenta arcos de medio punto, que descansan sobre pilastras cuyos capiteles están decorados con grutescos y otros motivos. Sus 40 arcos de medio punto descansan sobre pilastras de sección cuadrada. Los capiteles se decoran con esculturas de inspiración clásica. El exterior está decorado con medallones en los que están representados guerreros, monjes y alguna mujer. Las pilastras se rematan con putti, Hércules y Venus de cuerpo entero que portan florones y otros objetos. La decoración del ala este es mucho más sencilla debido a que se derrumbó en 1591.

En esta parte superior encontramos arcos de medio punto, cuyos capiteles están decorados con elementos de corte renacentista y con distintas figuras religiosas. Entre los arcos de medio punto se ubican una serie de medallones con los bustos de profetas del Antiguo Testamento. 

 


2.5 Las Salas Capitulares

El Capítulo o sala capitular es el lugar donde los dominicos se reúnen para tomar decisiones de forma democrática, como forma de mantener unida la comunidad.

El convento cuenta con dos salas capitulares: el Capítulo Antiguo, que se utilizó desde la construcción del convento hasta 1634 y el Capítulo Nuevo, que se usó a partir de esa fecha.               

 

     



 

El Capítulo antiguo, oscuro, modesto y austero, data del s. XIV, con obras en los siglos siguientes, es llamado también Panteón de los Teólogos. Antiguamente tenía dos partes separadas por una reja a distinto nivel. La parte más elevada era la capilla, era donde se enterraron los más destacados miembros del convento, como Francisco de VitoriaDomingo de Soto, Pedro de Sotomayor, Mancio de Corpus Christi, Bartolomé de Medina y otros. En la parte más baja se enterraban los demás religiosos y en los bancos adosados a sus paredes tomaban asiento los frailes en sus reuniones. La techumbre, del s. XV, es un artesonado de madera muy sencillo.

En este Capítulo Antiguo se puede ver todo lo que queda de la sala Capitular Antigua. En ella se reunía la comunidad para tratar democráticamente los asuntos conventuales. Servía además para el “capítulo de culpas” (acusación de las faltas públicas de los frailes) y para que el prior dirigiera de manera oficial la palabra a la comunidad. Aquí parece deliberaron con Colón sobre su viaje a las Indias y el envío de misioneros a los nuevos territorios.




El Capítulo nuevo, más grande, monumental e iluminado que el antiguo, data del s. XVII, pareciéndose en su traza a la Sacristía, a la que se accede a través del arranque de la Escalera de Soto. Se entra en esta sala por una puerta de estilo barroco, enmarcada por pilastras estriadas, arquitrabe, friso y cornisa y rematada por un ático que contiene una hornacina con la escultura exenta de san Esteban. El interior es de traza similar a la Sacristía y se debe a los mismos arquitectos: Juan Moreno y Alonso Sardiña. La obra comenzó en 1627 y concluyó en 1634. Su mecenas fue fray Íñigo de Brizuela, obispo de Segovia.

Fue Fray Íñigo fraile de esta casa quien propuso dotar al convento de una Nueva Sala Capitular. La Nueva sala serviría para su enterramiento en 1629 y el de otros frailes. Una inscripción en latín reza: se durmió en el Señor. Los muros están concebidos para albergar cuadros y tapices. Van divididos en rectángulos verticales y horizontales. Los cuadros que ahora cuelgan corresponden a los más relevantes teólogos y frailes famosos por su virtud, ciencia o dignidad, son en su mayoría del s. XIX.



2.6 La Sacristía

La sacristía, situada junto a la iglesia, es muy amplia para permitir que muchos frailes se preparen de forma simultánea para la concelebración de la eucaristía.

Fue construida en el s. XVII. Su mecenas fue Fray Pedro de Herrera, catedrático de la Universidad de Salamanca, prior del convento y obispo de Canarias, Tuy y Tarazona, que está enterrado en esta sala, enfrente de su estatua orante.

Construida en el s. XVII bajo el mecenazgo de fray Pedro de Herrera Suárez, obispo de Tuy, por los arquitectos Alonso Sardiña y Juan Moreno. De gusto clásico, los muros están cubiertos por pilastras de orden corintio con frontones curvos y triangulares partidos rematados con pirámides. El friso superior está decorado con ménsulas y distintas alegorías. Alternan los triglifos y metopas con tarjetas y esculturas de alto relieve, sobre una enorme y airosa cornisa descansa la bóveda de medio punto, con lunetos y profundamente decorada.

El fundador construyó la sacristía para hacerla también lugar de su enterramiento. Así en una hornacina elevada en el lado izquierdo se encuentra su efigie orante en piedra policromada, obra de Antonio de Paz. Del mismo autor son las imágenes de la Asunción de la Virgen, San Pedro y San Pablo que se encuentran en el testero, presidido por un Cristo anterior conocido como Jesús de la Promesa. 


 

2.6 Escalera de Soto

Recibe tal nombre por haber sido costeada por el gran teólogo y confesor de Carlos V, fray Domingo de Soto. Esta escalera llama la atención por su técnica, totalmente innovadora y atrevida para la época de su construcción (mediados del s. XVI), ya que el tramo inferior sujeta todo el conjunto y sólo se apoya en los muros, sin descargar su peso sobre ellos. Es tal vez la primera escalera que se construyó siguiendo esta técnica revolucionaria. Los tres tramos visibles están decorados a base de casetones floreados. En el último tramo, hacia el interior, puede apreciarse un relieve de María Magdalena en piedra policromada, meditando sobre un libro y una calavera. La bóveda es de crucería, bastante plana, y arranca de ménsulas colocadas en las esquinas. Cada muro está decorado con medallones.

Se construyó entre 1553 y 1556 bajo el mecenazgo de Fray Domingo de Soto, cuando este era catedrático de la Universidad (pertenece a la Escuela de Salamanca) y confesor del emperador Carlos V, cuando este era prior del convento recién llegado del concilio de Trento. El autor fue el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón, que utilizó una técnica nueva y revolucionaria, puesto que solamente se apoya en los muros, en voladizo, sin otros soportes, creando un espacio bastante diáfano que parece sostenerse milagrosamente, y que permite el tránsito desde la parte baja del claustro a la parte alta. En esta parte superior se abren tres grandes arcos y ventanas góticas para su iluminación.



2.7 Sepulcro del III duque de Alba

Antes de llegar a la iglesia en el claustro de los Reyes se encuentra una capilla pequeña y estrecha que se le llama de Bonal. El nombre le viene de la familia de don Diego Bonal Maldonado, quien tenía su enterramiento en la primitiva iglesia. En la actualidad alberga el sepulcro del III duque de Alba. Don Fernando Álvarez de Toledo murió en Tomar, localidad próxima a Lisboa, el 11 de diciembre de 1582, a la edad de setenta y cuatro años. El cenotafio es obra de don Fernando Chueca Gotia realizado en 1984.

Sus restos fueron trasladados inicialmente a Alba de Tormes, donde fue enterrado en el convento de San Leonardo. En 1619 fueron trasladados al convento de San Esteban, en donde desde 1983 reposan en esta capilla de los Bonal que contiene su mausoleo y que fue costeado por la Diputación Provincial de Salamanca.[16]

La familia Alba estuvo muy vinculada al convento. No olvidemos que el mecenas y promotor de la nueva iglesia fue fray Juan Álvarez de Toledo hijo de los II duques de Alba. El nuevo templo tenía que manifestar la gloria de Dios y también de la casa de Alba. Tras la muerte del fraile promotor los frailes buscaron nuevos mecenas que pudieran rematar la obra. Esto se materializó a través de la misma casa ducal con el III duque de Alba.




3 Hitos del Convento de San Esteban

3.1. Colón

Uno de los personajes históricos más importantes que han pasado por el Convento de San Esteban es Cristóbal Colón, que viajó hasta aquí para entrevistarse con el prior del convento, Fray Diego de Deza, que era confesor de Isabel la Católica. Su propósito era conseguir que los Dominicos convencieran a la reina de que financiara su viaje a las Indias. El salón donde se realizaron estas conversaciones recibe el nombre de Salón de Profundis o de Colón y ha sido restaurado recientemente para su apertura al público.

Según la tradición, Colón se alojó en este convento (en realidad en el anterior, destruido para construir este) cuando fue a Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de llegar a las Indias navegando hacia Occidente. Hay que recordar sobre todo a fray Diego de Deza (protector de Colón, preceptor del príncipe Juan, obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla). En su tiempo se sitúa la venida de Cristóbal Colon a Salamanca y su estancia en el convento (hacia 1486-1487), donde encontró el apoyo que después le daría la Junta de Profesores salmantinos.

Fray Diego de Deza era preceptor del Príncipe Juan, fue obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla. Se convierte en el máximo protector de Colón,[17] cuando este llega a Salamanca y se aloja en el convento, (alrededor de 1467-1468). Tras largas deliberaciones el navegante encontró el apoyo de la Junta de Profesores salmantinos.

En el pórtico de entrada del convento hay una placa que reza: “A fray Diego de Deza gloria de la Orden de Santo Domingo y de la universidad de Salamanca, protector constante de Cristóbal Colón, la comisión provincial del IV centenario del descubrimiento de América”. 

 


3.2 La Escuela de Salamanca

El convento de San Esteban quedó consagrado desde el inicio como centro de estudio y de docencia de la Teología. Como dijimos ya en 1299 se establece el Estudio General de los Dominicos. La enseñanza principal en la Universidad en el s. XIII era la de leyes. La Teología entra a partir del s. XIV. El Papa Benedicto XIII la dotó de cuatro cátedras. Dos de ellas las regentarían los dominicos de San Esteban.

Ya en la segunda mitad del s. XIV y primera del XV encontramos grandes figuras como fray Juan de Castellanos, fray Gonzalo de Alba, fray Juan López de Salamanca, fray López de Barrientos, fray Juan de Torquemada y fray Álvar de Osorio. Es esta época cuando san Vicente Ferrer vive en el convento y predica en la ciudad.[18]

A finales del s. XV, superados los males de la claustra que había originado la Peste Negra,[19] el convento inicia una época de gran esplendor. Es en el s. XVI cuando la universidad salmantina, de la mano de los grandes teólogos de San Esteban, la denominada Escuela de Salamanca adquirió su máximo esplendor.[20] Durante la Contrarreforma fue un importante centro donde se forjaron los padres dominicos que fundaron la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria a la cabeza, y prestó ayuda a Santa Teresa de Jesús y a San Ignacio de Loyola.

En el siglo XVI la universidad salmantina, de la mano de los grandes teólogos de San Esteban, adquirió su máximo prestigio. El más sobresaliente de todos sus Maestros fue fray Francisco de Vitoria (1483-1546), iniciador de la «Escuela de Salamanca», creador del Derecho Internacional y defensor de los derechos humanos, que aplicara a los indígenas de América en sus famosas Relecciones. Junto a él destaca fray Domingo de Soto (1495-1560), preclara inteligencia y teólogo principal en el concilio de Trento.

Fray Francisco Vitoria destaca como una figura insigne con sus famosas Relecciones. Junto a él despuntan otros discípulos como fray Domingo de Soto que será uno de los teólogs principales del concilio de Trento.

La nómina de maestros, catedráticos y obispos de este convento sería muy larga: el cardenal fray Juan Álvarez de Toledo, Melchor Cano, Juan de la Peña, Bartolomé de Carranza (arzobispo de Toledo), Diego de Chaves, Pedro de Sotomayor, Bartolomé de Medina, Mancio de Corpus Christi, Antonio de Hontiveros, Domingo Báñez, Pedro de Herrera, Francisco Araujo, Bartolomé de Medina, Pedro de Herrera, etc.



3.3 San Esteban y la Evangelización de las Américas y Filipinas

La rica historia de San Esteban se completa con la aportación a la Evangelización de las tierras de América y Filipinas. En el año 1509, los frailes de este convento decidieron comprometerse en la tarea misionera de las nuevas tierras descubiertas de América. A él pertenecían los primeros dominicos que llegaron a la isla de La Española a mediados de septiembre de 1510.

Allí predico fray Antón Montesinos, el 21 de diciembre de 1511, el primer sermón en defensa de los derechos de los indios –«Estos, ¿no son hombres?»–, contra la opresión a que eran sometidos por los encomenderos. A este grupo se uniría el clérigo encomendero Bartolomé de Las Casas, que, convertido por la predicación de Montesinos, se haría dominico en su mismo convento de La Española.

En la parte alta del claustro de los Reyes han recogido una frase en su muros que dice: “El pensamiento y la acción de los dominicos de San Esteban en América mostraron que la lucha por la libertad y la dignidad de todos los pueblos es el camino hacia la Verdad. Y el único medio: la Palabra”.

La evangelización de Filipinas fue más tardía, no comenzó hasta 1565. El primer obispo de lslas, nombrado en 1565, fray Domingo de Salazar, era hijo de este convento. A finales del s. XVI había ya en Filipinas un centenar de dominicos, de los que más de treinta procedían de San Esteban.

Como en América una de sus preocupaciones fueron los estudios, en 1619 el Papa Paulo V y en 1623 el rey Felipe IV concedieron autorización para erigir la universidad de Sant Tomás y dar grados en ella. La universidad fue la primera en toda Asia y desde entonces fue uno de los centros católicos más florecientes del Extremo Oriente.[21]




3. 4 Los Beatos mártires

Profesaron en este convento los Beatos Juan Martínez Cid de Santo Domingo y Alonso Mena, mártires en Japón. Durante la guerra civil de 1936 fue asesinado en Asturias un profesor de este convento que se hallaba en vacaciones. Se halla iniciado el proceso de su beatificación.

En una de las capillas laterales de la iglesia se recogen los cuadros de los beatos obra del pintor Ricardo Miguel Miñambre y las reseñas de los beatos mártires del convento de San Esteban:

Beato Fray Juan Martínez Cid, nacido en Manzanal de los Infantes, Zamora, en 1577. Profesó en San esteban el 24 de diciembre de 1594. Se embarcó para Filipinas en 1601, llegando a Manila el 30 de abril de 1602. Fue enviado a fundar misión en Corea pero hubo de quedarse en Japón, donde fue hecho prisionero el 13 de diciembre de 1618. Murió en la cárcel de Omura el 19 de marzo de 1619. Su cuerpo fue quemado y descuartizado y luego arrojado al mar. Fue beatificado el 7 de julio de 1867.

Beato Fray Alonso de Mena Navarrete, nacido en La Rioja, Logroño, el 3 de febrero de 1578. Profesó en San Esteban el 23 de marzo de 1594. Se embarcó para Filipinas en 1601, llegando a Manila el 30 de abril de 1602. Fundo misión en Japón y trabajó infatigablemente hasta el año 1619, en el que fue apresado. Pasó por las cárceles de Nagasaki, Suquinoxima y Omura. El 10 de Septiembre de 1662 fue quemado vivo. Fue beatificado el 7 de julio de 1867.

Beato fray Raimundo Joaquín Castaño González, nacido en Mieres, Asturias, el 20 de agosto de 1865. Profesó en Coria el 5 de noviembre de 1881. Fue ordenado sacerdote en Vitoria, el 21 de septiembre de 1889.Fue profesor de francés en Vergara, prior de varios conventos, predicador general y traductor. Siendo fraile de San esteban, atendía el monasterio de monjas de Quejana, Álava, donde fue apresado. Trasladado a Bilbao junto con el P. Raimundo Castaño fueron fusilados en la madrugada del 13 de octubre de 1936. Fue beatificado el 13 de octubre de 2013.

Beato fray José María Palacio Montes,nacido en Bimenes, Asturias, el 9 de noviembre de 1901. Profesó en Corias el 11 de noviembre de 1917. Ordenado sacerdote el 6 de junio de 1925. Fue profesor en San esteban desde 1932. El verano de 1936 fue a su tierra de vacaciones y buscando recuperar la salud. Allí fue apresado y asesinado en Sama de Langreo el 31 de agosto de 1936.Fue beatificado el 28 de octubre del 2007.

Beato fray Vidal Luis Gómara, nacido en Monsagro, Salamanca, el 3 de noviembre de 1892. Profesó el 9 de agosto de 1908. Fue ordenado sacerdote el 18 de diciembre de 1915. Fue escritor y encargado del Santuario de Nuestra Señora Peña de Francia. Estando de viaje en Madrid, al volver para Salamanca, cedió caritativamente su billete a una persona que tenía que hacer el viaje urgentemente y no había billetes. Ya no pudo salir de Madrid. Allí fue apresado y conducido a la cárcel Modelo. Fue ejecutado en Paracuellos, Madrid, el 18 de noviembre de 1936.Fue beatificado el 28 de octubre del 2007.

 


 

4 Instituciones

4.1 La Escuela de Teología

Los dominicos vinieron a Salamanca en 1222 atraídos por la fundación de su Universidad, erigida en 1218. La Orden Dominicana tiene Estudio General de Teología en el convento de San Esteban desde el año 1299.

Cuando finalmente, en 1381, se organizó en la Universidad de Salamanca la Facultad de Teología por el cardenal Pedro de Luna (futuro Benedicto XIII), éste contó con la ayuda de dos centros teológicos importantes: los Estudios de San Esteban y de San Francisco. No es necesario extenderse mucho para decir que los dominicos estuvieron presentes con toda dignidad y eficacia en la Facultad de Teología de la Universidad por su profesorado y alumnado, y por la contribución de su Colegio de Teología, a lo largo de los siglos.

Teniendo en cuenta este compromiso histórico del Estudio de San Esteban con la Teología, por concesión de S.S. Pío XII, la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades de Estudios erigió dicho Centro en Facultad de Teología el 15 de noviembre de 1947, con derecho a conferir grados académicos a los miembros de la misma Orden, según las normas de la Constitución Apostólica Deus scientiarum Dominus y las Ordenanzas anejas y los estatutos de la Facultad.



4.2 Facultad de Teología

En el Convento tiene su sede la Pontificia Facultad de Teología de San Esteban, fundada en 1947, heredera del Estudio General de Teología que naciera en San Esteban en 1222. Actividades de la Facultad son las Conversaciones de San Esteban, la Escuela de Teología San Esteban y la Escuela de Teología en Internet Santo Tomás de Aquino.  Además, cuenta con su propia editorial, la Editorial San Esteban.

La Congregación para la Educación Católica decretó el 4 de octubre de 1972 la integración del Primer Ciclo de la Facultad de Teología San Esteban en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, abierto a religiosos, clérigos y laicos, con el nombre de «Instituto Teológico de San Esteban», teniendo el carácter de Centro Superior que imparte el Primer Ciclo de la Facultad de Teología. Había precedido la conformidad dada por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades en su Acta de la reunión celebrada los días 27 y 28 de abril de 1972 para la integración del Primer Ciclo.

Interrumpida la docencia del Ciclo Institucional o Primer Ciclo al finalizar el año académico 2005-2006, el Instituto Teológico continúa, no obstante, vinculado institucionalmente a la Universidad Pontificia de Salamanca.

Los Ciclos segundo y tercero de la Facultad San Esteban permanecen reservados a los miembros de la Orden de Predicadores, de acuerdo con su erección (1947), y conforme a la Congregación para la Educación Católica. Su Gran Canciller es el Maestro General de la Orden de Predicadores. La nueva configuración de estos Ciclos, así como la metodología adoptada en estos últimos años, de carácter tutorial, han sido sancionadas favorablemente por dicha Congregación, con la aprobación de los nuevos Estatutos, con fecha del 10 de mayo de 2005. La renovación de los Estatutos está fechada el 20 de noviembre de 2010.

Los títulos de Licenciatura y Doctorado, expedidos por la Facultad, son convalidados a efectos civiles por el Ministerio español de Educación, por Real Decreto de 13 de enero de 1995.

 


4.3 Cofradías

San Esteban es también sede canónica de la Hermandad Dominicana del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, cofradía que realiza su desfile penitencial en la Semana Santa salmantina la madrugada del Viernes Santo, y de la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre de Dios del Rosario y San Pío V, hermandad de gloria reorganizada en el año 2009, tras años de inactividad, que cuenta con una rama penitencial.[22]

Tras largos años de espera, la Cofradía del Rosario recibió una carta del obispo de Salamanca, Carlos López, en la que ha erigido canónicamente a la Cofradía Penitencia del Rosario por Decreto de 16 de junio de 2019.

De igual modo, se han aprobado los estatutos de la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre De Dios del Rosario, nazarenos de Ntro. Padre Jesús de la Redención en la Institución de la Sagrada Eucaristía, María Stma. del Dulce Nombre, San Juan Evangelista y San Pío V.

Así, la cofradía podrá sacar en procesión al Cristo de la Redención por las calles de Salamanca en Semana Santa. La idea de esta hermandad es que también pueda salir una Santa Cena, la primera en Salamanca, una obra que han encargado al escultor José Antonio Navarro Arteaga.




4.4 Museo San Esteban

Este museo ocupa el lugar donde estaba la biblioteca del convento. Alberga una interesante colección de objetos religiosos. Se accede a él por una puerta, sobre cuyo dintel figura la inscripción: Biblioteca, porque era en efecto la biblioteca antigua. La puerta es de finales del s. XVII. Ocupa todo el espacio alto de la portería y se levantó sobre ella entre 1683 y 1704. Gran parte de la obra la sufragaron fray Pedro de Godoy y fray Clemente Álvarez. El Museo fue inaugurado el 28 de enero de 1993. La primera sala está dedicada a la pintura. En la sala principal se recogen distintas estatuas y distintas vitrinas con objetos de mucho interés. Por ejemplo, la Biblia de san Vicente Ferrer, sobre ella oró y predicó el santo dominico.



4.5 La Biblioteca

Cuando fueron expulsados los dominicos, en 1835, la biblioteca tenía cerca de 6.000 volúmenes, que en parte se trasladaron a la Universidad en 1836. La Biblioteca del Convento de San Esteban se remonta a la fundación de dicho convento en el siglo XIII. Los fondos de la actual biblioteca están constituidos por obras que abarcan desde el siglo XVI hasta hoy. Es una biblioteca conventual, pero que presta sus servicios a la Facultad de Teología de San Esteban. El objetivo del Servicio de Biblioteca es facilitar el acceso a la información científica contenida en las publicaciones y documentos de los fondos propios.



4.6 La editorial San Esteban

Fundada en 1964, la editorial San Esteban es en la actualidad la editorial de la Provincia de España. Su catálogo contiene ya algo más de 300 títulos. Los sectores en los que actualmente se distribuyen sus ediciones se refieren a los campos siguientes: los estudios históricos y las ediciones críticas de clásicos de la Escuela de Salamanca; la Familia Dominicana; la filosofía y las ciencias humanas; la reflexión teológica y otras obras.

En estos momentos, la Editorial San Esteban edita las siguientes revistas:

  1. Ciencia Tomista (cuatrimestral de Teología)
  2. Estudios Filosóficos (cuatrimestral de Filosofía)
  3. Archivo Dominicano (anuario de Historia)
  4. Vida Sobrenatural (bimestral de Espiritualidad)

  


5 La vida de la comunidad

En la zona no visitable actualmente por estar reservada a la comunidad existen dos claustros más. El primero de ellos, conocido como «claustro de Colón», es denominado así porque según la tradición fue aquí donde el descubridor conferenció con los frailes sobre sus proyectos. Data de fines del si. XV, pero su trazado es sencillo, con arcos de medio punto que descansan en capiteles robustos y simples; cuenta con un ventanal barroco en el fondo. El otro claustro, llamado «claustro de los Aljibes», presenta arcos rebajados y una austeridad decorativa marcada por los espacios vacíos y las superficies lisas que contrasta con la exuberancia decorativa presente en otras partes del monumento.

 


5.       Conclusión

Los Dominicos han sido y siguen siendo una lumbrera de espiritualidad y pensamiento para nuestro mundo moderno. Muchas son los eventos que los padres dominicos organizan en el convento. Quiero como ejemplo destacar el ciclo de conferencias tituladas “Conversaciones de San Esteban”. Las “Conversaciones de San Esteban” nacen en 1972 y ofrecen un espacio de reflexión y diálogo abierto entre la fe, la cultura y la vida. Se intenta la inteligencia de los temas actuales; el discernimiento de los signos de los tiempos; el enfoque teológico de la realidad histórica. Después de esta larga andadura, las “Conversaciones de San Esteban” se han convertido en uno de los foros de diálogo cultural interdisciplinar de Salamanca, como atestigua cada año el numeroso público asistente.

El 11 de Febrero en el Aula Magna del convento de San Esteban, se desarrolló la XLVIII Conversación pronunciada por el Padre Jorge Luis Álvarez Álvarez, profesor de la Facultad de Teología, bajo el título “El humanismo de la Escuela de Salamanca. Pensamiento en y para un mundo en transición”.[23]

Tuve el privilegio de acudir y en la exposición pude apreciar el intento de profundizar en nuestro legado histórico de los grandes pensadores de la Escuela de Salamanca y su influencia en el nuevo humanismo y en el pensamiento alternativo de la modernidad. Estos teólogos vivieron en su tiempo el reto de conjugar la fe y la cultura y fueron profetas de una renovación al interno de la Iglesia, fueron capaces de responder a los retos de su tiempo. También en la época presente estamos asistiendo a un cambio epocal y una revolución del saber. Vivimos bajo la apatía de un pensamiento débil que solo contempla lo instantáneo e inmediato en un desacerbado consumismo y materialismo. Se necesita una integración entre fe y cultura, pensar no solo desde la razón sino desde la fe y dialogar con nuestro mundo contemporáneo de hoy.

 


Bibliografía

J.L. Espinel, O.P.- San Esteban de Salamanca. Historia y guía (siglos XIII-XX). Salamanca, Editorial San Esteban, 1995.

García-Serrano, Francisco (1997). Preachers of the City. The Expansion of the Dominican Order in Castile (1217-1348) (1ª edición). New Orleans: University Press of the South. ISBN 1-889431-02-8.

Lázaro Sastre Varas, O.P.- Convento de San Esteban. Arte e historia de los Dominicos. León, Edilesa, 2001.





 

 





[1] Las obras que destruyeron fueron sobre todo del Claustro de los Reyes, algunas columnas, rejas de capillas y claustro. También se apoderaron de casi todos los objetos de oro y plata que tenía el convento.

[2] Esto sirvió para una parcial restauración que afectó sobre todo a las zonas utilizadas como museo.

[3] Diríamos que el modelo responde a una iglesia macrocéfala porque así fue el deseo de su mecenas fray Juan Álvarez de Toledo. En un principio su idea era colocar el coro de los frailes en este espacio, idea que no llegó a realizarse.

[4] Pedro Matilla era prior del convento y confesor de Carlos II.

[5] Fray Pedro de Matilla, hijo de este convento, entró en contacto con José de Churriguera que estaba en Salamanca encargado de la última fase de construcción de la Catedral Nueva y accedió alencargo para realizar el retablo mayor.

[6] Todo se centraba en enaltecer el Sacramento eucarístico. Cuando no había exposición el baldaquino permanecía cerrado por medio de una tramoya, que estaba proyectada con puertas, pero que luego quedó en un lienzo.

[7] Churriguera dejó el retablo sin dorar, puesto que este quehacer no le correspondía a él. Tuvieron que pasar 45 años para que la comunidad pudiera hacer frente a sus gastos. Finalmente se doró entre 1739 y 1740. El contrato estipulaba que se debía hacer con el mejor oro limpio, de buen color y cuerpo, sin mezcla ninguna de otros metales. Una vez dorado, se había de bruñir para que no dejase ninguna sombra. El 19 de junio de 1740 se hizo una gran fiesta litúrgica para celebrar la colocación del Santísimo en el retablo completamente acabado.

[8] Se trata de una obra de tendencia flamenca del s. XVII donde se ve la influencia de Rubens. Es una copia del cuadro que Rubens realizó para la Abadía de Afflighen.

[9] Se trata de una buena copia del homónimo de Alessandro Allori, que está en los Dominicos de Florencia.

[10] La Virgen del Rosario está muy asociada a la Orden Dominicana. Cabe señalar que es santo Domingo el que divulga el rezo del santo Rosario.

[11] Fray Juan Álvarez de Toledo fue hijo de los II Duques de Alba. Estudió en el convento de San Esteban y fue profesor. Fue nombrado luego obispo de Córdoba y arzobispo de Burgos. Nombrado cardenal se trasladó a Roma. Tuvo siempre el sueño de construir la iglesia nueva en Salamanca. Así lo hizo colocando la primera piedra el 29 de junio de 1524.

[12] Su cuerpo descansa en una arqueta que está sobre la puerta del lado del Evangelio.

[13] Esta composición está inspirada en una obra de Rubens titulada el Triunfo de la Iglesia que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.

[14] El nombre de claustro de las Procesiones proviene de las historias del convento por ser el lugar donde la comunidad celebraba las procesiones.

[15] El claustro de los Reyes ocupa el espacio del primitivo claustro de los s. XIII y XIV.

[16] Noticia de la traslación del cuerpo del Duque de Alba, op. cit., vol XXXV, pag. 361. Rosell, María del Mar. Traslado definitivo de los restos del gran duque de Alba a un mausoleo de Salamanca. El País. Edición impresa. 26 mar 1983. En el traslado, asistieron la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y su segundo esposo, Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, sus hijos -el duque de Huéscar Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y FernandoCayetano y Eugenia Martínez de Irujo-, además de otros miembros de la familia, de casas nobiliarias, el autor del mausoleo, los alcaldes de las que fueron villas ducales de Salamanca, y otros invitados entre los que se destacó el obispo de la diócesis, Mauro Rubio, quien presidió la solemne ceremonia religiosa.

[17] Al final de su vida, colón recuerda a su hijo Diego la ayuda de fray Diego de Deza a toda su empresa: “es de dar priesa al Señor obispo de Palencia Mons. Deza, el que fue causa de que sus Altezas oviesen las Indias y que yo quedase en Castiella, que ya estaba yo de camino para fuera…”

[18] En la Iglesia de San Juan de Bárbalos se conserva una placa diciendo que allí predicó San Vicente Ferrer.

[19] Uno de los males que ocasionó la peste fue la relajación de la vida religiosa.

[20] Francisco de Vitoria (1483-1546) es el fundador e iniciador de la llamada Escuela de Salamanca.

[21] Yo tuve la suerte de doctorarme en Teología Moral en dicha universidad (UST) en 1997 siendo el decano de la facultad en Sagrada Teología fray Braulio Peña y el tutor fray Fausto Gómez.

[22] «La Cofradía del Rosario saldrá por fin en Semana Santa»www.lagacetadesalamanca.es. Consultado el 19 de junio de 2019.

[23] Fue un poco antes de la pandemia y de la clausura que tuvo lugar el 18 de Febrero a cargo de Mons Atilano Rodriguez obispo de Guadalajara.

 

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